Dos.

Lily.

No me causa nada de gracia...

Wakabayashi se limitó a mirarme sin decir palabra alguna. Yo me dije que si él no hablaba yo tampoco lo iba a hacer.

Bienvenida.- dijo Wakabayashi, al fin, en español.- Esto no es Barcelona pero aun así espero que encuentres algo que te la haga pasártela tan bien como lo hiciste allá.

Me dieron muchas ganas de patearle el trasero. El infeliz se estaba burlando de mí, aludiendo a mi no-relación con Tsubasa. Lo bueno (o lo malo) es que él había hablado en español, así que nadie más que él y yo entendimos el mensaje.

¿Por qué hablas en español?.- pregunté en alemán, tratando de conservar la calma.- Ya ves que ya sé hablar el alemán.

Evidentemente, ustedes se conocen.- comentó el chino, quien después supe que se trataba de Sho Shu Kong.- De lo contrario no se tratarían con tanta familiaridad.

¿Qué comes, que adivinas?.- preguntó Wakabayashi, algo irritado.

Supongo que se conocieron en Barcelona.- intervino Schneider.- Debió de haber sido en aquellos meses que te la pasaste mucho tiempo allá... .- la voz del joven se convirtió en un susurro.- Ahora entiendo por qué...

Wakabayashi y yo miramos al alemán con rabia. Éste instintivamente se hizo para atrás.

Bueno, yo no quise... Yo nada más decía... .- Schneider levantó las manos en actitud pacificadora.

En todo caso.- intervino Sho.- Bienvenida. Y como ya conoces a Wakabayashi, no te tomes muy en serio sus actitudes.

Por respuesta, sonreí. El chino me agradaba.

Tú tan amable como siempre.- murmuró Wakabayashi, con cierto enojo.

Bueno, alguien debe conservar la calma cuando tú y Schneider comienzan con sus duelos de poder.

¡Qué sacrificado!.- se burló Schneider.

Wakabayashi se limitó a mirarlos a los dos como si quisiera arrojarlos por un acantilado.

Me voy.- musitó Wakabayashi.- Está en su casa, doctora Del Valle.

El portero me hizo un ademán con la mano antes de retirarse.

Genzo.

Pues a mí tampoco me causa gracia.

Ey, no voy a negar que me agrada muchísimo el volver a ver a Lily... Eso era lo que yo tanto había estado esperando secretamente en mi interior... Pero me parece una burla que ella aparezca así sin más, sin previo aviso...

Bueno, evidentemente Lily no iba a mandarme una carta avisándome que pensaba venir a Alemania, pero mínimo el entrenador podía habernos hablado previamente un poco acerca de nuestra nueva doctora y ya estaríamos al tanto... No sé ni que estoy diciendo, el ver a Lily me ha trastornado por completo...

Pero una vez que se me pasó la impresión, llegué a una decisión: no la dejaría escapar esta vez. Ahora no estaría presente Tsubasa y no dejaría que ningún otro hombre le echara el ojo a la chica. Lily sería mía, aun así me tardara todo el tiempo del mundo en conseguirlo.

Y esta vez lo lograría. No me importaba que Sho también tuviera las mismas intenciones. ¡Ja! ¿Creen que no me di cuenta? Lo conozco lo suficiente como para saber que Lily le gustó.

Taro.

¡París, la Ciudad Luz!

Eso es lo que me gritó Azumi cuando fui a recibirla al aeropuerto.

¡Cuánto tiempo sin verte, Tarito!.- Azumi me abrazó con fuerza.

Lo mismo digo, amiga mía.- contesté.- Bienvenida a Francia.

Hola, tú debes de ser Azumi.- saludó la chica de cabello negro y rizado que había ido conmigo.- Mucho gusto, soy Esmeralda La Salle.

Azumi arqueó mucho las cejas y la miró a ella y después a mí.

¿No me digas que ella es...?.- Azumi me interrogó en japonés.

Ni se te ocurra.- la detuve, en el mismo idioma.- Esmeralda es solo mi amiga...

Y era verdad. Como bien ella me lo prometió tres años atrás, Esmeralda se había convertido en mi reportera oficial. Casi todos los días iba a los entrenamientos del PSG y casi siempre terminaba por ser yo el entrevistado... Muchos me decían que era bastante evidente que Esmeralda estaba enamorada de mí, pero yo nunca lo creí. Jamás volvería a creer los chismes que decían que yo le gustaba a una chica... Ya no más...

El gusto es mío.- dijo Azumi, en francés.- ¿Eres amiga de Tarito?

Pues eso es lo que espero.- respondió Esmeralda, muy sonriente.- Aunque nunca sé qué es lo que él piensa de mí.

Bien sabes que eres importante.- contesté yo. Inmediatamente sentí cómo la sangre me subía a la cara.- No finjas demencia...

¡Ja, ja, ja!.- Esmeralda rió con muchas ganas.- Usas las mismas frases que usaba una vieja amiga mía...

Pues también son las frases que usaba una amiga mía.- reí.- Por cierto que se suponía que ella también vendría a París. Azumi, ¿en dónde está Li-chan?

Ahhh... .- Azumi se mordió el labio inferior.- Verás, hubo una pequeña confusión... Y se fue para Alemania...

¿Alemania?.- grité.- ¿A qué equipo se fue? ¿Y por qué se fue para allá?

Pues hubo un pequeño error, como te dije.- explicó Azumi, algo avergonzada.- Y su solicitud de empleo fue a parar al Bayern Munich...

No me digas... .- sonreí, bastante divertido.- Pobre Wakabayashi...

¿De quién hablan?.- preguntó Esmeralda, curiosa.- ¿Y por qué pobre Wakabayashi? ¿Te refieres a tu amigo, el famoso portero japonés?

El mismo que viste y calza.- respondí.- Y digo que pobre de él porque va a recibir una visita inesperada... Jajaja, me gustaría poder ver la cara que pone...

Durante los tres años transcurridos, cada vez que Wakabayashi y yo nos veíamos o hablábamos por teléfono, él me preguntaba por Lily. Yo nunca quería decirle gran cosa sobre ella, ya suficiente habían sufrido los dos y no me parecía correcto el seguir alimentando la pasión que Wakabayashi tenía por Lily...

Por supuesto, cuando el destino decide una cosa... No hay nadie que pueda escapar de sus designios...

Bueno, pues será mejor que nos vayamos.- le dije a Azumi.- Te espera tu nuevo equipo.

Uh, aun no sé en dónde voy a hospedarme.- murmuró ella.- ¿Tienes espacio en tu departamento?

Bueno, originalmente había pensado que te podías quedar conmigo pero luego Esme se ofreció a alojarte en su humilde morada.

Muy humilde, de eso puedes estar segura.- Esmeralda sonrió.- Pero tengo una habitación libre, así que puedes estar a tus anchas. Y no soy una casera estricta.

Menos mal. Apenas y si aguantaba a mi casera anterior.- Azumi rió.

Yo también reí. Si Lily hubiese escuchado esto... No me era desconocido que ella y Azumi vivían juntas en México.

Esmeralda.

Bueno, es la primera vez que me toca hablar. Aunque soy reportera, me pone algo nerviosa narrar mi parte de la historia...

Comencemos por el principio. Yo soy Esmeralda La Salle, tengo 24 años, soy mexicana y me dedico a hacer reportajes por mi cuenta. Esto significa que puedo escribir sobre cualquier cosa que se me antoje y publicarla en el periódico que desee hacerlo. Ustedes se preguntarán cómo es que sobrevivo si mi trabajo no se oye muy estable que digamos, así que simplemente les diré que tengo otras maneras se sobrevivir... Pero ése es mi secreto...

Por cierto que también tengo otro secreto. Se llama Taro Misaki. Se puede decir que me enamoré de él desde el primer momento en que lo vi, en el mundial Sub-l6. Se veía tan lindo... En aquellos momentos me dieron muchas ganas de acercarme y conocerlo, pero dudo mucho que hubiera sido tan fácil que una simple fan se acercara a un jugador de fútbol... Crecí con el ferviente deseo de conocerlo en persona, luego me entraron las ganas de convertirme en reportera y pensé que quizás en algún momento se me haría el conocerlo... Cuando supe que él abandonaría Francia para volver a Japón, mi corazoncito se hizo añicos pero conservé la esperanza de que en algún momento él regresara... Y así fue...

Me conformé durante años con guardar todos los recortes de periódicos y revistas en donde aparecía Misaki. Tengo ya varios álbumes llenos con fotos de él... Y luego, me enteré un buen día de que él regresaría a París para hospedarse una semana con el club del PSG y probar suerte en él... Por supuesto, no me quedaría con las ganas de conocerlo esta vez... Y debo decir que al conocer su manera de ser terminé por enamorarme de él... Es tan lindo, tan sincero, tan sencillo, tan optimista... Siempre tenía en el rostro esa alegre sonrisa...

Taro no aceptó inmediatamente la oferta del PSG, pero yo sabía que él no tardaría en ceder. Y por supuesto, yo iba a cumplir mi promesa. Antes de que Taro regresara a Barcelona yo le prometí que sería la reportera que más lo atosigaría si él decidía jugar para el PSG. Y así fue. Después de mucho tiempo, conseguí que él me aceptara como su amiga... Y ahora haría todo lo posible para que me incluyera como algo más en su vida...

Sin embargo, había alguien que se interponía en mi camino... Siempre se había interpuesto... Y tendría que hacer algo para evitar que ella se quedara con Misaki...

Azumi Hayakawa.

Me ofrecí a hospedarla en mi departamento por dos razones. La primera de ellas era que así evitaría que ella se quedara a vivir con Misaki. (¡Cómo se atreve!) y la segunda era que teniéndola en mi casa podría controlar un poco más sus movimientos.

Jujuju, ustedes podrán pensar que soy una desgraciada... Pero no es así, créanme, no soy una mala persona. Simplemente estoy enamorada...

Notas:

A ver si no me da flojera terminar este fic... Mínimo si pienso hacerlo mucho más cortito.