XVI.- Felicidad
Las clases habían terminado, era hora de regresar a casa. Aome esbozaba un gran carisma y una particular alegría. Sango lo notó y se alegró por ella. No sabía con exactitud que había pasado con aquellos dos, pero, claramente, no podía ser algo malo.
Miroku pudo percibir de igual forma a Inuyasha y no pudo evitar el molestarlo con eso a todas horas. Aunque Inuyasha, por esta ocasión, no le tomó mucha importancia. Estaba feliz, saldría con ella. Ya no tenía duda, la amaba, la necesitaba, deseaba estar con ella.
Los cuatro amigos salieron de la Universidad. Sango y Aome se irían juntas como siempre mientras que Inuyasha llevaría a Miroku a su departamento. Se despidieron y partieron.
A pesar de no ocultar su felicidad, ni Aome ni Inuyasha comentaron algo a sus amigos sobre su "cita". No querían arruinarlo. Aome se despidió de Sango en la esquina de su casa, siguió su camino hasta llegar a las escaleras del templo. Las subió y una vez arriba recordó cuando Inuyasha la llevó hasta ahí…
"Inuyasha"… se sonrojó y sonrió. "No puedo creer que me haya enamorado de ti, parecías tan terco"… soltó una leve carcajada… "Pero no lo eras, por eso me enamoré"… Siguió caminando hasta entrar a su casa. Su mamá estaba en la estancia limpiando.
-Ya llegué…
-Hija, que bueno que estás aquí. Necesito un poco de ayuda…- Se dio cuenta de la alegría que irradiaba su hija.
Aome, estás escuchándome?... qué te pasa'? –
-Ah?... jeje no, nada… en qué necesitas ayuda mamá?...
-A mí no me engañas… pareces muy feliz… dime, qué ocurre?...
Aome solo trató de esquivar la mirada de su madre, pero no podía ocultar su sentimiento… Además no era malo sentirse enamorada o sí?... era normal, a todos les sucedía alguna vez en su vida, ahora le tocaba a ella…
El decirle a su madre que estaba enamorada no le parecía mal, pero, decirle de quién, ¿lo era?...
La vez anterior tuvo que mentirle puesto que Sesshomaru era mayor que ella y, ahora no era la excepción.
Inuyasha también era mayor pero, no tanto. Solo eran dos años de diferencia. Además esta vez era diferente, Aome lo sabía… Esta vez estaba enamorada y quería hacer las cosas bien…
-Pues es que yo…- No sabía como podía comenzar a decirle eso de una manera simple y sutil. -mamá dime, antes de mi padre, te enamoraste?...
La señora Higurashi (N/A alguien sabe cómo se llama? ¬ ¬) mostró un leve rubor en sus mejillas..
-Ya veo.. así que de eso se trata… dime hija, estás enamorada?
-Ehm… pues yo…
-Es normal… no deberías sentirte avergonzada…
-No lo estoy… mamá, me siento muy feliz… Es como si fuera otra…
-Así es… veo que de verdad amas a ese muchacho… dime, cómo se llama?..
Aome sintió que el rostro le explotaría por tanta vergüenza.
-Inuyasha… se llama Inuyasha…
-Que nombre tan curioso… Aome me alegra saber que estés experimentando ese sentimiento tan hermoso, pero, debes tener cuidado…
-Cuidado?... de qué?... de él?
-No hija, de ti… el amor nos hace hacer muchas tonterías, buenas o malas… debes abrir los ojos muy bien y no dejarte llevar, de acuerdo?... solo prométeme que tendrás cuidado…
Aome escuchaba a su mamá, pero era como si fuera otra persona… Su tono era serio y seco, sin embargo sus palabras tenían mucho significado…
-Sí mamá, te lo prometo…
-Bien, ahora dime… Cómo lo conociste?...- Su tono volvía a ser el mismo. Conspirador y pícaro, tratando de averiguar sobre el amor de su hija…
Así se la pasaron platicando sobre Inuyasha. Aome trató de ser lo mas sincera posible, ya que, no podía mencionar nada sobre Sesshomaru. Pero la plática era agradable, como lo sería cualquiera entre madre e hija.
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Inuyasha llegó a su casa encontrándose con Kikyo, quien estaba poniendo los platos sobre la mesa para comer.
-Que bueno que llegas… la comida está lista…- Esbozó una falsa sonrisa, ya que, la visita de Sesshomaru la había dejado un poco perturbada…
-Y qué preparaste?... Ah! Se me olvidaba que se te quema el agua verdad?...- Soltó una leve risita que le dirigió a Kikyo…
"Qué diablos le pasa?"… - Veo que vienes de buen humor… ocurrió algo?...- Se temió lo peor, después de la advertencia de Sesshomaru, Kikyo sabía que no tendría las cosas fáciles, esa tal Aome se encargaría de eso.
-Pues… digamos que sí…- A pesar de estar feliz por haber despejado sus dudas y querer gritar a los cuatro vientos cuanto amaba a Aome, no podía decirle nada a Kikyo… no lo consideró correcto… Como tampoco consideró correcto decirle a Aome que Kikyo estaba en su casa… entonces, qué era lo correcto?...
Kikyo solo quedó más confundida con su respuesta. Tenía que averiguar todo lo que fuera posible…
-Digamos que sí?... Dime, qué te pasa?...
-No es nada importante, solo que tuve un buen día en la escuela…- "Un muy buen día"…
-Ah, ya veo…- No pudo preguntar más. Claramente Inuyasha no quería hablar más de eso.
Se sentaron a comer y platicaron sobre otras cosas fuera del tema. Temas que Inuyasha iba sacando y Kikyo continuaba.
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Antes de dormir Aome tomó un baño caliente. En toda la tarde no tuvo otra cosa en la cabeza.
La "cita" con Inuyasha sería mañana. Era un poco apresurado pero ambos se morían por salir juntos así que, aunque solo fueran 24 horas, era una eternidad… Aún no sabía a dónde la llevaría Inuyasha, no se lo dijo.
Sin embargo, estaba segura que a dónde quiera que fuese lo disfrutaría como nunca…
Salió de la tina y solo se enredó en una toalla. Entró en su habitación y cerró la puerta.
Su ventaba estaba abierta, hacía mucho aire, lo que provocaba que las cortinas se elevaran. Se acercó a ella y se quedó viendo la noche que, a pesar de no tener luna, se vestía de estrellas.
Le sorprendió ver una estrella fugaz. Haciendo caso a la tradición cerró los ojos y trató de concentrarse para pedir un deseo. A su pensamiento solo llegaba un joven de ojos dorados… "Inuyasha"…
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"No puedo esperar a que sea mañana"…
-Inuyasha?...- Kikyo lo sacó de sus pensamientos…
-Perdón, me decías?...
-Nada olvídalo, pareces cansado...- Se acercó a él y se puso en su espalda pasando su mano por el cuello del chico… -Estás tenso… necesitas descansar…- Se acercó más a él. Claramente sus intenciones no eran darle solamente un masaje a Inuyasha.
Pero al parecer, Inuyasha se dio cuenta…
-Estoy bien, gracias…- Se puso de pie y de frente a ella…. –Pero creo que sí, me iré a descansar… Hasta mañana Kikyo…- Entró a su cuarto cerrando la puerta.
Kikyo se quedó parada en el mismo lugar… de nuevo se le había escapado…
-Muy pronto Inuyasha… Muy pronto te tendré de nuevo a mi lado…
Tras cerrar la puerta, Inuyasha fue a su baño y se cambió quedando solo en bóxer (N/A chicas imagínense!).
Se tiró en la cama quedando boca arriba, pasó sus brazos por debajo de su cabeza, por ella solo pasaba una joven de cabellos negros azabache… Su corazón comenzó a latir más rápido, obviamente, el tan solo pensar en ella lo emocionaba demasiado… No podía esperar hasta mañana. Comenzó a ponerse nervioso, quería que todo saliera bien, sería una sorpresa para Aome… tenía el lugar perfecto para su primer cita, para decirle lo que sentía. Todo debía salir a la perfección, ¿qué podía arruinarlo?...
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Los primeros rayos del sol comenzaron a colarse por la ventana de Inuyasha, haciéndolo despertar.
Como ya era costumbre se levantó y comenzó a arreglarse para ir a la escuela. Una vez listo, salió para encontrarse con Kikyo. Recordó que no le había mencionado su ausencia por la tarde…
-Kikyo, hoy llegaré tarde…
-No vendrás a comer?...
-Ehm… no, creo que no…
-Pero, por qué?... tienes muchas clases?
-No precisamente, saldré con Miroku. Iremos al boliche…
Kikyo sospechó de inmediato. Sabía que Miroku era un mujeriego, si de verdad saldría con él, no era buen presagio… Pero no podía hacer nada, ¿qué iba a hacer? ¿Prohibirle salir?...
-Oh, bueno espero que te diviertas… te veré en la noche verdad?...- Era su última esperanza, tal vez en la noche, si llegaba cansado sería la ocasión perfecta…
-Sí, eso espero…- Tomó un pan de la mesa y salió de la casa. – Nos veremos después…
-Adiós…- Escuchó el auto partir y otro acercarse, tocaron la puerta. Kikyo sabía de quien se trataba. Abrió la puerta dejándolo entrar.
-Estás lista?...
-Sesshomaru, dime de que me servirá conocerla?...
-Ja! No me digas que tienes miedo?...
-No seas estúpido!… es solo que no lo veo pertinente… Si alguien me ve en la escuela podría arruinarse…
-Nadie te verá, solo la conocerás de lejos. No pienso dejar que te bajes del auto…
-De acuerdo, entonces vamos…
Salieron de la casa y subieron al auto de Sesshomaru rumbo a la escuela. Una vez que llegaron no entraron por la entrada principal, Sesshomaru tenía contactos en la escuela puesto que debía "inspeccionar" a su hermano, así que entraron por otra puerta y se estacionó detrás de unos árboles desde dónde podía observarse el interior de la cafetería. Ahí estaban Inuyasha y Aome. Al parecer Sango y Miroku estaban en algún otro lugar…
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Inuyasha entró a la cafetería y le sorprendió ver a Aome sola, sentada en una mesa sin Sango a su lado, pero le daba gusto encontrarla así. Podría platicar con ella.
-Hola…
Aome dio un pequeño brinco, la asustó. Pero al verlo sonrió un poco y un leve tono rosado se asomó en sus mejillas… Se puso de pie para saludarlo. Inuyasha la tomó por la cintura para saludarla también.
Aquellos saludos que parecían eternos y a la vez que duraban tan poco, les hacían sentir una serie de sensaciones únicas e inexplicables.
A pesar de ser solo un saludo, ellos sabían que era solo el principio… Era una forma única y original que ambos tenían y que otros considerarían extraña e inusual para dos amigos que se encontraban cada mañana.
Aome lo besó en la mejilla, pero al sentir los brazos de Inuyasha en su cintura no quiso separarse de él, así que solo se quedó de frente a él con las manos en el pecho de Inuyasha, viendo los ojos dorados que parecían no cansarse por verla de igual forma.
Inuyasha ya no podía soportar el solo tenerla ahí, frente a él y no poder besar sus labios, que a su propio juicio, le suplicaban por ser besados. Su corazón golpeaba tan fuerte su pecho que Aome pudo sentirlo, así que no pudo evitar soltar una sonrisa y agachar la mirada totalmente apenada. Inuyasha se dio cuenta, pero no quería separarse de ella. Aome puso fin a aquella escena, sabía que esa tarde saldría con él y que cualquier cosa que pasase, debía ser hasta la tarde. Así que se separó de él y volvió a sentarse. Inuyasha entendió el mensaje y la remedó.
-Y dime, por qué Sango no está contigo?...
-Miroku llegó temprano, cuando llegamos ya estaba aquí.. le pidió a Sango que lo acompañara y desde entonces se fueron…
-Esos dos no pierden el tiempo…
-No, creo que no…
-Aome dime, le dijiste algo a Sango?...
-Algo?.. sobre qué?...
-Sobre nuestra cita…
Aome no pudo evitar sonrojarse, ya sabía que saldría con él, pero no acababa por acostumbrarse…
-No… y tú?... le dijiste algo a Miroku?...
-No, tampoco…
Siguieron platicando hasta que dieron las ocho, tiempo de entrar a clases. Ninguno se dio cuenta de que eran observados por una pareja en un auto…
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El auto deportivo se dirigía de regreso a la casa de Inuyasha. Kikyo y Sesshomaru iban discutiendo sobre lo que acababan de ver…
-No lo puedo creer!... pero si es una estúpida niña! Cómo pudo fijarse en ella?...- Estaba claramente celosa y exasperada…
Sesshomaru soltó una carcajada, provocando que Kikyo se enojara aun más…-Celosa?…-
-No estoy Celosa! Qué no la viste?... parece de 16 años!
-Tiene 18…
-No me interesa que edad tenga!... No puedo creer que tu hermano se haya fijado en ella…
-Pues más vale que lo creas…Si no actúas rápido Aome se te adelantará…
-Y qué se supone que haga? Ese Idiota me ha rechazado todas las veces que me le he insinuado!...
-Qué esperabas? Que se acostara contigo la primera noche?...
-Claro que sí!...
-Tonta, por ahora lo único que puedes hacer es evitar que salga en las tardes…
-Qué!... Cómo se supone qué haga eso? Hoy va a salir…
-No puedo creerlo Kikyo! Por qué no hiciste nada?...
-Qué querías que hiciera? Prohibirle salir? No soy su madre!... Además saldrá con Miroku…
-Ja! Sí, claro…
-El me lo dijo…
-No seas estúpida! Querías que te dijera que saldría con Aome?...- Él también comenzaba a perder la razón…
-Pues…
-Ya te lo dije Kikyo! Si no actúas rápido te puedes arrepentir. No voy a permitir que eches a perder mi plan entiendes?...
-Me estás amenazando?...
-Tómalo como quieras…- Habían llegado a la casa. Kikyo abrió la puerta para salir del auto pero Sesshomaru la tomó por el brazo… -Me conoces Kikyo, sabes que no me gustan los juegos no es así?...
-Tú también me conoces y sabes que no me dejo intimidar por nadie…- Tomo la mano de Sesshomaru que la sujetaba y la quitó de su propio brazo….-Esa niña no me quitará a Inuyasha de acuerdo?...- Salió del auto y cerró la puerta entrando a la casa…
CONTINUARA….
Hello! Jaja bueno pues primero, antes que nada ya sé que me deben querer matar por no poner el beso! Jijii pero ya casi… no es cualquier cosa no?... jaja gracias por esperarme y por seguir apoyándome, espero les haya gustado este capitulo y les guste el próximo todavía más, en especial a los que les gusta la pareja Inu-Aome, jeje… byes!
