Después de tanto tiempo al fin actualize! Lo siento pero tenia serios problemas inspiracionales…jejeje bueno gracias por los reviews! En serio que me ayudan a seguir con el fic! Por favor denme sus sugerencias y criticas para ayudar a mejorar la historia! Sigan pendientes que muy pronto el desenlace! 

CAPITULO VI

El sol comenzó a alumbrar anunciando el comienzo del día siguiente. Arialdnir se acercó al lago donde estaba Sombragris tomando agua. Ella no había podido apreciar hasta ese momento la belleza del lugar. Estaban en una parte despejada del bosque con una hermosa y cristalina laguna al centro. Se acercó y se lavó el rostro, se acomodó los claros cabellos y vio su rostro en el lago. De pronto observó otro reflejo al costado del de ella. Ella sonrió.

-Este lugar es realmente hermoso – dijo.

- Lo encontré hace mucho tiempo, es un buen lugar para alejarse- Legolas le sonrió – No está muy lejos de mi hogar, los elfos pudimos mantener ese lugar alejado de las sombras – dijo él mirando melancólicamente alrededor.

Comieron lembas y algunas frutas de los arbustos cercanos.

Será mejor que partamos – dijo él – Hay mucha distancia para avanzar pero Sombragris será una ventaja y llegaremos justo a tiempo.

Recogieron las mantas y las ataron al lomo de Sombragris. Legolas montó primero y Arial subió delante de él. Tener a Legolas tan cerca la hacía sentir increíblemente segura pero sumamente nerviosa.

Antes de partir, Legolas le susurró.

No crea, mi querida dama, que aún le he disculpado el incidente de anoche – él sonrió y Sombragris empezó a galopar.

Arial se sintió ligeramente triste por tener que dejar tan bello lugar, pero el paisaje que seguía le reconfortó el corazón. Pasaron por verdes bosques y hermosas caídas de agua.

- Después de la destrucción del anillo luchamos mucho por recuperar el Gran Bosque Verde – dijo Legolas – recuperamos algunas partes de la frontera, como ésta – dijo señalando lo que los rodeaba – pero no pudimos repeler totalmente la sombra – él la miró fijamente – espero que algún día puedas conocer mi hogar.

Ella lo miró y sonrió tristemente.

- Yo también lo espero – dijo.

Recostó tímidamente su cabeza sobre el pecho del elfo y, casi sin querer, cayó dormida. Legolas juntó sus brazos alrededor de ella. Ella era una extraña combinación de fortaleza y fragilidad. El sabía que podía pelear con ella contra una docena de orcos y que, sin embargo, al llegar la noche él la podría proteger contra el frío. Cuando estaba con ella él sentía feliz, como nunca se había sentido antes. Se sentía completo, dispuesto a pasar una eternidad con esa calidez en su pecho. Legolas no sabía si esto era amor o algún otro extraño sentimiento, pero tampoco quería averiguarlo ahora; cerró los ojos y dejó que la luz que iluminaba ahora su corazón lo llevara, una melodía que él no podía contener salía de sus labios.

Legolas abrió los ojos y sintió la brisa nocturna en su rostro. La noche había caido sin que él lo notara, debía encontrar un lugar adecuado para que pasen la noche.

Arial abrió los ojos y encontró que la noche había llegado. Se reprendió a sí misma por haberse quedado dormida, pero ¿cómo poder resistir la tranquilidad que Legolas le daba?

- Llegaremos a un despejado del bosque, pasaremos allí lo que queda de la noche – le dijo Legolas brindándole las cálidas sonrisas que sólo él podía darle.

Ella se limitó a asentir. Aún no podía despegar su cabeza del pecho de Legolas (y a él no parecía importarle!). Arialdnir sabía que sentía un fuerte lazo con Legolas pero no sabía si es que eso era el amor… ademas, ¿acaso él sentiría lo mismo? Ella podía jurar que había oído una hermosa canción mientras dormía, pero no estaba segura si podía ser solo un juego de sus fantasías….

Legolas llevó a Sombragris a un pequeño despejado del bosque, al lado del camino, casi oculto entre los árboles.

Ambos desmontaron y Legolas tendió unas mantas al pie de un árbol.

- Es turno de descansar ¿los sabes, no? – dijo él con una mezcla de seriedad y un alegre brillo en los ojos. Arial iba a protestar pero se detuvo por la cara de Legolas, quien la miraba con una ceja levantada. Ella sabía que esta sería una batalla que no podría ganar.

- Esta bien – dijo ella sonriendo.

Se recostó encima de una de las mantas de Legolas. El se quitó la capa y la cubrió con ella.

- Hantale gracias - dijo ella.

Legolas le dio un beso en la frente, Arial se quedó paralizada.

- Lisse Oloori buenas noches - le dijo y se acomodó sentándose a su lado, con la mirada fija en el camino.

Ella cayó inmediatamente en sueño, sabía que dormiría muy bien…..

Legolas notó que ella se encontraba ya dormida. Le cubrió la manta hasta los hombros y pronunció unas cuantas oraciones para protegerla.

Al día siguiente se levantaron y alistaron todo para partir.

- Para mañana a esta hora estaremos llegando a Rhun – dijo Legolas.

Arialdnir mostró una gran sonrisa en su rostro.

- ¿Alegre por ver a tu hermano? – dijo él, también sonriendo.

- También, por supuesto – dijo ella.

- ¿También? ¿Es que acaso esperas encontrar a alguien más allí? – dijo el elfo, en tono de broma.

- Pues sí – dijo ella causando que la sonrisa de Legolas desapareciera.

Legolas estaba completamente serio ahora. No esperaba esa respuesta de Arial.

- ¿Alguna amiga? – dijo él completamente serio.

- No claro que no! – dijo ella – es un gran amigo! – dijo ella.

Legolas sintió como si una gota de helado rocío resbalara por su espalda. Las puntas de sus orejas estaban ligeramente rojas, sentía ¿rabia? ¿celos?...

Arial advirtió que el pequeño juego salía fuera de control.

- Es un humano, no ha visto más que siete veces a los árboles caer las hojas, una edad muy temprana, incluso para ellos – dijo ella, rápidamente.

Legolas comenzó a reír de pronto, aliviado.

- ¿Es que dije algo gracioso? – dijo Arial, dándosela de desentendida , aunque sabía perfectamente porque el hermoso elfo sonreía.

- No claro que no! – dijo él, divertido – es sólo que… no tiene importancia – se puso más serio – me encantaría conocerlo…

Arialdnir abrió los brillantes ojos.

- ¿En serio? Es un niño realmente sorprendente! – dijo ella, visiblemente emocionada – su nombre es Malret, presunto descendiente de Malbeth el Vidente – continuó – se encuentra a poca distancia de Rhun, en una pequeña aldea, ellos lo encontraron a las pocas de lunas de haber llegado a este mundo, sus padres habían muerto… - calló por un momento – ellos lo cuidan y yo voy cada vez que puedo… mira le traje esto -

Arial sacó de su bolsillo una pequeña y hermosa piedra brillante, color turquesa y sujeta de una hermosa cadena de oro.

- Es una piedra de protección. Sentiré todo lo que le pase, y podré ir a verlo, en caso de...-

- Estoy seguro que a él le encantará – dijo Legolas – partamos ya, mucha gente espera ya tu retorno.

Sombragris se acercó a ellos y montaron en él.