Amor en tiempos de Guerra

Cap16: La calma antes de la tormenta...

Ladysilvermoon14

Bien, todo estaba en perfecto orden, todos los trabajadores se dedicaban a sus labores y parecía que lo hacían mayormente por su presencia en la hacienda de su hermano.

Sus propiedades quedaban una a lado de la otra, por lo que podía estar revisando ambas al mismo tiempo. Pero no por eso dejaba de tener sus horas de comida, las señoras que eran ya un tanto mayores ahí cocinaban muy bien, claro, no como Katsumi Kirobe pero delicioso al fin y al cabo...

-¿casarme con ella?-se decía en uno de esos momentos de descanso- ¡es que suena tan loco!-rió ante el pensamiento y tomaba de nuevo de su sopa- pero seguro sería maravilloso-hablaba para si mismo- digo, verla todos los días, sin excepción: creo que debe ser genial- pero sentía como si soñara despierto ¿por que? Bien, lo más probable es que le rechazara como mil veces, pero ya su hermano: el coronel Eriol Hiraguizawa le había explicado y tenía razón ¡cualquier otro hombre podía poner sus ojos en su hermosa mujer! ¡tenía que cuidarle! Ser solo de él ¿que egoísta, no? pero la amaba ¿resistiría que se fuera con otra persona? Pero ya le había demostrado que si se preocupaba por él, que de hecho le angustiaba que él se alejara, no estaba seguro si se angustiaba por que se alejara de Azzarello o si se alejaba de ella, pero ¿para el caso era lo mismo, verdad?

En sus últimas dos cartas, había dado indicios de que su relación con ella, no era un juego, tampoco un antojo momentáneo. Cuando le escribía pasaba los primeros veinte minutos jugando con la pluma y equilibrándole en el tabique de su nariz o en todo caso, con sus labios y la nariz. Lo admitía: Katsumi Kirobe y pensar en que escribirle a la joven doncella, lo sacaba de sus cabales. Quería decirle cuanto la extrañaba: extrañaba su sonrisa y por supuesto, el hermoso sonrojo que siempre se le notaba cuando hablaban. Rió un momento al pensarlo tan solo así; pero ponerlo en palabras era muy difícil.

-"¿Acaso ya habrá recibido mi ultima nota?" – se preguntaba el joven en su cabeza. Ciertamente, le había mandado notas y mensajes a Eriol y a Ran Azurite, su colaborador y contador con los pormenores de los gastos incurridos. Lo último que le solicitó es que se presentara cuando fuera posible en la hacienda. Pero a la primera que le mandaba cartas (tiempo que durara en escribirlas no importaba), era a Katsumi.

-"ciertamente la idea de matrimonio suena cada vez mas atractiva"- imaginándose a la joven vestida de blanco a su lado; tal como se casó Shaoran Li. Verla todos los días y decirle una y otra vez cuanto la amaba. -¡Un momento!- dijo en voz alta mirando el plató de consomé a medio consumir.- ¡Amaba!- dándose en la cabeza y atrayendo la mirada de la mujer que limpiaba cerca de él.- ¿Hasta aquí he llegado?- suspirando.- la verdad que Eriol le encontraría esto muy chistoso...- frunciendo su rostro.- me pregunto si ella me escribirá en algún momento...

-¡señor!-llamó uno de los campesinos, se veía algo urgido- ¡señor, unos soldados!

-pero que demonios...-dijo enojado levantándose- ¡vamos, llamen a Akito!-ordenó el joven Hiraguizawa.

Aquel hombre corrió con velocidad:- señor, le manda llamar el señor Hiraguizawa-dijo alarmado-el muchacho al que había llamado se levantó y tomó su arma de fuego que era larga y gritó- ¡levántense!!!-Al instante estaba un mini-ejercito que corría con velocidad y se habían encontrado con soldados de Corben que sacaban en grandes carretas todo producto que tenían al alcance de sus manos y silenciosamente organizó a sus hombres sin que los enemigos se dieran cuenta, una vez listos dijo:- bien: apunten... ¡fuego!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Miles de disparos sin sincronía alguna sonaron, dando certeramente a aquellos soldados de traje rojo que cayeron uno por uno, Aoshi había llegado en plena matanza- esto nos va a costar una guerra....-dijo mientras se cruzaba de brazos y miraba todo seriamente y el intento de escape de algunos jóvenes, al terminar se acercó con cuidado, para poder inspeccionar que se habían intentado llevar:- hasta malos para eso son-comentó al que había comandado el ataque- no estaban maduros....-gruñó- ¡esto es irreparable!!

Acarició el uniforme que estaba sobre la cama ya tendida, pues él se había levantado muy temprano y con eso fue suficiente para que ella se despertara al no sentir su calor lo suficientemente cerca... esta vez, su esposo, no la despertó. Suspiró y se levantó de donde estaba sentada con su camisón blanco y de encaje rosado puesto, además de la larga trenza que acostumbraba aun en su soltería, había descansado muy bien anoche después de que ambos habían tomado algo de té que la había relajado completamente... y es que todavía estaba algo nerviosa por aquella duda de Shaoran, pero había sido suficiente y se habían quedado completamente dormidos, se dirigió al apropiado escritorio que su esposo usaría alguna vez ya pasada para escribir una carta a su madre, sobre este se encontraban las hombreras doradas y los broches del cuello que indicaban que pertenecía a Infantería además de su sombrero, lo colocó sobre su cabeza y se miró largo rato en el espejo y con voz grave dijo:

-ejem... señor, le hemos ganado a Corben-sonrió como lo hacía un héroe- ahora tengo que ir con Sakura....-suspiró mientras escuchaba una risa detrás de ella, que eran varonil y es que Shaoran Li se acomodaba el cuello de la camisa, además de los puños.

-¿que haces?-inquirió mirándole a través del espejo mientras ella que estaba púrpura se quitaba la prenda y la dejaba donde estaba como una niña que había cometido una travesura, se volvió a sentar en la cama con mucha vergüenza.

-este... nada... es que veía tu sombrero....-dijo balbuceante, se levantó junto a él con su saco en brazos y se lo pasó, sin mirarle y mecánicamente (como lo haría cualquier chica en falta), este simplemente sonrió con sutileza dejando que ella le ayudara a estar listo-¿donde van estos?-preguntó tomando los broches de la Infantería.

-aquí-dirigió las manos de su esposa hasta las orillas del cuello largo de su saco, las detuvo allí dándole a entender que quería que ella las pusiera, la joven mujer rió nerviosa y así lo hizo pero lo que realmente le ponía inquieta era la mirada fija del hombre sobre su delgada figura que comenzó a acariciar con delicadeza.

-¿de verdad tienes que ir?-preguntó compungida acomodando perfectamente los objetos al verle asentir añadió:- ¿que te podrían hacer? Además eres un...

Pero un dedo en sus labios no le permitió continuar:-aunque sea capitán, tengo quien me de ordenes, y a quien darlas, mi amor...-susurró cerca de su rostro haciendo que se azorara intensamente .

-pero Shaoran, estos días han sido tan maravillosos....-dijo en un suspiro aferrándose al cuerpo de él- es muy triste que tengas que ir a trabajar tan pronto....

Rió bajito ante la declaración de su mujer:- me parece que el viernes y el domingo siguen siendo mis días de descanso y nos veremos por las noches...-comentó encantadoramente poniendo morada a la mujer que no pudo evitar ponerse más y más de ese color- ya verás que la semana se pasa volando, además ¿irás a ver a tu prima, no?

-¡es verdad!-dijo recordando todo lo que tenía que hacer ese día y separándose de él y se dirigió al armario para elegir algo que ponerse, colocó un dedo en su barbilla sin saber que hacer exactamente .- en verdad, ella planeaba venir aquí, pero parece que, se ha sentido un poco mal. Me mandó una de las que trabajan en su casa informándome que mejor fuera a la de ella- paseando su mirada entre los vestidos.

-te recomiendo ese rosa-dijo detrás de ella su esposo, tomándole por la cintura, con su sombrero en mano y mirando directamente hacia todos los vestidos de ella- te hace lucir simplemente hermosa.

Sakura se sonrojó y se estiró para bajarlo, una vez en sus manos lo miró hasta que él le interrumpió- tengo que irme, se hace tarde- la joven despertó y sonrió dándose la vuelta.

-espero que te vaya bien-dijo mientras besaba con dulzura su mejilla.

-gracias-robó un pequeño beso de sus labios y salió de la habitación.

La joven esposa suspiró al verlo marcharse. Pero bueno aún quedaba todo el día por pasar, pero es que no estaba acostumbrada.... ¿como se supone que se comportaría ante la gente? Bien, ya Tomoyo le explicaría, entró al baño para cambiarse, al salir desató su cabello que se veía onduladísimo y lo cepilló con suavidad e hizo una media coleta, tomó unos guantes de encaje de un cajoncito y eligió una sombrilla del color de su vestido

Al bajar las escaleras y entrar al comedor donde se sentó, se encontró con Katsumi que servía su desayuno

-¿Shaoran desayunó?-preguntó la dama quitándose los guantes y colocándolos a un lado para poder comenzar.

-solo tomó un poco de café y se ha llevado una fruta, me parece que se le hacía tarde-explicó sonriendo la doncella mirando como su señora se deleitaba ante su comida.

-¡te ha quedado delicioso!-clamó la mujer recordando súbitamente algo- oye Katsumi ¿es cierto que Aoshi te pretende?-preguntó curiosa.

-¡Señora!!!-gritó esta morada escondiéndose tras la bandeja que llevaba en los brazos- ¡¡¿cómo se dice esas cosas!!?

Rió un momento-: Shaoran me lo dijo, pero no había tenido la oportunidad de preguntarte entonces...-le miró impacientemente- ¿es verdad?

-pues....-vaciló jugando con la charola de plata-...algo así.... creo... es que no sé muy bien sobre esto... y.... bueno.... me invitó a su boda y.... bueno.... me ha besado...

-¡¿te ha besado?!-preguntó emocionada- ¡claro que te pretende!-pero calmó su emoción al ver que la chica ya estaba de un púrpura más oscuro- oye ¿te gustaría ir a donde Tomoyo conmigo?-sonrió tranquilizadora.

-¿con la señora Tomoyo?-inquirió- claro, solo deje que termine mis labores mientras termina su desayuno....

-esta bien-sonrió animada la chica.

-cuartel central de Azzarello-susurró uno que ya estaba vestido con el uniforme al otro que vestía igual- ¡apresúrate Mujo!

-hey Akuma-llamó el otro que le seguía a paso rápido- ¿como sabes donde está Li?-cuestionó cuando por fin le alcanzó

-Todas sus tropas van en caballos-sonrió con su demacrado rostro- es lógico que Infantería ¿no?-explicó como se fuera lo más obvio del mundo notó como un soldado que caminaba llevaba un papel y lo arrebato de sus manos.

-¡hey!

Pero se perdieron entre todos los demás dejándole imposible localizarlos al pobre soldado.

-bueno, tal vez es una tropa especial-se trató de defender el otro hombre.

-esta bien, pero seguro nos preguntará de donde venimos-comenzó Akuma- tú vendrás de Ciudad del Norte ¿entiendes?-al ver que este asentía continuó- yo vendré de la Ciudad Ame que esta al oeste, por lo tanto no nos conocemos, la primera vez que no hemos visto ha sido aquí ¿de acuerdo?

-con que de Ciudad del Norte-rió mientras caminaban por el largo pasillo- se ve que no has perdido el tiempo compañero.

-para nada: he viajado por todo Azzarello... conozco cada pizca de este país....-explicó- nos las tendremos que arreglar para ir de una forma u otra a las casas de esos sujetos...

-oh vamos, será sencillo-dijo confiado- solo será cosa de, no sé ¿falsificar unos cuantos papelillos?-comentó burlón, dando a entender que los habitantes de ese país no eran nada listos

Llegaron a una puerta de madera y la tocaron con algo de suavidad, pasaron hasta que se escuchó el adelante y lo vieron, tan majestuoso como en cada batalla o por lo menos como Akuma le había visto... el que era Shaoran Li que escribía a una velocidad impresionante y otro militar que estaba sentado frente a su escritorio hablaba animadamente.

-mi señor-dijo respetuoso Akuma- ¿es usted acaso Shaoran Li?-cuestionó sin dejar su tono.

El joven militar tan solo levantó la cabeza encontrándose con ambos soldados disfrazados por lo que alzó una ceja al no reconocerles, se levantó de su asiento y les inspeccionó con la mirada mientras Eriol solo sonreía abiertamente ante la desconfianza del hombre

-¿quienes se suponen que son?-preguntó severo el Capitán- por que... nunca los había visto....-comentó notando que "pertenecían" a Infantería- ¿por que?

-bueno señor, venimos de ciudades de provincia-habló el que se llamaba Akuma- yo vengo de ciudad Ame y mi compañero de Ciudad del Norte....

-es muy curioso....-dijo colocándose un dedo en la barbilla el apuesto militar- ¿por que nunca te había visto?

-¿a mi, señor?-preguntó Mujo- bueno, pues no lo se, yo jamás le había visto a usted...

Akuma rodó los ojos.

-yo soy de Ciudad del Norte-explicó Shaoran- vengo siendo Capitán desde allá y nunca le había visto ¿por que si su rango no es tan lejano al mío?

-oh bueno...-necesitaba un pretexto rápido- verá: uhmm yo nací en Ciudad del Norte, pero estudié en Ame y bueno... luego me trasladaron a Ciudad del Norte de nuevo y luego a Ghibli...

-ya entiendo....-suspiró el otro con más confianza- ¿que quieren aquí?

-nos han mandado a hacer una lista....-sonrió satisfecho al leer detenidamente el papel- de todas las armas que hay en Ghibli...

Eriol tomó el papel de las manos del joven y lo examinó con cuidado para añadir:- es oficial...-miró a Shaoran que parecía serio ¿por que a esos sujetos les permitirían tal cosa?

Las tropas lo seguían a velocidad impresionante, sabía que no tardarían mucho en que se declarase la guerra, y menos sabiendo lo impulsivos que resultaban ser los que comandaban los ejércitos de Azzarello... No creía que aguantarían por mucho las pésimas decisiones del Señor Imperial....

-¿Cuál es el camino más cercano a las montañas Celestes?-preguntó Melko sobre su caballo mientras los demás soldados iban marchando, el Coronel que también iba sobre caballo a su lado no tardó en responder después de desplegar una hoja un tanto ya maltratada por el uso.

-derecho mi señor-contestó mientras Kogako seguía el paso y los demás le seguían- después de pasar el bosque negro a la izquierda esta justo después de este.

-quiero que a mas tardar una semana lleguemos-rió un tanto maléfico- ...que esos estúpidos que mandaste a investigar a Li y a Hiraguizawa vayan directos a Gainax y manden a unas tropas quiero a las familias de esos malditos en menos de tres semanas: mu-er-tas...

-como usted ordene, mi señor-contestó el otro haciendo una seña a uno de los soldado que iba a pie- regresa a Gainax y deja dicho que Akuma Toshisake y a Mujo Dashi... entreguen la información al capitán encargado y que las tropas busquen con la información entregada a las personas de la misma, deben estar eliminadas...

El soldado solo hizo un saludo militar y se retiró a paso contrario.

-¿de verdad no te gusta?-preguntó Tomoyo mientras ambas iban caminando y viendo los aparadores ya dentro de una tienda donde vendían ropa muy coqueta...

-es que... Tomoyo...-la chica estaba sonrojada viendo el conjunto- ...bueno... no creo verme muy bien con semejante vestimenta.... creo que esta adelantada a nuestros tiempos....

-¡ay Sakura!-rió sin entenderle- yo nunca he usado uno de esos con Eriol, no estaría mal intentarlo....-dijo reflexionando ante sus palabras mientras Sakura y Katsumi no podían estar más que sonrojadas, y el señor que amablemente les había acompañado estaba fuera de la tienda para damas- además no me has comentado....-le miró pícara- ¿como te fue?

-¡Tomoyo!!!-vociferó la pobre de ojos verdes más roja que un tomate- por favor, no hablemos de eso... y menos aquí...

-no tiene nada de malo, Sakurita...-comentó Tomoyo riendo- pero se ve que no tienes quejas....-se volvió a burlar.

-¡Hoeeeee!-gritaba desesperada moviendo sus brazos con agitación- ¡Tomoyo!!!!

-¿verdad que tenía razón?-cuestionó haciéndole sufrir- y tú tanto que tenías miedo....

-¡Tomoyo!!!!!!!!!!!!!!!

-¡ya espero que tengas un hijo!!!-dijo sonrojada comenzando a soñar despierta- ¡te verías tan divina!!!-juntó sus manos mientras suspiraba imaginándose a una Sakura que cargaba un pequeño bulto- de verdad tienes que darte prisa....

-si me permite opinar...-dijo tímidamente la doncella antes de que Sakura comenzara a protestar de nuevo- mi Señor Li y mi Señora Sakura son muy felices en este momento. Aunque seguro alegraría la casa inmensamente la llegada de un bebé....

Sakura no le podía ver más roja e incluso trataba de esconder su rostro con sus manos pero Hiraguizawa le dejo para comenzar con ella....

-¿sabes? Tú deberías pensar muy bien las cosas con Aoshi-dijo sonriente haciendo que la chica estuviera morada a la sola mención de su pretendiente- digo: ¡él está que se muere por ti!! No sabes lo triste que se pone cada vez que le rechazas....

-¿triste?-inquirió preocupada olvidando su pena.

-si... es más: no quería irse a trabajar por que no quería dejarte....-contestó con voz apaciguada como en un tono decepcionante que lograba convencer a cualquiera.

-¿no quería dejarme?-cuestionó de nuevo asombrada.

-te ama mucho, Katsumi-respondió felizmente- incluso Eriol piensa que eres la persona más adecuada para él... por favor ya no le hagas sufrir....

-es que....-Sakura tomó sus manos en gesto amistoso y le dirigió para que se sentara a su lado en una de las sillas elegantes que había en el comercio.

-yo entiendo que tú te sientes un poco mal por eso de que él es rico y tú no....-habló Li- pero no creo que eso tenga algo que ver....

-eso es verdad: te quiere tanto y tanto...-dijo en un suspiro soñador- que quiere formalizar las cosas contigo... pero tú no quieres... y cada vez que te lo menciona no le das oportunidad y lo rechazas....

-pero mis señoras.....-suplicó sonrojada- es que es imposible.... por que él y yo somos diferentes...-incluso parecía apunto de llorar.

-¿por que?-preguntó sin comprender Tomoyo- tú tienes dos ojos: como él, tienes dos manos, dos piernas, una boca....ambos son iguales... humanos.... trabajan, ríen, lloran, y aman....

-pero las clases...-trató de discutir pero fue interrumpida por la esposa de Eriol una vez más.

-muchos en la boda y con esas ropas tan elegantes preguntaron quien eras....-sonrió tratando de tranquilizarla- ¡te veías tan hermosa que te compararon con alguna familiar del señor Imperial!-dijo para gran asombro de la linda y gentil chica- y yo pienso que jamás Aoshi podría encontrar a mejor chica...

Katsumi sonrió satisfecha por sus palabras y convencida: por fin se convencía de que amaba con todo su corazón a Aoshi Hiraguizawa....

-Muchas gracias- sonrió la joven Kirobe mas segura de si misma.

-Oye: aquí ando con mas dinero...- mirando a Katsumi.- ¿Qué tal si vamos a comprarte algo de ropa ahora?

-¡Ay no señora!- dijo Katsumi.- no. No es...

-¿necesario? ¡Claro que si! dijo indignada Tomoyo.- así Aoshi no me reclamará el no haber cumplido sus ordenes...

-¡Vamos Katsumi! – dijo Sakura entusiasmada.- ¡Será divertido!

La chica finalmente aceptó pensando en lo feliz que se pondría cierto joven de ojos azules.

-Pues vamos que se nos hará tarde entonces- dijo Tomoyo levantándose y las demás imitándole -por cierto Sakura...-volvió al tono bellaco- no me has dicho.... ¿el capitán Li si es gentil?

-¡Tomoyo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

-no sé, esos tipos me dan mala espina-comentó Shaoran a Eriol una vez que los soldados recién llegados del norte y oeste de Azzarello se habían presentado

-usted tan desconfiado, Li-dijo riendo Hiraguizawa- y....-le miraba impaciente mientras Shaoran tan solo parecía pensar en algo muy importante- ¿bueno me va lo va a decir o no?-preguntó impaciente pero al ver que Li no le ponía atención prefirió gritar: ¡¡¡LI!!!

-¿le sucede algo malo?-cuestionó tranquilo como si nunca le hubieran vociferado en su cara.

Eriol solo suspiró-¿que pasó con su esposa? ¿Verdad que tenía razón?

Shaoran le miró sonrojado para asentir levemente con la cabeza, pero no le prestaba la mayor atención: ciertamente le preocupaba un poco aquella orden venida de esos sujetos ¿por que ellos podrían ver el armamento si eran de menor rango? También tenía en la cabeza la idea para una estrategia nueva.... ¡¡¿por que todo siempre se tenía que juntar?!! Li atrapó su cabeza en sus manos y revolvió el cabello y sacudió su cabeza con la esperanza de dejar de pensar aunque fuese un segundo....

-tranquilo Li-pidió Eriol mirándole con algo de preocupación- a mi también me desconcertó un poco lo de aquellos soldados, pero ¿que podemos hacer?

-nada, además no es el único problema que traigo flotando...-comentó recostándose sobre el escritorio y escondiendo la cabeza entre sus brazos- señor, aun no tenemos nada para combatir a los ejércitos de Corben....

-somos listos-dijo el Coronel- ya algo se nos ocurrirá, bueno, a mi ya se me ha ocurrido algo....-tomó una de las hojas limpias y algo con que escribir- esto es Azzarello y esto Corben-dijo mientras dibujaba dos garabatos-seguro la guerra se inicia por el sur, aunque los problemas estén en todos lados del país. Pero aquí está la capital, es más sencillo de tomar....

-tal vez si hiciéramos con las tropas una especie de...-pero le interrumpió Eriol

-exacto: una barrera lo suficientemente grande para no permitirles el paso y combatir sin tener tantas bajas...lo demás es lo mismo de siempre con la diferencia de que ahora no nadie podrá escapar....-dijo haciendo muchas líneas- seremos invencibles... nadie podrá romper nuestra formación.

-por increíble que parezca-dijo Shaoran asombrado pero sonriente mientras examinaba con cuidado cada garabato- esto va a funcionar....

-por supuesto Li, soy un genio...

Cabalgaba velozmente por los campos que aun no estaban verdes ante la época de invierno que no era tan dura como en otros años, se dirigía a la hacienda de los Kinomoto, había quedado con Yukito Tsukishiro que en la primera oportunidad reclamaría, había dejado a cargo de la situación en la hacienda de su hermano Eriol a Akito, el mismo que eliminara a los soldados intrusos, estaba entrando a los terrenos de Touya Kinomoto que a su tiempo estaba a lado de los de Sakura Li.

-buenas tardes señor-saludó un hombre al verle llegar a la gran casa que dominaba el terreno

-buenas-dijo secamente mientras bajaba con agilidad del corcel acompañado de unos cuantos a sus servicios con armas. - vengo a ver al Señor Tsukishiro y a Touya Kinomoto es de urgencia.

-por favor acompáñeme-pidió el que parecía ser un sirviente, entraron a la casa rápidamente, caminaron por pasillos largos e iluminados por candelabros que tenían velas sino fuera por aquellas, esos corredores estarían totalmente oscuros.

Aquel servidor se detuvo frente a la última puerta del pasillo largo, tocó con sutileza a lo que tan solo se oyó el típico adelante, y Aoshi pudo ver a Touya sentado detrás de un elegante escritorio y frente a él Yukito. Quien le miraba extrañado ante su presencia ahí

-gracias, Kouzo-añadió Kinomoto al ver al joven de pie esperando eso-¿que se le ofrece, señor Hiraguizawa?-cuestionó notando el silencio serio de este

-primeramente discúlpeme por presentarme aquí sin avisar-suplicó Aoshi sin cambiar su actitud mientras se sentaba ante un gesto de Yukito que se lo pedía- pero usted me había pedido que le informara ante la primera irregularidad que se presentara en las tierras que administro-se dirigió al administrador de Kinomoto- hoy en plena mañana hubo un ataque a la hacienda de mi hermano-explicó con rapidez para sorpresa del ambos hombres- supongo que pensaban que no había nadie pero estaba yo ahí trabajando, y por suerte llevaba hombres armados... sacaron plantíos inmaduros.... ¡imagínese las pérdidas!!

-tengo una idea-afirmó el gentil hombre- ¿pero en plena mañana? Supongo que se confiaron-opinó pensativo- hay que avisar a el Señor Imperial

-no creo que sea lo mejor-aportó Touya mirándolos a ambos- tenemos que esperar a que más sean atacados... mientras seamos más, tendremos más credibilidad ante sus oídos...

-¡no puedo esperar tanto tiempo!!!-dijo exaltado- ¡no voy a esperar un nuevo ataque!!!

-le digo señor Hiraguizawa-dijo severamente Kinomoto- no tiene caso seguir alborotando la situación, no por lo menos hasta que tengamos suficientes afectados y no unamos para vencerle y que por fin se de cuenta de su error...

Aoshi se levantó entre ofendido y molesto ante aquellas palabras, sabía que tenía razón pero no podía dejar de hacer algo....

-bien, solo les he avisado como me lo solicitaron-dijo entre dientes- con su permiso y que pasen buena tarde-salió de allí rápidamente.

Pero no se imaginaban lo que ocurriría a continuación.

Alguien entre unos arbustos le tenía en la mira. Solo apuntó y tuvo en la mira al joven.

Se escuchó un simple disparo y Aoshi solo sintió el impacto en su cuerpo no creyéndoselo al principio.

Uno de sus capataces actuó rápido disparándole al infractor: pero era muy tarde.

Aoshi cayó pesadamente al suelo cubriendo la herida en su torso con sus manos, ante los gritos de sus ayudantes. Uno de ellos, se apresuró a revisársela.

-¡¡Busquen a un doctor!!- gritó alarmado.- ¡¡Ahora!!

Aoshi a duras penas y quejándose por la herida, se aferró de las ropas de su ayudante. Este le observó y dijo pausadamente (Dado el grado de dolor que sentía).- manden mensaje... a mi... hermano... coronel... Hiraguizawa- mirándole intensamente.

El ayudante asintió y otro de ellos, no lo pensó dos veces, marchándose en el corcel por donde se había ido el primero a buscar un médico.

-Solo esperemos que no sea muy tarde...

-¿Qué ha pasado?- salió Kinomoto acompañado de Tsukishiro ante el disparo. Miró a todas partes, con armas en alto.

-¡Aoshi!- dijo Yukito inquieto.

Tocó la puerta de la mansión y esperó a que abrieran y estaba ella ahí, tan linda como siempre que la veía, con su cabello rizado perfectamente acomodado en la media coleta tan típica en ella

-buenas tardes-saludó Soichiro mientras sonreía y bajaba los pocos escalones que había en su casa-¿nos vamos?

-claro...-susurró le chico ofreciéndole su brazo el cual tomó y comenzaron a caminar- ahora que lo pienso...-miró la gran casa por un momento- ¿vives sola?

-para nada-rió sutilmente- vivo con mis padres, soy hija única-añadió tranquila- mis padres son muy sobre protectores conmigo y me tienen una confianza enorme... la cual no merezco....-pensó en voz alta

-¿por que lo dices?-cuestionó sin entenderle

-jajaja-rió nerviosa, otra vez metía la pata- por que todavía no les digo que tengo un "pretendiente..."

-¿todavía no se los comentas?-se asombró- normalmente las chicas son lo primero que hacen....

-eso es solo un mito-se burló animada la chica , admiró la belleza del parque que no tenía ninguna hojita de ningún tipo de árbol, pero sintió como Ran detuvo su marcha y miró hacia delante....

Sakura Li miraba incrédula al joven que llevaba a una chica del brazo, Tomoyo Hiraguizawa también miraba pero tranquilamente sonreía hacia la pareja, en cambio Katsumi parecía nerviosa ante la reacción de su señora. Mas aun notando de quien se trataba.

-buenas tardes, señor Azurite-sonrió con confianza Sakura- igual a usted señorita...

-Kodashi... Soichiro Kodashi-dijo amigablemente la joven pero el rostro de la señora Li se tornó serio, extrañamente serio.

Por que la reconoció: la chica que había estado en la habitación de su esposo cuando aun no estaban casados, pero Shaoran le había asegurado que no le agradaba para nada ¿por que sería aquello? Además de que no lucía tan coqueta como aquel día... ¡aunque también era la misma chica a la que había ayudado hacía un tiempo de un señor que le perseguía, pero se veía tan diferente....! ¿Por que no la había reconocido antes cuando la vio salir del cuarto de Shaoran?

Sonrió de nuevo, confiando en las palabras de su esposo una vez más.

-ella es mi novia-habló con seriedad Ran mirándola ¿que acaso no le dolía como a él haber sido cambiada por otra persona?

-me alegra mucho, Azurite-dijo feliz por él- me alegra que...-miró primero a Soichiro y luego a Ran- que...

-no se preocupe: yo sé todo lo de ustedes-dijo tranquila la joven soltera- puede hablar con confianza.

-bueno: entonces me alegra que.... por fin te olvidaras de mí...-sonrió alegremente haciendo que el corazón de Ran latiera a todo lo que daba por que aunque no quisiera le seguía gustando aunque Soichiro había demostrado que lo amaba con una capacidad que él quería experimentar a su lado. Por que aunque no lo quisiera admitir le agradaba desde hacía algún tiempo.... ¿pero como olvidar a una persona como Sakura? Tan linda, tan tierna, tan.... tan... tan como solo Sakura sabía ser....

-gracias-dijo débilmente llamando la atención de todas las presentes pero sobre todo la de Kirobe que le miraba asombrada, asustada, aterrorizada.... por que todavía tenía miedo a las palabras que antes habían salido de los labios de ese mismo hombre, de él y de la que ahora era su señora, miedo por su Señor, por que él era alguien tan bueno que no merecía sufrimiento alguno.... y menos por parte de una persona a la que él amaba tanto ¡es que no podía dejar de preocuparle!

-los dejamos solos-añadió Sakura- tenemos que regresar a casa-sonrió a Katsumi, Tomoyo y ella la siguieron además del hombre que llevaba unos paquetes y se alejaron rápidamente.

Siguieron caminando en silencio, bastante incomodo

-oye...

Pero fue interrumpida por Azurite.

-no quisiera que este encuentro lograra que nosotros no tuviéramos ningún tipo de avance-dijo atropelladamente y por tanto muy nervioso.

-yo te iba a decir que aceptaste este encuentro muy bien-sonrió animándole- te felicito...

Ran tomó sus manos emocionado:- muchas gracias....

Se acercó con cuidado a ella mientras la misma sentía como su rostro comenzaba a arder, el chico le abrazó sutilmente, su corazón comenzaba a latir con fuerza insospechada ¿por que sentía eso? ¿Su juego estaba pasando a la realidad.....? ¿Pero como...?

Sintió la calidez de su respiración tan cerca.... y luego la de sus labios sobre los de ella en un roce sutil que luego se volvió todo un beso mientras ella con sus brazos rodeaba su cuello.

¡Que feliz se sentía así!

Pero lo curioso es que no solo era el pensamiento de uno....

-¡no se como agradecerle por todo Señora Tomoyo!- dijo Katsumi una vez regresaron a la casa Li. Los sirvientes (además del cochero), ayudaban a descargar los paquetes. Y Sakura venía también con una caja en sus manos. Aun no comprendía como se dejó convencer por Tomoyo.

La joven Kirobe, portaba un vestido muy bonito de color rosa pálido y unos guantecitos de color blanco de encajes. Tomoyo vestía con un vestido azul celeste y guantes. Pero ya comenzaba a notarse su estado de maternidad.

-Ah por eso no te preocupes... después de todo, Aoshi dejó instrucciones claras...- sonriendo complacida.- ¡la verdad es que no puedo esperar a que te vea!- sonrió con admiración .- Serás el mejor regalo de cumpleaños...

-¿Cumpleaños?- viñedo a la actual Señora de Hiraguizawa sonreír y asentir.

-Aoshi, cumple años en dos semanas...- declaró ella complacida.- Pienso ( y Eriol está de acuerdo conmigo), celebrarle una cena intima... solo con amigos y allegados... – haciendo una pausa.- y por supuesto, tu estás invitada...

-¿En serio? ¡ah señora! No se...- apenada.

-¡Pues claro que irás!- dijo ella decidida.- Después de todo, eres lo mas importante de Aoshi... Sakura y Shaoran por supuesto, están invitados... podrás ir con ellos...

-tiene razón Katsumi.- dijo Sakura- déjame ir a ver si se ofreció algo en nuestra ausencia.- dejando a Tomoyo y Katsumi a solas.

-Tengo que regalarle algo...- dijo Katsumi siendo escuchada por la dama.- pero ¿que??'

-Creo que cualquier cosa no importa que, mientras venga de ti... le encantará...

Katsumi ingresó con la joven al interior de la casa Li. Katsumi se rompía la cabeza pensando que regalarle. Cuando segundos después, sonrió complacida y volteándose a Tomoyo dijo.- ¡ya se!- Tomoyo le miró interrogante.- Viene el invierno ya esta aquí, así que no estaría de más....

Tomoyo sonrió y Katsumi le dijo muy bajito esperando su opinión.- ¡Eso es fantástico!- sonrió ella.- Así cuando vaya a la hacienda, siempre pensará en ti...

-¡Ay Señora Tomoyo! No diga eso...- perdiendo su color natural.

- Rápido – dijo el sujeto al ingresar a la oficina de telégrafos. – Un mensaje al Coronel Hiraguizawa...- sacando las monedas de su bolsillo.

El que trabajaba allí dijo.- ¿Cuál es el mensaje?

-Su hermano... herido en la hacienda Kinomoto. Favor venir inmediatamente. Condición desconocida... atacado posiblemente por Corben.

-¡Corben!- dijo el sujeto tomando las monedas y alarmándose.- Dado a que es Coronel (y todos sabemos donde vive), mandaré esto ahora mismo. Estará en la casa de Hiraguizawa, a mas tardar, a media noche...

-Solo esperemos que, no sea tarde.- dijo el sujeto alarmado.

-ya es hora...-dijo Shaoran tomando su sombrero al Coronel, fuera en la fría noche les esperaban aquellos soldados de la mañana, con los que irían a ver todo el armamento de Ghibli...- solo permítanme pasar a ver a mi esposa, par avisar a donde iré...-pidió el Capitán mientras montaba el caballo marrón.

Avanzaron en silencio pero los de Corben sonrieron ¿como era posible que todo saliera tan bien? Se detuvieron en la mansión Li .

-yo le acompaño-pidió Mujo sonriendo- me encantaría conocer a su familia, señor...-notó como Shaoran le miraba sin comprender ni una sola palabra- lo que sucede es que aunque jamás le había visto, su nombre es muy hablado... de donde provengo... y me parece que en todo Azzarello y seguro que en Corben también por haber sido herido y no haber muerto-sonrió tratando de parecer natural .

-como quiera-dijo secamente el hombre, pero no dejándose de preocupar.... ¿para que querría conocer a Sakura? Lo que no sabía es que Mujo quería saber si lo que su amigo había dicho era cierto: que las mujeres eran más bellas en Azzarello además de que tenían que investigar a las familias de esos militares ¿no?

Lo siguió lentamente mientras Eriol vigilaba los movimientos de Akuma que miraba atentamente a su compañero.

Shaoran sacó las llaves y entró silenciosamente, nadie le recibió pero notó como Sakura estaba sentada en uno de los sillones de la sala con una caja grande y blanca sobre su regazo y miraba el interior de esta muy sonrojada. Mujo simplemente se quedó sin palabras.... Era una belleza extraordinaria, tan llamativa pero a la vez tan sutil.

-¡Shaoran!-chilló Sakura cerrando la caja asustada y dejándola a un lado mientras su rostro no podía estar más morado, se levantó y avanzo hasta él, tomando sus manos y sonriendo se acercó a su rostro donde besó sus labios despacito pero notó la presencia de otro sujeto a su lado- muy buenas noches-dijo alzando su vestido con sutileza en forma de saludo mientras se inclinaba un poquito.

-buenas.... buenas...noches señora....-dijo este maravillado ¡pero que belleza!! ¡era algo totalmente inaudito, tan frágil, tan hermosa!!! Shaoran le miró molesto mientras una venita roja se formaba en su cien- que placer conocerla- mi nombre es Mujo Dashi ¿cual es su nombre mi señora?

Sakura se sonrojó ante la forma de llamarla pero aun así le contestó:- Soy Sakura Li....-sonrió abrazando despistadamente el cuerpo de su esposo quien reaccionó a su toque en el momento en el momento en que mataba con la mirada a ese tipo.

-Sakura, tengo que salir unos momentos-explicó Li rápidamente interviniendo en el dialogo entre ese hombre y SU mujer- tengo que llevar a este señor junto con su compañero a las bodegas del armamento... regresaré lo más pronto que me sea posible.

-¿irás solo?-miró al hombre que tenía un aspecto de gente... bueno no quería decir mala pero no encontraba otra manera de llamarle por su rostro, pero este miraba otro punto en la casa, a la linda domestica que hacía su labor y se dirigía hasta ellos con una bandeja de té ¡pero que preciosidad!!!

-no, me acompañará le Coronel Hiraguizawa...-le sonrió amorosamente acariciando su mejilla- no te preocupes-dijo notando su mirada llena de inquietud y entendiéndole- regresaré más tarde, si gustas no me esperes para cenar...

-¡claro que te esperaré!-le recriminó Sakura con otra sonrisa- no solo me sentiría muy sola, te extrañaría....

-gracias...-le susurró besando de nuevo sus labios pero se detuvo al recordar que aquel hombre seguía en su casa, quería sacarlo de allí de inmediato ¡como deseaba ya haber salido del trabajo! Podría ir con Sakura a la alcoba incluso sin cenar.... se sonrojó ante su pensamiento, regañándose a si mismo, pero entonces notó que aquel sujeto y como miraba atentamente a Katsumi... No solo tenía el deber de proteger a su amada esposa sino que también tenía que proteger a sus empleados y sobre todo a Katsumi y Wei, ¿Wei? Por que él había sido como su padre ¿Katsumi? Por que también le estimaba además de que Aoshi Hiraguizawa seguro confiaba en él....

y este sujeto le daba un mal, muy mal y terrible mal presentimiento.

¿Pero acaso estaba siendo desconfiando de mas, como le había dicho Eriol? Aunque este, también estaba preocupado.

La mirada del sujeto en ambas jóvenes, incluso ponía nerviosa a Katsumi, quien se percató pero trataba de servir el té a su señora. Miró a su señor y dijo.- ¿Se quedarán a tomar un poco de té?

Pero Shaoran se negó con su rostro (aun miraba al sujeto como una piedra en su zapato)

El sujeto se disculpó también notando la mirada de Shaoran.

-Dashi, si me permite es hora de irnos-anunció con el ceño fruncido saliendo de la mansión, el hombre le siguió no muy convencido de apartar la mirada de la domestica- regresaré pronto y seguiremos conversando....

Kirobe alcanzó a la dama quien miraba con preocupación por donde habían salido su esposo y aquel militar desconocido....

-¿quien era ese sujeto señora?-preguntó notando la mirada algo angustiada de la bella joven a la misma que ofreció el té y que ahora tenía una tacita entre sus manos y se iba a sentar de nuevo a la sala de estar... raramente el señor deja entrar a alguien que no sea el Coronel y parientes cercanos.

-no te preocupes.- dijo la joven Señora Li- Va a estar todo bien. – afirmó ante la inquietud de Katsumi.- va a estar bien...-se dijo más para si misma confiando plenamente en la palabra de Shaoran

-Disculpe señora- Dijo el celador que provenía del exterior de la casa.- ha llegado un mensaje...

-¿Para mi esposo o para mi?- preguntó Sakura. – pues acaba de marcharse...

Pero el sujeto negó con su rostro sonriendo y extendiendo el mensaje no a Sakura.- Es para la señorita Kirobe...

La susodicha se sonrojó intensamente mientras Sakura reía por lo bajito.

-¡Vaya! La verdad es que si tienes a Aoshi loco Katsumi...- viendo a la chica tomar la carta con nerviosismo. – Gracias – dijo al celador. – Vamos... ¿por qué no la lees?- preguntaba la joven entusiasmada.

Suu Tsuki llevaba la bandeja con té verde a los aposentos de Kaho, iba con toda refinancia por los pasillos iluminados por velas hasta llegar a la puerta de la esposa de Touya, tenía que parecer lo más natural que pudiera, vigilaba que nadie le viera para que luego nadie le culpara por su muerte.

Por que esa noche moriría....

Con el mocoso que llevaba en las entrañas; así nada quedaría de Kaho para Touya aunque lo más probable fuera que el hijo de Fujitaka no regresara a esa casa, pero de todas formas sería solo para ella...

¿Como negarse a esa oportunidad?

Aunque también sabía que seguramente Touya la culparía por la muerte de su esposa pero, bueno ¿sacrificios siempre tienen que haber no? además de que no tendría las suficientes pruebas como para culpara y que le llevaran a prisión, además de que era mal visto que una dama pisara si quiera las oficinas de la policía....

Tocó con delicadeza la puerta al escuchar la voz femenina de Kaho.

-buenas noches, Kaho...-saludó sonriente- me preocupé un poco por que no bajaste a cenar...-dijo fingiendo preocupación en su voz.

la señora Kinomoto le miró un tanto incrédula y recordó a Touya que le decía –"no confíes en ella, por favor..."- pero aun así sonrió- no tenía apetito.... es que por la mañana comí mucho...-comentó mientras acariciaba el abultado vientre- así que preferí tejer un poco-señaló los estambres y las largas agujas- ¿en que le puedo servir?

-oh Kaho, solo estaba inquieta por tu ausencia-sonrió abiertamente- te traje un poco de té, pero por favor pruébalo: he contratado a una niña nueva y quiero saber que piensas de su té, yo creo que es delicioso-dijo pasándole una única taza de la bandeja, Kaho la miró asustada ¿y si tenía algo? Y no se equivoca.... el veneno más mortal que podía haber estaba en esa tacita- vamos ¿por que no lo pruebas?- La joven tomó un tanto nerviosa aquella taza.

Kaho dirigió a sus labios la tacita y Suu sonrió más.... ¡listo! Kaho no despertaría... la muchacha no le dijo nada tan solo miraba su petulante sonrisa

-bueno querida me tengo que ir....-se levantó con la bandeja- ¿todavía no terminas? Bueno te dejo la taza.... hasta mañana, Kaho....-salió de allí rápida y sigilosa.

Kinomoto retiró la taza de sus labios apretados que no habían dejado que ni una sola gota pasara por ellos, caminó hacia el balcón de la habitación y tiró el contenido al lejano suelo, luego fue al baño y limpio su rostro, para que nada afectara después con lo que había retenido sobre su piel, volvió a acariciar al bebé dentro de ella.

-no te preocupes, no vamos a morir....-le susurró mientras se recostaba- no voy a dejarnos morir...

-señor es que no creo que debería dudar de sus propios ejércitos-comentó el general de las tropas de Azzarello al que gobernaba el país quien le miraba déspota

-¿y quien se supone que es usted para decirme eso?-comentó despectivamente el que era el Señor Imperial- Melko es como mi hermano, no puedo creer que me diga usted eso que lo sabe mejor que nadie

-lo único que yo le digo es que, cof cof-tosió un poco se había enfermado por el cambio de clima y por el frío que hacía en Azzarello en especial que de vez en cuando subía y bajaba la temperatura- su pueblo no tardará en rebelarse-opinó pero al ver el silencio del otro siguió:- además de que sus ejércitos ya están molestos.... o por lo menos las gentes que son valiosas en él, a los que todos los soldados siguen.... ellos no aguantarán esta situación por mucho y lo sabe ¿no?

-claro pero ¿quien sigue las ordenes de quien?-cuestionó engreídamente- además si mi pueblo se rebela ¿que podría pasar?-rió con ironía- tengo a mis ejércitos que solo yo puedo controlar...

-de verdad, piensa mejor lo que dices-pidió el general- cuando menos lo esperes te van a retirar de tu puesto por todo lo que dices... y haces...

-nadie puede hacer eso-reclamó ya molesto levantándose de golpe, incluso estrelló un puño cerrado en el escritorio- ¡ahora sal de aquí sino quieres que te mande fusilar por alta traición a Azzarello!

-como digas-dijo este sin que esas palabras le afectaran- pero ya te avise, luego no me andes culpando a mi ¿bien?

El Señor Imperial miraba dudoso por donde el General se había retirado ¿acaso ese hombre tenía razón? Sabía de los rumores que había por todo Azzarello de que Corben se hacía peligroso pero ¿podría ser cierto? Es que era algo que simplemente no quería creer....o no podía creer....

-ya pasan de la media noche mi señora-dijo Katsumi medio adormilada mientras le hacía compañía, Sakura estaba sentada en el sofá con su camisón favorito y su ligera bata que le cubría el delgado cuerpo.

-no te preocupes, por favor vete a descansar yo lo esperaré aquí...-pidió Sakura quien también se veía cansada por lo tarde que ya era.

-pero mi señora...-la mirada de la dama le interrumpió- ¿está segura?-cuestionó al verle bostezar largamente.

-claro que estoy segura-reclamó con una sonrisa.- le dije que lo esperaría a cenar y eso pienso hacer

-Señora le trigo un poco de té-dijo Wei asomándose al lugar con una bandeja- no se preocupe ya verá que el joven Shaoran estará aquí más pronto de lo que cree.

-eso espero Wei....-frotó sus hermosos ojos verdes mientras volvía a bostezar- si me duermo en este sofá... ¿crees que se enoje?

Solo notó como Wei negaba con su cabeza

Es que aquel hombre que había estado hacía unas horas en casa, no le había podido dejar de inquietar, tenía una actitud bastante rara ¿por que? No parecía normal o por lo menos no un habitante común de Azzarello....

-"ay solo espero que este bien..."- y mirando a Katsumi agregó sonriendo. Viéndole leer una vez mas la carta de Aoshi – Veo que lo que te escribió te gustó.- azorando la chica.- no has soltado esa nota de ti en toda la noche...

-Bueno...- dijo la sonrojada joven- Es cierto...- sonrió.- pero lo que me dice es tan lindo...

-¿podrías leérmela? Aunque de seguro es algo privado entre ustedes...

-No señora- dijo Katsumi sacando la carta a la luz. Sonrojada se la extendió a su señora- Si quiere, puede leerla.

Sakura la tomó en sus manos y comenzó a leer. La verdad era que, Katsumi no le había hecho referencia de lo ocurrido en la tarde. Había decidido callar. De todas maneras, no había pasado nada y Ran estaba oficialmente fuera de su vida y su corazón.

"Querida Katsumi: Es la primera noche aquí en la hacienda y he hecho mi parte; he escrito esta carta esperando tal vez, que la leas y me respondas. Debo decirte que pienso en ti casi todo el día y lamento mucho tener que ausentarme estas dos semanas. Espero que mantengas contacto con La esposa de mi hermano y cualquier cosa, no dudes que ir a ellos, aunque estoy seguro que puedo contar con tu patrón Li, para cuidarte por igual. De todas maneras, ¿A quien no le agradas? Espero que estas dos semanas como dije, pasen rápidamente para estar a tu lado pronto. Te quiere, Aoshi. Pd: por favor aléjate del mercado, no andes sola en ninguna parte y de todo sitio donde posiblemente te encuentres con algún caballero... tuyo, Aoshi Hiraguizawa."

Sakura rió ante esto ultimo y declaró.- ¿Qué quiere decir con aléjate de los sitios donde hayan caballeros?

-para serle perfectamente honesta, no lo se señora- recibiendo la carta. – espero que en la próxima sea mas especifico...

-Creo que para una próxima, me acompañarás a donde Tomoyo y le preguntaremos a ella o al coronel Hiraguizawa

Apenas llegaban a la bodega, Eriol abrió el candado que tenía varias cadenas las cuales hicieron gran escándalo .

El edificio era bastante grande ¡vaya que Azzarello estaba preparado!

-por aquí están los rifles-explicó Shaoran conduciéndolos por uno de los pasillos, lo que funcionaba de paredes eran los estantes que contenían las armas. El lugar estaba totalmente oscuro apenas y se podía ver algo por la pálida luz de la luna que se filtraba por las pequeñas ventanas que había en la parte superior del edificio- aquí están las pequeñas bombas, son lo más nuevo en tecnología....

-si ya lo creo, me parece que Corben no tiene este material-decía Akuma examinando sonriente todo, así estarían preparados para cualquier tipo de ataque en la guerra por parte de Azzarello.

-aquí están las pistolas de mano....-señaló Eriol otro lado.

-aquí los especiales de cinturón-comentó Shaoran señalando el otro.

-aquí las de bolsillo-dijo sonriendo Hiraguizawa.

-las espadas largas-continuó el Capitán.

-y las cortas me refiero a cuchillos y pequeñas navajas-terminó el Coronel.

Realmente no había una gran variedad, lo que tenía había en desventaja con Corben es que tenían una mayor cantidad ¡mucho mayor!!!

-me tengo que retirar-dijo Shaoran con voz urgente- mi esposa me espera...

-lo mismo digo-comentó Eriol sonriéndole

-le acompañamos, Coronel-dijeron al unísono los extranjeros, Shaoran tan solo suspiró resignado, no confiaba en esos hombres .

-también les acompaño-dijo de la nada el capitán- me gustaría saludar a la señora Tomoyo-dijo mirando con seriedad a los ojos azules del otro militar quien entendió la indirecta asintiendo despacio...

Cabalgaron lo más rápido posible, como deseaban deshacerse de ellos...

En una media hora estuvieron en la mansión Hiraguizawa y fuera con un gran abrigo estaba Tomoyo esperándole algo angustiada, que al verle llegar corrió a su encuentro en cuanto bajó del corcel.

-¿donde estabas?-preguntó con su voz asustada.

-Estaba con estos caballeros y Li, en el almacén de armas...- dijo Eriol molesto.- Tu no deberías estar aquí fuera...- reclamó.

-Buenas noches señora- Dijeron al unísono. Ella saludó con una cabezadita. Pero estaba ligeramente extrañada ¿por que Eriol estaba de tan malhumor? Normalmente nunca le hablaba así

-Capitán: vaya a casa... Sakura debe de estar mortificada....

Shaoran asintió. En ese momento, sintieron los ágiles movimientos de un corcel que se aproximaba con rapidez en la penumbra. Por instinto, Li se acercó su mano a su arma en su cintura. Eriol colocó a Tomoyo detrás de él. Pero el jinete preguntó.- ¿El Coronel Hiraguizawa?

-Soy yo.- dijo firmemente.

-Traigo un mensaje de la hacienda...- dijo extendiendo la nota desde su montura.

Li que estaba mas cerca la tomó en sus manos y se la pasó a Eriol. Este con la luz que provenía del interior de su casa, leyó ante las miradas de todos los presentes. Pero la impresión en sus ojos, le delató a Tomoyo que, no eran buenas noticias.

-¿Qué pasa Coronel?- preguntó Shaoran mirándole tan sorprendido.

Eriol estrujó la nota y se notaba molesto.

Muy molesto.

-¿E.. Eriol?- preguntaba Tomoyo aturdida.

Ambos soldados que les acompañaban se miraron entre si.

-Capitán: Debo partir de inmediato a la hacienda o lo mas seguro, a la de los Kinomoto...- dijo atropelladamente. Era la primera vez que Shaoran lo veía inquieto.

-¿Eriol que ocurre?

Eriol miró a los ojos a su esposa diciéndole mientras le retenía por los hombros.- Aoshi... mi hermano... está herido...

Tomoyo solo pudo llevar una de sus pequeñas manos a su fina boca

-¿Coronel? ¿Está bien?- preguntó Shaoran por la condición del menor de los Hiraguizawas.

-No dice- dijo apretando la nota. El mensajero se marchó de allí al notar que el mensaje fue recibido.- debo partir inmediatamente.- dijo sin perder tiempo. Se dirigió al sirviente (el que le hacía compañía a Tomoyo), y le dijo.- prepara el carruaje...

-¿El carruaje?- preguntó Shaoran- ¿Qué piensa hacer?

-ir allá por supuesto.- dijo Eriol no pensándolo dos veces. Miró a Li y dijo seriamente.- Será mejor que, Katsumi venga conmigo...- viéndole asentir.- No dicen si es grave, pero no habrían mandado por mi, de ser lo contrario... y ella...- notándose nervioso.- Ella...

-Mejor, Li, ve y adviértele a Katsumi que Eriol pasará por ella en el carruaje. Que haga una maleta y no pierda tiempo.- viendo al capitán asentir. – Eriol: vamos adentro... tienes que prepararte tu equipaje también...

Shaoran no lo pensó dos veces, avanzando en la noche a toda velocidad en su corcel. Eriol miró ambos militares diciéndoles.- Vuelvan al cuartel y den informe de lo que ha pasado... –ingresando a su casa abrazado de Tomoyo.

-¡Rayos!- dijo uno de ellos molesto.- él se marcha...

-Si... pero aun así, el plan no cambia....

-Claro...

------------- Continuará...