Amor en tiempos de Guerra.

Capitulo 21.- "Declaración de Guerra"

Lady Silvermoon14

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es una lástima que no se haya quedado más tiempo...-decía el General estando a un lado de Eriol y de Tomoyo los cuales permanecían abrazados, ya pasaba la media noche y Li y su esposa se habían retirado mucho más temprano de lo que pensaron- iré a ver a Mitsu...

me pregunto que sucedería con esos dos...-decía Eriol ayudando a levantarse a su esposa pues comenzaba a sonar una hermosa melodía

tal vez Sakura ya entendió muchas cosas que antes no...-rió divertida abrazando a su esposo para comenzar a moverse en la pista, rodeados por muchas más parejas que tenían la misma intención- pero espero que sino fue eso... no haya pasado nada grave entre ellos...

tal vez te preocupas de más, mi amor-dijo acariciando su cabello, mientras tomaba su mano y ella junto con él comenzaba a moverse

tal vez...—sonrió- pero, jamás me dejaré de preocupar por ti... no me importa que tú no quieras que lo haga, pero lo haré...

creo que deberías cuidar más eso...-opinó Eriol- por el bebé...

el bebé piensa lo mismo que yo y me apoya-dijo testarudamente- dejaré de preocuparme hasta que te tenga a mi lado...

y voy a estar...

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Besaba su frente, ya había besado todo lo que había podido en ella, pero jamás se cansaría de su sabor. De tenerla para si... sería muy triste la hora de la despedida... por que ya la podía sentir..., ella había llorado bastante tiempo desde que habían llegado a la casa. Pensaba que en el jardín de la mansión del General ella ya se había desahogado y que con su promesa había comprendido que estaría a su lado.

Pero al llegar, no encontraron a Katsumi a quien le pensaban explicar algunas cosas, Wei parecía que había ido a descansar desde temprano. Aunque tampoco estaba enterado de la marcha de Shaoran Li.

Había llorado a todo pulmón... Shaoran trataba de consolarla una y otra vez, pero esta no parecía comprender muy bien las cosas... Sentía tristeza de verle así, tan deshecha... incluso él sentía una gran debilidad... de solo mirarla sentía un nudo en la garganta... tomó en ese momento una decisión... ¿por que llorar en las últimas horas que les quedaban juntos? le había besado con pasión, arrancando todo ese temor de su amada esposa, misma que comenzó con su juego de tiernas caricias y sus dulces besos...

Con eso ella misma se había logrado tranquilizar, mientras sentía los suaves labios de él sobre su cuerpo...

Ella siempre quería pertenecer a él... Y una cosa, había llevado a otra.

Las horas habían pasado con rapidez... la casa permanecía totalmente en silencio, excepto su habitación, donde los suspiros y tiernos gemidos iban y venían por toda la estancia

... no supieron cuando Katsumi regresó... pero se sentían felices y tranquilos de saber que estaban ahí. El uno junto al otro... en un abrazo amoroso... Sakura no recordaba haber sentido la misma sensación en otros hombres que no fueran su familia... Shaoran Li le inspiraba cierta confianza... misma que luego se fuera convirtiendo más en una amistad... si, lo admitía al comienzo de todo pensó que se casaría con un buen amigo que siempre le cuidaría... pero luego...

Luego las dudas llegaron a su cabeza y su corazón, revolviendo todo... y a veces se sintió tan cansada de pensar... y de analizar todo... hasta esa misma noche... y por primera vez se había entregado a él con todo su ser... por que ahora sabía que estaba enamorada, y que ese hombre le correspondía como tal, como debía ser ¿por que no se había dado cuenta antes?... y ahora entendía que nada le separaría de él... ni esa guerra... simplemente nada... por que él se lo había prometido... y así debía suceder...

gracias... por hacerme tan feliz-suspiró Sakura besando su barbilla, el joven estaba sobre ella y tenía apoyados los antebrazos a los costados de su cabeza, estaba aferrada a su espalda mientras cerraba los ojos soñadoramente-disculpame por haber llorado tanto...

no necesitas pedirme perdón, nunca lo necesitarás-acariciando su rostro fino- creo que la disculpa debería salir de mi boca: por dejarte tan sola...-suspiró hundiendo su rostro en su cuello una vez más y luego alzó de nuevo el rostro-las gracias... te las debo dar yo... por aceptarme desde un principio... a pesar de que no querías...-sonrió mirándola y haciéndose a un lado, mientras cubría el hermoso cuerpo de su esposa con las cobijas y ella se acurrucaba junto a él, para volver a besarlo, ambos respiraban agitadamente, ella seguía ocultando sus ojos, mientras él le besaba con dulzura el cabello castaño

agradezco al cielo haberte conocido-agregó ella con suavidad- ¡imagina si me hubiera casado con un ancianito cascarrabias!-murmuró divertida- ...te prefiero a todos mil veces...

El joven acarició el rostro levemente húmedo de la chica por el sudor, acariciaba su espalda con ternura.

Ella sintió un leve distanciamiento de su esposo, se había acercado su bata verde. La colocó en su cuerpo y se levanto descalzo como estaba, su cabello estaba más rebelde que nunca y también su rostro estaba sudoroso, se dirigió al escritorio y sacó un papel, Sakura estaba levemente sentada, recargando su espalda sobre las almohadas, se había acomodado así al notar como se levantaba, pero estaba cubierta por las cobijas hasta el cuello

este papel te da derecho a usar todas mis cosas como tú quieras-dijo sonriéndole y sentándose a sus pies y pasándole la hoja, que miró con curiosidad y algo de asombro- sé que no es mucho en comparación a la del Coronel o la del mismo General... pero es todo lo que tengo... es la fortuna que he podido recolectar en todos mis años de servicio... – también había sacado un sobre, de una de las gavetas a la luz continuó.- Esta es una carta para mi madre...- mostrándosela y dejándola en sus manos.- Quiero que se la envíes tan pronto como sea posible. Las cosas han trascurrido tan rápidamente, que no sabe que me marcho. Y además, le digo que te doy poder absoluto a lo que tengo... a mis bienes. Prométeme que la mandarás lo más pronto posible...

Sakura solo asintió sin darle mucha importancia a la carta, pero si al otro papel...

Shaoran, a mi no me interesa cuanto puedas o no tener-dijo tranquila mirándole con reproche- me sorprende que hayas pensado que yo...

Pero fue interrumpida por palabras apenadas y apresuradas

¡no pensé que tú solo estuvieras conmigo por mis bienes!-se justificó- es solo que no quiero que te falte nunca nada...

Sakura dejó a un lado el documento en señal de que no le importaba, y le atrajo desde su cuello. Besando sus labios una vez más

también...-dijo entrecortadamente al separarse ¡esa chica si que le hacía perder el aire en un instante!- la señora Tomoyo... vendrá aquí... y Aoshi... espero no te moleste...

para nada-dijo mientras acariciaba unos mechones de él- me harán compañía y Katsumi se pondrá feliz de ver al joven Aoshi todos los días... creo que eso no esta mal...-rió divertida pero luego le miró nostálgica- ...ya te extraño... las cosas van a ser tan diferentes sin ti, aquí... mañana por la mañana cuando partas... seguro romperé a llorar...

no te puedo negar que no lo hagas-sonrió tenuemente acariciando sus hombros desnudos- pero por favor... a mi regreso no me gustaría encontrarte con tu rostro manchado por tantas lágrimas, tampoco con mil ojeras por no poder dormir pensando si estaré muerto o vivo... tú simplemente confía en mi... el tiempo sabrá cuando es mi turno de volver a estar a tu lado...

es que no puedo evitarlo...-suspiró recordando algo mientras Shaoran se volvía a acomodar a su lado, aun con la bata puesta, Sakura también se recostó a su lado acariciando su cuello que no estaba tenso.

Shaoran solo negó con su cabeza con resignación pero Sakura continuó:- será muy triste si nunca tengo un bebé... yo quería...-volvió a suspirar- en verdad quería un hijo... aunque no tenía claro el motivo, lo quería... lo quiero... aun sigo queriéndolo... pero...-se sonrojó- con esto... tal vez deba esperar más de lo normal cuando una pareja de recién casados encarga... me refiero... Touya y Kaho encargaron al mes de casados... también el Coronel y Tomoyo...-colocó una divertida cara de puchero- ¿me imaginas de setenta años sin un hijo que me visite con mis nietos? Eso sería también muy triste... me convertiría en una viuda amargada ¡que horror!-escondió su rostro en su pecho acercando mucho más su cuerpo al de él. Ya ambos estaban cubiertos por las cobijas y sábanas.

¿no has pensado en la posibilidad de haber quedado esta noche?-preguntó pícaramente haciendo cosquillas en su abdomen, y esta reía apoyando sus manos en los hombros masculinos- no pierdas las esperanzas por que te he prometido mi regreso...-dijo cuando le dio tregua-... si regreso... lo primero que haré será darte un hijo...-dijo en un suspiro que casi ni él mismo oyó luego sonrió con malicia iniciando su juego .

¡no por favor!-decía retorciéndose- ¡por favor, detente!-parecía que no había oído sus susurros y su nueva promesa.

Shaoran obedeció y acarició el rostro de ella, una vez más. Tenía todavía una leve risa que trataba de controlar lo mejor posible. :- te amo...

y yo a ti...

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por fin... terminó-dijo alejándose lo más pronto de ahí.- tengo que cambiar mi vida...

Y es que no sabia como pero... tan pronto cambió para él. Y ahí estaba tratando de sacar ese lado tan oscuro de su vida, hacía por lo menos dos horas que había cometido su último delito...

Último... por que ya no pensaba en volverlo a hacer, y si alguien más intentaba hacerle trabaja en algo tan bajo como Suu, tendrían que buscarse a otra chica, una chica ingenua que solo buscara dinero...

Por que ella ya no lo buscaba... ella solo buscaba el amor de Ran Azurite y estar siempre a su lado... ahora esas eran sus preocupaciones. Y no le importaba tener que matar por defenderlo, eso jamás le asustaría. No dejaría de matar a quien quisiera hacerle daño... jamás lo haría...

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La mañana estaba un tanto gris... así como el ambiente de tristeza que rodeaba a los familiares de aquellos que se marchaban. Se oían los tambores... Había gente en las calles, todos vestían de negro y gris... con telas del mismo color cubrían sus cabezas, era tanta gente que dejaban un camino estrecho, mismo por donde pasaban soldados cabalgando, dos escuadrones de infantería...

Las mujeres de Ghibli llevaban flores de todos colores y las arrojaban al paso donde los corceles las aplastaban...

Sabía donde se localizaba su esposa... al final de ese largo camino de despedida, tradición de Azzarello para los guerreros que marcharían a la guerra... era como pedir por sus almas... y pedir a los dioses su protección para ellos...

La banda de guerra marchaba detrás de ellos, y ese sonido retumbaba en sus oídos, más adelante de él iba el Coronel. Seguro su esposa estaba con ella... Los tambores hacían un sonido para él muy lejano... como si abrieran una puerta hacia la muerte, y una salida del corazón de su esposa y seres queridos...

Notaba las miradas tristes de muchos, no solo dirigidas a él, sino también a todos los que le acompañarían en la travesía por defender Azzarello

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No volveré

Al lugar que un día dejé

Ni amigos ha de haber

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Seguían lanzando las flores, las mayorías blancas... esperaban ver en algún lugar a Tomoyo... y entonces lo pensó

¿Por que defender una nación? Él no era de ahí e iba a sacrificar su vida... ¡no tenía ninguna obligación "patriótica" con ellos...

Él sabía por que... por que ese si era su país... por que ese país tan amable y tranquilo le había recibido aun sin ser siquiera de ese continente...

Tenía que hacer algo por ellos... para agradecerles tanta felicidad...

¿Y que mejor forma que protegerles?

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Contra sombras

En la oscuridad

Mil estrellas brillarán

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Su madre ya se lo había advertido... pero... bueno tal vez la autora de sus días había tenido razón... y tal vez era algo injusto dejar así a Sakura... pero ella le había comprendido y había aceptado...

Gracias a todo aquello... le había dicho que le amaba...

Y tal vez ahora... ya tenía algo por que luchar... ¡ya tenía otro motivo para vivir aun más! Por que ahora sabía que ella le amaba como él... y aunque en ella se notaba desde antes... de sus labios sonaba simplemente exquisito...

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En la bruma

Donde no hay luz...

Acabará

Todo tiene un fin...

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Entonces la vio, sus hermosos ojos verdes... y las mismas lágrimas que le había visto ayer... miraban el suelo con dolor... También Wei le miraba con algo de tristeza e igualmente había lanzando varias flores.

Su prima también estaba a su lado, el Coronel que iba más allá tan solo sonrió a Tomoyo con tristeza... mientras ella asentía ante la aceptación de su partida... Katsumi también lloraba por la partida de ambos siendo ligeramente abrazada por Aoshi, Kirobe había accedido pues llevaba un abrigo y nadie podría ver sus ropas de ama de llaves... ofreció dos flores blancas... una para cada uno...

El hermano del Coronel miraba todo con seriedad, entonces las miradas de ambos chocaron

Entonces fue cuando recordó un episodio de años atrás. Cuando decidió ingresar a la milicia...

Flash back OoOoOoOoOoO

Entiende Aoshi que así como sabes que, quieres dedicarte a los negocios, yo no nací con ese mismo espíritu como tu...- el joven observaba a su hermano mayor con mala cara mientras este hacía sus maletas con poca ropa.- Que vaya a ingresar a la Milicia no es un adiós...

-te conozco como la palma de mi mano Eriol.- declaró el joven de menos edad de mal humor.- Si quieres ir al ejercito es porque eres un espíritu libre. De un momento a otro, me dirás que te vas a otro país a otra parte del mundo, sin arrepentimientos.

-Aoshi, pase lo que pase, siempre seremos hermanos...-dijo Eriol para animarle.

-si, pero no estarás ya conmigo.- declaró notablemente triste.- te irás y no te veré mas...

-¡no seas tan pesimista! – tratando de mantener la compostura. Sabía que extrañaría a su hermanito. Lo sabía y ya, lo extrañaba. Pues desde siempre, solo se habían tenido el uno al otro.-Siempre te escribiré.

El muchacho se abrazó a su hermano mayor y declaró.- Igualmente yo. Donde estés, cuando te necesite, no importa en que parte del mundo, ahí te seguiré Eriol... lo prometo.

Fin de flash back OoOoOoOoOoO

También sentía un gran dolor por dejar a su hermanito... pero eso era algo que él solo aprendería a comprender y enfrentar...

te pido la cuides como lo que es...-habló Li a Wei el cual había sonreído al mirar como cabalgaba, orgulloso de verle y pensar en contarle algún día a la madre de este. Que había tenido el privilegio de haberle admirado así... y les contaría a todos, que había tenido el honor de haber cuidado de él desde que fue un bebé-mi mayor tesoro...

así lo haré mi señor-dijo con una reverencia de su cabeza y luego de su cintura hacia arriba.

Shaoran giró su cabeza para mirarla cuando pasó a su lado no estaba seguro de que decirle... por que ella lloraba... pero a pesar de las gruesas lágrimas ella le sonrió con confianza y ofreció una pequeña flor... una...

flor de cerezo...-susurró cuando la flor estuvo en sus manos, sonrió cuando levanto su vista, incluso iba más lento...

Aquella flor estaba seca pero conservada, era simplemente hermosa. Tal vez la había conservado entre las hojas de algún libro, o entre sus prendas... en los tiempos de su soltería...

te esperaré...-dijo limpiando sus ojos con el dorso de la mano- siempre te esperaré...

Tenía que ser fuerte ante él, para demostrarle que sería capaz de cumplir con el reto que se les imponía tan pronto... y que con eso sería también capaz de esperarle... más que convencerlo a él, trataba de convencerse a si misma

Shaoran solo asintió con su gallardo rostro

Estaban casi fuera de la ciudad y fue cuando los corceles tomaron más velocidad, hasta que ya no solo estaban trotando, corrían con decisión mientras se distribuían en el gran espacio, ya en las afueras... Parecía que creaban una gran barrera que se podía mover...

"te amo Sakura..."

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muy bien, suban esas cosas-indicaba Touya mientras algunos de los sirvientes llevaban unas maletas de todos tamaños y colores

vamos Touya, los tienes trabajando desde la tarde-decía Yukito mirando con compasión a los hombres que entraban y salían de la mansión Hiraguizawa- además lo importante es que Tomoyo ya está con tu hermana...

eso no es pretexto-dijo con voz dura- es mejor si mi prima tiene ya todas sus cosas, además no solo llevo las cosas de Tomoyo, sino también las del hermano del Coronel...

es muy triste que hayan partido, no he podido ir a ver a Sakura-comentó Yukito con tristeza en su voz- debe estar muy triste

por la tarde iremos Kaho y yo, si quieres puedes venir-dijo con simpleza sin mirarle- ese Li tenía que dejarla... también pasaremos por mi papá tiene deseos de verla

Yukito le miró sorprendido

¿ya no es el maldito mocoso?-preguntó extrañado- ¿ni el chiquillo fastidioso¿ni el endemoniado militar?- levantando un dedo por cada adjetivo que escuchó alguna vez proveniente de Kinomoto hacía su cuñado. Una gota surgía en la cabeza de Touya escuchando todo aquello.

lo dices como si fuera yo un malvado-dijo Touya entre enojado y divertido- pero si... ese hombre no merece que le siga insultando...

al parecer se ganó tu respeto..-añadió Tsukishiro- me alegra que hayas entendido por fin...

más que nada lo hago por Sakura-dijo bajando la mirada- me preocupa que se deprima o algo por el estilo...

ya verás que no le sucede nada malo-sonrió Yukito con confianza- es una mujer muy fuerte... ya lo ha demostrado con todo aquello de Suu. Y tanto fue que aprendió a querer a Li...

ella no lo quiere...

Yukito le miró con reproche- realmente no te entiendo ¿primero dejas de llamarlo mocoso y luego dices que Sakura no le quiere? Eres realmente extraño en tu comportamiento Touya, pensaba que ya habías captado que...

Pero fue interrumpido por su amigo.

ella no lo quiere... lo ama...- finalmente comprendiendo el sentir de su querida hermanita menor.

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Se escuchaba un silencio sepulcral en la sala de estar, Tomoyo tejía aun con lágrimas... mismas que intentaba de contener con cada uno de sus movimientos. Cada vez que sentía que alguna podría salir respiraba profundo... se lo había prometido a Eriol... nada de lágrimas con su partida, su regreso o por no volverle a ver... no importaba cual fuese el camino... ella no lloraría... por que Eriol no se lo había hecho prometer... simplemente se lo pidió cortésmente como él siempre acostumbraba... era algo que ella misma se había predispuesto por él... como un sacrificio para tener a su amado esposo de nuevo a su lado... además... al bebé le haría daño tanta tristeza... aunque las lágrimas aliviaban un poco aquello... pero no tenía ánimos de llorar... sentía cierta confianza en que su esposo estaría en cualquier momento ahí, vivo... pero ¿y si no? por el momento ya solo bastaba resignarse a que quizás ya nunca le vería, pero le quedaba algo para tener ganas de vivir...

El bebé de Eriol que llevaba dentro de si... tal vez por eso Sakura quería un hijo, para ver a Li en su hijo...

Aoshi estaba sentado con una taza entre sus manos, parecía perdido en sus pensamientos mientras Katsumi estaba aferrada a él, también lloraba, por eso su señor Li le había dicho aquella noche sus deseos... de que fuera feliz a lado del hombre que amaba... tan ingenua había sido en no haberle preguntado nada... y como consecuencia de aquello no desearle un feliz viaje... y un pronto regreso...

Aunque en su corazón apreciaba a ambos hombres los cuales, estarían de ahí en adelante en sus pensamientos y en sus oraciones.

La única que no se encontraba ahí era la señora Li, la cual estaba en su habitación, sentada a orillas del lecho matrimonial...

Acarició con cuidado el lugar de su esposo en la cama. Mientras sollozaba con todo su ser. Pero no perdía las esperanzas por que según le había dicho Shaoran después de haberse amado por segunda ocasión aquella noche, después de que le diera aquel documento que le dejaba asegurada de por vida, le había explicado que las topas del norte, oeste y del este irían a apoyarles...

Se levantó de la cama y caminó hacia la ventana... como lo necesitaba... necesitaba de él como una flor necesita del sol, del agua para vivir... Y su vida lentamente se apagaba conforme pasaban las horas... ¿como soportaría meses de su ausencia¿Como soportaría si esos meses llegaban a ser años¿Como soportaría si esos meses convertidos en años se volvían su vida entera?...

por favor... que regrese a mi...

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esta es mi última oferta de paz-decía Bokunetsu montado en un caballo, a sus espaldas se podían apreciar kilómetros de tropas, que esperaban su turno para poder defender a su nación.

Habían cabalgado después de la despedida hasta más allá de las afueras de la ciudad, Gainax no estaba a orillas del país como resultaba Ghibli en Azzarello. Antes estaba otra ciudad y luego más detrás Gainax por eso que las montañas Celestiales estuvieran tan lejanas mientras que para Ghibli estaban más cercanas...

Frente a ellos, y a una distancia considerable estaban de igual forma los de Corben, cada quien de su lado, lo que los separaban era la conocida frontera del sur. Los de Corben no sabían que Li y Hiraguizawa estaban ausentes... estaban confiados en que ganarían esa guerra, gracias a Melko Kogako, tampoco sabían que ellos ya sabían sobre los planes de su Señor Imperial.

El muchacho que había subido al poder, había resultado bastante fiable en sus decisiones, y hasta ahora no había cometido ni un solo error. Había mandado declarar la guerra.

Pero, los de Corben tampoco sabían que el Señor Imperial de Azzarello tampoco era el mismo, y podían darse cuenta de las nueva fuerzas que emanaban del aquel gran ejercito. Mismo que había despedido a sus héroes por la mañana.

¿por que romper una paz de hace más de 150 años?-preguntó el General de Corben que tenía un gesto de enojo, no había salido todo como había planeado Melko. Se suponía que Azzarello era de lo más pacífico y que al idiota del Señor Imperial jamás se le ocurriría declarar la guerra. Y que por tanto podrían invadir perfectamente, el hombre que estaba a cargo del gobierno jamás los detendría por que confiaba ciegamente en Kogako.

Pero que equivocados estaban...

¡por que esas son nuestras ordenes!-habló fuerte el General.- además, queremos vivir con la misma tranquilidad de antes ¡sin que ustedes intervengan más!

¡nosotros no hemos intervenido en su nación por nada!-aclaró el otro gritándole igual- ¡son unos estúpidos por querer enfrentarnos!

tal vez sea al revés...-sonrió con burla

pero no le dio tiempo de decir más, se escuchó el sonido de una arma, y cuando lo notó, cerca de él un hombre cayó al suelo con pesadez...

el primer muerto de Azzarello en esa guerra...

¡me lo han pedido a gritos!-vociferó con furia, desenfundado su espada, la más importante de todo Azzarello- ¡Infantería comando VIII y artillería comando XVIII al frente!

Intercalados unos con otros estaban aquellos que había mandado hablar... primero estaba el hombre montado en caballo a su lado estaba uno con su rifle y miles de armas más en sus manos, luego otro de infantería y le seguía uno nuevo con sus armas, aquellos cubrían gran parte de la frontera como una gran barrera

Así mismo lo hicieron los de Corben, pero no estaban ordenados, había de todo unos en sus caballos, otros con sus armas, otros parecían que ni siquiera estaban preparados psicológicamente para una guerra...

que esto empiece...

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¡señor, creo que ya veo algo!-decía uno de los hombres a Melko mientras este seguía montado en su caballo gris.

A lo lejos y a pesar de la espesa neblina se notaban unas montañas, llenas de nieve... se veían majestuosas y eran muy hermosas...

Se notaba que se acercaban cada vez más puesto que cada vez hacía más frío...

¡mis soldados!-dijo cuando se detuvo y todos voltearon a verle- ¡recuerden este momento, por que ya podemos ver cada hora más cerca la hora de nuestra victoria!

�¡POR CORBEN!-había dicho un soldado entusiasmado por las palabras del señor imperial.

Los más salvajes y sanguinarios hombres de todo Corben (aunque casi todos en ese país eran así) estaban junto con el más temible de todos, Melko Kogako, les emocionaba la idea ganar todo un país incluso más grande y hermoso que el de ellos... y que tenía a las más bellas mujeres del continente...

�¡POR CORBEN!

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¿se encuentra el señor Fujitaka Kinomoto?-preguntó un hombre cuando Chen abrió la puerta

si ¿quien le busca?-preguntó la mujer notando que aquel hombre vestía un uniforme de la policía de Azzarello.

vengo a darle una noticia-explicó cuando la criada le dejó pasar, en ese momento apareció Fujitaka quien no entendía que hacía ese hombre ahí.

buenas tardes...-saludó extrañado pero con la misma sonrisa de siempre, aquel hombre se acercó a él para cuando estrecharon sus manos- Fujitaka Kinomoto a sus servicios.

muchas gracias-dijo seriamente el hombre- Mashi Kurou, policía de Azzarello-dijo enseñándole una plaquita que traía en uno de los bolsillos del saco de su uniforme-

dígame ¿a que debo su visita?-el hombre no parecía querer hablar con la presencia de Chen ahí- por favor Chen ¿nos podrías dejar solos?

claro, mi señor-miró con desconfianza a aquel hombre pero aceptó

creo que ahora ya puede hablar.-dijo con seriedad Kinomoto

hoy por la mañana encontramos a una mujer muerta en un callejón-comenzó el sujeto pero aun así él no le entendió

si trata de culparme, yo no he salido en estos días de mi casa-dijo con calma- solo he salido a despedir a los soldados esta mañana...

ya sé que no ha hecho nada malo, señor- sonrió el de cabello negro- pero a esa mujer se le ha identificado como su pareja... Suu Tsuki.. por lo que pudimos investigar fue su pareja ¿no es así?

dejo de serlo ayer por la mañana-dijo con tristeza al saber de la mujer que aunque había sido malvada le había regalado momentos alegres-

¿eso quiere decir que no se hará cargo de su cuerpo?-preguntó extrañado

Fujitaka negó con la cabeza:- no merece que yo haga tal cosa por ella... y yo no tengo ninguna intención de hacerlo- era muy extraña esa actitud en Fujitaka Kinomoto pero aun así tenía razón.

de acuerdo, ya veremos que se le hace-dijo acercándose a la puerta principal- fue un gusto conocerle, señor. Y espero verle pronto.

al contrario, gracias a usted por avisarme-sonrió con amabilidad, al cerrar la puerta detrás de él tan solo cerró los ojos- con que murió...

No sabía con claridad si lo merecía, pero esperaba que estuviera descansando... sintió de la nada una suave brisa... tal vez se estuviera volviendo loco pero había escuchado un leve susurro entre ese liviano viento...

tranquilo Fujitaka... todo estará bien...

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vamos Li, no te desanimes tan pronto-sonrió Eriol mientras cabalgaba a su lado- solo nos tomará unos días llegar... cuando menos lo imagines estaremos de regreso en Ghibli con la victoria.

espero no regresar para llegar a un ataúd-dijo con pesadumbre mientras seguían trotando- no quiero causarle ese sufrimiento a Sakura. Confío en que no estará sola

yo estoy en la misma posición que usted-aclaró a modo de regaño- y creo que también sufro bastante ¡voy a tener un hijo!- haciendo una pausa.- fue un dolor demasiado grande verla ahí, hermosa, y con lagrimas en sus ojos aunque sonreía, tratando de estar de acuerdo. Pero se que, nunca me perdonará que le deje sola. Eso es suficiente para la voluntad de volver... al menos en una pieza. Esa y mi hijo...

Shaoran miraba hacia el frente mientras con sus pies pegaba levemente al animal, para que aumentara su velocidad...

Un hijo...

yo también quisiera un hijo...-dijo con nostalgia que notó el Coronel.- Sakura también me ha dicho que lo quiere... pero después de esto... –suspiró pesadamente- todavía me queda la posibilidad de que haya quedado ocupada ayer por la noche...-se sonrojóse que me ama a mi...- viendo a Eriol mirándole con interés y aparte de los demás soldados para que no escucharan su conversación.- Y se que me ama... porque me lo confesó anoche. Se me fue el corazón a los pies el verle tan triste...pero ¡lloraba por mi partida! Y me lo confesó. Entonces...- ahogándose y rojito de la vergüenza.- este...

con que por eso se fueron ayer de la fiesta-dijo con malicia también acelerando el paso del corcel, haciendo que los que iban dirigidos por ambos también los hicieran- es usted un pervertido, Capitán...

Shaoran solo negó con su cabeza mientras el color se le seguía subiendo- es normal que nosotros... bueno... después de que se enteró... ella me dijo que me amaba...

¡se lo dije!-gritó con entusiasmo- ¡le dije que terminaría diciéndoselo, que Sakura quedaría enamorada de usted! Así que anoche se entregaron, pero ahora ella estaba consciente de que lo hacía por amor y no por obligación de esposa

Li seguía sonrojado pero asintió:- fue lo más hermoso que jamás...- su rostro estaba morado e incrementó mucho más la velocidad para que el otro hombre no viera su rostro- haya sentido... porque ahora si me dijo que me amaba... ella... – pero no dijo mas nada.

Eriol sonrió tratando de alcanzarle... tenía que suceder así...

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muchas gracias por traer mis cosas-sonrió Tomoyo notando como ahora los sirvientes de la mansión Li entraban y salían con sus cosas y las del hermano de su esposo.- y las de Aoshi...

no hay de que... ¿y Sakura?-preguntó Touya mirando primero la puerta principal por donde podía ver el vestíbulo y al no ver a nadie ahí, miró hacia las ventanas de arriba- ¿está bien?

no la he visto en todo el día-dijo con tristeza Tomoyo también mirando hacia donde su primo, Aoshi estaba a lado de ellos, pero en cambio parecía más serio, y no he podido pasar nada por mi estomago...

tienes que comer algo Tomoyo.- declaró Touya mirándole serenamente.- Que dejes de comer no lo traerá mas pronto...-mirando a su alrededor declaró.- deben de hacer que unos sirvientes, aseguren las paredes con sacos de arena por si acaso.- tratando de no preocuparles.- Corben no se quedará tranquilo y las fuerzas de aquí son fuertes, pero aun así, tienen que asegurarse.- mirando a Aoshi aclaró.- di instrucciones a los sirvientes de la casa de su hermano que, aseguraran las puertas y ventanas, solo por precaución y algunos se quedarán a protegerla. ¿Estará Sakura bien?- observando las escaleras que daban al segundo piso.

solo espero que no se enferme... sería muy mala suerte... espero poder ayudarle en lo que necesite en este tiempo... –luego miró al hermano de Eriol-me parece que Katsumi está con ella-sonrió un poco- trata de ofrecerle un té o algo de comer... teme que se vaya a enfermar por la ausencia del capitán Li... yo pienso lo mismo... Es lo más normal. Es decir, aun no me adapto a la idea...

Yukito asintió en señal de comprensión, mirando toda la fachada de la casa... no sabía como sería ver esa casa dentro de varios años, y tampoco estaba seguro de que sucedería, pero si todo salía bien después de esa guerra. Recordaría con una sonrisa todos esos tiempos...y al ver de nuevo la casa de Shaoran Li, recordaría con el mismo sentimiento todo lo que había sentido...

"solo espero que este bien..."

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por favor señora-decía desesperada mientras Sakura estaba sentada en el suelo, su cabeza estaba escondida entre sus brazos- ya verá que esto terminará más pronto de lo que cree...-pero ni ella misma parecía creer en sus palabras... sentía como si le mintiera a su señora... pero necesitaba tranquilizarla... por que ella mirándola así tampoco podría conciliar el sueño... le preocuparía demasiado dejarle sola en cualquier momento...

¡pero Katsumi!-decía con dolor mirando de pronto el techo, las lágrimas ensombrecían su hermoso rostro- �¿que haré si no regresa! ... es algo que me asusta... ¡no volverle a ver!- la señora Li de pronto parecía estar histérica de desesperación por ver a Shaoran Li... y eso que solo llevaba unas horas de haber partido...

Kirobe se acercó para abrazarla, teniendo la confianza suficiente y tratar de tranquilizarla... una vez más...

Sakura solo atinó a llorar en silencio mientras hipaba sobre su hombro y escondía sus hermosos ojos verdes en sus manos delicadas.

Katsumi no sabía si llorar con ella o tratar de tranquilizarla, aunque sabía que la segunda opción era la correcta...

Pero ella también extrañaría a su señor Li y también al Coronel Hiraguizawa...

por favor calmese-dijo cuando ella se separó de la dueña de la casa, se levantó y tomó de la bandeja que había subido un té, tan suave que la calmaría... le entregó la tacita, misma que esta bebió con lentitud y sin ninguna gana...- su esposo, mi señor. Regresará... sino que me caiga un rayo-sonrió, sus palabras causaron una leve risa en ella... ellos son los mejores de su regimiento y confiamos en sus capacidades. El coronel regresará con su esposa y el Señor Li regresará con nosotros. Tenga fe. Lo repito: si no es así, que me caiga un rayo...

confío en que no te caiga ninguno...-dijo limpiando sus lágrimas- ya no debo llorar, asustaré a Tomoyo, a mi padre, y mi hermano odiará más a Shaoran por haberme hecho llorar...

Katsumi asintió, confiaba en que el destino y la suerte no les diera la espalda...

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Iba nervioso, no sabía que haría si la veía... bueno tenía que ir a hablar con Aoshi Hiraguizawa para presentarle su renuncia... ahora tenía otros planes en mente, aunque sería muy triste dejar de trabajar para él...

Siempre le había mostrado apoyo cuando lo necesitó.

Entonces divisó la mansión color mostaza con detalles cafés, misma donde vivía Shaoran Li y ella... Sakura Li... pero el soldado había marchado a la guerra por la mañana y había notado la despedida entre el matrimonio... parecía ser que Sakura había sufrido bastante...

buenas tardes ¿se le ofrece algo?-preguntó Touya al ver que Ran se quedó parado frente a la entrada de la propiedad la cual era rodeada por rejas negras que tenían detalles dorados...

ehhh...-miró a su alrededor, ese hombre era el único que estaba en ese lugar así que tendría que hablar con él

Sabía quien era, Sakura alguna vez le describió a su hermano mayor, el que decía que siempre le molestaba y que él alguna vez aseguró que cuando se casaran, como habían dicho en una de sus conversaciones haría que le dejara de llamar monstruo...

busco a Aoshi Hiraguizawa-dijo con seriedad tratando de no levantar sospecha alguna, ahora respetaba el estado civil de Sakura, no solo por ella, sino también para ya no sufrir más... lo hacía por su propio bien

sígame...-respondió Kinomoto entrando a la mansión.

Ran creyó que la casa era más hermosa de lo que podía pensar... tan elegante... cálida como se la había imaginado pero entonces todo el mundo se le vino abajo...

Aoshi conversaba con una mujer de cabellos negros y de mirada amatista la cual tejía pero igual hablaba, y la otra chica de verdes ojos que a pesar de tener los ojos rojos de tanto llorar... se veía tan hermosa como en la mañana...

Hiraguizawa te busca este hombre...-dijo Touya para luego retirarse sin notar como los ojos de Tomoyo se abrían con espanto y Sakura solo sonreía tenuemente dándole la bienvenida a su casa... Touya salió de esa sala

¡Ran!-decía sonriendo- ¡me alegra verte de nuevo, viejo!-decía entusiasmado de ver a su amigo- dejame presentarte a estas dos hermosas mujeres-se acercó a Tomoyo la cual dudaba en decir que lo conocía- ella es Tomoyo Hiraguizawa, esposa de mi hermano mayor...

pero antes de que esta pudiera si quiera pensar en que contestar el otro lo hizo

es un placer, señora Hiraguizawa-dijo besando con amabilidad su mano-

Aoshi sonrió sin sospechar

y esta es Sakura Li, esposa del Capitán de Infantería Shaoran Li-sonrió Aoshi dirigiéndolo hasta Sakura- señoras él es Ran Azurite, un socio que tengo desde hace un tiempo...

un placer, señora Li-dijo besando su mano, mientras Sakura solo sonreía levemente con gratitud a los dioses de que Ran ya se hubiera olvidado de ella que, ya no pensara en ella de esa forma... y que no le revelara su verdadero pasado a los demás. Sería algo muy vergonzoso. Y Ran era un caballero para revelar algo que le avergonzaría- Ran Azurite para servirles... gusto en conocerles.

Sakura tan solo asintió mientras se volvía a sentar y volvía a ayudar a Tomoyo para poder seguir tejiendo...

disculpa...-Aoshi se dirigió a Sakura algo sonrojado- ¿podría hablar con Ran en la biblioteca de tu esposo?

claro-dijo con tranquilidad- sea bienvenido señor Azurite, esta en su casa...

gracias, señora...-dijo admirándola, realmente se veía más hermosa que nunca aunque siempre que la veía cambiaba un poco, parecía que ella ya había encontrado un poco de madurez en su vida... El matrimonio le había sentado bastante bien...

Ambos hombres desaparecieron en un momento...

Sakura... pensé que...-pero Tomoyo fue callada por su prima

yo amo a Shaoran-ahí Hiraguizawa sonrió satisfecha- Ran lo entiende... y él también ha encontrado a quien amar... ... ya está todo bien. Además él sabe que no puede abochornarnos delante de los demás y mas aun, si no hay sentimientos de por medio. Es un caballero. Y amo a mi esposo...

entonces si encontraste tus sentimientos...-dijo bajito Tomoyo

fui muy tonta al no darme cuenta desde un principio...-dijo cerrando sus ojos con calma- es que era tan obvio... el mismo Shaoran me confesó ayer que ya sabía... ¡es que no lo puedo creer! Yo era la única que no se daba cuenta... y él fue tan lindo en esperar a que yo misma se lo dijera... me dio tiempo para entenderme a mi misma...

me alegro que hayas entendido...-declaró la mujer que estaba encinta- era más claro que el agua, pero nadie puede intervenir por ti... por que tú debes tener en claro tus sentimientos siempre... y nadie puede entrometerse. Solo tu debías darte cuenta sin ayuda de nadie. Por eso, perdona que no te dijera nada claramente. Pero solo tú, podías encontrar ese sentimiento que creías extraviado en la vida de otro que no era tan fuerte como lo que sientes por el Capitán.

ahora lo sé, Tomoyo...-suspiró- y que tarde me fui a dar cuenta...

ya no te arrepientas más, por que ahora el Capitán Li es feliz-dijo sonriendo y tratando de apoyar a su amiga- ahora luchará más que nunca...

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dime ¿a que debo tu visita?-preguntó Aoshi con curiosidad

vengo a informarte que tengo que renunciar a mi puesto a tu lado-dijo con algo de pena

¿renunciar?-preguntó extrañado- ¿como que quieres renunciar¿ya no te gusta el salario¿estás incomodo con venir aquí?

no es nada de eso-aclaró sonriendo- es que... bueno ahora Ghibli va a estar más desprotegido que nunca... y yo... voy a formar un ejercito de civiles...-habló con vergüenza- para proteger un poco... estuve reuniéndome con unas cuantas personas y hemos quedado de acuerdo que aunque han dejado la ciudad algo protegida, no es suficiente si se las empañan con nosotros. Hay demasiados inocentes que podrían salir lastimados y ahora mismo, hay una reunión en la alcaldía con el propósito de formalizar la idea.

me gustaría apoyarte-sonrió tranquilo- e ir a los encuentros contigo, pero ya tengo a quien cuidar. Tres damas, dos me han sido encomendadas y a la otra chica... es a la que amo... no puedo dejarlas desprotegidas y aun me recupero de mi herida que aun me molesta... pero cuentas con mi apoyo siempre.

no importa, te entiendo a la perfección-dijo con una risita- pero no te preocupes que yo te voy a ayudar... mandaré a alguna gente para proteger esta casa lo mejor posible...

eres muy amable...-añadió- te lo agradeceré enormemente- se levantó al igual que Azurite- siempre ha sido un honor trabajar contigo-estrechó su mano

yo soy el que te agradece todo, aunque no haya conseguido el verdadero propósito por el cual entré a trabajar contigo desde un principio pero ahora no me arrepiento-sonrió Ran dirigiéndose a la puerta- me tengo que ir, y de nuevo gracias por todo.

Azurite desapareció de ahí mientras Aoshi miraba con nostalgia la puerta por donde había salido.

que raro será ya no verle tan seguido...-se dijo pensativo- pero tal vez es mejor así... tengo otras responsabilidades muy diferentes a las que tenía meses atrás...

pasaron un par de minutos cuando escuchó unos leves toques en la puerta. A momento entró la chica de mirada azulada, sonrojada y que hizo que el sujeto le brillaran los ojos.- te traje algo de té... noté que no comiste mucho al medio día. Y los sirvientes ya colocaron tus cosas en la habitación de invitados.

muchas gracias, pero según recuerdo, Tu tampoco... –sonrió Aoshi agradeciendo su cuidado.- creo que no tendremos un cortejo tradicional...- azorando a la chica – Bueno, estamos al pie de una guerra y no podré sacarte a pasear mas seguido, ni comprarte cosas...

Eso a mi no me importa- declaró inmediatamente.- no me interesan ese tipo de cosas... lo importante es que, estaremos aquí, juntos... – sonrió.- y estaremos con las Señoras Sakura y Tomoyo...

Aoshi volvió su mirada a la ventana, recordando la mirada de su hermano cuando partía de Azzarello. Le miró a él y luego a la chica que lloraba a su lado. Y luego, recordó la petición de Eriol cuando volvieron de la hacienda Kinomoto.

-"en caso de nacer mi niño y yo no estar... tú serás como un padre para él... O para ella, y que te casarás con Katsumi... Y con ella formarás una familia... y que no dejarán nunca sola a Tomoyo..."

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�¡MUY BIEN MUCHACHOS, LO HAN HECHO MUY BIEN, AHORA: RETROCEDAN!-indicaba el General. No tenía caso seguir con esa masacre, por alguna extraña razón se estaban registrando unas bajas sorprendentes por parte de Azzarello- ¡AL REGIMIENTO!

El General perteneciente a Corben, sonreía de satisfacción, pero también algo extrañado...

¿que no habían llevado a sus mejores hombres?

-"tal vez esto sea más problemático de lo que pensé"-pensaba el General mientras cabalgada de regreso...- solo espero que no nos tiendan una trampa...

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¡pap�, que alegría verte!-sonrió Sakura mientras abrazaba a Fujitaka el cual incluso cerró los ojos.

mi niña...-respondió él con tranquilidad mirando sus hermosos ojos verdad- en verdad siento lo de Shaoran...

Del rostro de Sakura desapareció aquella lejana sonrisa, misma que le había costado formar... tal vez sino pensaba tanto en él...

ay papá-se lamentó

Fujitaka Kinomoto notó como los ojos de su hija comenzaban a brillar más...

monstruo-llamó Touya desde el pasillo que llevaba a las cocinas- ven aquí

Sakura asintió despacio... y sonrió tenuemente a su papá. Alejándose de ahí... Tal vez si fuera muy difícil para Sakura...

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El atardecer rodeaba a todos ya. Era increíble que horas antes, ya se hubieran marchado los soldados a la guerra. Mucho pensó esa tarde en todo su pasado con su hermano y luego en todo lo que habían hablado en sus últimos días juntos.

Sería difícil pero trataría de llenar su ausencia en su vida, ocupándose de las señoras dejadas a su cargo.

ya verás que esto termina más pronto de lo que parece-sonrió Aoshi mientras abrazaba por los brazos a la chica que estaba a su lado la cual tenía su cabeza recargada su cabeza sobre su hombro con un gesto soñador. Comprendía la angustia que la pobre chica tenía sobre si. Había conocido y tenido una alta estima a su hermano y luego al Capitán. Ahora, compartía sus incertidumbres como una mas de la familia.

ambos se encontraban detrás de la mansión de Li, pues Katsumi se había negado a estar con él, frente de la casa, en uno de los salones o en el jardín... tal vez eso fuese para ella, una falta de respeto a la casa y sus dueños además porque recién había llegado el padre de la señora Sakura y su hermano, Touya, también estaba allí quienes eran, prácticamente extraños a su lado... pero era notable su preocupación aunque trataba de mantenerse firme con su trabajo de ama de llaves y compañía de la Señora Sakura en aquella tarde tan triste para todos.

es que yo no sabía...-dijo con tristeza- me hubiera gustado despedirme de mi señor como hubiera querido si me hubiera enterado... así sabría que hacer... con la señora Sakura... si al menos, tuviera una idea... pero trato de calmarla, siendo muy difícil. Si tan solo, lo hubiera al menos sospechado... pero el capitán era muy reservado con todos los de la casa, creo que hasta, con mi señora Sakura...

el hubiera no existe, mi hermosa ave-sonrió tomando su barbilla para sonrojo de ella- si él no te dijo nada... bueno...-lo pensó muy bien- tal vez no quería que te preocuparas o algo por el estilo-dijo no sabiendo que contestar muy bien, Shaoran Li no tenía pretexto (para él) de haber guardado el secreto. Sus ojos azules observaban hipnotizados los añiles de la chica. Se notaba su preocupación un poco menos, pero aun así, sentía un enorme peso en su corazón en notar su afligimiento.

besó sus labios con calma y como ella le respondía con la simpleza que siempre le caracterizaba. - lo importante es que mi hermano va a regresar y con él, tu señor-dijo con gracia- así que debes estar tranquila, aunque la señora Sakura se ve deshecha. ¡tú estate tranquila que mi hermano lo va a cuidar!-habló con orgullo del mayor de los Hiraguizawa.

si...-dijo con melancolía mirando sus manos blancas y colocando un mechón tras su oreja.- ¿Estás bien?- preguntó separándose de él un instante- Aun estás convaleciente... deberíamos entrar para que descanses...- pero él la rodeó de nuevo con sus brazos y teniéndole a centímetros de su rostro, colocándole un estado de nervios notable y que a él le encantaba ver a la inocente damisela en tales apuros de su parte.- ehhhh... tal vez... –roja carmín- necesiten algo adentro ¿no?- tratando de marcharse pero él negó con su cabeza y le atrajo nuevamente para si.

Deja de sufrir o de huir de nosotros..- declaró azorándole y ella bajando su cabeza apenada. Aun era la incertidumbre su mayor conflicto entre ambos y entre un compromiso pleno de parte y parte. Aun ella no se sentía merecedora de tal pretendiente.

Mas aun cuando ella no tenía dote ni nada por el estilo.

Pero entonces, vino a su mente las imágenes de aquel día que se enteró que estaba herido. Que pudo morir. Sintió un escalofrío en su espalda el pensar en aquello, entonces se abrazó a él sin pensarlo dos veces.

-"Si lo pierdo... si lo pierdo... creo que me muero"- declaró ella para si.

Pero él no se daba cuenta de lo que pensaba la chica, solo se alegró que fuera un poco mas desenvuelta abrazándole con mayor énfasis.

estoy tan preocupada... –declaró al fin.

Aoshi peinó su cabello castaño oscuro con sus dedos:- ya no sufras por eso... yo pienso que esta guerra no va a durar mucho... –acarició su mejilla- luego...-se sonrojó mientras examinó su rostro curioso que estaba hacia él- ya veremos...

¿Veremos¿Ver que cosa? – preguntó notándosele su curiosidad.

El negó con su cabeza, conformándose con tenerla para si en esos instantes.

Kirobe tan solo sonrió y volvió a recostar su cabeza en su hombro- no sé que hubiera hecho en estos momentos y antes... o que haré después, sin ti...

yo siempre voy a estar para ti-explicó Aoshi abrazándole con fuerza- tú eres única en tu especie... eres tan diferente a las demás...- volviéndole a ver.- y me haces sentir como nunca en mi vida...

yo me siento igual-sonrió con tristeza- sientes que soy diferente a las otras damas porque lo soy, no soy más que alguien muy simple y sin una vida como la que tú algún día llevaste en tu infancia, como la que llevas o como llevarás en el futuro... como la llevan la señora Sakura, o la Señora Tomoyo o todos los que conoces y viven a tu alrededor... soy diferente... no soy como ellas Aoshi... y tu vida, es muy diferente y siempre la llevarás así...

la que llevaremos-susurró besando su frente- juntos...

Pero esto lo último que él dijo, no lo escuchó ella, tan solo se concentraba en sentir las cálidas manos de él en su espalda...

te amo tanto...-susurró Aoshi al notar su rostro sobre su mirada, besando sus labios una vez más.

y yo a ti, Aoshi.-sonrió Katsumi mientras el joven tan solo le devolvía igualmente el gesto. Sonreía a la vez que comenzaba con besitos, cortos y atrevidos en los labios de la chica que la sonrojaban intensamente pero no evitaban que ella no riera.

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Iba en busca de su hija, la cual había salido al jardín seguro para estar un momento a solas y poder pensar en cualquier cosa...

¿Sakura?-preguntó Fujitaka mirando como Sakura miraba con profundidad una florecilla de invierno, la chica alzó su mirada notando Kinomoto las mejillas húmedas, sus lágrimas se veían gruesas y pesadas... – hija...-comprendía a la perfección su dolor... así se sintió cuando perdió a su amada esposa

hola papá-sonrió limpiando su rostro con las mangas de su vestido- ¡ay lo siento, no deberías verme así!-dijo hipando- ¡no sé que me sucede últimamente! No te preocupes por nada, estoy bien-dijo rápidamente intentando justificarse

pero estás llorando-dijo ofreciéndole un pañuelo mientras se sentaba a su lado.

Sakura miró a su padre y luego miró con detenimiento al pequeño pañuelo como si no supiera que decir...

gracias...-hundió su rostro llorando con fuerza dentro del pañuelo. No sabía si era de mala educación, pero ahora lo necesitaba. Necesitaba desahogarse de esa manera , pues se sentía que le faltaba el aire. Que el aire que había a su alrededor no era suficiente para ella.

Fujitaka abrazó a su hija acurrucándola en su pecho y deteniendo su mejilla sobre los castaños cabellos de ella.

per... perdón por llorar así-gimió aun entre sus brazos paternales

tranquila, todo esta bien-sonrió con preocupación cuando ambos se separaron

ya me siento mejor-sonrió no muy convencida

pero aun te ves muy triste-opinó el hombre mirándola con detenimiento, sobre todo sus preciosos ojos verdes- ¿quieres estar sola?-preguntó notando su silencio

no, para nada-negó sonriendo mientras negaba con rapidez con su cabeza- fui muy tonta al pensar que estando sola solucionaría algo... al contrario, creo que me hace daño-rió despacito pero luego se detuvo mirando a su padre ahora ella reflexionando, seguro alguna vez él también había sufrido, y quizás tanto como ella, por que aun Sakura tenía la esperanza de volver a verle ¡pero con esa incertidumbre! En cambio su amado padre simplemente había perdido a su mamá de un día para otro...- papá... ¿tú te sentiste muy triste cuando ya no pudiste ver a mi mam�¿no te dieron ganas de llorar?

claro que me sentí triste...- sonrió mirando el cielo- Nadeshiko es la mujer que más he amado... por que uno se pone triste cuando no puede ver a esa persona especial... como tú con Shaoran... y es lógico que tengas deseos de llorar... supongo que sientes que ya no le verás... –viéndole analizar en su mente cada una de sus palabras.- en mi situación yo no puedo ver a tu madre más... –notó la mirada curiosa de Sakura- pero... aunque me tomes por loco, de vez en cuando siento como si conversara nuevamente con ella... como si estuviéramos juntos en algún momento...-sonrió.

pero... con Suu... ahora... bueno...-balbuceó- ¿no te sientes solo?- le preguntó.- es por eso que la tenias a tu lado ¿no?

umm...-pareció pensarlo un rato para contestar:- en algunas ocasiones, no te lo puedo negar.-sonrió confiado.- pero aun cuando tu madre no esté, la sigo queriendo... no puedo dejar de quererla, porque no la tengo a mi lado, solo por que por ahora no le puedo ver... y aun así, le recuerdo con un gran cariño y aun la amo... –miró a su hija largamente- mientras Shaoran no muera... siempre podrán verse... hay razones por las que quizás no puedan verse por meses o días... horas o minutos... pero si tienen ganas de verse y si ninguno de los dos están muertos, entonces se pueden ver- rió alegremente mientras Sakura le miraba con atención.- aunque incluso también fallecidos los dos, puedan verse... por que las personas que se aman tanto... pueden estar juntas siempre...

Sakura le miró expectante por algo más pero luego sonrió y Fujitaka continuó ante la insistente mirada de ella.- ¿tú sientes que si lo dejas de ver, vas de dejar de quererle solo por que no siempre puede estar a tu lado...?-La señora Li negó con su cabeza con una sonrisa- en ese caso todo va a estar bien... y cuando menos lo esperes, Shaoran estará aquí hablando contigo en mi lugar...

�¡gracias, gracias!-dijo abrazando eufórica al hombre- �¡te prometo ya no llorar!

no me prometas nada-sonrió contento de que su hija ya estuviera de mejor humor.- hazlo por ti misma...

si papá-dijo obediente.- no quiero que Shaoran se sienta mal cuando regrese y piense que toda mi tristeza se ha debido a él...-rió animadamente levantándose de golpe- ¡es verdad! –luego se volvió a sentar recordando un detalle.

Fujitaka volvió a sonreír mirándola, era la misma Sakura de siempre.

¿por que mi hermano sabía lo de Suu con Shaoran?-preguntó con inquietud, pero con mayor curiosidad.

oh... bueno..-sonrió- saqué a Suu de la casa, terminamos. -Sakura le miró con sorpresa- después de lo que hizo no era para menos y él llegó justo cuando Suu salía muy enojada, por cierto-añadió al ver la mirada de incomprensión de la joven.- ¿pero como sabes tú que tu hermano ya sabe?

vino a reclamarle a Shaoran-dijo pensativa- trató de llevarme con él y anular nuestro matrimonio-comentó divertida- pero no te preocupes-dijo tomando su brazo no permitiéndole al hombre terminar de ponerse de pie para ir a reclamar a su hijo mayor.- está bien... creo que Touya se preocupa de más, pero no pasó nada grave... y Touya ya lo aceptó ¿a donde fue Suu, lo sabes?

Fujitaka negó:- me informaron que fue asesinada- notó como su hija se llevaba una mano sobre su fina boquita ante la sorpresa- algo tenía de deber como para que la mataran en la primera oportunidad... y la verdad es que creo que no me sorprendería si así fuera-dijo recordando que al final había intentado culpar de todo a Sakura.

como lo siento, papá-dijo apenada.

está bien... además siento más libre mi corazón-sonrió abrazando a su hija menor.- siento como todo esta tan tranquilo... solo espera a que esto termine y nuestra vida será como ensueño... mira que no todo es gratis en esta vida...

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Ran ingresó a la estancia donde encontró a la chica de cabellos dorados quien le sonrió al entrar pero inmediatamente notó que algo raro andaba con él, por su nerviosismo.- ¿dónde has estado todo el día? Pensé que ya no me querías dejándome tan solita todo el día...- agregó sonrojada.

La chica estaba mas calmada que días anteriores cuando se derrumbó en sus brazos con lagrimas silenciosas.

tuve que encargarme de algunas cosas en la mañana...- acercándose a ella y sentándose a su lado en el sofá.—Tengo algo que decirte... que no se, como tomarás.

El corazón de la joven se paralizó. ¿Acaso había descubierto su pasado? No, era imposible. Porque su mirada en aquellos instantes, era tristeza, entremezclada con consternación. No odio, rencor, o desprecio.

¿qué es lo que pasa?

La marcha de los soldados a la guerra fue hoy,...- pero ella le interrumpió.

Lo se- confesó.- fui a la plaza mas temprano a ver su partida...- haciendo una pausa.- para ver como el capitán se marchaba...- suspirando pero de tristeza- Es un hombre valiente... pero no se que haría si tu tuvieras también que irte...- haciendo una pausa.- Que hubiera riesgo de perderte...

El corazón de Ran se fue a los pies. ¿Y ahora, que le diría?

Es que... es precisamente lo que quiero discutir contigo...- ella le miraba expectante.- me reunido con varias personas, entre ellos, militares retirados y otros mas que, no nos podemos quedar de brazos cruzados cuando la ciudad se queda parcialmente, desprotegida...

¿Qué hablas¿crees que Corben atacaría a Azzarello?

Asintió declarando.- eso es lo que piensan ellos; entonces, hemos decidido formar un ejercito de civiles para proteger Azzarello.- Ella ante aquello se puso de pie repentinamente dándole la espalda y evitando que todas aquellas sensaciones que sucumbían en pena, tomaran posesión de sus sentimientos.- Es preciso y considerable, dándonos cuenta que, estaríamos todos en peligro...- guardando un silencio ensordecedor por unos minutos.- ¿Estás bien?

No.- dijo ella. Al voltearse sus ojos estaban con lagrimas.- claro que no... no tienes experiencia en batalla o en armada ¿Cómo se te ocurre entrar en algo parecido?- volteándose de nuevo para que no le viese llorar por él.

Ella misma se sorprendía. Jamás había tenido tales sentimientos en su corazón. Había aprendido a escucharlo a él, a compartir sus secretos, deseos y anhelos, terminando por enamorarse de él.

Se levantó y le abrazó colocando su cabeza en su hombro. A él le pasaba igual. No pensaba que, alguien podría conquistarlo como lo hizo ella con su cambio de actitud y aprendió a entenderla y ahora, era irremplazable. Era lo único que le hacía dudar una vez tomó la decisión.

Estaré en el pueblo...- dijo en un murmullo.- Siempre estaré aquí... no te preocupes... –susurró.- jamás me arriesgaría mas de lo necesario... pero alguien tiene que hacer algo. – haciendo una pausa.- Imagínate como yo, lo desprotegida que podrías estar incluso, caminando en las calles. Alguien tiene que hacer algo y algunos nos hemos hecho voluntarios...

Ella le dio el frente y declaró en un murmullo.- pero ¿Por qué tenías que ser tu? – dejándose abrazar por el sujeto.

Ran tomó eso como una aceptación de su parte.

Soichiro...-susurró con una sonrisa tratando de tranquilizarle- ...este es nuestro hogar y tenemos que defenderlo... jamás me perdonaría si los de Corben toman la ciudad más importante...

Ella suspiró resignada ¿cómo podría convencerlo?

es casi como si marcharas al igual que ellos...-opinó ahogando sus lágrimas intentando secarlas pero este lo hizo por ella con la yema de su dedo...- te amo demasiado... tanto que no quiero perderte...

Ran solo sonrió aun más, Soichiro se le había declarado abiertamente sin darse cuenta. – no lo harás, solo prestaré un servicio, eso es todo. Tampoco intento ser el héroe por que los héroes no están aquí... han partido para defender no solo a esta pequeña ciudad... sino al país entero...

Soichiro no habló más... ¿que caso tenía que discutirle?

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Continuará OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo

Muchas gracias por seguir con el fic, la verdad es que aun no puedo acostumbrarme a la nueva vida que llevo, extraño demasiado a mi familia y luego con lo del Papa no dejé de llorar... y eso es algo que no entiendo, pero bueno... aunque hay momentos muy buenos en que la inspiración me acompaña, les reitero mi más grande agradecimiento. Espero que este capítulo les guste pues ya el 24 es el final :P todavía no lo puedo creer. ahhhh y espero que me disculpen por una escena tan copiada del señor de los anillos pero realmente vi la peli y se me antojó ponerla ahí :P ¡espero que no se molesten por eso, y creí que iba muy acorde!

Nos vemos pronto!

Lady.