Doce.
Lily.
Realmente no tenía deseos de charlar con esa tipa, pero en fin...
Podemos hablar en mi habitación.- ofrecí, tranquilamente.- Será mejor que hacerlo en el pasillo.
Me da igual.- respondió Alana.
Abrí la puerta y dejé pasar a la víbora, perdón, a la chica. Ésta se acomodó sobre el diván.
Debo reconocer, doctora Del Valle, que la subestimé.- comentó Alana, mirándome con evidente desprecio.- Al principio simplemente creía que usted no era nadie de peligro pero ahora veo que es una mosca muerta.
Pues si yo soy una mosca muerta, usted es una completa arpía.- respondí, sin amedrentarme.- Pero como ya vio, no me estoy quejando.
Deje en paz a Genzo, se lo advierto.- Alana se levantó y me encaró con furia.- Ese hombre es mío.
No me diga.- repliqué con sarcasmo.- Es curioso, pero a últimas fechas a quien él ha besado es a mí, no a usted.
Alana me lanzó una mirada de odio puro.
¡Qué tonta e ingenua es usted!.- ella enseñó sus dientes en su gesto de compasión.- ¿Acaso cree que en verdad va a ser diferente a las otras, doctora? Genzo es un hombre muy mujeriego, tan mujeriego que no le importó andar con la esposa de su mejor amigo. Y a todas las ha mandado a volar. ¿Qué le hace pensar que usted será la excepción?
Iba a responder: "Porque Genzo me quiere", pero opté por no hacerlo, porque la verdad era que yo no estaba segura de eso.
No hay ningún tipo de relación entre Genzo Wakabayashi y yo.- hablé, con calma.- Pero aunque así lo fuera a usted no le importa.
Créame que Genzo ha sido igual con todas.- insistió Alana, con su voz de veneno.- A todas les promete mil y una cosas, a todas les hace creer que son únicas... Pero al final las termina dejando una vez que él consigue llevárselas a la cama.
¡Eso no es verdad!.- grité, perdiendo el control.- ¡Genzo no me haría eso!
Inocente, como todas.- Alana me miró con verdadera saña.- A mí también una vez me dijo que me quería, una vez me juró que yo era la única, una vez me lo prometió todo y hasta más...
¡Basta!.- grité.- Váyase de mi habitación. Ya no hay nada de qué hablar entre usted y yo.
¿O de verdad creyó que yo solita fui a delatarla con la esposa de Sanae Ozhora?.- Alana lanzó un último, y certero, ataque mortal.- ¿De verdad creyó que Genzo no tuvo nada que ver? Si fue él en persona el que me dio el número telefónico de la familia Ozhora en Barcelona para que pudiera llamarle a la señora Ozhora y contarle la traición de la que usted la hizo víctima.
No había pensado en eso. Alguien tuvo que haberle dado el número telefónico de Sanae Ozhora a Alana y ese alguien bien pudo haber sido Genzo...
Sin decir ni media palabra más, agarré a la tipeja por el brazo y la saqué de mi habitación, para después cerrar la puerta con furia.
Esmeralda.
¿Acaso estaba siendo muy tonta como para creer que entre Tarito y yo podría llegar a haber algo? Me había esforzado mucho por acercarme a él pero hasta la fecha no había conseguido mucho, solo que mal apenas y me considerara su amiga...
Suspiré. Aun tenía otros asuntos qué arreglar, como mi cita con el Hombre, por ejemplo. Ojalá que en algún momento pudiera liquidar ese asunto de una buena vez...
Comencé a prepararme para la cita. No quiero ser vanidosa (claro que lo soy) pero mi cabello negro estaba más rizado y hermoso que nunca. Me puse un vestido negro de Armani y lo adorné con un collar de perlas genuinas. Jamás usaba este tipo de ropa en mi vida cotidiana, lo más que me atreví a usar delante de los demás fueron un par de jean Levi´s originales.
Una vez que estuve lista, me contemplé en el espejo. Cómo quisiera estarme arreglando para una cita con Misaki y no para un fiesta de el Hombre...
Genzo.
Bien dicen que esa cosa llamada "amor" es algo difícil de entender... Por no decir que las mujeres son más complicadas aun, cuando por fin crees que has conseguido ganarte el cariño y la confianza de alguien, resulta que no es así...
Alguien golpeó la puerta de mi habitación con fuerza. La abrí y me topé con una Lily que traía cara de ángel vengador.
Wakabayashi, tenemos que hablar.- realmente Lily estaba muy enojada.
De lo que quieras.- respondí.- Pasa.
Mala señal. Bien sé que cuando Lily me llama por mi apellido es porque algo malo está por suceder. Ella entró cual huracán y se comenzó a pasear como leona enjaulada por toda la habitación.
Hace rato platiqué con tu novia.- me dijo, controlando su furia.- Alana.
"Me lleva...", pensé.
Me dijo unas cuantas cosas muy interesantes.- continuó Lily, sin darme tiempo de decir nada.- Como que, por ejemplo, con todas eres igual de lindo como lo eres conmigo antes de que consigas tu propósito de echártelas al plato.
¿Echármelas al plato?.- pregunté, sorprendido.
Acostarte con ellas. Llevártelas a la cama. Tener sexo.- respondió Lily, casi gritando.- Y que a todas les haces creer que son únicas y especiales... Pero que en realidad eres un vil mujeriego.
La querida Alana... .- gruñí.- Siempre con sus comentarios tan oportunos... Y por lo visto, aun no puedo conseguir que confíes en mí...
¿Cómo puedo confiar en ti? Alana lleva más tiempo de conocerte que yo. Y ella te ha perseguido durante mucho tiempo. ¿Quién me dice que lo que me cuenta no es verdad?
Yo te lo digo. No es cierto.- la interrumpí, cortante.- Por favor, cree en mí...
No sé si deba hacerlo.- Lily me miró a los ojos.- Es que hay tantas cosas que...
¿Cuáles cosas?.- ahora también comenzaba a enojarme.- ¿Qué no te he demostrado mil veces que puedes confiar en mí?
Es que... ¿Cómo fue que Alana se enteró del número de teléfono de Sanae Ozhora en Barcelona? Se supone que ellos tienen un número privado que no aparece en la guía telefónica.
¡Yo que sé!.- estallé.- ¡Yo ni siquiera sabía que Alana te había delatado con Sanae a través de una llamada anónima!
¿Y cómo supiste que fue anónima?.- gritó Lily.
¿Qué no es lógico? ¡Por favor, Lily! ¿Acaso tu hubieras dado tu nombre al hacer una llamada así? Además, Sanae me lo dijo...
¡Ya basta de mentiras!.- Lily me lanzó una mirada de advertencia.- Ya es suficiente... Creo que... Creo que hay muchas cosas que no terminan de encajar del todo bien... Quizás Alana tenga razón y en realidad tú lo único que quieres es acostarte conmigo... Pero no te va a funcionar...
Lily hizo el intento de marcharse. Vi la mirada de sus ojos negros y supe que si la dejaba irse, la perdería para siempre...
Alto.- pedí, al tiempo que la abrazaba por detrás.- Espera un momento, por favor...
¿Para qué? No tiene sentido.- Lily forcejeaba por soltarse.- Búscate a otra que acepte ser tu mensa.
¿Qué no te das cuenta Lily?.- la hice girar para que quedara frente a mí.- ¡Tú no eres como el resto! ¡Tú sí eres única y diferente! ¡Entiéndelo de una buena vez! ¡Yo te amo!
Vi cómo el rubor invadía el rostro de Lily y llenaba sus ojos de asombro. Pero en vez de la respuesta que deseaba oír, ella se separó de mí.
Lo siento.- murmuró, al tiempo que los ojos se le llenaban de lágrimas.- Pero no sé si algún día pueda confiar en ti...
Lily salió de mi habitación. Yo me quedé sin ánimos de seguirla...
Maldita sea...
Taro.
Yo no sabía qué me estaba pasando. La verdad era que Esmeralda me gustaba mucho pero por algún motivo no quería ni acercarme a ella...
Lily pasó a unos cuantos metros de mí, tan enojada que ni me vio de primera vista.
¡Li-chan!.- grité.- ¿A dónde vas?
Al queque.- respondió ella, enojadísima y con los ojos bañados en lágrimas.
¿Qué pasó?.- inquirí, preocupado.- ¿Por qué lloras?
¡Porque Genzo Wakabayashi es un idiota! ¿Por qué todos los hombres son tan estúpidos?
¡Oye!.- protesté, fingiendo sentirme ofendido.- No hables así de todos... Pero bueno. ¿Qué te hizo Wakabayashi esta vez?
El muy idiota... Ha estado jugando conmigo... .- Lily lloró cual magdalena.- Maldito desgraciado...
¿Qué te hizo? ¿Te propuso que te acostaras con él?
No.
¿Te pidió hacer algo inapropiado?
No.
¿Te insultó?
No.
¿Entonces?
En realidad, me dijo que me amaba... .- musitó Lily, entre lágrimas.
¿QUÉ COSA?.- grité.- ¿Qué Wakabayashi te dijo que te amaba?
Sí... Y eso... Eso me perturbó mucho más que el si me hubiese pedido que me acostara con él...
Pobre Lily... Fue demasiado para ella...
La verdad, no termino de entenderte.- la consolé.- Te aseguro que no encontrarás un mejor hombre que Wakabayashi. ¡Cómo me gustaría tener su valor! Lo has rechazado miles de veces, lo has tratado de la fregada y a pesar de eso sigue queriéndote. Él se ha enamorado de ti por lo que eres, a pesar de todo, y eso va a ser muy difícil que lo vuelvas a encontrar.
Pero... .- protestó Lily.
Sin peros. La verdad es que un principio yo no quería que tú le hicieras caso porque temía que al final él se diese cuenta de que no te amaba y ambos salieran lastimados, pero ahora veo que él es sincero en realidad. Ojalá yo tuviera el valor de Wakabayashi, se sigue arriesgando a pesar de que le han roto el corazón. A mí me lo hicieron una vez y ahora ya no puedo volver a amar con toda confianza... .- suspiré.
¿Qué cosa?.- Lily se sorprendió tanto con mi último comentario que dejó de llorar.- ¿Te has vuelto a encontrar a Mutsumi?
No.- negué.- No la he vuelto a ver desde que estuvimos en Barcelona. Pero no estoy hablando de ella...
¿Ah, no? ¿Entonces de quién?.- quiso saber mi amiga.
Eh... .- titubeé. Qué más daba, ya era hora de que se supiera.- De Esmeralda...
¿En serio?.- Lily olvidó por un momento su tristeza y se puso a gritar y a saltar como conejo esquizofrénico.- ¡Qué felicidad! ¿Tú y Esme? ¡Hacen la pareja perfecta!
No lo creo.- la contradije.- Pero ya no puedo negar que ella se ha robado mi corazón. Sin embargo... Temo que me vuelva a pasar lo de Mutsumi... Temo que Esmeralda no me quiera y que yo simplemente me esté haciendo ilusiones...
¿Pero qué idioteces estás diciendo?.- gritó Lily.- Si Esmeralda ha estado enamorada de ti desde el mundial sub-16.
¿Cómo dices?.- me asombré.- ¿Desde hace tanto tiempo me conoce?
Pues desde ese mundial, más o menos.- respondió ella.- O sea, que lleva años amándote en silencio...
No respondí. También era demasiado para mí...
Así como tú me pides que le de una oportunidad a Genzo, yo te pido que tú le des un chance a Esmeralda. Y a lo que sientes por ella.- continuó diciendo Lily, en voz baja.- Ni ella ni tú se merecen que lo que pueda llegara a haber entre ustedes no funcione solo porque tú tienes miedo.
Quizás tengas razón... .- murmuré.- Pero entonces tú también deberías considerarlo.
No hablamos de mí, sino de ti.- Lily desvió la mirada.- Yo no tengo miedo de tener algo con Genzo. Yo tengo miedo de que al final él solo quiera jugar conmigo.
Querida Lily, es básicamente el mismo sentimiento.- sentencié.
Ambos nos miramos con timidez. Había muchas que los dos teníamos que pensar... Pero sabía que Lily tenía razón: Esmeralda no se merecía mi miedo a relacionarme. Iría a buscarla cuanto antes y le diría lo que siento, ahora que ya sabía que ella también me quería. Ya después encontraría la manera de hacer que Lily no huyera de Wakabayashi.
Notas:
Sin nada qué agregar, solo que espero que el final llegue pronto. Jaja, no es que quiera terminar el fic (bueno, sí) sino que más bien ya no quiero darle largas al asunto. Sinceramente, me dieron escalofríos por... Bueno, cuando llegue el momento se los explico. Como dije antes, habrá un hecho inesperado muy pronto...
