Dieciséis.
Tsubasa.
Nunca había asistido a un funeral. Gente vestida de negro y dando el pésame por todas partes. Sanae llorando de una manera inconsolable...
No sé por qué Sanae quiso que Atsushi fuese enterrado en Francia. Quizás porque fue éste el país que él amó. O quizás ella estaba tan perturbada que no supo exactamente lo que tenía que hacer...
Al final se supo la verdadera causa del accidente: una de las llantas del camión que embistió el automóvil de Atsushi se reventó, haciendo que el conductor perdiera el control. El resto ya lo saben... Tres personas fallecieron en el accidente: Atsushi, el conductor del camión y... Una mujer joven, quien por cierto fue identificada por Genzo, cosa que nos sorprendió a todos...
Debo decir que el funeral de Atsushi fue algo hermoso aunque triste, obviamente. Misaki, Wakabayashi, Aoi, Azumi, Saki Aiza y su amigo Shinji Hashimoto e incluso el propio Hyuga estuvieron presentes, más que nada para darle apoyo moral a mi esposa. Y recibimos además una pequeña sorpresa...
Durante un momento, cuando el ataúd comenzó a bajar, comenzó a escucharse una canción de despedida, entonada por una de las voces más bellas que he escuchado en mi vida... Ése fue el toque final, ninguno de nosotros pudo aguantarlo más y comenzamos a derramar lágrimas sinceras... Es canción, además de una despedida, era una ofrenda de disculpa...
Porque fue Lily quien la cantó...
Genzo.
Yo sabía que Lily iría al funeral. Lo que no me imaginé fue que se atreviera a cantar... Bueno, lo digo como si hubiese sido algo malo, más bien intenté decir que dadas las circunstancias... Lily había sido la mujer con quien Tsubasa quiso engañar a Sanae y ahora se había convertido también en la doctora que atendió a Atsushi en sus últimos momentos... Conocía de sobra a Sanae como para saber que eso haría que las posibilidades de que ella y Lily llegaran a hacer las paces serían casi nulas...
Sin embargo, cuando Lily comenzó a cantar, Sanae pareció serenarse. Fue la única que contuvo el llanto cuando la tierra comenzó a sepultar el ataúd que contendría los restos de su hermano para siempre. Vaya, si hasta yo derramé un par de lágrimas... Era imposible no hacerlo... Esa canción nos llegó a todos al alma...
Cuando la ceremonia concluyó, Sanae se veía bastante tranquila. Los presentes comenzaron a retirarse, pero Misaki y yo nos quedamos al lado de nuestros amigos Tsubasa y Sanae. Los habíamos acompañado en las buenas y no los dejaríamos en las malas...
Gracias por haber venido.- murmuró Sanae, con una sonrisa débil.
En las buenas y en las malas, Sanae.- contestó Misaki.
Como lo hacen los amigos.- completé yo.
Amigos. Eso éramos. Y eso seríamos. Por siempre.
Después de un buen rato de silencio, decidimos retirarnos. Tsubasa tomó la mano de su joven esposa y comenzaron a bajar la ladera de la colina sobre la cual descansaba Atsushi. Misaki y yo los seguimos. Y pronto la vimos...
Lily. Estaba escondida detrás de un grupo de árboles. Ella se dejó ver cuando pasamos junto a ella. Y se notaba a leguas que en la canción que cantó expresó todo su dolor y su sentir. Sanae se detuvo y soltó la mano de Tsubasa. Durante un momento, pensé que quizás ella saltaría sobre Lily para reclamarle mil cosas. Y estoy seguro de que Misaki y Tsubasa temieron lo mismo... Sanae y Lily se miraron, sin decir palabra. Ninguna de las dos hizo el intento de moverse. Al final, Sanae reemprendió la marcha. Tsubasa y Misaki la siguieron. Yo me quedé junto a Lily, sin saber exactamente qué decir.
Pero las palabras iban a sobrar. Lily comenzó a llorar y eso a mí me partió el corazón. Era la primera vez que la veía llorar con tanto sentimiento y dolor y eso no me agradó para nada... La abracé, sin saber qué otra cosa hacer...
De verdad me hubiera gustado no haberlo dejado.- murmuró Lily, abrazada fuertemente a mí.- De verdad me hubiera gustado poder haber hecho algo más...
Hiciste todo lo que pudiste.- susurré.- Pero Atsushi ya estaba más allá de toda ayuda posible...
No, yo sé que pude haber hecho algo más... .- Lily ya era presa de un llanto incontrolable.- Por mi culpa ese joven ahora está...
Ni lo digas.- la interrumpí.- El accidente no fue culpa tuya. Fue cosa del destino, nada más.
Pero es que si yo no hubiera... .- Lily me soltó y me miró con mucha tristeza, apretando los puños.- Si yo no hubiera sido tan terca y tan idiota tú no habrías salido del hotel en mi búsqueda y... Hasta se accidentaste por mi culpa... ¡Y luego dejé a Atsushi solo para ir a salvar a otra persona!
Sí, y si no lo hubieras hecho, ahora serían cuatro los muertos y no tres.- repliqué.- Gracias a ti, Marie Schneider está viva. Y sé que fue la propia Sanae quien te pidió que dejaras a su hermano si ya no tenía posibilidades de sobrevivir. O dime: ¿acaso Atsushi se pudo haber salvado?
Lily lo pensó por unos instantes y después negó con la cabeza.
No. Ni siquiera estando en una sala de urgencias con todo el equipo necesario hubiese podido salvarlo.- respondió ella, con tristeza.- Sus heridas eran mortales...
Entonces hiciste todo lo que pudiste.- dije.- Y que te quede bien claro que el accidente no fue culpa tuya. Ese camión habría perdido el control de cualquier manera, aun cuando yo no hubiese ido detrás, persiguiendo a Alana.
Por supuesto, esta última declaración dejó a Lily perpleja.
¿Qué cosa?.- murmuró.- ¿Ibas detrás de Alana?
Sí.- respondí, tranquilamente.- Porque ella amenazó con matarte y no lo podía permitir.
¿Con matarme? ¿A mí?.- Lily estaba estupefacta.
Sí. Porque le dije que te amo. Estaba loca, su obsesión por mí la hizo superar los límites...
¿Estaba?.- inquirió Lily en voz baja, adivinando mi intención.
Sí. Ella fue la tercera persona que murió en el accidente.
No me sorprendí cuando me llamaron para que identificara el cuerpo. No creí que Alana hubiese podido sobrevivir...
Demonios, ahora no solo me sentiré culpable por la muerte de Atsushi, sino también por la de Alana.- murmuró Lily.
¿Cómo carajos te hago entender que tú no tuviste la culpa?.- grité, exasperado.- ¡Fue tan solo una coincidencia de hechos! Ese camión de todas maneras hubiera perdido el control, fue una coincidencia que Atsushi pasara por ahí en ese instante y fue coincidencia también que Alana y yo estuviésemos detrás. Además, tú no controlas los movimientos de nadie.
Lily lo meditó por unos instantes. Yo la abracé de nuevo.
Por eso te amo tanto.- murmuré.- Porque lo das todo por la vida de tus pacientes, aunque debes entender que no siempre los vas a poder ayudar a todos... Y está bien, porque no eres más que un ser humano, no haces milagros. Lo que en realidad cuenta, es la intención de ayudar.
No sé si a Lily le servirán mis palabras. Lo único que puedo hacer, es estar con ella y esperar...
Lily.
Aunque Genzo me lo dijera miles de veces... No podía sacarme la mirada de Sanae Ozhora de la cabeza... Ni las últimas palabras de su hermano...
"Haz la paz, no la guerra".
Realmente quería hacer las paces con Sanae Ozhora... Pero después de lo sucedido... Estaba segura de que ella nunca más querría verme...
Y Alana... Ahora que lo pienso, la chica rubia a quien vi en el coche destrozado debió de haber sido ella, solo que en ese momento no la identifiqué... Sinceramente, no le deseo el mal a nadie... No puedo creer que haya pensado en matarme... Me dan escalofríos al pensar que pude haber sido yo la muerta en vez de ella... No, mejor ni pensar en eso...
Mientras abrazo a Genzo, viene a mi mente otro pensamiento: ¿Y si hubiera sido él el que hubiera muerto? El destino tiene una manera muy extraña de arreglar las cosas... La vida me dio una importante lección y la he aprendido, bien dicen que uno no sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido... Afortunadamente, yo no tuve que llegar a perder a Genzo para ver cuánto lo amo...
Ojalá, ojalá hubiera podido hacer algo más por el joven hermano de Sanae Ozhora...
Sanae.
Mi mente no conseguía pensar en nada coherente. Solo veía que Tsubasa se hacía cargo de nuestros hijos y que atendía cortésmente las llamadas que recibíamos, pidiendo que me dejaran tranquila.
Tsubasa no quería dejarme sola. De cualquier manera, el torneo se había cancelado debido al accidente, como una forma de respeto. Por ahí me enteré de que gracias a Lily, Marie Schneider se recuperaba en el hospital. Su hermano había sufrido una fractura en un tobillo y tendría que ser intervenido quirúrgicamente, pero aparte de eso, los dos estaban fuera de peligro.
Sinceramente, en esos momentos no me importaba para nada el estado de salud del resto de los involucrados en el accidente. Ni siquiera me preocupé por saber qué era lo que le había pasado a Genzo. Lo único en que pensaba era en Atsushi y en sus últimas palabras...
"Haz la paz, no la guerra".
Sus últimas palabras. Su último deseo. Y tenía que ver con Lily Del Valle...
Esa mujer se relacionaba con las dos tragedias más grandes de mi vida. Había estado involucrada en el que pudo haber sido mi fracaso matrimonial y había estado presente en la muerte de mi hermano. Debería de odiarla con toda mi alma y con todo mi corazón...
Tenía que verla. Tenía que hablar con Lily. Tenía que confrontarla y sacar todo lo que sentía en mi interior...
Aproveché una ocasión en la que Tsubasa se distrajo para salir sigilosamente de la habitación para ir a buscar a Lily Del Valle. Sabía en dónde se hospedaba y no me costó trabajo averiguar el número de su habitación. Toqué a la puerta antes de que tuviera tiempo de arrepentirme. Lily me abrió y vi en sus ojos la misma sorpresa que se reflejaba en los míos.
Señora Ozhora.- musitó ella.- ¿Qué hace usted aquí?
Solo vine a... Vine a... .- no estaba segura de poder decirlo.
Lily me miró con cierta angustia.
"Haz la paz, no la guerra".
Vine a darle las gracias por haber intentado salvar a mi hermano.
Tsubasa.
¿En dónde rayos se había metido Sanae? No podía encontrarla por ninguna parte...
Hayate, ¿has visto a tu mamá?.- le pregunté a mi hijo.
La vi salir hace un rato.- respondió el pequeño.- No sé a dónde.
Pero ni falta hacía que me lo dijera, bien que sabía a dónde había ido Sanae...
Marqué al celular de Genzo, esperando que él estuviese con Lily. Desgraciadamente, no fue así.
Genzo, ¿está Lily contigo?.- pregunté en cuanto él me contestó.
No. ¿Por qué, pasó algo malo?.- inquirió Genzo, inmediatamente.
No encuentro a Sanae, Hayate me dice que salió y creo que fue a buscar a Lily...
¿Crees que haya ido a reclamarle lo de Atsushi?.- Genzo se preocupaba más a cada instante.
Eso tenlo por seguro.- musité.
Te veo en la habitación de Lily en 5 minutos.- dijo Genzo. Y colgó.
Demonios. Éste no era el mejor momento para una confrontación...
Lily.
¿Qué cosa?
Perdón, ¿qué fue lo que dijo?.- pregunté, incrédula.
Vine a darle las gracias.- Sanae Ozhora comenzó a llorar a lágrima viva.- Por intentar salvar a mi hermano. Sé que hizo todo lo que pudo por ayudarlo... Y yo... Yo quería agradecérselo...
Sanae no pudo más, las lágrimas la vencieron. Yo comencé a sentirme igual... Me acerqué y abracé a la muchacha que se agitaba presa del llanto.
De verdad que lo siento tanto.- murmuré, al tiempo que comenzaba a llorar yo también.- Hice todo lo que pude, hubiera querido... Lo lamento tanto...
Sanae me abrazó y ambas lloramos por un buen rato. Y sentimos cómo las heridas del corazón se preparaban para comenzar a sanar...
Notas:
Después de mucho pensarlo, decidí matar a Alana. Me quedaba la duda de si debía dejarla viva y con algún trauma o matarla y, después de mucho cavilar, opté por hacer lo último. Estoy en contra de matar personajes pero pues así se dieron las cosas. No se me hizo justo que Atsushi muriera y Alana sobreviviera. A mí nunca me ha gustado eso de: "Pagan justos por pecadores" aunque sea verdad. No es la primera vez que mato a un villano en un fic pero sí la primera en que mato a alguien inocente...
Y pues lo del torneo... Habrán de disculparme, pero sería una falta de respeto que se hiciera después de tan trágico accidente...
