Akane saludo a Nabiki, Menta y a Ranma y salio como casi todos los anocheceres hacia el hospital, se sentía tranquila y descansada como pocas veces, la fiesta de hacia dos días fue una sorpresa tan grata que sus efectos aun duraban, Shampoo y Ryoga partieron nuevamente hacia Finlandia, prometió verse nuevamente con Ukyo, Kuno y otros, solo le quedaba la tristeza de haberse despedido de Kasumi de una manera tan rápida, pero no podía negar que era lo mejor para todos.

En el hospital, Luis y Chian habían firmado un supuesto control bimestral que la dejaba a cubierto de cualquier sospecha por un buen tiempo, su pediatría era una con los mas bajos niveles de mortalidad de Japón (eso y decir cero era lo mismo), Menta parecía no doblegarse ante la maldición que sufría, y eso la hacia redoblar sus esfuerzos para tratar de dejar de llorar y quejarse y hacer un esfuerzo para vivir lo mas normalmente posible, camino tranquilamente por la peatonal que llevaba a la avenida sobre la cual estaba ubicado el hospital la alegraron mas aun.

Las luces, los anuncios electrónicos, la cantidad de gente que, sin importar la época del año siempre se encontraba de paseo o compra, esos niños correteando alrededor de ella, esa embarazada que le pregunto como llegar a tal lugar, la hicieron ver lo que tantas veces le dijeran Johan, Kasumi, Nabiki, Ranma, Shampoo y Ryoga, nadie se daría cuenta de lo que ella era.

Giro en la avenida y comenso la caminata de las ultimas diez manzanas hacia el hospital, la avenida no estaba tan bien iluminada como la peatonal, no era una oscuridad total, y para ella menos aun, pero para un ser humano algunos lugares, algunas esquinas especialmente, era bocas de lobos, allí fue donde Akane lo escucho, un tono metálico tan particular y conocido que inmediatamente giro y se adentro en esa oscuridad tan clara para ella, lo vio sentado, sobre un tacho de basura, Akane no pudo evitar sonreír

-no es el mejor lugar para un caballero- Rosete sonrío

-Tendo, hay cosas que deben hacerse, aunque parezcan sucias y ruines-

-y mi hermana?-

-debes estar ya en Brasil, con una cahipiriña en la mano-

-la dejo ir sola?-

-le he pedido que adelante su partida, mientras nosotros discutimos algo-

-ya no tenemos nada que discutir usted y yo- ella perdió su sonrisa

-si, aun le falta una ultima lección, algo que todos evitamos aprender, que queremos negar que suceda, pero que tarde o temprano a todos nos pasa- Akane puso un rostro serio

-que es tan importante para obligarle a dejar a mi hermana?-

-debe conocer a la bestia-

-a que se refiere?-

-domine a sus instintos... seguramente Johan le habrá dicho eso-

-...o ellos la dominaran a usted, por supuesto que me lo dijo, a que viene todo esto?-

-solo hay una manera de dominar de verdad a la bestia, Johan no se lo dijo por que su larga vida fue truncada antes de enseñárselo, y yo no creí que tuviera el valor para llegar hasta aquí, pero ahora es imprescindible que lo haga-

-sigo sin entenderlo-

-debe perder el control, debe dejar la bestia suelta, solo así podrá dominarla-

-esta loco, eso pondría en riesgo a gente, tal vez gente que quiero-

-es el precio por conocer a sus instintos-

-es una locura, me pide que me convierta en un animal, en eso que trato de evitar día a día?-

-la bestia ahora es su único enemigo, y debe conocerlo para poder dominarlo-

-y si me niego?- Akane desenvaino su espada, Rosete meneo la cabeza

-sabia que lo haria, tendrá que ser por las malas, verdad?- no termino de pronunciar las palabras cuando esquivo un ataque de Akane, de repente se encontró a la defensiva, neutralizando con trabajo los movimientos de su discípula, y tuvo que admitir que pensó que jamas llegaría hasta aquí, sonrío perversamente, puso su enguantada mano en un bolsillo, dejo que Akane se acercara...

Akane no supo que paso, pero tuvo la sensación de que la golpeo con algún tipo de frasco en la cara. El frasco debía tener algún tipo de liquido, cerro los ojos por reflejo, pero cuando los abrió, sintió un ardor espantoso, el liquido parecía quemarle la piel, su nariz, su boca se irritaron dolorosamente también, luego su esófago, sus pulmones, dolía, dolía tanto que cayo al suelo, no podía hablar, el dolor la paralizo, Rosete, que se había alejado contra el viento la vio caer y sacudirse lastimeramente, se acerco y con un pañuelo limpio gotas que lo habían manchado en la ropa, luego limpio la cara de Akane, secándola del liquido

-lo lamento, pero no te preocupes, es solo agua con ajo macerado, para mañana al mediodía dejara de arder- la levanto en sus hombros y la llevo hasta un auto estacionado, abrió el baúl y la arrojo adentro como una bolsa de papas, cerro el baúl, subió al auto, y se alejo conduciendo de ese oscuro callejón, a solo dos manzanas del hospital

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-AUN NO VUELVE- Nabiki se tomo a Ranma desesperada

-calma, calma, tal vez se quedo en el hospital, una emergencia de ultima hora y adiós salida-

-pero ya es mediodía, siempre avisa cuando algo así sucede-

-llamaste al hospital?-

-no... aun no- Ranma se acerco al teléfono, marco el numero de recursos humanos, espero

-buen día... quisiera que me confirmaran si la doctora Akane Tendo continua en el Hospital aun... espero... - miro a Nabiki – si?... como que no se presento anoche, pero... ella salio hacia el hospital... podría chekearlo, por favor, si... si, si, entiendo, muchas gracias- Ranma miro a Nabiki

-no se presento anoche-

-que?-

-donde pudo ir?-

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-esta mejor?-

-si, eso dolió-

-lo se, pero es lo único que se me ocurrió- Rosete miraba a Akane, la había encadenado a una pared, la mujer lo miro desafiante, estaba en una especie de celda, sin ventanas, con puerta de metal y todo

-y ahora?-

-esperar-

-no lo va a hacer, no puede hablar en serio-

-me conoce Tendo, yo no miento-

-POR QUE NO VA CON MI HERMANA Y ME DEJA EN PAZ, POR QUE NO ME DEJA EN PAZ?-

-por que quiero que sobreviva, solo eso-

-matando gente?- había terror en la voz de Akane

tal vez-

-pero yo no quiero, no quiero-

-sera como un sueño, se sentirá como viendo lo que hace otra persona, aprenda y conozca al asesino, a la asesina que hay en usted- Rosete se retiro y cerro la pesada puerta, Akane lentamente, empezó a llorar

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-no están, ninguno- Ranma miraba el localizador, solo un punto en el cono azulado, menta, de los otros dos vampiros, nada

-crees... que hayan peleado?- Ranma miro a Nabiki, asustada como pocas veces, a la sorpresiva ida de su hermana mayor, ahora se sumaba esto, eran las dos de la tarde, Ranma tomo su sobretodo, su espada y su automática

-ire a la casa de ese infeliz, que menta me espere aquí, ya vengo-

aunque Ranma reviso la casa de arriba a abajo, no encontró a nadie, pero le preocupo lo cocina, y los restos de una olla con restos de alguna sopa de ajo muy, muy fuerte, las cosas empezaban a tener sentido

-que encontraste?-

-a nadie, solo esto- le paso una botellita con un liquido amarillento, Nabiki lo abrió y olio

-uff, ajo?-

-si, Rosete lo preparo-

-para que?-

-para un vampiro es como ácido sulfúrico, revise los alrededores del hospital, hay restos de un frasco y un olor a ajo muy intenso a un par de calles, camino aquí al hospital-

-no entiendo-

-se la llevo-

-PARA QUE?-

-esa es la pregunta, para que?- Ranma tomo su celular, marco un largo numero

-Harzer, Ranma, no, malas noticia, escucha, esto es urgente... ve con los de técnica, y averigua como aumentar el rango del localizador... a unos... -Ranma hizo el calculo mentalmente- dos mil kilómetros. si ya se que es enorme... no sera preciso, no me importa, si espero... -paso unos minutos eternos- si... MAÑANA, NECESITO ESOS DATOS URGENTES... si... esta bien... llámame, esperare- corto la comunicación, se sentó en la silla, con la cabeza entre los brazos, en la lejanía, un enorme trueno, amenaza de tifón que ni Nabiki y Ranma había prestado atención

-necesitan consultar a un técnico en Suecia, lo mínimo 24 hs- Nabiki se sentó junto a el, mientras el primer golpe de viento entro por la puerta, ninguno de los dos lo noto

N. Autor: bueno, aqui comiemza los capitulos finales, tal vez dos, a lo sume tres, espero darle un digno final

Hugo el Unma