EPILOGO.- EL ENCUENTRO DE TU PRESENTE CON TU PASADO.
AMOR EN TIEMPOS DE GUERRA
POR LADY SILVERMOON
Iniciado el 20-Octubre-04
Escribía o por lo menos eso era lo que intentaba, su aburrida clase de matemáticas lo estaba matando y más por el hecho de que estaba resolviendo aquellos problemas tan complicados (por los menos para él). No es que se le dificultaran completamente... pero eran tan tediosos como la situación en la que estaba.
Una mirada negra le inspeccionaba desde un lado, él estaba en un escritorio, el mismo que desde que él sabía había estado desde siempre en la habitación de sus padres...
Su hermanito apenas comenzaba a aprender algo básico sobre las ciencias exactas, aunque todavía se le dificultaba escribir y leer ¡pero había aprendido muy rápido a hablar, a penas tenía tres años, y él tenía escasos ocho.
Sus ojos miraron hacia atrás donde se encontraba su madre, hablando con Lei mientras tenía algunas hojas en una mesita, ambos estaban sentados en el suelo, la hermosa mujer parecía escribir algo para el niño mientras este intentaba leer lo que ya estaba impreso ahí.
Suspiró, como le gustaría regresar a los tiempos en que su madre era la que le ayudaba como a su hermano...
-joven Xiang-habló la voz desde un lado de él, el mismo hombre que le hacía la vida tan pesada con aquellos problemas, le miraba severamente estando de pie ¿que tan difícil le sería a ese hombre comprender que solo quería un momento de descanso? Ya toda la mañana y gran mayoría de la tarde había estudiado gramática, además de algunas ciencias naturales y sociales...- tal vez si lo hiciera más rápido, y dejara de distraerse terminaría más pronto... -eso era lo que le ponía de malhumor. Aquel hombre con su voz áspera había llamado la atención no solo de su madre, sino también la curiosidad de su hermanito Lei.
-humm...-parecía que lo dudaba, y realmente lo hacía- ¿no tiene hambre?-preguntó tratando de distraerlo- la verdad es que yo sí, y bastante...
-Xiang-la melodiosa voz de su madre le llamó, mientras ella le miraba sin comprender- acabamos de comer...
-oh, es verdad-dijo resignado; intentando hacer pasar su "error" por un descuido torpe, pero parecía que la dama entendía algo que el tutor no...
Sakura se estiró fingiendo cansancio- creo que ya hemos terminado por hoy-sonrió al hombre el cual le miraba con incomprensión, faltaba todavía una hora para terminar, Lei sonrió a su madre levantándose y yendo hasta su hermano mayor
-¿vamos a jugar, Xiang?-preguntó esperanzado jalándole por la mano, hablaba demasiado bien para su edad, era lo primero que había aprendido. ¡Solo tenía tres años y podía hablar como un adulto!
Fue cuando los verdes ojos del niño fueron a parar una vez más a los de su madre que eran del mismo color que los de su hermano menor.
Sakura solo asintió despacio para ser recompensada con una sonrisa de agradecimiento del mayor de sus hijos...
Ambos niños salieron emocionados, el pequeño preguntando que jugarían después de que su hermano le diera una respuesta afirmativa a su primera pregunta.
-no le entiendo señora-habló por fin el tutor mientras Sakura recogía algunas hojas de Lei- me parece que ha cometido un error al permitir que el señorito Xiang pierda su última hora...-pero fue interrumpido por la hermosa mujer que había tomado una de las hojas en la que Xiang Li había trabajado ya.
-me parece que mi hijo se ha esforzado bastante por el día de hoy-dijo juntando todas las hojas después de sonreír orgullosa- además su hermanito quería jugar... y no les voy a privar ningún momento de diversión... claro; siempre y cuando cumplan con sus estudios del día... además-hizo un pausa pequeña para tomar aire- sabe que Xiang es muy responsable... incluso preocupa a su padre y a mi eso...
-pero señora, no creo que...
Volvió a ser cortado
-en todo caso, permita que sea solo por el día de hoy que sus labores terminen más temprano de lo normal...-pidió Sakura con paciencia mientras abría la puerta en señal de que le pedía se retirase
-como usted diga, señora Li-dijo dando una reverencia y saliendo de la habitación de Shaoran Li.
No acostumbraban estudiar ahí, siempre había sido en el comedor, en los días soleados, en el jardín. Podía ser en la sala, la biblioteca o en alguna de las habitaciones de los niños las cuales desde su nacimiento habían sido equipadas para sus estudios, con su propio escritorio, y un librero mediano, que al ser ellos niños como eran tenían cuentos y libros básicos para sus estudios y que conforme fuesen creciendo los irían sustituyendo por libros más complejos. Pero Lei y Xiang habían insistido, y Sakura no había tenido otra opción. Ambos adoraban a sus padres... y de cada uno admiraban una cualidad diferente...
Inspeccionó los números y caligrafía de Xiang, ella en algún momento también había estudiado todo aquello... pero no sabía por que Xiang tenía tantos problemas... la mayoría estaban erróneos, aunque todo su procedimiento fuera correcto, siempre le fallaba el resultado por cualquier detalle...
-¿y esto?
Sakura levantó su mirada con sorpresa para encontrarse con el apuesto rostro de Shaoran que le miraba levantado, parecía que acaba de llegar y ella no le había escuchado... Ya la noche había alcanzado a Azzarello
-son las hojas de los niños-sonrió mientras él se sentó a su lado en el lecho
-por lo que veo Lei va muy bien-sonrió con orgullo cuando examinó una de las hojas que Sakura le había pasado del pequeño de la familia.
-el que me preocupa es Xiang-dijo con algo de tristeza dándole la hoja de matemáticas- en todas las demás va perfectamente...
Shaoran la revisó en silencio... para luego fruncir el rostro y mirar de nuevo el hermoso rostro de su esposa, en el cual se denotaba preocupación y tristeza
-lo he notado... inquieto...-dijo con angustia recargando su cabeza en el hombro de su esposo, el cual no tardó nada en abrazarle- ...además de fastidiado...
-me pregunto por que será-dijo procurando tranquilizarle mientras acariciaba su cabello con cuidado, pero notaba aun así a su Sakura alarmada...- ¿si hablo con él, te tranquilizarás?
Sakura solo asintió escondiendo su rostro en su pecho.
-tan solo no seas severo...-pidió con voz suplicante torciendo un poco la tela de su uniforme.- no hasta que sepas que es lo que le pasa, y si tienes motivos...
-está bien... está bien...-suspiró acariciando su espalda- tranquila...
-además... ese hombre...-parecía como si Sakura gimiese al recordarlo y volvió a esconder su rostro- ...no sé...-Shaoran incluso sintió como se estremecía la piel de la mujer. Entonces fue cuando Li se levantó decidido. Pero su esposa le volvió a interrumpir- Shaoran... ahora están jugando...
El hombre tan solo suspiró con resignación... Sakura siempre era muy sobre protectora y veladora de sus hijos... de ambos... se notaba el amor que sentía por los niños... y con eso el amor que sentía por él.
-está bien, esperaré a que terminen...-Sakura solo asintió para ponerse de pie, besó los labios de Shaoran y ambos salieron de la habitación.
-¡muy bien señorita!-sonrió la entusiasta mujer mientras miraba como la niña de nueve años recién cumplidos, tocaba con perfección el piano mientras su madre aplaudía con orgullo y su hermano menor Jung también lo hacía.
La hermosa hija de Eriol Hiraguizawa, dio una reverencia exagerada, su cabello que tenía la misma tonalidad azulada que la de su padre, caía en los caideles heredados por su madre, mientras cerraba los hermosos ojos amatistas.
El pequeño Jung de siete años, que estaba sentado a un lado de Tomoyo también sonreía ampliamente a su hermana mayor. Su tez igual de pálida que la de la niña, contrastaba con el cabello oscuro heredado de su madre, pero sus ojos y su rostro era casi tan misteriosos como los de su padre..., sobre su regazo estaba el pequeño gatito llamado Spinel... aunque su hermana le llamara Suppy y él renegaba que ese no era su nombre.
Ese gatito negro había nacido junto con uno dorado que después pararía en las manos de sus primos Xiang y Lei Li... quienes habían convencido por todos los métodos a su padre, apoyados por su madre.
-gracias por la lección, señorita Nakuru-dijo con educación levantando un poco su vestido mientras daba la reverencia, esa niña si que era toda una damita...
Aunque su hermano fuera un guerrillero de lo peor y que siempre embromaba con cualquier cosa al pequeño primo de ambos: Kenji Hiraguizawa, hijo de Aoshi Hiraguizawa y Katsumi Hiraguizawa.
-muy bien hecho, Usagi
-¡¡papá!-dijo emocionada mientras notaba como Eriol llegaba por el pasillo hasta la sala
Se había lanzando a sus brazos sin darle tiempo de nada, Jung tan solo miraba emocionado a su padre cuando ya se había acercado con todo y el gatito Spinel siguiéndole de cerca.
-buenas noches, Jung-sonrió acariciando el cabello de su hijo cuando Usagi le había soltado. Entonces escuchó un ronroneo cerca de sus pies- -buenas noches a ti, Spinel-sonrió al animal que se acurrucaba ahí haciéndole cariños.
Fue Tomoyo la que se acercó hasta él (viéndole totalmente rodeado) para besar sus labios largamente...
El gesto de desagrado de Jung no fue el mismo que el rostro soñador de Usagi que miraba ilusionada a sus padres.
-¡vamos Suppy!-tomó al gatito entre sus brazos ante las protestas del animal- ¡mis papás están ocupados!
Jung solo sentía como se le erizaba el cabello... ¿por que sus padres eran tan cariñosos siempre el uno con el otro? Pero luego se dio cuenta de algo.
-¡¡ES SPINEL, USAGI!-gritó siguiendo a la chica que se alejaba por alguno de los pasillos de la mansión- ¡¡¡SPINEL!
-buenas noches, hijo-sonrió Shaoran acompañado de Sakura, en la habitación de Lei el cual estaba entre azul y buenas noches.
Sakura besó con suavidad la frente del pequeño acariciando después sus castaños cabellos, las cejas de Lei eran como la de los demás varones de esa familia, tan solo la diferencia era su gesto, que parecía más calmado y era muy raro verle con el entrecejo fruncido. Su piel era como la de su padre y la de su hermano, ¡Xiang y Lei eran tan parecidos! Pero su personalidad era tan diferente...
Sakura arropó a Lei que quedó dormido en cuanto cerró los preciosos ojos verdes:- que duermas con los angelitos, hijo...-susurró besándole una vez más. Shaoran tan solo sonrió dirigiéndose hacia la puerta para poder salir, y fue seguido por su esposa la cual ya iba en camisón, cubierto por su bata, al igual que él ya iba en sus ropas para dormir, cubierto siempre de su bata verde... misma que usaría en su primera mañana como esposos...
-solo dejame despedirme de él-pidió Sakura abriendo con lentitud la puerta que estaba entre la suya y la de Lei, esa era su habitación por el simple hecho de haber sido él el primero en nacer...
Flashback -------------------------------------------
Cargaba con un gran y florido ramo de flores de cerezo... raro de encontrar en esa época de frío en el país; demasiado raro pues no era la temporada, pero había tenido suerte por que era el único que quedaba; ahora se dirigía a su casa... a ver a la mujer que esperaba a su primer hijo... ¡su primer hijo! No era que esperaba diez hijos, pero aun así era el primero, no importaba si era el único.
Suspiró risueño entrando a la mansión.
-buenas noches, mi señor-sonrió la que era ama de llaves en ese entonces y que ahora era esposa de Aoshi Hiraguizawa, Katsumi había suplicado por pasar tiempo ahí, por el embarazo de la señora; tan solo para cuidarle, aunque obtuvo protestas por parte de su esposo, al final este aceptó. – Mi señora Sakura se encuentra en su habitación, me parece que esta tejiendo-sonrió con dulzura, recordando cuando había dejado de hablar con la señora, y esta estaba tejiendo con delicadeza mientras la escuchaba y daba sus pequeños comentarios.- acaba de terminar el gorrito...
Shaoran le sonrió mientras asentía y subía alegremente las escaleras, entró y notó como Sakura sentada en un sillón, que se había comprado especialmente para que se reduciera su dolor al momento de estar sentada por muchas horas tejiendo como en ese entonces le gustaba.
Notó como la hermosa mujer tenía un gesto de dolor mientras se notaba la presión que ejercía hacia su vientre inflado por su estado, aunque en comparación con otras mujeres que había conocido no estaba demasiado grande; parecía que apenas estaba en el comienzo de su estado... el gorrito que había terminado estaba en el suelo al igual que las agujas y el estambre nuevo.
-¿Sakura?-el ramo terminó sobre el lecho al haber sido soltado por el Coronel, el cual se acercó preocupado hasta ella- ¿te encuentras bien?-limpió el sudor de su frente con el dorso de su mano, Sakura sacó el aire de sus pulmones con las palabras que dijo.-
-creo...-inhaló aire con fuerza para sacarlo en un instante, respiraba demasiado rápido- que... -decía, sus palabras reflejaban la agonía que estaba sintiendo. Y parecía que no quería gritar... pues cuando llegó también había notado su boca fina, muy apretada.
-¡oh Sakura!-gimió Shaoran horrorizado ¿y ahora que? ¿Que era lo que creía?
-por... por favor...-volvió a respirar- llama a la comadrona, a un medico, a alguien... ¡por favor!-gimió desgarrando su alma con sus palabras- ¡¡POR FAVOR SHAORAN!- ya llevaba varias horas con ese horrible, dolor, pero nadie se había percatado, y ella misma pensaba que no debía ser nada, tan solo leves pataditas, pues con esa fuerza había comenzado; pero luego empezó a aumentar y no se atrevía a gritar y preocupar a los demás. Por momentos estaba sola y cuando iban a verle siempre sonrió ante la tregua que se le daba, pues pensaba que en cuanto se quitaba ya no dolería más, pero en cuanto salían ese dolor comenzaba de nuevo.
Como si todo fuera planeado para que Shaoran Li interviniera.O como si ella lo hubiera planeado para que él estuviera en el momento justo.
Estaba tan asustado, ni siquiera en la guerra había sentido ese miedo y angustia, bajaba las escaleras con desesperación encontrándose con Katsumi que subía el té- ¡¡SAKURA, LA COMADRONA Y EL MEDICO, RÁPIDO!
Katsumi soltó la bandeja también con ojos asustados, tirando todo al suelo.
-¡¡S...SI SEÑOR AHORA LA TRAIGO!-decía bajando también las escaleras.
Shaoran dio aviso a todos los criados, a uno lo mandó con Touya Kinomoto, a otro a la mansión del General Hiraguizawa, el siguiente tuvo que ir con Fujitaka Kinomoto...
Subió una vez más las escaleras con apuro.
-¡Sakura ¿como vas!-preguntó mirando como se retorcía- ¡oh Sakura!-quitaba todo lo que estaba en la cama inconsciente de que lo hacía, Sakura seguía siendo tan liviana.
-creo que... ya pasó-dijo en un sollozo pero cuando se dio cuenta estaba siendo depositada delicadamente sobre el lecho frío- hoe... ¡¡¡¡Arggggg!-respiraba mucho más agitadamente- ¡¡ÑAINN! ¡AURGGGG!
Parecía como si aullara ante el tormento que sentía en su cuerpo...
Shaoran tomó su mano mientras acariciaba su frente- ¡por favor Sakura, la partera y el doctor ya vienen!
-¡¡LA NECESITO YAAA, SHAORAN... POR FAVORRR! ¡ARGHHHHHHHHHHH!-gritó mientras Wei entraba con algunas cosas, como una vasija llena de agua caliente, algunas mantas, toallas y un trapito el cual colocó sobre la frente de Sakura esperando con eso limpiar un poco el sudor.
De un momento a otro, y Shaoran sin entender, ni importarle veía como el médico militar llegaba revisando el vientre de su esposa...
-señora... aun no es tiempo.-Sakura levantó una ceja ¿había llevado mal la cuenta? Entonces... ¿por que le dolía tanto?... no podía ser por que perdería al bebé ¿verdad que no? ¡No podía perderlo!
De pronto comenzó a llorar, Shaoran en un intento por calmarla le abrazó. El médico salió para dale un espacio a Sakura para tranquilizarse.- Shaoran...-suspiró intentando limpiar sus lágrimas, aunque su esposo lo hizo por ella.-...yo sé... que el bebé está bien... tiene que nacer... ya es tiempo...
-pero Sakura, el doctor.-la muchacha podía notar que su esposo estaba más alterado que cualquier vez, incluso sus manos temblaban- no quiero que les suceda nada... tal vez sea mejor esperar...
-Shaoran, yo lo sé... si esperamos más, el bebé morirá...-nuevas lágrimas escaparon de sus ojos.- ¡no me pude equivocar! ¡Soy su madre!
Li dudó... los errores existían en el mundo... tal vez Sakura no había contado bien los días, o la cosa que fuera que había contado. Era verdad que su vientre estaba demasiado pequeño para tener "nueve meses".
-Sakura...-susurró no sabiendo que hacer. De pronto sintió las manos de ella apretar con fuerzas la suyas.
-es imposible sentir esto sin que quiera decir que va a nacer...-su rostro fue directo al pecho del hombre que le apretó con fuerza, mientras respiraba con agitación, desesperada.- a menos que quiera decir que...-cerró de nuevo sus ojos tratando de olvidar la alternativa. No, un aborto no...
Para su suerte aquella mujer que le atendería vivía cerca de ahí... demasiado cerca... prácticamente eran vecinas y aunque aquella mujer no se dedicaba a aquello. Tenía mucha experiencia por lo que se ganó el título como una de las mejores parteras de ahí.
-¡¡Abran paso!-gritó al llegar subiendo rápidamente con su cuerpo rechoncho y su gesto normalmente dulce se veía con la fuerza y la experiencia de traer bebés al mundo.
Se encontró con el rostro de Shaoran que lucía tan asustado como si fuera un niño pequeño y procuraba tranquilizar con sus palabras a la madre de su hijo. Sakura se retorcía, sus piernas le dolían... ¡todo le dolía!
-¡señora, el niño aun no está listo para nacer!-se quejó el médico entrando a la habitación después de ella.- mire su vientre, el niño está aun pequeño, solo le mataremos.- se notaba que habían discutido antes de llegar a la habitación.
Las palabras dolían en el corazón de Shaoran. ¿Quien tenía la razón?
La mujer se acercó a Sakura y tentó su barriga. Frunció el ceño y se enfrentó al doctor que tenía una expresión dura.- este niño va a nacer esta misma noche...
-¿que no entiende?-dijo molesto el otro hombre, en tanto Shaoran acariciaba con dulzura a su esposa, que tampoco prestaba atención a la discusión de ambos, el dolor había cesado.
-cualquiera que sea el caso, está el riesgo-dijo la mujer mirando con seriedad al varón.- si es prematuro morirá, si lo dejamos ahí y no es prematuro, morirá- al oír eso Sakura lloró mucho más, tanto que llamó la atención de quienes le atendían.- es algo que debes enfrentar, pequeña-sonrió la mujer. Shaoran besó la frente de su esposa.- pero yo te puedo apostar lo que quieras a que ese niño está listo... ¿que decides?
Sakura se retorció por un nuevo dolor, Shaoran intentó sostenerla en sus brazos. La comadrona estaba segura de que eso era una contracción... ¿que más podría ser? Cuando la mujer se pudo tranquilizar murmuró.- estoy... segura de que tiene que nacer hoy... no me puedo equivocar... -apretó los puños del saco de Shaoran con decisión, en tanto él le miraba con profundidad, Sakura nunca pondría en riesgo la vida de aquel ser que habían procreado juntos... por que ella se lo pidió, por que ella lo amaba.- quiero que nazca...
La mujer asintió, en tanto el médico solo negó indignado y salió molesto y además ofendido de aquel lugar.
-¡vamos niño, sal de aquí!-ordenó la mujer a Li el cual iba a negarse pero cuando se dio cuenta... estaba fuera de la habitación. El único que permanecía ahí era Wei mismo que había ayudado en el nacimiento de sus hermanas y de él mismo.
-ya la está atendiendo-sonrió Kirobe ya más tranquila- y mi señora Sakura es muy fuerte...
Shaoran suspiró...
Pasó media hora al menos cuando todos comenzaron a llegar, y también él comenzaba a pensar que, el parto se estaba demorando demasiado ¿el bebé estaría bien? ¿Si era prematuro? ¿Que demonios había sucedido?
-¡¡Li!-gritó Tomoyo llegando casi corriendo con un bulto entre mantas, despertándolo de sus sueños y pensamientos pesimistas-¿está Sakura bien?-Tomoyo era seguida por una sonrisa del General.
-no lo sé-dijo, parecía que a penas comprendía que su hijo iba a nacer esa noche
-oh, iré a ayudar-dijo pasándole la bebé a Eriol con delicadeza, el cual le recibió gustoso y con cariño.
Tomoyo subió rápidamente entrando a la habitación de Li.
-¿con que papá, no?-preguntó jugando con su bebé mientras se iba a sentar acompañado por un mudo Shaoran- ¿esta bien, coronel?
Li tan solo asintió, pero seguía sin hablar.
Entonces escuchó el "buenas noches" de Fujitaka Kinomoto, Touya Kinomoto y Kaho Kinomoto que tenía ya varios meses de aliviada, el pequeño niño iba en brazos de su abuelo.
Todos miraban preocupados al joven. Este comenzó a sospechar de su mal aspecto, todos le miraban fijamente.- ¿que sucede?-inquirió distraído
-tranquilo Shaoran-sonrió amablemente Fujitaka meciendo a Akio- ya verás que cuando tengas a tu bebé entre tus brazos sentirás que toda esta angustia lo habrá valido...
Touya solo asintió admirando la figura del hombre que sería padre... pero los pensamientos de todos fueron interrumpidos por otro sonido...
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG!
Shaoran se levantó dispuesto a ir a ver a Sakura pero entonces algo le dejó parado en seco...
El llanto de un bebé inundaba toda la mansión...
Ahora si que subió con apuro... abrió la puerta con rapidez. Sakura estaba recostada sobre la cama respirando agitadamente mientras sudaba a mares y sus ojos estaban cerrados sin esfuerzo, su cabello lucía empapado casi como si acabara de darse un baño..., Wei quitaba algunas cosas de ahí, cubiertas todas por sangre de la reciente madre, Tomoyo limpiaba algo más lejos y la mujer terminaba con Sakura...
Entonces fue cuando Tomoyo se acercó... mostrándole un pequeñisisímo bulto que fue a parar en los brazos de Sakura, la cual lloraba de emoción acercando el sonrosado rostro del bebé al suyo... parecía querer gritar de alegría.
Shaoran miraba todo paralizado entonces la sonrisa de Sakura le llamó a acercarse hasta allá. Se sentó en el lecho a un lado de ella... y notó la cabecita sonrosada que tenía unos delgados y finos cabellos que no le hacían ver tan calvo... tenía cerrados los ojos y sus diminutos puños con fuerza, mientras parecía temblar en los brazos de su madre y luego volvía a llorar...
-Shaoran...-su gesto era cansado aunque su sonrisa única le inspiraba confianza- es nuestro bebé... –entonces comenzó a hablarle al bebé- te esperábamos ansiosos... ¡te amo tanto!-besó con dulzura su frentecita. Tomó la mano de Shaoran y le jaló con tanta fuerza y emoción que fue ella la que le besó con pasión, dejándolo impresionado.
-es varón-aclaró Tomoyo ante el rostro que impregnaba desconcierto. Después de que correspondió el beso de su esposa. El bebé había parado ahora a las manos cariñosas de su padre, cabían en ambas sin ningún esfuerzo... era demasiado pequeño.
-el pequeño Xiang-rió Sakura arrullando al bebé cuando regresó a sus brazos- ...nuestro bebé Shaoran...
Fin del Flashback----------------------------------------------
Notó como Sakura salía con una sonrisa de la habitación. – te lo suplico, no seas tan severo...
-ya te he dicho que no lo seré-murmuró divertido besando con delicadeza pero con ese toque juguetón, sus labios...- no soy... malo... jamás recriminaría a nuestro hijo por algo así... nunca a mis hijos... ni contigo, mi amor me podría enojar... por que eres lo que más quiero... con la que comparto mis días... Y mis noches...-susurró coquetamente acariciando su delgada y hermosa figura-
-¡Shaoran!-gimió sonrojada- ...estás a la puerta de la habitación de uno de tus hijos...
El Coronel Li tan solo rió suavecito soltándole y abriendo la puerta con cuidado. Xiang leía a la luz de la vela que tenía en su mesita de noche.
-buenas noches-dijo con expresión seria pero no así fría, acababan de cenar, hacía horas que Shaoran había llegado (por la tarde, más temprano de lo normal) y por petición del mismo Xiang había jugado con ambos, en presencia de su esposa, su amada Sakura, la cual reía ante sus ocurrencias y más de una vez Shaoran la recogía en brazos causando la risa divertida de los niños, después habían cenado juntos, como siempre que Shaoran estaba por la noche en casa y no en el regimiento. Pero en ese momento parecía que Xiang ya tenía una idea de lo que sucedería, pero tan solo contestó de la misma manera:- tu madre me ha mostrado tus clases de matemáticas...
Xiang Li suspiró pesadamente dejando el libro con cuidado en la mesita de noche:- supongo que estás decepcionado-dijo con pesadumbre sin mirarle.
-no es eso-sonrió a su primogénito notando los hermosos ojos heredados de la mujer que más amaba- me preocupa... y estás mortificando a tu madre... está muy inquieta por lo que sucede... ¿me lo quieres contar?-preguntó sentándose en el lecho frente a él.
-ese hombre...el tutor...-dijo de malas cruzándose de brazos- es demasiado extraño...
-¿extraño dices?-inquirió sin entender.
-es de esos que te presionan-decía mientras el gatito dorado se acurrucaba en sus pies- ¡te estresan! Aunque pienso que todos los profesores lo hacen ¿no? creo que la señorita Nakuru Akizuki no le exige tanto a mis primos... pero ¡ese hombre es de lo peor! Parece como si te vigilara-dijo acercándose a su padre como si lo acechara- también lo hace con Lei... aunque mi hermano no se da cuenta-ahí Shaoran sonrió recordando al pequeñín- y con mamá es mil veces peor- el padre del niño abrió los ojos, aun más- le mira por horas y horas cuando esta ayudando a Lei... ¡y luego me regaña por que no pongo atención! Si él lo único que hace cuando está mamá es mirarla... eso me molesta y entonces no entiendo porque la ve tanto. Pero lo hace.
Xiang escuchó el leve gruñido de su padre... por eso Sakura decía que tenía una extraña sensación con él. ¡Seguro miraba su cuerpo de arriba a abajo! Y ella lo sentía, pero no sabía que era...
Shaoran acarició sus cabellos marrones como los de él, mientras lo recostaba y el gatito Kerberos llamado Kero por su madre y por su hermano... no se movió...
-tranquilo que voy a resolver eso...-arropó con cuidado a su orgullo- confía en mí...
-yo confío en ti, papá-sonrió adormilado el joven comenzando a entrar en el mundo de los sueños gracias al cansancio por tanto jugar y tanto estudio de aquella tarde.
Shaoran fue quien besó su frente para luego con un soplido apagar la velita que estaba en la mesa de noche...
-¡vamos papá!-sonrió el niño saltando en la cama de sus padres.- ¡un rato mas! ¿Si?
-oh Kenji...-susurró Katsumi sentada sobre algunas almohadas acompañada por un alegre Aoshi que miraba felizmente a su único hijo.
-¡no lo puedo creer!-decía sin dejar de saltar y hacer rebotar a sus padres sobre el colchón- ¡pude resolver esto!-se detuvo y gateó hasta el padre pasándole esa hoja amarillenta- ¿recuerdas que te había dicho que Usagi ya había visto estos problemas?-Aoshi escuchaba todo con atención mirando las palomillas que indicaban los números correctos. – ella decía que estaban muy difíciles pero ¡resultó que al final no!-rió soñadoramente- seguro me quería asustar aunque Jung me dijo que no lo estaban tanto...-dijo colocando un dedo bajo su barbilla calmando toda esa euforia- ... ¿entonces por que le creí a Usagi?...-se quedó pensativo- es verdad Jung todavía no me decía nada...
A Aoshi solo le salió una gotita por la nuca. Su niño era por demás listo, tanto como los dos hijos de Eriol y los del coronel Li. Aunque también era algo ingenuo... pero cuando tenía errores nunca le daba vergüenza decir que se había equivocado... Además de que era muy orgulloso, y siempre trataba de sobresalir.
-Kenji...-susurró la señora Hiraguizawa abrazando a su hijo que estaba también cerca de ella- es hora de que vayas a dormir...- acarició con dulzura su cabeza. El pequeño tenía al menos una pequeña diferencia de meses con el hijo menor de Eriol, que tenía siete años.- sabes bien, que podrías enfermar...
-¡pero mamá!-renegó con un mohín.- es que yo le estaba platicando y...
Pero Katsumi Hiraguizawa le interrumpió.:- no mi niño...-sonrió tratando de sonar convincente- yo no quiero que te enfermes, ni te pase nunca nada...
-lo sé mamá-recitó mientras Aoshi contenía una carcajada, el pequeño bajó de la cama mientras besaba la mejilla de la mujer.- buenas noches...-dijo con resignación estando ya vestido en sus ropas para dormir se dirigió al hombre que era su padre y besó por igual su mejilla- hasta mañana, papá-sonrió para luego caminar hasta la puerta de la habitación y salir...
-ay con este niño-dijo en un suspiro Katsumi mientras acomodaba las cobijas de su lado para dormir.- hasta que no enferme... se enfermará si sigue siguiéndoles el paso a sus primos. Aunque sean mayores que él, tiende a querer igualarse o superarlos en sus estudios.
-yo lo veo con muchas ganas de aprender- observó haciendo lo mismo- además ¿crees que sea malo que nuestro hijo tenga tantas energías?
-claro que no-sonrió acurrucándose ya recostada junto a él- pero con todo y eso ¡lo adoro tanto! ...creo que jamás podría enfadarme con él por nada... ni siquiera por algo como saltar en la cama...indica con ello que es un niño normal, saludable y feliz.
-no seas consentidora-regañó con calma Aoshi- también tienes que enseñarle que no todo lo que hace es bueno... por ejemplo: saltar en la cama-rió divertido- aunque eso de obedecerte es algo que yo nunca he practicado... –Katsumi le miró con reprimenda-creo que lo sacó de mi. ¡No me mires así!-se quejó- ...sabes que yo nunca te he obedecido a la primera- apretó su figura contra él.- ¿y que mejor ejemplo que no querer separarme de ti, aunque al principio siempre me rechazaste?
-gracias a los dioses no me hiciste caso...-suspiró sonrojada mirándolo con sus brillantes ojos azules- ...no te tendría a mi lado, mi hijo no existiría... y yo no sería tan feliz como lo soy...
-me alegra que me lo digas-sonrió Aoshi besando sus labios- mi esfuerzo valió la pena...
-¡oh Aoshi!-dijo su voz enamorada de aquel sujeto el cual no sabía como había terminado con ella... de tantas y miles de hermosas y preciosas mujeres que seguro debía conocer.
---- a la mañana siguiente ----
-¿renuncia, señor?-preguntó el maestro mirándole sin comprender.
-si-dijo con seriedad ambos se encontraban en la biblioteca de la mansión Li, era temprano, y el profesor vivía desde hacía algunos años en la casa, para mayor comodidad de todos los involucrados.- bueno, sucede que quiero probar con más maestros... me parece que Xiang no está dando su mejor rendimiento... y saber las causas, es lo que más me importa por el momento.
-es muy distraído, señor-dijo a modo de respuesta justificando cualquier posible error del que se le inculpara.- parece que no analiza todo lo que esta haciendo en el momento en que lo esta haciendo. En cambio Lei analiza cada detalle...
-le pido que no compare a mis hijos-sonó seco- sé perfectamente que mis hijos son por demás listos, y también se que se esfuerzan día con día- salía en defensa de dos de sus tres más grandes tesoros, no permitiría que él, criticara así a sus niños- por eso no se lo permitiré... si usted no desea renunciar... entonces yo le despediré... para el caso es que ya no necesitamos más, sus servicios... créame que lo siento, por que ha estado varios años al cuidado de Xiang y Lei desde que cada uno de ellos nació e incluso ayudó con lo fundamental a mi esposa para criarlos... pero quiero abrirles esa posibilidad.- añadió con sinceridad.- no quiero que estén acostumbrados a un solo profesor para toda su vida...Le tendré listo su sobre en mi estudio.
-le entiendo señor-dijo secamente y con algo de resentimiento- entonces iré a empacar mis cosas...
El hombre se dirigió a la puerta e incluso Shaoran notó como Sakura estando a orillas de la sala, por lo cual se veía, estaba jugando animada y distraídamente con Lei mientras seguro Xiang no se levantaba aun, con lo dormilón que era...
Entonces notó que lo que su primogénito le había dicho por la noche era verídico... aquel hombre examinaba con mirada profunda todo en su esposa, la cual reía alegremente.
Shaoran se levantó molesto pero en su tono de voz no se podía percibir- mi esposa ha estado de acuerdo conmigo en la decisión- explicó sacándolo de su ensueño- y también está muy agradecida por su servicio...
El hombre solo frunció el ceño sin salir por la sala.
Li tan solo suspiró dirigiéndose a esa estancia de la mansión:- está ya arreglado.-sonrió a su esposa a la cual ya le había explicado, misma que se había sonrojado al enterarse.- ahora solo tendremos que buscar a un nuevo tutor...
Lei le miraba con interés mientras estaba agarrado de la mano de su madre la cual miraba a su padre con amor... Sus hermosos ojos verdes, con sus pestañas rizadas, lo admiraban con calma. Pero el pequeño Lei tuvo que soltar a la mujer al notar como el hombre se aferraba de la pequeña y fina cintura de la madre de Xiang. No había dejado de ser hermosa incluso con haber sido ya madre por dos ocasiones.
-Jamás dejaría que otro te mirara con esa intención. -susurró cerca de su oreja pero con precaución de Lei el cual miraba toda la situación con atención. – menos alguien que vive en este mismo techo... junto a ti y nuestros hijos... no me respetaría a mi mismo...
Sakura rió mirando de reojo a Lei.- yo no pondré mis ojos en nadie más que no seas tú...-besó sus labios con delicadeza para luego obligarle a soltarle por el niño.
-buenos días...-sonó la voz adormilada e infantil de Xiang causando que su familia le mirara con una gotita sobre su nuca.
-muy buenos días, Xiang-sonrió su madre, notando que su hijo aun estaba en su pijama. Su cabello marrón estaba mucho más alborotado de lo normal, y en sus brazos llevaba al alborotador gato Kerberos. El cual trataba de librarse del abrazo de su amo, aunque seguramente había sido el animal el que lo había despertado.- me parece que Kero te ha despertado de nuevo.
-si...-dijo en un bostezo dejándolo en el piso, mientras su hermano se acercaba a acariciarlo ¡le encantaba ese gato!- ¡ey, recuerda que te rasguñó la otra vez, así que ten cuidado!-advirtió el mayor mientras se tumbaba en uno de los sofás, todos lo seguían mirando- ¿que sucede?
También tenía que agregar que era demasiado distraído e inocente... pero notaba cuando todos lo miraban...
Sakura se sentó a su lado mientras acariciaba el tierno rostro infantil, que le miraba sin comprender, pero la mujer se apresuró a explicar:- tendremos un nuevo tutor-sonrió acariciando ahora su cabello, tratando de ordenarlo un poco, el niño le miraba entre incrédulo y emocionado- tú padre lo ha solucionado... por lo pronto, trataremos de que no descuides tus lecciones, enseñándotelas yo, hasta que alguien mas indicado me reemplace.
Xiang Li miró hacia delante donde el varón y jefe de la familia estaba sentado admirando la conversación de ambos, con suma tranquilidad... ver ahí, a su familia toda junta... sus dos hijos... y su esposa... cuanto pudo haber perdido, pero todas esas reflexiones se perdieron cuando sintió los brazos de Xiang alrededor de su cuello, que le abrazaba agradecido.
-¡verás que le pondré más entusiasmo!-sonrió el niño sin soltarle y atrayendo la atención del más pequeño, que sonrió al ver que su papá abrazaba y sonreía a su hermano mayor, pensaba que estaban jugando, además de que no había prestado atención a la conversación entre sus tres familiares, estaba muy entretenido jugando con Kero.
-eso espero-respondió Shaoran pero no pudo hacer más al sentir los bracitos de Lei que también le abrazaban pero la pierna...
-¡papá!-rió mientras Li le sujetaba fuertemente para alzarlo- ¡vamos a pasear, papá! ¡Hoy es sábado!
-iré con Wei a ver el desayuno-rió ante la escena, Sakura mientras estaba levantándose, Shaoran con todo el trabajo que tenía llegaba bastante tarde entre semana, llegaba a penas para cenar y dar las buenas noches a los niños, era muy rara la ocasión en que llegaba para jugar, pero nunca faltaba a cenar, siempre y cuando tuviera permitido salir del regimiento y todo el resto de la noche era para ella... los fines de semana era para que él compartiera todo lo que quisiera con sus hijos...
Se agachó un poco sobre su cabeza para besar sus labios y la cabeza de su hijo mayor que era el que más cercano quedaba.
-¡mamá!-reclamó el pequeño Lei, mientras se apresuraba aun sobre Shaoran a alcanzar a su madre y besarle la mejilla.
Sakura rió para luego retirarse.
-papá ¿por que Jung tiene un maestro que le enseña...? eh...-no recordaba el nombre de aquello... de esa materia.
-espada-intentó ayudar Lei abrazando por el pecho a su padre, estaba sentado en una de sus piernas. Mientras Xiang estaba sentado en la orilla del sillón recargando la cabeza en su pecho mientras Shaoran le abrazaba por los hombros.
-sería interesante aprender...-comentó sin darle importancia- en ese aspecto Jung sabe defenderse bastante bien...
-¿espada?-preguntó sorprendido ante el interés de Xiang- ¿quieres tener esgrima?
-¡eso es, esgrima!-dijo recordando que esa era la palabra correcta, pero luego se sonrojó- yo solo decía... que porque mi primo tenía... y que sería interesante... y escuché a Kenji decir que sus papás en un tiempo mas le pondrían a aprender también. Aunque su mamá estaba algo nerviosa. O eso dijo. Pero ¿puedo aprender yo también?
-hay maestros muy buenos-sonrió Shaoran- tal vez pueda contactar alguno...
-¡¡ ¿de verdad!-preguntó emocionado mirando los ojos chocolates de su padre- ¿¡oíste Lei? ¡Esgrima! ¿Tú quieres aprender esgrima?
-¡si!-dijo mirando a su hermano mayor con la misma emoción, era tan pequeño que apenas entendía lo que decían o lo que él mismo contestaba, no estaba consciente de lo que decía, por decirlo así.
-muchas gracias, papá...-Xiang le había vuelto a abrazar y Lei le había imitado también dándole las gracias.
Se dispuso a admirarlos cuando ellos se separaron para jugar con el gato dorado, el cual trató de huir, no tenía ganas de jugar por que era Sábado- sé que ellos se interesan por aprender y que se esfuerzan... por eso me da gusto hacerlo... además... son mis hijos...
Le parecía increíble poder llegar a pensar que estaba ahí, que hacía nueve años pudo haber perdido la oportunidad de verlos... de conocerlos... o mejor dicho... ellos jamás hubieran existido tal y como eran... pudiera ser que Sakura se hubiera vuelto a casar... y que uno de sus hijos tuviera sus preciosos ojos, tal y como los suyos los tenían...
¡No se imaginaba a su Sakura y a sus niños con alguien que no fuera él! O no quería imaginárselos... cada vez que pensaba en la posibilidad se le estremecía el corazón... y daba gracias por estar vivo...
-buenos días-saludó con su "femenina" voz Usagi mientras alzaba alto la cabeza, su abuelita Sonomi siempre le insistía en que debía comportarse como la damita que era.
Eriol rió bajito mirando la graciosa actitud de su hija, que intentaba sentarse con ese gran vestido en el comedor. Jung trataba de contener la carcajada, sabía que su hermana podría perder toda compostura y dejar de ser una "dama" para poder propinarle algún golpe por su grosería.
Tomoyo sonrió después de mirar con algo de reproche a ambos varones.- muy buen día, hija-dijo ella, todavía no habían comenzado a desayunar, pues siempre esperaban a todos los miembros de la familia. Usagi siempre tardaba en escoger uno de los tan lindos vestidos que tenía y que eran escogidos por Tomoyo con fervor para que su hija luciera tan preciosa como era.
-disculpen mi tardanza-añadió la chica ya sentada y colocando una servilleta sobre su vestido rosado, pronto los criados llegaron para servir los blancos platos de porcelana.
-está bien-sonrió Eriol mirando su comida alegremente, tenía esa mañana hambre, Jung tomaba su avena con una cuchara al igual que su hermanita.- tal vez podamos ir al parque hoy-comentó distraídamente.
-¡genial!-respondieron sus hijos dejando por un momento el alimento pero el que continuó fue Jung- dicen que ese parque es de lo más viejo, pero tal vez tengan razón por que es algo que se siente... me refiero a que se siente en el aire...
-te entiendo, hijo-sonrió Tomoyo, pues Eriol tenía un bocado, pero este asintió dándole la razón a su esposa, ella se dirigió a su esposo después- el lunes iremos Sakura y yo al médico... así que podrías llevar a los niños al regimiento.
Hiraguizawa le miró un momento sin entender, pero luego le devolvió el gesto de su mujer:- claro, siempre y cuando quieran venir.
-¡yo si quiero ir!-asintió Usagi mientras alzaba la mano.
-¡yo también!-rió el más pequeño de la casa.
-esta bien, tendrán que estar listos desde temprano-añadió el general- Usagi, lo mejor será que no lleves vestido...-pensó un momento- tal vez Li también lleve a sus hijos.
-¡que bien, veremos a Xiang!-rió Usagi emocionada- ¡y Lei es tan tierno...!-gimió recordando la dulce carita del niño.
-¿podríamos invitar a Kenji?-preguntó Jung ilusionado- Xiang, Lei, Kenji y yo siempre nos divertimos mucho juntos...
-¡pero son puros niños!-se quejó Usagi cruzándose de brazos- mi tía Sakura o mi tía Katsumi deberían tener una niña... o tú mamá... tener una hermanita sería lindo.
Tomoyo tosió un poco por la sorpresa de las palabras de su hija mayor, mientras Eriol reía abiertamente para añadir.- creedme que ha trabajado en eso... pero no se ha dado...-guiñó una ojo a la mujer mientras esta se sonrojaba a más no poder.
Lunes por la mañana...
-¡gracias por invitarme, tío Eriol!-sonrió Kenji caminando junto con sus primos, Usagi llevaba una falda muy suelta que llegaba hasta sus pies y tenía su limpio cabello en una coleta.
-ya verás que esto será divertido-Jung que cargaba al gatito Suppy era el que hablaba con Kenji mientras eran dirigidos por Eriol, pero se detuvieron al toparse con Shaoran Li, sus hijos y Kero.
Ambos hombres portaban los uniformes militares con sus rangos visibles.
-veo que su esposa y Tomoyo si saldrán-rió Eriol- también le han encargado a sus niños... y el gato también.
Notó el rostro adormilado de Xiang que cargaba al pequeño gato dorado y con la otra mano tomaba la de su papá, mientras este también cargaba entre su hombro y su brazo libre al pequeño Lei que dormía abrazado a su cuello.
-¡es un amor!-escuchó el gemido de Usagi que se acercó hasta colocarse en la espalda de Shaoran y se notaba la curiosa carita de Lei el cual de vez en cuando resoplaba palabras entre ellas "no" "dulces" y la frase "mamá, papá".
-será mejor que lo recueste en la oficina-sonrió a la hija del general- el pobrecito no está acostumbrado a levantarse tan temprano.
-¡hey Xiang!-saludó Kenji para luego chocar su mano con la libre (después de soltar la mano de su padre) del pequeño Li, hizo lo mismo con Jung, los tres chicos, eran compañeros de juegos desde siempre, el mayor y que los lideraba (cuando no estaba Usagi) era Xiang, luego le seguía Jung y por último estaba el gracioso Kenji, que siempre tenía algo que contar.- ¿como has estado?
-muy bien-respondió el niño con otra sonrisa- ¡mi papá buscará a un maestro de esgrima, como el de ustedes! Pienso que si practico duro durante los próximos meses, estaré listo para enfrentar a cualquiera de ustedes dos...
-¡eso es genial!-añadió Jung mientras Kenji asentía, ambos eran bastante parecidos. La única diferencia era que, el cabello oscuro de Jung era muy diferente al castaño oscuro de Kenji y claro los ojos, Jung Hiraguizawa tenía ese amatista tan peculiar y Kenji Hiraguizawa ese azul tan característico de la familia de su padre, aunque un poco más claro.- ¡ya quiero que aprendas! Será muy divertido, espero que Lei aprenda también ¡será una enfrentamiento de dos contra dos! Tú con tu hermano y yo con mi primo.
-también Lei tomará clases, ahora solo esperamos que papá lo encuentre...-se volvió pensativo- y el que era mi tutor ya no lo es, me caía muy mal, y creo que papá lo entendió.
-¿de verdad te libraste por fin de él?-susurró Kenji colocando su manita, hablando de manera muy confidencial – vaya que eres bueno, yo tardé casi un año para que papá me cambiara de tutor.
-buenos días, Xiang-sonrió Usagi besando la mejilla del muchacho que solo era menor que ella por cuatro o cinco escasos meses, el hijo de Sakura y Shaoran no podía evitar sonrojarse aunque ella fuera su prima, ninguna niña que conociera (aunque tampoco eran muchas) le besaba, y por tanto no estaba acostumbrado.
-hola Usagi-respondió besando su mano, la niña siempre le decía que debía comportarse como el caballero que se suponía que era. Parecía su tutora de modales.
-me alegra verte, hacía mucho que no lo hacía-acomodaba la corbata gris que combinaba con el trajecito del mismo color.- te ves más lindo de lo que recuerdo...
-niños-llamó Eriol sonriendo a todos mientras Shaoran hacía lo mismo- vamos, jugarán más allá...
-¡si!-asintieron todos al unísono.
-¡no puedo creerlo!-sonrió Tomoyo mientras tomaba las manos de Sakura- ¡es increíble!
Sakura se sonrojó mientras bajaba la mirada con ilusión...
-tal vez esta vez si sea una niña...-la esposa de Hiraguizawa le había abrazado ante la emoción...
Y es que Sakura Li estaba esperando un bebé de nuevo... era simplemente ¡increíble! Con lo tímidos que eran ella y el Coronel Li frente a los demás, nadie que no los conociera creería que habían encargado ya a su tercer hijo o hija...
-espero que Shaoran se sienta feliz-dijo sonrojada mientras ambas comenzaban a caminar con una sombrilla al hombro- además de Xiang y Lei... –suspiró- espero que también se pongan felices... me preocuparía mucho si se pusieran celosos- Tomoyo rió, pero su prima tenía razón, cuando Xiang a sus cinco años se enteró por su madre de la llegada de su hermano Lei, se había molestado con ella... habían sido tan solo unos minutos, pero a Sakura en ese momento le había afectado de sobremanera la actitud negativa de su primer hijo, aunque cuando el bebé nació, no lo soltaba por nada.
Y eso que Xiang prácticamente insistía llevarlo a él y al gato a rastras, cuando se movían por toda la casa o salía a pasear. ¡Adoraba a su hermano!
-yo no sé que haría si tuviera un bebé más...-suspiró la que era Daidouji.- ya con Jung y Usagi tengo suficiente... ¡es como si tuviera seis hijos!
Sakura rió, por lo menos su Xiang, su Lei y su Shaoran eran de lo más tranquilos. Y estaba segura que la ayudarían en todo lo que pudieran... pero aun los recuerdos estaban en su cabeza, cuando su esposo y su hijo mayor, se enteraron por igual de la llegada de Lei...
Se paseaba con nerviosismo por la casa, esperaba la llegada de Shaoran al hogar de ambos, mientras el pequeño Xiang le miraba pasear sentado en el mullido sillón, sus pies no alcanzaban el suelo, y a penas y llegaban al borde de su asiento.
-¿mamá?-preguntó con algo de preocupación, desde hacía algunos días (un mes para ser exactos) sentía diferente a su mamá, pero eso era algo que lo incomodaba... de alguna forma u otra...
-¿que pasa Xiang?-fue ahora ella la que inquirió sentándose a un lado de su hijo, pero aun así el niño miraba un extraño sentimiento en los preciosos ojos verdes tan parecidos a los suyos...
-tranquila, señora-sonrió Wei llevando unas tazas de té, él lo sabía todo, Sakura siempre le había tenido especial confianza, por las referencias de Shaoran y por los años que ya llevaba en casa, además de los sabios consejos que tenía por dar, y también de su experiencia en ese tipo de cosas- el joven Shaoran se sentirá dichoso...
-solo espero que no lo importune...-Xiang escuchaba todo con atención pero sin entender...
Sakura se levantó después de acariciar descuidadamente los marrones cabellos de su pequeño, cosa que percató el chiquito y que además lo molestó.
La esposa del Coronel Li, tomó una de las tacitas ofrecidas, no bebió casi nada en ese único trago, para luego colocarla de nuevo en la charola... parecía distraída...
-subiré a mi habitación-sonrió la mujer caminando a las escaleras, sin dar tiempo a que Xiang anunciara el querer acompañarla.
-... ¿mamá?..
Xiang caminó hacia la puerta que tenía unos altos panales separados de cristal que daban al hermoso jardín en el que él y su madre jugaban y estudiaban de vez en cuando, con aquel hombre que ahora tenía el día libre... el tutor.
No alcanzaba a ver, pero podía tomar muy bien el picaporte bajo y abrir la puerta... hacía calor para esa época, y de por si ya estaba algo sofocado, prefirió quedarse en casa, su padre ya no tardaría en llegar.
A veces era muy aburrido cuando su mamá tenía esos ataques tan raros, que desde hacía "algunos días" se habían hecho más presentes que nunca. Una vez se había preocupado tanto... cuando le dio temperatura, que estaba casi tan nerviosa como ese día, pero notaba algo aun más extraño y desconocido esta vez...
Escuchó la puerta principal abrirse para luego cerrarse lentamente
-¡papá!-sonrió estirando sus brazos, Shaoran le recibió y alzó en el aire... mientras el pequeño reía.
-muy buenas noches, joven Shaoran-sonrió Wei apareciendo en el recibidor admirando como padre e hijo daban vueltas.
-buenas Wei-saludó Li aun con su niño en brazos- ¿y Sakura?
-mamá está en su habitación-respondió el niño por el mayordomo- está rara...
-¿rara dices?-preguntó mirando a su hijo, luego miró a Wei el cual solo asintió, por lo que el hombre se alarmó, tuvo que bajar a Xiang para apresurarse a ver que le sucedía a su esposa.
-¡Shaoran!-no tuvo que avanzar mucho, Sakura al parecer había escuchado su llegada, y había decidido bajar, caminaba hasta él...
Su largo vestido de arrastraba demasiado y eso fue lo que provocó su caída inminente boca a abajo sobre el piso limpio, no era nada grave, un simple tropiezo, incluso no le dolió y el sonido que emitió fue seco.
-¡señora Sakura!-se apresuró Wei a ayudarle- ¿se siente bien?- Shaoran que también se dispuso a apoyarle, pareció extrañado, por tanta preocupación.- debe cuidar más sus pasos, y más con el bebé en camino.
Shaoran se quedó inmóvil antes de poder ayudarle a levantarse, estaba hincado tomando con suavidad su brazo antes de que Wei preguntara algo, pues era el más cercano a ella. Miró su rostro sonrojado, y sus ojos soñadores...
Shaoran dirigió su mirada hacia su vientre y luego regresó sus ojos a los de su amada... la cual solo asintió...
-Shaoran...-susurró expectativa de su respuesta.
No pudo agregar más cuando Shaoran la tenía en sus brazos, Sakura se tuvo que aferrar a su cuello, Li apretaba el cuerpo de la mujer contra el suyo, las piernas de ella volaron ante la fuerza con la que giraron...-un nuevo bebé...-murmuró siendo escuchado por el niño y el mayordomo.
Xiang miraba todo incrédulo ¿un nuevo bebé? Frunció el ceño... mientras se cruzaba de brazos... y miraba la felicidad de sus padres con recelo. Se mantuvo callado todo ese rato... con razón su mamá estaba tan rara...
...esperando un bebé... ¡ja!
¿Y el que? Era tan pequeño como un bebé, solo que con cinco años. ¿Acaso estaba pintado?
-¿Xiang?-llamó Shaoran pero cual fue su sorpresa al ver al celoso niño con su ceño fruncido (muy parecido al de su padre)- ¿no te da alegría? Habrá un bebé nuevo...
Sakura esperaba la respuesta alegre del niño... pero...
-ajum.-se estiró falsamente al igual que como sonó su bostezo- voy a dormir- caminó rápidamente hasta las escaleras las cuales subió con prisa, para luego encerrarse en su habitación, sin dar una respuesta...
La señora Li se llevó una mano a su fina boca, con susto...
Ahora no lo podía creer, tal vez estaba pensando mal... pero... por la actitud del niño... parecía que...
Xiang no quería saber nada de un nuevo bebé...
Ante la sensibilidad de su estado, no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas y escondiera su rostro entre le pecho de su esposo mientras sus manos cubrían su rostro, que ya se humedecía ante las lágrimas que brotaron...
-Sakura... Sakura...-susurró Shaoran abrazándola mientras le arrullaba con cuidado y miraba hacia el frente ¿que le sucedía a Xiang? Entendía eso de los celos... pero él siempre había mencionado algo sobre un hermanito... tal vez las cosas no eran como las imaginaba...- por favor...-suplicó al notar que el llanto de su mujer se hacía más potente... Sakura estaba más sensible de lo que jamás había visto- por favor mi amor... tranquila... ya verás que se le pasará...-al notar como sus palabras no reconfortaban su corazón dolorido, se desesperó y se vio en la necesidad de insistir-te amo Sakura... te amo mi amor...-besó su cabeza una y otra vez buscando el consuelo de ella...
-no lo quiere, Shaoran-hipó mirando los castaños ojos que trataban de calmar la situación, Wei comprendía todo perfectamente porque no era la primera vez que veía todo aquello... las hermanas de Shaoran habían sido siempre muy alegres... pero cuando se enteraron las más chicas de la llegada de Shaoran sucedió algo similar... aunque al verle como un pequeño y precioso bebé y esta vez varón para romper la monotonía, no evitaron encariñarse con él, como seguro lo haría Xiang al ver a su hermanito o hermanita- ¿por que no lo quiere, Shaoran?... si tú y yo siempre nos esforzamos tanto por dárselo... porque...-hipó una vez más- siempre nos lo pidió...-se escondió de nuevo y estrujó el uniforme azul- ¿...por...que...?
Shaoran alcanzó a evitar su caída al suelo, parecía que las emociones para ella eran demasiadas... la recogió en brazos y subió las escaleras, para que llegando a la habitación de ambos la depositara en el lecho que compartían...
Salió de la habitación dirigiéndose a la de su hijo... no estaba molesto, más bien estaba extrañado y preocupado. Por ambos.
-¿Xiang, estás bien?-preguntó Shaoran acercándose con cuidado al niño que estaba hundido entre almohadas, parecía que lloraba...- ¡Xiang, hijo! ¿Que te sucede?-se alarmó y corrió a su encuentro tomándolo en brazos, mientras el pequeño trataba de limpiar sus lágrimas lo mejor que podía y no quedar en ridículo ante su padre como él pensaba.- tranquilo pequeño...-le arrulló mientras el niño, al ver la reacción de su padre lloró con más ganas
-¡mamá...!-chilló casi con desesperación- ¡...bebé... tú... yo...!-hipó, trataba de darse a entender pero no lo conseguía.- mamá... no... Me... quiere... va querer... querer... más... al bebé... y ya no va a jugar...-parecía que Xiang comprendía o parecía comprender las consecuencias de un hijo nuevo, pero no tan claramente...-¡querrá al bebé pero no a mi!- concluyó.- por que el bebé será más pequeño. Y a los adultos les gustan más los chiquitos...
-¡no digas tonterías!-reclamó Shaoran alzando con un dedo su cabeza- tu mamá, te quiere demasiado... cierto que por un tiempo no podrá jugar contigo como ahora... pero siempre te va a amar tanto como a tu hermano. El bebé será demasiado delicado, necesitará cuidados que solo tu madre le podrá proporcionar... ¿entiendes? Hay que cuidarlo... tanto tu mamá, como tú y como yo... tu madre te adora... eres su hijo, eres nuestro hijo... jamás te va a dejar de querer... ¿lo entiendes?-Xiang asintió extrañamente con una sonrisa, aunque sus lágrimas todavía se escurrían por sus mejillas desde sus verdes ojos. Siempre comprendía claramente todo cuando su padre le explicaba... también entendía a la perfección a su madre, pero Shaoran era varón como él, lógico que sintiera una confianza diferente-¿sabes que la has echo llorar? ... ella pensaba que querías un bebé... yo no lo esperaba... pero aun así, por el simple hecho de ser mi hijo, incluso aun sin haber nacido, lo quiero... y sé que si algún día vienen más, los querré tanto como a ti o al nuevo bebé.
Xiang miraba con arrepentimiento al hombre, su padre tenía razón, él siempre era el que insistía con alguien para jugar... un hermanito... o en todo caso y más extremo una hermanita...
Se soltó de los varoniles brazos y corrió hasta donde encontró a su madre dormida, mientras era atendida por Wei.
-¡mamá!-se abalanzó hacia ella, le abrazó por el cuello para besar su mejilla una y otra vez- ¡mamá!-llamó asustado por que no despertaba...
Pero se alegró al ver sus preciosos ojos verdes tan confundidos y extrañados de ver ahí a su hijo mayor abrazado a ella:- ¿Xiang? ¿Por que lloras?-inquirió confundida, en ese momento entró Shaoran.
-¡mamá, si quiero al bebé!-el niño volvió a abrazar a su madre, aunque solo quedaban las huellas de las lágrimas nuevas, no quedaba ningún rastro más de llanto...- ¡quiero mucho al bebé! ¡Te quiero demasiado a ti, a papá, y a mi hermanito! ¿Cuando nacerá?-se acercó a su barriga, apoyando su oreja para escuchar algo... limpiaba sus lágrimas tan rápido que no daba oportunidad a la mujer para siquiera intentara hacerlo ella.
Sakura sonrió apretándole más, mientras cerraba los ojos agradecida...:-mi niño... ¿oyes algo?
-no estoy seguro...-comentó con un rostro gracioso... aunque sus mejillas seguían húmedas ya no brotaban las lágrimas.
Shaoran sonrió cuando su mirada chocó con la verdosa de ella, y ella sabía que él había hecho algo para convencerlo...
Él tenía una gran influencia sobre su pequeño... todavía no sabía en que consistía, pero al fin y al cabo lo agradecía...
-ya verás que si Lei siente celos, Xiang le ayudará-sonrió Tomoyo confortándola- él ya sabe lo que se siente... y sabe que tu amor siempre será para los tres...
-confío en que así será-respondió la esposa de Li- aunque extrañaré estar con Shaoran...-se sonrojó un momento... recordando que cuando ambos estaban solos, su esposo siempre le trataba con ese delicado cariño... que la volvía loca.
Shaoran tan amoroso y tan romántico como era cuando todo se oscurecía...
Tomoyo rió ante el comentario de su amiga...
Shaoran estaba sentado frente a su escritorio mientras escribía algunas cosas, al levantar el rostro pudo percatarse de la figurita de Lei, el cual estaba en posición fetal mientras dormía sobre el elegante sillón negro... parecía un angelito pequeño... aunque se parecía grandemente a su madre...
Xiang no se encontraba en la oficina, estaba en la de Hiraguizawa jugando con sus primos y el hijo de Aoshi...
Oficina de Eriol-¡hey, esperen; tenemos que organizarnos!-gritó Usagi dirigiéndose hacia el escritorio de su padre el cual miraba todo con una sonrisa dirigida principalmente a los niños, firmaba algo de papeleo, pero se sorprendió cuando escuchó la infantil voz de la niña:- ¿me permites tu pluma, papá? ¡Ah! Y una hoja... sino no, nos sirve la pluma
Eriol rió entre dientes, pasándole lo que le había solicitado, mientras a los chicos les caía una gota de sudor por la nuca, la chica regresó con su hermano y sus primos sentándose en el sofá que dominaba la gran oficina, se notaba que se esmeraba en su caligrafía, mientras escribía sacaba un poco su lengua:- Kenji... va a ser... un soldadito... ¡si! veamos... Xiang... ¿que podrá ser mi otro querido primo?... mmhh...-colocó un dedo bajo su barbilla de forma graciosa- será un caballero... ¡si eso es! Jung será el dragón...-hablaba ya decidida y sin duda mientras su hermano protestaba con un "¡hey!"- si Lei despierta será mi señorito de compañía...-rió mientras recordaba al pequeñín que tanto adoraba- y yo seré la princesa ¿que tal? ¿Todos de acuerdo?-cuando su hermano se disponía a protestar siguió:- ¡muy bien, ya podemos jugar!
Xiang y Kenji se miraron dudosos... mientras Jung tan solo gruñía levemente.- ¡¡ ey, deja ese carácter de jefa de los simios!
-oh vamos, Jung-hablaba calmada la pequeña mientras arrastraba a Kenji hasta su posición dentro de la oficina.- tú eres tan... tan...-pensaba algo para convencerlo- tan como... bueno, te queda ser dragón- su razonamiento trataba de sonar convincente pero parecía no convencer por nada a su hermano, y lo notaba por su rostro.
-si quieres yo puedo ser el dragón- se ofreció Xiang acercándose un poco a los hermanos, mientras ellos seguían discutiendo.
-¡oh no, Xiang!-sonrió Usagi mientras se cruzaba de brazos- Jung será el dragón y punto.
-¡¡YO NO QUIERO SER UN DRAGÓN!-vociferó poniéndose rojo- ¡si Xiang quiere ser el dragón déjalo ser el dragón!
-esperen un momento-habló Kenji acercándose al trío- ninguno de nosotros deberíamos ser el dragón. Mejor que Suppy y Kero sean los dragones, creo que a ellos les queda mejor.
-es Spinel Sun.-gruñó por lo bajo- ¡¡y es Usagi la que no quiere que nadie más que yo sea el dragón! ¡¡¡ ¿Por que no eres tú el dragón en lugar de la princesa!
-¡¡por que ¿entonces a quien salvaría Xiang!
-Jung podría ser mi compañero caballero-sonrió Xiang a su prima que había gritado, lo de los gatitos le parecía buena idea, además de que este siempre lograba convencerla de una forma u otra- ¡vamos Usagi! ¡Será divertido!
La niña Hiraguizawa, era observada por todos, incluso por su padre de soslayo. Su rostro pensativo hizo sudar a los niños, se volvió a cruzar de brazos, miró hacia las mascotas de los Li y los Hiraguizawa, regresó su vista aun no convincente a Xiang el cual le sonrió sutilmente en forma de aprobación, luego el rostro aun molesto de su hermano menor, y luego el interrogante de Kenji.
Suspiró.
-está bien, pero solo por esta vez-ahí fue cuando todos sonrieron y se escuchó como tocaban la puerta, con una sonrisa el General se levantó del asiento, pues ellos parecían no haber escuchado.
Tras la puerta apareció Shaoran, quien tan solo sonrió sutilmente, sujetado a su mano estaba el pequeño Lei el cual bostezaba con frecuencia y frotaba sus ojos.
-Coronel-saludó de nuevo Eriol haciéndole pasar- parece que los niños justo esperaban al pequeño Lei para comenzar a jugar...
En cuanto el pequeño Li escuchó aquello, despertó casi totalmente, y notó como sus primos, hermano, y amigo Kenji estaban ahí, soltó la mano de su padre, y corrió a su encuentro
-¡¡Lei!-gritó emocionada Usagi abrazándole cuando lo tuvo cerca- ¡¡mi querido primito! ¡taaaaaaaaaaaaaaaan lindo eres!
-¿que no era Xiang?-preguntó entre susurros Jung a Kenji el cual solo sonrió burlonamente a el hijo mayor de Sakura el cual no había escuchado el comentario.
-¡ahora ya estamos completos para comenzar!-Usagi tenía la virtud (y tal vez mala suerte para sus primos) de ser una líder nata, y es que su padre también tenía esa cualidad, podía ser tan gentil como Tomoyo, pero era cierto que se identificaba plenamente con su papá. Xiang nunca se quedaba atrás, cualidad heredada por su padre, quien también era líder por naturaleza, quizás podría ser general si Eriol no hubiera ingresado antes al ejército... por que él dudó mucho para hacerlo...
En tanto Jung amaba profundamente a su madre, pero siempre seguía más a su padre. Esperaba que al crecer pudiera tener un rango similar al de él, aunque en cuanto se lo comunicó a su mamá esta puso el grito en el cielo.
Sabía apenas algo de lo que había pasado cuando su hermana ya estaba concebida, su padre había ido a la guerra y había sobrevivido difícilmente, por esa razón quizás fuera el héroe de todas sus invenciones, cada vez que comenzaba a soñar despierto.
Usagi siempre trataba de mantener los pies en la tierra, y que todos sus pensamientos tuvieran algo razonado, pues parecía pensar a su corta edad, que aquello resolvía toda duda...
-serás entonces mi señorito de compañía-Lei tan solo frunció el ceño- ¡ey, no te quejes! ¡tu rostro se parece al de tía Sakura!
Shaoran sonrió al escuchar aquello. Porque era verdad, ciertamente Xiang era un retrato vivo de su persona, tal vez a excepción de sus verdosos ojos, con el cabello marrón y esa expresión que mostraba firmeza en cada uno de sus pensamientos y acciones.
Mientras que Lei parecía un niño más pequeño en toda la extensión de la palabra, por sus enormes ojos parecidos a los de su hermano, su cabello castaño claro, mismo que el de Sakura y sus rasgos eran un poco más finos, era un niño tierno que no dudaba en demostrar su amor y cariño o el rencor y desacuerdo con alguien.
No era nada prudente...
Sus dos hijos eran tan listos... y tan inocentes... su Xiang tan dormilón como su esposa, su Lei tan entusiasta, ambos tan despistados y gentiles...cada vez que los miraba podía ver a la mujer que más amaba en el mundo.
-¡¡soy un niño!-se quejó mientras Xiang se partía de risa
-¡¡si, un niño precioso y adorable!-tomó sus mejillas pellizcándolas con cuidado y cariño y estirándolas- ¡serías una linda niña!
-¡hey mi hermano es un NI-ÑO! ¡ni-ño!-protestó ya su hermano mayor, no podía dejarle desprotegido ¡era su hermano!
-anda caballero ¡a tu posición!-ordenó empujándole mientras arrastraba a Lei hacia el otro extremo- ¡ustedes a sus puestos!
-esta niña es algo especial-sonrió Shaoran a Eriol el cual solo asintió-
-tiene que admitir que se parece a Tomoyo, en todos los aspectos-rió animadamente mientras los niños ya comenzaban a jugar- cuando iba a tener a Usagi fue peor que la niña...
-¿de verdad?-preguntó extrañado Li sentándose en el sofá aun lado del General- yo no recuerdo haberle visto así.
-no... Pero yo recuerdo que incluso Sakura estaba desesperada-sonrió recordando aquellos momentos.- me trajo como loco en el último mes del embarazo, llegamos justo a tiempo para ver a mi hija nacer... aunque con Jung fue bastante diferente...
Admiraron a Usagi la cual trataba de acomodar las poses de sus compañeros, mientras que Lei trataba de convencerla para que le cambiara de rol en el juego, pero la chica solo ponía pretextos sin mirarle mientras con ágiles movimientos ponía a todos en su lugar.
Flash back OoOoOoOoOoO
La mañana parecía prometedora, de una temperatura cálida pero a la vez fresca. Su estado estaba por demás avanzado, y ya solo esperaba las últimas semanas para dar a luz... tal vez el día hubiera sido perfecto... de no ser por ese humor, con el que había amanecido...
-¡Eriol!-gritó postrada en la cama, por recomendación de un médico. Su esposo estaba en la planta baja, cocinando... ella le había tenido que "suplicar" que cocinara algo para ella, al principio el futuro padre, se negó. Pero Tomoyo, había gritado a todo pulmón, en su apoyo. A pesar de que cojeaba un poco por una herida de guerra en su pierna le había obedecido.
-¿si?-preguntó, con un mandil puesto, vestía civil. Era su día libre, y había decidido pasar tiempo valioso con ella, aunque nunca se imaginó que amaneciera así... pensaba que a su dulce y gentil Tomoyo no le afectaría en nada su estado.
-espero que ya tengas listo el desayuno-su voz sonaba dura, mientras estaba cruzada de brazos, sobre su gran estómago.- por que vendrá Sakura y tengo que desayunar antes de que eso suceda.
-en un momento-la sonrisa de Eriol era nerviosa, e incluso algo temerosa, ya demasiados regaños se había llevado esa mañana, y ese día que apenas comenzaba.
-levanta eso-señaló una camisa del hombre, que había arrojado la noche anterior, al llegar cansado a cambiarse y refugiarse en su cómoda cama. Hiraguizawa siguió sus órdenes, pero...- ¡oh no, tienes que doblarlo! ¿Cuantas veces te lo tengo que decir? ¡¡Dóblala!
Eriol se sentía observado, mientras torpemente efectuaba la tarea que nunca había realizado, o tal vez si, pero jamás sirvió para eso, cuando entró al ejército, pudo encontrar una mujer anciana, que en busca de un empleo, se ofreció a encargarse de su ropa importante, la viuda había sido esposa de un militar, y sabía mucho de como tratar el tipo de ropa que utilizaban, aunque con el tiempo el uniforme había cambiado, siempre era igual.
Tomoyo tenía su mirada clavada en su nuca, esperando a que terminara. Pero incluso parecía que se tardaba más, a propósito.
-¡no te hagas el gracioso y termina!-reclamó molesta.
Y así lo hizo, se dirigió al ropero, y la metió con cuidado pero ella le volvió a interrumpir- ¡¿que crees que haces! ¡¡Eso está sucio!
Eriol volvió a suspirar y lo sacó, encargándose de no desdoblarlo- ¡¡ponlo en un cesto!
Mientras Eriol hacía eso, Sakura tuvo la oportunidad de llegar a la casa de su prima, su cabello estaba adornado por una cinta amarilla pastel como su vestido, la muchacha no sabía que llevaba a penas dos semanas de embarazo.- ¿Tomoyo?-inquirió preocupada.- ¿que te sucede, te sientes mal?
-¡¡ ¿crees que me puedo sentir mal!-gritó molesta- ¡Eriol no sabe que tiene que llevar la ropa sucia a un cesto! ¿¡Puedes creerlo?
-tal vez deberías tranquilizarte...-susurró un poco asustada. Sonreía nerviosa y teniéndole piedad al pobre hombre.- cálmate y respira profundo...
-¿¡tranquilizarme?-parecía también algo histérica- ¡¡si estoy de lo más tranquila!
-así ha estado toda la mañana-susurró Eriol riendo un poco, pasando por un lado de su prima política- espero que sea bienvenida, señora.
-gracias-solo respondió mirando extrañada a la mujer, que se volvía a cruzar de brazos. De pronto la preocupación regresó a su semblante ante las mejillas húmedas de Tomoyo
-¡mi amor!-gimió Eriol acercándose con rapidez- pondré la ropa donde me digas... pero no llores...-sentía que su corazón se estrujaba de verla así, se preguntaba si solo era él el que se sentía así o todos los hombres enamorados, Tomoyo se acurrucó en su pecho, llorando sin consuelo.
-creo que los dejaré solos-murmuró sonriendo, dándole privacidad a la pareja. Salió con la misma sonrisa y cerró la puerta tras de si.
-no es la ropa-gimió, por su llanto- es solo que me he puesto triste, nada más...
-no tienes por que estarlo-murmuró en una risita que hizo sonreír también a la muchacha, y también ocasionando que esta se riera- estamos juntos, nuestro bebé ya viene, no tenemos por que estar tristes... –limpió con cuidado sus lágrimas, y luego de uno de los bolsillos que tenía el mandil, sacó un pañuelo, y terminó de limpiar... pero no hizo nada más al ver el gesto que indicaba dolor en Tomoyo...- ¿te sientes mal? ¿te ocurre algo?
Eriol se mantuvo en expectativa. Tomoyo parecía en un trance donde creía o parecía analizar algo. Pero cuando las palabras llegaron a sus oídos, escuchó-creo que ya viene...-dijo entrecortadamente, dirigiendo sus manos, como si tratara de sostener su vientre crecido. - ¡duele!
-¡oh mi amor!-se levantó apresurado y corrió a la puerta.- ¡señora Sakura, ya va a nacer!
Fin de Flash back OoOoOoOo
-¡¡vamos levántate!-exclamaba mientras abría las cortinas de la habitación- se hace tarde y recuerda que vamos a ir al parque con tu padre...
-mmhh...-se oía un reclamo ante la luz del sol que entraba por el cristal de la ventana- mientras que esa personita se escondía entre sábanas y edredones- es demasiado temprano... y papá no sale a trabajar dentro de mucho más rato...
-pero tienes que estar lista- sonrió descubriendo a su pequeña hija de apenas ocho años- vamos, no seas dormilona...
La niña abrió sus ojos mieles, mientras se rascaba la cabeza... todo su cabello rubio era un disparate y más por ser tan rizado como el de su madre.
Azurite Naomi buscaba sus pantuflas debajo de su cama, su habitación era realmente un desastre, tenía muchas hojas tiradas por el suelo, varios vestidos sobre una silla, donde el día anterior no había sabido que ponerse y había tenido que sacar varios conjuntos para escoger, además de zapatos y muñecas. Y ahí habían quedado.
-por lo menos baja a desayunar-dijo su madre, Soichiro Azurite antes de salir por la puerta de la habitación.
-¡claro: baja a desayunar!-se quejó mientras abajo de su cama había escuchado las indicaciones de su mamá- ¿y si no tengo hambre?-salió por el lado contrario por el que entró.- además ¡no voy a bajar así!-se miró en el espejo de cuerpo completo, donde mostraba a la niña en bata.
Naomi era demasiado rebelde, aunque demasiado astuta... ciertamente tenía una personalidad bastante similar a la de su madre, pero no era una niña que fuese traviesa, siempre que utilizaba esa capacidad... era para enterarse de algo... o simplemente para solucionar algo, ya así se había librado de muchos problemas, y castigos. Era cariñosa con su padre a quien tenía como su consentido (a pesar que debía ser al revés) y siempre defendía ante su madre.
-pero iremos al parque con papá-se decía mientras miraba la habitación- pero si entra... seguro me castigará por que está hecha un desastre... después de que me vista tendré que ordenarla...-entró al baño con uno de sus vestidos favoritos, corto tiempo después, salió con ese puesto. Manejó su cabello lo mejor posible, cepillándolo de alguna manera para que estuviera listo, y colocó un broche para que no se desordenara, en un momento estuvo lista.- metemos esto por aquí... y esto acá...-metía zapatos y vestidos al gran ropero.
Las muñecas las acomodaban sentadas junto a un gran ventanal, mismo del que Soichiro había abierto las cortinas, tiró hojas a un cesto de basura, acomodó un poco su cama y en un momento todo estuvo listo.
-ahora si podemos ir al parque-sonrió para salir de la habitación, bajó las escaleras saltándolas de dos en dos.- ¡estoy lista!-anunció con un grito entrando al comedor de la mansión- ¡Naomi Azurite a roto su propio record!
-¿eso quiere decir que no solo te vestiste, sino que también pudiste limpiar toda tu habitación desde que salí hasta ahora?-preguntó divertida Soichiro mirando a su hija que se sentaba despreocupadamente en una de las sillas más cercanas a ella, mientras uno de los sirvientes se apresuraba a servirle algo para que comiera. La niña tan solo asintió
-¿¿¿que no tiene un pastel?-preguntó mirando su desayuno...
-¡¡Señora Sakura!-gritó para poder llamar su atención- ¡¡señora Tomoyo!
Ambas se dieron vuelta, notando como Katsumi trataba de alcanzarlas, mientras era seguida por una de las sirvientas de su casa.
-¡Katsumi, que alegría verte!-sonrió Sakura a manera de saludo, mientras Tomoyo hacía lo mismo...
-es que las acabo de ver salir de una tienda para bebés...-añadió la chica diciendo la verdad- y decidí saludarles.
-pues mucha gracias-respondió Tomoyo- ¿y que haces por aquí, como está Aoshi? Hace tiempo que no le veo por la casa... hasta ayer por la tarde que fuimos para invitar a Kenji.
-ha tenido bastante trabajo-contestó sobre su esposo- como ha tenido tanto trabajo, no ha podido ir a ver a su esposo- refiriéndose a Eriol.- yo estaba acompañando a Megumi a comprar lo que falta para la cena-refiriéndose a la criada.
Ya muchas veces había discutido con varios de los sirvientes en casa, puesto que se podría decir que quería hacer el trabajo de ellos... incluso Aoshi se lo aclaró, y le dijo que no la quería ver trabajando y que solo se dedicara a su hijo... pero como ese día el pequeño Kenji estaba fuera...
-entiendo...-sonrió Tomoyo
-¿y que hacían en esa tienda? Que yo sepa ya no tienen bebés...-reflexionó Katsumi Hiraguizawa- ¿o si? por que Usagi y el pequeño Jung... bueno no son bebés, ni tampoco el pequeño Xiang, a menos que busquen ropita para el más chiquito... el lindo Lei...-Sakura agradeció que Katsumi recordara a sus hijos- aunque la última vez que lo vi, era todo menos un bebé.
-Sakura está esperando de nuevo-respondió con naturalidad antes que la aludida, la cual se sonrojó al ver la cara de sorpresa de Katsumi- si también a mi me sorprendió ¿quién pensaría que el Coronel Li y Sakura encargarían uno más?- Sakura se sentía desfallecer ante los comentarios de Tomoyo- pero bueno, con esto vemos que se han esforzado... aunque ya es tiempo de que tú también te animes... por un segundo... así nos sigues el paso... ¿qué esperan para ponerte tu y Aoshi en eso?
-¡¡SEÑORA TOMOYOO!-se puso morada mientras Sakura reía, Tomoyo nunca perdía la oportunidad para sonrojar y poner todas tímidas a sus amigas, sobre todo a esas dos, las cuales no se necesitaban más que algunas palabras para lograrlo- por favor... no hablemos de eso aquí...- declaró ahogándose y Megumi, sonreía sutilmente.
Tomoyo cubriendo su boca de lo más divertida.
-pues muchas felicidades, señora Sakura-sonrió Katsumi cambiando de tema- me alegro mucho por usted y por el Coronel...
-le haré llegar tus felicitaciones.-asintió Li- me tengo que ir, ya él y los niños no tardan en llegar...
-está bien-respondió Tomoyo- cuídate mucho, luego iré a verte...
-que esté bien, señora Sakura-se despidió por igual Katsumi- creo que yo también me voy para mi casa... tiene razón, ya se hace más tarde y en cualquier momento puede llegar o Kenji o Aoshi...
-¡pero si es el Coronel Li!-sonrió Soichiro, mientras iba tomada del brazo de su marido, Ran Azurite, Naomi caminaba libremente mientras hablaba animadamente.
Shaoran había pasado por el parque, pues había prometido a los niños algún dulce, a escondidas de su madre... ¡no les dejaba probar dulce alguno antes de la cena! Y el Coronel y el General tendrían una pequeña inspección... los niños estaban jugando ahí... así que a cambio de un delicioso dulce, tendrían que comportarse correctamente.
Y así lo habían hecho... Eriol por su parte había prometido algo similar... tal vez con la diferencia de que era encubrir su próxima travesura, y a Kenji había prometido dejarle pasar una semana entera con sus hijos.
-señora-besó su mano con educación- Azurite...-lo reconocía bien, alguna vez ya lo había visto hacía tiempo, tratando de convencer a Sakura de su amor por él... Recordaba que fue en las épocas en que había sido herido. Pero un día habían sido presentados oficialmente...
Flashback
-¡te extrañé tanto y tanto!-aferró con sus manos el rostro de su esposo, a penas la reconstrucción de la ciudad comenzaba, no había grandes daños en la ciudad, paseaban por el parque, que aun tenía árboles caídos, aunque la mayoría ya habían sido quitados de ese lugar. Shaoran la tenía aferrada por la cintura, tan cerca de él, atrapados entre los árboles que cayeron en esos días y entre algunos que seguían de pie. Sakura estaba entre el tronco de uno de ellos y la fuerza gentil y amorosa de Li.
-no más que yo...-susurró acariciando su rostro, Sakura atrajo con sus manos el rostro de él y lo besó con pasión, los labios de la mujer dominaban por completo los del muchacho. Shaoran emocionado comenzó a acariciar su preciosa figura...
-ejem-un señor trataba -¡de verdad lo intentaba!- no mirar la escena de la pareja- ¡por favor...!-gimió desesperado causando una risita de Sakura y un sonrojo de Shaoran el cual se alejó –aunque no mucho- ¡vayan a hablar a otro lugar...! esta juventud está perdida.- murmuró el ancianito caminando graciosamente con su bastón
-lo sentimos-rió de nuevo la muchacha tomando la mano de su esposo, y comenzaron alejándose con rapidez. Sakura no podía evitar reír. Shaoran sonrió mientras era casi arrastrado por ella, pero no pudo continuar guiándolo pues él, se detuvo y le volvió a atraer para volverle a abrazar, ella no hizo más que recargar su frente en su pecho, Shaoran le abrazaba por la cintura, ella también lo hizo así después de acariciarlo- tal vez tengamos que regresar a casa...
-te dije que salir no era buena idea-suspiró Shaoran besando su cabello- odio decírtelo pero, te lo dije...
Sakura volvió a conquistar el corazón ya enamorado de Shaoran, con la encantadora y melodiosa risa que tenía.
-entonces regresemos...-suspiró ella coquetamente volviendo a tomar su mano y mientras caminaban de regreso a su hogar, ella tenía apoyada su cabeza sobre su pecho, y el fuerte brazo de él rodeaba sus hombros con cariño.
Pero esas personas que caminaban el mismo camino, pero en dirección contraria impidieron que siguieran. Sakura sonrió con agradecimiento a la mujer en cuanto la reconoció, también sonrió al varón que le miraba extasiado... pero no con el mismo interés... por que iba tomado de la mano de la mujer que también sonrió a Sakura.- señorita-se dirigió primero a ella- señor Azurite...
-muy buenas tardes, señora Li-respondió la mujer de rizos dorados- hacía mucho que no la veía... meses me parece.
-después de "eso"-rió soltándose con delicadeza de Shaoran- es a usted al que no veo desde hace muchos meses, más incluso que la señorita...
-soy Kodashi-sonrió la chica antes de que la señora agregara más- Kodashi Soichiro, me parece que no nos habíamos presentado en forma- alzó la mano de Ran- este es mi prometido, Ran Azurite.
-ya nos conocíamos-contestó- este es mi esposo Shaoran Li.
-ya lo conocía-fue lo que respondió la otra femenina- pero...
-señor Azurite- Shaoran reconocía a la perfección a ese sujeto, el cual solo había visto una sola vez, y en su propia casa, cuando llegó a ser tal su atrevimiento en ir ahí antes de que su esposa y él se casaran, y había intentado seducirla para que se fuera con él y fuera de su alcance...- tengo el placer de presentarle a mi esposo, Shaoran Li..., Shaoran: este es el señor Azurite, un buen amigo, lo conozco desde hace algún tiempo...-sonrió con amabilidad.
-un placer-dijo secamente Li.
-lo mismo digo-respondió de la misma forma.
Sakura notó lo tenso de la situación- fue un gusto saludarles, pero tenemos que llegar a casa...-se despidió volviendo a tomar su mano- espero verles de nuevo, pronto...
-lo mismo deseo-sonrió Soichiro haciendo lo mismo- ¡nos veremos!
Mientras se iban alejando Shaoran solo gruñó, todo eso cuando Sakura se volvía a acurrucar en sus cálidos brazos.
-¿te sucede algo malo, Shaoran?-inquirió, en su voz se denotaba un toque de preocupación- te noto molesto...
-ese tipo...-susurró mirando por su hombro, como el sujeto y Kodashi se alejaban, también conversando.- ¿piensas que no sé quien es?
-por tu tono creo que si-dijo volviéndose pacífica- era a quien "amaba" antes que a ti... aunque...-miró sus castaños ojos en los cuales brillaba aun el resentimiento, por aquello- lo que siento por ti, no se compara... ¡eres tan grande y maravilloso!-suspiró soñadoramente- lo que sentí por Ran y lo que siento por ti ahora... ¡oh, si supieras! Lo de Ran es tan simple y sin gracia a comparación...
-me alegra saber que lo olvidaste-sonrió ahora él apretando su mano.
-todo eso fue gracias a ti... ¡por que te amo!-de un momento a otro le abrazó con fuerza- ¡te amo!
Fin de Flash back
Naomi miraba con atención a Xiang, el cual no le había visto por estar pendiente no solo de que su hermano, desesperado por su dulce, saliera corriendo, sino también de que su padre se diera prisa. Además que la joven estaba levemente "escondida" tras el vestido de su madre.
Notaba que era un niño buen mozo, y se notaba encantador y educado...
-hacía mucho que no sabíamos nada de ustedes-agregó Soichiro después de algo de silencio. Sabía muy bien, que aunque se respetaban normalmente ambos hombres siempre rivalizaban.
-lo mismo digo...
-espero que su esposa este bien-añadió la mujer, recordando la vez en que salvó a la esposa de este.- y veo que sus hijos están saludables.
Los mieles ojos de Ran pararon en los chicos, sobre todo en el más chico que se parecía grandemente a Sakura. – Me alegro que su familia esté bien-dijo sin pensarlo.
-¿no tienen hijos?-preguntó Shaoran distraídamente, tampoco había visto a la niña, y le extrañaba por que aunque tuvieran un poco menos tiempo de casados.
-si-respondió el varón Azurite- Naomi, preséntate ante el señor...
La chica salió tímidamente, y estiró su falda mientras se inclinaba un poco y decía.- mi nombre es Naomi Azurite... Tanto Gusto... señor.- murmuró.
-Shaoran Li-respondió sonriendo, se notaba educada. Le parecía una señorita encantadora- estos son mis hijos...
-Xiang Li-se presentó el mayor que llevaba al gato, mismo chico que había capturado la atención de la jovenzuela, besó su mano como cuando saludaba a su prima, y más por enseñanza de ella, lo había hecho así.- y este es mi hermanito... –miró al pequeñín pero este no prestaba atención y miraba un puesto de dulces- bueno...-una gotita cayó por su nuca- es Lei Li...
-un placer-y de la nada se volvió a esconder.
-fue un gusto saludarles, señores-finalizó Shaoran volviendo a tomar la mano de su hijo mayor- tenemos que llegar a casa. Espero que estén bien
-saludos a su esposa, y lo mismo le deseo, Coronel-sonrió Soichiro y Li solo dio una cabezadita.
-hasta luego...
OoOoOoOoOoO
-¡oh Eriol, oh Eriol!-Tomoyo repetía emocionada cuando vio pasar por el umbral de la puerta al hombre que amaba y a sus hijos, además del pequeño Kenji el cual luego sería recogido por su padre, después de la cena que compartiría con ellos.- ¡estoy tan emocionada!
-lo noto-rió besando sus labios- pero mejor hablemos en la biblioteca...
-no importa donde, pero lo que te voy a decir te dejará sin palabras-sonrió tomando la mano del hombre.
Él la llevó hasta ese lugar sin soltar su pálida mano, y cerraron la puerta cuando estuvieron dentro.- ahora si quisiera saber, que es lo que te tiene tan feliz. Un poco mas y volarías sin alas.
-¡es Sakura!-sonrió de nuevo, Eriol podría asegurar que tenía ganas de saltar- ¡fuimos al médico y le ha dicho que está en espera!
-¿en espera?-inquirió alzando sus cejar- ¿te refieres a un nuevo bebé?
-¿pues a que más?-preguntó con ironía- ¿no es una buena noticia? ¡Estoy tan emocionada! Y ¡Sakura también! ¡Ahora solo esperamos que sea la niña que tanto hemos esperado!
-oh eso me hubieras dicho...-sonrió capturando su pequeña cintura- cuando quieras podemos intentarlo... no necesitas que la esposa de Li tenga diez hijos más, si yo puedo darte los hijos que quieras, hasta que tengas una niña...
Sonrojó a Tomoyo la cual besó sus labios- tranquilo, que estás en la biblioteca ¿que harás si te vienen a buscar los niños?
-no abriré-rió de nuevo besando con atrevimiento su cuello.- ¿que más faltaba?
Y antes de que Tomoyo siquiera pudiera responder a los cariños del hombre, tocaron la puerta- te lo dije.- separándolo un poco de ella.
-¡eres adivina!-se burló soltándole con delicadeza- pues... me alegro por Li... creo que ahora estamos en el mejor momento de nuestras vidas... y el país no puede estar mejor... en cuanto a Corben ¡hasta que alguien con sensatez ha "subido al trono"! promete muchas cosas favorecedoras... creo que notaremos incluso nosotros un cambio...
-me alegra mucho eso-los toques no cesaron- ¿entonces que ha sucedido en todo este tiempo?
-una revolución-respondió con simplicidad- ya te lo había dicho... en cuanto Melko murió, muchos intentaron hacerse del poder... unos apoyaban a uno y otros a otros... ¡todo un conflicto! Y me parece que ha ganado el mejor...
-ocho años más de guerra para ellos...-susurró con un deje de tristeza- gracias a los cielos que nosotros ya no nos hemos visto involucrados.
-¡creo que lo pensarán dos veces!-avanzó junto con su esposa a la puerta de la estancia.
OoOoOoOoOoO
-bienvenidos a casa-sonrió Sakura besando las dos mejillas de cada uno de sus pequeños, a los cuales quería más que a su vida, y claro tanto como a Shaoran, el cual entró detrás de ellos, examinó el rostro de los niños y notó el rostro algo sucio de Lei, de un color rojo...- ¿que has comido, hijo?-inquirió dejando pasar a un desesperado Kero.
Lei volteó a ver a su padre, el cual asintió- un dulce... papá los compró en el parque ¡sabía rico!
-¡oh Shaoran!-regañó, haciendo que entraran los tres varones- sabes que no me gusta que coman esa clase de aperitivos... nunca se los niego, siempre y cuando sea después de su comida... ¡ahora tal vez no tengan hambre!-volvió a suspirar mirando a sus dos niños- esta bien... papá ha sido el incorrecto... pero vayan a asearse, la cena ya va a ser servida... los perdono a ustedes.
-¡si mamá!-sonrió Xiang casi arrastrando a su hermano, el cual protestaba estar limpio
la pareja admiró como sus hijos se alejaban entre discusiones.
-no te preocupes-abrazó a la mujer y besó sus labios- ha sido algo ligero... solo un panecillo con mermelada...
Su joven esposa suspiró pero luego susurró cerca de su oreja- tengo algo importante que decirte...
-¿de que se trata?-inquirió divertido, en el mismo tono de ella, que era misterioso y casi soñador, pero de lo último este no se había dado cuenta.
-ya te lo diré después...-sonrió alejándose- espera a que los niños se duerman...
-¿no me digas que me recompensarás por haberles comprado un dulce?-preguntó maliciosamente- ¡tendré que hacerlo más seguido!
-¡ay Shaoran!-se quejó riendo- claro que no... ¡Al contrario, debería castigarte!
-¡oh, no puede ser tan malo!-gimió siguiendo a su esposa la cual trataba de contener una carcajada, los niños ya habían regresado y estaban sentados en la enorme mesa, que estaba decorada por un mantel blanco, los platos de porcelana blanca y los cubiertos de plata brillaban con intensidad, por la luz de los candelabros que colgaban del techo, a la cabecera de la larga mesa rectangular, se sentaba Shaoran, a su mano derecha estaba Sakura sentada, junto con Lei, ayudándole a cortar la comida, o alcanzarle la copa, pues temía que este en un intento de tomarla no solo terminara tirando la copa, sino también su plato de suaves papas con queso
-¿algo más señorito?-preguntó Wei sirviendo a Xiang agua en su copa.
-muchas gracias, pero no-respondió el muchachito para después beber de esa agua, cristalina y fresca- gracias de todas maneras, Wei...
-estoy para lo que se les ofrezca-sonrió de nuevo- ¿usted no quiere nada más, señorito Lei?
El pequeño miró con sus ojos esmeraldas al señor.- ¡no gracias!-dijo animadamente imitando a su hermano, y tomando su tenedor para encajarlo en un pedazo de una patata- ¡bueno si, un pan!-se retractó.
-¡Lei!-se sorprendió su madre, y luego se dirigió a Wei- no le haga caso... que ya ha comido uno fuera de casa... aunque haya sido uno dulce.
-¡pero mamá!-se quejó el niñito después de pasar el último bocado, Shaoran miraba todo divertido.- ¡las papas saben rico con pan!
-no mi pequeño, aunque sean lo más delicioso con pan, ya has comido uno-tocó con dulzura su nariz, y Lei no tuvo más que resignarse- no puedes comer muchos panes, por que no terminarás tus patatas... ahora a comer...
OoOoOoOoO
-¡papá!-sonrió Kenji mientras su padre aparecía por el vestíbulo, donde lo había estado esperando.- ¡me alegro que hayas llegado!
-¿cómo te fue hoy?-inquirió besando su cabeza, la cual estaba dominada por el castaño oscuro de su cabello, heredado de su madre.
-¡muy bien!-gimió alegremente, mientras Jung llegaba al centro con el hombre, y también Usagi, la cual saludó cortésmente- nos divertimos bastante.
-¡hola tío!-sonrió Jung con una mano y se colocó a un lado de Kenji, con el cual siguió platicando animadamente.
-muy buenas noches, tío-la educación que mostraba Usagi, bien pudo sorprender a Aoshi, pero no fue así, la conocía casi como si fuera su padre...
-¿que tal, linda Usagi?-besó con ternura la mejilla de su sobrina la cual solo le abrazó, en forma de saludo más cordial- está tu papá ¿cierto?
-oh si-se volvió y señaló la dirección de la oficina de Eriol.- creo que no está ocupado, si quieres puedo mandarle llamar...
-no hay problema, iré yo personalmente- acarició la carita de la niña, y luego se dirigió al despacho con paso tranquilo.
-si... ¿para que finge?-preguntaba Jung en voz baja a Kenji el cual trataba de contener su risa alocada- seguro que todos los adultos saben el monstruo que es... ¡y no la niña dulce que finge ser!
-¿de quien hablas?-preguntó su hermana amenazadoramente, tenía el sentido del oído muy desarrollado, la verdad era que Usagai era toda una adolescente atrapada en el cuerpo de una niñita, aunque había heredado la fuerza del carácter de sus padres, pero también otra cosa... que no sabía de donde había salido... celaba demasiado... a su hermano, y sus cuatro primos más cercanos. Con Jung no lo demostraba... pero si lo hacía...- ¡si estás hablando de mí!-su tono daba a entender que se preparara para lo peor en ese caso...
-¡sabes que no!-se quejó el muchachito- ¡en esta casa no se puede conversar a gusto con tu primo por que cualquiera te escucha!
-¡ajum!-se cabellera oscura llena de bucles bien acomodados, giró con todo y su cuerpo, con un gesto de enfado, que incluso su cabello golpeó levemente a Kenji, indignada fue a su habitación...
se sentía rara entre su familia... sobre todo entre los más cercanos, no con su padre y con su madre ¡para nada! Con ellos era con los que se identificaba plenamente, más bien con todos sus tíos. Ya fueran de sangre o políticos. Con sus primos era diferente, sentía como si hablaran siempre tras su espalda, y ya había llegado a pensar que la culpa era de ella, por ser tan "mandona" como se había dicho a ella misma. Por querer ser adulta cuando era a penas una niña, que no estaba preparada para algo así... y parecía que su hermano extrañaba a la hermana con la que jugaba horas y horas..., misma que ahora era la niña que practicaba con su piano sin descanso, que estudiaba idiomas y modales, además de pasar tiempo de más ella sola... pero no se arrepentía de la extraña vida que estaba llevando, al contrario... le encantaba como era ella misma... así tal y como era...
OoOoOoOoO
-me muero de ganas por saber esa noticia...-sonrió mientras entraba a la habitación, después de recostar y dar las buenas noches a sus hijos, notó como la preciosa figura se perdía entre las delgadas y traslúcidas cortinas blancas, Sakura miraba con atención por la ventana abierta. Las estrellas brillaban con delicadeza y hermosura tal, que cautivaron a la esposa del Coronel, llevándola a un mundo de ensoñaciones... sin prestar atención al hecho de que su esposo se había acercado con cuidado hacia ella, ahora besaba su cuello, Sakura, por acto reflejo se abrazó a si misma ante su contacto.
Regresó a la realidad cuando sintió las manos cálidas de él sobre su cintura, y cuando los finos tirantes de su camisón rosa palo, estaban a mitad de su antebrazo. Con delicadeza y no permitiendo que él dejara de besarle, cerró las ventanas y dio vuelta sobre sus talones para encontrarse con sus labios, los cuales besó con torpeza inusitada. Cosa que encantó a Shaoran, aferró a un más su figura contra la de él.
Li rompió con ternura su beso y miró sus verdes ojos, los cuales brillaban... con esa ligera chispa, que a la vez era intensa, llena de sueños, y emoción... que él no entendía. Ella acarició con delicadeza y ternura su pecho, sobre la seda verde que lo cubría.
-¿recuerdas cuando supimos que Xiang venía?-suspiró ella abrazándose a él con cuidado.
-no me preguntes eso...-sonrió acariciando con cuidado su cabello, que se desparramaba sobre sus hombros siendo sedoso y brillante como la miel. - ¿cómo podría olvidarlo?...
Flash back OoOoOoOoOoOoO
Los rayos del sol le despertaron, pero aun así sonrió. Se recostó de lado para admirar la figura que a su lado debería reposar, pero no había nadie. Se sentó sobresaltada, desde que se había marchado y a su vuelta había tenido horribles pesadillas donde lo perdía... no tuvo que buscar mucho cuando lo vio arreglando su uniforme puesto ya en él. Hacía un mes que había regresado a su lado... y todavía sentía la misma alegría de verlo día con día...
-con que estabas ahí...-suspiró dejándose caer entre los almohadones.- ¿es muy tarde?
-no...-respondió sonriendo y acercándose al lecho que compartía con ella, para sentarse a su lado, tomar su mano y luego besarla con dulzura.- demasiado temprano... diría yo ¿por que te has despertado?
-solo lo he hecho-dijo mientras Shaoran la volvía a cobijar, pero antes de poder agregar algo tocó su cabeza, y luego caía pesadamente sobre la almohada. Pero no quedó inconsciente
-¡Sakura! ¿¡Estás bien?-se apresuró, esperó un par de minutos, pero no pudo esperar tanto... se levantó por una vaso de agua, que ella recibió agradecida, Shaoran le abrazó por la espalda para que se apoyara en él-mi amor...
-estoy bien...-suspiró, casi con alivio- cené demasiado... Katsumi cocina demasiado bien y no me pude contener... ¡ni tú lo hiciste!... aunque comiste un poco menos...-tocaba su estómago- uff... ya se ha pasado...
-¿estás segura?-preguntó acercándose para acariciar su espalda- no estoy del todo seguro de que sea así... algo pudo haberte hecho daño... tal vez los vegetales estaban pasados...
-no lo creo-sonrió siendo escoltada por su marido, hasta el lecho, donde le volvió a recostar, sentada – tú comiste y no te hicieron daño.
Shaoran besó sus labios, Sakura cerró los ojos soñadoramente, pero Li se detuvo al sentir que ella se contestaba débilmente.- Sakura ¿que te pasa? tocó su cálida mejilla- Sakura...-la sacudió con delicadeza, entonces ella abrió sus ojos verdes- Sakura... ¿que tienes?...
Notó su mirada en verdad preocupada al abrir sus ojos y declaró.-no es nada... ya te lo he dicho... solo me encuentro algo cansada, tú mismo lo has dicho... es demasiado temprano...-rió con delicia para el joven- solo necesito dormir...
-no lo sé...-comentó pensativo, y luego suspiró- traeré a un médico para que te vea... no deseo que nada malo te suceda...
-no me sucederá nada-añadió tratando de persuadirlo- no tienes que preocuparte...-se acurrucó entre cobijas y almohadas, y con Shaoran casi sobre ella, pero así se sentía más resguardada...- ¿te irás ya? Por que si no es así, entonces puedes quedarte a dormir aquí, a mi lado...
-ya me voy-sonrió besando su frente- no me tientes con cosas como esas... sabes a la perfección que si me lo pidieras no iría a trabajar nunca más... ¡y entonces quien escucharía las quejas de nuestro querido General!
-pues entonces hazlo...-su voz volvió a sonar coqueta, mientras se abrazaba de su cuello- a mi no me importaría vivir sin lujos... con tal de estar contigo...
El muchacho suspiró- eso dices ahora... así que olvídalo... además, estamos acostumbrados a comer...–dijo con tranquilidad mientras el rostro de Sakura hacía un puchero. Shaoran notaba algo en el rostro de Sakura... ahora... era más fácil caer ante ella... sentía que de un tiempo para ese día ella tenía poder suficiente para dominarlo, sin el más mínimo esfuerzo... con tan solo una mirada, lograba convencerlo y su poder de persuasión con aquella mirada y su niñería estaban ganando a la voluntad del hombre. Pensando en la consecuencia si faltaba a la oficina, declaró.-me tengo que ir... regresaré con un doctor, así que no te muevas de la cama, tómate el día...-se alejó ligeramente después de besar sus mejillas, ella abrió la boca para protestar pero los labios que estaban sobre los de ella le impidieron que siguiera...- no hay peros que valgan. Mandaré a Katsumi con una infusión para tu malestar...
Sakura solo suspiró y asintió. Shaoran mandó un beso por el aire, cuando estuvo junto a la puerta y apunto de atravesarla, salió de ahí dejando a una pensativa Sakura...
¿y ahora que le pasaba?
Fin de Flash back OoOoOoOoOoOoO
-¡lo recuerdo como si fuera ayer!-rió animadamente, volviendo a estrecharla-pensaba que tenías un mal estomacal... ¡cual fue mi sorpresa cuando el doctor del regimiento que vino a atenderte me dijo que estabas embarazada!
Sakura también rió.- la verdad es que me preocupé, porque no me lo dijo a mi... me lo tuviste que decir tú... pensé que en verdad tenía algo grave... también puedo recordar cuando venía Lei... me asusté... ¡no sé por que!
-está bien-intentó acariciar su figura, pero ella retrocedió con una sonrisa- oh no, no me harás perseguirte por todo el cuarto... ¡esta noche no podrás huir!
Sakura volvió a reír, y no se movió cuando Shaoran la atrapó. Y le levantó con delicadeza, para luego recostarla, pero ella fue demasiado rápida, por que de un momento a otro se encontró sobre el hombre.
-déjame decirte algo...-suspiró- es demasiado importante...
-espero que lo sea, porque vamos retrasados-se burló besando sus labios una vez más.
-más de lo que crees...-habló entre besos, para luego mirar sus preciosos ojos avellanas- Shaoran... estoy esperando un bebé... de nuevo...
Pudo notar un bloqueo en Li, que le miró sin creerle- ¿estás... estás... se... segura...?
-¿¡como puedes dudarlo?-su voz sonaba entre ofendida y dolida.
-¡Ah, mi amor no lo dudo!-la felicidad volvía a envolver su corazón, entonces ella quedó entre el colchón y él.- ¡mi amor, mi amor, mi amor!-besó sus manos una y otra vez, para bajar a sus labios- ¡mi amor, mi amor!- el amor, pasión, emoción que sintió como la primera vez que iba a ser padre, pero la sensación y aquel sentimiento era el mismo...- ¡Sakura, mi Sakura!
OoOoOoOoOoO
-¡padreee!-se quejó mientras lo seguía, ambos eran demasiado obstinados.- tengo que hablar con mi prima, mañana a más tardar.
-te he dicho que no. y eso significa que no.-respondió el hombre mientras pasaba a la oficina, luego el niño la puerta.
-¡padre, tengo que decirle!-volvió a gemir- estoy seguro de que no te agradaría que la hija de mi tía Tomoyo, se viera con un tipo como ese... ¡es un mocoso!
-te recuerdo que tu también lo eres-dijo con tranquilidad mientras comenzaba a escribir, sentado detrás de su escritorio. Touya Kinomoto estaba sin expresión más que su rostro fruncido.- además, no tienes por que inmiscuirte en la vida de tu prima.
-¡tengo que prevenirla!-siguió protestando- no puedo dejar que ese tipo sin futuro la...
-hijo, seguro que el Coronel Hiraguizawa, su padre no permitirá que se acerquen con esa intención los niños desde ahora...-miró con profundidad los castaños ojos del muchacho que tenía nueve años, pero había heredado de él los celos, y que difundía plenamente en su prima Usagi, pensaba que era tan hermosa como su tía, y que cualquier "mocoso sin futuro" se le acercara estaba fuera de discusión, estaba dispuesto a buscar a un hombre como su tío Eriol, para su querida prima, con la cual se entendía a la perfección...
Ambos tenían un sentido de responsabilidad y de "mandón" asombrosos, que juntos eran el temor de todos sus primos y en el caso de ella, de su hermano. Por lo tanto la protegía. Era como su hermana... y él era demasiado maduro, un adulto en el cuerpo de un niño...
-¡pero puedo evitar cualquier tipo de problemas!-insistió. Akio Kinomoto, era un testarudo, su perfil era parecido al de su padre cuando pequeño, tenía los ojos castaños claro de Kaho y el cabello oscuro de Kinomoto, pero se parecía más al padre, aunque sus gestos eran parecidos a los de la mujer, y su expresión era más suave, pero su carácter era muy duro.-¡iré y no me lo vas a poder impedir, padre!- era un niño demasiado rebelde para su edad, y Touya con eso estaba un poco desesperado... ya no encontraba que hacer con él, lo había mandado a los colegios más exigentes, contratado a los profesores más sabios, de todo para que su hijo dejara esa actitud... siempre que se oponía a algo, terminaba desafiándolo, cosa que lo enfadaba. Pero a pesar de todos esos estudios, y de lo inteligente que era, no cambiaba...
¡Era como pelear con él mismo delante de un espejo! Por eso era mucho más difícil declarar un ganador en aquellas discusiones.
-entonces te prohibiré hacerlo durante el próximo mes... si lo haces, olvídate de las reuniones familiares en casa de tu abuelo...-amenazó, por su tono no parecía enfadado, pero si que lo estaba, tenía que intimidarlo de alguna manera...
-entonces me iré de casa...
-vete-dijo secamente sin dejar de escribir- no sé que pasará contigo...
-oh, verás que me las arreglo muy bien...-dijo caminando con decisión hacia la puerta de la oficina de su padre.- yo veré que hacer...
-haz lo que quieras...
Akio salió molesto de esa habitación, caminó hasta las escaleras de la mansión que era su hogar, encontrándose con su madre sonriente, pero su gesto cambió cuando vio el rostro fruncido de él. Se notaba muy molesto.
-hijo... ¿por que estás enojado?-preguntó tomándole por los hombros, muy preocupada, no le miraba a los ojos, como si sintiera vergüenza- oh, te has peleado con tu padre... ¿cierto?- era un niño, eso era muy real, pero no era la primera vez que discutían y que el niño le probaba al padre que era por demás independiente, excepto por no tener empleo (por ser muy joven) y no tenía con que mantenerse. Pero sus decisiones siempre eran precisas, lo pensaba todo más de una vez.
-si madre.-dijo con sinceridad a Kaho- solo he querido visitar mañana a Usagi, mi prima. Y él se niega... ¡no tengo nada importante que hacer y...!
-hijo, no le hagas eso a tu padre-interrumpió- alguna razón tendrá... y tiene que ser muy buena, sabes que tu padre ama tanto a todos tus primos como a ti... pero algún plan debe tener... como para no darte el permiso...
-pero es urgente-insistió- ya lo pensé, necesito verla, y alertarla con respecto a lo que sucede a su alrededor.
-¡Akio...!-gimió su madre con preocupación, pero el muchacho mantenía esa mirada de seguridad.-no te haré cambiar de parecer-suspiró- por favor hijo, ya no hagas rabiar a tu padre... él solo quiere lo mejor para ti...
El muchacho miró un momento a la nada.- eso lo sé... pero por hoy creo saber yo mismo que es lo mejor para mí- su voz seria pero decidida, no hizo sospechar a su madre de sus planes.
-será mejor que subas a tu habitación.-besó su frente.- tienes que aclarar tu mente.
-gracias, madre-besó su mejilla con cariño y siguió subiendo.
Bien, tal vez se estaba yendo a los extremos pero... él sentía que debía hacerlo...
OoOoOoOoOoOoO
-está deliciosa, pruébala-sonrió Katsumi llevando una bandejita con una tacita humeante y un platito repleto de galletas de chispas de chocolate.
-¿que me has preparado?-preguntó su hijo, recostado en la cama, acababa de tomar un baño de burbujas y agua caliente, después que había salido de casa de su tío Eriol, había comenzado a llover a cántaros, y con solo bajar del carruaje se había empapado. Su madre preocupada le había mandado a bañarse y recostarse entre mantas y más mantas.
¡Es que adoraba a su hijo como el tesoro más importante en su vida!
-té...-sonrió sentándose a sus pies- ¿te la has pasado bien hoy?-preguntó pasándole la tacita que él bebió de inmediato, para luego tomar una galletita y mordisquearla, y luego tomar otro sorbo del delicioso té de su madre- ¿te divertiste con todos?- preguntó sonriéndole.
-¡demasiado!-se emocionó de repente, después de un bostezo.- ¡jugamos al dragón! ¡Usagi que siempre es la princesa, lo fue, y Xiang y Jung fueron los caballeros, yo fui un guardián , discutieron mucho por quien iba a ser el dragón, pero al final fueron Kero y Spinel Sun... ¡luego despertó Lei!-recordó al niño- ¡y no tuvo opción que ser el sirviente de Usagi! Y ha pesar de que protestó mucho, no lo dejó ¡y mira que Xiang también lo hizo! ¡Y aún así no lo hizo!
Katsumi soltó una risita divertida, y cuando el niño terminó todo el té, menos las galletas, besó su frente y le arropó hasta el cuello. Cuando Katsumi se agachó para besarle, este tomó una galleta.
-que duermas bien, mi amor...-volvió a besarlo.
-tú también mamá...-su voz sonaba apagada por el cansancio pero ocultando perfectamente la galleta- y también papá, debe estar cansado...
-le daré tus saludos- descubrió un poco a su hijo, y le quitó la galleta con astucia- dejarás migajas entre las sábanas... ahora duerme...
El niño no reclamó ni insistió, de inmediato cerró sus ojitos azules. Estaba demasiado cansado para negociar con su madre el destino de aquella galleta.
La mujer se quedó mirándolo dormirse por unos momentos y no evitó sonreír. Se puso de pie y despacio cerró la puerta de su habitación, después de apagar las velas.
-veo que finalmente lo has recostado-sonrió Aoshi tomando la bandeja de sus manos y acompañándola por el pasillo- me dijo Eriol que estuvo muy entretenido con sus primos... debe de estar totalmente agotado.
-si, eso me ha dicho y por cierto...-se detuvo y besó su mejilla- creo que te ha mandado esto...
-lo agradezco...-suspiró abrazándole por la cintura, cargaba la charola de plata como si fuera un mesero.- ¡como son las cosas! y pensar que no te querías casar conmigo... ¡nuestro niño no estaría aquí!
-cuando me pediste matrimonio o el mismo día que nos casamos... y el nacimiento de nuestro pequeño. -suspiró soñadoramente.- fueron los días más felices de mi vida... nunca me arrepentiré de haberlo hecho, si tuviera que volver a casarme en otra vida, solo sería contigo...
-también yo te amo...-rió- también te amo...
Flash back OoOoOoOoOoOoO
-tienes que estar tranquila-sonrió Tomoyo, que aun estaba encinta, peinaba su cabello- lo mejor sería que pienses muy bien lo que le dirás, esta cena es muy importante para ustedes... así que disfrútala...
Katsumi Kirobe, llevaba puesto un vestido de lo más elegante, con un moño alto, sentía que casi podía desmayarse en cualquier momento o en cualquier lado, jamás se le hubiera ocurrido que Aoshi Hiraguizawa le invitara a salir a un lugar demasiado importante, como lo era aquel lugar donde cenarían. Ahora que la guerra había terminado, la ciudad comenzaba a obtener su calma habitual y las cosas poco a poco volvían a la normalidad finalmente. Oportunidad que el menor de los Hiraguizawas, aprovechó para invitarle a cenar.
El muchacho había insistido bastante, y a ella no le había quedado otra opción. Ahora la señora Tomoyo le ayudaba a terminar de arreglarse, poniendo un collar de perlas y unos pendientes lindos. No se veía exuberante, pero si se veía preciosa, el vestido llevaba cuello alto, y le daba un aspecto incluso algo severo, pero con aquella brillante sonrisa, a pesar de su nerviosismo. No podía evitarlo, no podía negarlo...
Estaba feliz...
-recuerda la etiqueta que te mostré en la hacienda de Touya y continuamos practicando aquí-siguió hablando Tomoyo yendo hacia el armario de la habitación que ocupaba Katsumi en la casa de los Li, Sakura había accedido a que Tomoyo fuera la que se encargara de la apariencia de la chica. Y la dueña de la casa, por más que quiso hacer algo más por ellas, no pudo, tuvo que ir al médico para un chequeo acompañada de Li, estaba embarazada.- la copa con elegancia, de lado derecho, no cruces el brazo para tomar pan, o sobre tu plato ¡nunca sobre el de él!
Katsumi asentía distraídamente, claro que ya sabía todo lo que tenía que hacer, no estaba segura si lo recordaría cuando fuera necesario, pero al menos. Ya lo sabía.
-¡estás lista!-dijo después de colocar la chalina sobre sus hombros- ¡cautivarás a cualquiera que se te ponga enfrente, a un lado, o por detrás no importa!-se notaba emocionada por la pareja. Realmente había comenzado a pensar que Aoshi no se "aventaría" para invitarla, formalmente a alguna cena como esa. Tomoyo tenía una idea de sus intenciones...
La acompañó hasta la sala, donde Aoshi de moño al cuello, y de lo más elegante también, esperaba, mientras conversaba animadamente con Wei, el cual trataba de tranquilizarlo. El chico tan nervioso como estaba, había comenzado con conversación, y el mayordomo de la familia Li no había tenido otra opción que seguir hablándole, aunque el muchacho hablaba demasiado rápido... en cuanto Katsumi pisó el suelo de la primera planta de la mansión, Aoshi se quedó callado, admirando la belleza de la joven. Se notaba humilde, aun con esas ropas, además de tímida por su rostro sonrojado.
-¡estás más que preciosa, hermosa, divina!-gimió emocionado, tomando su mano con delicadeza, Tomoyo iba detrás de ella, y sonreía abiertamente al joven. Que no prestaba mucha atención, estaba maravillado...- ¡muchas gracias Tomoyo, ahora estamos listos para salir!- alegremente ofreció su brazo a la muchacha azorada. -¡gracias de nuevo!-Salió junto con ella de la casa, y le ayudó a subir al carruaje.
En el camino hubo un silencio, que él no tenía planeado. Katsumi miraba atentamente por la ventanilla, mientras ella era observada por el sujeto, con ternura y amor... ¡que suerte tenía! De haber escogido al final, ir a Azzarello, de haber escogido eso, no esperar a su hermano en su casa, cuando estaba cortejando a Tomoyo, suerte que ella había sido la mesera que lo atendiera, suerte que su hermano la conociera... no sabía si era destino... pero agradecía estar ahí y que ella estuviera ahí, con él.
Cuando llegaron a su destino, Aoshi le ayudó a bajar. Con amabilidad ofreció de nuevo su brazo y entraron al local, que era hermoso y por demás elegante, como él se lo había descrito, cuando ella le había preguntado como debía vestir.
No pudo evitar sonrojearse cuando muchas de las miradas masculinas cayeron en la frágil y menuda figura de Katsumi, que intentaba ocultarse un poco con Aoshi, del otro lado también, pero ahí no podía hacer nada. Aoshi también se percató de las miradas de los que allí se encontraban. No podía hacer nada si la muchacha atraía sus miradas, pero ella, iba con él. No pudo evitar sonreír ante el gesto de ella, de esconderse simuladamente, pero no lo lograba. Los guiaron hasta una mesa, en una parte muy íntima del local. Donde nadie los podía ver ni escuchar, y que estaba frente a una puerta de cristal, que daba a un pedazo de jardín que pertenecía al mismo restaurante.
-esto es muy lindo...-susurró cuando el mesero los dejó solos y avisó que cuando regresara tomaría su orden. La mesa tenía un mantel blanco, velas, y con una copa de vidrio llena de pétalos de rosas rojas.- muchas gracias por invitarme...
-no hay de que, el placer a sido mío...-colocó sus codos sobre la mesa, y su cabeza se recargó sobre sus manos entrelazadas, mientras la miraba con fijeza que avergonzaba a la joven.- que finalmente hayas aceptado... como tuve que suplicar, y tengo que admitir que Tomoyo, ha tenido mucho que ver... creo que aceptaste más por ella que por mis ruegos...
La muchacha permaneció en silencio mientras era admirada por el joven, cuando ordenaron, cenaron y bebieron, ella no decía nada... cuando terminaron el postre fue que él se levantó, se hincó frente a ella. Y tomó sus manos, ella se volvió a sonrojar.- no sabes como te lo agradezco...
-¿que?-inquirió ella sin comprender.
-por hacerme siempre tan feliz, desde que te conozco... me siento...-quedó pensativo un par de segundos- diferente... no soy el mismo Aoshi, preocupado siempre por su trabajo... no como mi hermano, que no pensaba en nada de nada, que dejaba todo a la azar y bueno... siempre hemos sido diferentes y...
La mano cálida de Katsumi acarició con cuidado su mejilla y susurró- por favor, deja de compararte con el General... tú eres Aoshi... yo amo a AOSHI... tú eres único y te amo tal y como eres... ¡tú mismo, una vez me pediste que dejara de compararte con él! -el besó su mano en forma de agradecimiento, pero luego miró sus ojos azules, de nuevo con fijeza. Como si pensara las cosas... o lo que diría a continuación:
-muchas veces... bueno...-susurró tartamudeando- bueno... desde que supe que sentía... que siento esto por ti... me he preguntado... me he tratado de imaginar... como sería la vida a tu lado... despertar siempre contigo... aunque, bueno las cosas se dieron por la guerra de tal forma que, hemos terminado viviendo como esposos aunque...- notándose en verdad sonrojando.-...merecías que las cosas se dieran de otra forma. De forma que cualquier dama como tu merecía. Merece.
Katsumi abrió los ojos, notando el camino que llevaba.
-Aoshi yo creo que...-pero este solo soltó una risita ligera que enmudeció a la muchacha.
-déjame terminar y luego me dirás lo que me tengas que decir...-acarició su mano con cariño, la dueña de su corazón solo asintió y le dejó continuar.- la verdad es que, nunca me imaginé, a mí mismo; tan desesperado por estar con alguien, no por lo menos de esta manera: para toda la vida. E incluso me ha asustado mucho el hecho ¡pensé que nunca encontraría a nadie! No te voy a negar que algunas veces me vi seducido por una mujer coqueta, pero tú... –su suspiro fue ahogado, pero a la vez soñador- no has necesitado, más que una sola vez para hechizarme, y que yo haya caído a tus pies, así... y ahora solo pienso en estar contigo, de dejar todo a un lado, para pasar mi tiempo solo contigo... ¡éstas cosas del corazón son tan extrañas para mi!... pero aun así, con mi inexperiencia, quiero estar contigo... no necesito de nadie más si te tengo a ti... como mi esposa...-notó como Katsumi iba a agregar algo pero siguió hablando- casi puedo asegurarte lo que me dirás: Aoshi, tú y yo somos de clases diferentes, ¿cómo podrían casarse dos personas así? Bla bla bla, -ocasionando un suspiro de la chica quien desvió su mirada al jardín. Él continuó atrayendo su mirada devuelta a su persona.- pero tienes que creerme, a mi no me interesa que piensen de mi ¡ellos no sabrán la felicidad que causas en mi! ¡Ellos no sentirán la alegría de verte sonreír o el desgarre en mi corazón al verte llorar! ¡Nunca la han sentido! ¿Entonces como pueden juzgarme? Nosotros no tenemos la culpa de que ellos se casen por conveniencia, tienen derecho a envidiar nuestro amor... ¡a mi no me importa! No sé porque a ti sí... nos amamos... vivimos juntos... ¿por qué no te mereces tu lo que Tomoyo o Sakura si tuvieron? Una boda con todas las de la ley... tu, con tu vestido de novia...- murmurando suplicante.- Quiero verte con tu vestido de novia... quiero que nos casemos... que finalmente, lleves mi apellido Katsumi.
Katsumi, conmovida por sus palabras, tan elocuentes y desenfadados, tan torpes pero siempre tan sinceras... tomó con más fuerza las manos de él, y en su mirada se notaba la misma ilusión que había en la de él. No pudo evitar besar sus labios, para sorpresa de él.- si me quiero casar contigo...- murmuró colocando su frente sobre la del sujeto.
Fin de flashback OoOoOoOoOoO-es hora de dormir, mi dulce esposa-dijo Aoshi cuando subían las escaleras, después de dejar la charola en las cocinas, y recibir el reclamo de alguna de las criadas, por no haberla llamado para ir por el traste.
-claro...-suspiró cuando fue abrazada por los varoniles brazos- y ¿no te dijo nada interesante tu hermano?
-mm...-miró al techo y luego la miró a ella con duda- ¡es verdad, me ha dicho lo de la señora Sakura!
-me siento tan feliz ¡hay tantos niños!-parecía alegre- ¿sabes? Deberíamos organizar una pequeña reunión, para convivir... hace tanto que no converso en forma con la señora Tomoyo y la señora Sakura... además, tú tampoco has visto tanto a tu hermano, y al señor Li; creo que tal vez podríamos invitar al señor Touya Kinomoto y su familia, también al señor Fujitaka que fue tan amable conmigo... ¡y los niños se la pasarían muy bien, todos los primos juntos!
-un enredo familiar-también se entusiasmó- uno de estos días le informaré a Eriol, para invitarle, y también tú y yo pasaremos a ver a los Li, y los Kinomoto, y también al señor Fujitaka... el patio trasero es lo suficientemente grande para albergar a tanta gente... ¡creo que no habrá ningún problema! ¡has tenido una gran idea, mi amor!-besó su frente, mientras abría la puerta de la habitación de ambos, y la cerraba tras de si.
-Si pero date cuenta que toda nuestro alrededor, desde un principio ha sido un enredo familiar detrás de otro. ¡Hasta cuando regresamos de nuestro viaje de bodas!
Aoshi declaró borrando su sonrisa al ver a su esposa, preparándose para dormir.- Si. Eriol hizo aquella cena para darnos la bienvenida y terminó como siempre, lanzando una de sus ideas.
-No lo hizo con mala intención. –Sonrió ella. –Aprendí a comprender que nunca sus comentarios u opiniones es para hacernos sentir mal. Es su manera de alivianar el ambiente.
-Conozco a mi hermano mas que tu.- declaró él no evitando suspirar ante los recuerdos.- ¿Te recuerdas cual fue el tema aquella noche?
-¡Como olvidarlo!- sonrió ella no evitando sonrojarse.- Declararnos que ya que estábamos casados, ya podíamos encargar un bebé. – su esposo le abrazó acurrucándose entre las almohadas.
Aoshi no pudo menos sonreír ante los recuerdos en su mente.
Todos estaban sentados alrededor de la mesa. Eriol había invitado a Sakura y Shaoran ya que los sentía como miembros de aquella familia. Las tres parejas eran servidas por los sirvientes de la mansión de Eriol. Ya hacían tres días que los recién casados habían regresado de su viaje de bodas. Las damas discutían los pormenores de la fiesta dada en honor del primer hijo del General.
La voz de Eriol se hizo escuchar cuando declaró.- ¿Y bien? Supongo que se divirtieron mucho ustedes dos.
Aoshi asintió declarando.- Aunque en las otras naciones, se sorprenden de lo pronto que Azzarello se ha recuperado. Nos preguntaban como estaban las cosas y todo lo demás. Aunque ahora la mirada está colocada en Corben pues, buscan un nuevo regidor.
-Esperemos que las cosas se den de tal manera, que sepan elegir su nuevo gobernante...para que no ocurra lo mismo que con Melko.- declaró Shaoran.
-No hablemos de malos augurios- declaró Sakura observándoles con aires de tristeza- Esperemos que todo resulte del mejor modo posible.
Los miembros asintieron y sonrieron. Eriol mientras observó a su hermano al decir.- ¿Cómo está la hacienda? ¿hubo pérdidas por la guerra?
-No tantas. Si tomamos muchos de las cosechas que sobrevivieron los saqueos para abastecer las tropas de civiles aquí y además las casas de Kinomoto y la suya Coronel mientras estuvieron ausentes.
-Me contó Tomoyo que estuviste ocupado ayudando a las tropas civiles- declaró Eriol – Estoy orgulloso de ti. A pesar que no tomaste las armas como nosotros, hacías lo posible.
-Si- y una gota surgió en su cabeza cuando declaró recordando.- Pero según recuerdo, me traía problemas en otros aspectos...
Su mirada furtiva buscó la de su esposa y ella agregó.-Tenía que inquietarme Aoshi. No sabías usar armas hábilmente.- no dejando de mostrar su inquietud ante los recuerdos.- Si los de Corben se enteraban que, tú cooperabas con los civiles rebeldes, los resultados hubieran sido, terribles.
-Las cosas resultaron positivas querida hermana- declaró Eriol llamándole fraternalmente así a su cuñada.- y creo que con la paz que se respira deberían ya entrar a otra etapa de sus vidas... Ahora que mi hermano, no tiene que abastecer a las tropas civiles, tampoco ir mucho al a la hacienda pues aun no es época de siembra, mantenlo en casa ahora que tiene mas tiempo de ocio y darnos un sobrino a Tomoyo y a Mi.
Katsumi en ese instante tomaba de su copa y no evitó el toser enrojeciéndose más que el vino que consumía. Aoshi por su parte, que tomaba un trozo de zanahoria de su plato, se cayó de su tenedor al quedarse a medio camino a su boca.
Sakura sonrió y Shaoran tosió disimulando. Tomoyo miró reprochadoramente a su esposo y Eriol con su mirada brillándole agregó.- No que les falte experiencia en ese departamento pero, de ahora en adelante deberían apurarse pues así, nuestra bebé posiblemente tenga una compañera de juegos de mas o menos su edad.
-Eriol. Basta – declaró Tomoyo sonriendo sutilmente y viendo las miradas rojas de las victimas.- Mira como los apenas.
-¿Quién, yo? Si dijera una mentira, tuvieran de que apenarse. Pero admitámoslo. Digo la verdad...
-Hermano: a mi esposa le dará un desmayo si continúas con esos temas- declaró Aoshi preocupado ante el apuro colocado en ambos.
OoOoOoOoOoO
Aoshi sonrió sutilmente al recordar aquello. Ya creía que Katsumi se había dormido en su abrazo y no hizo mas que besarle cerca de los labios y murmurar- Te amo...
La dama lo escuchó entre sueños y no pudo más que decir.- yo también...- sonriendo sutilmente.
OoOoOoO
La puerta sonó, débilmente. Sakura era abrazada además de besada con pasión, por su esposo, ambos estaban sentados a la orilla de la cama de lado de la mujer, después de la gran noticia, El nuevo bebé de la pareja. Shaoran entusiasmado acariciaba con afán el dulce cuerpo de la señora. Conversaban de todo un poco entre besos, sobre la familia de ambos y el trabajo de él, y también de la próxima llegada de Ieran Li a la casa de Shaoran, para ver a sus nietos.- espera...-susurró sonriente, mientras se levantaba y acomodaba la ropa de dormir para luego ponerse su fina bata, de igual manera lo hizo Shaoran, que solo miró extrañado a Wei, cuando Sakura abrió la puerta.- ¿que sucede, Wei?-inquirió preocupada Sakura- ¿acaso les sucedió algo a los niños?
-no señora, pero su sobrino, Akio Kinomoto está en la sala-informó el mayordomo, Sakura miró extrañada al hombre. Y luego miró a Shaoran que le miró con la misma interrogante. Bajó las escaleras con rapidez, para encontrarse al muchacho de pie, todo empapado.- ¿Akio?... ¿que haces aquí?-besó su frente en forma de saludo y se hincó frente a él, era seguida por Shaoran.- dime pequeño... ¿pasa algo con tu padre y tu madre?...
Akio solo negó con la cabeza. Entonces Sakura comprendió, de nuevo su padre y él, habían discutido...-ah... pues... –miró de nuevo a Shaoran el cual no entendía la situación.- estás cansado ¿no?... ¿por que no te quedas esta noche?...-se irguió, y abrazó por los hombros a su sobrino sin interesarle mucho que su bata se mojara y que estuviera descalza.
Shaoran se quedó hablando un momento con Wei y luego subió, pero a la habitación que compartía con su esposa.
Cuando Sakura y Akio entraron a la habitación que ella eligió para el niño, comenzó a hablar la mujer.- ¿que ha sucedido?
-mi padre, no me ha dejado visitar a Usagi...-dijo sin moverse, Sakura podía encontrar el mismo carácter de Touya en él, tan serio pero su voz, sonaba enfadada.- le he pedido permiso todo el mes... y la respuesta es la misma: NO... ay tía... me atreví a salir de mi casa, a sabiendas de que mi padre lo sentiría más como una amenaza para él. Pero aun así, mi padre no me concedió el permiso. Yo solo quiero hablar con mi prima ¿que de raro tiene? Supongo que piensa que seré un estorbo como visita ¡la verdad no me imagino la razón de su negación!
-Akio, no debiste haber salido de casa, sabes bien que tu padre se enfadará-acarició el cabello del joven, y tocaron de nuevo la puerta, se apresuró a abrir y vieron a Wei con unas toallas- y mas con este clima.
-las ha mandado el joven Shaoran...-dijo- que tengan buenas noches...
Sakura en cuanto tuvo en su poder las toallas se apresuró a secar el cabello de él, y sacó del armario, ropa que tenía de él, no era la primera vez que se refugiaba en su casa, y ambos habían optado por tener algo de ropa en la casa de los Li, por si se ofrecía, había desde trajes elegantes hasta calcetines y sombreros, Usagi y Jung también tenían ropa en esa habitación, cuando organizaban pequeñas fiestas de noche con Xiang y Lei, también estaba la del pequeño Kenji, que también era invitado y recibido con alegría. Había siempre habitaciones de más.
-no debes hacer eso... –siguió regañando con dulzura característica de ella, cuando le ayudaba a cambiarse para vergüenza de él.- a tu padre le enfada mucho cuando haces eso... y ya no es la primera vez... sabes bien que, eres recibido en esta casa... pero siempre que decidas retar a tu padre, piénsalo dos veces... ¿de acuerdo? Debe de estar muy inquieto cuando note tu ausencia. Por lo menos tu madre...
-si...-sonrió cuando admiró a su tía abriendo la cama para que se acostara a dormir.- no es mi intención causarte problemas tía... ni tampoco enfadar a mi tío Shaoran... pero...
-él no se enfada, solo que se extraña-rió animadamente cuando le indicó que se acostara, así lo hizo y le cobijó.- a tus primos les alegrará verte por la mañana...
-a mi también-respondió cerrando los ojos, Sakura volvió a besar su frente, y salió de la habitación.- que pases buenas noches...
Caminó por el pasillo, y llegó hasta la habitación de sus niños, y los admiró dormir un momento, tan tranquilos y tiernos, Xiang cubierto hasta la cabeza, solo se notaba su cabello marrón y la fuerza con que sujetaba las cobijas. Y el pequeño Lei, tenía agarrado por un brazo a un oso café de peluche, con un gran moño rojo. El oso estaba casi por el piso, al igual que el niño, el cual estaba descubierto y podría asegurar la madre, que temblando de frío. Entró a la habitación de sus hijos, e hizo al niño hacia el centro de la cama individual, tuvo que extender sabanas y edredones fuera de su lugar, acomodó sus pies cubiertos por calcetines de lana, acomodó su ropa de dormir, también acomodó el osito en sus brazos, y el casi bebé se ciñó con fuerza a él. Cubrió de nuevo el pequeño cuerpo de Lei, y luego besó su frente, se acercó a Xiang, y con fuerza inusitada descubrió su cuerpo, el niño estaba acostado boca abajo, y su almohada la tenía clavada en la cara. Lo recostó boca arriba y volvió a cubrirlo, besó también su frente, y luego salió de la habitación.
Abrió la puerta de su habitación, mientras Shaoran ya estaba recostado con los ojos cerrados, bajo las cobijas, las lámparas, estaban encendidas, así que decidió dejar a oscuras la habitación, desilusionada por la interrupción de su momento con su esposo, se recostó en su lugar. Y cerró los ojos...-sabes que siempre te espero... jamás dormiría antes que tú, o sin ti...-Shaoran atrapó su cintura y la volteó hacia él, ella no pudo evitar sonreír.- ahora a descansar, no es bueno para el bebé el desvelo de la madre...-besó su frente y cerro los ojos aun aferrado a su figura.
-que descanses...-besó su mejilla y también cerró sus ojos- que duermas con los angelitos...
-con mis hijos y contigo...
OoOoOoOoOoO
La mansión de Touya Kinomoto estaba en un estado de conmoción algo preocupante. Akio Kinomoto no podía ser hallado en ninguna parte de la casa. Kaho estaba echa un manojo de nervios mientras ambos padres se encontraban en el estudio de Touya. El mayordomo ingresó declarándole.- Lo Siento. Ninguno de los vecinos han visto al joven.
Kaho se derrumbó en el sillón. Si Kaho sentía mortificación, Touya sentía que el corazón se le iba a salir: Akio amenazó con marcharse. Le dijo que se marcharía y Touya lo retó. ¡Porque se habían desafiado mutuamente! Pero jamás pensó que...
-¿Damos parte a las autoridades Touya? – escuchó que la voz de Kaho le trajo a la realidad. La mujer pudo leer la frustración en su mirada: una mirada que usualmente era rígida y algo tosca se encontraba frustrada y por otra ocasión (de muy pocas) sensibilizadas.- Tenemos que hacer algo.
Touya tosió para aclararse la voz (la tenía trabada por su mortificación)- él... yo, tengo la culpa... él quería ir a casa de Hiraguizawa hoy... yo me negué y él... debió marcharse...
-Akio no durmió en su cama- declaró Kaho. Touya asintió,- Lo que quiere decir...
-Anoche hubo tormenta...- Kaho asintió.- Debió llegar a alguna parte a refugiarse.- concluyendo.-Iré a donde Tomoyo: si era su objetivo llegar allí- tomando su abrigo y Kaho siguiéndole el paso.- Quédate aquí, en caso que regrese- ella iba a reclamar y él colocando sus manos en ambos hombros insistió.- uno de los dos tiene que quedarse. – ella, al final aceptó no muy convencida.
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En la casa Li, no fue poca la conmoción de los dos hijos del Coronel, cuando vieron en la mesa del desayuno a su primo Akio. Le abordaban con miles de preguntas y Shaoran tuvo que poner el orden ante tal interrogatorio olvidándose del desayuno que se enfriaba.
Sakura mientras, mandó a una de sus sirvientas a dar aviso a la casa Kinomoto. Cuando informó a su sobrino sobre su proceder este se escandalizó.- ¡AY NO TIA SAKURA. PAPA ME MATARÁ!
-Dudo mucho que Touya mate a su único hijo.- dijo Sakura con confianza y notando el rostro afligido del jovencito declaró.- Ánimos Akio. Puede ser que mi hermano se moleste un poco al notar tu ausencia, pero te aseguro que se alegrará en verte.
Akio asintió pero se notaba apenadísimo. Shaoran declaró agregando.- Aunque claro, te colocará un castigo por tu proceder.- observando a sus hijos agregó con el ceño fruncido y una voz perfectamente clara- Está mal que salgan de casa, sin darle parte a su madre o a mi. También escabullirse a escondidas- mirando a Akio agregó.- No importa que nobles sean las razones.- observando a Sakura agregó.- o cumpliendo promesas- ahí Sakura pensó en la vez que salió a escondidas de Tomoyo, su hermano y Katsumi a días de haber iniciado la guerra con Corben.- ¿Está claro?
Vio tres pequeños rostros asentir y agregó.- ¿Sakura? – Atrayendo su mirada.- ¿De acuerdo?
-¿Acaso tu...- preguntó ante las miradas inquisidoras de sus hijos y sobrino. ¿De que hablaban?
-Aoshi me mantuvo al tanto a los días de haber regresado. Igual tu hermano.- sorprendiéndole.- Si me hubiera imaginado...
-No pensemos que cosas malas ahora...- observando a sus hijos un instante- Su padre y yo tenemos algo que decirles...- sonriéndole a Shaoran.- Y ahora con Akio aquí, este es momento perfecto- Tres pares de ojos estaban sobre su rostro y Sakura declaró.- Verán: vamos a tener un bebé.- tres boquitas pequeñas se abrieron ampliamente. Akio abrió los ojos ampliamente.
-¿En serio mamá? ¿Otro bebé? -. Preguntó su hijo mayor sonriéndole nerviosamente.- ¿Y donde irá a dormir? ¿Cuándo llega?
-En unos cuantos meses... seis si calculo bien...
-¿En serio? – Preguntó Akio- ¿y cuando llamaron ustedes a la cigüeña?
Shaoran sonrió sutilmente.- Hace tres meses más o menos...- Respondió el Coronel Li.
-¿Cómo la llamaron? – preguntó el inocente Lei. Ambos padres se miraron.- ¿Le escribieron un telegrama, una carta?
-¿Telegrama? – Preguntó Xiang.- ¿Vive lejos la cigüeña? ¿Podría visitarle y decirle que, mande dos hermanos o más? – A Shaoran casi le da un infarto ante aquello.- Es decir, así tendríamos nuestro grupo completo y a Usagi le fascinaría. Tendría personas aparte de nosotros para dar órdenes...
-Usagi- declaró Akio y mirando a Shaoran declaró.- ¿podrías llevarme tío a la casa de Usagi? Tengo que hablar con ella.
-¿De donde vienen los bebés? – Preguntó Lei observando a su madre- ¿en serio la cigüeña si tu encargas te trae los bebes? – con rostro soñador e ingenuo.
-Ya tengo que irme- se dijo Shaoran en voz alta tratando de escapar de aquella tormenta de reacciones. Sakura abrió los ojos sorprendida y bastante nerviosa trató de aferrarlo y él declaró.- Tu sabrás que decirles...
-¡Shaoran! No me dejarás sola con tantas preguntas- declaró ella no evitando sonreír ante el apuro que ambos se habían metido.- Al menos, responde dos...
Shaoran sonrió y se despidió ante una sonrisa de su esposa. Declaró ocurriéndosele algo.- Lei ¿por qué no vienes conmigo a la oficina?- El niño asintió emocionadísimo y corrió a despedirse de su madre. Mirando a Sakura dijo.- Así te quedas con Xiang y Akio hasta que venga su padre por él...
-Mi papá me va a matar- suspiró Akio con una gota en su cabeza.- y a final de cuentas no podré ir con Usagi.
-Lo voy a matar- declaró Touya delante de Eriol y Tomoyo. Ambos lo miraban con la misma preocupación que Touya reflejaba.
-¿En serio está desde anoche fuera de casa? – preguntó la mujer de ojos azules igual de inquieta que él. - ¿y venía aquí?
-¡Con eso me salió anoche! No lo quise escuchar o prestarle mucha importancia ¡Es un niño!
-ese niño es igual a usted Kinomoto.- declaró Eriol observándole. Touya frunció su rostro y agregó.- Por supuesto que iba a salir a la primera oportunidad.
-Grrrr. Espero que esté bien. Y cuando me cerciore que está bien, no saldrá de la casa hasta que cumpla treinta. Mira que hacerle esto a su madre...
-Y a ti también Touya.- declaró Tomoyo como una hermana.- Se nota que estás preocupado. Pero ¿qué venía a hacer aquí?
-Quería hablar con Usagi.- declaró. Ambos esposos se observaron y él agregó.- Tiene tendencias a proteger a su familia y como los considera a ustedes y a Kenji Hiraguizawa como sus primos, bueno, imagínense.
-Piensa darle el mismo trato que alguna vez tuviste con Sakura- declaró Tomoyo no evitando sonreír pese las circunstancias.- la sobreprotegías mucho. Incluso cuando llegó a comprometerse con el Coronel.
Touya nervioso asintió y poniéndose de pie declaró.- será mejor que lo siga buscando...
-Será mejor que regrese a casa – declaró Eriol – iré a la oficina: si para el medio día no se nada de su hijo avisaré a unos cuantos de mis mejores hombres: despreocúpese. Akio es listo: jamás le pasará nada.
-No deja de ser un niño.- replicó Touya. – Un testarudo niño.
Touya a los pocos minutos se despidió de él. Tomoyo observando a Eriol no pudo dejar de ver una pizca de diversión.- Pudo ser nuestro hijo quien se extraviara. Piénsalo de ese modo.
-No lo creo. Jung será lo que sea, pero no tiene el temperamento de Touya Kinomoto. – Rió viéndole irse.- Me voy también. Si llega aquí mándame a avisar e igual a él. Dudo mucho que salga a la hacienda con su hijo perdido. –besándole tiernamente.
Touya llegó a su casa, vuelto un manojo de nervios a pesar que, trataba de parecer compuesto. Pero todo aquel que conocía al sujeto, sabía que algo, le pasaba. Al ingresar recibió la mirada de una de las sirvientas y luego de Fujitaka quien estaba allí observándole con preocupación.- ¿Qué pasa? – Preguntó inmediatamente- ¿acaso...?
-Apareció.- declaró Fujitaka. Kaho salió a casa de tu hermana.
-¿Estaba en casa de Sakura?
-Parece que, después que salió sintió miedo de ir más allá. Como Sakura está mas cerca que Hiraguizawa, terminó llegando allá.
-¿por qué demonios no se devolvió y regresó aquí?
-Tal vez temiendo lo que estoy escuchando y viendo ahora.- -observando el rostro molesto y escuchando la voz enojada de su hijo. – Estás alterado.
-¿Alterado? ¡Intenta furioso! ¿Qué acaso no pensó las cosas? ¿Sabe acaso en la inquietud que colocó a su madre? Egoísta. Fue muy egoísta.
-Recuerda que tú, cuando tu madre tenía dos días de haber muerto, actuaste igual- le sorprendió su padre. Le hablaba en un tono de voz que nunca usaba Fujitaka- te encontraron a los dos días en la tumba de tu madre, en el cementerio. – Touya comenzaba a recordar- Aun no estabas listo de decirle adiós. Pero ella se fue Touya. Kaho me contó lo que tú y tu hijo hablaron: era la misma cosa. Solo que esta vez, fue preocupación por la pequeña Usagi.
Touya asintió aceptando que si eran tan parecidos, que hasta eso había heredado su hijo. Volvió a salir pero esta vez a casa de Sakura. Fujitaka salió con él.
Al llegar a casa de Sakura, esta recibió a su padre y a su hermano y ni siquiera preguntó que hacían allí. Se imaginaba que era por Akio.
.- ¿Dónde está Sakura?
.-En la habitación de Xiang jugando... Touya.- deteniéndole antes de que cruzara por su lado...- Trátalo con gentileza.
.- ¿Gentileza? ¡Sakura: se escapó de la casa! – declaró escandalizado. .- ¿harías tu lo mismo con uno de los tuyos si hicieran lo mismo?
.-Escucharía sus razones, primero antes de mandarlo a su habitación.- le dijo con sabiduría...- me contó que trató de explicarte anoche... y tu lo ignoraste mandándolo a su habitación.
.- ¡No lo ignoré! Se puso de grosero y yo...
.-Recuerdo cuando tu te portabas testarudo cuando una idea se te colocaba en la cabeza hermano... tiene el mismo temperamento de su padre.- sonriendo con paciencia...- y por supuesto actuaba de la misma manera...
.-Tienes que entender Touya, que Akio debe de estar verdaderamente asustado...- declaró Fujitaka. Sakura asintió...- conoce como te portas de manera rígida y estricta. Lo que tienes que hacer para que esto no se vuelva a repetir, es hablar con calma. Entiéndelo por un instante: no tiene la culpa de tener tu temperamento.
Touya no asintió pero comprendía lo dicho por su padre. Él pensó que se moriría cuando descubrieron que no estaba en su cama.
.-Escúchalo y después que él te escuche a ti, Touya.
Touya decidió hacerle caso a su hermana. Asintió en silencio y tomando una decisión se dirigió a la habitación de Xiang Li. Tocó la puerta y escuchó un tímido Adelante cuando abrió la puerta, las miradas de los jovencitos se posaron en el rostro de Touya Kinomoto.
Ahí leyó el temor en el rostro de su hijo.
Su sobrino le miró también con cierto temor y observaba el rostro de su primo. –Xiang ¿podrías dejarnos a solas por favor? – Declaró con voz rígida.- tengo que hablar con Akio.
Xiang asintió y se marchó de la habitación cerrando la puerta detrás de él. Touya permaneció de pie y Akio aun continuaba sentado en la mesilla donde ambos jóvenes jugaban momentos antes con unos soldaditos de madera.
.- ¿Estás bien? – preguntó Touya con voz calmada.
Akio asintió pero no quería mirar a su padre a los ojos. De pronto sintió como los brazos de su padre sorpresivamente le rodeaban y le abrazaba con efusividad. En su oído y con voz afectada declaró...- ¿Sabes cuanto nos preocupamos tu madre y yo...? Si te hubiera pasado algo... ¡ni quiero imaginármelo!
.-Perdón papá...- declaró el muchacho acongojado- Es que traté de decírtelo y yo...
.-Ya. Está bien hijo- declaró separándose de él.- Pero no tienes que salirte de la casa como lo hiciste... aunque parte tengo la culpa yo, por no escucharte pero... ¡a veces me sacas de quicio Akio!
El muchacho asintió encogiéndose de hombros. Touya suspiró aliviado al tener a su hijo en sus brazos, sano y salvo.
.-Será mejor que vayamos a casa... ahí tu madre hablará contigo y después iremos a casa de Hiraguizawa para que hables con tu prima...- declaró calmadamente.- ¿De acuerdo?
Él asintió con más ánimos.
Abajo Xiang asomaba su cabeza cada dos minutos por el rellano de las escaleras mientras Fujitaka y Sakura esperaban en la sala. Fujitaka se enteraba en ese momento de que su hija estaba esperando otra vez. Después de escuchar a Sakura y sus aventuras en la mañana para explicar las dudas de su hijo y sobrino su padre declaró.- Tu madre hubiera sido tan feliz en saber que, tendría la casa llena de nietos.
.-También pienso en ello. ¿Sabes? Lo he pensado y si Shaoran está de acuerdo, quisiéramos que, si es niña ponerle el nombre de mamá. – viéndole sonreír.- ¿A ella le hubiera gustado?
.-Hija: para ella hubiera sido un honor.- escuchando su nieto volver a donde ellos con la cara aturdida.- ¿qué pasa Xiang?
.- ¿Creen que el tío Touya mate a Akio? – preguntó con verdadera preocupación. .- ¿Aunque sea su único hijo? Es decir si quisiera otro, mandaría telegrama a la cigüeña.
Sakura tenía una gota en su cabeza cuando su padre le observó ante tal comentario de su hijo y dijo.- No preguntes por favor... – en ese momento se escucharon los pasos que descendían de arriba. Tres pares de ojos se posaron en la figura de Touya y su hijo.
.- ¿Todo bien?- preguntó Fujitaka.
Touya asintió observándoles y declaró.- Si, todo bien. Está castigado por un largo, largo, largooooo tiempo. Que se cumplirá a partir de esta noche.
A media mañana la visita de Katsumi Hiraguizawa levantó los ánimos de Sakura, mas aun con el anuncio de que, harían una fiesta con todos los amigos, familiares y allegados en la mansión de Aoshi. Venía en compañía de Kenji quien se dirigió a jugar con Xiang quien le contaba todo lo acaecido desde la noche anterior y la presencia de su primo hasta el medio día. Kenji boquiabierto escuchaba con paciencia su narración.
-Entonces ¿qué dijo el señor Li?
-Está feliz- declaró Sakura. – Está muy contento con la llegada de un nuevo bebé. Ya extrañábamos sonidos de bebés en la casa.
-Me alegro mucho- declaró.- Aoshi cuando se enteró comparte mi alegría y les deseamos a ambos y al nuevo bebé, mucha dicha.
-Gracias Katsumi... – sonrió la esposa del Coronel. – Tomoyo me comentó que siempre se irán a la hacienda este año también.
-Hay mucho trabajo. Estaremos ausentes espacio de tres o cuatro meses... hasta la cosecha... y esta vez, Kenji vendrá con nosotros. Aunque se aburre un poco, la ventaja estará que, Aoshi prometió un caballo para él y eso lo tiene entusiasmado y a mí con los nervios acelerados.- ocasionando la risa de Sakura.
-Parece que Tomoyo tiene razón Katsumi... deberías tener otro bebé y así dejarás de preocuparte tanto por Kenji.
Sonrojándose declaró.- Tal vez tenga razón... y...- dudando un instante- es demasiado pronto para decir... pero, creo que la señora Tomoyo es adivina... no me atreví a decirles nada, y yo, tengo que hablar con ustedes...
-¿Adivina?
-Es que... tengo cita con el doctor la próxima semana... no me he sentido muy bien últimamente y...
-¡Oh Katsumi! No me digas que...- sorprendiéndose y sonriendo sutilmente- ¿Tu también?
-¡No se entusiasme señora Sakura! Aun no lo sé con seguridad... son solo sospechas que tengo...
-¿Desde cuando?
-Hoy se cumplen treinta días- aseguró con firmeza. –No quise decir nada cuando me encontré con usted y la señora Tomoyo, para no estropear el momento. Pero... por favor, no comente nada con nadie... quiero estar segura una vez vaya al doctor.
-¡No hubieras estropeado nada! – Le aseguró.- A Tomoyo le hubiera dado alegría... ¿y Aoshi, que dice él?
-No le he dicho nada- le reveló.- Aoshi está muy ocupado últimamente con lo de las cosechas y los cobros que tiene que hacer y la adquisición de semillas, por eso no se ha dado cuenta que, no estoy comiendo como se debe y despierto con terribles nauseas. Pero, quiero asegurarme antes de irme a la hacienda. – Poniéndose de pie.-Ya tengo que irme... ¡Kenji!
-¡Ya voy mamá!
-¿En serio tienes que irte?
-Solo vine a entregarle la invitación... ahora tengo que ir donde la señora Tomoyo y después a donde su hermano... – declarándole.- y después, al sastre para recoger unos trajes de Kenji.- el pequeño Hiraguizawa se aproximaba en ese instante.
-Deberías tomarlo con calma... te agotarás muy rápido... y tu condición...
-Señora Sakura- declaró Katsumi con advertencia por la presencia se Kenji- No se preocupe. Estoy bien. Puedo con todo...
Kenji le extrañó aquello. ¿Qué su madre tenía una condición? ¿Qué condición era esa?
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
-Las invitaciones están repartidas- aseguró Sakura a su esposo mientras compartían la mesa con sus hijos.- Será en tres días... una cosa pequeña con los mas allegados a la familia.
-Aoshi y Katsumi siempre son unos anfitriones excelentes- aseguró Shaoran.- Seguro que será magnifico. Y nunca con Katsumi las cosas son pequeñas. El cumpleaños de Kenji fue todo un evento.
-Si, recuerdo. Pero, considerando que se marchan a la hacienda muy pronto. Y esta vez pretenden llevarse a Kenji con ellos,
-Siempre lo dejaban con Tomoyo y el General ¿no?
-Si, pero este año pretenden llevárselo. Creo que quieren pasar tiempo como familia... mas seguido. –Sakura se imaginaba que anunciaría su estado (si era cierto) antes de marcharse o allá en la hacienda- Además venían siempre los fines de semana a pasar tiempo con su hijo. Y Katsumi se quedaba con Kenji cuando Aoshi estaba solo en la hacienda y luego ella volvía.
-Katsumi siempre fue muy sobre protectora con Kenji. Siempre lo ha protegido de más y han sido pocas las ocasiones ha pasado lejos de su hijo. Es muy preparada con las cuentas y las matemáticas y por eso ayuda a Aoshi con los manejos administrativos de la hacienda.
Ya en su habitación Sakura en brazos de su esposo este le reveló en su oído.- ¿Te he dicho esta noche lo feliz que soy? ¿Con nuestro "embrollo familiar"?
Sakura sonrió sobre el cuerpo tibio del hombre de su vida y bajo la tenue luz de las velas.- No esta noche...
-¿Necesitas escucharlo?
-Lo que necesito siempre lo he tenido: sentir que soy la única mujer en la vida que es tan feliz por tener la vida perfecta que has recreado para mí. Que siempre estaremos unidos con nuestros hijos... y donde tú vayas yo iré... siempre...
Shaoran besó sus labios, lenta y pausadamente haciéndole sentir aquello que ella anhelaba y siempre sentía en sus brazos.- La verdadera felicidad.
Para toda su familia.
-------- fin.
Terminado el 12 de Julio del 2005. 10:14p.m.
