Trece.

Azumi.

¡Quisiera poder dejar de pensar en Maurice! ¿Qué es lo que tengo qué hacer para olvidarlo? O quizás él sea el hombre de mi vida y yo me resisto a eso...

Estaba ordenando los expedientes médicos de los jugadores cuando Jean fue a verme.

¿Qué haces, doctorcita?.- preguntó.

Ya te dije que dejes de ser tan confianzudo.- rezongué.- No me gusta que me hables de esa manera.

Ya, no te enojes. Últimamente has estado de muy mal humor... Más específicamente, desde que Evans llegó al campamento.- comentó Jean, como quien no quiere la cosa.

Eso no es verdad.- respondí.- Y eso no te importa.

Claro que es verdad. Y tan verdad es que desvió la mirada, doctora Hayakawa.- replicó.

A mí me molestó mucho la burla. Este tipo no me tomaba en serio.

Y lo que no entiendo es qué le ves a ese Evans.- continuó Jean, sin poder cerrar su bocota.- Es un engreído mujeriego, como los hay muchos. Si quieres que alguien te use, te reuse y te deseche cual juguete viejo no tienes por qué rogarle a él. Bien puedes venir conmigo y yo te haría ese favor.

Idiota.- golpeé a Jean en ambas mejillas con todas mis fuerzas.- Lárgate ahora mismo.

Te dolió el comentario porque sabes que lo que digo es cierto. Bien sabes que si sigues persiguiendo a Evans con esa cara de babosa enamorada él acabará consiguiendo lo que quiere, que es acostarse contigo y después te botará.- Jean se frotó la mejilla adolorida y se alejó de mí para evitar un nuevo golpe.- Y en verdad, es una verdadera lástima que babees por alguien que no lo merece cuando hay tantos que se mueren por darte algo verdadero.

Jean se marchó antes de que yo pudiera responderle. ¿Qué habrá querido decirme con eso último?

Pero estaba tan enojada que no pensé en eso por mucho tiempo. Además, tenía que entregarle los expedientes médicos al entrenador. Sin embargo, no lo encontré por ninguna parte.

¿Han visto al entrenador?.- les pregunté a las otras dos chicas que eran asistentes del entrenador.- Quiero entregarle los expedientes médicos que me pidió.

Está hablando con el presidente.- respondió Libby, una de las chicas.- Pero pidió que le dejaras los expedientes a Maurice.

Gracias.- gruñí. Esas dos chicas siempre habían andado de resbalosas con Maurice. ¿Habrían conseguido ya que él se acostara con ellas?

Me fui a buscar a Maurice. Ojalá que nunca lo hubiera encontrado... Él se encontraba con varios de los reservas del PSG, hablando y riendo.

Oye, Evans.- dijo uno de los jugadores.- ¿Es cierto que andas detrás de la doctora Hayakawa?

Jaja, es lo que se rumora.- intervino otro jugador, sin darle oportunidad a Maurice de responder.- Además de que se nota a leguas que Azumi se muere por ti.

La verdad, me viene importando muy poco.- respondió Maurice, cruelmente.- Quizás me aproveche de eso para llevármela a la cama y después la bote, como a todas. La doctora Hayakawa no me interesa, vamos, apenas y me parece bonita.

Me petrifiqué. No podía creer lo que acababa de escuchar...

Esmeralda.

Pues bien, la hora había llegado. Debí de decirle al Hombre que pasara por mí a otro sitio en vez de venir a mi departamento, pero bueno, jamás pensé que Taro escogería precisamente ese momento para venir a verme...

Te ves preciosa, como siempre.- el Hombre se bajó de la limusina blanca y me sonrió.- ¿Estás lista?

Acabemos con esto de una vez.- suspiré, resignada.- Tengo mejores cosas que hacer.

¿Por qué eres tan testaruda?.- protestó el Hombre.- Si fueras una buena niña, me harías caso, vivirías como una princesa y no te faltaría nada...

Nada, excepto mi libertad.- repliqué.- Y sabes que ni todo el dinero del mundo me podría recompensar eso.

El Hombre me miró moviendo la cabeza de un lado a otro.

En fin... ¿No me das un abrazo, querida?

Por supuesto.- a pesar de todo, eso no se lo podía negar.

Abracé al Hombre y él me abrazó a mí. Cuando me soltó, me besó con suavidad en la comisura de la boca.

Vaya, me esperaba todo, menos esto.- dijo Taro Misaki, en ese instante.- Quizás Wakabayashi tenga razón y tú eres una especie de cabaretera del Moulin Rouge.

Tanto el Hombre como yo miramos a Misaki con mucha sorpresa...

Taro.

¡Vaya que soy un idiota! ¡Sabía que todo era demasiado bueno para ser cierto!

Mientras me dirigía al departamento de Esmeralda, iba haciendo mil y un planes para estar con ella. Le pediría que fuese mi novia, estaríamos juntos, quizás hasta... Pero todos mis planes se cortaron cuando la vi salir de su departamento, vestida como para una gran fiesta. Se veía hermosísima, para qué negarlo, ese vestido negro le ajustaba a las maravillas pero justo cuando comenzaba a preguntarme por qué estaba vestida así, un tipo que bien podría ser su padre bajó de una limusina y saludó a Esmeralda muy efusivamente, dándole un abrazo y un beso muy cerca de la boca... Era muy obvio, lo más seguro es que el sujeto fuera algún empresario importante y que Esmeralda fuese su amante...

Taro, no es lo que imaginas.- musitó Esmeralda, muy asustada.

¿Quién es este sujeto?.- preguntó el Hombre.

Es alguien importante en mi vida.- respondió Esmeralda.- Por favor, déjame hablar con él.

No te doy dinero para que estés manteniendo a tus amantes.- protestó el Hombre.

No se preocupe.- intervine.- No soy su amante. Ni siquiera soy su amigo.

Me di la vuelta y comencé a caminar. Esmeralda me siguió.

¡Espera, Misaki, por favor!.- gritó.- ¡No es lo que te imaginas!

¿Qué no es lo que me imagino?.- me volteé y grité.- ¿Qué es lo que pasa, entonces? ¿Me vas a decir que no eres la mujerzuela de este gran empresario?

Y como era de esperarse, Esmeralda me abofeteó.

Piensa lo que quieras.- me dijo, con los ojos llenos de lágrimas.

¡Fíjese bien en lo que dice, jovencito!.- gritó el Hombre, amenazadoramente.

Déjalo.- lo detuvo Esmeralda.- Es un idiota.

Y sí, quizás lo era...

Sanae.

No, no, no. Nunca hablaría con Lily Del Valle. ¡Eso nunca! La mujer había intentado robarme a mi esposo y... Estoy siendo injusta, ella nunca ha querido robarme a Tsubasa... Pero sí quiso que él me engañara con ella, la desgraciada...

En eso, sonó mi teléfono portátil. Me tardé en contestar, esperando que no fuera Tsubasa. Pero no se trataba de él, sino de mi hermano menor, Atsushi.

¡Mi querida hermanita!.- gritó por el teléfono.- ¡Cuánto de no saber de ti!

El que se esconde es otro.- gruñí.- ¿En dónde estas?

En Lyon.- respondió Atsushi.- Y sé de buena fuente que tú estás en París...

Claro. ¿Vendrás a visitarme?

Por supuesto, hermanita.

Menos mal, porque necesito que me ayudes a eliminar a alguien del planeta Tierra.- refunfuñé.

¿Qué cosa, Sanae-chan?.- Atsushi se dio cuenta de que yo hablaba en serio.- ¿Qué es lo que pasa?

A grandes rasgos le conté a mi hermano lo que pasaba, desde la aparición de Lily Del Valle hasta la confesión por parte de mi esposo de por qué le puso Sayuri a nuestra bebé. Atsushi solo bufaba cada que yo hacía una pausa, lo que me indicaba que no estaba de acuerdo con lo que estaba pasando.

Hermanita, haz la paz, no la guerra.- dijo, cuando concluí.

¿De parte de quién estas?.- le recriminé.- ¿Me vas a culpar por querer proteger lo que es mío?

No se trata de eso, hermanita.- me contradijo.- Por como lo cuentas, se nota que la chica Del Valle está arrepentida de lo que hizo, además de que parece que Wakabayashi ya la está haciendo caer en sus redes. ¿Para qué te amargas por algo que pasó hace mucho tiempo y que ni siquiera pasó del todo? ¿O acaso Tsubasa y la doctora te engañaron de verdad?

Eh... No... .- titubeé.- Tsubasa me jura y perjura que no hicieron nada... Es más, él dice que nunca se besaron en los labios, solo en la mejilla...

¿Y tú le crees?

Sí.- y esta vez lo dije sin titubear.

¿Entonces para qué te complicas la vida, hermanita? Espérate a que llegue a París y entonces charlaremos de esto. Verás que no hay que amargarse tanto la vida, Sanae-chan. Es cierto, Tsubasa y la doctora actuaron mal pero se nota que están arrepentidos y en realidad el engaño no fue tan grande...

Ya quisiera ver que te lo hicieran a ti para ver si pensabas lo mismo...

Bueno, no te pongas en ese plan, solo quiero ayudarte...

Está bien.- suspiré.- ¿Cuándo vienes a París?

¿Mañana te parece bien?

¿Tan pronto?.- me sorprendí.

Sí. Ya voy en camino pero me entretendré por ahí, si no llegaría hoy mismo.

Ya veo.- bufé.- Te veo mañana entonces. ¿Pero en dónde? ¿Y a qué hora?

A las cuatro de la tarde. Enfrente de la Torre Eiffel, ¿va? Siempre he querido conocer esa cosa...

De acuerdo.- me reí.- Te veo mañana. Cuídate.

Cuídate tú.- Atsushi colgó.

"Haz la paz y no la guerra".

Un consejo muy difícil de seguir...

Genzo.

Busqué a Alana por todo el hotel, seguro de que ella también estaría hospedándose allí. Y no me equivoqué, me la encontré tomándose un vodka, en el bar, tan tranquila como si nada.

¿Qué fue lo que le dijiste a Lily?.- le grité, al verla.

Calma, querido.- Alana ni se inmutó.- Solo le dije la verdad: que tú solo quieres acostarte con ella.

¡Eso no es cierto!.- estaba tan furioso que poco me importó que nos voltearan a ver los demás huéspedes.- ¡Yo no quiero acostarme con Lily!

¿Qué no?.- Alana se levantó de su asiento y me encaró.- No me digas que ya se te pasó la fiebre del burro en primavera...

¡No se trata de eso!.- volví a gritar.- ¡Yo quiero que Lily esté a mi lado por siempre! ¡No la quiero nada más para una noche!

¿Y por qué? ¿Por qué a ella si la quieres contigo aun cuando prefirió a tu mejor amigo? ¿Por qué la prefieres si te trató muy mal y te odió desde el principio?

¡PORQUE YO LA AMO!.- grité.

Se hizo un silencio total. Alana me miró con los ojos llenos de lágrimas.

Eso no puede ser... .- musitó.- No la puedes amar... ¡Pues la mataré! ¿Me oyes? ¡Mataré a Lily Del Valle si es preciso! ¡Lo que sea con tal de conservar tu amor!

¡Ni se te ocurra!.- me asombré de la mirada de odio y decisión de Alana.- ¡No te lo permitiré!

Pero Alana ya había salido del bar, en medio de las miradas del resto de las personas. Yo me quedé en mi sitio, sin saber si debía ir tras ella o no. ¿Realmente Alana cumpliría su amenaza?

Conociéndola, era muy probable que sí lo intentara... Debía impedirlo a como diera lugar...

Notas:

Samael, perdóname pero quizás no alcance tener listo lo que te prometí...

El final se acerca ya... Quizás dentro de dos o tres capítulos xD.