CAPITULO III
-Como te iba diciendo… El motivo por el cual estamos aquí esta noche, es el terreno que estás pisando. Si bajas la mirada verás que desde el mismo instante en que me coloqué frente a ti dentro del círculo, unas marcas aparecieron en el suelo. Esas marcas y runas solo se muestran si el heredero de Slytherin se posa sobre ellas. Hacía tanto tiempo que no las veía… Mientras estuve en Hogwarts venía mucho a este lugar, lo encontré un día por casualidad o tal vez fuera por algo que me impulsó a llegar hasta aquí, pero fue gracias a eso que supe de mi herencia y de todo aquello que podría lograr y lo poderoso que llegaría a ser. Fue aquí que el espíritu de Salazar me transmitió muchas de sus enseñanzas. Sí Potter, el fue mi verdadero mentor y no ese viejo loco de Dumbledore como pretendía. Fue aquí donde tuve conocimiento de que llegado el momento podría invocar al gran Salazar y entonces él retornaría a la vida para juntos lograr lo que por separado ninguno pudimos. Pero para ello necesitaba al resto de herederos y, desgraciadamente, en mis primeros años de poder, la mitad de ellos aún no habían nacido. ¿Sabes a quienes me refiero Potter?
Cada vez me ponía más nervioso a pesar de saber que toda ésta información me sería esencial en breves momentos, pero mi sangre hervía de nervios contenidos. No sabía nada del resto de los nuestros y según el estado de Dumbledore y como definió Voldemort su situación, mi perdida de tiempo podía resultar básica para salvar sus vidas. Esa idea me impacientaba. De mala gana contesté porque Voldemort mantenía silencio, mirándome mientras parecía esperar una respuesta que no necesitaba escuchar de mi boca. Una vez más tuve que admitir en voz alta mi ignorancia ante él y sus seguidores.
-No Tom – sus ojos echaron chispas ante el insulto premeditado de llamarlo por su nombre muggle y su mano se crispó sobre su varita. No reaccioné, sabía que podía controlarse la rabia y que un pequeño insulto no lo haría desistir de su plan. Disfruté viendo la enorme crispación en su cara ante tal nimiedad.- Pero tampoco creo que me importe.
-OH Potter, claro que te importa, o mejor dicho, te importará porque aún no he acabado la historia… Parece ser que aún no has identificado a los herederos del poder que restan. Claro, desde que supiste de mí en la Cámara y de mi ascendencia sospechaste que tú mismo podías ser el heredero de Gryffindor, pero eso fue algo que Dumbledore nunca te confirmó. El loco siempre tan enigmático… debería de tenerte mejor informado Harry, "el saber es poder" en la mayoría de los casos. ¿De verdad que ni una sola vez pensaste en los otros dos? Bueno ahora podrás saberlo. Como ves, yo sería mejor mentor para ti que Dumbledore. Me gusta que los míos estén lo suficientemente informados para aquello que les encomiendo; pero no divaguemos, veo que cada vez te impacientas más Potter, que no se diga que los esfuerzos de Severus no tuvieron fruto….
Tensé hasta el más mínimo músculo de mi cuerpo y temblé… Si por fin Voldemort había descubierto el doble juego de Snape el cual había permanecido oculto hasta aquella tarde¿qué más me esperaría por saber? Permanecí callado en espera de que quisiera continuar.
-Y llegamos al momento clave, o casi. Para invocar la presencia de Salazar es necesario que los cuatro herederos ingresen al círculo. Creo que los dos principales ya estamos presentes…
Una sonrisa macabra se perfiló en su boca.
-¿Y los otros dos?
-Bueno, aquí traigo al tercero. "Accio Dumbledore".
En pocos segundos el cuerpo de Dumbledore apareció volando y llegó hasta nosotros por encima de las cabezas de los mortífagos que nos circundaban. Voldemort hizo que su cuerpo se posara dentro del círculo de Slytherin algo más atrás de mí.
-Presupongo que aún vive puesto que es necesario en tu conjuro. ¿Qué ha sido de todos los demás?
-Pues, podría decirse que están casi muertos, al menos la mayoría. Algunos de tus compañeros más pequeños tendrán la oportunidad de elegir entre la muerte o unirse a mí. Pero por ahora y hasta el final de esta batalla, la palabra "muerte" es lo más cercano a definir su estado. No puedes hacer nada por ellos, ahora tienes un asunto más importante al que atender.
-Y si realmente yo soy el heredero de Gryffindor ¿Cuál de ellos es Dumbledore?
-Me decepcionas Potter, esta noche pareces más lento que nunca en tus razonamientos. Evidentemente él es el de Ravenclaw¿qué no es un claro ejemplo de sapiencia?
-Y bien¿por qué no invocaste al de Hufflepuff¿O acaso ya está presente en el círculo de tus vasallos?
-No te preocupes, no anda nada lejos y no tendré que molestarme en llamarlo, ya otro se encargó por mí de que acudiera. Y su presencia, voluntariamente aceptada, hará más eficaz el conjuro.
No sabía qué pensar, en verdad esta noche estaba demasiado lento, en todo… ¿Por qué no había hablado en serio de esto con Hermione? Seguro que ella lo habría pensado mil veces y tendría una idea sobre la posible identidad de los herederos. Si al menos supiera quien era el cuarto heredero podría saber si estaba a mí favor o en mi contra. Aunque fuera un Hufflepuff leal, no podía saber a qué lado habría otorgado su lealtad sin ni siquiera conocer su nombre.
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Era una pena no poder aparecerse en los terrenos de Hogwarts, más de un año atrás los tres habíamos aprendido ha hacerlo a pesar de no tener la edad ni poseer licencia para hacerlo. Si eso fuera posible de hacer en un instante estaría junto a él.
No sé cómo, no invoqué el poder, pero tan sólo con pensarlo el hechizo cobró vida propia y sin entender cómo pudo ser posible me vi desapareciendo y apareciéndome en otro lugar. Un círculo frío y tétrico en el bosque, frente a Harry.
Apenas pude ver lo que me rodeaba, sólo distinguí a Dumbledore en el suelo tras él. La tensión en su cara y la sorpresa ante mi aparición fue suprema. Nunca antes vi una expresión igual en la cara de Harry. Parece que había llegado a tiempo, estaba vivo, con todo su poder, tal como lo vi en el hall antes de que marchara.
-¿Hermione¡No puede ser¡Tú no!
No comprendí sus palabras….
-Te pedí que no me siguieras….
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-Ves Potter, te dije que vendría voluntariamente. Los Gryffindors sois tan predecibles….
Al oír su voz Hermione se giró para por primera vez en su vida ver a Voldemort de frente. Ya antes había estado muy cerca de él pero nunca llegó a mirarlo a los ojos. Desde su situación entre ambos comenzó a andar de espaldas hacia mí. Al llegar a mi posición la aparte con el brazo y la puse tras de mí. Su cara estaba descompuesta pero a pesar del shock que le causó la presencia de Voldemort, consiguió sobreponerse y llegar hasta mí. Sentía su mano asiéndome la túnica por la espalda, temblaba, pero al mismo tiempo transmitía cierta seguridad y confianza. Sé que era fuerte, pero nunca imaginé que su reacción fuera así. Con su contacto advertí que en verdad había acudido allí libremente, saber que ninguna Imperios la a obligaba no me tranquilizó.
-Escucha atentamente- le previne.
-Ha llegado el momento, ahora si que estamos todos. Afortunadamente para ti Potter, o para mí, ella te apoyará en lo que decidas no por nada representa la lealtad. Y Dumbledore, no podrá ayudarte con sus consejos, así que tendrá que ser tu valor el que decida vuestros destinos. Llegados a este punto tienes dos opciones; oponerte a mis deseos, con todas sus consecuencias, o… terminar lo que empezaste con Bellatrix y dejar que el poder Slytherin que de pequeño me robaste corra libremente por tus venas. Esto te uniría a mí y juntos invocaríamos a Salazar.
Hermione apretó su puño en mi espalda.
-Sabes que nunca me uniré a ti. Y tenemos un destino que cumplir, inevitable, lo sabes.
-Sí, la profecía. Ninguno sobrevivirá mientras el otro viva. ¡Cierto, pero no quiere decir que éste sea el momento de que se cumpla Harry. Si te unes a mí puede pasar mucho tiempo antes de que volviéramos a enfrentarnos a duelo de muerte, y mucho poder se te sería dado.
-Nunca me importó el poder, tampoco ahora.
-¿Seguro¿Qué piensa esa parte oscura que pugna por salir de tu interior? Puedo ver tu lucha interna aunque intentes negarlo, la tentación es grande a pesar de que la sangre de Godric es muy pura en ti. Doblemente pura por si aún no lo sabías Harry… Qué lástima, podríamos hacer grandes cosas Harry. Tú, yo y Salazar juntos, seríamos invencibles.
-No me convencerás. ¡Nunca!. Antes muerto.
-Bien, pues ésta fue tu última oportunidad.
-Déjala que se vaya, nada conseguirás de ella sin mí.
-¿Dejarla ir Potter¿Acaso yo la retengo¿Por qué no le preguntas qué es lo que hace aquí¿Por qué vino sin ser llamada?
-Hermione- le dije mirándola de reojo sin perder toda la atención de Voldemort, el círculo de mortífagos me pareció tan atento a la situación como nosotros- ¿porqué lo hiciste?
-Lo siento Harry, no podía dejarte solo. Sé que puedo ayudarte.
-Quiero que te vayas, si es que es posible-le dije con apenas voz.
-Pero es que eso no es posible Potter. Una vez los cuatro herederos pisan el círculo de Slytherin, éste se sella mágicamente y ninguno de ellos saldrá de él a no ser que se ponga término al proceso.
Pon atención Harry, mis mortífagos empezaron a entonar el cántico que convoca a Salazar, mientras tú te preocupas por la vida de una inútil sangre sucia ellos siguen con el plan. Helga nunca debió de ser muy inteligente para permitir que su legado recayera en alguien así…
Me sorprendió escuchar a mi espalda la voz de Hermione, aunque nerviosa y temerosa replicó con voz firme:
-¿Acaso lo fue más Salazar cuando su heredero también desciende de muggles?
Creí que esta vez no se contendría, levantó su varita y apuntó hacia Hermione. La cubrí con mi cuerpo y también yo alcé mi varita. Temblaba. Tras una breve expresión de impotencia en su cara Voldemort no atacó y eso que puedo asegurar que las palabras de Hermione le habían causado la mayor humillación de toda su existencia.
-¡Harías bien en no interrumpirnos niña estúpida! Una grosería más y antes de que te percates estarás peor que Dumbledore. Para nada me eres ya útil una vez sellado el círculo, podría matarte y nada se vería alterado.
Ahora sí podía escuchar las voces a nuestro alrededor, parecían repetir un mismo cántico elevando la voz al final de cada grupo de versos. Las marcas grabadas a fuego en el suelo parecían cobrar vida, la tierra se estremeció bajo nuestros pies. Voldemort parecía ausente y concentrado en algo más allá que nosotros, como si se permitiera el ignorarnos pensando que nada le podríamos hacer. La situación se hacía insostenible y no tenía ni idea de qué era lo que debía de hacer. Perdido en mis pensamientos escuché unos susurros de Hermione.
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-Harry tienes que esforzarte. Eso que Dumbledore dijo que tendrías que aprender por ti mismo, algo que aún desconoces… No se cómo pero Draco puso sus últimas fuerzas en hablarme acerca de ello. Dijo que hace tiempo que lo tienes delante de ti pero que aún no lo reconociste Harry, también me dijo que si alguien podía ayudarte en eso era yo, por eso vine. Piensa, no puede tratarse de ningún hechizo, debe de ser algo distinto.
Quería decirle tantas cosas, alentarlo a buscar entre sus recuerdos algún indicio de aquello que teniéndolo ante sí aún no hubiera descubierto. Algo me lo impidió, nos pilló a ambos desprevenidos.
-¡CRUCIO! se oyó la voz de Voldemort.
Harry lanzó un Protego pero el impacto de la maldición fue tan fuerte que supero su protección y me alcanzó. Miles de agujas incandescentes penetraron mi ser, nunca sentí mayor dolor que aquel, mi cuerpo agotado por la lucha apenas si podía soportarlo. Fueron segundos de tortura pero en ellos pude sentir toda la furia de Voldemort.
-Te advertí que cerraras la boca. La próxima vez no tendré consideración alguna. E intentad mostrar algo de respeto, el gran Salazar está llegando.
Cuando dejó de aplicarme la cruciatus mis piernas no soportaron por más mi peso y caí al suelo derrumbada. Harry se acercó a mí con cara preocupada y achacándose junto a mí me dijo pasando su mano tiernamente sobre mi frente…
-No te mueves, su cruciatus es tremenda, lo sé. Algo que dijiste lo sobresaltó excesivamente, pude sentirlo a través de la cicatriz. No quiero que te arriesgues Hermione, creo que no podría….
A pesar del dolor un sentimiento cálido procedente de Harry invadió mi espíritu mientras lo escuchaba. No sabía definirlo pues era parecido a lo que yo sentía hacia él pero en todo este tiempo desde que yo lo descubriera nunca me dio la sensación de que fuera correspondido. Algo lo interrumpió…
Ésta vez Harry reaccionó a tiempo. Cuando Voldemort atacó él ya había conjurado su campo protector y la maldición rebotó sobre el escudo saliendo disparada a nuestra izquierda donde alcanzó a un mortífago del círculo que comenzó a retorcerse de dolor. El resto de ellos seguían con su cántico y algo semi-corpóreo parecía comenzar a tomar forma dentro del círculo de Slytherin.
-Quién juega con fuego Potter acaba quemado- dijo con voz rabiosa- y tú comienzas a oler a chamusquina. Necesitamos tu vida para que Salazar pueda poseerla y recobrar todo su poder, eres el único heredero que realmente nos hace falta con vida, pero si es necesario antes de que aprendas de donde es que mana tu poder acabaré contigo y con ella. No lo dudes, una más y ambos estaréis muertos.
Me estremecí de escuchar sus palabras. Si reaccionábamos o intentábamos algo moriríamos en manos de Voldemort y si esperábamos Salazar retornaría a la vida y acabaría con Harry, y luego con el resto… Harry se irguió y mirándolo directamente a los ojos le habló con voz firme.
-Demasiado tarde. No hará falta una vez más. Acabo de comprenderlo y debe de ser cierto porque noto el poder crecer dentro de mí.
A duras penas había conseguido incorporarme y mantenerme sentada. Dándole la espalda a un Voldemort algo pasmado e incrédulo Harry se agachó ante mí y mirándome a los ojos tomó mis manos mientras hablaba. Había mucha paz en su mirada, más aún cuando contrastaba tanto con nuestro alrededor.
-Llevas razón Hermione, lo he tenido delante demasiado tiempo pero no lo advertí. No se trataba de un hechizo, sino de una energía Hermione. La energía que hace dos años le impidió poseer totalmente mi cuerpo en el Ministerio, la misma energía que gracias a ti consiguió traerme de vuelta a la vida tan solo hace unas horas y que a pesar de todo no la comprendí. Esa energía es la que permitirá que acabe con su vida, y esa energía para mí, eres tú Hermione. Mi amor.
Fue entonces cuando adoptó esa expresión iluminada que espero poder ver hoy en su cara, la misma que le vi cuando me reconoció en el baile de Yule. A través de sus manos sentí un poder que lo envolvía y que se extendía a nuestro alrededor. Pero no tuve tiempo ni de alegrarme. La sentencia de muerte que Voldemort nos anunciara venía directa a nosotros. No sé si él escuchó el conjuro, yo solo ví el rayo de luz verde directo a nosotros. Justo cuando rompió el escudo Harry me abrazó tapando totalmente mi cuerpo con el suyo. "Te quiero" murmuró…
El impacto en mi espalda fue tremendo, solo pensaba en proteger a Hermione. Que ironía, cuando descubría la fuente de mi poder era solo para perderlo al momento. Era tarde como siempre, siempre se me hacía tarde. Pensé que el corazón me explotaba. Creía que la maldición asesina provocaba una muerte sin dolor, al menos eso pensábamos la mayoría, porque él único que la había sobrevivido era yo y nunca pude recordar nada aparte del rayo verde y los gritos de mi madre.
Hubo una fuerte explosión, por un momento la maldición dio sobre mí y pensé que todo había acabado. Recuerdo que a pesar del dolor me aferré aún más a Hermione. Mi cuerpo estaba absorbiendo toda la fuerza que Voldemort pusiera en su hechizo y parecía como si de mí brotará un poder que a modo de antídoto absorbiera el rayo verde y lo fuera sofocando. Supongo que fue cuestión de segundos, aunque para mí fue toda una eternidad. El dolor tan profundo me empujaba a la inconsciencia pero si había una sola oportunidad de salvarla debía de resistir.
Hermione me contó luego que de todo mi cuerpo comenzó a desprenderse una luz roja-dorada similar a la que producía Fawkes, y que fue esa luz la que absorbió todo el rayo procedente de la maldición. Esa misma luz fue la presunta culpable de la explosión que escuché y de toda la potencia que lanzó al círculo de mortífagos varios metros hacia atrás destrozando su formación. Parece ser que al romper todos ellos su cántico así como la estructura circular la masa informe de energía que hubiera llegado a ser Salazar comenzó a disiparse. Voldemort, también repelido por la fuerza de la explosión, gritó de impotencia.
"¿Harry?" oí llamarme a Hermione. El dolor había desaparecido casi totalmente y podía decirse que una paz mayor a la que provocaba una Imperios llenaba mi corazón. Entreabrí los ojos y la vi. Lloraba aferrada a mi cuerpo. "Mi amor no te vayas, quédate junto a mí, mi amor". Escuchar esas palabras trajo a mí el recuerdo de otras que quedaron perdidas en mi mente justo tras la muerte de Ron. Aquellas que al despertar en sus brazos no había podido recordar. Eran las mismas… "mi amor, quédate junto a mí". Entonces su beso… sí fue realmente para mí. Siempre pensé que ella amaba a Ron, que ciego estuve a sus sentimientos. Y a los míos…
Me levanté, sus palabras y la certeza de que era correspondido aún aumentó más mi poder. Lo sentí crecer y brotar a mi alrededor al no poder residir todo el en mi cuerpo. Lentamente me dirigí hacia Voldemort. Esta vez era yo quien tenía la certeza de que nada de lo que él hiciera podría dañarme.
Recuperándose del impacto me enfrentó, pero por primera vez pude ver en su cara el miedo, miedo de mí y de mí poder.
-Hoy va a cumplirse la profecía- le dije- prepárate, será nuestro último duelo o moriré en el intento. Aléjate Hermione.
Sin más preámbulos Voldemort y yo nos cuadramos varitas al frente dispuestos a atacar. Sabía que no esperaría a la cuenta de tres así que puse toda mi atención en leer en su mente cuando sería el momento en que lo lanzaría. A pesar de que acababa de volver a sobrevivir a su Avada , sabía que volvería a usarla contra mí. Era su hechizo más potente, no apostaría por otro. Estaba preparado.
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Ambos rayos brotaron a la vez de sus varitas, ambos intensamente verdes. La cara de Voldemort reflejaba tensión, miedo y furia; la de Harry… su cara parecía iluminada por el nuevo poder y todo el reflejaba serenidad.
La presencia de un rayo verde en la varita de Harry me aterró pero no me dio lugar a nada, ambos rayos impactaron y en el centro de ellos apareció algo similar a un guijarro. Recordé lo que Harry nos había contado sobre aquella vez que se enfrentó a Voldemort en el cementerio la noche que murió Cedric. Dios mío¡sus varitas¿Qué pasaría con el Priori incantatem?
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Cuando nuestras varitas se conectaron sentí el poder del Priori incantatem, pero esta vez mi hechizo era igual al que conectaba y mi fuerza mucho mayor que la de tres años atrás. Al lanzar la maldición asesina no sabía si sabría realizarla. Esta vez no sentí la furia que con Bellatrix, dudaba que pudiera controlarla, una imperdonable y de origen tan negro…
Durante mucho rato el guijarro permaneció en el centro de los dos rayos, los dos sostenidos a similar intensidad. Podía notar el nerviosismo de Hermione moviéndose detrás de mí, tenía que ser yo el vencedor, no por mí ni por mi vida, sino por la de ella. Si caía, ella sería la siguiente.
Debí de relajarme con estos pensamientos, un error que Voldemort no desaprovechó. Imprimió más fuerza a su hechizo y el guijarro comenzó a aproximarse rápidamente hacia mí. Tomé conciencia de ello tarde, como siempre. Mi varita temblaba desenfrenadamente en mi mano, ardía, iba a explotar en cualquier momento. Hermione gritó.
Lo siguiente que recuerdo es a Hermione a mí espalda, pegada a mí y tomando mis manos entre las suyas. No sé lo que hizo pero su poder se sumó al mío, o su cercanía incrementó mi propio poder. Sólo sé que de pronto mi rayo aumentó de intensidad, mi varita dejó de temblar al ser sostenida también por sus manos y el guijarro fue impulsado más allá de la mitad de la conexión. Ésta vez no perdí la concentración, el calor de Hermione me arropaba y supe que junto a ella nada tenía ya que temer. Tanto tiempo tratando de alejarla de los peligros para salvarla y se trataba de todo lo contrario, sólo unidos nos salvaríamos los dos. Menos mal que como en toda situación crítica Hermione supo imponer a su razón.
En medio de un duelo a muerte, pendiente de la vida de mi amor, lo único que vino a mi mente fue que ella no había respondido directamente a mi declaración. Vagamente, porque toda mi atención estaba volcada en el hechizo, recliné levemente la cabeza y apoyándola sobre su pecho, a la altura de su desenfrenado corazón, le lancé la pregunta que quemaba mis labios… "Hermione¿quieres ser mi esposa?". Su cuerpo dio un respingo, he de admitir que no era el momento de pedir la mano de una chica. "¡Estás loco!" –me gritó- pero su respuesta no me llegó a través de sus labios sino de sus manos. El rayo refulgió y la luz antes verde se tornó dorada, el guijarro cedió y chocó con la punta de la varita de Voldemort. Resistió, intentó contraatacar, pero no tuvo efecto. Poco a poco su varita se fue quemando y gritó aterradoramente. Nuestro rayo por fin impactó en sus manos, abrió los ojos y la varita cayó. Tras su grito desgarrador se hizo el silencio, la luz que parecía iluminar cual sol en plena noche se extinguió y el suelo tembló bajo nuestros pies. Voldemort cayó al suelo cual piedra pesada.
Manteníamos aún la varita entre las manos cuando un quejido de dolor brotó de los labios de Hermione. Me volví justo a tiempo de sostenerla entre mis brazos.
-¿Estas bien?
Ella me mostró sus manos, estaban totalmente quemadas. ¿Cómo pudo pasarle aquello, yo sostenía la varita, ella sólo rodeaba mis propias manos ilesas.
-¡Por Merlín!- exclamé- ¿cómo pudiste resistir en estas condiciones?
-No te preocupes Harry, esto no es nada, cicatrizará….
La abracé. La abracé como nunca antes había abrazado a nadie.
Continuara...
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Hola una vez mas muchas gracias por los reviews este es el penultimo capitulo, es quiere decir que ya solo queda uno, asi que solo les recomiendo que disfruten, que es muy lindo est fic.
Ivy91, bueno aqui lo tienes un nuevo capitulo disfrutalo en grande. Besos.
MarcyLB, pense en algun momento que no se entenderia la mescla del pasado con el presente, me alegra saber que no fue asi, Por cierto la historia es de Nigriv, no podemos restarle merito, se que a ella le encatara ver tus palabras. Muchos besos. A mi tambien me encanta la pareja, lastima que JK no opine lo mismo. Pero aun asi gracias.
