Lamento mucho la demora, pero ha sido un mes bastante movido con tantas pruebas y trabajos en el colegio, por lo que agradezco mucho su paciencia y por supuesto todos sus reviews.

Afroditacoral, Angel Nemesis, Alejandra, LizzStar, Sango-chan, shinka, Catalunya, Saya Asakura.

Y Ezequielhl: yo no podría haberlo dicho mejor, muchas gracias.

Hay una parte en el fin en que aparece un signo así (/), esto quiere decir que lo que se menciona tiene una estricta relación con algún acontecimiento de la segunda película de Inuyasha, (recuerdo que este finc esta situado en acontecimientos que ocurren tras el fin de esta película).

Este finc pertenece por derecho y creación a RavensFirefly. Yo solo actúo como traductora de este, por el gran gusto que le tengo a esta inusual pareja y lo bueno y divertido que es este fanfiction; espero que les guste.

Kagami to Ai

Capítulo Ocho

Le había tomado un buen tiempo; veinte o más minutos, para ser exactos, pero Miroku finalmente había convencido a Kagome de regresar junto a los otros. Con un pesado suspiro, Kagome se puso de pie y siguió al monje de regreso.

Shippou se había quedado dormido, enroscado junto a la mochila de la chica. Y es que, después de ser casi comido por un hambriento demonio-halcón, el kitsune merecía una siesta. Pero, el no era el único que se había quedado dormido. Nop, Sango también se encontraba soñando; con sus brazos aún envueltos alrededor de la cintura de Inuyasha, y su cabeza aún recargada en la parte de atrás de su hombro. Kagome se sintió como si quisiera gritar cuando los vio. De hecho, abrió su boca para hacerlo, cuando Inuyasha miró hacia arriba.

"No lo hagas." Fue la única cosa que el hanyou dijo. No había sido una petición, o una solicitud; había sido una declaración. Y, pese a que había sido una sola palabra, su expresión, tono de voz, y la mirada en sus ojos le dijo a Kagome todo lo que necesitaba saber.

La vista de Kagome se volvió borrosa.Quería llorar; no porque él había elegido a alguien más que a ella... no porque le había dicho una cosa hiriente o indiferente... sinoporque se dio cuenta de algo... Se dio cuenta de que él nunca la había visto de esa manera. Cuando fuera que habían estado juntos y alguien se topaba enfrente de ellos, él se avergonzaba; desparramaba todo tipo deexcusas ylo negabaun sin fin de veces. Pero aquí estaba ella, topándose enfrente de Inuyasha y Sango juntos, e Inuyasha no se encontraba ni lo más mínimo de avergonzado. Si él, alguien quien nunca hablaba sobre sus sentimientos, actuaba como si Sango solo estuviese sentada junto a él en lugar de queesta se encontraba recargada en élasí como tambiénabrazándolo,significaba acasoeso que él se interesabatantoasí por ella? Estaba tan a gusto con Sango que no importaba quien los viera?

La colegiala asintió lentamente, unas cuantas lagrimas cayeron por sus mejillas, "De acuerdo... Inuyasha." Dijo calladamente, y algo temblorosa. Ella aún se interesaba por Inuyasha, nada cambiaría eso, pero si esto era lo que él quería... Restregando sus ojos en un intento de dejar de llorar, se volteó y se sentó junto a su mochila, cerca de donde Shippou estaba durmiendo. Sin otra palabra, sacó un libro de su bolso y lo abrió, aunque era evidente que ninguna de las palabras queleería lograrían quedarse en su cabeza.

Inuyasha asintió silenciosamente en agradecimiento, y no paso mucho antes de que el grupo quedara en silencio. Era extraño, se dio cuenta Inuyasha... él había pensado que se avergonzaría cuando Kagome y Miroku vieran la manera en que él y Sango estaban sentados. Con la manera en que se había sentido cuando Kirara los había visto, estaba seguro él estaría más avergonzado si sus dos compañeros los hubiesen visto. Pero, sorprendentemente, cuando él había los había visto observándolo, no le preocupo. No importaba lo que ellos pensaban. No importaba lo que hicieran. Todo lo que importaba era que el se encontraba en donde pertenecía. Y, por el momento, el se sentía que pertenecía allí, con Sango. El hanyou no estaba muy seguro del porque Kirara viéndolos le había causado mayor incomodidad, que cuando Kagome y Miroku los vieron. La única explicación razonable en la que él podía pensar, era porque el no estaba seguro en como Kirara reaccionaría. Él tenía una muy buena idea en como Kagome reaccionaría cuando se enterara; podía suponerlo por comoactuaba cada vez que Kikyou estaba involucrada en algo. Y Miroku... Inuyasha no estaba totalmente seguro en como él respondería, pero sabía que el monje no haría nada muy drástico. Shippou... el kitsune era muy joven como para entender este tipo de cosas.

Pero Kirara... nadie era más cercano a Sango como ella. Así que, en cierto modo, Inuyasha casi había temido que la gata-demonio de alguna manera... desaprobara que él estuviera con su dueña. Pero, no se había dado cuenta hasta hace solo unos momentos antes, que Kirara había estado juntándolos desde el principio. Ella había estado molestándolo aquella mañana cuando ambos habían comenzado a discutir. Ella había conseguido que Sango volviera a salir para que pudieran hablar aquel mismo día. La gata-demonio hasta habría idolo maslejos como fuera posible para que los demás no pudieran seguirlos aquella vez que él había ido tras Sango cuando salió corriendo, adentrándose en la lluvia. Inuyasha sonrió a si mismo, no, él no tenía que preocuparse más por Kirara.

Kagome suspiro tras unos pocos minutos, y volvió a ubicar el libro en su mochila; no había ningún caso en tratar de leer ahora. Miró hacia donde estaba Shippou, luego repentinamente subió su mirada, "Shikon... hay un fragmento de la Shikon no Tama dirigiéndose hacia acá"

Inuyasha frunció el entrecejo y gruño levemente, "No te emociones tanto..." Murmuró, mirando hacia un lado por un momento.Haciendo desaperecersu gruñido, sacudió suavemente el brazo de Sango, "Sango, Sango, despiértate."

La taijiya salió de su sueño, acurrucando el lado de su cara contra la espalda de Inuyasha antes de tomar un gran respiro y abrir sus ojos, " Me... quede dormida?"

Inuyasha sonrió y asintió, "Por un momento." CuandoSango yase había levantado y puesto de pie, él tomó su abrigo de las ratas de fuego y se lo puso nuevamente poniendosé el también de pie, "Kagome siente un fragmento de la perla... Pero no habrá ninguna pelea."

Kagome dirigió su vista a Inuyasha enseñal deconfusión. Por el modo en que estaba hablando, parecía que era...

Justo entonces, un torbellino se alcanzo a divisar. Y solo un par de segundos después, entró en el área, deteniéndose junto a Kagome.

"Kouga-kun!" Dijo Kagome, siendo confirmadas sus sospechas, "Qué estás haciendo por aquí?"

Kouga sonrió con todo su encanto, "Rumores de que Naraku había fingido su muerte(/) llegaron a nuestro territorio, tenía que asegurarme que mi mujer se encontraba bien." Él tomó sus manos en la suyas y se inclinó acercándose a ella antes de agregar "Así que, Kagome, te encuentras bien?"

Kagome se rió levemente y se sonrojó, olvidando sobre sus problemas con Inuyasha por el momento, "Estoy bien, Kouga-kun."

"Es bueno escuchar eso." Dijo Kouga, usando otras de sus sonrisas.Pero estase fue apagando de a poco, dirigiendo sus azules ojos en forma sospechosa hacia Inuyasha. Usualmente el hanyou estaría alejándolo, diciéndole que se mantuviera lejos de Kagome, y todo eso. Pero ahora, en lugar de estar parado enfrente de Kagome de manera defensiva, Inuyasha estaba parado de manera defensiva frente a... la exterminadora? No que Kouga se estuviera quejando, o nada... "Oye, cara de perro, te ves extrañamente callado. Finalmente te diste cuenta que Kagome esta mejor conmigo, en lugar que con un perro como tú?"

Inuyasha frunció el entrecejo, "Keh! Nadie va a estar mejor contigo, lobo rabioso" Ahora porque nome entregas los fragmentos de tus piernas, para que no tenga que cortartelas y obtenerlas por mi cuenta."

Sango agitó su cabeza un poco, "Inuyasha, pensé que habías dicho que no iba a haber una pelea."

"No tiene porque haber una, si Kouga decide dármelos libremente por su cuenta." Inuyasha contestó, sonriéndole con arrogancia al lobo.

Kouga hizo lo mismo y levanto sus hombros, "Lo lamento, cara de perro, no tengo tiempo para juegos. Tengo que.."

"Kooouugaaaa!"

"Espéranos!"

Las voces de Ginta y Hakkaku se hicieron oír, y un momento después, los dos lobos se hicieron ver; tropezándose y jadeando.

Kouga volvió su vista para ver a los dos, "Ginta, Hakkaku, que lesdemoró tanto?"

Los dos pararon, cada uno agachándose un poco y apoyando sus manos en sus piernas, "Kou... ga... no todos... tenemos fragmentos de Shikon." Dijo Hakkaku, intentando recuperar su aliento.

"Bueno, vamos, tenemos que localizar a Naraku." Dijo el príncipe lobo, volteándose para partir nuevamente.

"Espera, Kouga-kun." Dijo Kagome, poniendo una mano en su brazo, "No sería mejor si te quedas con nosotros?" Le preguntó, causando que todos los demás la miraran con sorpresa, "Nosotros estamos buscando a Naraku, y si buscaramos juntos, sería más fácil hallarlo. Además, sería mas seguro para ti viajar con nosotros, ne?"

Kouga sonrió, y una vez más tomó las manos de Kagome con las suyas, "Es bueno saber que te preocupas por mi, Kagome. Pero puedo prometerte, nada me va a pasar. Nosotros seguiremos buscando a Naraku por nuestra cuenta."

Ginta y Hakkaku dejaron salir un suspiro colectivo, cada uno queriendo poder descansar en lugar de ir tras Kouga. Pero, el era el líder de la tribu, si él quería que corrieran, ellos correrían... "Kouga, no podríamos quedarnos con ellos por lo menos un día?" Preguntó Ginta.

"Como Kagome dijo, no tendríamos una ventaja si lo buscamos todos juntos?" Agregó Hakkaku.

Kouga soltó las manos de Kagome y se volteó hacia los otros lobos, "No sean estúpidos. No dejaré que Inuyasha se lleve toda la gloria de haber derrotado a Naraku. Naraku fue quien hizo que toda la tribu fuera asesinada, así que él que mate a Naraku seré yo" Se volteó hacia Kagome una vez más, dándole a Kagome un breve despido con su mano, "Nos vemos Kagome. Cuida bien de mi mujer, Inuyasha, no te perdonaré si algo llega a pasarle." Y con eso, desapareció en un torbellino y se fue.

Hakkaku y Ginta suspiraron exasperadamente y comenzaron a correr tras su líder.

"Kouga!"

"No nos dejes atrás!"

Shippou parpadeó curiosamente, las voces de los lobos lo habían despertado, "Qué fue todo eso?"

Kagome sacudió levemente su cabeza, mirando las lejanas figuras de Kouga, Ginta y Hakkaku, "Kouga-kun estaba asegurándose que estuviéramos bien de nuevo."

"Querrás decir, asegurándose de que tu te encontraras bien?" Preguntó Shippou, mirando a la miko.

Ella suspiró, dándole un corto asentimiento, "Supongo que se podría decir eso, Shippou-chan.Aunque siempre está volviendo esto una competencia con Inuyasha. Sería mejor si todos nosotros trabajáramos juntos para derrotar a Naraku..."

"Hubiese sido mejor si nos hubiera entregado esos fragmentos en sus piernas." Murmuró Inuyasha, girando sus ojos.

Shippou miró de Kagome, a Inuyasha y saltó, "Inuyasha, porqué no defendiste a Kagome? Tu sabes que Kouga pudo habérsela llevado como lo hizo la primera vez que lo conocimos!"

El hanyou frunció el entrecejo, dándole deseos de golpear al kitsune en la cabeza unas cuantas veces, "Shippou... No necesito defender a Kagome."

"Por qué no!" Contestó Shippou, apuntando a Inuyasha acusadoramente, "Si no lo haces, entonces.."

El autocontrol de Inuyasha no duró tanto, y paró abruptamente lo que Shippou estaba diciendo, "Eres muy joven como para entender!" Dijo, golpeándolo.

"Waaaa! Kagome!" Gritó el kitsune, saltando a los brazos de Kagome.

"Inuyasha!" Le regañó Kagome, tratando de calmar a Shippou, "No tienes que ser tan violento con Shippou-chan!"

"Keh!" Inuyasha cruzó sus brazos, mirando hacia un lado, "Lo que necesita esmeterse en sus propios asuntos!"

Shippou limpiándose los ojos, y mirando a Kagomele dijo, " Kagome... tu no te vas a ir con Kouga ahora, verdad?"

Kagome se rió y abrazó al pequeño, "No, por supuesto que no, Shippou-chan. Mi lugar esta aquí, reuniendo los fragmentos de la Shikon no Tama con todos ustedes. Nada cambiará eso." Dejó que Shippou saltará de regreso al suelo, y miró a Sango e Inuyasha, Dándoles una pequeña, casi en signo de disculpa, sonrisa, "Nada en lo absoluto."Pese aquea ella aún le faltara por poder superar por completo sus sentimientos por Inuyasha, sabía que debería, por lo menos, estar feliz por sus amigos.

Sango sonrió; contenta de ver que Kagome no estaba tan molesta con ella. Luego miró a Inuyasha, quien meramente asintió en reconocimiento a Kagome, "Inuyasha, habrías reclamado tanto al hecho de que Kouga se quedara con nosotros?" Le preguntó, solo curiosa de saber lo que diría.

Inuyasha resopló, arrugando su nariz ante la idea, "Keh! Por supuesto que sí! Nunca habría dejado que ese lobo rabioso estuviese en ningún lado cerca de nosotros."

"Aunque sería un gran aliado." Contestó la taijiya.

"Ese lobo arrogante siempre pelea por su cuenta, solo haría que todos resultáramos muertos!" Dijo Inuyasha.

Shippou sonrió de manera traviesa, "Suena como alguien mas a quien conocemos..."

Inuyasha mandó una mirada de furia en dirección del kitsune, "Que se supone que significa eso!"

Shippou se encogió de hombros de forma inocente, "Bueno, que tu llames a Kouga arrogante... es algo gracioso."

"Que quieres decir!" Le preguntó el hanyou, sonando más que un poco molesto.

Los dos continuaron su discusión de ida y vuelta, hasta que Inuyasha amenazó al kitsune, causando que Shippou regresara a la seguridad de los brazos de Kagome.

Kagome suspiró y agitó su cabeza mientras que Shippou continuaba diciéndole insultos a Inuyasha, sabiendo bastante bien que Inuyasha no podía hacerle nada ya que se encontraba en los brazos de ella, "Shippou-chan, se amable. Inuyasha, tu también." Dijo ella, sonriendo un poco. Aunque algunas cosas habían cambiado, era reconfortante ver que la mayoría permanecían igual.

'Esos dos nunca cambiarán.' Pensó Sango, sonriendo a si misma viendo a Shippou e Inuyasha; no que ella quisiera que cambiaran. Miró hacia arriba, al cielo, y su sonrisa desapareció levemente. El sol estaba ya desapareciendo en el cielo; el día ya casi se había ido y realmente no habían ido a ninguna parte. En otras palabras, el día había sido desperdiciado. 'Bueno... no realmente desperdiciado.' Pensó con una sonrisa, tomando la mano de Inuyasha, "Vamos, Inuyasha, deja tranquilo a Shippou por un momento, de acuerdo?"

El hanyou miró a la taijiya y dijo su típico 'keh', "Él es el que empieza." Murmuró, aunque no le dijo nada más a Shippou.

Shippou dio una triunfante sonrisa, "Yo gané!" Aunque, ante la mirada que Inuyasha le dio,provocó que este se callara y acurrucara contra Kagome.

"Anochecerá pronto. Nos quedaremos aquí para pasar la noche." Dijo Inuyasha, y los demás sabían que sería inútil discutir con él.

Así que si ninguna otra palabra en el asunto, comenzaron a sacar sus cosas para acomodarse por la noche.

...

Fin Cap.8

Como dije disculpen la demora y prometo que haré lo posible por no demorarme mucho con el próximo capitulo. Me subiría mucho el animo leer sus reviews y perdón porque sé que los hice esperar mucho por este capitulo tan simplón -.-...