N/A: Hola!

¿Qué habrá pasado con Ed y Winry? Quédense para descubrirlo ;)

Aprovechamos para darle un agradecimiento super especial a isabelweasleygranger. Muchísimas gracias por todos los comentarios tan bonitos y detallados que nos has dejado en varios capítulos. Nos hace muy felices :')

Ahora vayamos al capítulo… No duden en dejarnos sus opiniones, por favor :D

Saludos!

Golden y Flame

Disclaimer: Los personajes de Fullmetal Alchemist no nos pertenecen. Sólo estamos divirtiéndonos con ellos.


Capítulo 32. Complicaciones

A pesar de que su cuerpo le pedía seguir "descansando" Ed comenzó a tomar consciencia de lo que acontecía en el mundo real, notando que se encontraba sobre una superficie suave. Con un poco de dificultad al comienzo, Ed abrió los ojos y parpadeó varias veces para comenzar a enfocar su mirada para después mirar a sus alrededores, descubriendo que se encontraba recostado sobre una cama en una habitación cuya única iluminación era la escasa luz de la luna que provenía de una pequeña ventana que se encontraba en la parte más alta de una de las paredes de la habitación. Se sentó y se llevó la mano a la cabeza tratando de recordar lo que había pasado. Al hacerlo su mirada se encontró con Winry recostada en una cama que se encontraba a unos cuantos pasos de distancia de la suya, por lo que de inmediato se puso de pie y se acercó a ella, verificando que no estuviera herida.

"Win, Win, despierta por favor." El rubio agitó su hombro para tratar de hacerla reaccionar. A simple vista no podía ver alguna herida, pero hasta que Winry no se lo confirmara no estaría completamente tranquilo.

Winry comenzó a moverse y a abrir lentamente sus ojos. "¿Ed?"

Ed tomó su mano. "Estoy aquí contigo. ¿Te encuentras bien?" Preguntó preocupado.

Ella asintió y se sentó en la cama, Ed aprovechó y se sentó a su lado.

"¿Y tú?" Preguntó la rubia mientras comenzaba a examinarlo con su mirada para ver si no tenía alguna herida.

"Estoy bien, sobre todo ahora sabiendo que tú lo estás." Respondió el chico inclinándose para besar la frente de Winry.

Winry le dirigió una ligera sonrisa antes de recorrer con su mirada el cuarto en el que se encontraban. "¿Dónde estamos?"

"No lo sé, Win. Hace poco desperté y lo único que pensé fue en asegurarme de que te encontrabas bien."

Winry empezó a acariciar la mano de Ed con su pulgar casi de manera inconsciente. "¿Qué nos pasó? Recuerdo que unos tipos extraños nos rodearon y de repente sentí un golpe y de ahí ya no recuerdo nada." Dijo confundida la rubia.

"Recuerdo lo mismo." Ambos hicieron una pausa y comenzaron a revisar sus bolsillos y bolso en el caso de Winry. Ed se levantó de la cama, encontró el interruptor de la luz, lo encendió y se dirigió a la puerta para encontrarla cerrada al igual que la pequeña ventana que tenía la habitación. Al no poder abrir la puerta, le dio una fuerte patada. "¡Demonios! Estamos encerrados." Frustrado, revisó la hora que marcaba su reloj de bolsillo. Eran las 5 am.

"Estamos secuestrados, ¿no es así?"

"Sí, pero esto es extraño. No estamos atados ni amordazados. No nos robaron más que las cosas que podrían ayudarnos a escapar."

Notando la tensión en los hombros del chico, Winry se puso de pie y se acercó a Ed para abrazarlo. "Lo realmente importante en estos momentos es que estamos bien y juntos."

Ed retornó el gesto, permitiéndose olvidarse por un momento de la preocupación que estaba sintiendo. "Sí, tienes razón." Tras esto le dio un pequeño beso antes de guiarla a la cama para sentarse. Sin soltar su mano le dijo. "Prometo que te voy a sacar de aquí, Win."

Ella negó suavemente con la cabeza. "Los dos saldremos de aquí juntos." Se recargó sobre el hombro de Ed y el chico la rodeó con su brazo.

"Saldremos de aquí, juntos." Repitió él.

Después de unos minutos de estar en esa posición y al sentir el calor y la seguridad que Ed le brindaba, Winry se permitió quedarse dormida sobre el hombro de su novio. Ed, por su parte, al percatarse que la rubia se había dormido, decidió permanecer despierto para velar su sueño. Aunque sus secuestradores no les habían hecho daño más que el golpe que los dejó inconscientes, no podía bajar la guardia, mucho menos si la persona que más amaba en la vida se encontraba en peligro. Así que aprovechó el tiempo para analizar todo lo que había ocurrido hasta el momento tratando de pensar quién podría estar detrás de todo esto.

Él ya no podía realizar alquimia pero tal vez lo quisieran usar por sus conocimientos respecto a ella porque ¿a quién podrían pedirles dinero por él? Legalmente, él era un huérfano, nadie fuera de sus amigos más cercanos conocían acerca de sus padres biológicos y si realmente quisieran dinero, por qué no extorsionarlo a él desde un principio sabiendo que como ex-alquimista estatal tendría una considerable cantidad ahorrada durante los 4 años que estuvo dentro de la milicia.

El joven inclinó su cabeza ligeramente para ver a Winry. Sin duda alguna ella era un prodigio en la creación de automails pero era tan generosa y amable que no había razón para que alguien la capturara de la manera en que lo hicieron. Aunque los tipos que les hicieron esto podrían no tener reparos en esos aspectos así que no podía descartar esa posibilidad por completo.

También, considerando que los habían capturado al mismo tiempo, se abría otra posibilidad. ¿Qué tal si a Winry la habían secuestrado con la finalidad de tenerlo a él en sus manos?...

Ed apretó su mano libre en un puño por unos segundos mientras miraba el techo antes de liberar la presión y suspirar. La incertidumbre lo estaba poniendo ansioso. Calma, Ed. No pierdas la cabeza ahora, no cuando la vida de Winry depende de ti. Inhaló y exhaló profundamente para tranquilizarse tal y como su sensei le había enseñado. Después giró su cabeza y al mirar el rostro dormido de Winry se relajó un poco. Por ella era capaz de hacer cualquier cosa, y haría todo lo necesario para cumplir su promesa de salir juntos de esa situación. Tarde o temprano se revelaría quién demonios estaba detrás de todo esto y sobre todo con qué objetivo. Solamente espero que todo esto se resuelva pronto para que Al, la abuela, mamá y papá no se preocupen. Sin darse cuenta, Ed comenzó a dormitar, aunque sin dejarse llevar por el sueño profundo del que había disfrutado en los últimos días.


Unas cuantas horas después, el sutil sonido de la puerta abriéndose y de unos pasos hicieron que Ed se pusiera alerta. Permaneció con los ojos cerrados y trató de relajar su respiración para parecer dormido ante los ojos de la persona que había entrado. Escuchó que algo fue colocado en una mesa que estaba frente a los pies de la cama que estaba libre y nuevamente los pasos se dirigieron a la puerta. En ese momento, Ed abrió un poco sus ojos para ver quién había ingresado, quería aprovechar la oportunidad para atacar y tratar de huir de ahí junto con Winry, pero ella seguía durmiendo y después de todo lo que había ocurrido no quería despertarla de manera brusca. Además, si era sincero consigo mismo, no sería una buena táctica atacar sin tener al menos algo de información acerca de sus captores. Tenía que esperar un poco más.

Su sutil observación lo desconcertó por un momento dado que la persona que salió de la habitación era una señorita. ¿Será que ella es una de nuestros captores o quizás es una rehén que tiene que obedecer a nuestros captores? Necesito averiguar más.

Una vez que la puerta se cerró por completo, Ed abrió por completo sus ojos y sacó su reloj de bolsillo con su mano libre para verificar la hora, el cual marcaba las 10 am. Dirigió su mirada hacia la mesa donde escuchó que la señorita había dejado algo y se percató de que era una bandeja con lo que parecía ser un par de sandwiches acompañados de un par de vasos con jugo de naranja. Por lo visto se trataba del almuerzo para los dos y, sinceramente, se veía apetitoso.

Poco después Winry comenzó a moverse y lentamente abrió sus ojos. Tras un bostezo retiró su cabeza del hombro de Ed para tallarse los ojos y después le brindó una cálida sonrisa al rubio. "Hola, Ed."

"Hola." Respondió Ed inclinándose para besar su frente.

"¿Dormiste algo?"

"Solamente dormité un poco. Hace unos minutos una señorita entró y dejó esa bandeja de comida. Me hice el dormido para ver si alguien más entraba." Mencionó el chico señalando la mesa con su cabeza.

Winry llevó una mano hacia su barbilla pensativa. "¿Una señorita?"

Ed asintió. "También me extrañó, tal vez trabaja para las personas que nos capturaron o es otra rehén. No lo sé. En estos momentos no quiero realizar ningún movimiento apresurado, quiero tratar de averiguar quiénes nos tienen aquí y todo lo que pueda de ellos para encontrar una forma de salir."

"Sí, estoy de acuerdo contigo." Winry recargó nuevamente su cabeza en el hombro del rubio. Tras un suspiro continuó. "Sólo que ahora me preocupa la abuela, Al y tus padres. Probablemente comenzarán a preocuparse al no tener noticias de nosotros."

Ed suspiró. "Lo sé, espero que pronto podamos encontrar una forma de salir de esto."

Pasaron unos minutos así hasta que Winry se puso de pie mientras observaba atentamente los alimentos. "Se ve que no hace mucho los prepararon, ¿crees que estén envenenados?"

Ed se dirigió a un lado de Winry para observar los alimentos de cerca. "Si no nos mataron anoche, no entendería el por qué hacerlo ahora y más si están pensando extorsionarnos de alguna u otra forma. Pero aún así no me fiaría."

Winry asintió y los dos decidieron regresar a sentarse en la cama, atentos ante cualquier sonido que pudieran detectar del exterior.

Después de un par de minutos, la puerta se abrió dando paso a dos señoritas. Una de ellas llevaba una jarra y un par de vasos mientras que la otra llevaba cambios de ropa al parecer para Ed y Winry.

"Vaya, han despertado." Dijo la joven que llevaba la jarra.

Ed inmediatamente se puso en guardia protegiendo a Winry con su cuerpo. "¿Quiénes son ustedes? ¿Dónde estamos? ¿Qué es lo que quieren?"

"Tranquilo. Todo a su tiempo." Dijo la señorita que llevaba la ropa, esbozando una sonrisa aparentemente amable.

"Díganme, ¿qué es lo que ustedes o su jefe quieren? ¿O es que ustedes también están secuestradas? Si es así, podemos-"

"Como ya dijimos, todo a su tiempo. Pronto se enterarán de lo que está ocurriendo. Mientras tanto será mejor que desayunen, se den un baño y se cambien."

La señorita que llevaba la ropa la dejó en una de las camas. "Conseguimos estas mudas de ropa limpia. Por favor, coman no queremos que se mueran de hambre. Sé que no confían en nosotras, pero les aseguro que la comida no está envenenada. Yo misma la hice y créanme que me metería en serios problemas si me atreviera a tocarles un solo cabello a cualquiera de ustedes, sobre todo al apuesto muchacho." Dijo mientras le guiñaba un ojo a Ed que el joven correspondió con un ceño fruncido.

"Este cuarto tiene un baño incluido, es la puerta de allá. Ahí encontrarán toallas y todo lo necesario para asearse. Los veremos en un par de horas." Comentó la otra señorita antes de darse media vuelta y salir de la habitación seguida por su compañera.

"Esperen." Dijo Ed, pero fue completamente ignorado por las señoritas quienes cerraron la puerta con llave en cuanto salieron de la habitación.

"Al parecer no nos queda otra opción más que esperar." Dijo Winry tras levantarse para comprobar que la puerta estaba cerrada.

"Sí, eso parece. Solamente espero que sea cierto que pronto nos enteraremos de la razón por la que nos tienen aquí." Respondió Ed con el ceño fruncido al mismo tiempo que cruzaba sus brazos.

El efecto serio y molesto ante la situación no duró dado que en ese momento el estómago de Ed comenzó a gruñir.

"Parece que alguien tiene hambre." Winry dijo en tono de broma.

Ed se sonrojó. "No puedes culparme, me he acostumbrado a desayunar temprano en Risembool." Respondió mientras se frotaba la nuca. "¿Crees que sea cierto lo que dijeron acerca de la comida?"

El estómago de Ed volvió a gruñir haciendo reír ligeramente a Winry.

"Pues al parecer tu estómago quiere averiguarlo. Podemos probar un poco y esperar unos minutos para ver si hay efectos secundarios." Sugirió la rubia.

"De acuerdo, pero comenzaré yo para que en caso de que tenga algo sea solamente yo el que tenga que lidiar con ello." Dijo el chico con un tono lleno de determinación.

"¿No será más bien porque ya te mueres de hambre?" Winry preguntó con tono de burla.

"No, por supuesto que no."

Viendo la determinación en la mirada del rubio, Winry sonrió y le dio un beso en la mejilla. "De acuerdo. Vamos lávate las manos y prueba un pedazo pequeño."

Ed obedeció, se lavó las manos y comió una mordida del sandwich, descubriendo que el alimento tenía buen sabor además de que no pudo percibir nada raro en él. Esperaron aproximadamente 15 minutos y al ver que nada ocurría, decidieron que era seguro de consumir, por lo que ambos chicos comieron lo que se encontraba en la bandeja. Después de un rato, decidieron tomar turnos para tomar un baño, decidiendo que Ed fuera el primero en hacerlo. Cuando salió, le cedió el paso a Winry y en lo que ella se estaba bañando él se sentó en una de las camas.

Mientras Winry continuaba con su baño, la puerta se abrió y las mismas señoritas que habían aparecido antes volvieron a entrar en la habitación.

"Bien, nos alegra que ya estés listo. ¿Dónde está tu amiguita?" Preguntó una de ellas a Ed.

"Se está bañando. ¿Por fin me van a decir qué es lo que está ocurriendo aquí?" Cuestionó el rubio tratando de mantener su voz en un tono calmo.

"A eso hemos venido. Acompáñame." Dijo una de ellas.

"No voy a dejar a Winry sola." Protestó Ed.

"No se quedará sola, yo la esperaré y en cuanto ella termine la llevaré contigo." Contestó la otra señorita.

"No las conozco, no puedo confiar-"

"Vamos, muchacho, ya te lo dijimos, no les haremos daño."

"Pero si algo le pasa a ella-"

"Sí, ya me imagino que vas a amenazarnos pero no tiene caso que lo hagas. Así que no pierdas más el tiempo y acompaña a mi amiga para que de una vez por todas sepas lo que ocurre." Replicó la señorita que esperaría a Winry moviendo una mano de manera dimisiva.

Antes de que Ed pudiera protestar fue tomado de la muñeca por una de las señoritas. "Espero que no se te ocurra atacarme porque, aunque no lo creas, sé defenderme bastante bien." Advirtió la mujer que arrastraba a Ed hacia la puerta con una sonrisa en sus labios que el chico correspondió con un ceño fruncido.

Al salir del cuarto, Ed vió un pasillo donde habían varias puertas más a lo largo de este, tal vez unas 5 las cuales probablemente eran otras habitaciones similares a la que había estado hasta hace poco.

El chico fue dirigido a la que se encontraba al final del pasillo. La señorita tocó a la puerta, y al escuchar un 'Adelante' abrió la puerta haciéndose a un lado para dejar pasar a Ed. En cuanto el muchacho entró, la señorita que lo escoltó se encargó de cerrar la puerta. Sin inmutarse ante el hecho de estar nuevamente encerrado, Ed recorrió con su mirada la habitación, la cual parecía ser un estudio que tenía un librero al fondo, un escritorio, un par de sillas frente a éste y detrás del escritorio estaba sentada una señora robusta de cabello negro y expresión tosca.

Ed se cruzó de brazos. "Así que usted es la cabecilla que ordenó que nos secuestraran, ¿no es así?" Preguntó con un tono fuerte.

La señora, quien se encontraba fumando, apagó el cigarrillo en el cenicero que tenía sobre el escritorio antes de ponerse de pie y dirigirle una mirada severa al rubio.

"Cuidado con ese tono, mocoso." Advirtió la señora.

"¿Por qué debería importarme lo que usted me diga?" Gruñó Ed. Ya se estaba cansando de no obtener respuestas acerca del porqué Winry y él habían terminado en esa situación.

La mujer golpeó la mesa con un puño. "Porque, muchacho idiota, yo soy la persona que crió al atolondrado de tu padre. Soy Chris Mustang. Tu abuela."

Ed se quedó congelado y con la boca abierta. Jamás habría pensado que la señora de cabellera negra frente a él no era nadie más y nadie menos que su propia abuela paterna.

"Usted es… es mi… mi." Comenzó a tartamudear Ed apuntando a la señora con uno de sus dedos.

Chris sonrió. "Ya te lo dije muchacho, soy tu abuela. Lamento que tengamos que conocernos bajo estas circunstancias pero no se había presentado la oportunidad además de que el despistado de tu padre no se ha dignado a visitarme." Bromeó al final tratando de borrar cualquier resto de tensión que hubiera quedado del comienzo de la conversación.

"Wow. Esto… realmente no me lo esperaba." Dijo con tono sorprendido y un tanto confundido por la revelación que acaban de hacerle.

"La verdad es que yo tampoco." Rió Chris. "Vamos toma asiento, muchacho, tenemos muchas cosas de las que hablar."

Ed asintió y tomó asiento en una de las sillas que se encontraba frente al escritorio bajo la atenta mirada de Chris, quien no podía evitar mirarlo de pies a cabeza mientras ella también se sentaba.

"Lamento haberte traído aquí de la manera en que lo hice pero era necesario. No podía esperar a que ese padre tuyo se dignara a presentarme a mi nieto perdido. Al menos espero que ya te haya hablado de mí o al menos hecho alguna mención mía."

"Hmmmm, sí, de hecho, durante el tiempo que estuve viviendo con él después del día prometido, me mencionó que la única familia que tenía además de mi madre, eras tú. Aunque realmente hubiera apreciado que hubiéramos tenido un encuentro más casual para poder conocernos."

"Como te lo he dicho, era necesario. No creas que es un simple capricho mío el que te haya traído a ti y a tu novia de esta forma."

"¿Entonces?" Ed enarcó una ceja.

Chris suspiró. "Hace un par de días me enteré de que la relación concerniente a ti, Riza y mi muchacho ha sido del conocimiento de algunos militares, por lo que han comenzado a tomar cartas en el asunto."

Ed se sorprendió palideciendo un poco en el proceso. "Se refiere a-"

"Exactamente, esos militares han descubierto que tú eres su hijo y están movilizando este asunto aprovechando que Grumman todavía no ha modificado las sanciones por infringir la ley de anti-fraternización. Anoche, cuando mi gente fue por ustedes, se percataron de que un par de idiotas ya estaban siguiéndolos."

"¿No fueron siempre ustedes?" Preguntó incrédulo Ed.

Chris negó con la cabeza. "Mi gente los ha estado vigilando desde el instante en el que pusieron un pie en Central. Ellos se presentaron ante ustedes cuando se dieron cuenta de que esos idiotas intentaban hacerles daño. Por eso, primero se encargaron de noquearlos cuando los tomaron a ustedes de 'rehenes'." Dijo ella haciendo comillas con sus dedos al final. "Aunque debo de admitir que mis aliados fueron unos ingenuos al creer que saldrían completamente ilesos de su encuentro contigo y la señorita Rockbell." Agregó con una voz que denotaba cierto orgullo.

Ed se llevó una mano a la nuca. "Ellos tuvieron la culpa por aparecerse de esa manera." Poniéndose serio y regresando su mano a su regazo, preguntó. "Pero, ¿cómo es posible que alguien fuera de nuestro círculo esté enterado de esto?"

"Aún no lo sé, pero tengo a mi gente investigando."

"¿Mis padres están al tanto de todo esto?" Ed preguntó con un tono lleno de preocupación.

"Respecto a tu desaparición, ambos están al tanto y están moviendo cielo, mar y tierra para encontrarte. De que la milicia haya descubierto su secreto, no estoy segura. Aunque todo parece indicar que no tienen la menor idea."

"¿Y cómo puede estar tranquila sin advertirles? ¡Ellos corren peligro!" Dijo exaltado el rubio.

Chris alzó una mano para indicarle a Ed que se calmara. "Sé que la espera en estas circunstancias puede ser todo un fastidio pero en la situación actual, la discreción y el sigilo son primordiales. Durante estos meses he mantenido un poco de contacto con tu padre por medio de correspondencia. Obviamente hemos cuidado de mantener la comunicación de una manera breve y codificada ya que, como tú mismo te diste cuenta, Roy-boy y yo hemos procurado que nuestro parentesco no sea del conocimiento público." Carraspeó un poco antes de continuar. "En la última carta que le mandé le dí a entender que estaba próxima a regresar a Amestris." Vio que Ed quería abrir la boca para intervenir pero lo silenció calmadamente con una mano. "Son precauciones que te acostumbras a tomar cuando llevas años en este negocio. Después te contaré de las aventuras de tu abuela." Dijo con una ligera sonrisa. "En fin, el punto es que estoy al tanto de que tus padres debieron haber llegado a Central en el primer tren de esta mañana. Tengo la esperanza de que el idiota de tu padre se digne a visitarme ahora que está en la ciudad pero, de cualquier forma, tengo a una de mis chicas tratando de seguirle el rastro y, a la primera oportunidad que tenga, tratará de hacerle saber que quiero verlo de la manera más discreta posible. Quizás no sea la forma más rápida de contactar a esos dos pero entre menos atención atraigamos mejor."

El chico se puso de pie abruptamente. "Tengo que hacer algo, ¿qué tal si los atrapan antes de que su mensaje les llegue?" Ed apretó sus manos en puños.

"Esperemos que no sea así, niño. Pero al menos tú estás protegido aquí. Tú eres la pieza clave para todo ese asunto y, sobre todo, sé que tus padres ante todo desean tu seguridad. Así que no te apresures a hacer algo que pueda ser contraproducente. Hay que esperar el momento oportuno."

Ed exhaló pesadamente. "No me gusta quedarme de brazos cruzados sobre todo si alguien que me importa se encuentra en peligro."

"Entiendo, pero debes comprender que la mejor forma de ayudar a tus padres es permaneciendo aquí. Nadie de la milicia sabe de esta casa, es una de unas cuantas que tengo por todo Amestris para mi red de información, por lo cual no está registrada bajo mi nombre, además de que ellos deben pensar que todavía me encuentro en Xing, ya que logré infiltrarme de vuelta a Amestris sin necesidad de utilizar mi verdadero nombre, sino usando un alias." Hizo una ligera pausa. "Lo mejor que puedes hacer ahora, es esperar. Sé que apenas y me conoces, pero te pido que confíes en mí, jamás te haría daño ni a ti ni a tu novia. Al fin y al cabo eres el héroe de este país y, sobre todo, eres mi nieto, el muchacho de mi Roy-Boy." Chris esbozó una pequeña sonrisa al final mirando de frente al chico.

Ed no pudo evitar sonreír ante el diminutivo que Chris estaba usando para referirse al poderoso alquimista de Fuego. Tal vez cuando todo esto se solucionara, podría usar eso para molestar un poco a su padre.

Tras razonar las palabras que su recién descubierta abuela le había dicho, Ed suspiró y se dejó caer en la silla que estaba ocupando previamente. Odiaba la idea de tener que quedarse sin hacer nada mientras sus padres estaban a la merced de los militares que habían descubierto su secreto pero no había más opción. Si era sincero consigo mismo, de momento no tenía idea de qué podía hacer para prevenir que el peso de la ley cayera sobre sus padres por lo que tendría que confiar en Chris sobre la mejor manera de actuar en esas circunstancias.

"Sabes…" La voz de la mujer sacó a Ed de sus pensamientos. "A primera vista no tienes ningún rasgo distintivo de mi muchacho, pero si te miro detenidamente, como ahora, puedo ver que heredaste su nariz, su barbilla y, sobre todo, su sonrisa." Chris soltó una carcajada, dejando perplejo a Ed. "Ya no sé si sólo es el tiempo como tal o si me estoy poniendo vieja, pero al verte no puedo evitar recordar cuando tu padre tenía tu edad o cuando era un niño. Aunque debo de admitir que a tu edad, Roy era un poco más alto que tú."

"¡Oiga! He crecido mucho este último año. Además ya soy prácticamente de la altura de mi padre." Protestó ligeramente Ed mientras se dejaba caer nuevamente en la silla, provocando que Chris riera.

"Bueno, tal vez estoy exagerando un poco. En esa época veía poco a tu padre porque estaba en el pueblo natal de tu madre 'aprendiendo alquimia' aunque tengo mis dudas al respecto. Seguramente más bien se pasaba el tiempo planeando cómo conquistar a Riza, si no es que ya lo había hecho." Respondió divertida Chris.

Ed no pudo evitar sentir cierta curiosidad de conocer más acerca de su papá en su juventud y de su relación con su mamá durante esa época. "¿Eso cree? ¿Entonces él le dijo que estaba enamorado de mi mamá?"

"No lo dijo hasta que se marchó a la academia, pero yo estaba al tanto de que había algo entre ellos por la forma en que me hablaba de ella en sus cartas y cada vez que venía de visita durante su aprendizaje en casa del señor Hawkeye."

"Ya veo. Me ha costado trabajo pensar en que ese par tuviera sentimientos tan profundos pero parece que el universo conspira para que lo acepte." Mencionó Ed bromeando.

Chris sonrió. "Pues tú eres la prueba viviente de esos sentimientos. Debo admitir que cuando me enteré de tu existencia deseaba jalarle las orejas a tu padre por ser irresponsable a pesar de haberle dado esa plática…"

Ed se puso pálido. "Ehh entiendo a qué plática se refiere así que no me gustaría repetirla. Con mi padre tuve más que suficiente."

Chris rió. "De acuerdo. Mi punto es que sé lo mucho que ambos te aman y lo mucho que han sufrido por no poder estar contigo. Por su trabajo, ambos se han visto obligados a portar máscaras para mostrar una versión totalmente diferente de ellos. Solamente los que somos cercanos a ellos, somos los privilegiados de conocerlos realmente por lo que son. Por eso no te dejes llevar por las apariencias y por los rumores, no todo es lo que parece."

Ed asintió. "Entiendo. Cada vez voy descubriendo más cosas de ellos y eso me agrada porque siento que con cada día que pasa los conozco más. Creo que estoy mejorando respecto a mi trato con ellos como mis padres pero no puedo decir que me he terminado de acostumbrar por completo. "

"Creo que el simple hecho de que les estés permitiendo comenzar a tomar el papel que tanto añoraron en todos estos años significa bastante para ellos."

En ese instante se escuchó a alguien llamar a la puerta del estudio.

"Adelante." Dijo Chris.

Al abrirse la puerta, la señorita que llevó a Ed al estudio apareció acompañada de un par de señoritas más.

"Madame, Claire acaba de llamar para confirmar que ambos ya se adentraron en el Comando Central. Por lo que pudo observar el comportamiento general de los militares y oficiales no presenta cambios por lo que es altamente probable que aún tengamos algunos días para actuar ya que parece que los militares del Sur no han terminado los procedimientos necesarios para procesar el caso y mandarlo aquí. ¿Quieres que la acompañe?"

Chris se quedó pensativa unos segundos antes de negar con la cabeza. "Por el momento dejémoslo así, Vanessa. Podemos confiar en el reporte de Claire respecto a los tiempos así que nos apegaremos a nuestro plan de discreción. Si ella no logra contactarse directamente con Roy, confío en que él se comunicara conmigo entre hoy y mañana. Sobre todo…" Le echó una ojeada a su nieto. "cuando los chicos no vayan a verlos."

Ed suspiró casi imperceptiblemente. Aunque apenas la había conocido, quería creer en el plan de acción de su abuela puesto que, si su secreto aún no era del dominio público, tenían oportunidad de actuar con discreción para evitar exponer aún más a sus padres. Sin embargo, no le agradaba la idea de tener que preocupar a sus padres de esta manera ya que estaba seguro de que cuando se dieran cuenta de que él y Winry no llegaban a la hora acordada comenzarían a preocuparse además de que no tardarían en descubrir que no habían pasado la noche anterior en el hotel en que se estaban quedando.

Ed fue sacado de sus pensamientos por la respuesta que Vanessa le dio a Chris. "De acuerdo, Madame. Estaré al pendiente por si Claire vuelve a llamarnos en el transcurso del día."

Madame no tuvo tiempo de hacer otro comentario al respecto.

"Oh por Dios, Vanessa. No nos dijiste que el chico de Roy era igual de atractivo que él, aunque ahora que lo pienso era de esperarse. Supongo que la cabellera rubia es por Elizabeth, ¿cierto?" Comenzó a decir una de las mujeres que acompañaban a Vanessa. Seguida por la tercera acompañante se acercaron a Ed y comenzaron a invadir su espacio personal para verlo detenidamente y apretar ligeramente sus mejillas.

"Tal vez con él tengamos alguna oportunidad, ya que con su padre no hemos tenido suerte." Dijo la tercera señorita, la cual tenía una abundante cabellera castaña.

"Oh vamos, chicas, él es muy joven para ustedes." Respondió Vanessa. "Pero sí, él es el muchacho de Roy y Elizabeth."

¿Elizabeth? ¿Por qué se refieren a mi madre con ese nombre? ¿Será un nombre clave? Se cuestionó Ed momentáneamente hasta que las chicas comenzaron a hacerle innumerables preguntas al mismo tiempo que tomaban su rostro entre sus manos para verlo mejor. Ante esa cercanía, el chico no pudo evitar sonrojarse ligeramente.

Otro par de chicas se acercó y de un momento a otro Ed se encontraba totalmente rodeado de ellas. En ese instante Winry, quien estaba siendo dirigida por la señorita que se había quedado en su cuarto para esperarla a que saliera de bañarse, se detuvo en la entrada del estudio al ver la escena que tenía frente a ella. Definitivamente se sintió incómoda al ver varias chicas alrededor de Ed abrazándolo y tomando su rostro para mirarlo con detenimiento. No, tal vez incómoda no era la palabra adecuada para describir lo que sentía en ese preciso momento. Más bien se sentía molesta e incluso ¿celosa? En el corto periodo que tenían de noviazgo, jamás se había sentido de esta forma, pero ahora no podía evitar sentirse molesta al ver cómo esas chicas se arremolinaban alrededor de SU novio.

"Eh… señoritas…" Ed trató de llamar su atención sin mucho éxito.

"Miren esos ojos tan hermosos. Los de Roy no están mal pero este color es algo inusual. Me encantan." Dijo otra de las chicas, provocando que el sonrojo de Ed se intensificara.

Winry apretó sus manos en puños y frunció su ceño. ¿Cómo es que estas desconocidas que seguramente están detrás de su secuestro se atrevían a estar coqueteando con su novio?

Chris veía divertida la escena de sus chicas arremolinándose alrededor de su nieto. Era de esperarse esa reacción de parte de ellas. Durante mucho tiempo las chicas esperaron la oportunidad en que Roy les diera la noticia de que él y Elizabeth por fin estarían juntos y les dijeran que tendrían un bebé. Ellas jamás se esperaron que ese par se les hubiera adelantado y que no solamente tuvieran un bebé, sino todo un jovencito bastante atractivo.

Madame alzó la mirada y se encontró con Winry parada en la entrada del estudio mirando la escena. Chris sonrió. Al parecer la novia de su nieto estaba sufriendo de celos al ver a las chicas siendo demasiado cariñosas con Ed.

"¡Chicas! Por favor, ya basta. Dejen respirar al pobre chico. Además, lamento romper sus ilusiones pero este muchacho ya tiene dueña y es la señorita que se encuentra ahí parada." Dijo Chris divertida mientras señalaba a Winry con su cabeza.

Todas las chicas voltearon a ver a Winry. "Oh, disculpa. ¿Por qué es que todos los chicos guapos o son gays o ya tienen novia?" Protestaron algunas de ellas, mientras comenzaban a retirarse del lugar dirigiéndoles sonrisas tanto a Ed como a Winry. Si se dieron cuenta de la mirada encendida que Winry les dirigió a cada una de ellas, ninguna dio un indicio de darle importancia.

"¿Qué está ocurriendo aquí, Ed?" Preguntó Winry.

"Eh… te juro que no pasó nada." Contestó defensivamente el rubio.

Winry enarcó una ceja.

"Es cierto, Win."

"¿Y por qué estás tan sonrojado?" Dijo Winry con seriedad deseando tener su llave con ella en esos momentos.

La acusación hizo que Ed se sonrojara aún más. Trató de balbucear una explicación pero Madame decidió que era tiempo de intervenir.

Chris rió ligeramente lo cual atrajo la atención de ambos jóvenes. "El muchacho dice la verdad, jovencita. Me disculpo por el malentendido. A veces mis chicas pueden ser demasiado efusivas, sobre todo cuando se trata del único hijo de mi muchacho."

"¿De su muchacho?" Preguntó confundida la rubia.

Ed tomó la mano de la chica. "Win, ella es la madre de mi padre biológico. Es mi abuela."

Winry volteó a ver a Madame Christmas sorprendida. "Usted… ¿usted es la madre del General Mustang?"

"Así es. Roy-Boy es mi muchacho. Encantada de conocerte, señorita Rockbell." Mencionó Chris quien se puso de pie y extendió su mano para saludar a la rubia. Winry miró de reojo a Ed para confirmar la información que estaba recibiendo, quien de inmediato asintió, entonces ella correspondió el saludo.

"El gusto es mío, señora Mustang." Respondió Winry.

Chris sonrió. "Por favor, toma asiento. Ed y yo tenemos que explicarte todo este embrollo."

Winry asintió y sin soltar la mano de Ed ambos muchachos tomaron asiento seguidos de Chris. Una vez sentados, Ed y Chris comenzaron a poner al tanto a Winry de lo que ocurría.

"¿Entonces los padres de Ed están en peligro de ir a corte marcial? ¿Ed está en peligro?" Preguntó Winry sumamente preocupada.

Chris suspiró. "Me temo que sí. Por esa razón decidí traerlos a ustedes aquí. Estoy completamente segura de que la prioridad de Roy y Riza es la seguridad de Ed. Aquí estarán a salvo."

"Pero, ¿qué pasará con el General y la señorita Riza?"

Ed sintió un nudo en su garganta. Desde que se había enterado de esto, no dejaba de preocuparse por lo que pudiera pasarle a sus padres. Para ese punto ya había sido enterado de algunas de las consecuencias de infringir la ley anti-fraternización pero, en este punto, ¿todavía estaban expuestos a las mismas sanciones? ¿Nada había cambiado en los últimos años?

"Ellos no podrán esconderse, no es conveniente. Necesitamos un plan de acción, es por eso que estoy tratando de ponerme en contacto con Roy discretamente para que juntos podamos ver qué podemos hacer al respecto."

"Entiendo." Respondió Winry mientras le daba un apretón a la mano de Ed tratando de brindarle al menos un poco de comfort. Al no haber soltado su mano durante el relato había sentido cómo la tensión se hacía evidente en el cuerpo del chico.

"Bien, no tenemos más remedio que esperar. ¿Por qué no aprovechan para descansar un poco?"

"¿No hay algo que podamos hacer para ayudar?" Preguntó Winry, causando una ligera sonrisa en Ed. Le había ganado en hacer esa misma pregunta.

Chris también sonrió, complacida ante la imagen que estaba recibiendo de la jovencita. "Por el momento me temo que no. Algunas más de mis chicas están preparando algunos informes y están recopilando las leyes y datos sobre casos de violación a la ley de anti-fraternización. Son muy eficientes así que seguramente lo tendrán listo mañana o a más tardar pasado mañana."

"Cuando lo tengan listo, ¿podemos echarle un ojo? Quizás podamos encontrar una manera de salir de todo este embrollo al revisar todos esos documentos." Dijo Ed.

Chris mantuvo su sonrisa. "Supongo que no habrá fuerza humana que pueda impedir que ustedes dos se involucren. Si por mí fuera, me gustaría que mi nieto y su novia descansaran y que no pasaran por todo este estrés pero viéndolos me doy cuenta de que no será así." Dijo con tono orgulloso. "Así que claro, pueden ayudarnos con eso. Sólo que, mientras la información llega, será mejor que descansen y se relajen un poco. Van a necesitar de toda su energía una vez que Roy, Elizabeth y la información lleguen a nosotros."

"De acuerdo." Respondieron ambos rubios mientras asentían con la cabeza.

Con una sonrisa, Chris se levantó y se encaminó a la puerta. Tras abrirla les explicó a los chicos dónde se encontraba cada habitación. Una vez que los chicos comenzaron a andar para dirigirse a la sala, Chris regresó a su escritorio y se sentó sin poder borrar la sonrisa cariñosa de su rostro. Sabía que graves cosas estaban por suceder pero no había nada más que pudiera hacer por el momento así que, al menos por ese instante, disfrutaría de la sensación de haber conocido en persona a su propio nieto.

Por su parte, una vez que estuvieron solos en la sala, Ed comenzó a hablar con Winry. "Wow, la verdad que eso ha sido mucha información. Jamás creí que pudiera ser secuestrado por mi propia abuela." Dijo Ed bromeando al final.

Winry sonrió. "Bueno, ahora ya no es un secuestro, más bien es una forma de proteger a su único nieto."

"Sí, tienes razón." Ed se inclinó y besó la frente de Winry. "Pero no puedo evitar preocuparme por lo que va a ocurrir ahora. No creo ser capaz de soportar quedarme aquí de brazos cruzados cuando la vida de mis padres va a estar en juego."

Winry tomó la mano de Ed y le dio un apretón en señal de confort. "Como dijo tu abuela, necesitamos esperar a que ellos vengan para que se defina un plan de acción."

"Win, si se ha descubierto nuestro parentesco, van a ir a corte marcial." Ed suspiró pesadamente. "Me tomó tiempo aceptar la verdad pero ahora ya no puedo ver mi vida sin ellos… los pueden mandar al escuadrón de fusilamiento. Incluso yo podría sufrir el mismo destino porque no me puedo pasar toda mi vida aquí encerrado."

Winry se acercó más a Ed y lo abrazó. "Ed, no pienses demasiado en eso. Nadie sabe lo que va a pasar y tus padres no van a permitir que tú te veas involucrado."

"Por eso me preocupo, ellos son capaces de dar sus propias vidas por la mía y… Win, apenas los estoy conociendo como padres, no quiero perderlos…" Dijo Ed mientras apretaba su puño izquierdo mientras con su otro brazo apretaba un poco el cuerpo de Winry hacia él.

"No hay que creer que lo peor vaya a pasar, sino todo lo contrario. Hay que esperar y no perder la fe. Además, al igual que Al y tú, ellos son héroes de Amestris. Este país no sería capaz de fusilar a sus propios héroes."

Ed suspiró. "Eso espero, Win."

"Tranquilo, ya encontraremos una solución." La rubia se apartó un poco para poder verlo a los ojos mientras acariciaba una de sus mejillas. "Tan pronto como recibamos información la revisaremos detalladamente hasta encontrar algo que pueda ayudarlos a todos. Mientras esperemos que tus padres no tarden mucho en recibir el mensaje de tu abuela para que todos juntos podamos definir un plan de acción."

"Gracias, Win, no sé qué haría si tú no estuvieras a mi lado en estos momentos." Replicó Ed esbozando una sonrisa. Ella le correspondió la sonrisa y ambos se sentaron juntos en un sillón, tratando de olvidarse por unos minutos de todo lo que estaba pasando.


Al día siguiente, por más que quisieran evitarlo, la tensión en la casa de Madame se estaba comenzando a notar progresivamente. Claire no había logrado encontrarse directamente con Roy ya que la situación no lo permitía. Estuvo a punto de hacerlo cuando tanto él como Riza se dirigieron a sus habitaciones de hotel pero su plan se vio frustrado cuando descubrió que otros militares se estaban hospedando ahí mismo. Al haber militares de alto rango ahí, había guardias resguardando algunas puertas por lo que tuvo que desistir de su misión ese día. Al menos, por la información que había logrado recabar, algunos se retirarían entre mañana y pasado mañana por lo que quizás alguno de esos dos días podría hacer el contacto deseado.

Repasando mentalmente el último informe de Claire, Chris se encontraba tamborileando sus dedos contra su escritorio mientras internamente regañaba a su hijo por ser tan inalcanzable en momentos tan cruciales. Con esa creciente preocupación dentro de sí, Chris se sobresaltó ligeramente (al igual que Vanessa, quien también se encontraba en el estudio) cuando el teléfono sonó pero sintió un inmenso alivio cuando escuchó la voz de Roy al otro lado de la línea. Desafortunadamente el alivio no fue completo ya que pudo notar que su hijo estaba tan alterado que no había alcanzado a detectar la sutil urgencia que ella quería transmitirle en sus palabras, llegando incluso a olvidar darle un número de contacto para que ella pudiera llamarle sin temor de que el empleado del hotel tuviera registro directo de su llamada.

Exhalando pesadamente, le pidió a Vanessa que fuera a traer a Ed y Winry. Aún no tenía la certeza de cuándo vería a Roy y Riza en persona pero, en cierta forma, ya tenía un pequeño avance al haber hablado con él ahora sólo era cuestión de esperar a que el atolondrado de su hijo volviera a llamarla para finalmente darle un número de contacto (aunque ahora no era necesario porque Chris se encargaría de ponerlo en su lugar para que finalmente se dignara a ir a verla).

En cuanto Ed y Winry estuvieron sentados frente a ella, les hizo saber qué era lo que había hablado con Roy y el cómo había tratado de hacerle entender que necesitaba verlo sin que fuera tan obvio ya que, aunque las chicas habían revisado la seguridad de la línea, no podían descartar la posibilidad de micrófonos o algún espía en la habitación de Roy y sus alrededores. Notando la evidente tensión en los rostros de ambos jóvenes, Chris trató de tranquilizarlos diciéndoles que seguramente una nueva llamada de él no se haría esperar.

Ed suspiró. "Tiene todo el año para hacer tonterías y justo ahora se le ocurre andar de idiota."

"Ed." Lo regañó ligeramente Winry. "No está pensando adecuadamente porque está preocupado por ti."

Ed suspiró con mayor pesar. "Lo sé."

Viendo la culpa que se asomaba en sus orbes dorados, Winry abrazó el brazo de Ed y recargó su cabeza en su hombro tratando de hacerle saber que no estaba solo. El rubio no tardó en recargar su cabeza sobre la de ella.

Chris sonrió ligeramente ante la muestra de confianza y cariño entre los jóvenes. "Sé que no es agradable pero tenemos que procurar que tú y Winry estén protegidos. Quizás ahora no lo saben pero estoy segura de que tus padres se sentirán sumamente aliviados cuando se enteren de que has estado a salvo todo este tiempo."

"Supongo." Dijo Ed suavemente aún sintiendo algo de culpa al no poder hacerles saber inmediatamente a sus padres dónde estaban él y Winry.

"Hablando de alivio… me disculpo por no haberlo ofrecido antes pero si gustan pueden utilizar este teléfono para avisar a tu hermano y a la abuela de Winry que ambos se encuentran bien."

Ante sus palabras, ambos rubios se sobresaltaron y se separaron.

"¡Al!"

"¡Mi abuela!" Winry miró directamente a Ed. "Deben de estar muy preocupados… ¿Cómo pudimos olvidarnos de ellos?"

"Cierto…" Dijo Ed con arrepentimiento. "Al va a matarme."

"Supongo que la sorpresa por haber conocido a tu abuela paterna puede servir como excusa." Intervino Chris tratando de tranquilizar a los chicos, viendo que ambos estaban empezando a mostrar expresiones de arrepentimiento.

Ed se mordió el labio inferior por un momento antes de responder. "Ahora que lo pienso, ¿no los expondremos si nos ponemos en contacto con ellos?"

Chris le dirigió una sonrisa tranquilizadora. "No te preocupes. Mis chicas ya se han encargado de asegurarse de que nuestra línea sea segura. Lo verifican varias veces al día así que no hay ningún peligro en cuanto a ello además de que no he recibido información de que algún soldado haya llegado a Resembool por lo que es altamente improbable que estén interviniendo su hogar." Las expresiones de Ed y Winry se relajaron y ambos chicos asintieron con la cabeza. "Sé que no hace falta decirlo, pero pídanles que sean discretos y que si por alguna razón preguntan por ustedes, nieguen que saben algo. Es por su propia seguridad tanto de ellos como de ustedes."

"De acuerdo, pero si me permite la pregunta, ¿cómo es que usted sabe de mi abuela y de Al?" Preguntó desconcertada Winry.

"Tengo una red de información por todo el país y me entero de muchas cosas, sobre todo de las que me interesan y antes de que me preguntes porqué no busqué con esos recursos a mi nieto, fue porque Roy-Boy me lo pidió. Él, al igual que Riza, sufrieron demasiado tras lo acontecido en la guerra, por lo que mi chico decidió no intervenir en la vida de su hijo. Ahora que ambos saben que Ed es su hijo y que por fin me pude enterar de la identidad de mi único nieto, voy a hacer todo lo posible para proteger a mi familia y eso te incluye a ti, señorita." Ante ese comentario Winry se sonrojó. "Puedo ver a leguas lo mucho que significas para Ed y reconozco que mi nieto heredó el buen gusto de su padre y no solamente lo digo por el aspecto físico, sino por el buen corazón que sé que Riza y tú tienen." Esbozó una sonrisa al final.

"Muchas gracias, señora." Dijo Winry aún sonrojada y un tanto avergonzada por el cumplido que la abuela de Ed le había hecho.

"No hay de qué. Ahora iré a dar unas indicaciones a mis chicas mientras ustedes utilizan el teléfono."

"Gracias… a-abuela." Dijo Ed tímidamente.

Chris asintió sin dejar de sonreír antes de que llamaran a la puerta. "Adelante."

"Chris, aquí está el informe que conseguimos." Dijo una chica que le entregó un folder a Madame. "Oh, mucho gusto chicos."

Ed y Winry asintieron en reconocimiento del saludo.

"Bien, gracias, Madeline."

"Con permiso." Dijo la chica antes de retirarse.

Ed se quedó pensativo, sentía que esa chica la había visto antes, pero no estaba seguro. ¿Dónde la había visto? ¿Dónde?

"Ed, ¿te ocurre algo?" Preguntó Winry al ver a su novio perdido en sus pensamientos.

"Ah, lo siento. Es que esa señorita se me hace familiar, sé que la he visto en algún lugar…" Ed soltó la mano de Winry para llevarla a su barbilla de manera pensativa.

Winry enarcó una ceja observando atentamente a su novio.

Ed chocó su puño derecho contra su palma izquierda. "Ya me acordé. Esa mujer es la misma que vimos Al y yo en una ocasión cuando mi padre nos dió un aventón a nuestro hotel. Después de dejarnos, se encontró con ella a unos pocos metros." Enarcó una ceja mientras veía atentamente a Chris. "Por donde lo vieras parecía una cita pero tiempo después él me dijo que esas "citas" eran sus informantes. Ahora con lo que me has contado, ¿puedo estar 100% seguro de que es verdad?"

Chris rió ligeramente. "Vaya qué eres desconfiado, muchacho. Pero no tienes nada de qué preocuparte. Roy-boy te dijo la verdad y estoy completamente segura de que jamás ha hecho algo indebido con alguna de sus "citas". Además créeme que yo sería la primera persona en poner en su lugar a ese padre tuyo si supiera que está jugando con tu madre."

Ed asintió con la cabeza, complacido. "Bien, me alegra saberlo. Incluso mamá me había mencionado algo al respecto pero tenía que estar seguro. Mi madre ha sacrificado mucho por el estúpido trasero de mi padre como para que él le hiciera una mala jugada."

"¡Ed! No hables de esa manera enfrente de tu abuela." Winry lo regañó.

Chris volvió a reír. "Creo que por esta vez se la dejaremos pasar, ¿no, señorita? Al fin y al cabo Riza se sentiría complacida de saber que su muchacho ya la cela." Chris mencionó con tono divertido.

Winry rió. "Tiene razón. Además es lo menos que Ed puede hacer porque me da la impresión de que la pateó mucho durante el embarazo." Comentó divertida.

"¡Oye! ¿Tú qué vas a saber?" Refunfuñó el rubio.

"Se lo preguntaré a tu madre cuando llegue."

Ed solamente bufó ante la mirada divertida de Madame Christmas. Definitivamente padre e hijo saben elegir a la chica correcta. Pensó Chris con orgullo y cariño.

"Bien, iré a arreglar unas cuantas cosas en lo que Roy-Boy se reporta mientras ustedes aprovechan para llamar a su familia. Los veré en un rato."

"Gracias." Respondieron ambos chicos antes de que Chris saliera de la habitación dejándolos solos.


Al día siguiente, cerca del mediodía, Ed y Winry se encontraban nuevamente en la oficina de Madame, esperando recibir noticias de Claire o la tan ansiada llamada de Roy. El informe que Chris había recibido el día anterior ya había sido revisado a detalle por las tres personas que actualmente se encontraban en esa habitación, además de que ya habían revisado la ley de anti-fraternización y un par de casos por lo que, de momento, no tenían más información con la que trabajar.

Para pasar el tiempo juntos y tratando de no llenarse completamente de preocupación ante la incertidumbre de lo que estaba aconteciendo, Chris había iniciado una agradable charla con los chicos, contándoles un par de anécdotas de la infancia de Roy. Después los chicos comenzaron a contarle algunas cosas de la suya en Resembool. Justo cuando Chris pensaba comenzar a contarles cómo había establecido su red de información, el teléfono que se encontraba sobre el escritorio comenzó a sonar. Ella les hizo una seña para indicarles que le permitieran un momento y descolgó el auricular.

"¿Hola?"

"¿Puedo hacer una reservación que incluya el paquete deluxe?"

"Claro, la sala VIP acaba de ser desalojada y está disponible para cuando usted lo desee." Respondió Chris usando uno de los códigos que había establecido previamente con Roy para confirmar que la línea era segura. El usar la clave de inmediato sin la charla casual que su muchacho generalmente solía iniciar cuando la llamaba hicieron que Chris se diera cuenta del gran nivel de preocupación y ansiedad por el que Roy estaba pasando.

Roy suspiró pesadamente del otro lado de la línea. "Madame, qué bueno que te encuentro."

"Vaya, hasta que por fin te dignas a reportarte, más te vale que no me vayas a colgar hasta que termines de escucharme." Chris respondió con voz severa, lo que hizo que Ed temblara ligeramente pues era más que obvio con quién estaba hablando. Al parecer su abuela podía ser realmente dura y autoritaria si se lo proponía.

"Sí, está bien. Lo lamento, he estado muy ocupado y la última vez olvidé compartirte el número donde puedes localizarme. Además, necesito pedirte un favor-"

"Ah, así que solamente cuando necesitas un favor te dignas a regresarme la llamada." Lo interrumpió Chris con voz un tanto molesta. "Ahora bien, escúchame, Roy-Boy, trae de inmediato tu maldito trasero a la dirección que te compartí. Es realmente urgente que hablemos y no olvides traer a Elizabeth contigo." Concluyó Chris sin importarle usar un enfoque más directo y autoritario que la vez anterior. Esta vez tenía que asegurarse de que sí o sí Roy siguiera sus órdenes de inmediato.

"Pero, Madame-"

"Nada de peros, ¿qué parte de que me urge verte no entiendes, muchacho? Sé que puedes llegar a ser muy despistado pero no me hagas comenzar a creer que mi muchacho se volvió un idiota. Así que déjate de tonterías y vengan ahora mismo. Es muy importante."

Antes de que Roy pudiera replicar, Madame colgó el auricular para después suspirar pesadamente. Ed estaba sorprendido de la forma en la cual se dirigió esta señora a su padre y que, tomando como referencia el no poder escuchar más que un murmullo proveniente de la bocina, Roy aparentemente no se había exaltado al recibir esa clase de trato. Definitivamente ella tenía que ser su abuela, por si todavía tenía dudas.

"Lo lamento, pero ese hijo mío a veces se deja llevar por sus sentimientos y deja de ver lo que está frente a él. Espero que esta conversación le abra por fin los ojos y él y tu madre vengan para acá. Entre más pronto podamos alertarlos, mejor."

Ed asintió e internamente no pudo evitar reírse de la forma en que su abuela fácilmente había puesto en su lugar a uno de los alquimistas más poderosos del país.


Roy había regresado por un momento a su habitación de hotel para comunicarse con Madame con la idea de agendar una cita con ella con la esperanza de que tuviera algo de información respecto a la desaparición de Ed, pero jamás hubiera esperado que ella le respondería duramente por no haber hecho caso a su petición de la llamada que habían tenido la noche anterior. Ciertamente había cometido el error de terminar siendo un tanto cortante con ella y de no haberle dado el número de teléfono del hotel en el que se estaba quedando pero no creyó que Madame se lo tomaría tan a pecho. Sabía que su madre podía llegar a ser dura cuando se lo proponía pero jamás le haría una escenita de ese tipo si no era por algo muy delicado.

Preocupado y manteniendo la esperanza de que quizás Madame había descubierto algo acerca del paradero de Ed y Winry, salió de su habitación sin perder más el tiempo. Por suerte, tenía el día libre y se encontraba vestido de civil por lo que había pasado todo el tiempo buscando pistas del paradero de Edward. Quería llamar a Riza para pasarle el mensaje de Madame, pero ella se encontraba en otra parte de la ciudad ya que habían acordado separarse para cubrir más terreno, por lo que tendría que buscarla en la noche después de su encuentro con Madame y cuando Riza hubiera regresado de su búsqueda del día.

Con paso decidido, salió de su hotel y unas cuadras más adelante tomó un taxi donde pediría que lo bajaran unas calles antes de su destino para desviar la atención en caso de que alguien lo estuviera siguiendo. Una vez que alcanzó su destino, se detuvo frente a un local de 2 pisos que se veía como cualquier otro negocio del lugar. Llamó a la puerta trasera tocando dos veces con su puño antes de hacer una ligera pausa para tocar nuevamente un par de veces más. Era un código para indicarles a las personas que se encontraban dentro de la llegada de un aliado puesto que, aunque la fachada señalara que se trataba de un bar similar al que Madame poseía anteriormente, aparentemente el negocio aún no estaba recibiendo clientes por lo que seguramente Chris y las chicas estaban siendo bastante cuidadosas respecto al abrir o no la puerta.

Después de esperar unos momentos, la puerta fue abierta por Vanessa, quien previamente había verificado que realmente se trataba de alguien conocido. En cuanto Roy ingresó al lugar, ella lo abrazó fuertemente.

"¡Roy! ¡Cuánto tiempo sin verte! No sabes lo mucho que te hemos extrañado."

Roy retornó el abrazo. "También me alegra verte, Vanessa."

Vanessa sonrió. "¿Y dónde está Elizabeth?"

"Ella debe estar o está por llegar a la mansión Armstrong, así que decidí adelantarme y llamarla desde aquí."

Vanessa asintió y tomó la mano de Roy para guiarlo. "Vamos al estudio. Madame está esperándote."

Roy asintió y se dejó llevar por Vanessa a la segunda planta de la casa. Recorrieron un par de habitaciones y justo cuando llegaron a la puerta indicada, Vanessa soltó la mano de Roy y llamó a la puerta. Después de unos cuantos segundos, la puerta se abrió para dar paso a un muchacho rubio de orbes doradas.

"¡Ed!" Exclamó Roy lanzándose de inmediato para abrazar a su hijo el cual se sorprendió al principio por la reacción de su progenitor pero terminó retornando el abrazo al pensar en lo preocupado que debió haber estado al creerlo desaparecido. "¡Gracias al cielo!" Se separó ligeramente de su hijo para examinarlo de pies a cabeza. "¿Te encuentras bien, hijo?"

Ed asintió. "Sí, estoy bien, papá, descuida."

Roy soltó el aire que no sabía que estaba conteniendo mientras una ligera sonrisa de alivio apareció en sus labios. Había pasado las últimas horas lleno de tensión y preocupación que el gesto le pareció desconocido al inicio.

Ed miró a su alrededor buscando a su madre antes de preguntarle a Roy. "¿Dónde está mamá?"

"Ella y yo nos separamos para cubrir más terreno para buscarte. En estos momentos debería estar en la mansión Armstrong. En un momento le llamaré porque ella está muy preocupada por ti."

"Lo lamento, pero realmente todo esto no fue idea mía. Pero te puedo asegurar que Winry y yo estamos bien." Confirmó el muchacho.

"Me alegro, justamente iba a preguntarte por ella."

En ese momento Winry se asomó. "Hola, General."

"Hola, Winry." Roy extendió su mano para saludar a Winry quien retornó el saludo.

Roy sonrió antes de mover su cabeza en dirección a su hijo. Se sentía tan aliviado de verlo sano y salvo. "Supongo que si estás aquí ya conociste a tu abuela, ¿verdad?"

Ed asintió. "Así es."

"Ahora entiendo porque le urgía que viniera." Roy rió ligeramente. "Si no hubiera sido tan idiota todo hubiera sido más fácil." Suspiró arrepintiéndose mentalmente de su descuido durante la primera llamada que tuvo con su madre. "Por cierto, ¿dónde está ella?" Preguntó Roy.

"Está en su habitación, nos dejó hace unos minutos porque parece que una de las chicas estaba por llegar con un nuevo informe así que quería aprovechar para ir a buscar otra agenda de sus contactos por si fuera necesario." Respondió el rubio.

"Iré por ella, con permiso." Replicó Vanessa antes de dirigirse a la última habitación del pasillo mientras Ed, Winry y Roy entraban al estudio.

"Vaya, definitivamente ella debe ser tu madre."

"¿Por qué lo dices?" Preguntó Roy mientras tomaba un vaso del pequeño bar que tenía su madre en la habitación para servirse un poco de whiskey.

Ed sonrió traviesamente mientras se sentaba al lado de Winry. "Por la forma en que te habló y por la confianza que tienes para ponerte cómodo y tomar alcohol que no es tuyo."

Roy tomó un trago de su bebida. "Creeme que me hacía falta, muchacho." Mencionó él señalando su bebida. "Y de la forma en que me habló, ¿acaso estabas presente en ese momento?"

"Así es, pude ver como mi querida abuela te ponía en tu lugar." Ed comenzó a reírse mientras que Roy fruncía ligeramente el ceño. "Creo que ya sé a quién más acudir cuando andes de insoportable, no creí que hubiera alguien más además de mi madre capaz de bajarte los humos, Roy-boy". Concluyó Ed con una risita.

"Muy gracioso, Ed." Refunfuñó Roy antes de tomar otro trago de su whiskey. Realmente no estaba enojado con su hijo, estaba tan aliviado que no le importaba ser el blanco de sus burlas. "Creo que será mejor que le llame a tu madre."

"Espera un momento, Roy-Boy." Dijo Madame Christmas.

"Madame." Roy hizo una pequeña reverencia con la cabeza pero no pudo evitar inquietarse al notar preocupación en el gesto de su madre. "¿Qué pasa? ¿No se supone que querías que Riza viniera conmigo?"

Chris terminó de ingresar a la habitación y cerró la puerta. "Vanessa ya me dijo dónde se encuentra Riza, pero creo que será mejor que te advierta lo que está pasando ahora mismo para que la localices tan pronto termine de contarte todo." Dijo mientras dejaba el folder que llevaba bajo el brazo sobre el escritorio.

Winry tuvo un momento de duda acerca de quedarse o no, dado que se avecinaba una charla muy privada y familiar pero Ed tomó su mano y la apretó. La miró y le dio a entender de que no quería que se fuera, por lo que ella permaneció en su asiento.

"¿Qué está ocurriendo? Supongo que tuviste una muy buena razón para desaparecer a Ed y a la señorita Rockbell de la nada."

"Así es, Roy-Boy, y aunque me gustaría decirte que lo hice para por fin conocer a mi único nieto y a su novia porque el desconsiderado de mi hijo no se ha dignado a presentármelos…" Comenzó dirigiéndole una mirada ligeramente acusadora. "me temo que me vi en la necesidad de actuar cuanto antes sin avisarte ni a ti ni a Riza porque está sucediendo algo que lo amerita."

Roy sintió que el alivio que había sentido recientemente al encontrar a Ed se desvanecía para llenarse por una enorme preocupación. Conocía a su madre y sabía que ella solamente tomaría esa clase de medidas en situaciones sumamente delicadas. Un nudo se formó en su garganta.

"Roy, algunos militares han descubierto el parentesco entre Riza, Edward y tú. Han comenzado el proceso de denuncia para someterlos a una corte marcial."

El general apretó fuertemente el vaso que tenía en su mano. ¡Demonios! Inhaló y exhaló profundamente. "¿Sabes quién lo descubrió?"

Chris asintió antes de acercarse a su escritorio para tomar el folder que unos momentos antes Danielle le había entregado. "Supongo que lo conoces."

Roy tomó el folder con su mano libre y dejó el vaso que tenía en su otra mano sobre el escritorio para examinar el contenido del documento que su madre le acababa de proporcionar. Ed y Winry no le quitaron la vista de encima durante todo ese tiempo.

El pelinegro comenzó a leer el informe de la red de información de Chris y cuando llegó a la parte que más le interesaba, el nombre, Roy apretó su agarre del documento sin importarle que lo maltratara. "Maldito, bastardo." Murmuró. "¿Sabes hace cuánto comenzó todo esto?"

"El día previo a la noche en la que tuve que secuestrar a estos chicos. Alguien externo a la milicia ya andaba tras ellos así que tuve que intervenir. No va a tardar en que manden órdenes de aprehensión en contra tuya y de Riza, sin mencionar que comenzarán a buscar a Edward."

Roy se pasó su mano derecha por su cabello mientras suspiraba pesadamente. "La línea segura que hace tiempo conectamos a la mansión Armstrong, ¿sigue funcionando?"

"Sí, supuse que la necesitaríamos ya que sé que podemos considerarlos nuestros aliados."

Sin otra palabra más, Roy tomó el auricular del teléfono y comenzó a marcar a la mansión Armstrong mientras Ed trataba de imaginarse quién demonios habría descubierto su secreto. No podía revisar el documento con esa información ya que Roy no lo había soltado, por lo que tuvo que esperar a que su padre terminara con su llamada.

En cuanto Roy pudo comunicarse con Riza, sintió un ligero alivio.

"¿Riza?"

"Señor, ¿qué pasa?" Riza, como siempre, mantenía su profesionalismo intacto.

"He encontrado lo que buscábamos. Nuestro objetivo está bien excepto que tenemos problemas, serios problemas. Necesito que vengas cuanto antes a la dirección que te di."

"¿Está seguro que nuestro objetivo está bien? Es un poco contradictorio lo que menciona, Señor." Preguntó con preocupación Riza.

"Lo está, lo he corroborado por mí mismo. Sin embargo, se ha presentado una situación que tenemos que atender de inmediato."

"Gracias al cielo que está bien." Suspiró aliviada y con un tono más suave agregó. "Iré de inmediato al lugar."

"Te estaré esperando. Ten cuidado."

"Sí, lo veré en un rato, Señor."

Sin más Riza cortó la comunicación. Roy colocó el auricular en su lugar y se sentó en una de las sillas para examinar la información que había recibido.

"Riza viene en camino."

Chris asintió. "Este lugar es seguro, pero de todas formas daré indicaciones para que estén todos alerta."

"Gracias, Madame. Por cierto, ¿podrías conseguirme todas las secciones de la ley de anti-fraternización y el archivo concerniente al manejo del caso del hermano de Catalina? Es la amiga de Riza."

Chris suspiró. "Me he adelantado a todo ello, Roy-Boy. Incluso he comenzado a buscar con Madeline y los chicos alguna laguna legal que podamos usar." Viéndolo con expresión seria y preocupada a la vez, agregó. "De verdad espero que no tengas que usar como precedente el caso de Catalina."

"Si no hay otra alternativa, lo haré." Roy respondió con determinación.

"Lo sé." Replicó en voz baja Chris antes de retirarse de la habitación.

"¿Quién demonios nos delató? No puedo creer que alguien de nuestra gente lo haya hecho." Ed rompió el silencio en cuanto Chris salió de la habitación.

"No fue nadie de nuestra gente, como ya lo has dicho son personas de nuestra entera confianza."

"Entonces, ¿quién fue y cómo lo supo?"

Roy exhaló con pesadez. "Un maldito Coronel llamado Frank Archer."

Ed se quedó pensativo durante un momento. "Archer… ¿no es ese tipo que mandaron al Sur poco después de que Al y yo nos integramos a la unidad?"

"Es ese mismo imbécil."

"Pero, ¿cómo lo supo?"

"Eso no lo sabemos aún. Pero no dudo que esté usando todo esto para su propio beneficio."

"¿A qué te refieres?"

"Archer es un psicópata amante de la guerra, por ello era el soldado perfecto para ayudar a esos malditos homúnculos a derramar sangre en su nombre. Cuando nos transfirieron a Central, él tomó provisionalmente mi lugar en el Este. Siempre ha estado tras los grandes puestos para lograr mayor control y desatar más guerras. Nunca nos hemos llevado bien. Sé que el odio es mutuo pero obviamente eso incrementó cuando Grumman lo quitó de "su puesto" y me dejó nuevamente a cargo del Este."

"Pero, ¿cómo es que todavía no lo han sacado de la milicia? ¿No se supone que con Grumman se inició una limpia de militares corruptos?"

"Hay demasiada gente por limpiar, además de que ese maldito es bastante astuto para ocultar sus trapos sucios."

"¡Demonios!" Ed hizo una pausa mientras recapitulaba la información que estaba recibiendo. "¿Por qué necesitas el archivo del hermano de mi… madrina?"

"Por lo que veo, ella ya te ha obligado a que la llames de esa forma." Respondió Roy con una ligera sonrisa para tratar de aligerar un poco la tensión que estaba llenando la habitación.

"Puede llegar a ser algo persuasiva…" Ed comenzó a rascarse la nuca. "Además, creo que si ella me lo pide es lo menos que puedo hacer después de que ella ayudara a mamá conmigo.

"Tienes razón, aunque eso no le quita lo escandalosa."

Ambos se esforzaron para reír un poco tratando de dispersar al menos una parte de la enorme tensión que se estaba acumulando en sus hombros.

"Pero, regresando al tema, ¿por qué necesitas ese archivo?"

Roy exhaló pesadamente. "No sé si tu mamá o Catalina misma te hablaron acerca de su hermano."

Ed negó con la cabeza. En cierta forma estaba empezando a entender porque su abuela les había impedido revisar ese caso.

"El hermano de Catalina sostuvo una relación romántica con una de sus compañeras de la academia militar lo que llevó a un embarazo…" El general inhaló profundamente. "Antes de ese suceso la ley era demasiado severa por lo que sin lugar a dudas iban a fusilarlos a ambos sin importar el estado de ella. Se pusieron a buscar alternativas, alguna laguna legal y lo que pudieron encontrar les permitió que ella y el bebé no nato salieran libres de cargos, aunque obviamente la descargaron de la milicia sin derecho a nada."

"¿Y qué pasó con el hermano de Catalina?" Preguntó Ed con un temor que no pudo ocultar al ver cómo se ensombrecía la mirada de su propio padre.

"Su novia y su hijo no nato quedaron libres a cambio de la vida de él."

Ed se congeló al escuchar eso. Sin lugar a dudas eso explicaba porqué su madrina no hablaba de su hermano ni mencionaba nada de su sobrino. "¿Qué pasó con ella y su bebé?"

"Por todo el estrés que vivió durante el proceso al saber que su vida estaba en juego y, posteriomente, el ver cómo mataban a su pareja, provocaron que poco tiempo después perdiera a su hijo. Catalina le contó eso a tu madre cuando se enteró que venías en camino y por eso Riza tuvo que proceder en la forma en que lo hizo para protegernos a ambos."

El muchacho ahora entendía el porqué su padre había solicitado ese archivo. Si la ley era tan dura y cruel como clamaban, el escuadrón de fusilamiento sería la única opción para los tres, pero si había un precedente donde no se hubiera acabado con la vida de todos los implicados, sin duda serviría para salvar la vida de su madre y la de él pero a cambio de la vida de su padre. No tenía dudas de que su padre daría su vida por la de ellos sin pensarlo dos veces y eso le estaba comenzando a provocar un enorme nudo en el estómago.

"Deja de ser un maldito pesimista. Por favor, quítate ese pensamiento suicida." Ed gruñó mientras encontraba su dura mirada con la sorprendida de Roy.

"Edward, tenemos que estar preparados para cualquier escenario, si algo sale mal no tiene sentido que todos pasemos por el escuadrón de fusilamiento. La vida de tu madre y la tuya son mucho más valiosas que la mía. Ustedes son mi prioridad. Tú eres joven, tienes mucho por vivir y disfrutar al lado de Al, Winry, la señora Rockbell y tu madre."

"¿Y qué hay de ti? ¡¿Por qué demonios siempre piensas en tu muerte?!" Dijo mientras se ponía de pie y ponía ambas palmas con fuerza sobre el escritorio. "Sé que a ti y a mi madre les atormenta sus acciones de la guerra y que has estado trabajando para cambiar este país como forma de redención, aunque ese camino continúe con tu fusilamiento. ¿Acaso no te has puesto a pensar que tu muerte no va a regresar las vidas que tomaste? Eres más valioso para este país con vida. ¿Sabes por qué? Porque puedes salvar muchas más vidas de las que tomaste. ¡No puedes tirar a la basura la posibilidad de hacer algo más por los demás al dejarte matar así como así!" Ed cerró los ojos por un instante recordando que esas últimas palabras eran similares a las que alguna vez Al le dijo. Tras un suspiro, abrió los ojos y habló en un tono un poco más calmado. "Pero también no debes de ser egoísta. ¿Qué hay de mamá? ¿Crees que ella aprobará esa "estrategia" si llegara a darse el caso?... ¿Qué hay de mi?" En ese momento los ojos dorados de Ed comenzaron a brillar por las lágrimas que amenazaban por brotar. "Tú sabes mejor que nadie lo mucho que me costó aceptar una figura masculina en mi vida y ahora que la tengo de verdad que quiero disfrutarla. Te quiero a ti y a mi madre en mi vida. Ya hemos pasado demasiado tiempo separados como para que ahora te rindas fácilmente y propicies una separación definitiva."

El pelinegro tragó el nudo que se le formaba nuevamente ante las palabras de su hijo. "Ed…"

"Además prometiste que desposarías a mi madre como se merece. No es de caballeros dejar plantada a una dama, eso tú lo dijiste. Así que no me vengas con esas tonterías. Encontraremos una forma de salir con vida los tres juntos."

Roy se puso de pie y atrajo a su hijo en un fuerte abrazo, mismo que el rubio retornó sin dudarlo. Winry, quien permanecía en silencio, esbozó una ligera sonrisa ante la escena. Ver a Ed demostrando abiertamente su afecto por su padre era algo digno de ver después de todo lo que había pasado su novio para aceptar sus raíces.

"Haré todo lo que pueda para sacarnos de esto, pero en dado caso de que falle-"

"No te atrevas a decirlo… encontraremos una forma." Interrumpió Ed.

"Ed, lo haremos pero quiero que pase lo que pase si por algún motivo yo no puedo cumplir mi promesa de estar en tu vida y en la de tu madre… por favor, cuida de ella. Es lo único que te pido."

"Lo haré, pero más te vale que no te rindas porque ella y yo te queremos en nuestras vidas."

"Tenemos un trato, hijo mío."

Cuando se separaron del abrazo, padre e hijo compartieron una sonrisa. Roy tomó nuevamente el folder. Después de las palabras de su hijo, tenía que enfocarse en encontrar una manera de salvar la vida de la mujer que amaba, de su hijo y la suya propia porque, por primera vez desde la guerra, no deseaba morir, sino todo lo contrario. Deseaba vivir para formar parte de la vida de su hijo, para desposar y hacer feliz a la mujer que había amado desde su adolescencia.

Roy apartó la vista del documento que estaba leyendo para mirar a su hijo, el cual todavía tenía notables signos de preocupación en su rostro.

"No dejaremos que se salga con la suya. Tranquilo, Ed. Como tú lo dijiste, encontraremos una forma de salir de este embrollo." Hizo una pequeña pausa. "¿Por qué no te tomas un refrigerio con Winry? Posiblemente hoy encuentren a Danielle, ella es fantástica en la cocina."

Ed enarcó una ceja y se cruzó de brazos. "¿Mejor que mamá?"

Roy rió ligeramente. Al parecer él ya no era el único que celaba a Riza. "Es buena, pero definitivamente tu madre es la mejor sin duda alguna."

"Más te vale." Dijo Ed con un tono que pretendía ser un tanto amenazador pero que dejaba entrever la tensión y preocupación que la situación actual le estaba causando.

Notando que la expresión de Ed aún revelaba latente preocupación, Winry le dio un beso en la mejilla antes de hablar. "Tal vez ir por un refrigerio te ayude a despejarte un poco para que cuando llegue tu mamá puedas pensar con más claridad."

Ed suspiró. "De acuerdo." Se puso de pie y le dirigió una mirada a su padre. "¿Quieres que te traigamos algo? No has bebido mucho, pero si no has comido nada tal vez eso no sea una buena combinación."

El general no pudo evitar sentirse feliz al darse cuenta que el chico no dejaba de preocuparse por su bienestar.

"Estoy bien, gracias. Tu madre y yo comimos algo antes de separarnos en nuestra búsqueda."

"Bien." Ed tomó la mano de Winry y se dirigió a la puerta bajo la curiosa mirada de Roy.

La escena que el pelinegro estaba viendo le hizo recordar cuando él mismo hacía eso con la madre de su hijo cuando vivía en la casa del padre de Riza. Definitivamente tenía que encontrar la forma de sacar del peligro a Riza y a su hijo y con un poco de suerte su propia vida ya que ahora que estaba formando parte de la vida de su hijo y que estaba retomando su relación romántica con la mujer que siempre había amado, no quería perderse de nada.

Cuando Edward comenzó a abrir la puerta, el teléfono sonó.

Sin despegar del todo su atención del documento que tenía entre sus manos, Roy tomó el auricular. "¿Diga?"

"¡General Mustang! Me alegra mucho que usted haya tomado mi llamada." Comentó alterado al otro lado de la línea Alex Armstrong.

El tono del Teniente Coronel inquietó de inmediato al General. "¿Qué sucede, Teniente Coronel?"

Ed y Winry se detuvieron en cuanto escucharon el título de Alex.

"Señor, lamento darle malas noticias pero hace unos minutos apresaron a la Capitán Hawkeye."

"¡¿Qué?! ¡¿Quiénes?! ¡¿Cómo?!" Roy se puso de pie de golpe, bajo las miradas preocupadas y expectantes de Ed y Winry.

"Estaba escoltando a la Capitán por unas cuantas calles hasta que cada quien se desviara hacia sus respectivos destinos. Fue en esos momentos que aparecieron unos militares con órdenes de aprehensión en contra de ella y suya."

Roy se pasó una mano por la cara mientras sus hombros se ponían todavía más tensos, gestos que no pasaron desapercibidos por Edward. "¿Bajo qué cargos?" El General ya sabía la respuesta pero tenía que estar seguro.

Alex suspiró al otro lado de la línea. "Fraternización."

"Demonios." Roy maldijo.

"Señor, temo informarle que también hay órdenes de aprehensión contra el joven Edward."

Roy exhaló pesadamente. "Gracias por la información Teniente Coronel. Tomaré cartas en el asunto, mientras tanto espero contar con su discreción."

"Ni lo mencione, General. Sabe que cuenta con eso y con todo mi apoyo. Si encuentro algo que pueda ser de utilidad para ustedes, se lo haré saber."

"Gracias, Armstrong."

"Hasta pronto, Señor."

El General colgó el teléfono y se dejó caer sobre la silla, mientras se pasaba ambas manos sobre su rostro. Maldición… Riza. ¿Por qué siempre tienes que salir perjudicada por mi culpa? Y para rematar, ahora estoy llevando al fango a nuestro hijo. Esperaba contar con un poco más de tiempo para que juntos planeáramos nuestra movida, pero ese maldito de Archer está moviéndose muy rápido.