XIX.- El anillo de compromiso y la trampa de Kikyo…
Era medio día y aun faltaban unas cuantas clases. Sango y Miroku habían ido a arreglar algunos papales de Sango, que al parecer no estaban al día. Inuyasha y Aome estaban sentados en la cafetería.
La mirada de Inuyasha era sombría y vacía. Todavía recordaba el encuentro con Sesshomaru por la mañana, no quiso decirle nada a Aome para no preocuparla, pero Aome lo notó muy distante…
-Inuyasha, Qué ocurre?...
-Eh?... Nada…
-Seguro?...- Tomó una de las manos de Inuyasha y lo incitó a mirarle a los ojos.
Aquella mirada preocupada de Aome le remordía la conciencia a Inuyasha.
-Claro, que sí – trató de sonar lo más sincero posible.
-Por qué eres así conmigo?...- Bueno su carácter siempre era mayor, no importa que situación fuera.
-De qué hablas Aome?...
-Crees que no me doy cuenta?... por qué te aferras a ocultarme lo que te pasa?...
-Yo no te quiero ocultar nada!...
-Lo ves?... lo estás haciendo de nuevo!...- Se puso de pie más por instinto que por voluntad propia.
-Aome cálmate… siéntate, por favor…
-Qué me calme?... Cómo pretendes que haga eso si veo que no puedes confiar en mí?...
-Qué!...Claro que confío en ti Aome…- Esbozó un largo suspiro, no quería decirle sobre Sesshomaru porque no quería preocuparla, pero tampoco quería perderla por esa estupidez…
Aome cayó en la cuenta de que era algo grave eso que Inuyasha no quería decirle y trató de tranquilizarse, así que volvió a sentarse junto él y volvió a tomarle ambas manos.
-Entonces dime lo que te pasa…
-Aome, debes entenderme… No quería decírtelo, porque sabía cómo reaccionarías… En la mañana, justo después de que llegamos, vi a Sesshomaru – Sintió como las manos de Aome se contraían, sabía que se asustaría con aquella noticia – Y me dio a entender que estaría observándome, como ya me lo había advertido antes…
Aome, a pesar de estar un poco asustada, intentó calmar a Inuyasha ocultando su propio temor…
-Inuyasha, sabes que contigo me siento segura y feliz no? – Levantó su rostro para hacerlo que la mirara
-No deberías preocuparte por él… mientras estemos juntos, nada nos separará lo recuerdas?...
Inuyasha le dirigió una sonrisa y la acercó a él.
-Debo ser el hombre más afortunado del mundo…
-Ah sí?... Y por qué?...
-Por tenerte a mi lado...- La abrazó y le dio un beso en la frente. Le fascinaba tenerla así; acariciar su cabello y aspirar su aroma…
Miroku y Sango llegaban de rectoría.
-Disculpen la interrupción…
-Ay! Qué demonios quieres MIroku?...
-Pues venimos a darte nuestra respuesta a esa invitación a Sengoku…
-Así es Inuyasha… Creo que nos caería bien un fin de semana fuera de la ciudad…
-Feh! Sabía que no se negarían…
-Pero cómo íbamos a negarnos Inuyasha, una invitación de un amigo no debe rechazarse…
-Maldito convenenciero…
-Aome, tú mamá te dejará ir?...
-Eso espero Sango, Inuyasha y yo iremos a preguntarle hoy mismo…
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El auto deportivo se estacionó en las afueras del templo y de él se bajaron Aome e Inuyasha.
Llegaron a la casa y entraron.
-Ya llegué…
-Pasa hija estoy en la cocina…
Aome tomó de la mano a Inuyasha y lo condujo a la cocina…
-Mamá?...
-Qué pasa?...- Notó que su hija no estaba sola – Oh! Inuyasha, que gusto verte de nuevo… qué haces aquí?
-Pues verás mamá, Inuyasha ha venido a hacerte una pregunta…
La compleja mente de La Señora Higurashi le hizo imaginarse que aquella pregunta sería su aprobación para la boda… Y bueno, no estaba tan errada…
-Qué!... Pero si acaban de conocerse no?...
Inuyasha se sonrojó a causa de imaginarse en aquella situación… "No está tan equivocada Señora"…
Por su parte Aome se sonrojó ya que le dio pena esa situación tan embarazosa que inició su madre…
-Mamá!... No es eso que te estás imaginando…
-Ah no?...
-Verá Señora, lo que ocurre es que queríamos saber si autoriza que Aome, salga de la ciudad conmigo a un poblado cercano llamado Sengoku…
-Ajá… y a qué van?...
-Pues es que tengo una cabaña allá y…- Se preguntó si debía decirle toda la verdad, pero sabía que Aome era muy sincera con su madre y no quería mostrarle lo contrario. - …Pensábamos quedarnos el fin de semana…
La sorpresa no se hizo esperar en el rostro de la Señora Higurashi, así que Aome completó la información.
-Sango también irá…
-Ya veo…- La verdad esa idea no le causaba mucha gracia, a decir verdad no le agradaba del todo. Pero le constaba que su hija amaba a aquél joven y que no podría hacer nada al respecto… -Pues sí es así… les deseo un buen viaje…
Inuyasha y Aome se miraron entre sí, felices por la idea…
…"Podré darle la sorpresa!"…
…"Ay! Estaré con él todo el fin de semana"…
-Segura mamá?...
-Claro que sí… Ahora si me disculpan tengo que preparar la comida…A propósito Inuyasha, porqué no te quedas a comer?...
-Sí… quédate Inuyasha…
-Yo no puedo señora, muchas gracias…- Recordó que no le había avisado a Kikyo que llegaría tarde y seguro estaría esperándolo para comer…
-Por qué no Inuyasha?... No me dijiste que fueras a estar ocupado…
-Ehm… lo que pasa es que…- Gran predicamento! ¿Cómo decirle que "alguien" lo esperaba en su casa? Y.. que ese "alguien" era Kikyo!...
Bueno, si algo caracterizaba a Aome, aparte de su carácter, era su intuición. No por nada era descendiente de sacerdotisas. Comenzó a sospechar algo e Inuyasha se dio cuenta…
-Qué pasa?...
-Mmmm… nada, jaja… no pasa nada, solo me da pena…
-Ay! No seas tonto!... Quédate si?... por favor – Sabía que esa mirada derrotaba a Inuyasha…
¿Cómo negarse?... La amaba demasiado como para hacerlo… Seguro Kikyo entendería…
-Está bien… gracias…
La tarde siguió su curso y la noche comenzó a dar indicios de presencia. Estar ene esa casa le recordaba a la suya un poco antes de la muerte de su madre…Ese ambiente a hogar, a familia, que hacía mucho había olvidado. El día se le pasó sin darse cuenta o caer en la cuenta de que una mujer lo esperaba en su casa bastante exasperada. Se la pasaron viendo fotos de Aome cuando niña y platicando sobre sus travesuras…
Cuando menos lo esperó el reloj de la sala marcaba las ocho y treinta de la noche. Entonces se dio cuenta de que era mejor irse…
-Será mejor que me vaya… ya es muy tarde, y mañana tenemos clases…Muchas gracias por todo Señora…
-No tienes que agradecerme, eres bienvenido a esta casa…
-Muchas gracias y hasta luego….- Se despidió de ella haciendo una reverencia.
-Ahora vengo mamá, lo acompañaré a su auto…
Salieron de la casa y en cuanto estuvieron fuera de vista, cerca de un gran árbol, en un impulso, Inuyasha encarceló a Aome recargándola en el árbol, para tenerla a nada de distancia, puso sus manos en la cintura de la chica tomándola por sorpresa. Un escalofrío la recorrió por todo el cuerpo. Esa forma de tomarla era muy excitante, algo que, no se había atrevido a conocer… Lo primero que le vino a la mente fue aquella escena con Sesshomaru, pero las caricias de Inuyasha eran tan diferentes que, solo se dejó llevar por él. Sabía que lo amaba y que lo último que haría sería utilizarla…
Inuyasha estaba un poco exasperado, ya que en toda la tarde, no pudo tenerla cerca y, vaya que la necesitaba.
Comenzó a besarle el cuello… Situación a la que Aome reaccionó con pequeños suspiros llenos de completo placer. La boca de Inuyasha jugueteaba con su cuello, sus orejas, su cabello… Escuchar a Aome llena de placer lo incitaba a continuar, a decir verdad, estaba bastante excitado, su piel se erizaba al más mínimo roce con Aome, su piel le sabía tan dulce y tierna. Se sentía como un niño comiendo su golosina preferida.
Aome posó sus manos en el pecho de Inuyasha, y por primera vez, sintió lo fornido que este era…
Sus dedos lo acariciaban sintiendo sus pectorales. Luego sus manos se posaron al fin detrás del cuello de Inuyasha para acercarlo más hacia sí… Inuyasha dudaba sobre dejar de tomar su cintura e ir más allá… Introdujo una de sus manos en la blusa de la chica y sintió un pequeño brinquito que le indicaba, acababa de sorprenderla… Recorrió su espalda por debajo de la blusa… Aome no podía más, esa extraña sensación de que la ropa le quemaba volvía, así que no pudo evitar soltar un gemido… Inuyasha se topó con el broche del brasiere y supo que ya habían llegado demasiado lejos…Trató de separarse un poco de ella pero Aome lo sujetaba aun por el cuello…
Logró recuperarse al fin tomándola de nuevo por la cintura y besándola con pasión.
La chica cayó en la cuenta de lo que acababa de suceder, nunca creyó llegar a tanto. Pero era tan placentero sentirse así… Era como si no fuera ella misma, sino una total rebelde y excitante Aome….
Terminado el beso, con las respiraciones bastante agitadas, e incluso algún suspiro que aun escapaba de la boca de Aome, Inuyasha la tomó por el rostro e hizo que lo mirara a los ojos, a esos dorados e imponentes ojos…
-Eres tan hermosa…
Bueno palabras como esas era lo único que hacía falta para aquél momento!...
Aome sintió como sus mejillas se encendían e Inuyasha esbozó una sonrisa bastante seductora…
Se acercó a la chica y le susurró al oído:
-… y también excitante…-
Bueno, si anteriormente sus mejillas se habían encendido ahora le irían a explotar… Pero aquél comentario era tan atrevido y tan incoherente que solo soltó una carcajada. En parte por su propia sorpresa sobre lo que acababa de hacer y en parte porque acababa de descubrir otro lado de Inuyasha, un lado bastante bueno…
-De qué te ríes?...
-De todo…
-No te entiendo…
-Yo me entiendo sola…- Logró zafarse de su prisión y comenzó a caminar…
-A dónde vas?...
-Será mejor que te vayas… Mañana tenemos que ir a la escuela…
Inuyasha torció la boca, pero era cierto, tenía que irse…
Una vez a lado del carro, Aome se despidió de Inuyasha…
-Nos veremos mañana…- le besó como acostumbraba hacerlo, tierna y lentamente…
-Aome, Te Amo…- Era extraño sentir al corazón dar un gran vuelco cada que se lo declaraba…
-Lo sé… Pero…
-Pero qué?...- Se puso nervioso y preocupado…
-Pero yo Te Amo más…- Lo besó de nuevo y después se alejó de él para dejarlo subir al auto.
El auto partió y Aome entró a su casa a descansar.
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El último día de la semana había llegado y las clases también llegaban a su fin. Las dos parejas se despidieron, quedándose de ver en el departamento de Miroku horas más tarde para partir a Sengoku.
Inuyasha llevó a Aome a su casa para que pudiera preparar su maleta y le dijo que pasaría por ella más tarde para ir con Miroku…
"No sabe que lo sorprenderé en su casa"…
Entró a su casa y tomó su maleta lista desde una noche anterior. Se despidió de su madre a la que le prometió cuidarse y divertirse, para después partir rumbo la casa de Inuyasha. Quería sorprenderlo y si era necesario ayudarle con su maleta. No se imaginaba que la sorprendida sería ella…
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Inuyasha entró a su casa como rayo, encontrándose con Kikyo, que desde la noche pasada estaba molesta. Había tenido que conformarse con una ridícula explicación de Inuyasha sobre su ausencia por la tarde.
Se dio una ducha rápida y solo se puso un bóxer comenzando a prepararse para el viaje, olvidó cerrar la puerta de su habitación, así que Kikyo entró en ella…
Al verlo preparar una valija se molestó aun más, pero no podía darse a descubrir…
-Viajarás?...
-Ah… sí… todo el fin de semana…
-Y adónde irás?...- Tomó un pantalón de la cama y lo dobló para después guardarlo en la valija..
-Ehm… iré a… iré a Sengoku…- No le veía caso mentirle…
-A tú cabaña?...
-Sí…
-Y a qué vas solo?...- Era obvio que su pregunta tenía dobles intenciones, le interesaba saber si iría con aquella chiquilla…
-Pues, no iré solo… Me acompañará Miroku y su novia…
-Oh… harás mal tercio…
-No precisamente…- susurró.
-Qué?...
-No, nada…
-Recuerdo cuando los dos íbamos juntos…- Ahora intentaba incitarle a que la invitara…
-Sí… claro…- No le gustaba recordar mucho aquello, además de que ya no le interesaba. Ahora tenía a Aome…
El timbre sonó anunciando la llegada de Aome. Inuyasha quiso ir a abrir pero Kikyo se ofreció a hacerlo…
-Tu termina tus maletas… yo abriré…
-Gracias…
Fue hasta la puerta y la abrió encontrándose con aquella chiquilla que tantos problemas le estaba causando…
"No puede ser… es ella…¿Qué demonios hace aquí?"… Miró hacia abajo y notó una pequeña maleta… "Lo sabía, esa idiota irá con él"…
Aome la miraba un poco extrañada… "Inuyasha no me mencionó que tuviera visitas"… al notar la cara de Kikyo decidió presentarse para romper el hielo.
-Hola… mi nombre es Aome… vengo con Inuyasha… se encuentra?...
Kikyo sintió como una cubeta de agua fría le caía encima… Pero guardó las apariencias. Esbozó una falsa e hipócrita sonrisa… Su mente comenzó a preparar una idea, una buena idea…
-Hola… Ehm… pues, verás está un poco ocupado… los dos estábamos ocupados… no sé si me entiendas…-
Aome se sintió desfallecer. Sintió como su corazón caía poco a poco en un largo y profundo abismo…
-Ay! Pero que tonta… mi nombre es Kikyo…-
"KIKYO!" "Ella es… Kikyo"…
-Pero si te urge verlo puedo llamarle…- Kikyo sabía a la perfección que su plan había funcionado, no pudo evitar dibujar una sonrisa en su rostro.
Pero la interrupción de Inuyasha le tomaría por sorpresa. Salió de su habitación, olvidándose que solo vestía un bóxer…
-Quién era Kikyo?...- Al dirigir su vista a la puerta y ver a Aome ahí, parada con la mirada en blanco, supo de inmediato lo que ocurría… - Aome…
La mente de Aome trabajó a mil por hora sacando rápidas conclusiones. No tenía que pensar mucho. Las palabras de Kikyo y la vestimenta de Inuyasha, lo decían todo…
Kikyo solo observaba la escena llena de satisfacción. Inuyasha y Aome solo se miraban, pero Aome mostraba una mirada triste y vacía.
Inuyasha mostraba gran preocupación y arrepentimiento… "Idiota!... Debiste decírselo"…
Aome comenzó a sentir como las lágrimas se agolpaban en sus ojos, sentía el pecho vacío. Sin embargo una chispa de esperanza aun vivía en ella… "Dime que no es lo que estoy pensando… Dime que son alucinaciones mías… Dímelo Inuyasha!... Dímelo!"… Las lágrimas salieron al no escuchar la respuesta que esperaba… Solo reaccionó dando media vuelta y marchándose del lugar lo más rápido que pudo…
Cuando vio lágrimas en el rostro de Aome y sabiendo que eran por su culpa, se sintió un completo desgraciado… Cuando la vio marcharse se sintió aun peor…
-Aome!... Espera, Aome!...- Kikyo supo que su plan se vendría abajo, así que detuvo a Inuyasha en la puerta…
-Espera…
Inuyasha la miró extrañado, no quería saber nada, solo quería alcanzarla…
Kikyo no supo qué hacer ni que decir…
-No pensarás Salir así verdad?...Estás en ropa interior…
-No me importa… Aome!...- Salió de su casa (N/A sí! En bóxer) y vio como Aome se alejaba casi corriendo del lugar…
-Aome!...
La chica supo que la seguía pero no quería escucharlo… Inuyasha le gritaba con todas sus fuerzas, la alcanzó y la tomó por un brazo…
-Aome, escúchame!...
-Suéltame!... No me toques!...
-Por favor Aome, escúchame!... No es lo que te estás imaginando!...
Esas palabras que tanto ansiaba escuchar hace apenas unos segundos, ahora se escuchaban bastante falsas…
Logró zafarse de Inuyasha y lo encaró…
-Y qué es lo que me estoy imaginando Inuyasha!...
-Aome… Por favor…- sus palabras sonaban a súplica…
-Me mentiste!... Desde cuando me ves la cara de estúpida?... Dímelo!...
-Aome, ya te lo dije. No es lo que piensas…
-Eres un mentiroso!... – A pesar de encararlo y verlo al principio a los ojos, ahora sus palabras se escuchaban con mucha decepción y su voz era entrecortada… Desvió la mirada de los ojos dorados…-No quiero volver a verte…
Inuyasha la tomó por el rostro… - Si me lo dices viéndome a los ojos, te creeré…-
Aome no pudo contener el llanto más. Lloraba sin cesar, pero a pesar de eso, trataba quitarse del rostro, las manos de Inuyasha, pero le resultaba imposible…
-Por qué Inuyasha?... Por qué!...- Con sus manos, comenzó a golpear el pecho de Inuyasha. Eran golpes débiles, no podía golpearlo estaba demasiado lastimada…
A Inuyasha se le oprimía el corazón al verla llorar… "Prometí protegerla y la hago llorar!"…
-Aome…Perdóname… Por favor… sé que cometí un error al no decirte que Kikyo estaba en mi casa, pero no lo creí conveniente… Pero te juro que no es lo que estás pensando…-
Aome lo miraba extrañada, su versión diferenciaba tanto de la de Kikyo…Pero quería creerle…
-Pero Kikyo me lo dijo!... me dijo que los dos estaban muy ocupados!...Y tú en bóxer!...
-Aome, por favor… Escucha, la vez que te lleve a tu casa, el día después del incidente, en cuánto llegué, Kikyo estaba en mi puerta, golpeada y con Sangre. Me dijo que el Idiota de Naraku quería matarla y me pidió que la ayudara… Yo acepté, le dije que podía quedarse conmigo…Eso es todo, te lo juro...-
-Pero ella me lo dijo! Me dijo que estaban ocupados!...
-Pues debió referirse a que me estaba ayudando con mi maleta…Por dios Aome, en verdad crees que Kikyo y yo… Pero si tú sabes lo que ocurrió entre nosotros, ese día te lo dije… Crees que te cambiaría por ella?...-
A pesar de la confusión que reinaba en su mente y que expresaba en su rostro, Aome tenía una esperanza en Inuyasha, sabía que le decía la verdad, lo sentía…
-Aome… Yo Te Amo… a ti y solo a ti… Jamás te cambiaría por otra… Nunca…- La abrazó y sintió como Aome le correspondía…-Perdóname…Soy un tonto…no quiero perderte Aome…
La chica se separó un poco para verlo a los ojos y sonreírle tiernamente…
-No me perderás…solo prométeme que no me ocultarás nada… por favor…
-Te lo juro Aome… Te Amo…- la besó. Este beso se sentía un poco diferente, era el beso de reconciliación y parecía más intenso y desesperado. La sensación de perderse uno al otro era la causa.
Aome pasó sus manos por el pecho desnudo de Inuyasha, y al darse cuenta de que estaba en esas condiciones soltó una risita que hizo que Inuyasha la mirara extrañado…
-Qué?...
-Inuyasha… estás en bóxer…- Se sonrojó al notarle así, era muy apuesto. Se mordió el labio y trató de girar el rostro para no verlo…
-Ah! Eso… no lo recordaba…
-Mejor entras a tu casa antes de que la policía te recoja…
-Entro?...- Sonrió divertido al notar que Aome estaba apenada por esa situación. Se sintió bien al descubrir cuan atractivo resultaba para Aome, pero no podía presumir de ello ya que, para él Aome era bastante hermosa…La cargó y la vio a los ojos. Aome se sorprendió y emitió un pequeño grito…
-Qué haces?...
-Bueno no querrás que la gente me vea así verdad?... Me cubro contigo…
-Inuyasha!...
Así la llevó hasta su casa y entraron encontrando la puerta abierta y a Kikyo bastante molesta y maldiciendo en voz alta…
-Estúpida!... Eres una estúpida!...
-Kikyo?...
La chica se asustó, y vio que Aome estaba a lado de Inuyasha. Sintió hervir la sangre y supo de inmediato que su plan, no había funcionado. Torció la boca y trató de arreglar lo que, seguramente acababan de escuchar.
-Inuyasha!... Que pena!...No sabes que gusto me da que la hayas alcanzado.- Luego se dirigió a Aome quien la miraba incrédula y con un poco de dolor aun…-Aome… lo lamento… ya sé lo que debiste imaginar... pero no es lo que piensas…
Inuyasha creyó en las buenas intenciones de Kikyo por arreglar las cosas y trató de calmarla…
-Tranquila Kikyo… ya se lo he explicado, Gracias…
…"Maldita escuincla estúpida!"… - Ya veo… me alegro tanto…Aome, déjame decirte que eres muy afortunada por estar con Inuyasha…
-Lo sé…- Ese dolor que sentía, comenzó a apaciguarse. Ahora era una mezcla de lástima y compasión. Recordó lo que le dijo Inuyasha… "Naraku quiere matarla"… -No te preocupes Kikyo, solo fue un malentendido…
-Sí…- "Estúpida"…
-Bien, pues será mejor irnos Aome. Iré a vestirme…- Entró a su habitación dejando a Kikyo y Aome solas en la sala…
Kikyo la miraba desafiante. Eso no se quedaría así, esa niña no se lo quitaría. Tenía que hacer algo y rápido…
-Así que irán a Sengoku verdad?...
-Sí…
-Verás que te divertirás… es muy hermoso… Cuando iba ahí con Inuyasha la pasábamos genial…
Aome sintió que le oprimían el estómago, ¿Por qué se aferraba en hacerla sentir mal?... Y ¿Cómo que se la pasaban genial!... Eso significaba que… habían estado juntos…
Sintió explotar todos sus sentidos. A pesar de que lo suyo había terminado, no podía imaginarse eso.
Tragó saliva, pero le supo tan amarga. Trató de decirle algo, de defenderse, pero las palabras no le salían de la boca. Quería decir tanto, preguntarle tanto… Solo la miraba y un nuevo sentimiento se originó. Celos y desconfianza. Parecía tan inocente, pero Aome sabía que no lo era. Había algo en ella que no terminaba por agradarle…
Inuyasha salió vistiendo un conjunto deportivo. Notó la atmósfera tensa y vio que Aome tenía una mirada absorta…
-Nos vamos Aome?...
La chica lo miró y trató de ocultar el embrollo que ocurría en su interior mostrándole una sonrisa.
-Sí…- Tomó su maleta y salió del lugar sin dirigirle la palabra a Kikyo.
-Nos veremos después Kikyo…
-Claro, Diviértanse!...- Observó como subían al auto y después partían. Cerró la puerta dando un portazo.
-Maldito, MALDITO INUYASHA!... No te saldrás con la tuya…- Tomó su celular y marcó el número de Sesshomaru…- Mejor disfruta tú estúpido viaje, porque en cuanto regreses, sabrás quien soy…
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Cuando eran las cuatro de la tarde, estaban en el departamento de Miroku, justo como habían acordado.
Sango ya estaba ahí. Prepararon algunas cosas y salieron rumbo a Sengoku en el auto de Inuyasha.
Eran las seis cuando llegaron a la pequeña aldea. Era un lugar sencillo, pero lucía tan hermoso con su peculiaridad. Al parecer era un lugar antiguo, las pequeñas chozas estaban agrupadas. Aome quedó fascinada con el lugar, ya que por ser una sacerdotisa y vivir en un templo, aquél tipo de lugares le fascinaban.
Siguieron por el sendero que pasaba por el centro, hasta llegar a una cabaña en medio del bosque ya retirada de la aldea.
Inuyasha estacionó el auto y los cuatro bajaron de él. En cuanto hubo bajado, Aome pudo sentir en sus pulmones el fresco aroma del bosque. Aspiró aquél aroma y sintió que Inuyasha se acercaba a ella. La abrazó por detrás sujetándola de la cintura y se acercó a su oído.
-Y bien, qué te parece?...
-Este lugar es hermoso Inuyasha…
Sango y Miroku estaban igual de maravillados.
-Inuyasha será mejor que nos apresuremos, no tarda en anochecer…
-Podemos prender una fogata y quemar algunos malvaviscos y salchichas…
-Bien, pues entonces entremos a la cabaña…- Tomó la mano de Aome y la condujo hacia dentro. Abrió la puerta y entraron…
La casa estaba decorada con bastante delicadez, al parecer por una mujer. Las cortinas eran de un tono violeta pastel, la mesa estaba adornada con un mantel tejido. La cocina mostraba una elegancia absoluta. La sala de estar tenía dos sencillos pero hermosos sillones para dos personas, que se encontraban a ambos lados de la fogata, al centro había una alfombra roja. Las escaleras llevaban a las dos habitaciones.
-Inuyasha esta cabaña es muy bella… y cálida…
-Justo como lo era mi madre…ella la decoró…
-Definitivamente tenía buen gusto…
Sango y Miroku subían las escaleras riéndose. Inuyasha los descubrió…
-Ey! Ustedes dos… esperen un momento!...
Aome rió divertida, supo que ese fin de semana sería inolvidable a lado del hombre que amaba y de sus mejores amigos. Y no estaba nada equivocada…
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El fuego comenzaba a disminuir, varias ramas tiradas alrededor de la fogata eran evidencia de que habían comido bastantes salchichas y malvaviscos. Los cuatro amigos se divirtieron como nunca; reían y se molestaban entre sí, sobre todo a Inuyasha…
-Feh! No volveré a invitarlos…
Sango se había quedado dormida en el regazo de Miroku, al percatarse de esto Miroku la tomó en brazos y subió a acostarla…
-Miroku, te recuerdo que Aome dormirá con Sango… No intentes nada…
-Jamás lo haría Inuyasha… Habría funcionado…-
-Qué!...
-No, jaja… nada…- Entró a la cabaña dejando solos a Inuyasha y Aome…
Inuyasha la sujetaba con ambos brazos rodeándola por la cintura, Aome recargaba su cabeza en el pecho del chico. A pesar de tenerla de espaldas, no dejaba de mirarla. Y su corazón se detuvo por un momento al recordar por lo que había pasado en la tarde…
-Aome…
-Sí?...- En su corazón y alma, reinaba una paz profunda. Sentir a Inuyasha tan cerca y protegiéndola la hacían sentir así…
-Tengo miedo…
-Miedo?… de qué?
-De perderte…
-Inuyasha, tú no me perderás… Jamás lo permitiría…
-Solo de pensar que estuve a punto de perderte hoy –
Aome se dio la media vuelta para tenerlo de frente –Inuyasha, escúchame… estoy aquí, contigo… Y no pienso irme… Nunca…- Se acercó para besarlo como acostumbraba…
Inuyasha sintió el alma se le salía del cuerpo. Esa sensación… Era tan repetitiva y tan única…
La amaba… La amaba tanto… Tanto que nunca se imaginó amando así… Tenerla cerca lo volvía loco, pero de nuevo esa sensación de necesitarla más y más se intensificaba… Cansado de sentir eso, y desesperado de recibir los besos calmados de Aome, la sujetó por los hombros para tenerla más cerca e intensificó los besos haciéndolos apasionados y casi urgidos…
Aome abrió los ojos asombrada, pero extasiada por aquella excitante situación. Le sorprendía la manera en que Inuyasha la amaba, la sentía, la vivía… Cerró los ojos tratando de dejarse llevar y entregándose a él, al hombre que amaba más que a su vida. Estaba totalmente desbordada por esas sensaciones, en vez de emitir suspiros comenzó a decir su nombre…
-Inuyasha…Inuyasha…
El chico bajó por su cuello y lo besó con la más exquisita ternura, sabía que eso le gustaba a Aome. Y para él, era un gourmet probar su piel…
De pronto Inuyasha recuperó la cordura, fue cómo si su ser conciente despertara… Sabía que aquél no era el momento ni el lugar… La amaba tanto que no quería arruinar ese momento, después de todo también sería su primera vez. (N/A Sí! Aunque no lo crean!)
Quería que fuera tan especial para ella, que lo tuviera en su mente por siempre. Sabía que su instinto masculino la deseaban más que nada, ya que Aome se habría entregado sin pensarlo. Pero su amor era tanto por ella, que decidió hacerlo especial…
Trató de recuperar el aliento y se separó de Aome… La chica supo lo que sucedía y una sonrisa se dibujó en su rostro… "Sabía que no quería aprovecharse de mí"… Se quedaron viendo unos instantes. Inuyasha comenzaba a titubear dentro de sí mismo… Si no pasaba algo, la tomaría y la haría suya ahí mismo…
Aome sentía que el corazón se le salía del pecho… Sentirlo cerca era abrumador.
Ella siempre había creído que la mejor forma de estar con el ser amado era hasta estar casados… Pero Inuyasha despertaba en ella los más bajos instintos: deseo, pasión, éxtasis… Y al descubrir que Inuyasha la amaba tanto, no dudaba más…Quería estar con él…
Como respuesta a sus deseos, instintivamente se fundieron en un abrazo. Ambos podían sentir el latir de sus corazones tan apresurados y locos por el otro. Inuyasha la sujetaba con fuerza, no quería perderla, no quería que se alejara… Aome se dejaba llevar por la protección que le brindaba…
Miroku llegó hasta donde la pareja.
-Ejem, ejem… espero no interrumpir…
Inuyasha lo miró con reproche, pero debía agradecerle su llegada. No imaginaba lo que pudo haber ocurrido.
Aome besó a Inuyasha y se despidió de él…
-Buenas noches Inuyasha…- Se puso de pie…- Hasta mañana Miroku…
-Que descanse Señorita Aome…
La chica entró a la cabaña. Inuyasha la siguió con la mirada. Luego miró a Miroku y supo lo que seguía, seguro lo molestaba con lo que había visto, pero no le dio tiempo para eso…
-Miroku, siéntate tengo que mostrarte algo…
El amigo le obedeció y se sentó a lado de Inuyasha
-Qué ocurre?...- Observó que Inuyasha metía su mano a la bolsa de la chamarra que vestía y de ella sacaba una pequeña cajita blanca…-Qué es eso?...
Inuyasha la abrió dejando ver un anillo de oro con un diamante en el centro… -Recuerdas el anillo que me dio mi madre?...
-No me digas que piensas…-Abrió los ojos sorprendido al recibir como respuesta una sonrisa de Inuyasha. …
-Estás seguro?...
-Mi madre me dijo que se lo diera a la mujer que amara no?... Pues a la mujer que amo es Aome…
-Pero Inuyasha, apenas si se conocen…
-Eso no importa… la amo… lo sé… sabes que es la primera…
-Pues si estás seguro, te deseo suerte amigo…
-Sí… mañana se lo diré…
CONTINUARA….
Hola! Bueno antes que nada les pido una GRAN disculpa por lo largo de este capitulo, pero es que de verdad que me inspiré y cuando una idea buena se me mete en la cabeza no descanso hasta terminarla jajaja… Ligeramente obsesiva…
Una pequeña acotación. Espero que haya quedado claro mi punto de que en esos "encuentros" de la pareja ambos descubrieron algo. Aome descubrió que no era necesario esperar hasta el matrimonio para entregarse al ser amado e Inuyasha se enamoró más de ella, tanto que decidió respetarla y esperar el momento y el lugar… jajaja ojalá entiendan mi idea…
Otra cosa, me acabo de dar cuenta de un gran error ¬ ¬… verán, no sé porque en el capitulo nueve puse en números romanos el número 19, pequeño error… El caso es que este es el verdadero XIX si?
Espero que les guste este capitulo. Estoy muy triste y molesta por la nueva disposición de la página, de no poder responder los reviews es inaceptable!... La verdad es que tengo que agradecérselos pero temo que quiten mi fic, pero todas (os) ustedes saben cuán agradecida les estoy, así que espero me comprendan y sigan leyendo mi fic jejeje! Espero actualizar pronto… nos estaremos viendo! Chao y Gracias…
