Lo primero es lo primero: siento mucho el retraso! A pesar de que me han dicho por estos lados de que no me demore tanto como yo digo, yo sé que me atrase más de lo acostumbrado así que realmente lo siento por eso...
También quisiera agradecer a todos aquellos que me mandaron un review, no saben lo mucho que me alegran - un gran saludo a todos quienes leen esta historia, en especial a: Silvergun, Kitsuni Kaori, Alejandra, Sango2005, Angel Nemesis, sesskag4ever, Monica y a Lizzstar. Muchas gracias por dejar su opinión.
Y ahora el capítulo...
Este finc pertenece por derecho y creación a RavensFirefly. Yo solo actúo como traductora de este, por el gran gusto que le tengo a esta inusual pareja y lo bueno y divertido que es este fanfiction; espero que les guste.
Kagami to Ai
Capítulo Siete
Kirara parpadeó un par de veces, mirando fijamente y curiosa a los dos guerreros con sus rojos ojos. Cuando había partido tras su dueña e Inuyasha, no había esperado encontrarse con.. eso!
Sango no pudo evitar sino reírse al devolverle la mirada a su mascota, "Es solo Kirara."
Inuyasha miro de vuelta a Sango, antes de dirigir su mirada a Kirara, "Kirara..." El tosió un par de veces de manera avergonzada, y nuevamente miró a Sango, "Siempre tiene que seguirte a todos lados?"
"Bueno, por la manera en que actuaste, pienso que solo estaba preocupada, Inuyasha." Le contestó, riéndose una vez más.
"Hnnn..." El hanyou paso su mano contra sus ojos, tratando de quitarse de encima la sorpresa de haber visto a Kirara. Claramente, estaba avergonzado, y temía pensar de cuanto más avergonzado estaría si hubiese sido Kagome o Miroku... "Y dices que Miroku se preocupa demasiado..."
Las orejas de Kirara se movieron suavemente al sentarse, viéndose como si fuera culpable de haber cometido un horrible crimen, "Mew..." Maulló calladamente, dirigiendo la vista al suelo.
Inuyasha curioso alzó una ceja, mirado a Kirara, "Que le pasa, Sango?"
La taijiya sonrió, poniendo una mano en su hombro, "Creo que heriste sus sentimientos. Pero..." Su sonrisa se desvaneció lentamente, deslizando sus dedos por su espalda, "Deberíamos regresar con Kagome-chan y Houshi-sama... Kagome-chan no alcanzó a terminar de curar tus heridas, pienso que deberías dejarla terminar..."
Mirando por sobre su hombro y dirigió su vista hacia ella y asintió cortamente, "Si tu lo dices." Dijo calladamente. Luego mirando hacia abajo, continuó lentamente, "Pero... podrías terminar tú por ella?"
"Yo?" Sango preguntó, parpadeando un par de veces, "Digo, claro que puedo. Si es eso lo que realmente quieres, Inuyasha." Agregó rápidamente.
Él asintió nuevamente, dándole una pequeña sonrisa, "Gracias."
Ella sonrió y asintió levemente también, antes de volver la mirada hacia donde su felina compañera seguía sentada, "Creo que debemos dejarle saber a Kirara que no estamos molestos con ella."
El hanyou se burló, "Keh, debería saber que no estamos molestos. Pero, en primer lugar ella tampoco debería andar espiando."
Kirara miró hacia arriba, aún con sus orejas hacia abajo, y lentamente caminó hacia los dos. "Mew." Maulló ella suavemente, antes de frotarse contra la pierna de Inuyasha y mirar hacia arriba a su cara.
Nuevamente Inuyasha alzó una ceja ante las acciones de Kirara, "Sango? Que... está haciendo?"
La taijiya hizo su mejor esfuerzo por no volver a reír mientras se agachaba y tomaba en brazos a la gatita, "Que crees que está haciendo? Te está dejando saber que lo siente. Ne, Kirara?"
La gata-demonio maulló y miró hacia Inuyasha, antes de escabullirse de los brazos de su dueña y a cambio de eso sentarse en su hombro. Allí, maulló nuevamente y lamió la mejilla de Sango.
"Ya, ya, Kirara. Está bien, no estamos enojados." Sango sonrió y miró a Inuyasha de nuevo, "No es así?"
"Si, si, lo que digas." Le contestó. Luego, dirigiéndose de vuelta hacia donde los demás se encontraban, continuó, "Démonos prisa entonces. No quiero que todos vengan para acá."
Ella asintió y caminó a su lado, antes de abrazar su brazo con el suyo, "Sabes, no tienes que actuar tan rudo todo el tiempo."
Él la miró, antes de dirigir la vista hacia un lado, "Que quieres decir con 'actuar' Yo no actúo."
"Ah... lo siento." Dijo ella, sonriendo. Aún cuando él no le estaba dando la cara, ella podía detectar el ligero rubor en su cara, "No quise decir nada con eso... Inu-chan." Agregó, solo para ver cuál sería su respuesta.
El hanyou se tropezó, y probablemente se hubiese caído si el brazo de Sango no hubiese estado alrededor del suyo. Él la miró, con una expresión de total sorpresa y con un rojo oscuro cubriendo su rostro. Luego, abruptamente miró hacia un lado nuevamente, "K-keh... espero que no empieces a llamarme así todo el tiempo."
"No lo haré." Contestó ella simplemente, mirando hacia el frente, "Solo quería ver como reaccionarías."
El finalmente miró hacia el frente también, eligiendo permanecer en silencio, Aunque, no pasó mucho tiempo antes de que le ganara la curiosidad, "...Y? Como reaccione?"
"Me imaginé que lo pasarías de largo más fácil de cómo lo hiciste. Pero..." Lo miró directo a la cara antes de agregar, "Te ves muy lindo cuando te sonrojas." Terminó ella, sonrojándose un poco también.
"Si... tu lo dices." Fue su única respuesta. No estaba acostumbrado a recibir elogios, o dándolos por el caso. Así que, se sintió de alguna manera aliviado cuando Sango dejó aquello.
-De vuelta con los otros-
Kagome caminaba de un lado a otro en frente de Miroku, "Que es lo que pasa con Inuyasha últimamente? Él y Sango-chan ambos han estado actuando extraño últimamente." Se detuvo por un momento, mirando en dirección en que Inuyasha y Sango se habían ido, "Quizás hay algo..." La miko agitó su cabeza furiosamente, "No! No, no lo hay! El estrés por todo lo que hemos pasado a sido duro... Pero, eso no quiere decir que Inuyasha pueda actuar así!"
"Kagome-sama, estoy seguro de que todo será explicado lo antes posible." Dijo Miroku, tratando de calmar a Kagome, aunque él mismo se encontraba aún un tanto nervioso por su experiencia con el temperamental hanyou.
"Aún si nos dice el porqué de sus acciones, no tiene derecho a tratarlo de esa manera, Miroku-sama." Le contestó, sentándose al lado del monje cruzando sus brazos, "En cuanto lleguen de vuelta, será 'Inuyasha, osuwari'!"
"Guah!"
"Inuyasha!"
Ambos, Miroku y Kagome miraron con sorpresa a sus dos compañeros. Inuyasha estaba, por supuesto, estampado cara contra el suelo. Y, Sango estaba arrodillada a su lado, asegurándose de que el 'sentado' que había recibido, no le había reabierto ninguna de sus anteriores heridas. El hanyou por poco la había llevado al suelo con él, pero, afortunadamente, había quitado su brazo del de él unos pocos segundos antes de que ocurriera.
"Que diablos fue lo que hice!" Preguntó Inuyasha, irritado.
Kagome se rió de manera nerviosa, "Inuyasha, lo siento, no sabía que tu estabasmou, espera un minuto! Tu sabes lo que hiciste. Tienes que disculparte con Miroku-sama!"
"Keh!" Contestó Inuyasha, sentándose esta vez por si mismo, "No me voy a disculpar con nadie."
"Es lo menos que puedes hacer después de haberlo tratado de esa manera!" Dijo Kagome.
Inuyasha frunció el entrecejo, separando su atención de Kagome, y dirigiéndola hacia Miroku, "Bueno pues él debería aprender a mantener sus manos guardadas."
"Te lo aseguro, Inuyasha, que no ocurrirá nuevamente." Contestó Miroku firmemente, mirando a Inuyasha de cerca.
El hanyou estudió la cara de Miroku por un momento, "Mas te vale que no." Dijo con un gruñido muy bajo acentuando su punto.
"Inuyasha..." Comenzó suavemente Sango poniendo su mano en su hombro gentilmente."No hay ninguna necesidad de comenzar nada de nuevo, de acuerdo?"
Ante su toque, su gruñido se detuvo, aunque mantuvo su vista en el monje. Al terminar ella de hablar, el la miró y asintió levemente.
La taijiya le ofreció una pequeña sonrisa, luego miró a Kagome, "Kagome-chan, podrías darme algunos de esos vendajes? Temo que Inuyasha se fue antes de que pudieras terminar de ponérselos."
Kagome observó a los dos por un momento, dudando. Cómo podían cambiar el tema tan fácilmente? Y que es lo que había sucedido cuando ambos se fueron? Sin embargo, cuando ella le dio a Miroku una mirada interrogativa, él solo asintió, así que empezó a buscar en su mochila más vendas, "Yo terminaré de ponérselas."
"Kagome-chan"
"Quiero que sea Sango quien lo haga." Dijo directamente Inuyasha, antes de que Sango tuviese la oportunidad de terminar lo que quería decir.
Sango miró a Inuyasha con leve sorpresa. Ella no había esperado que fuese tan... franco sobre eso, pero al mismo tiempo, la hizo sentir feliz, en cierto modo.
Kagome miró al hanyou también, solo que ella tenía herida mirada escrita en su cara. Ella era siempre la que se encargaba de las heridas de Inuyasha. Bueno... excepto por aquellas veces en que se enojaba con él por ver a Kikyou; entonces era Miroku quien lo hacía. Pero ahora Sango? La miko se volteó hacia su mochila y movió hacia un lado unas cuantas cosas, tratando de alcanzar los vendajes como al mismo tiempo intentaba de controlar los sentimientos que estaban aumentando en su interior, "Dije que yo lo terminaría."
"Y yo dije que quería que Sango lo hiciera." Contestó firmemente Inuyasha, haciendo su mejor esfuerzo por controlar su temperamento. La mano de Sango sobre su hombro era la única cosa que lo detenía de saltar y agarrar él mismo los vendajes de la mochila de Kagome.
La mano de Kagome se cerró alrededor del pequeño rollo de vendas, aunque mantuvo su vista en la mochila, "Por qué?"
Él tomo una bocanada de aire, realmente ella no estaba facilitando las cosas... "Solo porque sí. Ahora vas a dejarnos tomar las vendas, o vamos a tener que ir todo el camino de vuelta hasta donde se encuentra la anciana Kaede?"
La miko agitó su cabeza, y le entregó las vendas a Sango, aunque no dirigió su vista a su amiga, "Toma."
Sango las tomó y miró a Kagome, "Gracias, Kagome-chan."
Kagome se puso de pie silenciosamente, aún sin mirara a Inuyasha o a Sango, "Estaré por allá si alguien me necesita." Dijo calladamente, antes de caminar un poco de distancia separada del grupo y volviéndose a sentar. Aunque ella se encontraba segura al estar a la vista de los demás.
Sango miró a los vendajes en sus manos y suspiró calladamente, antes de comenzar a cubrir las heridas en la espalda de Inuyasha que Kagome había dejado pasar antes.
"Va a estar bien, Sango." Dijo Inuyasha, notando el dejo de tristeza en su suspiro, "No te preocupes."
La taijiya asintió lentamente, "Lo sé..." La última cosa que ella quería hacer, era herir a su mejor amiga, pero parecía que eso ya había pasado...
"Tal vez deberías ir a hablar con Kagome-sama, Inuyasha." Sugirió Miroku, mirando hacia donde Kagome se encontraba, y luego a Inuyasha.
Inuyasha frunció el entrecejo, "No cuando ella está en uno de esos ánimos. No podría alcanzar a decir ni una palabra antes de que ella me 'sentara'."
El monje volvió la mirada hacia Sango en continuación, "Que tal tú, Sango?"
Sango agitó su cabeza, aunque sus ojos aún permanecían enfocados en su trabajo, "Probablemente soy la última persona a quien ella quiera ver en este momento, Houshi-sama."
Miroku pensó por un momento, luego se puso de pie, "En ese caso, supongo que yo debería darle un intento." Con eso, se dirigió hacia donde Kagome se encontraba.
Sango suspiró una vez más, y terminó de atender las heridas de Inuyasha, "Nos odian." Dijo calladamente, apoyando su cabeza en la parte de atrás del hombro de Inuyasha, "Y ni siquiera saben todo lo que está ocurriendo..."
"Va a estar bien, Sango." Contestó el hanyou tranquilamente, "Ellos no nos odian. Creo que solo asusté a Miroku. Y Kagome solo está molesta porque..."
"Porque te ama." Dijo, terminando la oración que el había comenzado, "Y ella piensa que tu le correspondes también."
Él asintió un poco, "Lo se."
"Inuyasha?" Preguntó lentamente la taijiya, casi con indecisión, "Tú amas a Kagome-chan?"
"Qué?" Preguntó él, claramente sorprendido, intentando mirarla. Pero, dada la manera que ella estaba apoyada contra él, no podía realmente verla, "Sango, que clase de pregunta es esa?"
"No lo se..." Contestó calladamente, su voz temblando un poco.
Inuyasha se mantuvo en silencio por un momento, y luego, "No, Sango, no la amo." Miró hacia el frente, comenzó a hablar nuevamente, esta vez bajando la voz para que nadie pudiese oírlo, "Hubo... un tiempo, en que pensé que podría. Pero mientras el tiempo pasaba, me di cuenta de que cada vez que miraba a Kagome, era como ver a Kikyou de nuevo. A causa de eso, nunca pude realmente... interesarme por ella. Considero a Kagome una amigauna amiga cercana, pero solo una amiga."
Sango asintió ligeramente, "Lo siento, Inuyasha, no quise cuestionarte... solo estaba..." Agitó su cabeza, "Lo lamento... pero... a quien ves cuando me miras?"
"Huh?" Nuevamente, su pregunta lo sorprendió, y de nuevo, se mantuvo en silencio por un momento. Su voz permaneció en el mismo tono bajo, y finalmente contestó, "Veo... a una fantástica luchadora; a una persona que puede mirar sin miedo alguno a cualquier ser humano, demonio, o mitad bestia a los ojos y no retroceder... Veo a alguien que no se detendría ante nada por proteger y ayudar a las personas cercanas a ella..." Volvió a bajar su voz, esta vez a un susurro, "Veo a alguien que, a pesar de tener cicatrices emocionales como también sicológicas, aún puede verse... hermosa." Se detuvo por un momento. Su cara se sentía calurosa, y él sabía que se estaba sonrojando, y estaba contento de que Sango estuviera tras él, así que no podía verlo, "Te veo a ti... Sango."
"Inuyasha..." Dijo calladamente, sintinedo que el sonrojo aumentaba en su rostro nuevamente. Y, tras eso, parecía no poder articular palabra alguna. Así, en lugar de eso, envolvió sus brazos alrededor de él; dándole un abrazo por la espalda.
El solo sonrió, y dejó unas de sus manos descansar sobre una de ella.
Fin Cap.7Awww no les parece un final tiernísimo? - De acuerdo por ahora eso es todo, espero no demorarme tanto en el próximo... -.- Les agradecería mucho que dejaran su opinión ya que eso levanta mucho los ánimos de esta humilde servidora. Nos vemos en el próximo capítulo!
