Once.
Genzo.
A la mañana siguiente, durante el desayuno, todos nos enteramos de qué era lo que había pasado la noche anterior: los perros que cuidaban el edificio se soltaron y anduvieron correteando por todo el hotel arrastrando las cadenas que los habían mantenido atados. Y lo de que se fue la luz fue culpa de algún idiota que quiso cambiar un fusible y desconectó toda la energía eléctrica del hotel. La mayoría de los huéspedes comentaban el caso bastante divertidos y mis compañeros de equipo no fueron la excepción.
Jaja, no puede ser que tanto alboroto haya sido por tan solo un par de perros.- Levin se reía a grandes carcajadas.
Pues sí, aunque hay que reconocer que todo el hotel contribuyó también.- comentó Schneider, sonriendo por lo bajo.- Creo que hicimos más escándalo nosotros que los pobres perros.
Solo espero que no los vayan a golpear como castigo.- murmuró Lily, acongojada.- Pobrecitos, ellos no tienen la culpa de ser animales...
Jaja, tienes razón.- asintió Sho.- En todo caso, más animales fuimos nosotros.
Me senté a desayunar sin hacer ningún tipo de comentario. Estaba untándole algo de mantequilla a un pan francés (como que estamos en Francia) cuando Marie Schneider soltó su comentario.
¿Tú no saliste a ver qué pasaba, Gen-san?.- me preguntó Marie, curiosa.
Sí, salí a dar una pequeña vuelta... .- reconocí, al tiempo que le untaba suficiente mantequilla a mi pan como para darle un infarto a cualquiera.
¿Y dormiste bien? ¿No te asustaron al grado de que tuvieras pesadillas con un gorila?.- volvió a preguntar Marie, esta vez algo preocupada. Noté que Lily casi se atragantaba con su café.
¿Pesadillas con un gorila?.- cuestioné, sorprendido.
No hagas caso.- pidió Lily, nerviosa.- Marie, no es necesario que...
Es que anoche a Lily la espantaron tanto que tuvo una pesadilla horrible.- Marie continuó, haciendo caso omiso de las súplicas de la mexicana.
¿Ah, sí?.- comencé a interesarme en la historia.
Sí. Soñó que un gorila horrible la tomaba fuertemente entre sus brazos y la besaba a la fuerza en los labios. ¡Imagínate! Pobrecita.- Marie miró a Lily con compasión, sin notar que ella casi quería estrangularla.
Sho y Schneider soltaron la carcajada, mientras que Levin miraba con cierta preocupación a la doctora mexicana.
¿En serio soñaste eso, Lily?.- inquirió el sueco.- Pobre de ti...
Pues sí.- Lily se encogió de hombros, al tiempo que el rubor invadía su rostro.- Era un gorila grande y espantoso...
No me digas... .- clavé mi mirada en Lily, cosa que la ruborizó aun más.
Sí te digo.- a pesar de eso, Lily me sostuvo la mirada.- ¿Cómo la ves?
Tuve ganas de soltar una carcajada. A esta chica le encantaba provocarme...
Lily.
Bueno ya, qué esperaban. Me daba coraje que Genzo se siguiera aprovechando de mí, esta vez el infeliz aprovechó que yo estaba desmayada para besarme... Bueno, no, no estaba desmayada pero aun así... Yo solo fingí estar desvanecida para ver qué era lo que Genzo hacía y pues ya vieron el resultado... Maldito aprovechado...
Bueno, pues provecho.- anuncié, una vez que terminé mi café.- Yo me retiro, nos vemos más al rato.
Espérame.- pidió Genzo.- Yo me voy contigo.
Alcánzame, si puedes.- respondí, al tiempo que comenzaba a caminar.- Tengo prisa.
Por más que corras no podrás escapar... .- murmuró él, al tiempo que salía detrás de mí.
Yo caminé lo más rápido que pude, aun después de que Genzo me alcanzó y me tomó suavemente por el brazo.
Con que un gorila, ¿eh?.- preguntó, divertido.- No creí que estuviera tan feo...
No lo dije por lo feo, porque no lo estás, sino por lo grande y aprovechado.- repliqué.- Actuaste como un verdadero animal...
Y tú como una verdadera actriz.- Genzo sonrió.- Mira que fingir que te desmayabas...
Eso fue para que aprendas a no asustar a una mujer así.- protesté.- ¿Qué te crees?
Y tú deberías de aprender que no es bueno que una mujer tan bella y deseable salga a medianoche con un camisón tan provocativo.- la mirada de Genzo era de lujuria pura.
¡Si no salí a la calle así!.- protesté, poniéndome muy roja.- Se supone que estamos a salvo en este hotel...
¿Ah, sí? ¿Y si no hubiera sido yo el que te hubiese encontrado? Con otro hombre no hubieras salido tan bien librada, yo nada más te besé, aunque ganas no me faltaron de hacerte otra cosa...
Levanté mi mano para golpear a Genzo en la cara, pero él la detuvo haciendo gala de unos increíbles reflejos y me abrazó.
Bueno, pues tú que te crees... .- musité, al tiempo que forcejeaba por soltarme.- Ya déjame tranquila.
No, eso nunca.- Genzo sonrió.- Porque me traes como un loco y bien que lo sabes...
Y como era de esperarse, Genzo me besó. Ya ni intenté separarme, solo me dejé llevar...
Genzo.- habló de pronto una voz muy, muy conocida.- Me dijeron que...
Genzo y yo nos separamos y volteamos a ver quién nos había hablado. Ni adivinan: enfrente de nosotros estaba parado nada más ni nada menos que Tsubasa Ozhora...
Lo siento.- musitó Tsubasa.- No quise... Interrumpir...
Está bien.- masculló Genzo.
Y de pronto se hizo un incomodísimo silencio. Yo opté por la salida fácil: me marché sin decir palabra...
Tsubasa.
Debo decir que la escena me dejó en cierto estado de shock...
Jamás me imaginé que algún día vería a Genzo besando a Lily... Y debo reconocer que algo me hizo sentirme un poco mal...
Lily se veía muy avergonzada y actuaba como una novia que ha sido descubierta traicionando a su amante. Pero ni ella era mi novia ni yo era su amante, así que no debería de haber problema... Pero sí lo había... No sé, quizás lo que más me sorprendió fue notar que Lily se la pasaba la mar de bien en los brazos de Genzo, ese beso apasionado que se dieron lo decía todo...
¿Qué pasa, Tsubasa?.- preguntó Genzo, al tiempo que se limpiaba con una servilleta los restos del lápiz labial de Lily.
Nada. Solo quería decirte algo sobre... .- me encogí de hombros.- Ya no importa...
Me di la vuelta y comencé a caminar. Genzo me detuvo.
Espera, Tsubasa.- pidió.- Dime qué ocurre.
La verdad es que solo quería pedirte perdón por... .- qué más daba.- Por lo ocurrido con Lily hace tres años... Solo quería decirte que lamentaba que ella no hubiese llegado a amarte, pero ahora ya no estoy tan seguro de eso...
¿Y eso te afecta?.- cuestionó Genzo.- Con sinceridad, Tsubasa.
La verdad... .- suspiré.- Un poco. Pero no es por lo que tú crees. Yo ya no siento por Lily lo que sentía antes y es evidente que ella tampoco siente lo mismo por mí, es solo que... Lily es una chica muy especial. Es una mujer increíble, tú lo sabes tan bien como yo, y siento algo de celos por saber que ella no será para mí... Aunque Sanae es otra mujer igual de grandiosa e increíble y sé que la voy a amar por siempre, así que no me quejo. Sinceramente, espero que logres encontrar la felicidad al lado de Lily. Ahora veo que ella y tú están destinados a estar juntos.
Gracias, Tsubasa.- Genzo sonrió, al tiempo que me extendía la mano.- Perdóname tú a mí por ser tan idiota...
No te preocupes.- estreché su mano.
Y por supuesto, una vez más pudimos comprobar que no había ningún obstáculo que la amistad entre Genzo y yo no pudiera superar.
Sanae.
Vaya, no me lo esperaba...
Había salido del restaurante detrás de Tsubasa, sospechando que quizás había ido a buscar a Lily Del Valle cuando me di cuenta de que mi esposo había cachado a aquélla y a Genzo besándose... Y quise saber cómo reaccionaría... Me escondí detrás de unas columnas y espié a mi esposo. No me culpen, ¿no hubieran hecho ustedes lo mismo? Cuando escuché que Tsubasa le confesaba a Genzo que ya no sentía nada por Lily mi corazón saltó de alegría. En verdad, en verdad, Tsubasa me amaba...
Realmente me sorprendes.- comentó Tsubasa, quien había vuelto a ser el mismo de siempre.- Nunca creí que consiguieras domar a la fiera que es Lily.
Cuando quiero algo, lo consigo.- respondió Genzo, satisfecho.- Y a Lily la quiero más que a nada...
Ya me di cuenta... .- Tsubasa también sonrió.
Solo tengo una pregunta que hacerte, Tsubasa.- habló Genzo, poniéndose de repente algo serio.- Y espero que me la respondas...
Dime.
¿Por qué le pusiste Sayuri a tu hija? Tanto tú como yo sabemos que es la versión japonesa del nombre de Lily...
¿Escuché bien? ¿Acaso acababa de oír que Sayuri y Lily significan lo mismo?
¿Cómo pudiste hacerme esto, Tsubasa?.- no pude contenerme y salí detrás de las columnas.- ¿Cómo es posible que le hayas puesto a nuestra hija el nombre de Lily en japonés?
Sanae.- Tsubasa me miró con sorpresa.- Deja que te explique...
¡Maldito, desgraciado!.- grité, presa del llanto.- Y yo que confié en ti...
Salí corriendo. Tsubasa no tardó en darme alcance.
Sanae, espera.- Tsubasa me abrazó por detrás y me sostuvo contra él.- No es lo que tú crees...
¿Qué no es lo que yo creo? ¡Le pusiste a nuestra bebé el nombre de la mujer con la que me engañaste!.- grité, tratando de soltarme
Le puse a nuestra hija el nombre de la mujer que ha sido mi mejor amiga.- me corrigió Tsubasa.- Es verdad que actué mal al no decírtelo pero... Lily es la amiga más comprensiva y cercana que he tenido en los últimos años y pues yo solo quise... Recordar que en el algún momento tuve una amiga sincera...
No respondí. La verdad era que Tsubasa casi no tenía amigas, fuera de Kumiko Izawa, Yukari Ishizaki o Yayoi Misugi, y por cierto que la primera había estado enamorada de él en la secundaria y la última lo había amado en la primaria... ¿Acaso estaría siendo injusta al negarle a mi esposo el derecho de tener una amiga? Lo que no entendía era por qué casi todas se tenían que enamorar de él...
Lily no es una mala persona, créeme, Sanae.- intervino Genzo, en esos momentos.- Sé de buena fuente que ella está muy arrepentida de lo que hizo...
Sí, cómo no.- repliqué sarcásticamente.- Muy arrepentida que ha de estar...
Tan es así que no se ha atrevido a hablarle a Tsubasa y estoy seguro de que se muere de ganas de ofrecer una disculpa sincera... .- Genzo siguió insistiendo.
Perdóname, Sanae.- musitó Tsubasa.- Por no habértelo dicho antes... Pero cree que si lo hice fue impulsado por el recuerdo de algo que en realidad nunca existió... Y tú bien sabes que te amo más que a nadie...
No respondí. Solo me acurruqué contra el pecho de mi esposo.
Quizás un día de éstos deberías de hablar con Lily.- sugirió Genzo.
No, eso nunca. Jamás le hablaría a la mujer que intentó arrebatarme a mi esposo...
Lily.
Bien dicen que las desgracias nunca vienen solas...
Subí casi sin detenerme hasta mi habitación, despotricando durante todo el camino contra mi suerte de perro... Mira que tenía que pasar que Tsubasa nos pescara a Genzo y a mí besándonos... Aunque ultimadamente, ¿qué tenía esto de malo? Genzo es soltero y yo también lo soy, hay una increíble fuerza de atracción entre nosotros y... Momento. ¿Qué fue lo que dije? ¿Dije que había atracción entre Genzo y yo? ¡No puede ser! ¡No, no, no, no! Ay no, yo no sé qué gano con negármelo...
Buenos días, doctora.- una ponzoñosa voz me sacó de mis pensamientos.- La estaba esperando.
Me sorprendí al descubrir, apoyada contra la puerta de mi habitación, a Alana, la desgraciada que supuestamente me había delatado con Sanae Ozhora... ¿Qué estaba haciendo ahí esta tipeja? Me dieron ganas de saltar sobre ella y golpearla en la cara... Por supuesto, soy una mujer que se respeta mucho a sí misma y que no se rebajaría a pelearse con nadie a golpes...
¿Qué se le ofrece?.- pregunté, tratando de ser cortés.
Hablar con usted, doctora.- respondió Alana, con una sonrisa malévola.- Sobre Genzo Wakabayashi.
Ya me lo imaginaba...
Notas:
Olvidé decir que Marie es la asistente del entrenador del Bayern.
