.:Par de Gemelos y una Doncella:.
Capitulo 2
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Yo estaré ahí
¿por qué?
yo estaré esperando ahí
¿para que?
yo estaré esperando ahí... por ti... así
si tu vienes aquí
tú me encontraras
Lo prometo.
(Jeanne)
Se encontraba pensando en el sueño que había tenido, a pesar de que él se preocupaba siempre por los demás, esa visión hacía que en esos momentos se encontraba absorto. Había soñado con aquel ser, se hallaba en una habitación iluminada sólo por la luna, en él, levantó su espada y de un solo tajó la clavó en ese ente de maldad, al parecer murió pues se quedó estático en el suelo. Él dio media vuelta dispuesto a irse cuando la sombra se levantó y se arrojaba encima de él. Varías voces se oyeron en el recinto pero Yoh nada entendió pues estaban fuera de sincronía, al voltear alcanzó a ver a su hermano tirado en el suelo, junto a él, había alguien de cabellos plateados. Un alarido gritando su nombre, alguien que lo abrazaba para protegerlo pero aún así su pecho fue atravesado. Despertó y luego escuchó la explosión. Levantó la mirada suspendiendo sus pensamientos y se encontró con unos ojos negros que lo veían atentamente, sólo atino a sonreír
- ¿qué habrá sido esa cosa? - preguntó por enésima ves Horo Horo; los demás se encogieron de hombros como hasta ese momento habían hecho. Fausto ya les había relatado lo sucedido la noche anterior y desde la mañana ya se habían enterado del atentado que sufrió nuevamente la doncella de hierro; Yoh se volvió a ausentar de la conversación, prestando su atención a un grupo de shamanes que salían con sus cosas del lugar, estaban escapando
- solo espero que esto no perturbe el torneo - las miradas se volvieron, y las vistas se posaron en la dueña de los ojos negros que había estado viendo a Yoh, sólo Anna era capaz de tomar tranquilamente su té en esas situaciones. Silver, quien estaba detrás del mostrador del restauran tampoco había dejado de pensar en lo sucedido, en la mañana había estado con la doncella y le había pedido que le explicara lo que ella supiera. El nombre de aquel ser era Lumbule vedui, la última sombra, tradujo de inmediato el oficial en su cerebro al escuchar ese nombre; la doncella relataba quedamente, pero a pesar de que parecía que prestaba atención a lo que decía, no dejaba de mirar los cuerpos de sus compañeros de batalla, le explicó de donde venía aquel ser y cual era probablemente su propósito, sin duda, apoderarse de los grandes espíritus. Silver suspiró, escuchó decir a la doncella, más para si misma que para él, "necesitare ayuda", Silver no entendió bien a que se refería, todavía analizaba la información que le había dado. Además tenía que preocuparse por otra cosa, los shamanes estaban escapando y unos ya estaban desaparecidos.
Salieron del restauran, los grandes espíritus habían estado callados desde la noche anterior y no habían dado ningún signo de que hoy fuera a suceder un combate. Ellos no tenían nada que hacer, lo mejor sería que se retiraran a sus habitaciones a descansar. Comenzaron a caminar lentamente, recorriendo la villa apache, Manta parecía dispuesto a investigar algo, pero supuso que su computadora no sería útil, ya que nadie parecía saber mucho. Anna también pareció distraerse por algunos momentos, en especial cuando su collar comenzó a cimbrarse, signo de que una poderosa presencia se acercaba
- esperen - les ordenó ella
- ¿qué pasa doña Anna? - preguntó Ryu, que se detuvo a su lado, Anna buscaba, le parecía haber sentido algo pero luego esa sensación desapareció
- lo sentiste Anna - le dijo Yoh, no como una pregunta sino como una afirmación; Anna asintió mientras miraba alrededor nuevamente; siguieron a los demás que ya comenzaban a alejarse, Yoh miró a su prometida, le preocupaba que ella pudiera sentir eso.
Yoh miraba por la ventana, simplemente no se había podido quitar de la mente los sobresaltos que había tenido la noche anterior. Los demás también estaban ahí, ya había estallado una disputa, Horo Horo y Len Tao perseguían a Chocolove por sus malos chistes; Manta se encontraba agachado en su computadora, intentando ser útil
- podrían callarse – mandó Anna cuando ya se había artado de escuchar la pelea, la cual ceso de inmediato. Yoh regresó la vista y suspiró. Llamaron a la puerta.
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Lysser Dysel se encontraba ahora con su doncella, los demás aún estaban un tanto convalecientes por la explosión, pero él se sentía bien. Se detuvo al mismo tiempo que su princesa lo hacía, parecía dudar de lo que iba a hacer pero después negó con la cabeza y siguieron su camino. Era un tanto humillante, pero necesitaban ayuda, ellos solos no iban a poder derrotar a Lumbule vedui, Lysser le había dado el nombre de sus viejos amigos para que los auxiliaran y a la doncella le pareció bien; en estos momentos no había razón para tener algo en contra de Yoh Asakura, Lysser quería hablar solo con ellos pero la doncella había dicho que ella iría en persona. Se acercaban a donde debían estar y se adentraron a la casa hasta llegar a una puerta. Lysser tocó, adentro se escucharon voces y luego la puerta fue abierta por Ryu, quien se sorprendió mucho al verlos ahí
- Lysser - murmuraron al verlo entrar primero y luego sus miradas se posaron en la doncella, quien no se detuvo si no hasta que estuvo de frente al líder de aquel grupo
- Yoh Asakura - comenzó con la propiedad que la caracterizaba - esto sonara un poco raro, pero quiero tu ayuda para derrotar al ser que esta suelto
- Yoh no tiene por que hacer eso - la doncella miró de reojo a otra chica que se encontraba ahí -él vino aquí para convertirse en el rey de los shamanes, no para destruir a ningún monstruo
- Anna - murmuro Yoh, a pesar de lo que dijera ella, él sentía el impulso de ayudar a la doncella de hierro, lo había visto en sueños
- pero como continuara el torneo de shamanes, sin shamanes - respondió la doncella girando su cuerpo para ver de frente a la prometida de Yoh - no sólo acabó con la mitad de mis soldados - la vieron apretar los puños - mató a mas shamanes durante la mañana, es una amenaza que nos concierne a todos - regresó su vista a Yoh - ¿me ayudaras? - Yoh la miró y luego sonrió
- si - fue lo único que dijo pero con lo que logró arrancar una sonrisa de la doncella
- entonces don Yoh... - dijo Ryu incorporándose
- de ustedes no requiero su ayuda, sólo quiero a Yoh - dijo de repente Jeanne
- pero... - comenzó Horo Horo
- si los absorbiera se haría más fuerte, lo mejor será que ustedes no intervengan - dijo con un poco de dureza, le hizo una señal a Yoh para que salieran, pero antes se volvió una vez más a Anna
- después de esto, el torneo podrá seguir - Anna jamás había conocido a otra mujer que le hubiera respondido como está. A fuera Yoh escuchó atentamente a la doncella, la historia de Lumbule vedui, le platicó acerca de quien lo había derrotado la primera vez, se trató de un grupo de shamanes llamados la tríada, le explicó como lo habían conseguido, pero la doncella omitió el echo de que los integrantes de este grupo habían muerto al final de la batalla
- pero entonces ¿no necesitaremos a alguien más para ser tres? - preguntó Yoh, pero la cuestión quedó en el aire, si había otro shaman fuerte, tal vez aceptara, no había mucho tiempo
- lo iré a ver - dijo Jeanne. Yoh asintió y volvió dentro del cuarto, seguro de que le preguntarían que hablaron; antes de que Jeanne y Lysserg se alejaran escucharon las voces de los otros shamanes protestando. La noche ya había caído cuando salieron de la casa en donde estaba Yoh, esta ves dejo a Lysser, quien debía pasar a la enfermería para revisar a sus compañeros; la doncella se había encaminado sola a ver al último shaman que faltaba para formar una verdadera tríada, conforme dejaba la villa pudo comenzar a ver la fogata que iluminaba la oscuridad.
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La vio surgir como si perteneciera a la noche, pero esos cabellos plateados la delataban. Sus camaradas se levantaron de sus lugares y mientras ella atravesaba el lugar sin prestarles atención, le lanzaron miradas de desafío, de rencor. Sin embargo él no se movió de donde estaba sentado. Se detuvo frente a él. Sonrió al tiempo que la vio dudar, él ya presentía a que había ido, pareciera que la doncella había olvidado que él vivió cerca del tiempo de Lumbule vedui, sabía casi tanto como ella acerca de ese ser
- ¿qué es lo que quieres? - preguntó de todos modos
- hablar contigo - dijo quedamente pero siguió viéndolo a los ojos, a Hao no le gustaba esa mirada, no por que fuera con desafió o algo parecido, sólo que sentía que su mirada era muy penetrante, como si le pudiera ver el alma
- estamos hablando - respondió este, la doncella se molestó
- a solas - aclaro nuevamente
- el señor Hao no tiene nada que hablar con usted - Jeanne miró al dueño de Lucifer, quien se ponía de pie en ese momento, pero Hao se levantó y comenzó a caminar alejándose de sus sorprendidos compañeros quienes no entendieron la actitud de este, no tenían porque ayudar a la doncella de los soldados X pero no comprendían que Hao sentía la misma necesidad de ayudarla que su hermano. Jeanne lo siguió de cerca. Los miraron hablar, sus voces a veces subían de tono, seguramente estaban discutiendo
- ¿por que habría de ayudarte?- preguntó Hao
- tú sabes que quiere a los grandes espíritus, tú también los quieres, si él te los gana no podrás recuperarlos
- supongo que quieres formar un equipo como la tríada - dijo Hao cambiando un poco el tema - ¿no pensaras poner a uno de tus patéticos soldados x?
- ese comentario no te lo permito Hao - contestó Jeanne molesta - Yoh me ayudara - chiquilla astuta, pensó Hao. Era mayor la probabilidad de vencer a Lumbule vedui si peleaba al lado de ellos dos, lo pensó un poco más y luego aceptó. Cuando ambos estrecharon las manos, los grandes espíritus comenzaron a hablar. La doncella se alejó, pensando en que haría después con Hao, sin duda tendría planes propios, y a su vez, Hao empezaba a afinar sus planes para después de derrotar a lumbule vedui.
En palabras breves,
o silencios largos,
lo que yo te quiero,
no hay como expresarlo,
ni lo puede al alma,
ni lo puede el labio,
ni lo canta el canto,
ni lo llora el llanto.
(Anna)
Silver y los demás oficiales del torneo estaban alrededor de su propia líder, por más que repasaran lo que les había dicho, jamás entenderían los designios de los grandes espíritus, el mensaje había sido claro: el torneo iba a continuar. La próxima batalla sería única, los grandes espíritus habían dicho tres nombres de equipos, sería una batalla triple; los grupos ya eran conocidos por los oficiales, y cuando Silver salió por fin del lugar, saboreó una vez más el combate, sin duda lumbule vedui aparecería; solo se pregunto que haría uno de los equipos, pues si era cierto lo que se había dicho en la junta, carecía de un miembro. Miró el cielo al tiempo que Kalim lo alcanzaba
- sin duda será emocionante - dijo Kalim, Silver asintió, a pesar de los riesgos que se corrían sería el mejor combate que hubieran visto
- aguas termales fumbarí contra el equipo de len... - repetía Silver lentamente
- contra el equipo, recién formado, de la tríada - finalizó Kalim.
Los oráculos virtuales comenzaron a sonar, y cada miembro de uno de estos equipos miró a su nuevo contrincante. Len sonrió, había estado esperando enfrentarse contra ellos, sólo se preguntaba quienes serían el equipo de la tríada.
Ryu estaba preocupado, don Yoh no pelearía con ellos, había salido en la mañana para verse con la doncella de hierro, así lo habían acordado e Yoh no podía faltar a su palabra; por lo único que se alegraban era que por que no pelearían contra el equipo de Hao. Ryu pensaba que podían derrotar solos a ambos equipos, pero sin un miembro más serían descalificados
- ¿qué harán? - preguntó Manta; Fausto y Ryu bajaron la mirada, no tenían ni idea, de repente una taza de té fue golpeada con brusquedad, los tres levantaron la mirada
- yo sustituiré a Yoh
- ¿tu Anna? - preguntó asombrado Manta
- ¿pero doña Anna? - comenzó Ryu
- tienen algún problema - respondía Anna, mirando a los tres
- no ninguno - dijo rápidamente Manta, ahora ya eran un trío nuevamente, Manta sabía que Anna era fuerte¿pero podría con este reto?
Los escasos shamanes que se habían quedado estaban reunidos en el coliseo, esperaban ansiosos el combate que se llevaría acabo. Abajo, en la arena, estaban Kalim y Silver, ambos revisarían que el combate fuera lo más justo posible, pero por dentro ardían en deseos por saber ya el final. En las tribunas más cercanas estaba sentados los amigos y parientes de Yoh, también se encontraban los soldados x que había sobrevivido, e inclusive, para sorpresa de Silver, estaban los aliados de Hao.
Kalim tragó saliva, el cielo comenzaba a nublarse, miró a todos los espectadores que esperaban con impaciencia, los grandes espíritus se movían más rápido de lo normal, estaban ansiosos
- ¡el equipo de las aguas termales! - gritó, los espectadores miraron con interés, de un lado salieron Ryu, Fausto y Anna, caminaron tranquilamente hasta estar en el centro
- ¡el equipo de Len! - anunció esta vez Silver, del otro lado salieron Len, Horo Horo y Chocolove, ellos también caminaron hasta verse de frente con el otro equipo. Kalim miró nervioso, haló aire
- ¡el equipo de la tríada! - los espectadores y los otros dos equipos miraron hacía la entrada por la que llegarían, y para su sorpresa y desconcierto, salieron Jeanne, Hao e Yoh. Varios comenzaron a murmurar, eso era imposible
- ¿por qué nos pusiste así? - se quejó Hao
- yo no puse el nombre - dijo Jeanne, ambos miraron a Yoh pero este negó con la cabeza, eso era extraño, aun así comenzaron a caminar hasta que estuvieron en el centro. Yoh ya sabía que tenía que pelear con sus amigos, pero aun así no sabía que haría su le tocaba atacar a Anna, quien por cierto, se veía muy sería. Yoh había hecho que Hao jurara que no iba a lastimarlos demasiado, este le había dado su palabra, sólo quedaba ver si la cumplía
- muy bien - comenzó Silver, que los miraba nerviosos - ¡la pelea comienza! - y él y Kalim se apartaron, se miraron tensos, todo el estadio estaba en silencio a la espera de algún movimiento. Cuando los tres equipos saltaron hacía atrás para darse espacio, los gritos de emoción estallaron. Jeanne miró a los gemelos, ya sabían que hacer, llamar la atención de lumbule vedui era lo principal, pero también derrotar a sus contrincantes era importante, nadie tenía que se absorbido, no podían darle ventaja, al principio estuvieron tentados a no aparecer al combate pero esta era una buena oportunidad.
La doncella de hierro levantó las manos, unió todo su poder espiritual y formo una sola arma: una hacha; la espada de segundo grado fue creada y después su enorme tamaño desapareció dejando una espada más corta pero más poderosa; el espíritu de fuego surgió de la nada y rápidamente se convirtió en una arma de hoja ancha.
El equipo de Len hizo aparecer a sus tres grandes espíritus, al tiempo que Ryu y Fausto, hacían lo mismo, Anna liberó a ambos demonios: Senky y Gonky. Se miraron nuevamente
- me encargare de mis antiguos demonios - dijo Hao riendo
- no - negó Yoh; Hao y él trabaron miradas
- no lastimare a tu mujer - pero la atmósfera siguió tensa
- Anna no
- yo lo haré - dijo Jeanne interrumpiéndolos, sin dejar de mirar a sus adversarios, no quería peleas tan pronto dentro del grupo - encárgate de Mephisto - le dijo Jeanne a Hao
- tu no me das ordenes - le contestó Hao; Jeanne se volvió y lo miró severamente. Hao rió y se dirigió a Len Tao. Jeanne sintió que había cometido un error al haber pactado con Hao, pero no había marcha atrás. Yoh también se lanzó al ataque, se quitó del camino de los demonios de Anna, y se dejo ir en contra de Ryu.
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Anna y Jeanne se miraron. Los demonios se lanzaron en contra de la doncella, pero esta esquivó el primer golpe, giró el hacha y asestó la primera cortada en contra de Senky, lanzó al demonio lejos, giró para esquivar a Gonky, pero esta vez no le dio tiempo y recibió un golpe en un brazo que la hizo retroceder. Anna miraba todo, estaba un poco lejos pero intentaba concentrarse en el combate. Yoh tenía algunos problemas, Fausto le estaba disparado desde el cielo, dio algunos brinquitos hacía atrás y chocó con la espalda de su gemelo
- ¿problemas? - preguntó Hao, al tiempo que descongelaba su brazo, dejó a Yoh y atacó nuevamente a Len Tao logrando derribar a Bason. Hao tocó el suelo pero de inmediato fue golpeado por unas serpientes, se volvió hacía Ryu, esos tipos eran muy molestos. Los tres miembros del equipo de Len atacaron a Hao al mismo tiempo, se levantó una cortina de humo y el equipo de Len sonrió, habían logrado inmovilizar a Hao.
Jeanne ya había logrado destruir uno de los demonios, cuando sintió la ráfaga de viento, volteó y vio la nube de polvo que se había levantado donde estaba Hao, no se preocupo en lo más mínimo, regreso al combate en el que estaba. Yoh tampoco lo hizo, le costaba confiar en sus dos compañeros como personas, pero como shamanes eran dignos de toda confianza, lanzó un ataque y por fin pudo golpear a Fausto derribándolo de su espíritu. La nube desapareció y no había ni un solo rastro de Hao
- ¿pero donde estará? - pensó Horo Horo, iba a formularle esta pregunta a sus compañeros cuando de repente su espíritu comenzó a deshacerse, volteó, parado atrás de él estaba Hao, quien enterraba su espada en el hombro de koloro
- ¿qué...? – ahogó Horo antes de que su espíritu se desvaneciera cual cenizas, Hao cayó al suelo satisfecho de su trabajo, volteó para ver a la culpable de que él estuviera ahí. Ponía toda su fuerza en un golpe que consiguió arrancar la cabeza del último demonio de Anna, Jeanne se levantó y se quitó algunos cabellos de la cara junto con un hilo se sangre que tenía en el rostro
- toda un guerrera - pensó Hao, quien no había quitado la vista de los movimientos de Jeanne – es maravillosa
Yoh ya se sentía un poco agotado, vaya que sus amigos eran fuertes, dio el último golpe y Ryu por fin cayó al suelo inconsciente, se volteó y miró a Anna, ya no tenía demonios pero seguía con los brazos cruzados, ella y Jeanne se miraban fijamente, pero después la doncella dejo a Anna y atacó a Len. Anna extendía el rosario, no se iba a dejar vencer tan fácilmente, esa era su Annita. Notó que Horo Horo también yacía en el suelo. Miró nuevamente el escenario, Hao y Fausto habían comenzado otra batalla
- Yoh – lo llamaron y él sonrío, era Chocolove, se preparó para recibir a su amigo, y fue entonces cuando por fin pudo escuchar los gritos de las espectadores, eran ánimos a los tres diferentes equipos, algunos insultos para Hao, gritos de admiración, de espanto.
Continuara...
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Notas de la autora: Bueno este es el segundo capítulo. Bueno lo primero que diré es que bueno la doncella Jeanne no tiene una arma como la de Hao o Yoh pero pensé que si tenía un nivel de poder parecido al de ellos pues igual debía poder hacer eso y le puse una hacha pues cada vez que piensó en Jeanne me viene a la mente una valquiria. Espero les haya gustado este escenario, debo decir que nunca he sido buena redactando peleas así que espero se le entienda. Soru
Afroditacoral: Me alegra verte nuevamente por aquí!. Gracias por tus porras (y espero esos reviews, eh, na es broma). Creo que esta historia tiene más dinámica que la anterior.
Ariel: Gracias, me alegra que ye haya gustado el anterior fic, si este es un poco más movido, creo que en el plasmo mejor las personalidades de los personajes que en el otro.
Zria:Veo que a ti también te agrada esta pareja, son unas personas muy interesantes y conflictivas, creo que de esa manera sería su amor si fueran pareja.
Ire yamichii: Jejeje, sorry es que en verdad no se me dan los fics tan largos (historias originales son otro cuento); de hecho planeó hacer este un poco más largo a ver que resulta. Gracias por tus felicitaciones a mi manera de describir.
