Cuatro.

Lily.

¡Santo Dios! ¿Qué estaba pasando aquí? ¿En qué momento quedé en una posición tan incómoda?

Y sí que era incómoda... Sentía perfectamente bien cómo cierta parte del cuerpo de Genzo aumentaba rápidamente de tamaño... Mejor no les digo...

Y lo peor del caso es que yo me estaba sintiendo igual de extraña... Por un momento yo deseé con todas mis fuerzas que Genzo me besara... Y quizás él lo habría hecho si no fuera porque en esos instantes Sho regresó...

Este... .- Perdón... No quise... Interrumpir... .- se veía que Sho tenía muchas ganas de soltar una buena carcajada.

No es lo que parece.- inmediatamente me incorporé, apoyándome fuertemente sobre el pecho de Genzo. Éste hizo una mueca de dolor.

Claro que no... .- murmuró éste, sin aliento.

Jaja, no lo puedo creer.- Sho por fin soltó la carcajada.- ¡Los dejo solos cinco minutos y con eso tienen para irse uno encima del otro!

Miré a Sho con mucho odio, pero eso a él no le importó. Siguió riéndose a mandíbula batiente.

Bueno, pues yo nada más quería decirle a Wakabayashi.- Sho se secaba las lágrimas que le salieron de tanto reír.- Que tenemos algo pendiente... Que no se te olvide... Sigan con sus asuntos.

Sho se marchó cerrando la puerta con seguro tras de sí. Yo terminé de levantarme y me alisé el cabello.

¿Eso es todo?.- le pregunté bruscamente a Wakabayashi, quien se incorporaba lentamente.

Sí, eso era todo... .- musitó él.

Bueno, pues en ese caso... ¡Ya vete!

Quité el seguro, abrí la puerta y empujé a Wakabayashi fuera de la habitación, cerrando después la puerta de una manera un tanto violenta. Me apoyé contra ella y respiré varias veces para tratar de controlar el deseo que me había invadido momentos antes...

Genzo.

Lily no debería de ser tan violenta y sí debería reconocer que sintió un momento de atracción hacia mí. Vamos, que no me lo niegue, yo bien vi en sus ojos el deseo... ¡Ja! Voy ganando terreno... Ni crean que Sho me va a detener...

Por cierto que ya casi se me había olvidado el motivo por el cual Sho me había ido a buscar. En un par de días más sería el cumpleaños de Lily y los jugadores deseaban organizar una pequeña reunión en su honor. Curiosamente, todos decidieron que sería yo el que la mantendría ocupada mientras todo estaba listo, pretextando que yo era el que la conocía mejor... Pues muy bien, si eso es lo que quieren, me tendré que sacrificar para pasar una tarde en compañía de tan bella dama...

Por cierto que me estaba costando trabajo encontrar un regalo adecuado para ella. como era doctora, ya medio equipo estaba pensando en regalarle un estetoscopio Litman así que eso quedaba fuera. ¿Qué podría regalarle que a ella le gustara? Ya había notado que le encantaban las joyas, pero eso representaba dos problemas: el primero era que casi no podía usar joyería debido a su trabajo y el segundo era que en general yo soy muy poco hábil para esas cosas... Tendría que buscar otra opción...

¿Libros de Medicina? ¿Ropa? ¿Unos tenis nuevos? Demonios, ¿por qué es tan difícil el regalarle algo a una mujer?

¿Y por qué rayos me importaba tanto el regalarle algo que le gustara?

Si bien que sabía... Tendría que llamarle a Misaki para que me diera un consejo, después de todo él la conocía mucho mejor que yo. Y de paso lo invitaría a la reunión que le organizaríamos a Lily, aunque era poco probable que él pudiera asistir pero en fin...

¿Terminaste, Wakabayashi?.- me preguntó Sho, muy sonriente, cuando me vio salir de la enfermería.- Déjame y te digo que te me adelantaste esta vez. Cometí un error al darte ventaja, pero te advierto que para la próxima no te saldrás con la tuya.

No me digas que... .- ya me lo imaginaba...

¿Qué me gusta Lily? Por supuesto. Y mucho. Por eso te digo que para la próxima no será tan fácil. Como sea, ya tenemos casi todo listo. Recuerda que los muchachos decidieron que serías tú quien se encargaría de distraer a Lily...

Sí, lo sé...

Bueno, entonces no se te olvide. El viernes a las siete de la noche en el departamento de Levin.

Claro.

¡Ja! ¿No se los dije? Ya sabía que Sho le traía muchas ganas a Lily...

Taro.

Cómo serán de acaparadores estos tipos...

En fin, las cosas transcurrían con mucha normalidad en el campamento del PSG... Con demasiada normalidad... Ya bien sabía yo que estando Azumi presente las cosas se ponen de cabeza...

Aunque en realidad, había otra personita que me ponía las cosas de cabeza...

Esmeralda.

Ella y Azumi vivían juntas y no tardaron en hacerse buenas amigas pero... Algo pasaba. No sé exactamente qué, pero sí les puedo asegurar que había una especie de carga negativa cada vez que los tres estábamos juntos... ¡Bah! Han de ser ideas mías...

Lo que sí es que Esmeralda me recordaba mucho a Lily, no solo por el hecho de que las dos eran mexicanas sino también porque Esme tenía más o menos las mismas mañas y frases locas que Lily usaba... Y al mismo tiempo, la primera era tan diferente... Ya, alucino, no sé por qué a últimas fechas me daba tanto por pensar en Esmeralda, quizás porque ella se había convertido prácticamente en mi sombra... Me llevaba el almuerzo al entrenamiento, me ofrecía botellas de agua cuando me detenía a descansar, me daba masajes en la espalda, curaba mis pequeñas heridas físicas... Vamos, si hasta parecía más asistente del PSG que la propia Azumi...

Por cierto que esta última me hacía mucha burla al respecto. Siempre comentaba que un día de éstos Esmeralda me secuestraría para hacerme suyo (maldita Azumi). Y si he de ser sincero... Esta idea no me parecía del todo mala...

Faltaba poco para el cumpleaños de Li-chan. Wakabayashi me llamó desde Alemania para informarme que allá le harían una fiesta, pero desgraciadamente yo no podría asistir. Y ya sabía yo que Wakabayashi no solo me había hablado para eso...

Oye, Misaki.- la voz de mi amigo se puso algo nerviosa.- Quería preguntarte otra cosa...

¿Sí?.- me dio cierta curiosidad.

Sobre Lily... ¿Qué crees que podría gustarle para...? Tú sabes...

¿Un regalo de cumpleaños?.- me reí.- No me digas que...

No preguntes y contesta.- me interrumpió Wakabayashi, algo cortante.

¡Jajaja, qué genio! Pues no sé si deba darte esa información o no...

¡Habla!.- exigió Genzo.- ¡No seas mal amigo!

Ya, cálmate. Pues nada más te diré que a Lily le fascina leer... Todo tipo de lectura, desde el Quijote de la Mancha hasta Harry Potter... ¿Eso te da una idea?

Claro.- respondió él, más calmado.- Muchas gracias.

Por cierto que si quieres quedar bien con ella regálale una joya. Eso siempre le conmueve.

Me lleva... Dejará de ser mujer... .- gruñó Wakabayashi.

Jajaja. Ya ves. Buena suerte y dale un abrazo fuerte de mi parte. Digo, si es que ya te perdonó...

Ni me lo menciones. Gracias por el consejo y suerte con tu nueva novia...

¿Mi nueva novia?.- me sorprendí.

Sí. La Salle o creo que así se apellida... .- Wakabayashi soltó una carcajada de burla.- Aunque no recuerdo el nombre... Rubí... Zafiro... Diamante...

Esmeralda.- respondí.- Así se llama.

¡O sea que lo reconoces!.- gritó Wakabayashi, triunfal.- Hayakawa tenía razón.

Maldita Azumi.- gruñí.- Chismosa...

Wakabayashi soltó otra carcajada y colgó el teléfono.

Ya. Debo dejar de pensar tanto en Esmeralda La Salle...

Lily.

Viernes 29 de Julio. Hoy cumplo 24 años... Y no olvido que un día antes Tsubasa cumplió los 26...

Pero en fin, no pienso en eso. Desde muy temprano por la mañana recibí una llamada telefónica de mis padres, quienes me felicitaron muy felices. Recibí también un mensaje un tanto impactante de mi hermana Lara quien me decía que mi regalo era saber que ella estaba embarazada... Demonios, vaya sorpresas. Me hubiera gustado estar en México con toda mi familia y no en Alemania soportando a Genzo... En fin...

Por la mañana tuve que trabajar, aunque en realidad hubo poco que hacer y aproveché para cotorrear con cuanta gente se me puso enfrente. Otra sorpresa del día fue recibir un mensaje de una vieja amiga quien por cierto estaba trabajando y viviendo en Francia... Un día de éstos habría de preguntarle si no había visto a Tarito paseándose por ahí... En fin, como les decía, la bronca vino por la tarde, cuando Genzo me invitó a dar un paseo por Munich.

¿Qué cosa? ¿Qué quieres que salga contigo hoy?.- pregunté incrédula.- ¿Acaso sabes qué celebro hoy?

Tu cumpleaños.- respondió él, impávido.- Y por eso mismo te estoy invitando a salir.

¿Qué te hace pensar que quiero pasar mi cumpleaños cerca de ti?

Vamos, Lily, quiero hacer las paces contigo.- Genzo me extendió su mano.- ¿O te la vas a pasar toda tu vida amargándote por algo que pasó hace más de tres años?

Vaya que a este tipo le gusta ser directo... En fin, no tenía nada mejor que hacer así que acepté. Genzo y yo nos fuimos a recorrer Munich, aunque primero me invitó a comer a uno de los mejores restaurantes de la ciudad y debo decir que se comportó como todo un caballero, cosa que me dejó impactada. Toda la comida mantuvo la charla en un tono agradable y tranquilo, además de que me trataba como si yo fuera una verdadera princesa... Y yo comencé a preguntarme el por qué lo odiaba tanto si en verdad que tenía su lado lindo... Después de la comida, fuimos a pasear por la ciudad. Al cabo de un buen rato mis pies me dolían de tanto caminar y Genzo ofreció ir a tomar un poco de aire enfrente del Palacio de Justicia. Los dos nos sentamos en una banca y nos dedicamos a contemplar el edificio.

¡Uf! ¡Por fin! Ya no aguantaba mis pies.- murmuré, cuando nos sentamos.

¡Ja! Qué poco aguante tienes... .- se burló Genzo.

Por respuesta, le di un codazo en las costillas.

Tú cállate, nadie te preguntó.- gruñí.

¡Qué linda!.- él se rió con muchas ganas.

Ya ves, la ternura siempre funciona.- yo le mostré la lengua.

Ambos nos quedamos callados por un rato.

¿Aun sigues creyendo que yo te traicioné?.- preguntó Genzo, suavemente.

Sinceramente, no quiero hablar de eso ahora.- lo corté.- Me la estoy pasando muy bien y no quiero estropear el día tan maravilloso que he tenido...

O sea que reconoces que te la pasas muy bien estando conmigo.

Quizás... .- me encogí de hombros. No tenía ganas de pelear.

El viento se movía suavemente por entre los árboles. La gente pasaba a nuestro alrededor aunque nosotros no parecíamos sentirlo. Un par de muchachos intentaron lanzarme piropos pero Genzo los alejó con una mirada asesina. A mí me dio risa en mi interior, ya se estaba comportando como si fuera mi novio... Al poco rato Genzo se levantó y me dijo que deseaba ir a visitar a Levin para pedirle algo pero que no quería que yo me regresara sola a mi casa, así que me pidió que lo acompañara y que después él me llevaría a casa. Yo acepté, la verdad era que aun no deseaba llegar a mi apartamento.

Levin vivía solo en uno de los barrios más lujosos de Munich. Genzo habló con él unos segundos por el intercomunicador y Levin le pidió que lo esperara un momento. Yo me senté en un reborde de la banqueta y Genzo se sentó a un lado mío. Ya comenzaba a anochecer y la Luna pronto se asomó por entre las nubes.

Es una linda noche.- murmuré.- Muy poética, gracias a la bella Luna.

La noche no es poética solo por la presencia de la Luna.- me contradijo Genzo.- Sino más bien por la presencia de la mujer a la que se ama.

¡Guau! ¡Qué comentario! Por un momento me sentí perturbada...

Quería darte esto hasta más al rato pero... Feliz cumpleaños.- Genzo me tendió un paquete envuelto con papel azul claro.

¡Ah!.- me puse muy colorada.- No debiste... Muchas gracias...

Abrí inmediatamente el obsequio. Se trataba de nada más ni nada menos que del sexto libro de la colección de Harry Potter, Harry Potter y el Príncipe Mestizo, de reciente aparición.

Pensaba regalarte "El Quijote de la Mancha", pero después supe que tu madre te lo regaló hace tiempo, así que por eso escogí éste.- explicó Genzo.- Alguien me dijo que te gusta mucho la serie de Harry Potter. Feliz cumpleaños, Lily.

Gracias... .- murmuré.

Era increíble. El que Genzo estuviera preguntando sobre cuáles eran mis gustos me conmovió... Realmente estaba ansioso por hacer las paces conmigo...

Genzo, yo... .- murmuré.

No digas nada que no desees decir... .- me interrumpió él, poniéndome un dedo en los labios.

Genzo se acercó a mí. Yo cerré los ojos, casi de manera inconsciente... Y de pronto...

¡FELIZ CUMPLEAÑOS!.- gritó un grupo a coro, haciendo que Genzo y yo nos separáramos bruscamente.

Detrás de nosotros estaban Sho, Levin, Schneider y su hermana y más de la mitad del cuerpo médico del Bayern. La pequeña Marie Schenider (ya ni está tan pequeña, tiene como 19 años) sostenía un pastel que tenía encima 24 velitas encendidas. ¡Ja! ¡Una fiesta sorpresa de cumpleaños a media calle!

Apagué las velas en medio del alboroto correspondiente, después de pedir mi deseo, y después entraron para comenzar la parranda en el departamento de Levin. Ya por la madrugada, dije que me sentía muy cansada y Genzo inmediatamente se ofreció a llevarme a casa.

Ya te había dicho que después de visitar a Levin te llevaría a tu casa.- me dijo.

Yo estaba tan cansada que ni repliqué.

Cuando llegué a mi departamento, me despedí de Genzo con una sonrisa. Él me correspondió el gesto. Ya en mi habitación, abrí el libro que él me había regalado y noté que del separador colgaba un objeto. Lo tomé y me di cuenta de que era una sortija de plata adornada con cristales austriacos negros. Era muy elegante y era de mi talla... Qué increíble...

Genzo.

Espero que a Lily le guste la sortija... Me costó mucho trabajo encontrar una joya que me gustara mucho para ella, pero en cuanto vi ese anillo me lo imaginé brillando en la mano de Lily y eso fue suficiente. Además, no le estorbaría para trabajar.

Espero, sinceramente, que te la hayas pasado muy bien. Créeme que en verdad me esforcé.

Feliz cumpleaños, Lily.

Notas:

Litman es la mejor marca de estetoscopios. Algo así como el Rolls Royce de los estetoscopios.

Harry Potter es creación y propiedad de J.K. Rowling.

Jajaja, el 29 de julio es mi cumpleaños, y soy tan egocéntrica que tenía que ponerlo en el fic xD. Jajaja, aunque en realidad es la primera vez que lo hago.