N/A: espero que les guste la idea, pensé esto, porque me resultó raro que Hiei no tuviera más familia que su hermana, así que le creé una prima.

Disclaimer: Bueno, creo que ya lo saben, Yu Yu Hakusho no me pertenece, y ninguno de sus personajes tampoco. Sólo Kagura es un personaje inédito, por lo tanto es mío.

Bueno, y aquí va:

Querida Prima: Capítulo 1: Un increíble descubrimiento

Hiei gruñó con furia.

Esta vez su enemigo parecía invencible.

-¿Realmente creen que podrán derrotarme?-

Yusuke sonrió, el detective confiaba en si mismo, se miraba tres veces por día al espejo, parecía disfrutar de su extraño peinado, y si había alguna ocasión en la que pudiera resaltar su capacidad en el combate, esta era una de esas.

-Bueno, yo creo que si...-

Dijo sonriendo ligeramente como un niño cuando está a punto de realizar una travesura, miró de reojo a su mejor amigo, Kazuma Kuwabara.

Hiei lo detestaba, esa mirada perdida, nunca parecía pensar nada. Kuwabara era como un anzuelo para sus burlas y en cierto sentido y aunque no lo admita, le agradaba en cierta manera, y en cuanto a que era el pretendiente de su hermana, no podía esperarse otra cosa. Si hubiera sido Yusuke entonces es a Yusuke a quien odiaría.

-¿Tú que crees Kurama?-

Luego estaba Kurama, ese zorro, era la única persona en la que confiaba realmente, aunque tenía esa desagradable impresión de que todavía quedaba algo de youko en él. Detestaba cuando Kurama tenía razón en una discusión, pero se alegraba de que la tuviera, en cierto sentido, era muy bueno que su inteligencia y astucia no le fallaran, ya que era un miembro importante en el Urameshi Team.

Hiei siempre le había extrañado de que por sobre todas las cosas, Yusuke se enorgullecía más por el Urameshi Team que por cualquier otra cosa.

-Creo que deberíamos separarnos y atacarlo desde diferentes ángulos, eso nos daría una posibilidad de encontrar su punto débil.-

Kuwabara puso una expresión confundida.

-Ehh...la verdad no he comprendido.-

-¬¬U, no importa Kuwabara, vamos.- y sin más pérdida Yusuke y Kuwabara atacaron al youkai por la retaguardia, mientras que Hiei y Kurama y atacaban de ambos costados y de frente, y por mucho que intentaban el enemigo siempre conseguía esquivar todos los golpes.

-¿Eso es todo?-

Yusuke apretó los puños, ¿cómo era qué siempre conseguía escapar?.

-¡Rápido!- advirtió Kurama- ¡Se está escapando!.-

Hiei sonrió, a cada batalla sus poderes mejoraban notablemente, cada vez era más fuerte, lo menos que quería, era ser vencido en ese momento.

Se precipitó hacia el bosque más rápido que los demás, notó que su velocidad también había mejorado mucho, y según pensó, lo suficiente para derrotar al youkai.

Pronto se encontró en un claro, no había nadie, pero aún podía sentir el ki del enemigo.

Se escondía, era demasiado cobarde, no valía nada, no merecía malgastar su tiempo con él.

-¡No eres nada más que un maldito cobarde! ¡muéstrate! ¿o acaso tienes miedo de perder?-

Se escuchó una risa maligna que hizo que Hiei se estremeciera, ya no estaba tan seguro de que el youkai tuviera la intención de escapar de sus ataques.

Kurama y los demás aún tenían mucho camino que recorrer para llegar al claro hasta donde Hiei había seguido al demonio.

Yusuke refunfuñó.

-¿Es qué nunca puede esperarnos?-

-Es verdad, el enano ese se cree mejor que yo....-

Kuwabara dijo con aire de superioridad, era obvio que él podía con muchos más que ese tonto youkai.

¿O quizás no?

-Y no será porque lo es...-

Yusuke y Kurama apenas podían aguantar la risa.

-Claro que no, porque Hiei también cree que es mejor que tú...-

-¡¡¿A sí?!! ¡¡¿Y quién te lo dijo?!! ¡¡¿Hiei en persona?!!-

-Gr...ya verás Urameshi..-

Kurama sonrió al escucharlos, le hacía mucha gracia verlos discutir de esa manera, aún parecían dos niños jugando un juego que ninguno de los dos parecía haber ganado aún.

Se detuvieron en el claro donde Hiei ya estaba peleando no con uno, si no con 10 youkais idénticos al anterior.

-¡No se queden ahí parados!-

Vaya que comentario más acertado.

Yusuke y Kuwabara sonrieron con entusiasmo, se sentían capaces de todo, y junto con Kurama comenzaron a atacarlos a diestra y siniestra.(N/A: expresión que no uso mucho pero no se me ocurrió nada más nnU)

-Esperen, creo que para hacerles más fácil y justo el encuentro deberíamos ser cuatro, ¿no es así?-

Kurama centró la mirada en el youkai del medio, parecía ser el verdadero y no uno de sus tantos yo, creados por él.

-De acuerdo.-

-Hn.-

Hiei gruñó con molestia, aquel youkai no sólo parecía estar jugando con ellos, si no que se burlaba.

Hiei atacó con su katana al de la izquierda, Kurama con su rose-wip al de la derecha y Yusuke y Kuwabara a los dos restantes del medio.

Yusuke luchaba con quien parecía ser el lider, según las instrucciones de Kurama, debía tener mucho cuidado, esta era una misión muy peligrosa y Koenma no quería que le devolvieran en partes, literalmente.

Hiei no podía ver a los demás luchando, sólo él y el clon del youkai que tenía enfrente.

Su mirada estaba vacía y Hiei se daba perfecta cuenta de que no eran parte del youkai contra quien realmente peleaban ellos, eran simplemente títeres bajo su poder que servían para entretenerlos mientras el verdadero enemigo se enfrentaba con Urameshi, que había sido tan tonto como para confiarse y dejar que el enemigo tomase la ventaja.

Kurama también se había dado cuenta, y por alguna razón, a aquellos malditos títeres manejados por el youkai al que tenían que derrotar no les afectaban ningún golpe, nada.

De repente notaron que el youkai volvió a ser uno, pero, ¿dónde estaba Yusuke?.

-¡¿Dónde está Urameshi?!- preguntó Kuwabara con aquella expresión desconcertada en el rostro, obviamente no parecía entender nada de nada.

-Oh, no se preocupen por su amigo, pronto estará junto a ustedes, ¿Quién será el próximo a quién debo vencer?-

-Yo ...- Kuwabara se adelantó con nerviosidad. Temía que el youkai le venciese, pero debía saber que es lo que le ocurría a Urameshi así que el youkai asintió y volvió a dividirse, pero esta vez en tres.

Tres youkais idénticos, que aunque no constituían una amenaza, ya que no parecían tener intenciones de atacarlos, los desviaban de su objetivo, que en realidad era, acabar con el enemigo.

Eran una arma para distraerlos, nada más, Hiei sabía que Kuwabara no duraría, así que intentó desembarazarse de su oponente, pero no podía.

En cualquier lugar a donde intentaba escapar para zafarse de tener que luchar contra aquellas marionetas, se las encontraba impidiéndole el paso.

Kurama se encontró con iguales dificultades y al desistir de la posibilidad de tratar de ayudar a Kuwabara, trató de partir a su oponente con su rose-wip, pero le resultó inútil, ya que siempre volvía a unirse en su forma original.

Así que intentó partirlo de nuevo y aprovechar los pocos instantes que le tomaban regenerarse para escapar, pero esta vez, el clon de su enemigo esquivó el ataque.

Luego de aquello se encontraron en que sólo estaba el youkai contra quien deberían estar luchando todo el tiempo.

Y con que Kuwabara había desaparecido sin dejar rastro.

Hiei frunció el ceño, esta era una de esas misiones en donde uno se sentía terriblemente impotente.

Volvió a apretar los puños alrededor de su katana con verdadera furia.

-¿Y bien?¿Quién será el próximo en ser derrotado?-

Hiei se adelantó unos pasos.

Pero Kurama lo detuvo, por la expresión de su rostro, Hiei supo que Kurama temía lo peor.

¿El fin del Urameshi team?

El youkai les dirigió una sonrisa siniestra.

-De acuerdo, serás el próximo en ser derrotado.-

¿Cómo era que las marionetas no podían ser destruidas?

¿Cómo era que uno por uno los miembros del equipo desaparecían sin dejar rastro?

Hiei hacía intentos desesperados por zafarse de el clon del youkai enemigo.

No podía, estuvo a punto de utilizar su Kokuryuja (N/A: se supone que se escribe así??), pero luego pensó que debía guardarlo para cuando llegara el momento de luchar contra el enemigo, porque sabía que ese momento llegaría.

Y llegó.

El títere manejado por el malvado youkai se había desvanecido, y Kurama había desaparecido.

-¿Así qué tú eres el último que queda? Presiento que me darás una buena batalla.-

Hiei sonrió, no se sentía muy seguro de lo que pudiera vencerlo, pero debía tratar.

Al igual que sus malditos títeres, el youkai podía esquivar perfectamente todos sus golpes, y no había tratado de hacer el más mínimo esfuerzo por atacarlo.

Hiei temía que el youkai estuviese tramando algo.

Así que en un intento desesperado utilizó su Kokuryuja, eso de seguro lo aniquilaría.

Pero no lo hizo, el youkai seguí intacto, como si no hubiera pasado nada, y Hiei estaba agotado.

No podría vencer, no esta vez.

-¿Quieres saber porqué todos tus amigos no están?-

Sacó una piedra de color violeta, que brillaba con una extraña luz, que parecía provenir de la piedra y no de algún reflejo del Sol o nada parecido.

-Aquí es donde están sus amigos, y también todos sus poderes, ahora me pertenecen, y tú muy pronto estarás con ellos haciéndoles compañía.-

Hiei no podía incorporarse, estaba demasiado exhausto, y el youkai se acercó hasta donde él se encontraba, con la piedra en una de sus manos, que comenzó a brillar más intensamente, y entonces...

El youkai estaba ardiendo en un fuego azul, y tenía una daga clavada en el corazón.

Hiei sabía que el no había sido esta vez.

La piedra de color violeta cayó y se rompió en mil pedazos, dejando libres a Kurama, Kuwabara y Yusuke que cayeron inconscientes sobre el pasto.

Hiei se incorporó para ver a su salvador.

No era quien había pensado.

-¿Quién eres?-

La chica vestía ropas iguales a las de Hiei, pero azules, al igual que su cabello, que lo llevaba recogido en una cola de caballo, muy al estilo de Botan, con una cinta blanca alrededor, y otra cinta más en su frente.

-Mi nombre es Kagura, y soy tu prima, Hiei....-

N/A: Bieno, espero que este primer capítulo les haya gustado, luego averiguarán más acerca de Kagura y de cómo logró vencer al youkai que podía multiplicarse.

Bueno, eso era todo.

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