Cap. 2 El sol tras las nubes.

Beteado por Hikari Takaishi Yagami :3 Mil gracias :3

Kuchel caminaba por el pasillo con una bandeja en las manos llevando una hermosa tetera de porcelana que dejaba salir el vapor de un té caliente. Sus pasos la llevaron hasta la habitación de su hijo pero, antes de abrir la puerta, pudo escuchar una estruendosa discusión dentro.

Ella rodó los ojos ante el sonido y abrió la puerta, encontrándose con su hermano e hijo discutiendo, básicamente forcejeando el uno contra el otro.

Kenny sostenía un chaleco de vestir negro con detalles en un azul oscuro, finos bordados rematados con la cinta que pasaba entrecruzada por la espalda.

—NO ME VOY A PONER ESA BASURA.— Reclamó Levi, negándose a usar aquellas prendas que Kenny trataba de ponerle.

—Y UNA MIERDA... TÚ... MALDICIÓN. ¡TIENES QUE PONER DE TU PARTE!— Reclamó por su parte Kenny mientras Levi se le escapaba de entre los brazos.

—Dije que saldría con ellos, no que usaría esa cosa. Además no veo ni siquiera necesario acatar lo que piden.— Se quejó Levi ya dudando de aquello del plan de un emparejamiento fingido.

—Levi, cariño. Por favor, deja de hacer las cosas más difíciles.— Le llamó su madre mientras dejaba la bandeja sobre una de las mesas. —Escucha, Levi, Uri nos ha ayudado mucho desde antes de que nacieras, incluso Kenny estuvo dispuesto a dejar sus malos hábitos para no causar más problemas al Rey.— Comenzó a decir Kuchel.

—¿Qué malos hábitos?— Se quejó su hermano pero ella lo ignoró acercándose a su hijo para acariciar su mejilla.

—Por favor, Levi. Tú sabes bien que esos hombres harán lo que sea para molestarnos y si les damos la menor oportunidad, la mínima excusa, pondrán a Uri en una situación muy incómoda, como hace dos años cuando presionaron a Uri con lo del Heredero de la Corona.

—Cierto, esparcieron ese asqueroso rumor de que que Uri pensaba dejar el Trono vacío, eso preocupó a la gente pero, por suerte, el pueblo adora a su Rey, y Uri es más listo que todos esos cerdos. Aún me río con la cara de Rod cuando anunció que le daría la corona a Zeke, el hijo de su prima, y no a alguno de los hijos de Rod.— Añadió Kenny.

Kuchel asintió y miró nuevamente a su hijo.

—Siempre se habla de conspiraciones contra la Corona pero sólo en rumores vagos...

—¿Y que tiene que ver eso con que me quieran marcado? — Interrogó Levi enarcando una ceja.

Kenny suspiró con algo de cansancio y buscó en su gabardina, sacando una carta.

—Esto llegó ayer, es de Uri. Pero llegó con un mensajero privado, de esos que cobran bastante caro para que tu mensaje llegue cerrado y a la persona destinada. De hecho me tomó por sorpresa y casi le rebano el cuello cuando apareció de la nada tras de mí en los jardines mientras fumaba.— Explicó de forma simple para después extender la carta a Levi quien procedió a abrirla.

Kenny, escribo esto de forma apresurada antes de entrar a una reunión.

Espero que llegue antes que se dé la junta de los nobles, así que iré al punto. No soy ignorante de los planes que estos crean contra mis decisiones. Me han llegado rumores de que Rod está confabulando algo para desacreditar mi credibilidad. Todo desde mi elección de Zeke para suceder el Trono.

Sé que esto es verdad porque me ha llegado una carta con información de poner a Levi como elegible. Alguien ha corrido una historia de que soy controlado por la influencia de otros, tú entre ellos. Por lo cual, si no dejo que pretendan a Levi será para ellos una forma de demostrar que mi voluntad no está por encima de la tuya al no haber dado ya a tu sobrino.

Sé que mi guardia es leal y el pueblo creerá en mi palabra pero, mientras estoy fuera, ustedes pueden correr riesgos. Por lo que pido escuches a los Duques Zöe, Smith y al Consejero Zacharius.

Sé que Levi no se comportará pero requiero que se mantenga dentro de las reglas hasta mi llegada, manténganse fuera del ojo público y no llamen la atención. Cuando llegue Zeke entonces todos estarán sobre él y su elección de prometida, así que los dejarán de molestar por un tiempo.

Atentamente, Uri.

Levi frunció el ceño mientras Kenny tomaba la carta y sacaba su encendedor, ahora que la habían leído era mejor eliminarla por completo.

—Bien, enano. Ahora que sabes lo que pasa espero que cooperes.— Subrayó Kenny mientras la hoja de papel se consumía lentamente entre sus dedos.

Levi tomó aquel chaleco corsé, lo miró un momento y después a Kenny.

—¿Por qué simplemente no nos largamos de aquí?— Cuestionó.

Kuchel no dijo nada pero Kenny soltó un corto suspiro.

—No podemos. Sabes que trabajo para Uri y si lo dejo solo entonces lo van a matar. No sé nombres pero sé que hay una conspiración bajo la sombra de este Palacio, además seríamos muy malagradecidos, él nos trajo aquí y nos ayudó.

—¿Cómo dijiste que lo conociste?— Preguntó Levi con un tono de molestia.

—Uri tenía una extraña afición por las apuestas en los salones de la parte más baja de la ciudad, lo conocí la noche en que se metió por caminos que no conocía del lugar, lo salvé de que lo mataran y me convertí en su guardaespaldas.— Respondió Kenny con cierto tono de mal humor sabiendo que su sobrino diría algo sobre esto.

—¿Cómo es que no lo mataron antes frecuentando esos lugares?— Fue la pregunta, directa y afilada como siempre.

Kenny chasqueó la lengua y caminó hacia su sobrino.

—No lo sé. Igual te vas a poner esto, así que no desvies el tema.

Más tarde.

Levi camina descendiendo la escalinata de la llamada "Plaza Blanca" un hermoso parque en la zona céntrica de la ciudad donde solían encontrarse las parejas para pasear y normalmente donde los omegas tienen citas arregladas y esperaban a su Alfa, en la mayoría de los casos no elegido por ellos.

El pelinegro sólo miró de reojo cómo se alejaba el carruaje que lo había llevado hasta ahí. Avanzó por el lugar y pronto sintió las miradas sobre él, detestaba aquello, pero era necesario que lo vieran "saliendo" con los alfas a elegir.

Su vestimenta constaba de botas negras sobre un pantalón igual de oscuro, camisa blanca perfectamente lisa y sobre ésta aquel chaleco con detalles en azul.

En verdad que detestaba esa prenda, al poseer una agujetas en la parte posterior como el corset de las mujeres, este era ajustado y definía la curva de su espalda y, como en el caso femenino, servía para resaltar la figura de su cuerpo que en su caso era atlética y atractiva.

Las miradas lo recorrían de arriba abajo, no hacía falta que siquiera hubiera aromas de por medio, tan solo aquella prenda lo identificaba como omega.

Se detuvo un momento mirando alrededor, buscando con la mirada al rubio que se supone debía de esperarlo ahí, cuando una rosa roja se atravesó frente a su rostro haciendo mirar a un lado.

Levi frunció el ceño pensando en que Erwin haría todo un espectáculo.

—Es una hermosa mañana pero claro que no tan hermosa como tú. Te vi pasar y pensé que debía cruzar palabras contigo. Es obvio que debe ser mi día de suerte al encontrar a un omeg...

—Lárgate.— Respondió Levi al hombre a un lado de él con la rosa en la mano, este no era Erwin sino otro Alfa oportunista a la casa de omegas que vagan solos por el lugar.

El desconocido cambió su expresión de inmediato ante aquello, su indignación era evidente.

—¿Cómo te atreves?— Entre gruñó dejando manar su aroma que era similar al alcanfor seco.

Levi sabía lo que venía y no tenía inconvenientes en romperle alguna extremidad a ese sujeto por lo que sacó un pañuelo de una de las bolsas de su ropa y cubrió su nariz.

El aroma le parecía completamente desagradable y, afortunadamente con los supresores corriendo por su cuerpo, éste no ocasiona efectos graves en él.

Los ojos grises sólo miraron al Alfa esperando el momento pero, cuando el hombre intentó levantar una mano, fue sujetado por otra de forma firme y fuerte.

—Le pido se retire, este joven omega es mi cita, por lo que pido disculpas por la demora y, claro está, nadie quiere una pelea innecesaria.— Se escuchó en la voz firme y varonil de Erwin que vestía con un traje formal y serio, su mano enguantada apretaba con fuerza la del otro mientras el aroma a canela se extendía, suprimiendo el del otro Alfa.

Levi mantuvo su pañuelo en la nariz, el aroma de Erwin era el de canela recién molida, fuerte, varonil y, sobre todo, cargado de feromonas territoriales que lo colocaban como un Alfa fuerte y dominante.

No era que el aroma de su amigo le molestara pero no le agradaba tener que olfatear el dominante aroma de los Alfas y al único al que estaba completamente acostumbrado era al de Kenny, debido a que el área donde vivían estaba constantemente llena de aquel aroma.

El Alfa altivo no tuvo más remedio que someterse ante la presencia del rubio que solo hasta ese momento lo soltó. No dijo palabra alguna y sólo se retiró, sabiéndose vencido en aquel encuentro.

—Llegas tarde, Smith.— Se quejó Levi.

Erwin sonrió amable y realizó una pequeña reverencia más como broma que por disculpa.

—Lo lamento mucho joven omega Levi, no era mi intención hacerte esperar por mi compañía.

Levi chasqueó la lengua y le llamó "cejon idiota" antes de comenzar a caminar, Erwin se rió del ácido carácter de su amigo y se emparejó con él.

—Sé que debes estar molesto por lo que ocurre. Te comprendo, mi padre me dijo a detalle la situación.— Comenzó a hablar Erwin ya con un tono serio.

Levi se notaba molesto en su semblante.

—Esto es una mierda no pienso casarme ni ser la jodida máquina de hijos de ningún Alfa.

—Lo sabemos, yo tampoco creo que eso fuera posible. Ellos, me refiero a La Corte que solo lo hace para afectar a Kenny. Sabes que lo odian, siempre han considerado que él es la causa de que Uri no los favorezca.— Habló el rubio pensando en todas aquellas decisiones que el Rey había tomado desde su ascenso al Trono.

Uri era un Rey absolutista, lo era desde el día uno de su coronación. Había reducido a la nobleza a meros peones y mensajeros que usaba para cumplir su voluntad, podría decirse que Uri era un dictador en toda regla pero las cosas no eran lo que parecían.

El pueblo amaba a su Rey por traer riqueza y estabilidad a la sociedad, reducir el margen de pobreza entre sus súbditos y ser justo. Incluso se había ocupado de ganar la lealtad del Ejército del Reino simplemente dándoles el trato humano que su padre y abuelo nunca tuvieron con ellos.

Todas aquellas acciones no fueron bien vistas por La Corte cuando, de la noche a la mañana, Uri retiró sus privilegios de riqueza y mando.

Eran nobles pero ahora debían ganarse el sustento. Sin embargo Uri aún no había podido simplemente deshacerse de ellos, aún los necesitaba como cualquier funcionario a un equipo de trabajo, con la diferencia de que la mayoría de estos quería al Rey fuera del Trono.

—¿Cuándo empezó esto? Kenny siempre es reacio a dar detalles — Preguntó Levi al rubio que parecía de repente sumido en sus pensamientos.

Erwin lo pensó un momento, como si meditara sus palabras.

—Según mi padre, cuando Uri tomó el Trono lo primero que hizo tras la coronación fue ir a la zona de " Red Pozo" Yo era muy pequeño en ese entonces así que no recuerdo los detalles y tú deberías haber estado ahí pero probablemente apenas empezabas a caminar para entender lo que sucedió.

»Mi padre acompañó al Rey en ese momento, aún no era más que el hijo de mi abuelo, el Primer Duque Smith, y me dijo lo que vio. Llegaron en la carroza del Rey a una casa en específico, no pareció importante que se llenará de barro y suciedad cuando bajó y no espero a que sus sirvientes pusieran algo sobre el suelo. Bajó y pisó el suelo encharcado llenando sus zapatos y vestiduras de barro.

» La puerta se abrió mostrando a dos personas, a tu tío y a tu madre que no podían creer que el Rey estuviera ahí. Mi padre admite que no supo de qué hablaron pero Uri entró, ordenando antes que nadie tocará o lo interrumpiera, él tardó en aquel lugar más de 2 horas y, cuando salió, parecía un poco consternado. Llevaba su corona en las manos y su expresión era indescifrable para sus acompañantes. Tu tío solo dio una mirada rápida antes de cerrar la puerta.

» Después de eso regresaron al castillo y al día siguiente Uri realizó la primera acción que escandalizó a la Corte, los llevó a todos ustedes a vivir al Palacio. Ahí, en las habitaciones de la parte posterior, igual de hermosas que todo el lugar pero lejos de las miradas indiscretas. A partir de ese día Kenny se convirtió en la sombra del Rey y rara vez se separan como por ejemplo ahora que el Rey tuvo que salir. Sin embargo, los rumores crecieron rápidamente sobre cuánto Kenny influenciaba en las decisiones del Rey, en especial por qué siempre se le ve murmurándole, conversaciones veladas y labios pronunciando en silencio a un lado del oído del Rey. Muchos aseguran que Kenny es su amante, otros que tu madre lo es y Kenny se aprovecha de eso.

» En fin, el caso es que las decisiones de Uri les carcome, en especial a Rod que, tras iniciar la presión social sobre que el Rey no había engendrado descendencia y debía de nombrar a un sucesor. Por supuesto cuando el Rey se paró frente a la Corte con Kenny a su lado y proclamó que Zeke, el hijo de su prima, sería el sucesor al Trono, Rod debió de arrepentirse de haber comenzado aquello, después de todo con esa decisión Rod fue rebajado a sólo portar el título de Príncipe pero sin peso real para ordenar, afectando esto también a sus hijos. Peor aún, cuando el poder pase a Zeke, la familia real pasará a ser sólo nobleza y el puesto será ocupado por el apellido Fritz y no Reiss. -

Levi escuchó todo aquello, era información de su conocimiento, o la mayoría de esta, aunque lo que en verdad le estaba causando intriga era qué es lo que Uri había hablado con su madre y Kenny aquella vez que los visitó. Más aún, por sus pensamientos pasaron múltiples imágenes, todos con la misma situación en distintos escenarios de Uri mirando al frente con rostro serio y Kenny a su lado inclinado con su boca a la altura de su oído mientras sus labios se movían pronunciando palabras que nadie más escuchaba.

Y tras cada línea, el Rey proclamaba algo mientras Kenny sonreía con aquella expresión de sorna mostrando sus largos colmillos de Alfa. Sin embargo, hasta ese momento ,Uri no había tomado una sola decisión que lastimara a su pueblo.

Aún siendo Kenny su tío y hablara constantemente con él, Levi tampoco tenía idea qué era aquello que Kenny siempre murmuraba a Uri.

—Deberíamos concentrarnos en las probabilidades.— Erwin interrumpió sus pensamientos.

El de cabello negro regresó sus pensamientos al momento y asintió. Ambos caminaron hacia un café donde entraron y las miradas les recorrían, no era extraño después de todo aquel lugar era frecuentado por la clase alta y el que Levi apareciera ahí acompañado de Erwin, quien era el hijo Alfa del Duque, sería tema de conversación para los habituales rumores de sociedad.

—Una mesa en un privado por favor, y lleve su mejor té en su más fina porcelana para mi acompañante.— Pidió el rubio antes de ofrecer su mano a Levi quien frunció el ceño pero rápidamente recordó que los ojos del lugar estaban sobre ellos y esa era manera de que la información que él "estaba saliendo con un Alfa" se extendiera.

Así que, tragando su molestia, tomó la mano de Erwin y dejó que este posara la otra en su cintura para llevarlo de esta forma hasta la mesa privada que les tuvieron lista enseguida.

Una vez ahí Erwin lo soltó sabiendo muy bien cuánto le disgusta a Levi ser tratado de aquella forma, como un sumiso omega bajo las decisiones del Alfa.

—Ahora vamos a los hechos.— Habló Erwin. —Tus opciones son simples, casarte conmigo, soy un hombre ocupado así que nos veríamos poco. No tengo interés reproductivo contigo claro.— Afirmó Erwin con un toque de humor. —Podemos mantener la imagen el tiempo necesario, aunque el tema de la marca es importante y aquí hay dos opciones, recrear una con un trabajo profesional de maquillaje pero eso nos llevaría a involucrar a alguien más que se daría cuenta que todo es un montaje o bien podría hacerte una marca superficial, confío en mi auto control, podría ser vista lo suficiente y después la cubres con el uso de tu cravat.

Levi frunció el ceño ante aquello y seguro de ello se quejó.

—No me vas a marcar, Erwin, ni superficial ni de forma auténtica. Además, simplemente puedo negarme a mostrar "la marca".

Erwin entendía a su amigo, ésto debía de ser bastante desagradable para él.

—Sí, también puede ser. Bien, en el caso de que prefieras casarte con Mike, las cosas pueden ser más simples para ti. Él ya encontró a su omega, es una hermosa chica llamada Nanaba.— Continuó el rubio cuando Levi le interrumpió.

—¿Nanaba? ¿La rubia que trabajaba en la cocina del Palacio? Sé quien es, he hablado un par de veces con ella.

Erwin asintió a lo dicho por Levi.

—Es correcto, Nanaba es una chica omega hermosa e inteligente, pero la posición de Mike y su familia hace difícil que puedan estar libremente juntos.

Levi enarcó una ceja ante aquello con gesto escépticos ante los motivos.

—Me consterna que quieran cuidar las apariencias con Mike, considerando que tu padre y el de él tratan de ayudarnos. En especial, considerando que Kenny es la persona más descarada y cínica que haya pisado la corte pues no es un noble y ni siquiera se sabe más allá de la familia que el apellido, jamás le ha importado el qué dirán de él en sus acciones, e incluso suele echar aún más combustible a la hoguera de los rumores llamando a Uri por su nombre, entrando a la alcoba del Rey e incluso murmurando al oído aún frente a todos... y el Rey no ayuda mucho simplemente actuando como si nada pasara.— Terminó Levi con un dejo de incomodidad ante las cosas.

Erwin se encogió de hombros ante aquello.

—Sería coherente pensar que al Rey le causa algún tipo de diversión ver las caras compungidas de La Corte ante esas cosas. Considera algo más sobre tu tío, nunca se le ha visto comportándose de esa forma cuando el Rey está ante sus súbditos, en la plaza o en los actos públicos, solo se limita a seguirlo y si le habla es bastante bajo para que nadie escuche si le llama "Uri" "Su Majestad" o "Rey."

En ese momento la pequeña separación del privado se abrió dejando entrar al camarero que colocó la tetera y dos tazas, sirviendo con cuidado y maestría. Probablemente se estaban demorando ante la idea de que la pareja necesitaría un poco de tiempo para estar cómodos en el lugar. Acompañó el té con una hermosa bandeja de galletas y luego se retiró con una reverencia.

Erwin tomó su taza y olió el fragante contenido.

—¿Y bien? Creo que deberías considerar tus opciones: Si te casas con Mike entonces Nanaba entrará al "servicio" de los recién casados, él y tú se mostrarán juntos solo en público, tras la puerta y en privado tendrás tu habitación y ellos la suya. Dudo que Nanaba se oponga pues esto le daría oportunidad de disfrutar su amor con Mike mientras la cubierta del matrimonio los beneficia a los tres.

Levi chasqueó la lengua y miró su propio reflejo en el té que dejaba escapar un suave vapor.

—Hanji Zöe, ella estaba entre las opciones. ¿La conoces?— Interrogó de forma directa.

Erwin pareció un poco sorprendido ante aquello pero inmediatamente relajó su mirada.

—¿Te ha interesado Hanji? Tengo que admitir que estoy algo sorprendido. Y claro, quiero que, antes que nada, tengas presente esto. Si eliges a Hanji el matrimonio será real. El Duke Zoe también quiere ayudar pero no desaprovecharía la oportunidad de casar a su hija. Ella es una chica rebelde e incontrolable, jamás aceptará un matrimonio concertado. Así que tal vez puedas interesarla pues la conocerás en dos días y será tu tercera cita. Pero ten en cuenta que ella también es una Alfa, la conocí hace unos años cuando Mike y yo fuimos inscritos a clases de verano en el Palacio de campo del Rey. Ahí también estaba Hanji, solo podría describirla como inteligente, astuta y hermosa. -

—No es común que una chica Alfa de sociedad se case con un omega, casi siempre los padres buscan comprometerlas con alfas masculinos. — Afirmó Levi.

Erwin asintió.

—Cierto, puede que ella se sienta menos molesta al saber que eres omega pero, por otra parte, ten en cuenta que su instinto podría imponerse e intentar ser dominante.

Levi solo se mantuvo en silencio, él sabía bien aquello y en realidad la idea de emparejarse le seguía irritando más aún con todo lo que podría implicar elegir a una Alfa que no conocía como a sus amigos, pero había algo que le llamaba de forma poderosa hacia esa chica castaña de la foto.

Más tarde. Estación de tren.

La estación de trenes era una enorme construcción cimentada en acero y sólida roca, sus enormes arcos de intrincadas formas colados de detalles le hacían parecer más una iglesia por donde cientos de rayos de luz se colgaban coloreado los grandes ventanales del lugar. Al centro del muro principal un enorme reloj empotrado marca las cuatro en punto de la tarde con sus exquisitas manecillas de hierro fundido pulidas hasta poder reflejar aquello a su alrededor.

Erwin estaba recargado en la baranda de un desnivel observando el andén de llegada, junto a él se encontraba Levi con sus ojos grises estudiando el área.

—En verdad que tienes interés en saber más de ella. — Habló de la nada Erwin mirando a su amigo de reojo.

—Solo quiero observarla pero sin que ella lo sepa.— Respondió él. —No tolero cómo los Alfa se comportan como idiotas al intentar hablarme.

El rubio le miró con suspicacia y sonrió un poco.

—Bueno, Levi, es claro que se portarán como tontos por el Omega más deseado de La Corte. No tienes idea de la clase de conversaciones que muchos crean en torno a tu persona.

Levi le dio una mirada asesina a su amigo que no borró en nada la sonrisa.

—No me interesa saber las asquerosas pretensiones de esos cerdos.

Erwin solo dejó escapar una suave risa.

—No te preocupes, todas esas ideas terminan cuando recuerdan que les puedes tirar los dientes. Aunque será interesante saber de qué hablarán en los siguientes días, considerando que en nuestra cita te traje a la estación de trenes.

Levi giró su mirada hacia un lado ante las palabras de Erwin, notando a lo que se refería el rubio. Algunas personas que pasaban por la parte más baja les miraban y parecían cuchichear antes de seguir caminando.

El omega de negros cabellos chasqueó la lengua, mostrando una mirada de desprecio por aquellas personas que viven pendientes de la vida de los demás. Aunque la molestia no duró demasiado en su atención debido a que el enorme silbato de latón en la parte alta de la estación anunciaba la llegada del tren.

Una gran locomotora arribaba, las ruedas de metal resonaban contra los sólidos rieles y su poderosa maquinaria arrastraba tras de sí más de quince vagones cubiertos con una elegante pintura negra y roja en los frontales donde viajaban los pasajeros mejor posicionados socialmente. Tras estos los de aspecto robusto y macizo para los pasajeros en general y al final aquellos de sólido metal cargando todo tipo de paquetes y mercancía.

Ambos hombres pusieron su atención en las puertas de la parte frontal esperando ver la llegada de la joven Hanji Zöe, hija del Duque Zöe. Tal y como tenía informado Erwin, ella llegaría en ese viaje.

Sin embargo, no vieron descender a la joven por ninguno de los vagones. ¿Acaso habría perdido el tren? Se preguntó Erwin sin saber qué habría ocurrido, por su parte Levi se sintió un tanto decepcionado, aunque no pretendía admitirlo.

Repentinamente sus ojos se pararon en la parte final del tren de uno de los vagones de carga, una de las amplias puertas corredizas se abrió por completo, y una delgada figura saltó fuera con energía y sin importarle quien la viera.

—¡Ohauuu. ¡Al fin llegamos!— Exclamó aquella que bajó de este.

Una hermosa joven de piel tostada y cabellera castaña, vestía con pantalones de cuero negro botas altas aseguradas de forma firme por agujetas de intrincado tejido. Sus largas piernas estaban rodeadas por al menos dos cinturones de cuero curtido de donde prendían lo que parecían varias herramientas de uso manual. Su cintura era rodeada por un cinturón gris del que se sostenían otras pequeñas bolsas de contenido desconocido, el dorso era ceñido por un corsé que estaba claramente diseñado para no sólo darle contorno a su breve cintura, las costuras eran fuertes y marcadas, era claro que su función principal era darle sostén a la dama para trabajos fuertes, mucho más allá de lucir hermosa.

Portaba una blusa blanca con algunos detalles bordados que lucían a pequeñas flores mecánicas y sobre su atuendo una gabardina igualmente de cuero pero este de un color rojo vino. El rostro femenino se mostraba entusiasmado, y sus bellos ojos chocolate brillaban tras unas gafas cuyo sostén no era el típico armazón lateral, estas tenían un par de cintas que iban hacia atrás de la cabeza perdiéndose entre una coleta despeinada.

Desde el andén superior, Levi no había podido ni parpadear ante aquella visión y sus pensamientos.

Esa mujer era un completo desastre, parecía fuera de sus cabales con semejante atuendo más parecido al de un viajero que iba errante de ciudad en ciudad que el de la hija de un Duque. Efusiva y más que extrovertida en su lenguaje corporal.

Hanji Zoe era todo lo que Levi detestaría en la persona con la que tiene que salir, pero ahora mismo Levi sentía que debía llegar hasta ella en aquel preciso instante.

Erwin miró hacia Levi esperando ver su expresión de disgusto, pero en cambio se encontró con la imagen del omega bajando las escaleras en aquel mismo instante.

—¡Hey, Levi!— Le llamó el rubio siguiéndolo.

Hanji, aún en la plataforma, miraba como sus maletas eran bajadas. Cuando de pronto un aroma fue percibido por su nariz, era un aroma suavemente dulce, algo parecido al té de finas hierbas que su madre tomaba pero mil veces mejor. Giró sobre sus talones buscando el aroma y lo vio. Al fondo del andén un hombre de piel blanca, vestido de forma atractiva, su paso era firme pero elegante.

Todas las miradas giraron hacia él.

—Ese omega no camina, desfila.— Murmuró Hanji con una suave sonrisa de coquetería en sus labios, dándose cuenta que sus palabras fueron dichas sin pensar.

Su parte racional retoma el control y, acomodando sus lentes, mantuvo su vista en el hombre de negros cabellos, dándose cuenta que era el de la foto, Levi Ackerman. La sensación de días atrás regresó a su estómago. Era más atractivo en persona que en la foto o así es como ella lo percibió. Y un impulso le instaba a ir donde él.

Hanji caminó en aquella dirección sobre el suelo que era recubierto por hermosas losas de granito rojo y gris con hermosos dibujos de engranes.

Ambos avanzaron hasta encontrarse de frente, dejando unos tres metros de distancia entre sí. Sus miradas estaban fijas el uno en la otra, y alrededor la gente miraba, unos curiosos otros contemplado al omega de la corte que ya reconocido por algunos.

Erwin llegaba tras de Levi cuando se detuvo ante lo que ocurría.

Ninguno pronunció palabra alguna, solo se contemplaban el uno a la otra. Levi fue el primero en hacer un movimiento. Levantó su mano derecha, colocándola en su nuca por unos segundos, tomando su cravat para retirarlo de su cuello y realizar un ademán al frente con este. **

La prenda fue lanzada al frente y Hanji la tomó con suavidad, después de ello la acercó con un movimiento elegante a su nariz logrando percibir directamente el aroma del omega frente a ella.

Erwin observó alrededor sorprendido de lo que ocurría. Levi, el Levi que él conocía y que jamás habría hecho aquello, en ese momento había liberado feromonas, las cuales en aquel momento incluso estaban siendo percibidas por otros Alfas presentes que ahora no paraban de mirarlo.

Sin embargo aquello lo había hecho con un solo propósito, claro y directo, él estaba averiguando qué tan compatible es con la hermosa Alfa castaña. Básicamente una declaración de interés, pura y directa sin ceremonias. Solo instinto guiado por el lado racional.

Hanji olfateó el cravat y después suspiró, su rostro con mejillas claramente sonrojadas dejaba ver lo embriagador que era para ella el aroma del omega.

Ella se acercó un poco más pero se detuvo cuando Levi retrocedió un paso. Esperó, solo mirándolo, Levi se movió ahora caminando lentamente alrededor de ella, como si estuviera examinándola.

Hanji dejó que su aroma de alfa fluyera suavemente. Levi se detuvo, se paró al frente con su rostro cerca del de ella.

—Apesta a metal y aceite de máquina.— Gruñó con un tono molesto. Pero Hanji rió.

—¿Eso es todo lo que hueles?— Cuestionó ella. —Apenas y me puedo contener...— Murmuró cerca del oído del varón.

Levi chasqueó la lengua y todos pudieron ver que sus blancas mejillas se coloreaban suavemente de rojo aunque su expresión parecía molesta. Tras ello él se acercó aún más allá del espacio personal de la castaña casi olfateando su cuello. El aroma de Hanji era dominante y grato al olfato de Levi, no como el de todos esos alfas que siempre se atrevían a rondarlo.

Erwin, mirando desde un lado, se pasó la mano por el cabello sin poder creer lo que miraba. Un cortejo entre Alfa y Omega, ¿Acaso esos dos estaban destinados? Se cuestionó. Aunque tras aquella sorpresa ahora miraba alrededor y como otros alfas parecían bastante extasiados con la imagen que Levi estaba mostrando en aquel instante tan, hermoso y receptivo aún cuando fuera a un alfa que no era ninguno de ellos.

El rubio consideró que era suficiente, no podía permitir que alguno de aquellos Alfas se dejarán llevar por el instinto e intentarán entrometerse de forma agresiva en el cortejo con intenciones nefastas.

Levi y Hanji aún se observaban llevados por la embriaguez del instinto sin embargo controlados por los supresores en la sangre de Levi y los restrictores** en la de Hanji.

Inesperadamente ambos sintieron cómo aquello fue rápidamente cortado, regresándolos al punto de inicio gracias al aroma fuerte y dominante de Erwin, un Alfa que se coloca por encima de otros con su sola presencia, y que les recordó que aún ni siquiera se conocían propiamente.

—Bien, todos sigan su camino.— Ordenó usando "La Voz". Aquellos que observaban se mostraron incómodos pero no tenían alternativa más que obedecer a la orden del Alfa rubio.

Levi y Hanji parecieron regresar al momento, al fin siendo conscientes de su inusual comportamiento.

—Ah, Erwin... un gusto verte de nuevo...— Pudo articular Hanji.

Levi, por su parte, solo sacó su pañuelo cubriendo su nariz como gesto de molestia ante el rubio y la situación.

Erwin sólo suspiró con suavidad, no ante Hanji o la molestia de Levi, sino que lo ocurrido ahí mañana estará en boca de todos.

Gracias por leer :D

Espero disfruten de este nuevo fic.

Notas:

Inhibidores: Los inhibidores son para los Alfas lo que los supresores para los omegas. Soluciones inyectables que suprimen la reacción durante el período de celo. No suelen ser usadas por muchos Alfas debido a que se suelen sentirse "ofendidos" ante la idea de restringir su "naturaleza" de Alfa.

También son usados por otras clasificaciones con reacciones de celo menos favorables. Como los Delta que tienen un celo riesgoso.

Supresores: Medicamentos creados para reducir los efectos del celo en los omegas y en su caso reducir la probabilidad de ser detectados por Alfas y por tanto desencadenando el celo del mismo, suelen ser costosos y en su mayoría no aseguran un 100% de protección.

Notas Omega verse por si alguien tiene dudas:

Alfa tipo A / Dominante. Cúspide de la escala.

Periodo de celo detonado por feromonas omega

Porcentaje de fecundidad sobre un alfa: 90%

Porcentaje de fecundidad sobre un omega: 100%

Porcentaje de fecundidad sobre un beta: 80%

Alfa tipo B / DominanteCúspide de escala solo por debajo de tipo A

Periodo de celo detonado por feromonas omega

Porcentaje de fecundidad sobre un alfa: 80%

Porcentaje de fecundidad sobre un omega: 95%

Porcentaje de fecundidad sobre un beta: 50%

Alfa tipo C / Dominante - Recesivo

Segunda clasificación en escala dominante

Periodo de celo detonado por feromonas omega

Porcentaje de fecundidad sobre un Alfa: 70%

Porcentaje de fecundidad sobre un omega: 90%

Porcentaje de fecundidad sobre un beta: 20%

Beta - Clasificación única - Dominante - Recesivo

Posición Neutra dentro de escala

Sin periodo de celo

Porcentaje de fecundidad sobre un Alfa: 20%

Porcentaje de fecundidad sobre un omega: 30%

Porcentaje de fecundidad sobre un beta: Variable.

Omega tipo A / RecesivoBase de la escala

Periodo de celo: TrimestralDuración: 3 días.

Omega tipo B / RecesivoBase de la escala

Segunda clasificación.

Periodo de celo: TrimestralDuración: 3 días - 5 días.

Omega tipo C / RecesivoBase de la escala Tercera clasificación

Periodo de celo: BimestralDuración: 5 días.

La voz - Esta es una característica de los Alfa, es una entonación / modulación en su voz que puede provocar la sumisión de un Omega al sentir la sensación de superioridad física / hormonal del Alfa que usa esa entonación. Cuando el Alfa es sumamente dominante "La voz" que posee puede someter incluso a Betas de percepción sensible, así como a otros Alfas por debajo de su rango.

Reviews: :D

pegasusryuseikenyazmin: Hola :D gracias por :D espero que este fic sea emocionante.

SixteedracMoony: :D :D Hola, muchas gracias me alegra saber que "Con olor o té" gusta mucho :D :D :D espero que este fic también :D :D :D