CAPITULO IV
-Mamá, ahora sí, ponme el velo. Ya arreglé mi maquillaje-le dije animada.
-Hija, cualquiera diría que hasta hace un momento estabas tan deprimida. ¡Y el día de tu boda! Esa poción debe de hacer milagros…
-No mamá, no los hace. Ésta ha sido una hora muy larga y triste pero ya ha pasado. No he podido borrar mis recuerdos pero ya Harry debe estar esperándome en el altar. Es hora de comenzar a pensar en la felicidad.
Con delicadeza y todo su cariño mamá afianzó el velo en mi pelo.
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
-¿Todavía aquí Potter?
-¡Draco¿no deberías estar abajo?
-Sí, esperando a un novio que por su retraso parece que se esté arrepintiendo.
-¿No dirás que Hermione ya bajó? No me lo perdonaría. Llego tarde, siempre llego tarde. ¿Qué nunca aprenderé?...
Una sonrisa apareció en la cara de Ron.
-Peinaté anda, no lograrás mucho pero dejaste tu pelo peor que nunca- me dijo.
-Párala Ron, ve a verla y retenla unos minutos.
-Déjalo Weasley. Ya me encargo.
Draco salió por la puerta tan rápido como había llegado.
-"Dejalo Weasley"- le remedó Ron- ¿Cómo admitiste ese padrino?
-Bueno, nuestra mejor opción se negó a ello ¿no? A ver qué recuerde cual fue su excusa…. Ah! Sí, porque es un fantasma. Además algo cambió aquel día, mucho de lo que se consiguió también fue gracias a Draco y Hermione puso mucho empeño en que fuera él. Sólo lo hice por complacerla.
Ron gruñó.
-Además no creo que la otra opción te hubiera gustado mucho más que ésta….ç
-¿Quién te propuso?
- Krum.
-¿Krum¡¿Pero que doxy le picó a Hermione!
-En fin, es otra de las razones porque las que preferí a Draco. Hubiera sido demasiado para mí soportar a los reporteros cada vez que él y yo nos enfrentáramos luchando por la snitch. Ya sabes más de una vez la hubieran comparado con Hermione y más siendo él el padrino de boda. Estoy seguro que nos hubiera dado muchos quebraderos de cabeza.
Pero vamos, deben de estar esperándonos.
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
-¿Se puede?
-¡Draco¿Qué haces aquí a estas horas¿Y Harry?
-Tarde, como siempre. Se supone que no debía decírtelo, que tenía que entretenerte un poco para darle tiempo, pero ya sabes, aún no lo soporto del todo. –Una medio mueca apareció en su cara.
-Draco…
-Te ves muy hermosa Hermione. ¿De verdad no reconsiderarías mi propuesta?- dijo con una sonrisa sincera.
-¡Draco¡Mi madre!
-Ehm, creo que mejor esperaré fuera.
Mamá salió de la habitación cerrando la puerta.
-Sabes Draco que te aprecio mucho, gracias a ti hoy tengo todo lo que siempre deseé y por ello te debo mucho. Pero en ese sentido sabes que no puedes competir con Harry.
-Ni en ese, ni en ninguno- dijo con voz algo triste.
Cuando desperté en la enfermería fue ella la que estaba a mi lado. Mandam Prince fue una de las que acabó bastante maltrecha en la batalla y entre Dumbledore y algunos de los alumnos más aventajados en pociones y herbologia se habían encargado de intentar recuperarnos a todos. Según me dijo Harry ella se negó a separarse de mí durante los días que estuve inconsciente.
He de reconocer que siempre lo envidié, pero no fue por su fama como pensaban la mayoría de mis compañeros. Yo, Draco Malfoy, podía tener a quién quisiera y cuando quisiera. Si siempre lo envidié fue porque impidió que consiguiera lo que más quería, porque desde que nos conocimos, ella siempre se decantó por él. Derrotado y despechado por primera vez en mi vida me limité a insultarla una y otra vez en lugar de tratar de conquistarla. Pero entonces yo aún era arrogante- bueno, mucho más de lo que sigo siendo- y una sangre sucia no era digna de un Malfoy. Cuando supe que ella era la heredera de Helga Hufflepuff todo el daño estaba causado.
Fue por ella que me negué a seguir los pasos de mi padre, por ella que me revelé ante él aquel verano, por ella que me uní a la Orden y a Dumbledore, por ella que casi muero en la batalla y por ella que el duelo con mi padre llegó a ser a muerte. Pero también fue por ella que puse todo mi empeño en sobrevivir, sólo para que al poco tiempo de volver en sí deseara haber muerto sin conocer la noticia de que se casaba.
Un día en la enfermería le conté la historia, el cómo y el porqué sabía tanto y desde cuanto tiempo atrás lo había sabido. Al llegar al final de la historia, recordando cuando me recogió de la puerta del hall tras el duelo con mi padre, de sus ojos vi brotar lágrimas, al escuchar de mis labios como yo mismo había renunciado a mis sentimientos empujándola a cumplir su destino en pos de Harry.
Todos los que conocíamos el secreto del poder de Potter juramos no revelarlo a ninguno de los dos. Sólo tendría efecto si, como antaño, Gryffindor y Hufflepuff se dieran cuentan de su amor. Hice lo único que pude y lo que creí mejor, perdí a la que hasta hoy he considerado mi verdadero amor, a la única mujer de todas entre las que busqué que sin nada más que su amistad llegó a tocar mi corazón. Pero aquel día gane a la amiga, a la única amiga que me acepta como soy.
Nunca se lo he dicho pero la última noche que pasé en la enfermería pude sentir como se acercó a mí cama a ver si dormía cuando una pesadilla me asaltó. Permaneció a mi lado tomando mi mano hasta que logró que me calmara. En medio de mi semi vigilia pronuncié su nombre. Ya clamado se retiró de mi lado, no sin antes dejar un leve beso sobre mis labios. Esa fue mi recompensa y nunca le revelaré que en ese momento estaba despierto.
-Draco¿No me ofreces el brazo¡Vaya padrino que me he buscado!
-Bueno, evidentemente sólo acepté por tu insistencia.
-Ya, ya. Tendréis que empezar a llevaros bien Draco. Te lo pido de corazón.
-Y es por ti que sólo lo hago- me dijo inclinándose ante mí con una reverencia. Venga, déjame bajarte el ¿velo? – es un invento muggle pero la hace realmente hermosa- Déjame ser el último que te mire a los ojos antes que lo haga Harry.
Una sonrisa velada de tristeza apareció en su cara por un breve instante. Entonces me tomó del brazo y me acompañó hasta el hall para entregarme a mí padre.
-Dale un poco de tiempo papá. Draco debe de llegar junto a Harry antes de que haga mi entrada.
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
Debería de ser yo quién estuviera al lado de Harry y no ese maldito Malfoy. Pero claro tal vez si yo estuviera ahí nuestro mundo sería distinto. Para mí lo es, pero básicamente ha cambiado muy poco, simplemente fui yo quién cambie "de estado".
Todos estábamos dispuestos a cualquier cosa aquel día y no me arrepiento, nunca lo haré, de haberme interpuesto entre ellos y aquel rayo. No sólo salvé la vida de mis amigos sino que ayudé a que terminaran con él.
Harry sabía desde años atrás que yo quería a Hermione y creo que por eso nunca antes le prestó atención como algo más que a una amiga. Pero a mí nadie me contó el gran secreto que se ocultaba entre ellos dos y no sé qué hubiera pasado si no llego a morir. Prefiero no pensarlo pero creo que ese era mi destino.
Draco en realidad se ha ganado el afecto de Mione y creo que el de Harry también, sólo que Malfoy es tan orgulloso que nunca reconocerá que Harry no tiene rival, y que ni siquiera el último de los Malfoy puede alcanzarlo. Sé que Harry le ha perdonado todas las maldades que les hizo de niños, pero Harry casia sus veinte años ha madurado, Malfoy aún no. Voy a divertirme bastante con sus tontas peleas hasta que Draco madure y acepte a Harry como debe ser.
Lo que no soporto es que mi hermana esté colada hasta los huesos por él, más incluso de lo que estuvo por Harry sospecho, porque ya no es un amor adolescente el que siente hacia Malfoy. Además al ser la primera dama de Hermione tiene la condición perfecta para estar todo el día ligada al padrino. Hoy esta más hermosa que nunca… Cómo ese depravado le ponga una mano más debajo de lo que debe bailando….
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
Al fin, ahí llegan, todos aquí esperándolo y él a saber dónde andaba. Llega corriendo, como tantas veces lo ví entrar en nuestra sala común tras una de su aventuras. Ron llega tras él, como siempre, a su espalda. Sintió que sus ojos se velaban con un asomo de lágrimas al recordar el sacrificio de su hermano.
¿Y Draco? Movió las manos nerviosa retorciéndolas sobre el adorno floral que portaban, tulipanes de rabo largo, una flor apreciada por Hermione.
Aquí llega, su paso rápido pero tranquilo, siempre guardando el tipo. Es un Malfoy, la elegancia y la rectitud de comportamiento ante todo. Se acerca a Harry y le habla, supongo que avisándole de la llegada inminente de Hermione. No se dan el típico abrazo entre novio y padrino, no, su gesto parece más íntimo aún. Tomando sus antebrazos con sus manos los dejan unidos paralelamente, en qué momento fue que adoptaron ese gesto nadie lo sabe. Se miran a los ojos y aunque sus caras se mantienen serias, sus ojos se sonríen. Unas de las pocas veces que los veo tan amigables. El amor lo puede todo y el que ellos sientes por Hermione ha logrado lo impensable, Harry y Draco unidos.
Debo retirar la vista de él, situada enfrente estoy tan embelesada mirándole que ni siquiera me he percatado que la madre de Hermione ya se ha situado a mí lado. La novia debe de estar llegando. Duele pensar que la quiera tanto. Sé que siempre será su amor, pero espero que algún día advierta que mi amor será para él tan bueno o mejor como hubiera sido el de ella. Ésta vez no me rendiré, no dejaré que se me escape como Harry.
Sin poder evitarlo unas imágenes acudieron a su mente….
Luna, Dean y yo llevábamos a los más pequeños hacia el cuarto de los requerimientos, el cual se había acordado acondicionar como una especie de refugio con extra de conjuros y protección para ellos. Allí estarían a salvo y lobby y Winki los atenderían.
Casi llegando a la séptima planta Mc Donald nos interrumpió el paso. Era una chica de cuarto de Slytherin de la que apenas sabía nada, sólo que se había negado a ayudar, lo cual la inclinaba más hacia el lado enemigo. Pero yo no soy de las que ataco sin razón. Me paré ante ella, ya era algo que no empuñara su varita.
-Pensaba que estarías en tu sala común, con tus compañeros.
- Yo….- bajó la cabeza avergonzada.
-¿Qué quieres Natali¿Qué buscas de los más pequeños?
-Nada Ginny, solo quiero…. Ayudar- musitó.
-¿Y porqué no te ofreciste antes?
-No podía Ginny, no delante de ellos. Pero yo no así, quiero ayudaros al menos en esto.
-¿Y porqué acudes a nosotros?
-Quiero quedarme con ellos, necesitarán a alguien que los cuide ¿no?
-Ya tenemos a dos elfos libres que los van a cuidar y defender. Gracias por tu ofrecimiento pero estarías mejor entre los tuyos.
-No puedo volver allí Ginny. Tenéis que saber lo que ocurre en nuestra sala, por eso también es que te busqué.
-¿De qué hablas?
-Draco, su vida corre peligro. La consigna entre los Slytherin es acabar con su vida y a ser posible con la de Potter. Habéis mandado a la víctima a vigilar a sus verdugos y yo… Yo no puedo participar en eso, ni mirar como hace el resto.
-Está bien Natali, solo por esto confiaré en ti pero te advierto, si haces algo contra los pequeños conocerás el poder de un elfo.
-Nada les pasará si está en mi mano Ginny, te lo prometo. Pero por favor, ve a ayudar a Draco…
Al dejarla con los niños me gritó "Dark Lord es la contraseña". Corriendo llegamos a las mazmorras. No sé como Luna descubrió la puerta de entrada a la Sala común pero gracias a la contraseña pudimos entrar. Una sala toda en verde y plata tremendamente fría se nos mostró. En nada más me fijé a pesar de ser seguramente una de las pocas Gryffindor que alguna vez la vieran.
Al fondo dos grupos separados, algunos a mí izquierda miraban desconcertados lo que ocurría al otro lado. Allí estaba Parkinson rodeada por otros cuantos y apuntando con su varita directamente al corazón de un Malfoy desarmado y atrapado entre los potentes brazos de Crabbe y Goile. La sala estaba muy ajada con claros signos de una cruda batalla. Draco ya tenía mal aspecto y el resto de nuestros compañeros del DA. Estaban por el suelo aparentemente inconscientes. Pansy ni se enteró de nuestra llegada, tan entusiasmada en torturar a Draco. Cuando oímos su Crucio los tres reaccionamos igual. Tres Expeliarmus impactaron sobre ella al mismo tiempo y cayó desmayada al suelo. No pudimos evitar los primeros efectos de la maldición sobre Draco, pero él la soportó sin ni siquiera un quejido en sus labios. Crabbe y Goile no tuvieron tiempo de empuñar sus varitas antes de que los petrificáramos. Al soltarlo, Malfoy se tambaleó, me adelanté para sostenerlo en mis brazos.
-No deberías estar aquí Weasley.
-¿Ah no¿Y qué hubiera pasado si no llegamos?...
-Sé cuidarme solo.
-Sí claro, acorralado y desarmado… Pero veo que ni siquiera una imperdonable es capaz de rebajar tu arrogancia Malfoy.
-Y mucho menos ante ningún Weasley. ¡No quiero tener que deberos nada!
-Y nada te pediré Malfoy ¡nunca!-
Una punzada de desprecio apuñaló mi corazón y deliberadamente lo dejé caer de entre mis brazos.
-Dean, Luna, deberíamos estar cubriendo el pasillo del séptimo. Vámonos aquí solo quedan serpientes venenosas.
Con una mirada de odio abandonamos la sala de Slytherin directos a nuestra misión.
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
-¿Hermione?
Silencio...
-¿Eres tú?
Alguien se movió incómoda en la silla. Aún estaba demasiado débil a pesar de ser mi tercer día en cama tras recuperar la conciencia al cuarto de la batalla.
-¿Por qué no me contestas?
-No soy Hermione- dijo su voz.
-Uhmm Weasley- recuerdo que dije con un desprecio que no pretendí ¿Cuándo aprendería a controlar ciertas ideas erróneas inculcadas en mi educación?
-Mira Malfoy, no estoy aquí por mi gusto sino porque Hermione me lo pidió, así que no abuses de tu suerte porque en cualquier momento me voy.
Con todo el esfuerzo del que fui capaz traté de erguirme sobre los almohadones para con la excusa de tratar de alcanzar un vaso de agua verle la cara, pero estaba tan desvalido aún que ni eso conseguí. Me desplomé de lado sobre la cama. Ginny se acercó a mí con mucho tacto, más del que realmente me merecía viniendo de ella, me reposó de nuevo sobre la cama y me ayudó a acomodarme. Mientras colocaba mis almohadones sentí el olor fresco de su pelo y una especie de calidez me embargó. Cerré los ojos y reposé mi cara en su hombro. No se quejó, ni se retiró. Cuando me dejó recostado antes de que se alejara tomé su brazo.
-Perdona- le susurré mirándole a los ojos. Aunque sorprendida no dejó de replicarme.
-¿Te burlas?
-No, lo dije de veras.
-¿Un Malfoy pidiendo perdón?
-También un Malfoy se equivoca.
-Bueno, eso es más de lo que esperaba de ti, aunque no tengas la mejor actitud en ello.
-No se hizo Hogwarts en un día, pero tal vez si me das una oportunidad pueda llegar a "tolerar" al menos a uno de los Weasley- le dije con voz esperanzada
Nunca reconocería que casi le debía la vida, pero eso unido al hecho de que pasara junto a mí tanto tiempo cuando aún debía pesarle la muerte de su hermano hizo que la viera de otro modo.
Creo que después de Hermione es la única que me acepta tal como soy. Pero también tiene ese endiablado carácter Weasley que nadie aún ha sofocado. Somos como una bomba muggle cada vez que nos acercamos y sin embargo míranos… Hoy somos el padrino y la primera dama de la boda más sonada del mundo mágico.
Me muero de ganas de tenerla entre mis brazos en el primer baile… ¡Por Merlín¿De dónde fue que salió ese pensamiento?
Una leve música ha comenzado a sonar. Ahí viene mi amada. La veo acercarse lentamente del brazo de su padre, en la distancia se ve tan bella. Viene oculta tras un velo, no lo esperaba. Llegando a mí le sonrío. Estoy tentado a echar una mirada en sus pensamientos, me gustaría ver que pasa ahora mismo por ellos. La miro a los ojos y me contengo. Sabe que casi lo intento pero que nunca antes lo hice y aunque en estos momentos probablemente lo desee más que nunca, tampoco lo haré.
Tomo su mano y la acerco a este improvisado altar. Dumbledore nos mira sonriente.
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
Suspiro. Ha llegado el momento. Enfilo por el pasillo del velador. A lo lejos Harry parece nervioso, está muy guapo con esa túnica en verde, siempre le quedó estupendo ese tono a juego con sus ojos. Me mira sorprendido, puedo verlo en sus ojos.
Quiero disfrutar de todo estos momentos. Miro a su lado, a Draco, puedo distinguir en su cara una expresión inesperada. No hay tristeza como supuse sino….
Dirijo mi vista allí a dónde él tiene la suya posada. Veo a Ginny, está muy guapa. Sus miradas están conectadas. En ese momento tengo la certeza de que no pasará mucho tiempo antes que celebremos otra boda.
Sin darme cuenta de ello siento que papá traspasa mi brazo de manos. Estaban tan atenta que casi no me doy cuenta que había llegado. Cuando Harry toma mi mano giró la cabeza y le miro sonriendo.
Por un momento pensé que me estaba sondeando, pero sé que no haría eso sin motivo, no conmigo. Me detengo un momento disfrutando su mirada.
Todos callan, se que nos miran, anhelan que la ceremonia comienza. Ninguno más que Harry y yo. Pero yo no tengo prisa. Estoy perdida en esa mirada iluminada que Harry solo tiene para mí y solo cuando su amor se muestra más potente. Aún no ha levantado mi velo para con un beso sellar nuestra unión y ya me mira así. Sonrío totalmente enamorada.
Hoy comienza una nueva vida para mí. Una vida largamente esperada. Dumbledore nos sonríe.
-"Bienvenidos, bienvenidos a Hogwarts"…
FIN
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
Muchisimas a gracias a todos los que sigueiron este fic, principalmente a Nigriv la autoria de este fic,. espero que el final sea de su agrado.
just-my-soul: Gracias por tu reviews, y no te preocupes no es ninun tema tabu, mi hermana si estaba casada, este fic es un regalo de la autora por el dia de su boda, y fue entregado ese mismo dia. ¿por que la pregunta?.
Espero sus reviews y muchas gracias.
