CAPITULO 1
CAPITULO 1
PESADILLAS
-SIRIUS! SIRIUS!
Alguien le retiene en su carrera frenética por llegar a un lugar es Lupin.
No puedes hacer nada Harry
¡ Vamos a buscarlo, tenemos que ayudarlo, solo ha caído al otro lado del arco!
Es demasiado tarde, Harry
No todavía podemos alcanzarlo
Lupin sigue sin soltarle y Harry lucha contra la fuerza del profesor.
No puedes hacer nada, Harry, nada. Se ha ido.
Esas palabras esas simples palabras le dolían él no quería escucharlas.
No se ha ido! SIRIUS! SIRIUS!
No puede volver, Harry no puede volver porque está
NO ESTÁ MUERTO!
Entonces aparecieron de nuevo esos ojos rojos ese canto celestial que parecía llamarlo hacia la muerte mientras esos ojos color sangre continuaban acechándolo desde algún rincón de la sala esa mirada tan penetrante y malvada que hizo que su cicatriz volviera a abrasarle la frente, sin realmente quemarle
Harry abrió sus ojos verdes y escudriñó en la oscuridad estaba en su habitación, como cada noche. Se cubrió el rostro empapado de sudor con sus manos esperando que horrible sensación de dolor que la cicatriz le producía remitiese.
Otra vez ese odioso sueño- maldijo él, pues cada noche, desde que había llegado a Privet Drive no habían cesado las mismas pesadillas y todas las noches volvía a revivir esa fatídica tarde en la que se había perdido lo que más quería lo que más preciaba a su amigo, a su padrino a Sirius Black.
Harry se solía preguntar a quien pertenecían esos ojos rojos. Muchas veces se decía a si mismo que eran los de Voldemort pero él sabía perfectamente que no era así. Los ojos del Señor Oscuro eran parecidos al de una asquerosa serpiente y la mirada que él tenía que soportar por las noches, esa mirada cargada de odio y maldad, no era la de una serpiente pues eran unos hermosos y cínicos ojos de mujer. Mientras que aquella música era otra cuestión. No tenía ni la más mínima idea de donde podría provenir, ni que podría significar solo sabía que embriagadora, atrayente y demasiado dulce para no ser algo mágico.
Intentó despejar su mente de todos aquellos horribles pensamientos. Lo mejor era dejar su mente en blanco, pero muchas veces no era fácil. El chico volvió a meterse dentro de la pequeña cama que los Dursley reservaban solo para su uso, y cerró los ojos con intención de conciliar de nuevo el sueño aunque aquella mirada sangrienta seguía en su recuerdo.
Señorita- llamó un hombre vestido con una túnica negra como la más oscura de las noches, en una posición de reverencia hacia la joven que permanecía a unos metros alejada de él, dándole la espalda. Ella vestía con una túnica color borgoña de aspecto caro, una capa de terciopelo negro y un pañuelo del mismo color anudado en su cuello. Aquella misteriosa joven, para todos los que vivían en ese castillo, siempre llevaba un pañuelo en el cuello algunos decían que era por la tradición escocesa en la cual se había criado otros que por que de su cuello salían serpientes y otros que era por alguna malformación. Nadie lo sabía con exactitud. Escasas personas le habían mirado a la cara alguna vez y las necesarias habían escuchado su voz, que habían jactado de hermosísima, dulce y atrayente. Se decía que tenía una voz de Sirena.
Que deseas?- preguntó ella con su mágica y perfecta voz.
Tiene una carta, Señorita- dijo el hombre sin mirarle el rostro, mientras le tendía un sobre rojo oscuro cerrado con un sello negro que representaba una calavera, de cuya boca salía una serpiente.
Gracias, puedes irte- dijo ella al coger lo que el hombre le tendía.
Que tenga buena noche, Señorita- se despidió el hombre cerrando la puerta tras de sí.
Al ver que el sirviente se había marchado, la joven abrió la carta con avidez, por saber su contenido:
Mi querida niña, tras confesarme tu deseo de involucrarte en el objetivo de la Orden Mortífaga, he estado meditando sobre lo que podrías hacer, sin poner en peligro tu preciosa vida. Asi que tras mucho pensar he decidido darte una responsabilidad muy importante y que ninguna joven de tu edad estaría preparada para hacer pero teniendo en cuenta tu talento se que podrás satisfacer tanto mis deseos como los tuyos: Deberás espirar de muy de cerca todos los movimientos de Potter, tendrás que informarme cada día de lo que sucede a su alrededor de sus emociones, de sus sentimientos de todos lo relacionado con él. Se que hallarás la forma de hacerlo, por lo cual dejo elegir los medios de los que te servirás a tu antojo. Pero eso si, se cuidadosa, Potter tiene muchos y poderosos amigos, aunque claro, nadie superable a ti con excepción tal vez del mismo Potter.
Espero verte pronto, atentamente:
Lord Voldemort.
Ella dobló la carta de nuevo, con una sonrisa de satisfacción en los labios. Por fin tendría su primera misión y tan importante como aquella! Era un verdadero honor.
La joven se sentó en el tocador y miró su reflejo en el espejo. Todos decían que ella era una verdadera hermosura, y que su carácter eran los de una verdadera Reina, mientras que sus poderes eran casi ilimitados todos opinaban que era merecedora de llevar el título de La Hija de La Serpiente.
