CAPÍTULO 40:
FANTASMA DIGITAL
La Tierra, Japón
Casa de Marucho
-Entonces, los Bakugan que evacuaron a La Tierra volvieron a salvo a Nueva Vestroia. Grandiosas noticias, chicos -. Felicitó Klaus en la enorme pantalla holográfica del laboratorio a Los Peleadores desde su hogar en Vestal.
-Es un milagro que pudiéramos salvarlos a todos. Estaba segura de que perderíamos a Drago, a Leónidas y a los otros por el Sistema EB. Por suerte, logramos sacarlo del planeta a un punto que no cubría su rango de alcance -. Asintió Mira feliz por su éxito.
-Sí, y Drago absorbió las energías de atributo en el interior del Sistema EB. Ahora volvió a evolucionar -. Dijo Dan viendo a su compañero con orgullo.
-En ese momento solo me importaba salvar Nueva Vestroia y a mis hermanos y hermanas -. Respondió el Bakugan Pyrus humildemente.
-Helix Dragonoid Pyrus, sin duda es una evolución que tenemos que poner a prueba -. Propuso Leónidas a su amigo.
-Es cierto, de todos modos, tú y Vladitor nos deben la revancha -. Concordó Drago con sutil emoción.
-Una evolución no influirá en el resultado. Volverá a morder el polvo como la última vez -. Aseguró Vladitor con petulancia.
-Estoy de acuerdo -. Interrumpió Dan emocionado -. Vamos, Nick, tenemos que poner aprueba las capacidades de Leónidas y Drago.
-Tranquilo, Dan, te prometo que en cuanto el Interespacio Bakugan esté listo, veremos quién es el mejor -. Aceptó Nick el futuro reto con una pequeña sonrisa, ocultando bien su propia emoción por volver a luchar con su primer mentor y amigo.
-Oigan, chicos, ¿sabemos que ocurrió con Los Vexos? -. Preguntó Marduk interrumpiendo a Los Peleadores.
-En cuanto recibí la noticia, comencé una búsqueda en el espacio interdimensional conocido para tratar de dar con la ubicación del Palacio Matriarcal. Por desgracia, parece que fue muy tarde, para cuando empezamos, no había señales o rastros de ellos -. Informó Klaus con expresión seria.
-No me sorprende, por lo que sabemos, el equipo del Profesor Clay está conformado por las mentes más brillantes y el equipo de investigación más avanzado de Vestal, han dedicado su vida al avance de nuestra ciencia. Es normal que sepan cómo moverse en el espacio -. Dijo Elisa imaginando que algo así sucedería.
-Así que ese grupo de tontos solo se movió a otra dimensión -. Bufó Ace aparentando los puños.
-Supongo que ganamos la batalla, pero aún no ganamos la guerra -. Comentó Percival en el hombro de su compañero.
-Cielos, yo pensé que ya se había acabado -. Suspiró Julie con cansancio.
-Sí, yo también pensé lo mismo -. Respaldó Runo a su amiga sobando su cabeza con cansancio.
-Hay gente que no sabe cuándo rendirse -. Dijo Marduk para sí mismo, preguntándose si él mismo se había visto tan insistente cuando era el enemigo.
El peliplata no podía evitar ver a Zenoheld y a sus Vexos como perros buscando su hueso y esperaba de todo corazón no haberse visto de esa manera cuando intentó acabar con Los Peleadores.
-Relájense, chicos. Si vuelven a mostrar sus feas caras por aquí, los volveremos a vencer. Drago puede vencer lo que sea ahora que evolucionó a Helix Dragonoid -. Tranquilizó Dan a sus amigos -. Quiero ver qué sus basuras mecánicas traten de dañarlo.
-Sí, quiero verlo -. Concordó Drago con confianza.
-No creo que sea sabio subestimar a Los Vexos, aún no conocemos en su totalidad lo nuevos poderes de Drago -. Recordó el pelinegro a sus amigos.
-Si algo sucede, Drago, Ingram, Ángel y Leónidas son los más fuertes del equipo, ellos deberían tomar la delantera si nos atacan al mismo tiempo -. Aconsejó Marduk.
-Estoy de acuerdo, yo me quedaré en Vestal en caso de que Zenoheld y Los Vexos decidan regresar. El Alto Consejo del planeta ya está buscando señales del palacio, no deberíamos tardar mucho en encontrarlos -. Respaldó Klaus al peliplata.
-Excelente, muchas gracias por la ayuda, Klaus -. Agradeció Mira a su amigo terrícola.
-No tienen que agradecerme, solo trato de hacer mi parte y… -. Comenzó el empresario antes de ser interrumpido.
-Maestro, ya casi es hora de su reunión con el Alto Consejo de Vestal, el Comandante Elvar vendrá personalmente a recogerlo con una escolta que garantice su seguridad, después de eso tiene una conferencia para tratar las finanzas generadas por la Fundación Klaus y en la tarde tenemos la grabación de un nuevo comercial para promocionar los acuapartamentos, incluyendo a aquellos que piensa mostrarles a la familia Valiant. Por no mencionar, las pruebas preliminares de los transportadores dimensionales que abrirán las vías de comunicación con La Tierra para abrir una nueva ruta de comercio para ambos mundos -. Interrumpió Sirenoid a su compañero leyendo la lista de pendientes frente a su pecera.
-¿Van a hacer contacto formal con La Tierra? -. Preguntó Nick al empresario con una ceja arriba.
-Es la idea, Vestal tiene muy pocas zonas naturales disponibles para el cultivo. La idea es comenzar a hacer tratados con nuestro planeta, aprovechando todo el asunto de los Bakugan y nuestras áreas naturales más grandes para unir a los dos mundos en una sola fuerza -. Asintió el ojiverde -. Somos optimistas ante el futuro, gracias a la tecnología vestal y los recursos terrestres, esperamos crear una alianza entre los mundos basada en los lazos de amistad y compañerismo que hemos demostrado con nuestros amigos de otros mundos.
-Es una idea interesante, pero tomará mucho tiempo crear una utopía así.
-Ciertamente, Nicholas, pero alguien tiene que hacerlo -. Respondió Klaus usando el nombre completo del peleador.
Elisa sonrió suavemente al ver como el terrícola se quejaba entre dientes al escuchar su nombre completo, no entendía porque Nick parecía odiar que se refirieran a él como "Nicholas", a ella le parecía un bonito nombre.
-Bueno, al menos ya sabemos que te quedarás en Vestal por otras razones además de Los Vexos, amigo -. Dijo Dan rascándose la cabeza.
-Así nos tocó vivir, mi amigo. Cuídense mucho, Peleadores, los mantendré al tanto de todo lo que averigüemos -. Concluyó el ojiverde alzando una mano a modo de despedida antes de ver al peliplata del otro lado de la línea -. Marduk.
-Klaus -. Se despidió el antiguo peleador con un tono tan formal como el del empresario.
La pantalla holográfica desapareció con la imagen de Klaus despidiéndose de sus amigos para prepararse para su larga lista de tareas. Dan giró suavemente sobre sus pies para ver a sus amigos alienígenas.
-Supongo que, si quieren volver a casa, está bien -. Comenzó el castaño.
-De hecho, Dan, pensaba quedarme un poco más en La Tierra para continuar mi entrenamiento. Verte a ti y a Drago me inspiró, quiero ser mejor, ser como tú, maestro -. Respondió Baron haciendo una reverencia son un fuerte sonrojo en sus mejillas.
-Sería un honor si me permites aprender de ti, Helix Dragonoid -. Dijo Nemus saltando al hombro de su compañero.
-Por supuesto -. Asintió Drago.
-También pensaba quedarme aquí -. Dijo Ace parándose entre maestro y pupilo -. Después de vencer a Los Vexos, me interesa la idea de quedarme un tiempo para entrenar.
-Estoy de acuerdo, todo dentro de mí me dice que debo quedarme y ser más fuerte -. Concordó Percival.
-¿Mira? ¿Eli? ¿Ustedes que dicen? -. Preguntó Nick a las vestal recostándose en su silla.
-Tenemos que preguntarle a mamá y a Eisel, no es una decisión que podamos tomar solas -. Respondió la pelinaranja un poco avergonzada.
-Es cierto, no me sorprendería si ya quieren volver a casa a ver esos acuapartamentos que mencionó Klaus -. Concordó Elisa mirando tímidamente al pelinegro.
No quería irse, prefería quedarse en La Tierra un poco más para aclarar las cosas con Nick ahora que el peligro inmediato ya había pasado, pero no podía ser egoísta. No había pasado por tantas cosas lejos de su familia como para imponer su voluntad sobre ellas.
-Bueno, las dejamos en casa de Dan. Si quieren, pueden ir con él a preguntarles -. Sugirió Runo con una pequeña sonrisa.
-Es cierto, aunque dudo mucho que se quieran ir pronto, especialmente Eisel. Esa niña no se separará pronto de los dulces terrícolas -. Comentó Julie guiñando un ojo a su apenada amiga rubia.
-Es igual a sus hermanas -. Respondió Mira haciendo reír a todos.
-Excelente, vamos a entrenar juntos y a preparar nuestras habilidades. Zenoheld y sus Vexos no tendrán ninguna oportunidad si deciden atacarnos -. Dijo Dan emocionado.
-Sí, Nick y yo vamos a preparar los últimos detalles de las arenas del Interespacio Bakugan para comenzar a entrenar -. Dijo Marucho igual de emocionado por la idea de tener a sus amigos un poco más.
-Si no les importa, me gustaría ayudarlos en todo lo que sea posible. Después de todo, para eso vine aquí -. Pidió Marduk cortésmente.
-Seguro, aún no terminamos nuestro entrenamiento -. Respondió Nick mientras Leónidas asentía.
-Vladitor y yo aún tenemos muchos secretos que desentrañar, no creo que podamos hacerlo sin ti.
-Entonces, Ingram y yo volveremos a casa a ver cómo está todo y luego volveremos -. Dijo Shun con su compañero en su hombro.
-Me agrada como suena, Leo y yo retomaremos nuestro entrenamiento una vez que ustedes hayan terminado -. Asintió el Bakugan Ventus.
-¡Excelente! ¡Esto será grandioso! -. Exclamó Dan entusiasmado mientras el resto del grupo reía por su reacción.
Residencia Kuso
3 horas después
-Bien, chicos, disfruten la comida. Erika y yo preparamos sus favoritos -. Comenzó Miyoko Kuso depositando el último plato de comida en la mesa.
Ace miró asombrado el gran número de platos que las mujeres habían logrado preparar en tan poco tiempo mientras sus hermanos vestal veían con una enorme sonrisa la multitud de platos que reposaban frente a ellos con comida caliente esperando por ser devorada. Tenía que darles crédito a las cocineras, habían logrado hacer un pequeño banquete digno del personal de Marucho en tiempo récord.
-Excelente -. Dijo Dan levantando su cuchillo y tenedor mientras un delgado hilo de saliva colgaba de su boca.
-Gracias, mamá -. Agradecieron Mira y Elisa casi al unísono sujetando los primeros platos que probarían.
Erika solo se limitó a depositar un beso en las coloridas cabelleras de sus princesas antes de sentarse junto a Eisel, que trataba inútilmente de pronunciar un agradecimiento a su madre con la boca llena de lo primero que pudo alcanzar en una competencia de comida directa con el líder de Los Peleadores frente a ella.
-No saben cuánto los echamos de menos -. Comenzó Miyoko mirando a su hijo comer con la misma energía que tanto lo caracterizaba.
La alegría que emanaba el peleador castaño y la cálida atmósfera que las familias Kuso y Valiant tenían la facilidad de crear resultaba reconfortante para todo el estrés que habían sufrido recientemente. Parte de Mira se alegraba de que su madre y su hermana estuvieran contentas de quedarse un poco más en lo que Klaus preparaba una lista detallada de posibles residencias en estos "acuapartamentos" y, con un poco de suerte, convencía a los miembros del Alto Consejo de recuperar la casa de campo de la familia Valiant. Muchos de sus mejores recuerdos estaban en ese lugar y esperaban un día llevar a Eric ahí para recuperarse después de rescatarlo de las garras de Zenoheld.
El pensamiento de su padre hizo que su mente se desviara de forma casi automática a su progenitor, sabía que el profesor nunca fue un alma que destacara por cosas que encontraba tan aparentemente banales como la empatía o la amistad, pero aún le costaba creer que tuviera la sangre tan fría como para usar a su mejor amigo de toda la vida como víctima de sus experimentos. Jamás se ilusionó con la idea de que su progenitor la amara como a la hija que era, pero quería creer que había algo más en el hombre del que su madre se había enamorado y con el que su verdadero padre había crecido que solo un demente sin escrúpulos ni respeto por su propia gente.
¿Qué clase de monstruo la había traído al mundo? ¿Su influencia tuvo algo que ver con el cambio tan radical de su hermano? No sería sorpresa, Keith no ponía queja por pasar más tiempo con el profesor, aunque sabía que eso se debía a su interés por desarrollar sus habilidades científicas y mecánicas, ya no había una sola gota de afecto entre los hombres con los que estaba emparentada aunque quería creer que aún había salvación para ambos.
Una pequeña sonrisa triste se formó en el rostro de la pelinaranja, eso era algo que su padre adoraba de ella: su pensamiento optimista. Le había pedido a inicios de la guerra en Nueva Vestroia que nunca perdiera eso, que la definía como un ser maravilloso y todo lo que los vestal un día deberían aspirar a ser.
Había cumplido, por supuesto, pensó por mucho tiempo que esa sería la última petición que le haría el comandante poco antes de que lo dieran por muerto después de su batalla con Spectra a las afueras de Ciudad Gamma. Pero ahora solo temía que tuviera que llegar un momento en el que tuviera que decidir a quién salvar, al comandante o al profesor. Por supuesto, elegiría al hombre que la había criado en cualquier momento pero no podía negar que también quería salvar a su progenitor y averiguar cómo era el hombre que se había casado con su madre, que se rompió el mismo día que la perdieron; pero no se hacía ilusiones. Al final de día, ella siempre sería la causa de muerte de Mira Fermin, por haber pedido por todos los medios que salvaran a su hija pequeña, siempre sería la causa de que su padre estuviera sufriendo ahora mismo.
Habría comenzado a llorar desesperadamente en el hombro reconfortante de Elisa o su madre de no ser por la suave mano que alcanzó su hombro.
-Mira, ¿todo está bien? Pareces… perdida -. Dijo Dan tratando de buscar las palabras más acertadas.
Fue vergonzoso levantar la mirada y ver qué todos sus amigos y familia, tanto humana como vestal, la veían con preocupación grabada en sus ojos. ¿Cuánto tiempo estuvo perdida entre sus pensamientos con una cara larga y ojos deprimidos e irritados que no se dio cuenta del momento en que todos descartaron sus platos para verla directamente?
-No te preocupes, estamos aquí para ti -. Consoló Ace a la pelinaranja mientras Baron y Elisa asentían.
-Hija, si sucede algo, puedes decirnos -. Comenzó Erika acercándose a su princesa mayor para envolverla en un abrazo.
Aunque siempre había admirado a su hermano y a su padre, su ejemplo a seguir como persona siempre sería su madre. No podía creer que, a pesar de todo lo que estaba pasando, de todo lo que había perdido, la mujer mayor siguiera tan firme y dispuesta en su deseo de ayudar a sus hijas en todo lo que le fuera posible sin importar cuanto quisiera quebrarse nuevamente ante la situación que atravesaban.
Mira hacía su mejor esfuerzo por no romper a llorar presa de sus culpas, pero la barrera que creó entre ella y el desconsuelo se quebró en el momento en que la pequeña Eisel se acercó a ella para darle un pequeño abrazo que transmitía todo el amor y el apoyo que su familia le daba.
No tardó un solo segundo después de eso en agacharse lo suficiente para estrechar a su hermanita en un abrazo que la levantó del suelo para depositarla suavemente en sus piernas mientras dejaba suaves besos en la pequeña cabellera rubia de Eisel. Su madre y su hermana la siguieron rápidamente, compartiendo un pequeño momento familiar que Mira creyó haber perdido hace mucho tiempo.
Eran estos momentos con su familia los que le daban la fuerza para no rendirse con sus intenciones de salvar a su padre y hermano. Hubo un tiempo en el que estos cálidos abrazos, en el que estos suaves besos, en el que estas conmovedoras palabras de afecto eran tan especiales como frecuentes, en los que Mira experimentaba la sensación de tener una familia siempre unida, que la amaba y que jamás la dejaría ahogarse entre culpas que sabía que no eran suyas, pero que no podía evitar sentir.
-Creo que será mejor que se queden durante su estadía en La Tierra -. Comentó Dan de pronto, haciendo que todos dirigieran su atención a ellos.
No es que desconfiara de Marucho o del espacio de su casa, pero era este último elemento lo que hacía que Dan no quisiera que sus amigas vestal se quedarán con él. Las Valiant estuvieron separadas de Mira demasiado tiempo y no quería que la gran distancia entre las múltiples habitaciones de la casa de Marucho separara a la familia de nuevo. Además, de esta forma, él mismo podría asegurarse de que todo estuviera bien.
Aunque sus amigos lo miraron con sorpresa y confusión, Miyoko pareció entender lo que su hijo estaba tratando de hacer y no dudó en ofrecer su apoyo. De todos modos, ya se había encariñado con Erika y Eisel, la presencia de la pequeña le recordaba a aquellos días en los que su Daniel era pequeño y corría por ahí con la misma energía y tamaño que Eisel.
-Me parece bien, tenemos la habitación de invitados y los sillones disponibles. No son muy cómodos, pero podrán descansar en ellos -. Respaldó la mujer a su hijo -. ¿No estás de acuerdo, querido? -. Preguntó la castaña mirando a su esposo.
El Señor Kuso, que solo se había limitado a presenciar los últimos sucesos, quedó pasmado con la boca abierta y un trozo de carne colgando en su tenedor, sorprendido por la repentina pregunta que claramente no esperaba.
-Ah, sí, claro -. Asintió nervioso el hombre con un risa y un fuerte sonrojo en sus mejillas -. Pero, ¿cómo los repartiríamos?
Elisa fue la primera en responder la pregunta dando un salto para tomar la palabra de la forma más exagerada posible.
-No se preocupe, señor. Mi madre, Eisel y yo nos quedamos en la habitación de invitados, Baron y Ace pueden tomar los sillones y Mira duerme con Dan -. Dijo rápidamente la ojiverde aguantando la risa al notar el fuerte sonrojo que se formó en las mejillas de ambos peleadores ante la idea de dormir juntos en la misma habitación, con una sola cama.
-Lisa -. Llamó con fuerza Erika a su hija por su atrevimiento.
-Perdón, mamá -. Se disculpó la rubia a gran velocidad al escuchar el sobrenombre que su madre usaba para reprenderla.
Aunque por fuera mostraba unos ojos arrepentidos, la verdad es que Elisa estaba haciendo un gran esfuerzo por evitar enseñar su sonrisa de orgullo al obtener la reacción esperada por parte de su hermana y su amigo terrícola.
-No entiendo, ¿eso quiere decir que Dan y Mira son algo así novios, Lis? ¿Por todo eso de dormir juntos? -. Preguntó Eisel mirando a su hermana en busca de orientación.
-Pues, aún no, pero no dudo que en algún momento pueda suceder -. Respondió la rubia mayor guiñando un ojo a su hermana y ganándose otro llamado por parte de su madre.
Para sorpresa de las Valiant, en lugar de molestarse o mostrarse incómodos, los Kuso soltaron risas genuinas al escuchar las bromas de la primogénita de su nueva amiga.
-Bueno, Dan, parece que ya tienes a tus propias celestinas -. Bromeó el padre del peleador mirando a su hijo sonrojado.
-Papá -. Reclamó el castaño con la cara del mismo color que sus ojos.
Las bromas continuaron un rato entre risas y un almuerzo que había recuperado la comodidad y calidez que parecía haber perdido hasta que el teléfono del líder de Los Peleadores llamó la atención de todos los que se encontraban en la mesa.
El castaño sacó el dispositivo de su bolsillo girándolo en su dedo para abrirlo hábilmente antes de ponerlo junto a su oído.
-Hola, Marucho, estábamos almorzando -. Saludó alegremente a su amigo mientras mordía un trozo de carne -. ¿Ya está listo el Interespacio Bakugan, amiguito? -. Preguntó destrozando la comida en su boca entre palabras.
-Así es, Dan, pero tienen que venir cuanto antes, tienen que ver algo -. Respondió el pequeño peleador.
-¿Qué sucede? -. Preguntó Dan con curiosidad y preocupación.
-¡Ay! ¡Maldita sea! ¡Ya me quemé! -. Se escuchó el grito de Nick desde el otro lado de la línea.
-Te dije que ese no era el lugar de los cables -. Regañó Marduk al peleador en un tono similar.
-¿Todo bien, Marucho? -. Preguntó Dan preocupado.
-Sí, tuvimos un problema con los generadores de energía, así que recurrimos a los de repuesto. Eso no es problema, Nick está tratando de reparar los generadores principales, Marduk y Leo lo están ayudando tanto como pueden, pero… -. Trató de explicar el pequeño rubio cuando un nuevo grito del pelinegro interrumpió sus palabras.
-¡Con un demonio, no puedo tocar nada sin que suelte chispas! -. Exclamó Takahashi frustrado.
-¿Por qué tarda tanto el personal? No podemos hacer esto solos -. Se quejó Leónidas malhumorado.
-No les está yendo muy bien -. Concluyó Marucho con su explicación -. ¡Lo estás haciendo bien, Nick!
-¡Lo estoy haciendo todo!
-Creo que esperaremos al personal encargado, ustedes solo vengan cuando terminen de comer. Enserio, tienen que venir a ver esto -. Concluyó Marucho antes de colgar para socorrer a su amigo.
La llamada del rubio hizo que los peleadores se apresuran a dejar limpios sus platos para salir de regreso a casa de Marucho a averiguar qué es lo que éste quería mostrarles.
Casa de Marucho, Niveles Inferiores
2 horas después
-Bien, chicos, ¿qué es lo que sucede? -. Preguntó Dan guiando al resto del grupo al interior del laboratorio subterráneo.
El personal técnico del pequeño peleador se encontraba en las consolas de control tecleando una serie de combinaciones inentendibles. Marduk limpiaba sus manos llenas de grasa por trabajar con las máquinas del laboratorio mientras Nick y Shun practicaban un tipo de ejercicio de respiración con sus compañeros.
-Bueno, al parecer, cuando accedimos a los sistemas del Interespacio, dimos con un tipo de información fantasma que nunca había estado o nunca habíamos visto dentro del Interespacio Bakugan -. Explicó Marucho a los recién llegados.
-¿Conocemos su origen? -. Preguntó Elisa.
-No tenemos idea de dónde salió, tratamos de hacer un análisis pero no tenemos nada más que teorías, suposiciones -. Contrato Nick acercándose a sus amigos junto a Shun y los Bakugan.
-¿Creen que sean Los Vexos? -. Cuestionó Mira preocupada.
-No, no creemos que tengan forma de acceder a nuestros sistemas desde el vacío dimensional. Su tecnología es avanzada, pero no creo que su señal pueda llegar hasta aquí considerando lo que pasó con el Sistema EB -. Dijo Marduk poniéndose sus característicos guantes negros sin dedos.
Aunque ya no era un peleador, hay hábitos que simplemente no pueden morir.
-Marucho, hemos aislado la señal de la anomalía para dar con su posición. Al parecer, está en el campo de batalla 03 -. Informó uno de los miembros del personal sin despegar la mirada de la consola frente a él.
-Sí, y al parecer su información es consistente con la de los Bakugan -. Reportó otro de los miembros.
-Pero, ¿eso que significa? -. Preguntó Dan confundido.
-Un Bakugan ha sido encontrado dentro -. Resumió Drago en el hombro de su compañero.
-¿Cómo es posible? -. Se preguntó Baron sorprendido.
-¿Ustedes quien creen que pueda ser? -. Dijo Ace interesado.
-Un enemigo seguramente -. Respondió Mira con desconfianza.
-¿Por qué sentarnos a adivinar cuando podemos entrar y averiguarlo? -. Dijo Dan a modo de respuesta.
Marucho solo asintió en acuerdo con una pequeña sonrisa mientras sus empleados comenzaban a preparar el transportador que les serviría de entrada al Interespacio para averiguar qué es lo que estaba sucediendo.
Interespacio Bakugan
5 minutos después
-Se siente diferente desde la última vez que estuvimos aquí -. Comentó Mira mirando la sala principal del Interespacio.
-Sí, como si algo malo estuviera esperando a suceder -. Concordó Ace mirando a sus alrededores en busca del posible peligro.
-Basta, chicos, me están asustando -. Se quejó Baron.
-Debe ser por los cambios que hechos en las últimas horas -. Sugirió Nick acercándose a la puerta de la arena 03.
Aunque aún no habían terminado con la programación de la sala de espera del Interespacio, había zonas que ya comenzaban a mostrar los resultados de su avance. Las paredes de la caseta que servía como contenedor para reducir la carga del coliseo virtual contaba con un muro gris ligeramente brillante con una gran puerta marrón a través de la cual podrían entrar alrededor de dos o tres personas al mismo tiempo para agilizar el acceso de las futuras multitudes que querrían tomar los mejores asientos para presenciar las batallas que se darían en las arenas.
Dan y Marucho fueron los primeros en acercarse con cuidado a la entrada para evitar cualquier posible ataque por parte de la anomalía. Nick, Shun y Elisa se equiparon sus lanzadores para una posible lucha, posicionándose a los costados de sus amigos con las cartas que desplegarían las hojas de energía.
-¿Entramos ya, chicos? -. Preguntó Marucho a sus amigos.
-Sí -. Asintió Dan.
Nick y Shun se pegaron a los costados de las puertas con sus compañeros en sus hombros mientras Elisa dirigía su lanzador hacia la entrada, apuntando directamente a lo que sea que estuviera dentro.
-1… -. Comenzó Shun con el conteo.
-2… -. Continuó Nick con la mano ligeramente sudorosa en el picaporte.
-¡3!
El trío de peleadores abrió a gran velocidad las puertas con sus espadas de energía listas para la batalla, dando lugar a un fuerte resplandor blanco que nubló la visión de los demás peleadores por un momento. Nick y Shun registraron el área en busca de algún posible peligro mirando a sus alrededores.
Sin embargo, parecía estar vacío. La serán estaba completamente sola e intacta, no había ni un solo rasguño en las numerosas baldosas que conformaban el piso del coliseo y no parecía haber rastros de vida.
-No hay nada -. Dijo Dan mirando la arena vacía.
-Eso parece -. Asintió Shun guardando su espada.
-Tal vez se están escondiendo -. Sugirió Nick.
-No hay mucho espacio para esconderse aquí. Además, ya lo sabríamos -. Respondió Marucho inquieto.
-Esto es malo, es como si estuviéramos cazando fantasmas -. Dijo Baron ocultando su miedo.
-Un fantasma virtual.
Las sugerencias y suposiciones iban y venían, ninguno de Los Peleadores parecía ser capaz de dar con la respuesta correcta a la causa de esta misteriosa anomalía. Sin embargo, llegó un momento en el que Marduk dejó de prestar atención a lo que decían sus antiguos enemigos para desviar su mirada a la parte superior de la arena, más en específico, a la zona sobre la puerta de entrada.
-Oigan -. Llamó el peliplata a Los Peleadores sin despegar su mirada de la zona que parecía mantenerlo pasmado -. ¿Los conocemos?
Las palabras del antiguo peleador hicieron que los muchachos dirigieran su mirada al mismo sitio al que su compañero estaba viendo solo para soltar un grito de susto ante la imagen que los recibió.
Cuatro Bakugan descendieron a la arena de combate, provocando un pequeño temblor al tocar el suelo con brusquedad. Uno de ellos era un gigante con lo que parecía ser una gruesa armadura café con detalles en marrón oscuro, ojos verdes escondidos detrás de una máscara de batalla y un casco de batalla alargado, llevaba un tipo de pretina hecha del mismo material que su armadura al igual que sus botas, una perla celeste descansaba en el centro de su pecho en una perfecta línea con la rendija de su máscara de batalla. Otro de estos misteriosos Bakugan llevaba una armadura blanca más delgada y flexible con trazos amarillos y zonas azules desfilando por sus protecciones, llevaba una especie de cola en la parte posterior de su casco con una especie de pequeños cuernos en los costados, tenía libre el espacio inferior de la cara, dejando ver su piel gris y su mandíbula firme, pero sus ojos estaban cubiertos por un visor de color rojo. Por otro lado, el tercer Bakugan parecía ser del atributo Aquos, su piel era tan azul como el océano con detalles morados y contaba con pequeñas crestas de animal marino en su cabeza y en sus brazos mientras un par de gafas negras con marco rojo cubría sus ojos. Finalmente, el cuarto Bakugan que tomó la delantera frente a sus compañeros tenía su cuerpo completamente cubierto por plumas verdes y amarillas en su cabeza y hombros, una correa negra de tres extremos se encontraba firmemente abrochada en su pecho desde su espalda donde mantenía retraídas un par de enormes alas verdes, sus brazos estaban protegidos por lo que parecía ser unos brazales tan negros como el cinturón que ostentaba en su cadera y un antifaz del mismo color cubría la mitad de su rostro, pero dejando ver unos intensos ojos rojos inexpresivos.
-¿Quiénes son ellos? -. Se preguntó Dan confundido y un poco asustado -. ¿Tienes alguna idea, Drago?
-No sé quiénes son, nunca los había visto antes -. Respondió el Bakugan Pyrus igual de confundido.
-Eso es malo -. Se quejó Nick guardando su espada, de todas formas, no había forma de ganarle a un Bakugan en combate mano a mano.
-Vladitor, ¿tú sabes quiénes son? -. Preguntó Leónidas a su antiguo rival.
-No, pero me resultan un poco… familiares -. Respondió el Bakugan incorpóreo sin saber que palabra usar con precisión.
-¿Qué te dijo? -. Preguntó Marduk al dragón negro.
-Tampoco sabe quiénes son, pero le resultan "familiares" -. Respondió Nick por su compañero haciendo énfasis en la última palabra.
-¿Cómo pueden haber Bakugan de los que ni Drago ni Vladitor han oído hablar? -. Cuestionó Shun preocupado.
-¿Qué tal si son Bakugan mecánicos de Los Vexos? -. Sugirió Mira igual de preocupada.
-No, no son mecánicos -. Respondió Drago rápidamente mirando a los intrusos.
-Tiene razón, pero se ven muy sospechosos -. Respaldó Ingram a su amigo.
-Ese se parece a ti, Ingram -. Señaló Leónidas al misterioso Bakugan Ventus.
-El escáner indica que son clones digitales sintetizados de información fantasma -. Explicó Marucho extendiendo una pantalla holográfica junto a él con los resultados obtenidos.
-¿Qué es eso? ¿Replicas hechas en computadora? -. Preguntó Mira.
-Sí, el Interespacio Bakugan es un espacio virtual, así que estos deben ser copias de lo que son en el mundo real -. Respondió Marucho mirando fascinados a los intrusos.
-La cuestión es: ¿Quiénes son los verdaderos y dónde están ahora mismo? O mejor aún, ¿cómo es posible que hayan filtrado sus datos en nuestros sistemas? -. Se preguntó el Peleador Darkus sosteniendo su barbilla, tratando de pensar en las posibles respuestas.
-Creo que tenemos más trabajo por delante del que pensé -. Meditó Marucho con un suspiro, como si no tuvieran suficiente con los retrasos que Zenoheld y sus Vexos provocaban constantemente.
-Señor, creemos haber aislado la fuente de la información fantasma que creó estos clones digitales -. Avisó uno de los miembros del personal técnico a través de los altavoces -. Al parecer llegó a través de una información falsa que interceptamos por accidente el otro día.
-Bueno, ya respondimos una de sus preguntas, Maestro Nick -. Dijo Ángel al terrícola desde el hombro de su compañera.
-¿Una informática falsa? Por supuesto, eso es -. Musitó Marucho chasqueando los dedos.
-Amigo, ¿te importaría explicarnos? -. Pidió Dan mientras Drago asentía.
-Para hacérselos lo más corto posible, hace un par de días una señal anónima accedió a la unidad principal e implementó una sobrecarga de información y datos que tuvimos que repartir en diferentes servidores para estudiarla más a fondo -. Explicó Nick sin despegar la mirada de los clones -. No pudimos identificar la fuente ni la naturaleza de la información, solo su cantidad y era demasiada.
-Sí, la señal tiene una encriptación muy compleja, nunca habíamos visto algo así y por esa razón no la pudimos rastrear -. Continuó Marucho -. Lo único que pudimos hacer fue analizarla, pero era un volumen demasiado grande y no tuvimos mucho tiempo para hacerlo antes de la misión de ataque al Palacio Matriarcal.
-Escuchen, será mejor que nos digan quienes son y de dónde… -. Comenzó Dan dirigiéndose a los clones.
Sin embargo, sus palabras se vieron rápidamente cortadas cuando tocó el pie del Bakugan Haos que los miraba fijamente. Bastó un simple toque por parte del peleador para que los cuatro colosos asumieran su forma de esfera a una gran velocidad para posicionarse frente al castaño.
-Esto no nos llevará a ningún lugar -. Se quejó Dan mirando las pequeñas esferas flotando frente a él.
-Son tímidos o se burlan de nosotros, de cualquier modo ya me están cansando. Es como si estuviéramos tratando con unos niños pequeños -. Se quejó Ace con una mano en su cadera.
-No podemos hacer mucho si no nos comunicamos con ellos -. Dijo Mira en un tono serio.
-Son clones digitales, no tienen ninguna programación previa aparente que les permita dar respuestas a preguntas complejas o sostener una conversación -. Explicó Nick a los vestal -. Es como hablar con una roca, puedes decirle todo lo que tú quieras de la manera en que tú quieras, jamás te va a responder.
-Conozco una forma de comunicarnos con ellos -. Interrumpió Baron -. Si no quieren hablarnos, tal vez quieran aceptar un reto a pelear. Ya saben, al estilo Bakugan -. Concluyó su explicación guiñando un ojo.
-Es un poco estereotípico asumir que aceptarán una batalla solo por ser Bakugan -. Dijo el pelinegro a los Bakugan con los que compartía mente.
-Tal vez, pero es lo mejor que tenemos -. Respondió Vladitor intrigado por la procedencia de estos clones.
-Muy bien, me agrada la idea -. Aceptó Nick dirigiéndose al resto del grupo -. Dejen que Marduk y yo probemos de lo que son capaces.
La petición del peleador hizo que todos lo miraran como si le hubiera crecido una segunda cabeza, sabían que tanto Nick como Leónidas disfrutaban de las batallas tanto como todos ellos aunque el primero lo disimulara bien. Pero les costaba creer que su amigo quisiera dar el primer paso a pelear y más con su antiguo némesis.
-¿Por qué me miran así? -. Preguntó Takahashi extrañado, ¿tan rara era su petición?
-¿Estás… seguro de que quieres esto? -. Preguntó Marduk extrañado y un poco conmovido por el gesto del pelinegro.
-Claro, te lo debo por traerme aquí después de la batalla con Joanna y cuidar el planeta junto con las chicas. Además, sé lo difícil que es quedarse en las gradas después de haber sido un peleador -. Respondió Nick sacando su lanzador dentado -. ¿Qué dices, Marduk? ¿Por los viejos tiempos?
Una pequeña sonrisa se asomó en el rostro del peliplata, había atravesado muchas batallas en sus tiempos de gloria como peleador, pero ninguna fue tan divertida o emocionante como sus encuentros con Nick Takahashi y el Leónidas Darkus. Tenían dentro de sí el salvajismo y la brutalidad combinada con la inteligencia que él y Vladitor respetaban. Era inútil negar que le gustaría volver a sentir aquella emoción y adrenalina que solo su antiguo rival era capaz de provocarle.
Sin embargo, no podía tomar decisiones en un lugar ajeno a él.
-¿Ustedes que dicen? -. Preguntó Marduk a Los Peleadores -. ¿Hay algún problema?
Una enorme sonrisa se formó en el rostro de Dan Kuso, que rápidamente sacó su lanzador para ofrecérselo a Marduk.
-En absoluto, amigo. Nick tiene razón, es muy aburrido solo sentarse a mirar cuando sabes lo que se siente estar en batalla. Además, ustedes dos siempre tuvieron peleas emocionantes, así que adelante, quiero volver a ver un encuentro entre ustedes.
Con timidez, el peliplata sujetó suavemente el lanzador del líder de Los Peleadores, su pulso tembló y un pequeño brillo destelló en sus ojos cristalinos. Siempre había querido regresar a la única cosa que podía darle emoción a su vida y que le servía como un escape, pero la ida de los Bakugan a Nueva Vestroia habían hecho de su sueño una meta imposible. Sin embargo, aquí estaba, con sus antiguos enemigos ofreciéndole la oportunidad de hacer un pequeño regreso triunfal contra aquel que había sido capaz de derrotarlo.
-¿Y Vladitor? ¿El que dice de esto? -. Preguntó Marduk mirando a Leónidas en el hombro del pelinegro.
Tomando control temporal del cuerpo de su anfitrión, el Bakugan incorpóreo habló nuevamente con un tono firme y lleno de convicción.
-Hazlo, Marduk. Eres un peleador, no deberías tener que limitarte solo a ver a los demás luchar. Es más, ni siquiera pienses en contenerte -. Fue todo lo que dijo su compañero.
-Vladitor, ¿estás seguro? -. Preguntó el peliplata inseguro.
-Hazlo, te conozco lo suficiente como para saber que lo necesitas. Enfréntanos con toda la fuerza que estas cosas puedan ofrecerte -. Respondió el Bakugan incorpóreo.
Si Vladitor se sentía un poco mal por tener que estar en contra de su compañero en su primera batalla después de mucho tiempo, no lo dijo. Parecía que el Bakugan incorpóreo estaba de acuerdo con la postura del pelinegro, prefiriendo que peleara aunque no fuera con él a su lado, prefería ver a Marduk emocionado en el furor de la batalla que verlo apagado en las gradas desde la distancia que imponía el coliseo.
Aunque resultaba un poco extraño y demasiado nuevo incluso para él, Marduk se sentía bien, se sentía como algo apropiado, se sentía correcto sentir el peso del lanzador listo en su antebrazo aunque no fuera del color correspondiente del atributo al que era afín. Siempre había preferido el negro y el morado opaco de Darkus sobre los colores brillantes y llamativos de Pyrus, pero no importaba tanto para él como el hecho de tener una nueva oportunidad para luchar una vez más aunque solo fuera por diversión.
-De acuerdo, hagámoslo -. Asintió Marduk ocultando su emoción.
-¡Muy bien! -. Festejó Dan mientras Shun sonreía con nostalgia y Marucho prestaba los resultados de los escáneres al peliplata.
-Entonces, elige a tu Bakugan para pelear y… -. Dijo Marucho extendiendo la lista de nombres y atributos al peliplata.
Sin embargo, el peliplata no tuvo tiempo para seguir la instrucción del pequeño peleador cuando el Bakugan aparentemente Haos se desplazó rápidamente de su posición junto a sus semejantes para flotar en la dirección opuesta hasta quedar frente a frente con el antiguo peleador.
Aranaut Haos era su nombre, según los escáneres de Marucho. El caballero de armadura blanca y ágil complexión que había asustado a Dan asumiendo su forma de esfera cuando el castaño demostró tener la osadía y el valor para acercarse a un gigante completamente desconocido para posar su mano en su pie.
-Parece que Aranaut quiere pelear -. Dijo finalmente Marduk después de un momento de tensión. Nick había dicho que estos clones no podían tener voluntad propia, pero parecían tener la capacidad de tomar la iniciativa.
-¿Quieres pelear con él? -. Preguntó Leónidas al peliplata.
-Supongo que da igual, no sabemos nada de ninguno de ellos y tampoco son Darkus, así que me resulta un poco indiferente -. Confesó el ojirrojo mirando con atención al pequeño clon que se mantenía estoico frente a él -. Supongo que está bien.
-Si te parece -. Respondió Nick sin estar completamente convencido.
Se veía en los ojos del pelinegro la incertidumbre y el miedo por el desconocimiento. Claro, Nick era un joven de ciencia, no se tomaba bien las cosas cuando sucedía algo de lo cual no tenía el más mínimo conocimiento. Sin embargo, sería igual con cualquiera de los clones, así que no importaba mucho realmente.
Aunque su sentido común le decía a Marduk que buscara al clon más parecido a Vladitor en todos los aspectos posibles, su compañero era único y no debería medir a otros Bakugan con la vara que Vladitor había dejado, no tenía sentido. Además, Aranaut era una oportunidad interesante de probar la batalla desde el atributo opuesto por el que siempre se sintió afín.
Finalmente, y con sus propias dudas en su cabeza, Marduk se decidió a sujetar al clon en su mano con disimulado nerviosismo.
Ambos contendientes tomaron sus posiciones mientras el resto de Los Peleadores tomaba asiento en las gradas alrededor del campo de batalla y el sistema se encendía para dar comienzo a la batalla de quienes una vez fueron grandes enemigos. Marduk no tardó mucho tiempo en escanear los datos del clon que había elegido para la batalla, la emoción que recorría su cuerpo no le permitía otra velocidad que no reflejara el estado de ánimo que trataba de ocultar, pero que no podía evitar pensar que estaba fallando miserablemente.
La emoción recorrió a ambos peleadores mientras hacían su mejor esfuerzo por esconder su entusiasmo. Aunque había mucho que no sabían, esta sería la primera vez que lucharían de forma amistosa, sin la presión de tener el destino del mundo sobre sus hombros y cumpliendo por fin aquella promesa de una revancha. Después de tanto tiempo de evitar una confrontación, Nick por fin había encontrado su fuego una vez más y Marduk no podía estar más feliz por tener finalmente su segunda oportunidad, aunque no fuera como lo había imaginado.
-¿Listo, chico? -. Preguntó el peliplata descargando la carta de inicio en el lanzador de Dan.
-¿Volvimos a eso? ¿Cuánta es nuestra diferencia de edad? ¿Dos años? -. Dijo Nick a modo de respuesta, levantando su lanzador con la carta de inicio dentro.
-Para mí, siempre serás un chico -. Respondió Marduk mientras el lanzador cobraba su característico brillo.
-¡Golpe de Poder!
-Tú puedes, Nick -. Animó Elisa a su novio no oficial.
-Acábalos, Leo -. Dijo Ángel en el hombro de su compañera.
-Vamos, Marduk, derrótalos -. Animó Ace al peliplata, haciendo que todos lo miraran extrañados -. ¿Qué? Todos no podemos apoyar a Nick, alguien tiene que animar a Marduk.
La primera carta portal fue arrojada al centro del campo de batalla y un resplandor dorado cubrió el suelo de la arena. Estaba claro que Nick prefería que su antiguo enemigo comenzara la batalla a modo de cortesía después de tanto tiempo de estar tan inactivo como él.
Leónidas se cerró en una esfera y su compañero no tardó en envolverlo entre su mano derecha.
-¿Listos, chicos? -. Preguntó Nick arrojando la esfera en su mano con delicadeza.
-Claro -. Respondió Vladitor primero, para sorpresa del peleador.
-Es bueno ver que te estás animando, Vlad. ¿Tú qué dices, Leo? ¿Listo?
-Seguro, luchemos -. Respondió el dragón negro.
Del otro lado de la arena, Marduk comenzó la batalla arrojando a su primer Bakugan para la batalla. Una esfera blanca con trazos dorados y detalles azules voló hasta el centro del campo de batalla para revelar la figura del clon de atributo Haos.
Después de mucho tiempo, Marduk finalmente pudo volver a gritar las palabras que no había dicho en más de tres años.
-¡Bakugan, pelea! ¡Bakugan, surge! -. Exclamó el peliplata con emoción recorriendo su ser -. ¡Surge, Aranaut Haos!
El caballero de blanca armadura asumió su verdadera forma dando un salto en el coliseo con una acrobacia, cayendo sobre sus pies con gracia en posición de guardia con los puños arriba, cubriendo la zona descubierta de su rostro.
-Aranaut: 900.
-¿900? -. Dijo Nick sin creer que el nivel de poder de su oponente -. Pero ese es el mismo nivel del Helix Dragonoid.
Ingram y Leónidas eran los únicos miembros de Los Peleadores capaces de igualar el nivel actual de Drago. No obstante, para logrará tal hazaña, tenían que recurrir a los poderes combinados con Vladitor y a la fusión con Shadow Wing para lograrlo. Ver a otro Bakugan que alcanzaba ese nivel con tan solo entrar al campo era fascinante.
-No importa, 200 puntos no harán la diferencia -. Dijo Leónidas a su compañero.
-Estoy de acuerdo, no son más que números -. Respaldó Vladitor a su antiguo rival.
-Supongo que tienen razón -. Aceptó el pelinegro sujetando con fuerza a su compañero antes de arrojarlo a la arena -. ¡Bakugan, pelea! ¡Bakugan, surge! ¡Vamos, King Leónidas Darkus!
Segundo del fuerte llamado de su compañero, el gran dragón negro se elevó en el campo de batalla con su característico rugido cubriendo toda la extensión que conformaba el coliseo, tensando sus músculos para que sobresalieran algunas de sus venas mientras sus ojos rojos brillaban con intensidad.
-Leónidas: 700.
La batalla comenzó con gran velocidad, Aranaut en un parpadeo logró desplazarse hasta la posición de su oponente para darle un fuerte golpe en un costado de la cabeza. La complexión robusta de Leónidas y sus grandes patas lograron mantener el balance, evitando que el Bakugan cayera al suelo, mientras soltaba un quejido.
Lo que más molestó al dragón acorazado no fue recibir el golpe de su oponente o la fuerza que había usado para propinar su primer ataque, lo que más lo molestó fue haber visto como el golpe se dirigía hacia él y no haber podido bloquearlo. Habían entrenado con Ingram lo suficiente como para desarrollar una defensa efectiva contra los Bakugan veloces, pero Aranaut había logrado penetrar su guardia incluso antes de que la alzara.
Enfadado, Leónidas regresó su mirada a su objetivo para enviar un golpe descendente contra el clon digital con intención de aplastarlo. Sin embargo, Aranaut logró esquivar el ataque con facilidad de un salto hacia atrás.
El Bakugan Darkus liberó una llamarada de fuego negro contra su contrincante, dejando una marca de destrucción en el suelo de la arena. Por suerte, al ser un espacio digital, los daños podrían repararse rápidamente.
Aranaut vio con tranquilidad como las llamas de acercaban a él dando pequeños saltos en el campo de batalla, esperando la orden de su peleador.
-Comencemos, Aranaut. ¡Doble poder activado: Espejismo Volador + Brillo Espiral! -. Comenzó el peliplata levantando el lanzador con las dos cartas brillando en su interior.
-Aranaut aumenta a 1300.
Las manos del caballero blanco produjeron un escudo de energía dorado que sirvió para bloquear y repeler el fuego del dragón negro, que provocaba el incremento de la temperatura.
Cuando las llamas detuvieron su intento de avance, Aranaut vio su oportunidad para recuperar la ofensiva. Saltando tan alto como pudo, concentró en sus manos un par de esferas de energía que partieron la distancia con el Bakugan Darkus, iluminando el ambiente que ofrecéis la arena de batalla y obligando a los espectadores a tapar sus ojos debido a la intensidad de la luz del ataque.
-Poder activado: Ira Berserker -. Defendió Nick usando el antiguo poder de Vladitor.
El cuerpo de Leónidas se iluminó en un aura de energía Darkus, sus alas envolvieron su cuerpo acorazado sobre sus fuertes brazos y cuando las esferas luminosas de Aranaut se acercaron lo suficiente como para tocar las escamas del dragón negro, éste produjo una micro explosión gracias a la concentración de su fuerza, disolviendo el ataque de su contrincante con un rugido.
-Aranaut: 1100.
Sin embargo, el descenso en el nivel de poder no detuvo el avance del clon digital, que estando en el aire comenzó a girar con sus cornisas piernas apuntando a su oponente comenzó un rápido descenso desde su posición aérea girando a gran velocidad, creando una espiral de energía a su alrededor. Leónidas solo tuvo un momento para reaccionar cuando la patada del Bakugan Haos se estrelló con violencia en su pecho, arrojándolo al suelo y provocando un breve temblor por la fuerza de la caída que se mezcló con el rugido de molestia del dragón.
-Leónidas: 700.
-Qué fuerte, derribó a Leónidas con solo un par de movimientos -. Comentó Baron asombrado, ahora entendía como es que Marduk pudo poner en tantos problemas al Maestro Nick cuando eran enemigos.
-Y apenas está comenzando -. Musitó Shun con los brazos cruzados, sin despegar la mirada de su sonriente pupilo.
-No se ha oxidado tanto como pensé -. Dijo Leónidas.
-Deja de sonreír como idiota, humano. Pelea -. Exigió Vladitor, ocultando su propia emoción bajo la máscara del enojo.
-Doble poder activado: Carrera de Sombras + Gemelo Oscuro -. Activó Nick.
Desde su posición en el suelo, Leónidas asumió su propia forma incorpórea para deslizarse con sorna alrededor del cuerpo de Aranaut para quedar detrás del clon digital mientras una versión idéntica de sí mismo se quedaba en su posición anterior.
-Leónidas asciende a 1100.
-¡Aranaut, sal de ahí! -. Ordenó Marduk al reconocer lo que su viejo rival quería hacer.
A pesar de su gran velocidad y la advertencia del antiguo peleador, el Bakugan Haos no tuvo tiempo de esquivar los ataques de los dragones gemelos. Una patada dio en su rodilla, haciendo que perdiera el balance y un fuerte golpe en la mandíbula lo hizo caer al suelo, dejando una marca en el piso mientras el clon de Leónidas desaparecía.
Posando sus manos en la espalda de su rival, Leónidas levantó a Aranaut como si no pesara más que una simple pluma sobra su cabeza ante de soltar un rugido lleno de energía para posteriormente estrellar a su contrincante contra el suelo.
Estando en el suelo, Aranaut trató de arrojar una patada al rostro de su oponente, pero su posición desventajosa haría más fácil para Leónidas atrapar el pie del clon y sujetarlo con fuerza.
En las gradas, los vestal que alguna vez formaron parte formal del ejército en Nueva Vestroia veían asombrados como su amigo usaba el cuerpo del Bakugan Haos como martillo contra el suelo, azotándolo sin contemplaciones ni piedad contra el duro suelo de la arena hasta que un cráter se formó en la zona del coliseo que tuvo que ser presa de la rabia de Leónidas, que no dejaba de tratar a su oponente como un simple objeto de demolición hasta que finalmente, de un solo impulso, tuvo la suficiente piedad para arrojar a Aranaut lejos de él.
-¡Aranaut! -. Llamó Marduk al clon, agradeciendo internamente que los clones fueran solo un conjunto de datos incapaces de sentir algo como el dolor.
Para sorpresa de todos, el Bakugan Haos fue perfectamente capaz de maniobrar en el aire con dificultad para evitar estrellarse de cabeza contra el piso una vez más, recomponiéndose con agilidad para volver a alzar los puños.
Ambos gigantes se miraron fijamente, con tranquilidad y rabia reverberando en la fuerza de sus miradas penetrantes antes de lanzarse una vez más contra el otro, empezando un veloz intercambio de golpes que poco a poco emprendió el vuelo.
Los terrícolas miraban emocionados desde la gradas como ambos Bakugan luchaban con intensidad y sus peleadores miraban con alegría y euforia el desarrollo de la batalla.
Puños y patadas volaban a gran velocidad por eso campo de batalla, produciendo una serie de pequeñas corrientes de aire debido a la fuerza y velocidad de los movimientos agresivos.
-¡Poder activado: Espejismo Brillante! -. Respaldó Marduk al clon digital.
-¡Poder activado: Furia del Rey!
-Leónidas y Aranaut: 1400.
Poderosas ondas de energía oscura y luminosa destallaban en la cúspide del fragor de la primera ronda debido a la fuerza de los golpes que ambos colosos enviaban contra el otro mientras sus cuerpos brillaban con la energía de su atributo hasta que finalmente, el intercambio de golpes vio un momento determinante en su desenvolvimiento en el combate cuando los puños de ambos Bakugan se deslizaron contra el brazo del otro, creando una serie de pequeñas chispas debido al metal de sus brazales, hasta impactar en el rostro del otro; provocando un poderoso estruendo que se dejó ver en la arena de combate gracias a la energía opuesta que destelló en el rostro de ambos Bakugan.
Todos los sonidos que el público que los observaba atentamente pudiera producir por el asombro de una batalla así vio un silencio sepulcral y abrumador mientras ambos guerreros se mantenían estáticos por un momento, con el puño del otro aún estampados en sus mejillas hasta que los peleadores en lados opuestos del campo hablaron nuevamente.
-¡Leónidas!
-¡Aranaut!
El dragón fue el primero en recomponerse, forcejeando con el puño de su rival hasta mirarlo fijamente una vez más y aprovechando que el rival aún se encontraba aturdido por la fuerza del golpe, Leónidas comenzó una veloz andanada de puños contra el estómago y rostro de su oponente bajo la atenta mirada de Los Peleadores.
-Termina con él -. Dijo Vladitor a su anfitrión.
Usando sus alas para elevarse un poco más, Leónidas abandonó el enfoque ofensivo por una fracción dar segundo para dirigir una poderosa patada contra el clon con la guardia destrozada.
Aranaut no emitió ningún quejido, ni siquiera cuando la pierna de su oponente se estrelló con violencia contra su cabeza, obligándolo a desviar la mirada.
-¡Aranaut! -. Gritó el peliplata al ver a Leónidas elevarse sobre el clon con sus manos entrelazadas sobre su cabeza, listo para dar un poderoso golpe descendente en la espalda del caballero blanco.
A pesar de todo lo que había crecido y madurado, Leónidas aún conservaba esa brutalidad bárbara que tanto lo solía caracterizar en las batallas y su compañero sabía cómo alentar y fortalecer esa furia.
Las manos cerradas del dragón dieron de lleno en su objetivo, el cuerpo de Aranaut fue enviado a gran velocidad contra el suelo del campo, cortando su vuelo con furia y violencia.
El golpe tuvo tal poder que el Bakugan Haos no tuvo la fuerza para agitar los brazos y piernas mientras caía con la velocidad de un meteorito precipitándose en la atmósfera de un planeta. Aprovechando ese momento, Nick levantó una vez más su lanzador.
-Poder activado: Furia del Rey.
-Leónidas asciende a 1700.
A gran velocidad, el dragón acorazado partió la distancia entre él y el suelo del campo de batalla agitando sus alas rápidamente hasta llegar a la solidez del piso una vez más, nivel del que Aranaut estaba cada vez más cerca.
De un salto impulsado por sus alas, Leónidas elevó su rodilla hasta el punto en el que su oponente se encontraba, impactando con fuerza su pierna reforzada contra el estómago del Bakugan Haos y bajándolo al nivel del suelo de un nuevo golpe en la espalda.
Estando sobre su oponente en el suelo, Leónidas y Vladitor ya podían saborear la victoria, tan ensimismados estaban en el gozo de su triunfo que ninguno notó la sonrisa en el rostro de Marduk.
-¡Carta portal abierta: Salvador Haos!
-Aranaut: 1700.
El piso del campo de batalla se iluminó al llamado del peleador de cabello plateado con hebras rojas. Aranaut se levantó como si estuviera poseído, dando un fuerte cabezazo contra la mandíbula de Leónidas de un salto y un fuerte golpe en la perla que éste tenía en su pecho tras tocar el suelo.
-¡Leónidas! ¡Vladitor! -. Llamó Nick a los Bakugan preocupado al ver a su compañero quejarse por el dolor.
-¡Doble poder activado: Callejón de los Golpes + Onda de Luz!
-Aranaut asciende a 2100.
Una veloz sucesión de golpes impactó con destreza contra el pecho y mandíbula del Bakugan Darkus, sin darle oportunidad a éste de siquiera soltar un rugido debido a la fuerza de los golpes asfixiantes hasta que de una patada circular aérea, Aranaut retrocedió con éxito mientras su pie dejaba la mandíbula inferior del dragón negro, obligándolo a retroceder aturdido con un gruñido de molestia mientras su visión se torcía hacia el lado equivocado.
Antes de siquiera alcanzar a tocar el suelo, Aranaut estiró su mano directamente al pecho de su contrincante para crear un pequeño arco de energía en su palma y liberar, desde esa zona, llena de luz un poderoso rayo de color azul celeste que impactó de lleno en el pecho del dragón que, a pesar de sus valientes esfuerzos y gran resistencia y voluntad, no pudo detener demasiado tiempo el ataque de su contrincante y cayó al suelo de espaldas con un quejido de dolor, levantando una serie de pequeños escombros y esquirlas de las baldosas con su dura caída.
Desde su posición en el suelo, Aranaut vio con su tranquilidad usual como su oponente se veía envuelto en la energía de su atributo hasta que su gran e imponente figura era reducida a la de una pequeña esfera que cayó a los pies de su peleador bajo los vítores y festejos de Ace.
-Indicador de vida de Nick: 50%.
-Así me gusta -. Se regocijó el antiguo peleador, saboreando su primera victoria.
-¿Cómo lo hiciste? -. Preguntó el pelinegro a su antiguo rival mientras recogía a su compañero del piso.
-Olvidas que nos conocemos desde hace mucho, nos enfrentamos en tres ocasiones y ganaste las tres, era obvio que iba a aprender algo; por no mencionar el hecho de que luché con Vladitor por mucho más que eso. Conozco el estilo de pelea de Leónidas y conozco a Vladitor mejor que nadie, incluyendo sus puntos débiles -. Explicó Marduk atrapando el clon en su mano enguantada.
-Otra cosa en la que tenemos que trabajar en cuanto retomemos nuestro entrenamiento -. Comentó Leónidas abriéndose en la mano de su compañero.
-En estos momentos, Vladitor, no sé si deberías sentir orgullo o indignación -. Dijo Nick al Bakugan incorpóreo.
-Creo… que yo tampoco -. Fue la única respuesta del susodicho.
-¿Qué dices, chico? ¿Listo para comenzar la última ronda? -. Provocó Marduk a su oponente arrojando suavemente a Aranaut sobre su mano repetidamente.
-¡Vamos, Nick! ¡Aún pueden ganar! -. Animó Elisa al peleador terrícola de su silla mientras Ángel saltaba en su hombro, tratando de hacer notar sus propios vítores en señal de apoyo a su pareja y a su amigo.
-Esto aún no ha terminado -. Dijo Leónidas asumiendo su forma de esfera una vez más.
-Estoy de acuerdo. ¡Carta portal lista! -. Respondió el pelinegro arrojando su propia carta al centro de la arena -. ¡Bakugan, pelea! ¡Bakugan, surge! ¡Ahora, King Leónidas Darkus!
-¡Bakugam, pelea! ¡Bakugan, surge! ¡De pie, Aranaut Haos!
-Leónidas: 700. Aranaut: 900.
A gran velocidad, el Bakugan Haos se abalanzó contra Leónidas. Dando un salto estando frente al dragón para tratar de dar un fuerte golpe en un costado de la cabeza del dragón. Sin embargo, éste lograría moverse a tiempo para evitar que el pie de su oponente lo alcanzara y obligándolo a regresar al suelo tras su ataque fallido.
Esta vez, fue Leónidas quien se arrojó contra el caballero blanco con ataques giratorios usando sus enormes alas para tratar de barrer las piernas del Bakugan más pequeño. No obstante, la agilidad superior de Aranaut le permitió saltar en el momento preciso para evadir el primer barrido de las alas negras del dragón y agachándose justo a tiempo para evitar el segundo.
Viendo una pequeña ventana de oportunidad para atacar, Marduk activó el primer poder de la ronda.
-Poder activado: Puño Vector.
-Aranaut asciende a 1100.
Un par de nudillos metálicos con cuchillas a los costados se formó en las manos del Bakugan Haos y una fuerte ola de golpes dio de lleno en las zonas menos protegidas del cuerpo del dragón, provocando que éste se encogiera levemente con dolor mientras trataba de alzar los brazos para tratar de bloquear los ataques del clon digital. Sin embargo, la velocidad superior de éste y el dolor que causaban sus golpes hacían que fuera demasiado difícil evitar los ataques.
-Resistan, chicos. ¡Poder activado: Alma Oscura! -. Exclamó Nick levantando su lanzador.
Con gran alivio, Leónidas se permitió soltar un pequeño suspiro de alivio cuando la sensación de intangible abrazó su cuerpo y los puños de Aranaut perdieron toda la sensación que los caracterizaba. Viendo una oportunidad de tomar la delantera en la batalla, Leónidas atravesó a Aranaut aprovechando su estado, dejando confundido al clon digital al no saber cómo procesar lo que había sucedido.
-Leónidas: 900. Aranaut: 900.
-¡Ataca, Leo! -. Ordenó Nick a su compañero.
-¡Aranaut, detrás de ti! -. Advirtió Marduk al clon.
Tarde, el codo de Leónidas impactó de lleno en el costado de la cabeza de su oponente en un movimiento giratorio, dejando al caballero blanco aún más aturdido.
Aprovechando su ventaja, el gran dragón negro barrió las piernas del clon digital con su alargada cola, haciendo que éste cayera al suelo con dureza para, posteriormente, sujetar la cabeza del Bakugan más pequeño en su mano.
-¡Azótalo contra el suelo! -. Exclamó Vladitor al dragón.
Las alas de Leónidas se agitaron con fuerza, el cuerpo del Bakugan Darkus se elevó hasta el nivel más alto de las gradas bajo la atenta mirada de los espectadores fascinados por el combate mientras el clon colgaba de la mano de su rival.
El golpe de Aranaut contra el suelo levantó una ola de polvo que obligó a los peleadores a tapar su visión mientras Leónidas estrellaba con fuerza el cuerpo de su presa contra el suelo. Se notaba en la violencia de sus movimientos que estaba aprovechando que su contrincante no podía sentir el dolor de sus ataques.
Finalmente, Leónidas decidió dejar ir al Bakugan Haos una vez más, arrojándolo al punto más alto de la arena que pudo bajo la atenta mirada del pelinegro que no dudó en aprovechar el momento que su compañero había creado para la victoria.
Sin embargo, Marduk fue el primero en reaccionar, levantando el lanzador que Dan le había prestado con una carta brillando en ella.
-Poder activado: Onda de Luz -. Activó el peliplata con el clon aún en el aire con la intención de mantener el combate a distancia.
-Aranaut: 1100.
Maniobrando hábilmente en el aire, Aranaut liberó el rayo de energía celeste de la palma de su mano apuntando directamente a Leónidas, el cual se puso en posición defensiva, listo para seguir las instrucciones de su compañero.
-Triple poder activado: Cañón Omega + Carrera de Sombras + Escudo de Hell.
-¿Qué? ¿Un triple poder?
-Leónidas asciende a 1500.
El Cañón Omega emergió del hocico de Leónidas, impactando directamente con la Onda de Luz y creando una nube de humo negro en el centro del campo de batalla, haciendo que los peleadores en las gradas tuvieran que forzar sus visiones para tratar de distinguir al Bakugan Darkus que se había perdido entre el caos de la arena bajo la mirada de su contrincante.
-¿Dónde está Leónidas? No lo veo -. Dijo Mira observando todos desde todos los ángulos que le fueron posibles para tratar de encontrar al Bakugan.
-No lo sé, no lo veo -. Respondió Baron tratando de encontrar la silueta del dragón negro entre el humo mientras Ace imitaba la acción.
-Solo esperen -. Interrumpió Dan mirando con orgullo la batalla.
Al ya conocer bien a su oponente y haberlo enfrentado múltiples veces en el pasado, Marduk fue el primero en reaccionar, imaginando lo que su oponente quería hacer.
-¡Aranaut, cuidado! -. Gritó el peliplata al Bakugan digital.
Vetas del humo tomaron un rumbo anormal, dejando su posición en el centro de la arena de combate para volar directamente a Aranaut a gran velocidad. Aunque el Bakugan Haos intentó alejarse todo lo que le fue posible, finalmente las sombras terminaron por alcanzarlo, dando forma al gran dragón negro encima de él con sus alas abiertas y un enorme escudo de energía en su mano.
Aranaut levantó los brazos para bloquear el ataque que esperaba que se dirigiera a su rostro con la parte frontal del arma, pero sería inútil. El borde del escudo se estrelló con fuerza en el estómago del clon, destrozando su guardia y dejándolo expuesto.
Finalmente, la parte plana del escudo golpeó con dureza la cabeza de Aranaut, enviándolo hacia el suelo una vez más mientras era seguido de cerca por el Bakugan Darkus.
Los enormes brazos del dragón se envolvieron alrededor del cuerpo del caballero blanco y sus alas se agitaron con fuerza, acelerando la velocidad de la caída. Aranaut comenzó a forcejear con su oponente, pero la fuerza superior de Leónidas era una fuerza imparable y el clon no tenía la fuerza suficiente para superarla.
-¡Termina con esto! -. Gritó Vladitor mientras el vuelo de Leónidas aumentaba cada vez más su velocidad.
Bajo la emocionada y atenta mirada de Los Peleadores Bakugan, Leónidas se precipitó hasta el duro suelo del campo de batalla con su contrincante entre sus brazos mientras daba giros sobre su propio eje con la intención de marear todo lo que le fuera posible al caballero blanco, sin importarle si podía sentirlo o no.
Escombros y polvo volaron en todas las direcciones cuando ambos Bakugan finalmente llegaron a su destino con el estruendoso rugido de Leónidas resonando por todo el coliseo y perdiéndose entre el caos creado por su intensa batalla.
-¡Leónidas! -. Llamó Ángel a su pareja preocupada.
Cuando el polvo finalmente se disipó, lo primero que vieron los peleadores fue a Aranaut tirado boca abajo en el suelo con su armadura llena de suciedad, rasguños y abolladuras entre un mar de destrozos mientras Leónidas ligeramente inclinado con una capa de polvo y pequeños escombros en su armadura.
Aranaut se retorció un poco en su posición, mirando a su oponente y tratando de levantarse plantando sus manos en el suelo antes de caer aparentemente agotado al piso de la destrozada arena nuevamente.
-Indicador de vida de Marduk: 50% -. Anunció el sistema del Interespacio mientras Aranaut regresaba a su forma de esfera y caía a los pies de su peleador.
-Así es como lo recuerdo -. Se jactó el pelinegro en voz baja, recibiendo a su compañero en su mano enguantada.
-¡Bien hecho, chicos! -. Vitorearon Dan y Elisa emocionados por la victoria de sus amigos mientras Ángel daba tímidos saltos de emoción en el hombro de su compañera.
Marucho y los vestals veían con una sonrisa ligeramente avergonzada la conducta de sus amigos mientras Shun le ofrecía un sutil pulgar arriba a su pupilo por su victoria.
-¿Listo para perder? -. Provocó Nick a su antiguo rival con su propia emoción a flor de piel.
-Por favor, chico. No vendas la piel antes de matar a la fiera -. Respondió Marduk sacando su última carta portal para la batalla -. ¡Carta portal lista!
-Bueno, no negaré que me gusta vencerte -. Bromeó el pelinegro sujetando a su compañero.
-¡Bakugan, pelea! ¡Bakugan, surge! ¡Aranaut Haos!
-¡Bakugan, pelea! ¡Bakugan, surge! ¡Acabemos con esta batalla, Leo!
La batalla comenzó cuando ambos guerreros se lanzaron contra el otro, comenzando un veloz intercambio de golpes. A pesar de la velocidad superior de Aranaut, Leónidas era capaz de seguir medianamente el ritmo de los ataques del clon digital aprovechando su complexión robusta y fornida para enfocarse solo en bloquear los ataques que serían más perjudiciales para él.
Lentamente, el Bakugan Darkus comenzó a ganar terreno en la batalla mientras los ataques aumentaban su fuerza y su intensidad. Puño a puño, patada a patada, bloquear o esquivar los ataques del dragón negro se hacía cada vez más difícil y provocaba que los pies del clon retrocedieran debido a su fuerza devastadora y la velocidad impropia de un Bakugan del tamaña de Leónidas.
-¡Resiste, Aranaut! ¡Doble poder activado: Espejismo Brillante + Puño Vector!
-Aranaut asciende a 1300.
Un aura dorada bañó el cuerpo del clon digital mientras sus armas tomaban forma una vez más en sus manos. Su velocidad incrementó y sus golpes empezaron a penetrar todas las barreras que el Bakugan Darkus había puesto en su guardia para evitar los ataques del enemigo.
Un golpe directo dio de lleno en le pecho de Leónidas mientras las cuchillas en la otra mano del Bakugan Haos penetraba la carne del dragón, provocando que éste rugiera por el dolor que le causaba la sensación del acero dentro de su carne.
-¡Marduk! ¿¡Que rayos fue eso!? -. Gritó Nick al ver sangrar levemente a su compañero.
-No lo sé, yo no di esa orden -. Respondió el peliplata confundido para consternación de los peleadores terrícolas.
En el campo de batalla, Aranaut se elevó nuevamente de un salto, dando una patada giratoria en la barbilla de Leónidas, callando sus rugidos y evitando que éste pudiera volver a rugir.
-¡Haz algo, humano! -. Exigió Vladitor enfadado.
-¡Sí! ¡Doble poder activado: Hacha X + Furia del Rey! -. Contraatacó el peleador rápidamente.
-Leónidas asciende a 1200.
Envuelto en un aura de su propia energía oscura y con sus hachas en ambas manos, Leónidas arremetió contra su contrincante nuevamente, lanzando múltiples cortes en todas las direcciones a gran velocidad mientras Aranaut hacía todo lo posible por bloquear y esquivar los ataques de su contrincante.
Finalmente, en un momento de distracción entre su ola de veloces ataques, Leónidas logró barrer las piernas de su contrincante una vez más, haciendo que éste cayera al suelo una vez más.
Usando los lados opuestos a los de las hojas, Leónidas trató de terminar el combate de una vez por todas. Sin embargo, no contó con que el caballero blanco levantara su mano apuntando al rostro de su contrincante para arrojar la Onda de Luz directamente a su rostro.
El Bakugan Darkus no pudo hacer más que retroceder adolorido, sujetando las zonas afectadas de su cabeza para evaluar si había un daño grave bajo los vítores y festejos de Ace al ver como el Bakugan Haos remontaba después de perder tanto terreno.
-¡Eso es! ¡Tú puedes, Marduk! -. Animó el peliverde al terrícola.
-¡Yo no ordené que hiciera eso! -. Respondió el antiguo peleador confundido.
Aranaut se arrojó una vez más contra su contrincante, dando un brinco que le dio la suficiente altitud para sujetar los grandes cuernos de Leónidas, logró jalar la cabeza de Leónidas hacia abajo para impactar su rodilla acorazada contra la cabeza del dragón negro.
-¿Qué está pasando, Marucho? ¿Cómo es posible que Marduk no le esté dando órdenes? -. Preguntó Dan preocupado.
-Parece que los clones digitales tienen más secretos de los que pensamos -. Dijo Shun mirando la batalla con preocupación.
La espalda de Leónidas tocó una vez más el suelo al recibir una vez más una fuerte patada de parte del clon digital en su pecho mientras éste sostenía su cabeza bajo la mirada asustada de Nick.
-Chicos, ¿están heridos? -. Preguntó el peleador preocupado.
-No, solo molestos -. Respondió Vladitor primero.
-Algo anda mal con esa cosa -. Dijo Leónidas reincorporándose en el suelo.
-Lo sé -. Asintió el peleador mirando al Bakugan al otro lado de la arena -. Tendremos que derrotarlo para tratar de averiguar qué está pasando.
-Bien, me agrada como suena eso -. Dijo el Bakugan incorpóreo.
Del otro extremo del campo, Marduk era incapaz de despegar la mirada del Bakugan que había decidido acompañarlo en esta batalla. No podía entender cómo era posible que esta… cosa fuera capaz de saltarse las órdenes de sus peleadores si no era más que un conjunto de datos en un cuerpo digital y más después de haber obedecido al pie de la letra todas sus instrucciones en las rondas anteriores.
-¡Aranaut! ¿¡Qué está pasando contigo!? -. Gritó Dan desde su asiento al estoico Bakugan.
La confusión y el miedo era palpable entre los espectadores y los participantes de la batalla. Shun preparaba su lanzador en su brazo en caso de que tuviera que intervenir mientras Elisa le pedía a un confundido Marucho que terminara la pelea debido al posible peligro que significaba este clon libre de todo rastro de protocolo, pero no era posible. La batalla había comenzado y el sistema no la detendría hasta que uno perdiera o se detectara una anomalía externa que active los protocolos de seguridad.
Tan perdidos estaban entre sus miedos y pensamientos, que nadie se dio cuenta del momento en que el lanzador en el antebrazo de Marduk se iluminó con intensidad y una pequeña figura se formaba sobre el tablero principal del dispositivo y la voz del sistema de combate llamaba la atención de todos los peleadores.
-Armamento reconocido y preparado para la batalla. Código de anulación de sistemas de control de la arena de combate reconocido. Battle Crusher, listo para el combate.
Esas palabras erizaron la piel de los peleadores, ¿otro armamento? ¿Cómo es que estos Bakugan tenían acceso a un armamento? Se suponía que Spectra era el único con algo así, ¿de dónde rayos provenían los datos que habían dado forma a estos clones digitales?
-¿Qué sucede? -. Cuestionó Marduk confundido al ver como la pequeño dispositivo que se había formado sobre su lanzador se separaba de la máquina para dirigirse por su cuenta al campo de batalla para acoplarse a la forma de esfera de Aranaut.
Leónidas y Vladitor vieron con desagrado y un poco de asco como un cañón blanco se extendía en el hombro izquierdo de Aranaut mientras una larga cadena con eslabones de dos caras unidos por una corriente eléctrica cubría su cuerpo, sirviendo como un aparente escudo.
Sin previo aviso, el cañón en el hombro de Aranaut liberó una poderosa ráfaga de disparos implacables contra su contrincante orgánico, iluminando la arena de combate con la luz de sus veloces ataques.
Nick solo tuvo un momento para defenderse cuando el fuego alcanzó a su compañero y éste se vio obligado a cubrirse con sus brazos y sus alas para no salir demasiado herido.
-¡Nick, no te quedes ahí parado y haz algo! -. Gritó Dan a su amigo mientras éste levantaba su lanzador nuevamente.
-¡Poder activado: Escudo de Hell!
El arma se formó una vez más en los brazos de Leónidas, dándole la protección suficiente para aguantar la ofensiva de su contrincante.
Sin embargo, Aranaut no parecía dispuesto a perder la delantera que había ganado gracias a su armamento.
-¡Aranaut, detente! ¡Ya fue suficiente! -. Trató de intervenir Marduk para parar la batalla que se le había ido de las manos.
Por desgracia, sus llamados fueron inútiles y no impidieron que el clon digital se abalanzara una vez más contra su enemigo desplegando sus cadenas blancas eléctricas.
Leónidas solo tuvo un momento para esquivar la arremetida de su oponente con el escudo sobre su cabeza para evitar todo tipo de ataque por parte de las armas blancas alargadas.
El metal de las cadenas chocó de forma consecutiva contra el escudo de energía del Bakugan Darkus, tratando de hallar una ventana de oportunidad para tomar la delantera en la pelea, pero la velocidad de su contrincante no parecía dejar ninguna chance para lograr su objetivo.
Lo que fuera que les estuviera pasando a Aranaut, no lo descubrirían huyendo. Si alguien había logrado penetrar las defensas de los sistemas del Interespacio Bakugan para filtrar estos datos fantasma de estos clones digitales y sus aparentes armamentos, tendrían que sacar la información que necesitaban de la información que conformaba a este falso Aranaut y su equipo bélico.
-¡Marucho, termina con esto ahora! -. Exigió Elisa preocupada.
-Temo que no es posible hacerlo -. Respondió el pequeño rubio con vergüenza.
-¿De qué hablas? ¿Cómo que no es posible? -. Cuestionó Mira al terrícola.
-Los sistemas del Interespacio aún no están terminados. Hasta ahora solo estaba destinado a ayudarnos a entrenar para las batallas contra Los Vexos, así que los sistemas de seguridad y aborto aún están en desarrollo -. Explicó el peleador con la mirada gacha.
-Entonces, eso significa que el único modo de terminar con esto es… -. Comenzó Shun con los brazos cruzados.
-Sí, tienen que terminar la batalla -. Asintió Marucho.
-¡Vamos, chicos! ¡Ustedes pueden! ¡No se rindan! -. Animó Dan a sus amigos levantándose de su asiento con un salto.
Marcas alargadas de las cadenas de Aranaut se formaron en el suelo, evidencia de la fuerza que contenían sus golpes mientras Leónidas mantenía arriba su escudo y un hacha en su mano libre para tratar de recuperar terreno en el combate.
Dando un salto que lo llevó hasta el punto más alto de la arena, Aranaut descendido a gran velocidad girando sobre su propio eje con una pierna estirada apuntando a su contrincante. Leonidas alzó su escudo nuevamente para bloquear el ataque del Bakugan más pequeño y usándolo para potenciar un empuje frontal que obligó a Aranaut a retroceder.
Cerniéndose sobre el clon una vez más, Leónidas trató de azotar su arma contra su oponente una vez más, pero el ataque sería esquivado fácilmente por el caballero para posteriormente dar un golpe ascendente en la mandíbula del dragón una vez más.
Leónidas liberó una onda de energía de su cuerpo con el propósito de mantener al clon digital a la mayor distancia posible para recuperarse bajo la atenta mirada de Nick, que evaluaba rápidamente la situación, tratando de formular una estrategia que les permitiera recuperar la delantera. Maldito armamento.
-Supongo que nos quedamos sin opciones -. Suspiros el pelinegro -. Wolf.
El llamado de su amo hizo que el pequeño lobo saltara al hombro del terrícola con un ladrido.
-Si abusamos de los poderes más devastadores de Leónidas y Vladitor, corremos el riesgo de poner en grave peligro al Interespacio Bakugan. Confío en que puedes ayudarnos a ganar -. Dijo el peleador a su pequeña Trampa Bakugan.
Wolf no tardó en ladrar en claro acuerdo con la petición de su amo, emocionado por luchar y ayudar a sus amigos a ganar la batalla.
-Muy bien. ¡Trampa Bakugan: Wolfang Darkus! -. Exclamó el pelinegro arrojando al lobo al campo.
-Leónidas y Wolfang: 1600.
-¡Poder activado: Licantropía!
Cuando el lobo emergió de su forma portátil, lo hizo con su apariencia humanoide y su armadura negra brillando bajo las luces del campo de batalla. Dando una fuerte tacleada con su costado al Bakugan Haos, obligándolo a retroceder.
-Gracias, Wolf -. Agradeció Leónidas a la Trama Bakugan.
Al verse superado, Aranaut liberó una nueva ráfaga de fuego contra sus oponentes son darse un momento para evaluar su situación.
Ambos Bakugan Darkus comenzaron a recorrer el campo de batalla por todas la direcciones que les fue posible, creando un punto ciego en la guardia del clon al ver que éste eligió dirigir su fuego a Leónidas en la zona más alta del Interespacio.
Wolf se abalanzó contra el clon, retrayendo la mascarilla de su casco para liberar un rayo de energía al morder el cuello de su contrincante con fuerza mientras usaba sus garras para hacer todo el daño que podía al blindaje del enemigo.
Leónidas aprovechó ese pequeño momento para lanzarse contra Aranaut una vez más con una poderosa patada impactando de lleno en el pecho del clon, derribándolo sobre su espalda y creando una pequeño cráter como evidencia de la fuerza del golpe.
Teniendo a su enemigo en el suelo, Wolfang aprovechó el momento para pisotear la cabeza de su enemigo con un brinco que le dio el impulso necesario para dar su ataque con toda la fuerza que le fue posible.
Liberando una aura de luz del interior de su cuerpo, Aranaut logró apartar a sus enemigos el tiempo suficiente para escapar de sus múltiples ataques físicos y poner la suficiente distancia entre ellos para tomar un aparente respiro con su arsenal magullado, su cañón parecía encontrarse tosco, incapaz de moverse a la voluntad de su dueño, mientras que sus cadenas colgaban del resto de su equipo, dejando atrás una apariencia organizada y pulcra.
Los tres gigantes se miraron en silencio en pose de pelea, esperando un momento para atacar nuevamente bajo la mirada expectante del público que los veía.
No fue hasta que una gota de sudor abandonó el rostro de Nick después de colgar por un momento de su barbilla que el combate continuó y Aranaut se lanzó con sus cadenas en mano contra sus oponentes mientras los Bakugan Darius corrían en su dirección.
El caballero Haos dio un nuevo salto que le dio la altura suficiente para azotar sus cadenas contra sus oponentes en un movimiento descendente con la aparente intención de acabar con ambos al mismo tiempo.
-¡Doble poder activado: Carrera de Sombras + Garras de Lobo! -. Activó Nick para ayudar a sus compañeros.
Cómo esperaba, Leónidas y Vladitor se perdieron en una sombra etérea que atravesó las cadenas de su contrincante para dirigirse en su forma incorpórea hasta su espalda mientras Wolfang extendía sus grandes garras lo suficientemente fuertes como para resistir el azote de las armas del Bakugan Haos.
Recuperando su verdadera forma, Leónidas entrelazó sus brazos debajo de las axilas de Aranaut para arrojarlo con fuerza hacia atrás, alejándolo de Wolfang en el proceso.
Nick vio con atención como Aranaut maniobraba una vez más en el aire para evitar chocar con el muro de datos que tenían cubierto el coliseo para activar rápidamente su siguiente movimiento.
-Poder activado: Mordida de Depredador.
Retrayendo una vez más en el interior de su casco la mascarilla que tapaba su hocico, Wolfang liberó su ataque una vez más, dando de lleno en su objetivo y creando una nube de humo y llamas mientras los peleadores en las gradas festejaban.
-¡Eso es, chicos!
-¡De eso estaba hablando!
-¡Muéstrenle a ese payaso que no se puede meter con ustedes!
A pesar de la euforia, los vítores se vieron interrumpidos cuando Aranaut emergió una vez más de entre el humo con su armadura destilando pequeñas llamas que se apagaron en su veloz vuelo contra sus enemigos.
Wolfang comenzó a disparar a toda la velocidad que le fue posible desde su interior, pero el clon digital esquivaba todos los ataques con gran habilidad hasta caer con fuerza en medio de sus oponentes, dando un golpe potente con uno de los extremos de sus dañadas cadenas en la cabeza de Leónidas para distraerlo.
Wolf fue el primero en abalanzarse una vez más contra su enemigo para evitar que lastimara a su compañero, comenzando un forcejeo entre el lobo y el caballero. Aranaut azotó la parte frontal de su cabeza contra el hocico de la Trampa Bakugan, aturdiéndola y abriendo su guardia el tiempo suficiente para embestirlo y llevarlo hasta el extremo de la arena mientras el lobo trataba de dar golpear con toda su fuerza la espalda expuesta del clon digital para obligarlo a soltar su agarre.
-¡Leo! -. Llamó Nick a su compañero al ver a Aranaut llevar a Wolf hasta el borde del campo, estrellando la espalda de éste último contra la dura superficie.
Leónidas no tardó en acercarse a los gigantes de atributos opuestos para posar sus manos una vez más sobre su oponente, sujetándolo con la suficiente fuerza y firmeza para levantarlo sobre su cabeza y arrojarlo al otro lado del coliseo.
Aranaut impactó con dureza y tuvo que usar sus manos para distribuir su peso correctamente a la hora de levantarse. A pesar de ser un clon, sus sistemas y los datos que le daban forma parecían haber sufrido daños lo suficientemente significativos como para crear la ilusión de encontrarse herido mientras algunas partes de su cuerpo dejaban entrever un tipo de estática, señalando su verdadera naturaleza digital.
Tambaleándose un poco al levantarse, Aranaut levantó sus manos para realizar un último ataque con sus propios medios debido a los daños que su armamento había sufrido.
Leónidas y Wolf se prepararon para defenderse o contraatacar a la orden de su peleador.
La Onda de Luz emergió una vez más de las manos del clon digital, dejando una estela celeste sobresaliendo desde sus manos mientras un potente brillo azulado bañaba el campo de batalla dirigiéndose a sus contrincantes.
-¡Nick! -. Llamó Leónidas a su compañero esperando una instrucción.
Descargando dos cartas poder en la bandeja dentada de su lanzador, Nick se preparó para usar el que esperaba que fuera su último ataque.
-¡Doble poder activado: Cañón Maldito + Mordida de Depredador!
Abriendo sus bocas tanto como pudieron para liberar sus ataques contra las Ondas de Luz de Aranaut frente a los fuertes gritos de Los Peleadores en las gradas y Marduk en la plataforma opuesta a la que Nick se encontraba.
Los rayos forcejearon un momento, creando un notable agujero en el suelo que levantó pequeños escombros a su alrededor, pero la superioridad numérica de los Bakugan Darkus no tardó en hacer la diferencia, consumiendo el ataque más brillante entre las fauces de la oscuridad del lobo y el dragón.
-¡Acabemos con él!
-¡Poder activado: Furia del Rey!
El grito de Vladitor que contenía su deseo fue seguido rápidamente por el definitivo empuje de los ataques combinados de Leónidas y Wolfang impulsado por el aumentos de energía que recibió el dragón, partiendo la distancia con su objetivo y arrollando todo rastro de luz Haos en el campo de batalla.
Cuando Aranaut fue alcanzado por el ataque de sus enemigos, no gritó ni se quejó como era común en su naturaleza artificial. No, en lugar de cualquier muestra de dolor o derrota que mostraría cualquier otro ser, ya fuera mecánico u orgánico, del cuerpo de Aranaut destiló una intensa luz de múltiples colores que salió disparada hacia el punto más alto de la arena de combate bajo la mirada curiosa y confundida de Los Peleadores Bakugan.
Cuando la luz se desvaneció junto a la poderosa energía que devastó el campo de batalla, se pudo divisar claramente a Aranaut de regreso en su pequeña forma de esfera a los pies de Marduk nuevamente.
-Indicador de vida de Marduk: 0%.
Tras las palabras del sistema, los alrededores del campo de batalla cambiaron inmediatamente. Las gradas de colores y cálidos, más plataformas y la mismísima arena de combate desaparecieron para dar paso a muros, techos y pisos negros con gruesas líneas verdes en forma de múltiples cuadros adornando su extensión.
-¿Qué está pasando? -. Preguntó Dan mirando sus nuevos alrededores.
-No lo entiendo, el campo de batalla no debía desaparecer así -. Dijo Marucho confundido.
-Tal vez, la batalla fue demasiado intensa para el Interespacio. Necesitamos terminar los códigos para una infraestructura más sólida en su algoritmo -. Sugirió Nick alcanzando a sus amigos y siendo abordado por una preocupada Elisa con un abrazo.
-¿Se encuentran bien? -. Preguntó Ángel a sus amigos preocupada.
-Descuida, no fue nada -. Calmó Leónidas a su pareja mientras Wolfang ladraba en apoyo a las palabras de su compañero de batallas.
-Esa fue una gran muestra de poder -. Dijo Marduk acercándose a los chicos rápidamente.
-Estoy de acuerdo, temo que fue muy arriesgado hacer esto -. Respondió Marucho.
-¿Vieron el equipo con el que peleaba? ¿Cómo consiguieron el armamento? -. Cuestionó Ace preocupado.
-Tal vez, la transmisión interceptada era de mi hermano -. Sugirió Mira.
-Lo que más me asusta es que no sepamos nada de ellos, ni siquiera que haya una forma de comunicarnos -. Dijo Drago mirando a los clones que habían regresado a la formación en la que los habían conocido.
-Dígannos quienes son ustedes y que quieren de nosotros -. Exigió Dan a los misteriosos Bakugan que los veían fijamente.
Sabían que era inútil, no había forma de que se comunicaran directamente con ellos, pero ante la confusión y el miedo que les producía este fenómeno desconocido, los chicos solo podían recurrir al medio más desesperado que tenían para tratar de conseguir si quiera la más pobre de las respuestas que estos Bakugan pudieran darles.
Ubicación desconocida
-Majestad, tenía razón, estos terrícolas tienen el nivel suficiente para ayudarnos.
-Las pruebas fueron un éxito, uno de ellos logró derrotar a Aranaut en combate singular y lograron dañar el armamento de una forma que lo habíamos visto hasta ahora con la ayuda de un tipo desconocido de criatura. Ni siquiera tomando el control nosotros mismos fue suficiente para ganar.
-Creo que podemos proceder con el contacto directo, si logramos entablar una relación más abierta con estos "Peleadores Bakugan", podríamos tener una oportunidad de ganar esta guerra.
-Es bueno saber que hay guerreros fuertes en el universo conocido, pero temo que este no es el momento correcto para contactar a Los Peleadores. No podemos olvidar que, por lo que sabemos, ellos también se encuentran librando su propia guerra en estos momentos. Esperaremos a que derroten a su enemigo actual antes de enviar a alguien a hacer contacto.
-Es cierto, no podemos darnos el lujo de traer un nuevo enemigo a esta guerra si apenas podemos enfrentar a uno.
-Desactiven las funciones de control remoto de los clones digitales, no los necesitaremos más por el momento.
-Pero, mi reina, capitán…
-Apreciamos su preocupación, soldado, pero como dije: este no es momento para ampliar los horizontes de esta guerra si ya nos cuesta librarla solos. Es arriesgado ponernos en una posición tan vulnerable, por ahora, mantendremos las defensas arriba y repeleremos todo ataque a nuestras fronteras. Capitán, envíe un mensaje al Consejo, dígales que necesitamos reunirnos lo más pronto posible.
-Enseguida, Su Majestad.
-También llame a la Princesa, dígale que se prepare para acompañarme a la reunión con los miembros del Consejo, ya es hora de que comience su formación oficial como representante de nuestro reino en otras zonas fuera del campo de batalla.
-Como usted ordene, Mi Lady. Linus la escoltará hasta la cámara de reuniones y vigilará que no se infiltren amenazas de ningún tipo.
-Me alegra oírlo. ¿Ya sabemos algo de Ser Loren?
-Sigue en el sur, dirige un ataque contra el puesto de avanzada que el enemigo ha establecido por esa zona. Por suerte, Loren conoce bien el sur y las montañas de la región como la palma de su mano. Además, tiene el mejor apoyo aéreo de nuestras fuerzas.
-¿Hawktor está con él?
-Por supuesto, Majestad, como siempre.
N/A: Una vez más, y después de mucho tiempo, este capítulo fue inspirado por Roxas Strife. Me dejó una vez en una review que, imagino que al igual que todos, esperaba ver a Marduk en acción nuevamente. Obviamente, eso resulta muy difícil, ya que él y Vladitor siguen caminos y propósitos diferentes en esta historia; pero esa no era razón para dejarlo siempre en la banca y este capítulo era la oportunidad perfecta para eso, pues lo veríamos enfrentarse una vez más a Nick y salvaríamos a Nemus de otra "derrota" (seamos sinceros, lo que hizo el clon de Aranaut en la serie fue más una humillación que dejó al pobre Nemus temiendo por su vida). Por otra parte, algo que nunca me gustó de la serie es que dejaran de lado a las Trampas Bakugan hasta el punto en que solo Shun y Baron se acordaban que tenían a Guardián y a Hylash; ya que este fic sigue los eventos de la segunda temporada no hay nada que pueda hacer por Scorpion, Baliton, etc. Pero no dejaré que Wolf corra con esa misma suerte, es mi muchacho después de todo xD.
PD: Muchas gracias a Camilo Navas por su último comentario todo bonito. En cierto modo, tú inspiraste este humilde trabajo, así que significa mucho que te esté gustando mi versión de Spectra/Keith (ya partí al personaje en dos con todas las patadas y dilemas internos que le he dado), pero cabe aclarar que su camino aún no termina y, si todo nos sale bien con esto, seguirá creciendo como personaje en las siguientes partes. También un agradecimiento especial a David y marianoaiello6, que han apoyado esta historia fielmente desde que llegaron a ella y a todos los que la han agregado entre sus favoritos. Significa mucho para mí que les este gustando este ejercicio personal de escritura enfocado en una de mis series favoritas de la infancia :'D.
