Disculpen la demora, tratare de actualizar mas seguido

-Esto es inaudito - un grito ronco se escuchó dentro de las oficinas del Capitán General. El anciano Ryujin Kuchiki, se encontraba frente a Kyoraku incrédulo de lo que estaba escuchando.

-... No hay que alterarse - dijo muy relajado el capitán general - … Ichigo-kun no tiene ninguna experiencia o historial en el Gotei 13 que lo acredite como capitán.

-Es un héroe de guerra - dijo más calmado pero obviamente molesto - su Poder se compara solo con los más fuerte y poderosos, salvó la Sociedad de almas incontables veces…

- Fueron 3

-...No es posible que no lo considere.

- Ichigo-kun es nuevo en la sociedad de almas, no conoce nuestra reglas y sobre todo… no tiene las calificaciones requeridas para ese puesto.

-Hay que recordar que el Gotei 13 se fundó gracias a la ayuda de los grandes clanes… no veo como esto no pueda resultar en favor para todos…

-Ah, es cierto Kuchiki-san - dijo con una sonrisa. - La relación entre los clanes y el Gotei 13 siempre ha sido provechosa.

-Entonces entenderás que la mejor decisión es Ichigo Kuchiki. Después de todo, cómo representante del clan Kuchiki sería un honor nominar a una de nuestras promesas más grandes.

-Esa es una muy buena idea, una promesa Kuchiki - dijo Kyoraku y Ryujin sonrió ante tal aceptación, regresaría con el consejo con resultados favorables. - ¿O tú qué opinas Kuchiki-Taicho?

De inmediato se le borró la sonrisa al anciano, volteo y ahí, con un rostro indescifrable estaba el líder del clan Byakuya Kuchiki. No lo había sentido llegar, ni siquiera hizo ningún ruido.

-El clan Kuchiki está honrado de seleccionar un campeón para postularse a tal mérito, cómo se mencionó, el clan Kuchiki es un beneficiario del gotei 13. - dijo sencillamente avanzando por la habitación hasta ponerse al lado del anciano que se encontraba sentado. - Pero no será Kuchiki Ichigo. Como líder del clan - acentuó las palabras para ver el enojo de Ryujin - y como capitán de la sexta división, mi apoyo está en Rukia Kuchiki.

Kyoraku soltó una risa divertida, principalmente porque esa plática ya había pasado a solas con Byakuya pero todo esa escena era para dejar un punto claro, ningún anciano puede sobrepasar al Lider del clan.

El anciano se veía visiblemente molesto.

-Es demasiado debil- dijo - Y es una mujer, en cuanto quede encinta va a…- Ryujin se detuvo en cuanto sentido una presión inmensa, el Reiatsu de Byakuya se sentía en toda la oficina, cuando sus ojos vieron directo a los del pelinegro sintió un miedo absoluto. Era fácil olvidar la razón por la que era líder del clan cuando siempre se le veía en control de su temperamento pero en ese momento aún cuando su rostro no hubiera cambiado, estaba demostrando porque era considerado unos de los capitanes más fuertes que había tocado el Gotei 13.

El anciano trago en seco cuando vio a Byakuya desenvainar su Zampakuto. Sintió la presión de la hoja en su hombro obligándolo a ponerse de rodillas, entiendiendo que estaba en peligro pego su frente al piso y espero.

-Debes recordar - dijo Byakuya con voz fria - Cuál es tu lugar.

-Hay mucha tensión - dijo Kyoraku, quien no se veía afectado por la presión espiritual.- se tomará la decisión en conjunto los capitanes y yo. Por favor, no preocupe a su blanca cabeza con los problemillas del Gotei 13.

Ryujin entendió que estaba siendo despachado, así que salió de inmediato con su orgullo totalmente mancillado. Por eso era necesario revocar el mandato de Byakuya Kuchiki. El no se preocupaba por el clan, su prioridad era el gotei 13, pero lo que su orgullo no le dejaba entender, era que el gotei 13 sería mucho mejor administrado bajo el mando de la familia Kuchiki. Durante los últimos 50 años, la inestabilidad era una de los problemas del escuadrón, cambios de capitanes, traidores y guerras han hecho débil a los escuadrones. Hoy más que nunca es urgente que Byakuya saliera del poder y comenzar a dirigir gotei 13 para que sea próspero.

En cuanto llegó a la mansión, convocó a una reunión de los ancianos, e informó de inmediato lo que había pasado.

-Ese fue un movimiento imprudente - dijo Inumaki - Byakuya no es estúpido, sabe que algo está pasando, temo que has divulgado nuestro objetivo. El heredero que tomaría ese lugar … ya no podemos esperar

-Tu lo has dicho …no es estúpido. Probablemente ya lo sabía desde antes. Pero creo que ha salido algo de provecho con esto. Has movido una pieza importante en este tablero de ajedrez - Dijo Soujiro - Byakuya está reaccionando y ha escogido a la chica Rukia cómo su campeón.

-Está claro que los capitanes respaldan su decisión - dijo Ryujin -Lo mejor sería deshacernos de la chica. Kimiko se está acercando a Ichigo, ella puede brindarnos el heredero que tanto necesitamos

Era probablemente la sugerencia que todos tenían en su cabeza pero que nadie se había animado a decirla. Ese acto sería el definitivo, la chispa que desencadenaría el golpe de estado del gobierno de Byakuya Kuchiki.

-Temo, que sería muy imprudente de nuestra parte. -Dijo Soujiro.

-Estamos preparados para Byakuya, tenemos nuestros reclutas y….

-Si crees que la cantidad vencerá al capitán del escuadrón 6, estás muy equivocado… pero no es Byakuya mi principal preocupación. Ichigo Kuchiki. Él sería imparable. El clan Kuchiki completo ardería si atentamos en contra de ella.

-Entonces que parezca un accidente - dijo Inumaki.

Todos asintieron excepto Soujiro. El anciano veía cómo todo se corrompía, el plan original, de tener un líder que guíe al clan Kuchiki a la superioridad sobre otros clanes sobre el gotei 13, un heredero que ellos pudieran moldear antes de que su vida termine…. Todo eso parecía muy lejano escuchando a sus compañeros. Quizás ya era momento de dejar el trabajo en equipo y ocuparse el mismo.


Todo su cuerpo estaba tan dolorido, con cada movimiento era como si un millón de agujas calientes atravesaran sus músculos.

Y ese era el día 1.

Ukitake no tuvo piedad de ella. Había arribado al escuadrón a las 4 a.m. lista para empezar su entrenamiento como capitán, ni siquiera había despertado a Ichigo para despedirse, pensaba que quizás esa tarde podrían verse cuando regresar a la mansión Kuchiki.

Que equivocada estaba.

Ahora, después de las 7 de la tarde, se encontraba en su habitación privada en el escuadrón 13. No tenía ni la energía ni la integridad física para volver a la mansión. Su cuerpo estaba lleno de moretones, y tenía la sensación que esto era lo más sencillo.

Recibir una paliza de Ukitake le dejo de mal humor. Ella había creído que podría plantarle la cara, después de todo, sentía suficiente confianza en sus habilidades, que aún que no eran las de un capitán, podría por lo menos defenderse. Nuevamente, equivocada.

Trato de respirar despacio ya que sus costados ardían. Ya había utilizado Kidoh sanadores en sí misma, pero había reparado medianamente el dolor. Sintió de repente una angustia en su pecho. No quería que ukitake cambiará de opinión, o que pensará que no tenía la madera de terminar con ese entrenamiento y dejar el escuadrón en buenas manos.

Sintió que sus ojos picaban y lagrimeaban. No podía defraudar a su capitán, al escuadrón o aún peor, a su hermano. Él le había alentado y dijo que estaba orgulloso, tenía que dejar de ser débil y volver al campo de entrenamiento, no era momento para descansar. Justo cuando se encontraba por levantarse aún con el gran dolor que eso implicaba su celular sonó.

Era extraño que su celular se activará en la sociedad de almas, cómo herramienta de trabajo se usaba más cuando está fuera del gotei 13. El identificador de llamadas arrojo el nombre de Ichigo Y contesto inmediatamente. Demasiado rápido para su orgullo.

-Hola- dijo insegura.

-Rukia - escucho como su esposo suspiraba su nombre y no pudo evitar una pequeña sonrisa. Aún sentía la preocupación de sus anteriores pensamientos pero por ese instante pudo hacerlos de lado. -No escuché cuando te fuiste me hubiera gustado acompañarte. - dijo el pelinaranja y ella casi podía verlo sonrojado y sin mirarla al rostro al decir eso.

-Era muy temprano, no quería despertarte.

-No importa, mañana solo dime y lo haré. Quiero hacerlo.

- Está bien.

-¿Cómo fue tu primer día de entrenamiento?

-Bien, estupendo - algo en su tono debió de delatarla porque Ichigo no le creyó.

-¿Que paso?

-Nada idiota, todo fue bien.

-Enana … dime.

-No me des órdenes idiota. Además si te digo que está bien deberías creerme no ….- Rukia se detuvo abruptamente ,al tratar de acomodarse sintió dolor en todo su cuerpo lo que le hizo dar un grito de dolor.

-Rukia! - con ese grito de Ichigo sabía que él empezaba a exagerar.

-Estoy bien, no te preocupes. Voy a quedarme en la habitación privada hoy, no lo tenía planeado pero no puedo regresar. Me hubiera gustado preparar mis cosas. Ya habrá oportunidad otro dia…-Rukia hablaba rápido tratando que Ichigo olvidará su grito de dolor- Bueno, estoy cansada, dormiré. Adios.

Colgó inmediatamente.

Sabía que estaba siendo tonta. Ella era la primera en regañar a Ichigo cuando estaba minimizando su dolor o guardándolo, pero en este caso no era lo mismo. Solo era dolor físico. Descansando se repondría.

Estaba apenas empezando a caer en cierta comodidad, si no se movia, reía o respiraba. Cuando escucho la puerta abrirse. El cuarto era chico, solo una habitación con un baño. Por lo que la puerta daba justo a su cama. Para su sorpresa e incomodidad Ichigo se encontraba entrando en sus nuevos aposentos.

-Idiota - grito el nuevo Kuchiki- No debes solo dejar tu maldita puerta abierta.

-¿Que haces aquí? - medio grito Rukia.

-Te traje esto- de forma brusca soltó una bolsa de viaje que llevaba cargando. -Hay ropa y todas las cosas personales que pude encontrar. También un poco de comida. Supuse que la necesitarías.

-Gracias- dijo ella.

-Te ves horrible - dijo nada sutil, además se acercó para sentarse en la orilla de la cama.

-Idiota, no deberías decirle eso a tu esposa

-Solo digo la verdad

-Tienes suerte que me duela todo, así que solo haré caso omiso a tus comentarios.

-Parece que ukitake te dejo mal.

-Ni me lo digas - Rukia odio como se quebraba su voz. -En fin, gracias por las cosas, ya te puedes ir. Necesito darme un baño caliente y sé que me dolerá todo el proceso.

-Yo puedo ayudarte con eso - dijo sonrojado -Digo ayer nos duchamos juntos.

-Ichigo… en estos momentos no puedo…

-Solo es un baño - aseguro. Un poco avergonzada Rukia asintió. Sería agradable no tener que agonizar de dolor durante todo ese trayecto.

Ichigo se encargó de preparar la bañera con agua caliente para ella o todo estuvo listo se encargó de traerla. Ichigo la ayudó a quitarse su uniforme, mirándola sin descaro. Incluso llena de moretones, la veía con tal deseo que lo sentía como una caricia. La respiración de Rukia comenzó a agitarse, solo por sentir la tensión entre ambos. A pesar de eso Ichigo no la toco, algo que la decepcionó un poco.

10 minutos después se encontraba tallando suavemente su espalda, un poco enojado por todos los moretones y golpes en su cuerpo. El entendía que era necesario, no fueron hechos con malicia, pero si pudiera quitarle todo ese dolor y tenerlo él, lo haría en un solo segundo.

-Fui un desastre- dijo por fin Rukia rompiendo el silencio cómodo en el que se habían sumergido. - Fue como si no estuviera lista.

-Tienes sentido - dijo Ichigo muy calmado.

- No - dijo ella abruptamente - No lo entiendes, Nii-sama…

-Byakuya no tiene nada que ver en esto - interrumpió el.

-Claro que si. - dijo ella - Nii-sama está arriesgándose al apoyarme. Debes saber que los ancianos no estarán contentos.

-Estoy tan harto de esos ancianos, Rukia, para eso entrenamos, no puedes esperar dominar todo antes siquiera de intentarlo. - volteo a verlo, él seguía con la ropa puesta estaba sentado en la orilla de la bañera, pero aún así todo mojado.

-¿Qué pasa si fallo?- susurro.

-No lo harás, todos te apoyamos y sabemos de lo que eres capaz, además ¿has visto a los tipos que son capitanes aquí? Vas a superarlo es poco tiempo.

-Idiota - dijo ahora con una sonrisa. Se estremeció cuando sintió los labios del pelinaranja en un moretón en su hombro. De repente recordó que se encontraban completamente desnuda. Ichigo continuo su recorrido dejando pequeños besos por su cuello y espalda. Una de sus manos se poso en su pecho y cuello, cómo sosteniéndola. Fuerte. Era sorprendente cómo podía sentir la fuerza de Ichigo contra ella completamente su otra mano bajó poco a poco por su espalda, dándole escalofríos

-Lo siento- fijo Ichigo, su voz se hacía más profunda y podía sentir su respiración contra su piel.

-¿por qué?

-Dije que solo sería un baño… -cuando sintió un pequeño mordisco en su piel sensible se arqueo pero la mano en su pecho la sostenía casi inmóvil. Era extraño sentir a Ichigo de esa manera. -Estas adolorida… pero quiero hacerte sentir mejor.

-Detente - dijo un poco brusco Ichigo obedeció pero seguía tocándola.

-No quieres…?- Pregunto no muy seguro de si mismo.

-Quiero… -Rukia estaba sumamente sonrojada - quiero que me toques.

Ichigo gimió y se acercó como para volver a besarla pero se detuvo recordando la orden que había dado.

-Rukia - gimió su nombre un poco desesperado. -Vamos a la cama.

-Primero- digo ella - quítate esa ropa empapada, además no quiero arruinar mi cama, tienes que secarme primero - no tenía intención que su voz fuera tan autoritaria. Pensó que Ichigo le contestaría cómo siempre pero no lo hizo. Se despojo de sus ropas de shinigami quedando solo en boxers. Después procedió a levantarla y sacarla de la bañera.

Ichigo no era alguien que se podría describir como obediente. Al contrario, eran parecidos, por lo que a veces chocaban. Le sorprendió mucho que siguiera sus instrucciones sin chistar. Cuando Ichigo consiguió una toalla seca se acercó a ella. Y la diferencia de estaturas era muy obvia. Ichigo procedió a hacer algo que le hizo jadear. Se arrodilló frente a ella.

Él era probablemente el hombre más fuerte que había conocido, era también un poco orgulloso e inseguro. Pero viéndolo ahí frente a ella, de rodillas era una imagen que se quedaría grabada en su memoria. A pesar de la posición, su semblante no era de alguien subyugado. Estaba tenso, pero con una mirada que no había visto antes. La deseaba. Tanto que, no estaba siquiera pensando en él, en la posición en la que estaba, no. Toda su atención, todo él, estaba enfocado en ella. La anhelaba. Rukia nunca se había sentido tan conectada a él como en ese momento. Se sentía abrumada y totalmente consumida por él. Ichigo debió de sentir lo mismo, estaba segura pero se limitó a darle una sonrisa ladeada y comenzar a secarla.

Ichigo comenzó a pasar la toalla por su cuerpo dejando pequeños besos a su paso, aprovechando para tocarla en todos los lugares que podía, su cuello, sus pecho, su abdomen y sus costados. Era como si estuviera respirandola, intentando devorarla. Gimió cuando Ichigo abandonó completamente la tarea de secarla y comenzó a besarla en su estómago y vientre descendiendo poco a poco. Sus manos se fijaron en sus muslos, aplicando un poco de presión para abrirlos más.

-No lo entiendo- suspiro Ichigo entre respiraciones. - Cómo puede sentirse así…- Parecía que estaba hablando consigo mismo -¿Cómo puedes ser tan perfecta para mí? Cuando su boca estuvo peligrosamente cerca de su pubis Rukia gimió. Era una sensación extraña pero intoxicante. Cómo si fuera algún tipo de trance o sueño. Las manos de la Kuchiki empezaron a acariciar su cabello como alentando a seguir. La primera lamida en su centro fue algo tentativo. Curioso. Después de eso, usó su lengua para explorar. Rukia tomó el control y estirando su cabello lo guío para que le diera atención a su parte más sensible, e Ichigo obedeció. Rukia estaba segura que en cualquier momento caería ya que sus piernas temblaban y no la sostenían.

-Ichigo- gimió su nombre y al hacerlo noto que la intensidad de sus movimientos aumentaba. Parece que Ichigo entendió la situación porque por un momento se detuvo, solo para cargarla y trasladarla a la cama. La dejo caer de forma poco considerada pero a Rukia no le importaba, porque antes de protestar Ichigo ya estaba posicionándose nuevamente entre sus muslos. Era una sensación extraña, aún estaba adolorida, aún sentía dolor en sus costados pero estaba de cierta manera combinándose con la sensación de placer.

Casi pierde el conocimiento cuando su esposo empezó a penetrarla con dos dedos. Sentía un poco rara esa invasión pero no dejaba de ser la cosa más placentera que había sentido, su boca había caído en un ritmo específico donde jugaba con su clítoris. No debía sorprenderle, Ichigo siempre fue un aprendiz rápido. Gimió su nombre cuando comenzó a llegar al orgasmo lo cual alentó más a Ichigo. No podía recordar verlo tan salvaje, tan desinhibido.

-Ichigo- gimió cuando todo su cuerpo temblaba y se arqueaba.

Después de al explosión de sensaciones, abrió los ojos para encontrarse con la mirada de su esposo. Fue la cosa más hipnótica que podría haber visto, sus ojos mostrando mil cosas mil emociones, su mano estaba en su miembro manejandolo mientras la veía, cómo si fuera el espectáculo más erótico que había visto en su vida.

-Ichigo - gimió ella. - déjame tocarte.

Ichigo se acercó a ella para besarla, sintiendo su lengua demandante danzando con la suya. Sin romper el beso, Ichigo tomo su mano y la guío completamente, le mostró como acariciarlo, y Rukia se sintió en parte agradecida. Nunca lo había hecho, y muy dentro de ella tenía miedo de arruinarlo la primera vez. Pero Ichigo coloco su mano sobre la de ella y le mostró, cuando había captado el ritmo sintió que Ichigo jadeaba. Su rostro estaba tenso y podía sentir todo su cuerpo vibrar contra ella.

-Dios, Rukia - gimió y ella lo tomó como una señal que estaba cerca. - te sientes tan …. Perfecta. - suspiro contra su piel. Ichigo había empezado a tocar sus pechos casi con reverencia. - Y eres mía...

-Si-suspiro ella.

Rukia sintió el cuerpo de Ichigo cuando llegó al orgasmo, y fue tan gratificante que sintió un gran orgullo. Ichigo estaba jadeando y se dejó caer en ella.

Pasó un momento, en el que los dos solo se quedaron así, entrelazados, disfrutando la calidez del otro.

-Ichigo- dijo Rukia con su respiración ya calmada. - me estás aplastando

-Mierda - Ichigo se movió de inmediato, viendo el desastre pegajoso que estaba en sus cuerpos. Se sonrojó aún más, si es que fuera posible, también le avergonzó sentirse bien ver su semilla sobre el cuerpo de Rukia.

-V..Voy a limpiar eso - dijo mientras escapaba al baño.

Rukia pensó que después de lo que acababan de hacer habría mucha incomodidad, pero no lo sintió así. Después de que su esposo la limpiará de acomodo a su lado y ella se acercó descansando su cabeza en su pecho.

-¿Rukia, te lastime ? - pregunto Ichigo serio. Ella sabía que estaba pensado. Ichigo era tan predecible, estaba reprochando se a sí mismo por caer en sus instintos sin tomar en cuenta su cuerpo dolorido.

-No- contestó ella. -Me hiciste sentir mucho mejor. Gracias