XX.- La Proposición…
Los primeros rayos del sol que caían sobre la cama y el canto de las aves, que en aquél lugar se podía percibir a la perfección, fueron el indicio de que era un nuevo día.
La chica abrió los ojos lentamente y recordó que en el lugar en el que se encontraba, no era su habitación.
Se levantó de la cama y corrió las cortinas, observando maravillada el lugar, que de mañana, resplandecía aun más. Quitó el cerrojo y abrió los vidrios sintiendo de lleno el aire pegando en su rostro. Aspiró el fresco aroma a pino que caracterizaba el lugar y cerró los ojos recordando el porqué estaba ahí: "Inuyasha"…
Alguien tocó en la puerta de la habitación, sacándola de sus pensamientos. Volteó rápidamente y notó que se encontraba sola. "¿En dónde se habrá metido Sango?"…
-Adelante…-
La puerta se abrió lentamente dejando al joven de ojos color miel…
-Buenos días Aome…- Cerró la puerta tras de sí. Quiso saludar a la chica pero percató de un pequeño detalle… Abrió los ojos sorprendido y un tono rojizo se apoderó de sus mejillas. Una sonrisa se dibujó en su rostro, lo giró hacia otro lado esquivando a Aome que lo miraba sin comprender…
-Qué pasa?...
-Ehmm… acabas de levantarte verdad?...
-Pues sí…por qué preguntas?
-El camisón?…
-AH!... Inuyasha!... Fuera! Fuera!...- Lo giró haciéndolo quedar de espaldas y lo empujó hasta sacarlo de la habitación. Una vez fuera Inuyasha, se puso lo primero que encontró y lo más rápido que pudo. Tenía la cara roja de vergüenza, ¿Cómo no se dio cuenta de que solo vestía el camisón?...Y no era un camisón cualquiera, era corto y sin mangas, bastante transparente. Dejaba muy poco a la imaginación, por suerte la chica dormía con ropa interior…
Inuyasha salió de la habitación riendo divertido, sin poder sacarse de la mente esa imagen. Esa chica semidesnuda, que resultaba ser la persona que más amaba en el mundo. Tocó la puerta esperando recibir una respuesta de Aome…
-Aome, regresaré después…- La puerta se abrió de golpe dejando ver a la chica ya vestida con el rostro aun encendido pero un poco más calmada. En cuanto la tuvo de nuevo de frente, recordó la imagen y sonrió ampliamente…-Ya estás… mejor?...
-Tonto!...- Al notar que Inuyasha no dejaba de reír se puso un poco exasperada…-No te burles!...-Dio media vuelta entrando en la habitación y deteniéndose en la ventana de espaldas a Inuyasha…
-Oye…ahora era mi turno no?... tú ya me habías visto en ropa interior…-Otra risa salió incontrolablemente de su boca, a decir verdad le costaba trabajo recuperar el aliento entre risa y risa… Pero creyó que ya no era apropiado burlarse. Retomó la calma y la tomó por los brazos, pero la chica lo zafó. Fue entonces cuando Inuyasha supo que se le había pasado la mano…
-Oye… tranquila…- la giró hacía él. La chica lo miraba enfurecida, esquivó la mirada dorada del chico que la cautivaba y se giró de nuevo. Ahora ella reía divertida, quería cobrársela…
-Aome…no estarás molesta por eso verdad?...- El silencio de Aome le hizo temer lo peor… "Rayos!"…-Vamos Aome…
Aome lo miró a los ojos con la misma mirada de enfado, y al notar que Inuyasha estaba preocupado, soltó una carcajada…
-Jajajaja…Caíste!...
-Qué! oO…
-Tontito… cómo iba a molestarme por eso?...- Se acercó y lo besó en la mejilla.
-Feh!...- "Me engañó"…
-Jajaja… Pero me tomaste por sorpresa…
-Y eso que?...
-Cómo que qué?...
-Qué tiene de malo?... Además no vi nada que no quisiera ver…
-Inu-ya-sha…- arrastró las sílabas cómo queriendo propinarle un regaño… (N/A jaja ABAJO!)…
-Qué?... Es verdad.- temió seguir hablando pero le fue imposible callarse, sabía que el verla así no era nada grave, después de todo, si ella aceptaba, la vería así todas las mañanas…- No vi nada malo… al contrario… fue algo…hermoso..- Notó que Aome se ponía roja de nuevo.
Se acercó a ella y la besó. Fue un beso de los buenos días bastante bueno. La chica se separó de él recuperando el aliento y recordó que su amiga no estaba en la habitación.
-Oye… sabes dónde está Sango?...
-Salió…
-Tan temprano?...
-Temprano, Aome son las diez de la mañana…
-Ah si?...
-Pero no te culpo, yo también acabo de levantarme…
-Entonces, Cómo sabes que salió?...
-Pues porque Miroku tampoco está…Dejaron una nota en la mesa. Fueron a comprar algo de víveres a la aldea…así que estamos solos…- Se acercó a Aome que estaba roja por la insinuación, pero no lo esquivó.
La tomó por el rostro sin previo aviso y la acercó a él en un rápido movimiento al cuál Aome no alcanzó a reaccionar. La besó con tal desesperación, que Aome creyó que se le iría el aire. Correspondió al beso apasionado al cual era sometida sujetando a Inuyasha por el cuello y permitiendo que la lengua del joven se internara en su propia boca examinando cada centímetro de esta. La imagen volvía a su mente haciéndolo arder más en deseo… La separó un poco de él, y la tomó por la cintura elevándola unos centímetros del piso para después dejarla caer suavemente en la cama. No sabía porque lo hacía, pero era una urgencia sentir su cuerpo junto el suyo. Sentirla y amarla. Aquella toma de conciencia que hasta ayer le parecía lo mejor, ahora parecía no tener razón. Él mismo parecía haber perdido la razón, solo sentir su cuerpo frágil le hacía perder la razón. Se posó arriba de ella y recorrió su cuello saboreándolo con su lengua y labios.
Aome dejaba escapar suspiros, que al principio eran calmados, pero que poco a poco se volvían más intensos. Era el tercer encuentro de ese tipo (N/A tercer encuentro de ese tipo eh? No encuentro de tercer tipo jajaa) entre ellos y ninguno sabía si podían ser capaces de frenarse en cualquier momento. Resultaba obvio que los dos se deseaban entre sí, se habían ido despertando sensaciones que ninguno había podido sentir antes con alguna otra persona. Estaban seguros que su amor era correspondido y sabían que si alguna vez querían entregarse por primera vez, la persona que tenían frente ellos, era la indicada.
Siguieron sintiéndose entre sí. Acariciando y conociendo el cuerpo del otro, pero sin atreverse a ir más allá. Un ruido en la planta baja y la voz de Miroku anunciando su llegada, hizo que se separaran y que comenzaran a reír por la travesura que acababan de cometer. Inuyasha se incorporó de la cama y se arregló las ropas. Le hizo una seña a Aome con su dedo índice de que guardara silencio. La chica se levantó remedándolo e Inuyasha posó un suave beso en sus labios. Salió del cuarto y bajó las escaleras. Aome lo siguió después de unos minutos.
Sango estaba sacando de las bolsas lo que acababan de conseguir, mientras que Inuyasha y Miroku cuchicheaban algo que, con la llegada de Aome disimularon.
-Mira Aome, los aldeanos fueron muy amables con nosotros. Nos dieron un poco de víveres y algunas plantas medicinales por si acaso y todo solo porque Miroku les dijo que una posible tempestad se aproximaba…
-Feh! Sigues con tus charlatanerías de monje?..
-No son charlatanerías Inuyasha… Después de todo mi padre era un monje de prestigio…
-Sí y pervertido también… ¬ ¬ …
-Ejem, ejem… pero espero que no hayamos interrumpido nada. No quisimos despertarlos…
-Aarrgg… Miroku guarda silencio…- hizo una serie de muecas y señas a su amigo el cual, al principio no comprendía, pero que después acabo por entender…
-Ah! Sí... señoritas verán, Inuyasha y yo estábamos pensando que podríamos ir a acampar al bosque. ¿Qué les parece?...
-Acampar?...
-Sí… Tengo un par de casas de campaña. Podemos llevar comida y acampar en medio del bosque, mañana regresaremos temprano…
-Me parece buena idea, así conoceremos el bosque…
-Bien, entonces ¿por qué no preparan algo de comer? Mientras tanto Miroku y yo prepararemos las casas de campaña…
-De acuerdo…Nosotras prepararemos la comida…
Se quedaron en la cocina, mientras los chicos salían a preparar lo necesario para la excursión. Las parejas de amigos aprovecharon el momento para platicar entre ellos, ya que, con la unión entre Inuyasha y Aome, no habían tenido mucho tiempo. Sango se había enterado un día antes por medio de Miroku, que Kikyo estaba en la casa de Inuyasha, pero no se lo había podido decir a su amiga. Aome la notó un poco nerviosa…
-Sango, estás bien?...
-Ah?.. sí. Jaja…- "Tengo que decírselo"…
-Segura?...
-Ehmm… pues sí, digo no… bueno Aome, verás…tengo que decirte algo, pero no sé como lo tomarás…
-Sobre qué?...
-Es sobre Inuyasha…
-Inuyasha?...qué pasa con él?...
-Pues…es que… ay Aome, no quiero que tengas problemas con él por mi culpa pero es mi deber decírtelo…
-Sango me estás preocupando… ya dime qué es…
-Está bien, pero promete que lo tomarás con calma si?... Inuyasha te contó que estuvo comprometido antes?
-Ah! Es eso?... claro que sí, me lo dijo hace poco, antes de comenzar a andar…
-Ah… jeje y te dijo con quién?...
-Claro que me dijo con quien…
-Kikyo…
-Sí, ella… porqué?... hay algo que no sepa?...
-Pues… vive con él...- deseó no habérselo dicho, ya que vio como la expresión de su amiga cambiaba de pronto.
Aome recordó el malentendido del día anterior y que Inuyasha le había ocultado que la tenía viviendo con él, pero también recordó que Inuyasha no la engañaba con ella, así que calmó a su amiga con una sonrisa.
-Sí, lo sé… me enteré ayer…
-Ayer!... y, no hay ningún problema verdad?...
-Pues yo espero que no. Ella solo vive en su casa por protección. Entre ellos ya no hay nada… lo sé…
Sango dio un gran suspiro sabiendo que ya todo estaba bien.
-Me alegro… no pensé que estuviera jugando contigo pero, más vale prevenir no?...
-Gracias Sango…- La alegría le regresó al rostro mostrando de nuevo una sonrisa de oreja a oreja.
-Y ya veo que las cosas van muy bien verdad?...
-Ah?... sí… de maravilla…
-Aome, no me digas que ustedes ya…
-No!... cómo crees?...- Se sonrojó tratando de no recordar que habían estado a casi nada de hacerlo…
-Bueno, yo solo decía… pero no deberías avergonzarte…
-La verdad es que, hemos estado a punto…
-Lo sabía!...
-Shshh!...
-Lo siento… y que los frena?...
-Pues, la verdad no lo sé… Supongo que aun no es tiempo…Pero a pesar del poco tiempo que tenemos juntos, yo sé que me ama. Y yo lo amo más que nada…
-Entonces?...
-Entonces qué?...
-por qué no lo hacen?...
-Sango!...deberíamos?...
-Pues, si los dos se aman… porqué no?
-Bueno es que yo siempre pensé que, solo me entregaría al hombre con el que me casara…
-Y quien te dice que no te casarás con él?...
-Cómo crees?... aun somos muy jóvenes…
-Pero lo amas no?...
-Sí ya te lo dije…
-Aome, no deberías tener miedo… te lo digo por que ya pasé por eso…
-Ah no?... y dime… qué se siente?...
-Jajajjaajjaaja….
-Qué?...
-No nada, perdón… es que, no pensé que me preguntaras algo así… Pues no puedo decírtelo con exactitud, solo que, es lo más maravilloso que me haya ocurrido… Y mira que Miroku es un caso especial eh?...
-Pero… no tienes miedo ahora que, ya te entregaste, que algo pase?...
-Lo tuve en ese momento… pero, Miroku lo sintió y me juró que nada nos separaría… y yo le creí…Sé que él ya había estado con otras mujeres, pero, modestia aparte, también se que ninguna es como yo…Así que, en mi opinión, no deberías tener miedo a algo tan hermoso…Pero mejor nos apresuramos con la comida antes de que nos maten eh?...
-Sí…- Comenzaron a preparar una gran cantidad de emparedados y botanas. Aome seguía pensando en lo que su amiga le acababa de confesar y en lo que ella misma ya había descubierto. Sabía que ya no era una niña y que ese tipo de decisiones eran muy importantes, pero también sabía que lo amaba y que ser suya, no debía ser una mala experiencia…
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
(N/A bueno este diálogo tal vez parezca algo tosco pero, todas sabemos que así hablan los hombres no? Y más sobre estos temas)
-Y bien Inuyasha, por fin eres de los míos?...
-De que estás hablando?...
-Vamos, no mientas sé que tú y la señorita Aome…
-Cállate!... Claro que no…
-Y se puede saber que estás esperando?...
-A darle el anillo…
-Aaahh Inuyasha… tienes muy poca experiencia…
-Feh! Yo no soy un pervertido como tú comprenderás… sabes que Aome sería la primera…
-Pues si lo sé… y si no te avergüenza decirlo pues a mí tampoco me avergüenza saberlo…
-Aaargg y porqué habría de avergonzarme!... Aome es la primera mujer que amo… y creo que aun no es tiempo de… hacerlo…
-Y hasta cuando será tiempo?... No me vas a negar que… bueno, tú sabes… tu cuerpo reacciona de cierta forma cuando estás con ella…
-Pues sí pero… Eso es normal no?...
-Normal?... pues si me lo preguntas a mí…
-Olvídalo, para ti nada es normal…
-Ser de poca fe…
-De cualquier forma, hoy mismo pienso proponérselo…
-Se lo propondrás?... que directo…
-Matrimonio!...
-Ah…
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Todo estaba listo para partir. Cuando eran las cuatro de la tarde, salieron de la cabaña cargando todo lo necesario, caminaron a lo largo del bosque guiados por Inuyasha, quien era el único que conocía el lugar. Algunas veces se detenían a descansar pero siguieron avanzando hasta encontrarse en un lugar apropiado para acampar. Inuyasha y Miroku montaron las casas de campaña mientras Sango y Aome ponían un mantel sobre la tierra para comer. Terminaron de instalarse y comieron. La tarde caía y Sango y Miroku habían ido a conseguir un poco de ramas o troncos para encender la fogata, dejando a unos incrédulos Inuyasha y Aome… -Conseguir ramas… Feh! Si como no…- Inuyasha llevaba consigo el anillo, pero no se atrevió a dárselo aun… Primero quiso llevarla hasta un arroyo cercano…
Cuando llegaron al lugar, Aome lo miraba maravillada. Era un angosto arroyo que corría separando la tierra, dejando ver al otro lado una gran cantidad de arbustos repletos de flores de todos los colores y tamaños. Ese lugar mostraba una mezcla exquisita de aromas. Agua, pino, flores, tierra. Todo olía tan delicioso. El viento soplaba delicadamente, apenas provocando un pequeño escalofrío a la chica. Inuyasha la cubrió con su cuerpo, abrazándola. La tomó en sus brazos y la cargó cruzando el arroyo pisando una serie de piedras que sobresalían de este llegando así, a donde los arbustos y las flores yacían.
Aome no dejaba de verlo, podía notar el deseo que brillaba en los ojos del chico y sabía que ella sentía lo mismo… Se fundieron en un apasionado beso haciéndoles perder el aire. Aome lo sujetó por el cuello mientras que Inuyasha, sin dejar de sujetarla, la recostaba suavemente sobre el pasto y a lado de algunas flores. Quedaron así, Inuyasha sobre ella, besándose y sintiéndose amados. Se separaron un poco, solo lo suficiente para que Inuyasha tomara una flor color amarilla y la colocara en el oído de la chica. Aome le sonrió, provocando que Inuyasha se sonrojara y así despejara de una buena vez sus dudas. Hasta apenas ayer dudaba sobre hacerla suya, pero hoy, no podía sacarse ese deseo del cuerpo y del alma. La necesitaba, necesitaba tenerla cerca. Comenzó a besarla de nuevo permitiendo que sus manos exploraran lugares desconocidos.
Aome sabía que lo amaba, lo amaba tanto que sentir sus labios sobre los suyos y sus caricias sobre su cuerpo le hacían perder la cabeza. Se mordía los labios para tratar de contener la gran cantidad de suspiros que querían emanar de ellos, cerraba los ojos para poder disfrutar las caricias de Inuyasha… Susurraba su nombre implorándole no detenerse…
El chico retiró la blusa y el pantalón que vestía Aome, para dejarla así en ropa interior. Comenzó a recorrer con sus labios todo el cuerpo de la chica iniciando por el cuello, siguiendo con sus oídos a los cuales mordía sutilmente y decía cosas dulces…-Aome… Quiero… quiero que estés conmigo…-
Sentía las manos de la chica sujetándolo con fuerza por la espalda y escuchaba los suspiros que escapaban de su boca… Bajó más por el cuello hasta llegar a los pechos de la chica, primero los sintió con la punta de sus dedos apenas rozándolos, pasó sus manos a la espalda de Aome para poder desabrocharle el brasier. Lo desabrochó y bajó lentamente los tirantes acariciando sus hombros. Cuando lo hubo quitado por completo, quedó asombrado por la belleza de la chica que ahora lucía más como una mujer. Comenzó a rozarlos primero para después probar su sabor, que le parecía exquisito. Bajó por su estómago hasta llegar a su vientre. Deslizó lentamente la ropa interior y la quitó por completo dejándola desnuda y totalmente a su merced… No lo podía creer, la tenía ahí, bajo él, desnuda y dispuesta a entregársele. La miró por varios segundos provocando la impaciencia de la chica quien lo besó de nuevo con pasión y en un movimiento, que ni el mismo Inuyasha supo cómo ocurrió, lo dejó bajo ella… Ahora era su turno para satisfacerlo…
Se colocó encima de él, sentándose entre su estómago y su vientre besando su pecho y sintiendo sus músculos con sus manos. Era tan atractivo. Quería sentir cada centímetro de él, probar cada trozo de su piel que parecía tan apetecible. Terminó por desvestirlo bajando sus bóxer sintiendo cómo su organismo reaccionaba al roce de sus caricias y asombrándose al darse cuenta de cuanto podía satisfacer a la persona que tanto amaba y que en aquél momento deseaba tanto… Inuyasha sentía la respiración tan agitada y el pulso tan acelerado que pensó podría caer muerto en aquél mismo lugar ante tanto placer. Sintió como Aome acariciaba sutilmente su masculinidad y emitió un solo grito de placer que sería suficiente para no poder resistir más y tomarla por la cadera para tenerla de nuevo debajo de él pero esta vez totalmente extasiado y dispuesto a consumar el acto…
La chica sonrió complacida y cerró los ojos esperando que la hiciera suya, pero esto, para su sorpresa, no sucedió. Solo sintió como Inuyasha se acercaba a su rostro para besarla con la mayor calma. Aome abrió los ojos teniéndolo frente ella…
-Aome… No quiero hacer nada que no quieras…
La chica solo sonrió tiernamente y acarició su rostro acercándose a su oído para susurrarle algo…
-Inuyasha, lo único que quiero, es estar a tú lado…
Inuyasha comprendió entonces, que la chica quería estar con él y que así pudieran ser uno mismo…
La besó con calma tomándola por la cadera y elevándola un poco… Ambos sintieron un único roce en aquél lugar por el que ambos estarían unidos… Aome ahogó un gemido en la boca de Inuyasha y éste la penetro lenta y cuidadosamente sintiendo como Aome le mordía accidentalmente el labio como reacción. Creyendo que la había lastimado abrió los ojos asustado y observó cómo rodaba una lágrima por el rostro de la chica.
-Aome! Estás bien?...Te lastimé?...
La chica le observó con un amor inmenso dándose cuenta de cuanto le importaba… No podía responder con tranquilidad, ya que, el sentirlo dentro de ella era razón suficiente para que siguiera complacida. Solo le sonrió…
-No Inuyasha… esta lágrima… es de felicidad… porque ahora yo… yo soy tuya… y de nadie más…-
Siguió besándola y luego bajó de nuevo hasta sus pechos acariciándolos y poniendo sus manos detrás de su espalda. Aome se arqueó hacia atrás sintiendo el apacible ritmo que llevaba Inuyasha, pero que, poco a poco, iba incrementando… Ambos sentían un placer indescriptible, no querían separarse… Sus cuerpos sudaban y sus gargantas se sentían un poco cansadas por sentir y aclamarle al ser amado cuanto le amaba…
Llegar al clímax, no fue tarea difícil para ninguno de los dos. No era solo la unión entre sus partes íntimas, sino que también eran víctimas de caricias, palabras, besos, suspiros… Todo junto hacía que los dos ardieran más en deseo con forme el tiempo avanzaba y no quisieran separarse uno del otro…
Ambos creían que en cualquier momento podían caer rendidos. En algunas ocasiones Inuyasha bajaba el ritmo, pero al sentir las caricias y los besos de esa chica a quien tanto amaba y al escuchar como era complacida, le hacían aumentarlo haciéndose sentir muy dentro de Aome… La chica lo sujetaba con fuerza por la espalda encajándole casi las uñas, sus cuerpos estaban demasiado sudorosos, pero no era razón suficiente para separarse. Cada vez que alguno llegaba al clímax solo lo manifestaba con palabras… -Te Amo… Te Amo…-
Era lo único que se decían y que sentían. Cuando la fatiga los alcanzo, Inuyasha bajó el ritmo y Aome dejó de morderse los labios. Trataron de recuperar el aliento separándose un poco. Fue entonces, cuando Inuyasha supo que era la ocasión perfecta para pedírselo… Tomó su chamarra y sacó la cajita blanca. Aome lo miró extrañada y sintió como volvía a su lado para cubrir con la chamarra su cuerpo desnudo. La noche había caído sobre ellos y el viento soplaba más fuerte. Se recostó de nuevo junto a ella y retiró un mechón de cabello de su rostro que había quedado inmóvil y adherido debido al sudor, lo pasó detrás de su oído y le sorprendió ver que la flor amarilla aun seguía ahí. La miró con detenimiento y una inmensa ternura.
-Aome…Eres tan hermosa…- Se acercó a ella besándola y sintiendo como su cuerpo y el de la chica volvía a arder y comenzaban a respirar agitadamente de nuevo… La tomó por la cintura e hizo que se sentara junto con él. La abrazó después del beso aspirando su aroma dulce y sintiendo como la chica le susurraba algo al oído…
-Te Amo Inuyasha…
-Yo también… Aome?...
-Si?...
La separo para tenerla de frente y acariciarle el rostro y decirle por fin lo que tanto quería…
-Cásate conmigo…- Tomó una de sus manos y dejó ver el interior de la cajita blanca. Tomó el anillo y lo puso en el dedo anular de la mano izquierda.
Aome abrió los ojos sorprendida y sintió como su corazón latía apresuradamente. Sabía la respuesta, ni siquiera tenía que pensarla. Las lágrimas se agolparon en sus ojos dejando caer una. Estaba tan feliz, acababa de entregarse al hombre que amaba y ahora sabía que se casaría con él…
Inuyasha temió la respuesta al ver lágrimas en los ojos de Aome. –Entiendo que si no estás preparada…
-Sí…- dijo casi en un susurro que Inuyasha no alcanzó a escuchar bien, o más bien, quería estar seguro de la respuesta…
-Qué?...
-Dije que sí Inuyasha… Sí quiero casarme contigo…
El chico sintió como su corazón quería salir de su pecho, una sonrisa se dibujó en su rostro y se abalanzó hacia la chica quien reía y lloraba por la noticia… Cayeron de nuevo en el pasto riendo como dos niños felices con la idea de casarse. Se besaron sintiéndose nuevamente parte del otro.
-Aome… Quiero que sepas, que yo también soy tuyo y de nadie más…
La chica se quedó callada recordando las palabras de Kikyo… -Verás que te divertirás… es muy hermoso… Cuando iba ahí con Inuyasha la pasábamos genial…- "Entonces ellos no"... Sonrió feliz. Él también se había entregado por primera vez. Y había sido a ella. Que feliz la hacía… Cuanto lo amaba… Nuevas lágrimas rodaron por su rostro, causando extrañes en Inuyasha.
-Aome, qué ocurre?... No estás feliz?...
-Inuyasha… soy la mujer más feliz del mundo… porque estoy contigo… y me casaré con el hombre que amo…- Lo besó con la calma acostumbrada provocando que Inuyasha sintiera un hormigueo en su cuerpo…
-Será mejor que regresemos… Sango y Miroku deben estar preocupados…
-Feh! Si, ya me imagino que preocupados deben estar…
Se vistieron entre besos y miradas, aunque algunas veces se volvían a despojar de la poca ropa que llevaban encima entre sí. Regresaron donde Sango y Miroku quienes los miraban curiosos y notaron un resplandor en la mano izquierda de Aome. Supieron que ya se lo había dicho y que obviamente la chica había aceptado. Evitaron decir algo así que solo entraron a una casa de campaña, asumiendo que la pareja dormiría junta…
CONTINUARA….
Hola, bueno primero quisiera saber si me pasé de… tono… jajaja… la verdad es que no sabía si ponerlos juntos o no… pero bueno me pareció buena idea que se le declarara así… o uds. Que opinan?... jeje muchas gracias por todo su apoyo y sus reviews!... en verdad mil gracias!... ojalá que les siga gustando… bye bye…
P.D. Una cosa q m ha venido atormentando, tengo una idea para la historia, pero temo que sea muy, tele novelesca, jeje, así que bueno pues me gustaría saber si a uds les gustan las telenovelas, jaja… Me gustaría saber si quieren que la ponga o de plano mejor me pongo a pensar en otra cosa… jajaja… muchas gracias por su ayuda y apoyo… bye!
