Holaaaa! Ya se me está haciendo costumbre decir que espero que se acuerden de mis fic, pero para retribuir la laaaaaarga espera, les traigo un capt de larga duración, o eso creo porque son cinco páginas de word. Okai, los dejo tranquilos, lean!

¡se escapan! –ni muerta lo perdería de vista ahora- ¡entraron a la casa!

¡espérenme! pi –Piximon paró de golpear y le mandó una mirada asesina a su víctima- esto es la guerra... –dijo en un murmullo oíble sólo para Hida quien le respondió:

y por supuesto nosotros la ganaremos –y comenzaron a salir chispitas de los ojos hasta que rayos mantenían sus miradas.


–¡jefe¡jefe! –llegan corriendo TY, DM y sus respectivos digimon.

–¡y ahora qué hicieron? –interroga malhumorado

–¡la policía¡la policía está afuera! –informa Tai

–¡debemos huir! –dice Davies fuera de sí

–cállenlo... ¡todos a sus posiciones de ataque! –ordenó Kido

–¡sir, yes sir! –responde Yagami llevándose una mano a la frente haciendo un gesto militar.

–debo invertir más dinero cuando contrate a mis hombres... –se lamentó Joe.

Todos los presentes se marchan a distintos puntos de la casa a esconderse para luego atacar ocultos. Ya estaba anocheciendo por lo que la casona se encontraba semi-oscura.


Mientras en el último piso de allí, los secuestrados, quienes al fin estaban sin supervisión, ya estaban desatándose las cuerdas con unos hierros oxidados que encontraron tirados.

–¡si! libertad! –se alegró Tentomon, pero fue interrumpido por un ruido casi estruendoso.

–lo siento n.n U tengo mucha hambre –se disculpó Koushiro

–mejor calla tu estómago que nos pueden descubrir... –comentó Yamato

–es cierto, mejor huyamos. Al parecer no hay nadie –acotó Kari

–si, no se oyen ruidos –le apoyó Gatomon

–bueno... vamos –decidió Matt firmemente.


–sígueme –hablaba en voz baja mirando a la cámara– nos encontramos entrando a la guarida del "enemigo"

–¿qué clase de "villano" deja la puerta abierta? –comenta Ken mientras sostiene la filmadora.

Como respuesta: las risas de Biyomon.

–¡shhh! –le callan ambos humanos a la vez

–lo siento n.n

De pronto, sorpresivamente salta sobre ellos un muchacho con cuchillo en mano a atacarlos.

–¡cuidado! –grita Sora a Ken

Ichijouji haciendo uso de sus excelentes reflejos encara al acechante y lo agarra de la muñeca portadora del arma. Tai aprovecha para patearlo en el estómago y botarlo, tomando el control de su mano nuevamente.

Ken se retorcía en el piso y se llevaba las manos a su adolorido abdomen. Apenas podía ver, aún así hizo el intento de pararse, pero fue devuelto al suelo con un puñetazo.

En eso se ve bajando por las escaleras otro muchacho de pelo café más corto. Venía en dirección a la pelirroja.

–¡Sora corre! –le grita la pequeña ave rosa.

–¡pero y Ken! –pero es empujada antes que el chico Motomiya cayera sobre ella. Entonces comenzó a correr.

Ahora Ken podía ver algo mejor y vio cómo la punta del cuchillo se dirigía directo a su tórax. No tenía fuerzas para moverse... creía que le darían... estaba perdido... cuando de repente...

–¿qué es esa luz! –grita Yagami. Había parado su ataque pues se había cegado. La luz al fin cesó de brillar y lo que quedó en su lugar atacó:

–¡no dejaré que lastimes a Ken! –gritó el pequeño gusano verde saltando sobre el brazo de Tai y mordiéndolo.

–¡ah¡pequeña bestia¡te mataré! –se desesperaba TY

En todo ese entretiempo, el chico de pelo azul había recuperado sus fuerzas y estaba en pie. Muy confundido, pero en pie.

Mientras la criatura forcejeaba con Tai, éste dejó caer al cuchillo y de nuevo sorpresivamente llegó Piximon, quien había visto toda la escena y estaba esperando el mejor momento para entrar en acción.

–¡ah! –se fue con todo contra TY para pegarle una y otra vez con su vara– ¡toma!

–¡si! por intentar matar a mi Ken –le siguió el pequeño insecto. Esas palabras despertaron algo dentro de Piximon: "¿su Ken?" pensaba ésta entre los golpes.

Al mismo tiempo, el camarógrafo toma el cuchillo y apunta al bulto de seres batallando.

–¡alto! –intenta en vano pararlos

–¡esto es por Mi Ken! –se oye la voz de Piximon.

–ay no u.u eso no es bueno... –se lamenta el chico. Entonces decide a irse contra el montón combatiente.


Sora se encontraba ya en el segundo piso buscando un lugar dónde esconderse. Entró a una habitación y se ocultó tras la puerta con una lámpara en las manos para darle a su persecutor cuando entrara.

Se abrió la puerta y entró Davies. Éste miró muy extrañado a la pelirroja con las manos en alto y segundos después descargaba con fuerza la lámpara sobre su cabeza.

–auch... –se quejó Motomiya sobándose la nuca. Takenouchi lo miraba alarmada:

–¿cómo no te hizo nada¡deberías estar en el piso! –le decía ella

–si... con ese golpe debería estar en coma por dos semanas... pero como decía mi madre: soy un cabeza dura –terminó con una sonrisa.

–oh oh –la chica se fue separando lentamente. No podía huir pues en la puerta estaba el secuestrador. En eso se oye:

–¡espiral mágico! –y una luz verde ataca al chico, botándolo. Sora aprovecha y pasa corriendo sin importarle si lo pisa o no.

–Biyomon... ¿dónde aprendiste eso? –le pregunta confundida mientras corre.

–em... no lo sé, sólo se me ocurrió hacerlo y ya –le responde igualmente el ave rosa.

Cuando ya llegaban a las escaleras recordó la silueta que vio en el último piso. Algo le decía que allí podría estar el grupo.

–subamos hasta arriba... –le dijo a su rosada compañera.


–muy bien chicos ¡entremos! –dice enérgicamente Iori

los 3 policías hacen un rodeo por la casa hasta que se encuentran una ventana lo suficientemente oculta.

–yo entraré primero –comenta T.K decidido. Al chico se le notaba que quería entrar en esa casa a como de lugar.

–ya... pero no te alteres Takeru –le calma Miyako.

–¡que no entiendes que mi novia está ahí dentro? –confiesa el rubio policía.

–pues sí lo entiendo –le respondió pensando que se refería a la pelirroja, y luego fantaseó con su camarógrafo de ensueño.

–Yolei entra... –oyó que la llamaban los hombres desde adentro pues ya habían ingresado por la ventana.

–sí, voy

una vez adentro, con el mayor sigilo posible y las armas listas ante cualquier altercado, se desplazaron inspeccionando cada rincón de la casona.

Caminaron por un largo pasillo en dirección a la entrada principal. Se detuvieron bruscamente al oír ruidos de forcejeos y decidieron entrar en acción.

Con ayuda de las criaturas, Ken logró reducir a su atacante y lo tenía firmemente sujeto con los brazos hacia atrás, cosa que por más que TY intentara safarse no podía.

–¡para que aprendas la lección! Nadie se mete con nuestro Ken– decían triunfalmente los pequeños digimon, quienes entre un forcejeo y otro terminaron simpatizando ante la potente dupla que hacían.

–¡ALTO AHÍ! –tres figuras humanas hicieron una repentina aparición al mejor estilo "Ángeles de Charlie" y apuntaron con sus armas bien dispuestas– ¡arriba las manos!

–pero... ya lo tengo... –intentó decir Ken

–¡arriba las manos! –insistió Iori alterado

–como quiera –respondió desafiante el camarógrafo accediendo a la petición.

El retenido hizo lo mismo al no tener alternativa frente a los tres revólveres que lo apuntaban.

–buenos chicos, ahora controlen a sus bichos –continuó el Teniente apuntando a Wormmon y Piximon.

Ken obedeció y se agachó para tomarlos a ambos en brazos, dándole tiempo para ver que el cuchillo con el que anteriormente forcejeaban estaba tirado a pocos centímetros de él. Comenzó a idear un plan para tomarlo y salir de ese psiquiátrico lo más pronto posible, pero segundos antes de levantarse sintió 2 disparos sobre su cabeza, y segundos después su, anteriormente víctima de pelos parados, estaba en el suelo a su lado.

Vio cómo Tai se arrastraba hasta el arma blanca. Entre tanto se escuchaba un tercer disparo al aire. Luego de todo eso estaba siendo apuntado nuevamente con el cuchillo.

Se hizo el silencio en la sala.

De donde se encontraba Ken, no podía ver a los policías, no sabía si había algún herido, pero sí notó que Piximon estaba desmayada del susto.

Escuchó que una voz ronca preguntaba: "¿estás bien Tai?"

–sí, por acá todo bajo control.


–¡Davies¡Davies! –llamaba V-mon a su dueño, mientras subía por las escaleras al segundo piso. Unos gruñidos le respondieron vagamente.

–¡Davies! –encontró al susodicho tirado en la entrada de una habitación– ¿estás bien? –le consultó luego de saltar de alegría sobre él.

–tú qué crees... ¿dónde te metiste¡te necesité aquí!

–vaya ¡debiste habernos visto con Agumon! –continuaba el digimon sin perder su entusiasmo– estaban los policías y tenían a TY y nosotros ¡PUM! por atrás y luego ¡Bang Bang! las pistolas y ¡PAW CRASH SMASH!

–¡V-mon!

–¿qué? –preguntó inocentemente.

–me cuentas después, sígueme.


–estoy segura que estaban en este piso –repetía una vez más la pelirroja periodista.

La pequeña ave a su lado escudriñaba cada rincón a su alrededor.

–y bien –insistía el cantante– ¿alguna idea de cómo abrirla? –consultaba nuevamente refiriéndose a la puerta trampa.

–pues...

–eh...

–...

Fueron parte de las respuestas que recibió.

–bueno –se encogió de hombros– como dicen por ahí: "por la razón o la fuerza". – Y dirigió con toda su fuerza una patada al suelo-puerta, pasando de largo al piso inferior. Entre una nube de polvo se escucharon unos gemidos.

–si claro, muy silencioso –acotó alguien.

–nunca nos notarán –apoyó Gatomon

Una vez despejada la nube unas toses convulsivas rebelaron la presencia de alguien más ajeno a los secuestrados.

Yamato se percató rápidamente y se apresuró a tomar un trozo puntiagudo de la ex puerta-trampa. Con agilidad tomó a la secuestradora y le puso la afilada madera en el cuello.

–espera –se inquietó– yo no les voy a hacer nada n.n U

–seguro –dijo Tentomon aterrizando en el suelo– ¿entonces qué haces aquí?

–venía a salvarlos –contestaba Sora sin poder ver a su victimario.

–¿esperas que creamos eso? –interrumpió el otro digimon.

–em... ¿si? –intentó en vano la pelirroja.

–vaya, vaya... ¿qué hacen las ratas fuera de su jaula?

Todos dirigieron sus miradas a una segunda extraña a espaldas de Matt y Sora.

El rubio reaccionó– ¡si no nos dejas salir la mato!

–¿QUÉ! O.O –Takenouchi entró en shock, pero luego de ver mejor la situación entendió todo– pero si yo no soy una de ellos ToT

–no te alteres querida, esa táctica no funciona, encontraré la forma de negociarte –la quedó mirando para luego proseguir– en la casa hay policías

–¿ves¡no tienes por dónde ganar!

–muertos –dijo secamente la pelirrosada secretaria.

Cosecha: muahahaha tengo el guión mágico que no me lo censura

Soy feliz feliz feliz, jos. –alma inocente–

Bueno, los estaré leyendo en los grandiosos reviews que ojalas me dejen, y estaré publicando entre la tercera y última semana de septiembre, que estaré de vacaciones

Ohhhhh si n.n

Es cierto, piximon debe tener algun parentesco con jun, no lo había pensado cuando empecé con el fic, pero así salió... o sí lo pensé? Ya no me acuerdo, llevo más de un año metida en esta cosa... la amnesia, el alzahimer viene a mi mente! Nooooo!

La edad comienza a afectarme... je

Adeus!

Y Gracias por leer!