Amor y Pociones
Capitulo Tres
Tap, tap, tap.
Veloces pasos se escuchaba en los solitarios pasillos de Rohan. La fiesta había terminado hace mucho. Todos dormían tras una merecida celebración. Todos menos Aragorn que se dirigía velozmente a la habitación del elfo.
-¡Legolas!- grito Aragorn, abriendo la puerta de golpe- Legolas, soy yo-
Nada.
Echo a correr de nueva cuenta , tal vez el elfo se hallaba junto a la cornisa del palacio, le gustaba pararse ahí por horas viendo las estrellas.
Nada.
De nuevo, el comentario de Éowyn le lleno la cabeza –Éomer- ¿Dónde podría encontrar a un domador de caballos a esta hora de la madrugada, una de dos , es su cama, felizmente dormido, o en los establos, y Aragorn quería pensar que completamente solo en ambas posibles situaciones.
Decidiéndose por los establos, hecho a correr de nueva cuenta.
Llego ahí casi sin aliento.
-¡Legolas!-
Nada.
-¡Legolas!- volvió a gritar Aragorn. Suaves gemidos se escucharon entre la paja.
-¡Por Elberth, no mi elfo !- grito encolerizado Aragorn.
Cuando se acerco con grandes zancadas, alcanzo a ver un rubio cabello que apenas si se discernía de la paja.
-¡No!- grito de nueva cuenta quitando la paja de en medio- ¡No toques a mi elfo!-
-¡Auch!- no grites tanto Aragorn, me revientas la cabeza- respondió pesadamente Éomer.
Cuando Éomer giro un poco su cabeza, Aragorn pudo ver un moretón que se comenzaba a formar en su cara.
-¿Qué te ha pasado?- pregunto preocupado Aragorn, levantando un poco la cabeza de Éomer.
-Creo que no le gusto a "tu" elfo- respondió Éomer frotándose la magulladura.
Soltando bruscamente a Éomer, Aragorn recordó a lo que había venido en primer lugar.
-¡Auchh, eso duele- se quejo Éomer.
-¡Legolas¿En donde esta¿Qué le has hecho? –
-¿Yo¿Qué no me estas viendo Aragorn, mas bien que me ha hecho el a mi- respondió indignado Éomer tratando de levantarse-Le serví como saco para golpear¿Satisfecho?-
Con un suspiro de alivio, Aragorn se levanto, olvidándose de Éomer, y emprendió la carrera a la habitación del elfo.
Éomer se levanto adolorido, todo había pasado muy rápido. – ¡Eso me merezco por hacerle caso a Éowyn!- reclamo para si Éomer, se sacudió la paja, se acomodo un poco el cabello y fue en busca de la tranquilidad de su cama. Tal vez tendría otra oportunidad después con el hermoso elfo, después de todo, Legolas no había protestado hasta que Éomer había tratado de desbrochar sus pantaloncillos. De todos modos había logrado mas de los que había soñado, había podido besar esa dulce boca y hacer estremecer al elfo, cosa, por lo que pudo notar con la llegada abrupta de Aragorn, era mucho mas de lo que había logrado su hermana.
Éomer rió, no volvería hacerle caso, como aquella vez, recordó, que le dijo que el nuevo corcel era manso como un cordero¿resultado, tres costillas rotas, o como aquella vez que le dijo que pintar a todos los caballos de blanco era la ultima moda¿resultado, el hazmerreír de todos los hombres de la Marca -¡Ya no mas, esta fue la ultima vez!- juro Éomer antes de salir del establo.
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-¡Legolas, melda¿Estas aquí?- grito casi sin aliento Aragorn.
-¡Estel¿Qué te ha pasado, Perece como si una horda de orcos te estuviera persiguiendo-
-¿Te ha hecho daño?- pregunto Aragorn sujetando los hombros de Legolas.
-¿Quién¡Ahh¿Te refieres a Éomer?-
-Si¿te ha tocado, ha tratado algo?- pregunto de nueva cuenta agitando esta vez levemente al elfo.
-¿No lo has visto como lo deje, puedo defenderme muy bien solo- respondió Legolas soltándose de Aragorn, dándose la vuelta.
-Se y me consta que puedes defenderte solo. Es solo que me preocupe- contesto Aragorn siguiendo al elfo.
-¿Has visto a Gandalf?- pregunto Legolas queriendo cambiar el tema.
-No, al parecer fue una equivocación por parte de Éowyn-
-Ah¿Es decir que no te quito esa manía tuya?-
-Si y no-
-?-
-Si se me ha quitado, pero al parecer sola y no vi, ni busque a Gandalf, es extraño…-
-¿Qué es extraño?- pregunto Legolas, al parecer toda iba bien de nuevo con Estel.
-Esta fantasía por tu cabello, se esfumo en cuanto vi el cabello de Éowyn, pero eso no cambia un hecho…-
-¿Cuál?- pregunto intrigado Legolas, acercándose más a Aragorn.
-Que no he dejado de amarte-
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-¡Éomer, ábreme la puerta!-
-Hermanita, déjame dormir, en verdad estoy molido por mi noche con Legolas- respondió Éomer, recalcando "mi noche".
-¡Pero no entiendes, ese Grìma ha regresado y no me ha dejado en paz!-
-No caeré de nuevo en tus mentiras hermanita, así que por mi, puedes correr toda la noche- contesto entre bostezos Éomer.
-¡Bastardo!- grito desesperada Éowyn tocando otra vez la puerta.
-Te recuerdo que somos hermanos. ¡Ahora déjame dormir!-
Éowyn detuvo sus golpes a la puerta al escuchar una voz llena de malicia acercándose.
-Éowyn, ohhhh, Éowyn, ven amor mió, déjame mimarte y besarte, déjame acicalar esa bella cabellera tuya¡ohhhh Éowyn!-
-¡Nooo!- grito Éowyn antes de emprender loca carrera.
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-¿Escuchaste eso Estel?- pregunto un ruborizado y jadeante Legolas, incorporando apenas la cabeza de la cama.
-Si. Y no me importa- contesto Aragorn igual de agitado - Ahora déjame hacerte mió una vez más-
Fin
Melda.- q. amado
