CAPITULO II
Apenas Bellatrix entró por la puerta del baño Harry se interpuso entre ella y nosotros. Los cuatros manteníamos firmemente las varitas apuntandonos con ellas pero por unos breves instantes nada pasó. Luego Bellatrix sonrió irónicamente y comenzó a juguetear con la suya. Miré a Ron interrogativamente pero solo me respondió encogiéndose de hombros. Al frente Harry se mantenía erguido y en posición de combate mirando como Bellatrix se paseaba de lado a lado observándonos.
-¿Huyendo Potter?
Harry ni se molesto en responder
-¿Dejando atrás a los amigos? No me esperaba eso de ti, y mucho menos después de lo ocurrido con mi "querido primo".
Si el recuerdo de Sirius en aquel momento supuso algún sufrimiento añadido a Harry ninguno lo observamos, el se mantenía firme, alerta como si nada de lo que dijese Bellatrix pudiera afectarle. Su mirada fija en ella me hacía pensar si no estaría usando legislencia con ella. No podía soportar aquella situación.
-Parece que Lucius está divirtiéndose ahí fuera con tu amigo Lupin.
-¿Piensas pasarte todo el rato hablando¿O tal vez tienes que conseguir tiempo para que no podamos acudir al bosque¿Por qué no te quedaste fuera con Voldemort?
- ¿Qué no lo sabes Harry? Yo solo quiero cumplir los deseos de mi Señor ¿Y qué es lo que más desea? A ti, atraparte, acabar contigo de una vez. Sólo tengo que llevarte ante él. Mientras tu sobrevivas el no podrá vivir.
Nosotros no podíamos verle la cara a Harry pero algo de lo que dijo Bellatrix pareció tener efecto en el, aunque no sabíamos que aquella última frase en su boca tuviera tanta importancia.
-Sí, como ves parece que alguien más tuvo conocimiento de tu secreto. La profecía fue escuchada aquella vez. Pero que veo Harry, ni siquiera a tu "amiga" le contaste…. Querida- me dijo poniendo aquella odiosa voz tan irónica que me recordó a la de Umbridge- pensaba que entre las parejas no había secretos, muchos menos tan importantes como este.
¿A qué se refería¿qué quiso decir? Ron me miró sorprendido, incluso enfado, parecía que hubiera tomado como ciertas las palabras de Bellatrix y algo similar a la tristeza se mostró en su cara. Entre ella y el me hicieron sentirme desalmada. La varita tembló en mi mano, la poca fuerza que me quedara apenas podía sostenerme en pie. ¿Qué era todo esto¿Bellatrix pensaba que Harry y yo éramos "pareja"?. ¿Tenía eso importancia¿Y cuál era ese secreto¿tenía que ver con la profecía que se destruyó en el Ministerio¿Porqué Harry nos ocultaba cosas importantes a Ron y a mí? Fue la voz de Harry la que me devolvió a la cruda realidad
-Expelliarmus!
El hechizo sonó muy potente, Bellatrix salió disparada hacia atrás pero no soltó su varita. La voz de Harry resonó en mis pensamientos, supongo que también en los de Ron "Aturdidor los tres juntos, no le deis tiempo, corred hacia el hall, tenemos que llegar al bosque". Apenas escuche sus palabras Bellatrix se levantó, a la voz de "Ahora" los tres lanzamos nuestro mejor hechizo apuntándole al corazón. Se tambaleó y calló. Harry se giró hacia nosotros "Venga corred tengo que cerrar la entrada no podemos dejarla abierta" y mirando hacia los lavabos susurró algo en parsel. Salí la primera pero escuche como Ron le decía que pasara él, que lo cubriría, creo que dudaron demasiado, Harry esperando que la entrada se cerrara, Ron esperando por el sin quererlo dejar solo. Lo único que recuerdo fueron pasos detrás de mí, giré la cabeza para percatarme de que me seguían pero un grito salió de mi boca…. ¡Ron! Harry no tuvo tiempo de reaccionar, venían ambos en pos mía cuando Bellatrix maltrecha por la triple aturdición aún fue capaz de arrastrarse por el suelo y apuntando a Harry con su varita lanzó en un murmullo inaudible un Avada Kedavra. Pareció como si el tiempo se hubiera detenido, Harry no tuvo ni tiempo de girarse, un rayo de luz verde potente surgió de la varita de Bellatrix y vi con desesperación como golpeaba la espalda de Ron. El hechizo era para Harry, Ron ni siquiera pensó las consecuencias de su acción. Milésimas de segundo duró la mirada que Harry me dedicó en la que pudo leer el terror en mi cara, al girarse el cuerpo de Ron le calló inerte entre sus brazos. Nunca olvidaré aquella mirada en la cara de mi amigo. Ni siquiera le pudimos decir adiós. Con Ron entre sus brazos Harry gritó de desesperación, al otro lado del pasillo derrumbada en el suelo y apoyada sobre el muro una exhausta Bellatrix maldecía haber fallado en el intento.
Nada nunca me hubiera preparado para esto. Mientras que yo quedé sin reaccionar y dejé mi varita deslizarse de mis manos mientras caía al suelo anegada en llanto, Harry se mantuvo erguido sosteniendo firmemente el cuerpo de Ron. Con lágrimas resbalando por su cara dejó el cuerpo de nuestro amigo sobre el suelo y se dirijo con paso lento y frío hacia Bellatrix.
"¡MALDITA BRUJA!".- No sé como pude mantener la sangre fría, ella aún conservaba su varita pero apenas si le quedaba fuerza dentro de sí.- "Es la última vez que me robas a un ser querido."
Con las pocas fuerzas que le restaban rió… Su risa sonó en mis oídos como tantas veces había resonado la de Voldemort, fría, seca, insensible, aterradora.
-¿Y qué harás Potter?-musitó- Eres tú quien debería estar muerto, no ese estúpido pelirrojo…
-"CRUCIO".
El cuerpo de Bellatrix se convulsionó al recibir el impacto de la maldición. Realmente no pensaba, simplemente actué. Pero esta vez la maldición sacó de mí todo mi lado oscuro, ese poder que tanto había luchado por controlar los últimos años y con el que sabía que podía dañar verdaderamente. A mi espalda los sollozos de Hermione solo me animaban a imprimir más fuerza al hechizo. La varita de Bellatrix calló al suelo, su cuerpo rebotaba contra el muro por la intensidad de la maldición pero la serpiente aún se mantenía consciente.
-Una vez usé contra a ti esta misma maldición y te reíste… ¿Cómo se siente ahora¿Tal vez puedas incluso recordar a los Longbottom?. ¿Fue así que los torturaste a ellos? No correrás su misma suerte. ¡Buen viaje al infierno!
Todo el odio que nunca llegué a sentir se descargó sobre ella, forcé la maldición al máximo y disfruté viendo la vida escapar de ella. Nada me iba a devolver a Ron, igual que nada me devolvió a Sirius, pero al menos sabría que a partir de entonces esa mujer no me arrancaría a nadie más amado. Siempre fue una adversaria temible, de los mortífagos la más poderosa, ni un solo lamento salió de su boca mientras la torturé.
No sé cuanto tiempo duró aquello, ni en que momento terminó su vida. No tengo ni idea cuando fue que él lo sintió, sólo sé que al poco de acabar con su vida la cicatriz me ardió y su grito resonó en mi mente. Voldemort sabía que la había matado y su furia fue la mayor que nunca sentí proveniente de él. Puse todo mi poder en cerrarle mi mente en cuanto la cicatriz comenzó a doler pero caí al suelo arrodillado con la cabeza entre mis manos. La muerte de Ron y el uso de mi primera imperdonable habían minado mis fuerzas, estaba tan cansado, y Voldemort seguía penetrando mi mente, la vista se me nubló, caí al suelo de lado, todo a mí alrededor era frío, helado,…. La idea de abandonarme a esas sensaciones cobraba fuerza en mí, no podía resistirme y cada vez era todo más negro, más frío…. Creo que no solo perdí el conocimiento, creo que estuve muy cercano a la muerte.
Luego comprendí todo lo que había pasado pero al volver en sí lo único que pude advertir fue la calidez del abrazo de Hermione. Antes de ver la luz, mi cuerpo reaccionó al calor que de ella emanaba, nunca antes sentí algo así, parecía nacer de mi corazón e impulsarme a volver con ella cuando momentos antes solo quería caer en el olvido y desaparecer. Allá donde fuera que me encontraba, perdido en la oscuridad y el frío ella consiguió alcanzarme, rescatarme de la muerte a la que Voldemort parecía estar empujándome a través de mi mente. Desperté entre sus brazos, cubierto por sus lágrimas y su calor, a lo lejos, perdidas en mi memoria, resonaban palabras suyas que no podía descifrar.
-"Hermio…" apenas pude pronunciar
-"Gracias a Dios Harry, pensé que también a ti te había perdido".
Aún salían lagrimas de sus ojos, pero su cara reflejó un poco de paz entre tanta barbarie. Intenté ponerme en pie pero estaba demasiado débil, tropecé y ella recibió todo el peso del impacto. Con firmeza me sostuvo entre sus brazos.
-"No puedes moverte Harry, estas muy débil".
Lenta y delicadamente me arrastró hasta el muro y echándose sobre el colocó mi cabeza en su pecho manteniéndome inmovilizado. No es que tuviera siquiera fuerzas para oponerme a ella, tampoco deseaba hacerlo. Enfrente nuestra el cuerpo de Bellatrix yacía en una postura extraña, unos metros al lado, tal y como lo había dejado, nuestro amigo también. Ninguno de los dos hablamos¿qué podíamos decir? De todo el rato que permanecimos así solo recuerdo esconder mi cara en su cuello y dejarme acurrucar en sus brazos como si fuera un bebé pero algo que nunca olvidaré de aquellos momentos fue esa calidez en mi corazón. Podía escuchar sus latidos y su respiración aún agitada pero aquel abrazo parecía transmitirme una fuerza inusitada. De donde fue que ella tan exhausta la sacó, no lo sé, pero que alimentó mi cuerpo y mi espirito, de eso no tengo ninguna duda.
-"Hermione, tenemos que llegar al bosque, sino todo esto habrá sido inútil".
-"¿Como estás?" me preguntó con voz atemorizada.
- "Bien. No podría explicarte qué fue lo que pasó pero me siento igual que antes de usar la maldición, más fuerte incluso si es posible. ¿Cuánto tiempo ha pasado?"
-"No lo sé".
-"La batalla aún no ha terminado, Voldemort me espera en el Bosque, y parece estar impaciente."
-"Pero…"
-"Juramé que no me seguirás" le pedí mientras me levanta y le ofrecía mi mano para incorporarse. Con solo una mirada confirmé lo que no hacía falta que sus palabras declararan.
-"No te puedo jurar eso, sabes que no te dejaré solo".
-"Hemos perdido a Ron, no pude defenderle Hermione, no quiero perderte a ti también. Esta guerra es inútil mientras que no me enfrente a muerte a Voldemort y no quiero que estés presente. Creo que ha llegado el momento".
-"Harry…"
-"Calla, no me digas nada…."
Comenzamos a desandar el pasillo, muchos signos de lucha había a nuestro alrededor pero no vimos ningún cuerpo caído, ni de los nuestros ni de mortífago alguno. El camino al hall estaba totalmente despejado. Lo hicimos en silencio, apresurados. A las puertas del castillo vislumbramos dos cuerpos caídos. Uno de ellos Draco, el otro, Lucius. Nos acercamos a ellos, Hermione comprobó que Draco aún vivía, Lucius no. Debió de ser un gran duelo entre padre e hijo, nadie más se veía por allí. Hermione lanzó un Enervate y signos de vida aparecieron en Malfoy.
-"Quédate con el Hermione, a mí no puedes ayudarme ahora y él necesita a alguien."
Mientras Draco comenzaba a volver en sí me acerqué hasta ella y abrazándola le pedí por favor que no me siguiera. Tomando su cara entre mis manos deposité un beso en su frente, pero su reacción me tomó por sorpresa, aupándose de puntilla rodeó mi cuello con sus brazos y posó sus labios sobre los míos. De nuevo había lágrimas en su cara. Si algún pensamiento se deslizó por mi cabeza en ese momento aún hoy no se cual fue. Solo recuerdo la ternura de aquel momento.
-"Espero que eso no sea un adiós" le dije intentando mantenerme sereno y firme por ella.
-"No, se que no lo es".
-"No me sigas"
-"Haz lo que tengas que hacer".
Salí del castillo mientras ella se inclinaba para incorporar a Draco. No puse mucha atención preocupado en ubicar a Voldemort en el bosque, pero creí ver una luz de esperanza reflejada en los ojos de Draco. Al otro lado de los jardines desde algún lugar oscuro del bosque él me estaba invocando.
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-¿Cómo te encuentras?
-Creo que tendré que hacerle un tiempo compañía a Potter en la enfermería.
-¿Qué pasó?
-Nada que no hiciera tiempo que sabía que ocurriría. Tuve suerte, podría haber sido yo.
-Mobilicorpus
El cuerpo de Draco quedó suspendido en el aire a unos palmos del suelo.
-¿Se puede saber que haces Granger? Esto duele.
- Perdona pero el tiempo apremia, tengo que dejarte en otro lugar, a salvo. Harry necesita mi ayuda.
-¿Y a dónde me llevas?
-He pensado que al menos te dejaré en el comedor, sobre la mesa de tu casa. Allí estarás mejor.
-De todos modos los pocos que quedan están todos en el bosque, pensaba que vosotros también estaríais allí.
-Bueno, nos…. Retrasamos.
Entrábamos por la puerta del comedor pero Draco pudo ver la expresión de dolor asomando en mi rostro.
-¿Y Weasley?
Una sensación tremendamente dolorosa volvió a invadirme, la desesperación en los minutos que Harry estuvo entre mis brazos sin signos de reacción habían mitigado el dolor por la muerte de Ron. Pero ahora las lágrimas brotaron en mis ojos de nuevo y mi varita tembló en el preciso instante en que hacía que Draco se posara sobre la mesa. Todo su cuerpo cayó abruptamente sobre la mesa de Slytherin.
-¡Ay¿Acaso quieres matar….?
- Murió.
-¿Qué!
-Justo después de encontrarnos, Bellatrix….
No pude continuar, aparté la vista de él para intentar ocultarle mi llanto.
-Lo siento, de veras.
Con un esfuerzo tremendo alargó su mano hacia mí, hasta ese simple gesto parecía maltratar todo su cuerpo. Tomó mi mano entre la suya y me la apretó en signo de sentimiento. Al levantar la mirada vi cierta determinación en su cara.
-Estás perdiendo un tiempo muy valioso Hermione, Harry está ahí fuera y te necesita. Oí que te pidió que no lo siguieras pero debes hacerlo. Escúchame Hermione. Voldemort tiene preparado un conjuro muy poderoso, por lo poco que sé pretende invocar a Salazar, y eso sería terrible. Ambos unidos no dejarían un solo muggle ni sangre sucia sobre la tierra.
Un acceso de tos le impidió continuar ¿Cómo sabes todo eso? Aproveché para preguntarle ¿Cómo sabías que era en el bosque? Intentó mostrarme su típica sonrisa Malfoy pero esta vez las fuerzas no le permitieron ni eso, verlo tan desvalido me inspiró mucha ternura y sentimientos que nunca pensé llegar a tener hacia Draco.
-Debes descansar, no te muevas de aquí.
-Ni que pudiera. Pero escúchame Hermione, es importante. Hay algo con lo que Voldemort cuenta, algo que Harry aún no sabe y tiene que aprender antes de poder terminar con él. Creo que nadie puede ayudarle en eso porque hace tiempo que lo tiene delante de sí y aun no lo reconoció. Tienes que darte prisa, si alguien puede ayudarlo, esa eres tú.
Parecía querer decirme algo más pero su cuerpo no aguanto y cayó desmayado por los esfuerzos. Tenía heridas que sangraban y parecía haber soportado infinidad de cruciatus a juzgar por la tensión de su cuerpo. Conjuré una manta y una almohada y dejándolo lo más cómodo que pude salí disparada hacia el bosque. La última información que con tanta dificultad me había proporcionado daba vueltas en mi mente. No tenía ni idea de que tendría que aprender Harry aún pero si había una sola posibilidad de que mi ayuda le sirviera de algo no lo dejaría enfrentar solo el peligro, así mi vida fuera en el empeño.
Y ahora porqué sonríes? Los ojos se te iluminaron…
-Bueno incluso entre los malos momentos o en los más difíciles puedes encontrar un rayo de esperanza, afortunadamente.
- ¿Y cuál fue el que recordaste?
-El primer beso que me dio Hermione.
-Vaya amigos, en mitad de una batalla y así se ponen a celebrar mi muerte.
-¡No digas eso Ronald! A veces tienes un pésimo gusto gastando bromas. Si no fuera porque apenas si te haría cosquillas ahora mismo te pegaría un puñetazo.
-Bueno- adoptó una cara de "niño bueno"- al menos he conseguido que tu cara cambie, ya deberías de ir bajando a ocupar tu sitio en la ceremonia y esperar a Hermione y tantos malos recuerdos no deben de ser buenos. Tienes la cara de un muerto.
-¡Ves! Otra vez lo hiciste, mejor será que te calles Ron.
-¿Y qué fue lo que dije esta vez?...
Volví a mirar por la ventana, más allá del velador montado para la ceremonia donde todos los invitados comenzaban a agruparse, podía divisarse el bosque, ese bosque que tantas veces marcó mi vida: en primero cuando fuimos con Hagrid a buscar al unicornio; en nuestro segundo año, el encuentro con Aragog; en tercero cuando encontré a Sirius y realicé mi primer patronus corpóreo precisamente para salvarnos a él, a Hermione y a mí… Esas fueron las primeras veces que ese bosque marcara mi vida pero no la última ni la más importante.
Mientras corría hacia lo más profundo del bosque desde donde la voz de Voldemort me llamaba, una mezcla de pensamientos y sentimientos invadían mi alma. Otra vez tendría que enfrentarme a él pero según Dumbledore aún no estaba preparado para poder derrotarlo definitivamente, aún me falta "algo", y sin embargo seguía corriendo a enfrentarlo, sabía que no tenía otra alternativa. ¿Qué buscaba en el bosque¿Dónde estaba el resto? Sólo a Draco y Lucius habíamos hallado en nuestro camino¿qué fue de los demás… compañeros, profesores, de Dumbledore?
Paré unos segundos a respirar y llevé mis dedos a mis labios. ¿Tan confusa estaba Hermione para hacer aquello? Cerré los ojos y recordé su beso. Sé que lo sentí real, sé que puso el corazón en él, pero recuerdo dudar de que en aquel momento ella hubiera estado pensando en mí, dudé de que aquel beso fuera para mí. Una llamada apremiante resonó en mi mente y advertí que no solo estaba perdiendo tiempo, sino que estaba ofreciendo a mi enemigo demasiada información, aunque creí que a esas alturas de la batalla eso no tendría ninguna importancia.
Llegué a un claro, no sé en que lugar del bosque pues nunca había llegado tan adentro, mis piernas parecieron en ese momento atadas por el Locomotor mortis y no pude avanzar ni un paso más. De pronto, una luz apareció sobre mí iluminando el bosque como si el día hubiera llegado en mitad de la noche, y con ello mis piernas volvieron a responder, el efecto del maleficio había sido anulado. Avancé algunos pasos y miré a mí alrededor varita en mano. Lo que vi me hizo pensar que una situación similar ya la había vivido años antes, no me espera algo así. Separados bastantes metro de diámetro un círculo de mortífagos me iba rodeando, cerrando filas en torno a mí. Ya no era el crío de catorce años que una vez se vio así rodeado pero tampoco la situación actual era igual a la de tres años atrás, éste circulo era mayor a pesar de todas las bajas ocasionadas a ese bando por la Orden, tanto en esta batalla como en los años anteriores. Sabía que nada me harían hasta que se personara su Señor, el cual debía estar muy cerca, podía sentir su presencia, su aura atrayentemente negra. Aguardé. Voldemort llegó al círculo de frente, pude ver como algunos mortífagos se retiraban para dejarlo penetrar. Se colocó frente a mí a distancia de duelo.
-Volvemos a vernos Potter.
Las palabras salían de su boca sin que hubiera signos de movimiento en sus inexistentes labios. Sus ojos rojos y brillantes como siempre parecían velados por algún sentimiento. ¿Era posible que algo parecido a la tristeza pudiera morar en Voldemort? Y en todo caso… ¿a qué era debida? Debería sentirse triunfante pero no mostraba tal expresión.
-No deberías perder el tiempo con esa clase de pensamientos Harry, y menos ahora. Nada ha cambiado en mí aunque lo pienses, sin embargo tú….
-¿Qué pasa conmigo?
Me molestaba, siempre me molestaron, esas charlas aparentemente amigables que Voldemort tanto gustaba de mantener antes de nuestros enfrentamientos y que aunque no podía entender ni aceptar, acabé resignado a soportarlas y aprendiendo a escuchar. Estaba tan seguro de sí mismo y de su poder, era tanta su soberbia, que una y otra vez que nos enfrentábamos intentaba humillarme al máximo frente a sus vasallos. Pero parecía que nunca fuera a escarmentar porque con ello sólo lograba que obtuviera información importante y, por mucho que disfrutara infligiéndome la humillación, siempre era un riesgo añadido para él el darme tiempo. En cierto modo me relajé, tenía que controlar mis nervios y poner atención.
-¿No lo has sentido? El poder que tanto esfuerzo te ha costado mantener oculto durante años, ésta noche se ha liberado. No sólo has cometido tu primer asesinato Harry, sino que haciéndolo has disfrutado.
-¡NO SOY COMO VOSOTROS! -grité- No soy ningún asesino. Solo defendía nuestras vidas.
-No te equivoques Harry, ella estaba exhausta, nada podría hacer ya contra ti. Vengabas la muerte de tu amigo, y eso… te acerca a mí.
-¡NUNCA!
-¿Nunca? Verás la situación es…. ¡Baja tu varita Potter! Ya tendremos tiempo de luchar más tarde, esto es una conversación civilizada. ¿No querrás parecer mal educado verdad?- Del círculo de mortífagos se escucharon risas- Te ofrecería un té si pudiera pero… creo que no sea el momento más adecuado.- Más risas a mi alrededor…
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La poción ha hecho efecto, ha calmado la ansiedad pero no evita que siga recordando, solo mitiga el daño que los recuerdos producen. Tal vez sea el destino en este día que toda nuestra historia tenga que ser recordada. ¿Cómo estará Harry¿También lo recordará?
Al salir del castillo no sabía a dónde dirigirme. Invoqué el hechizo orientador y lo modifiqué para que en vez de señalar al norte indicara la situación de mi amor. Con esto me aseguraba que llegaría junto a él y no a otro lugar puesto que no dejaría de señalar hacia el objeto de mi corazón. Ya me había retrasado demasiado.
CONTINUARA...
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Ivonne91. Muchas gracias aqui esta otro capitulo para que vean como sigue la historia, el merito claro esta de de Nigriv, pero la que la inspiro pues fue mi hermanita asi que muchas gracias.
Nigriv, antes que nada muchas gracias, por los consejos me has servido bastante. Y pues que te puedo decir a ti. Tu lo sabes asi que...
