Neville le había terminado de explicar todo lo que sabía acerca de las branquialgas, una planta mágica muy rara, aquella persona que se la comiera podría respirar bajo el agua durante un par de horas, tiempo suficiente para completar el desafío. Lo difícil fue conseguirla, su compañero le había sugerido que podría encargarla por correo pero sería caro y demoraría mucho, luego estaba la opción de preguntarle al profesor de Pociones o la profesora de Herbología, la señora Sprout, pero se supone que los profesores no podían ayudarlos y la idea de estar en deuda con el profesor Snape ciertamente no le agradaba, en ese momento tuvo una gran pero peligrosa idea -¿Dobby?- luego de un pequeño "crac" el elfo se había aparecido frente a él.

-El señor Harry Potter ha llamado a Dobby y él ha venido. Será un honor servir al gran Harry Potter-

-Escucha Dobby, sé que esto es difícil de entender pero debo pasar la segunda prueba del Torneo y la única forma es si consigo unas branquialgas, las cuales están en el despacho del profesor Snape-

-¿El señor Harry Potter quiere que Dobby le robe al profesor?-

-No es un robo, es... un préstamo, ojalá pudiera comprársela o pedírsela pero las reglas impiden que cualquier adulto me ayude. Le contaré todo algún día, te lo prometo. No te meterás en problema con el profesor Snape ni el director-

-Dobby entiende, sabe que Harry Potter hará lo correcto, como siempre. Dobby estará encantado de ayudarlo- y desapareció. Luego de unos segundos que le parecieron interminables, el elfo volvió a aparecer con unas plantas similares a las algas de los ríos.

-Muchísimas gracias Dobby ¿Hay algo que pueda hacer para agradecerte?-

-Pues...si no es mucha molestia a Dobby le gustaría un par de prendas. No es necesario que sean muy buenas, sólo para no desgastar tanto la que el gran profesor Dumbledore le dio a Dobby, es un gran hombre, él siempre trata bien a Dobby-

-Te prometo una gran caja llena de ropa para ti- le dijo sonriendo y le ofreció su mano en gesto de buena voluntad. El elfo lo miró sorprendido ante tal hecho, en parte debido a las naturaleza de su raza y también los malos tratos que había sufrido por parte de su amo anterior -Dobby no debería, los elfos no deben tener contacto con magos- dijo titubeando.

-Nadie nos ve, no diré nada si tú no dices nada- dijo con picardía y el elfo le dio un rápido pero fuerte apretón de manos. Luego se retiró de allí, mientras el elfo murmuraba cosas para sí mismo, en parte entre la alegría y el tic nervioso que le agarraba cuando sentía que no cumplía con su deber como elfo.

Harry estaba yendo camino hacia la segunda prueba. Toda la multitud estaba dispersada en distintas gradas colocadas alrededor del lago cercano al colegio. Harry notó como muchos lo aplaudieron con mucha fuerza cuando llegó, incluso algunos de Huflepuff que empezaban a apoyarlo, en especial cuando se saludó cordialmente con sus rivales. Todos estaban entusiasmados porque comience, Harry vio entre el público a Ron pero no a Draco y Hermione y empezó a preocuparse un poco más por la prueba.

Harry notó a los gemelos Weasley lanzando fuegos artificiales de colores amarillos y verdes, representando los colores de la casa de Diggory y la suya y también vio a Daphne y Ginny saludándolo desde lejos, lo cual lo hizo ruborizar un poco. En ese momento Ludo Bagman se colocó la varita en la garganta y amplificó su voz -Bien, todos los campeones están listos para la segunda prueba, que comenzará cuando suene el silbato. Disponen exactamente de una hora para recuperar lo que se les ha quitado. Así que, cuando cuente tres: uno… dos… ¡tres!- Y Harry ya se había tragado las branquilagas un segundo antes de que Bagman diera la señal y se lanzó al lago. En unos segundos su cuerpo cambió, le salieron branquias en su garganta permitiéndole respirar bajo el agua y además sus manos y pies parecían los de una criatura submarina, los cuales le permitía nadar con más facilidad -Estoy en deuda con Dobby y Neville- pensó Harry mientras se dirigía a rescatar a su objetivo. Luego de varios minutos sumergiéndose cada vez más, tuvo que deshacerse de un par de Gryndlows molestos y se cruzó con el fantasma de Myrtle la Llorona, pero nada que le presentara dificultades. Al ir más profundo vio una especie de ciudad oculta, llena de sirenas y tritones, muchos lo señalaban y cuchicheaban.

-Nada mal, eres el primero. Pero aún te queda mucho- le dijo un tritón antes de seguir su camino. Cuando se introdujo más notó que en lo que parecía ser el centro de una plaza sumergida, había una enorme estatua de piedra representando a una sirena pero lo más llamativo fue que en su cola había cuatro cuerdas de algas atadas y del otro extremo cuatro personas ligadas a ella. Eran Draco, Hermione, Cho Chang y una chica que no reconoció.

-Debo liberarlos cuanto antes, no sé cuanto tiempo más duren las branquialgas- pensaba. Intentó cortar la cuerda de su amigo con las manos pero era muy dura y no se le ocurría que hechizo podía decir bajó el agua. Las sirenas y tritones se reían, cosa que lo frustraba más, pero debía enfocarse en el desafío. En ese momento recordó cuando le quemó la vuelapluma a la reportera Skeeter con sólo pensarlo, claro que lo hizo accidentalmente, estaba muy furioso en ese momento, y ahora era más desesperación que ira. Cerró los ojos intentando encontrar una solución -Recuerda lo que te enseñó Hestia, los magos canalizan su magia a través de las varitas u objetos mágicos pero también somos capaces de hacer hechizos por nuestra cuenta- Claro que nunca había intentado hacerlo antes, era magia muy avanzada incluso para él. Pero también recordó que el año pasado fue capaz de lanzar el encantamiento Patronus algo que no todos los adultos pueden hacer y si ya había logrado hacer magia sin varita antes, tal vez ésta vez pudiese hacerlo voluntariamente. Se concentró lo más que pudo, pensó en la tarea, en sus amigos, una pequeña chispa empezó a surgir en la cuerda hasta que se cortó. Estaba súper eufórico, lo había conseguido, ahora sólo tenía que hacerlo con el resto.

-Sólo al tuyo. Ellos ya tienen sus rescatantes- le dijo el tritón y le señaló con su tridente a Cedric y Krum que se dirigían a salvar a Hermione y a Cho. Uno había utilizado un hechizo para tener una especie de escafandra que le permitía respirar y el otro una transformación animaga incompleta de tiburón. Al ver que Fleur no llegaba y el tiempo se acababa decidió actuar, las sirenas y tritones vieron sus intenciones y se acercaron para detenerlo.

-¡Al diablo la prueba, no voy a dejarla aquí!- les gritó aunque sólo salieran burbujas de su boca y les apuntó con su varita para que se echen atrás. Agradecido de que no supieran que no podría pelear contra ellos bajo el agua, uso de nuevo su magia sin varita para liberar a la niña y empezó a nadar lo mas rápido que podía, lo cual era difícil ya que el peso de los dos lo hundía un poco por cada vez que subía -Así no llegaré nunca a la superficie. Debo subir más rápido- pensó y luego una chispa se encendió en su cabeza, con un rápido movimiento de manos sacó su varita del bolsillo mientras intentaba sostener con firmeza a Draco y a la niña con la otra, cuando se aseguró que estaban bien sujetos apuntó su varita hacia abajo -¡Ascendio!- dijo gritando lo más fuerte posible aunque de su boca sólo salió una enorme burbuja, pero aún así lo logró y los tres fueron impulsados a alta velocidad hacia arriba, luego de repetir el hechizo un par de veces más ya había logrado salir y en el momento exacto ya que podía sentir como el efecto de las branquialgas desaparecía y su cuerpo volvía a la normalidad y se sintió a gusto por el oxígeno que entraba en sus pulmones. Apenas pisaron tierra firme los rescatados abrieron los ojos y salían de su trance.

Draco sonrió al recobrar el sentido y cuando vio a la niña, arqueó la ceja -¿También la rescataste a ella?

-Fleur no apareció. No podía dejarla allí- dijo mientras recuperaba el aliento.

-Espera...¿No me digas que te tomaste la canción en serio? ¡Dumbledore no nos habría dejado ahogarnos allí!

-Pero la canción…

-¡Era sólo para asegurarse de que te dabas prisa en volver! -replicó el rubio -Para ser tan inteligente a veces puedes ser muy ingenuo-

Harry se sentía como un tonto, claro que Dumbledore no dejaría morir a nadie y si realmente estuviesen en peligro los otros campeones se habrían vuelto para ayudarlo. En ese momento apareció Fleur Delacour gritando casi histérica pensando en volver al agua para rescatar a su rehén, pero al verla sana y salva se calmó. Tenía algunos cortes y magullones, al parecer tuvo un encuentro desagradable con los Gryndlows.

-Salvaste a mi "hegmanita" aunque no fuese tu objetivo. "Megci beaucoup"-y le dio un beso en ambas mejillas cosa que lo dejaron muy colorado -Tú también ayudaste- le dijo a Draco.

-Sí bueno, no podíamos dejar a esa pobre chica allí- dijo disimulando el entusiasmo por futuro agradecimiento de la chica, la cual también lo besó en ambas mejillas. Cuando todos los campeones ya estaban reunidos Ludo Bagman pidió silencio y empezó a dar los resultados. A Fleur la felicitaron por haber utilizado el encantamiento casco-burbuja, pero como no logró pasar de los Gryndlows sólo le dieron 25 puntos, Cedric Diggory obtuvo 47 puntos,A Viktor Krum por su semi transformación de tiburón le dieron 45. Cuando fue el turno de Harry ya se venía venir el puntaje más bajo y los sermones del profesor Snape por su falta de sentido común.

-El sr Harry Potter utilizó sabiamente las branquialgas, pero llegó último y vencido el plazo del tiempo. Sin embargo, la jefa sirena nos informó que fue el primero en llegar y que la razón de su demora fue su firme postura de llevarse a la rehén de la señorita Delacour y no dejarla atrás. La mayoría coincide que fue un acto noble y heroico, por lo que le concedemos, 40 puntos- y casi todo el mundo saltó de su asiento aplaudiéndolo, notó que Karkaroff no estuvo de acuerdo con el puntaje pero intentaba aparentarlo. A Harry no le importaba, había obtenido un gran resultado y era lo único que valía.

-Vaya, después de todo no fuiste tan tonto. Valió la pena que te hicieras el héroe-

-¿Lo dices por el puntaje o por el agradecimiento de Fleur?-

-Ambas- respondió mientras se frotaba la mano por la mejilla.

-La tercera y última prueba tendrá lugar al anochecer del día veinticuatro de junio —continuó Bagman- A los campeones se les notificará en qué consiste dicha prueba justo un mes antes. Gracias a todos por el apoyo y entusiasmo en este acontecimiento.

-Bueno ya está, ahora sólo podre descansar...y estudiar tranquilo. Tal vez pueda ir practicando mi magia sin varita- pensó Harry mientras se retiraba a festejar con sus amigos y pensaba en todas las medias que iba a comprarle a Dobby.


Los próximos días fueron bastante entretenidos. Sirius le había enviado una carta pidiendo que se encontraran en una carretera próxima al pueblo de Hogsmeade y que por favor llevaran mucha comida. Estaban yendo a clase de pociones dobles y justo vio que algunas de las chicas de Slytherin y también de Griffindor los miraban y murmuraban mientras hacían risitas tontas, como si supieran algo que los demás no. Una de ellas le dio un ejemplar de "Corazón de la bruja" una revista dedicada a chismes y temas triviales del mundo mágico. Mientras el profesor anotaba en la pizarra los ingredientes de la poción que prepararían Hermione se puso a hojear la revista bajo el pupitre. Notó un gran encabezado, obviamente escrito por Rita Skeeter, en la cual la tildaba a ella de una ambiciosa que se buscaba novios famosos como Harry Potter y Viktor Krum. En un párrafo cuenta que el jugador famoso le confesó que nunca había sentido nada por otra chica, y que también la invitó a visitarlo durante las vacaciones de verano. En los otros párrafos había comentarios de algunas chicas tanto de Slytherin como de otras casas, que la acusaban de haber usado pócimas de amor para haber obtenido la atención de ambos campeones, ya que debido a su aspecto mediocre nadie se fijaría en ella, además de que era una sabelotodo insoportable.

-¿De veras te confesó sus sentimientos y te invitó a visitarlo en vacaciones?- le preguntó Harry en voz baja.

-¿Cómo/ Qué?- dijeron Malfoy y Ron al mismo tiempo ante ese hecho.

-Shhh- les dijo la chica -Snape los oirá. Mejor concentrémonos en la clase- les dijo intentando cambiar el tema.

-¿Cómo habrá sabido todo eso Skeeter? Estaban a solas y no recuerdo haberla visto por los alrededores.

-Tal vez usa una capa invisible, nosotros lo hacemos todo el tiempo- dijo el rubio recordándole las aventuras de años anteriores.

-Ojoloco Moody lo habría notado. Una vez le pregunté a mi padre por su ojo mágico, parece que además de ver a través de su cabeza cuando gira, también puede ver a través de capas invisibles- les dijo Ron en voz baja.

-"Genial otro profesor además de Dumbledore que también nos vería si nos escapáramos por las noches escondidos a través de mi capa y la de Draco" -¿Vas a ir a verlo verdad?- le preguntó Ron en un tono que parecía casi una acusación, antes de que ella respondiera fueron reprendidos por el profesor de Pociones.

-Sus rollos personales y dramáticos pueden guardarlos para después de clase Potter y Granger- les dijo en tono severo y con un movimiento de su varita hizo que la revista saliera debajo del pupitre a su mano -Ahh ¿Revistas debajo del pupitre? ¡Cinco puntos menos para ambas casas! Claro, el sr Potter tiene que estar al día con su club de fans. Veamos que es tan importante...vaya, vaya- dijo mordazmente al ver el contenido. Leído en voz alta por Snape, el artículo sonaba diez veces peor. Y las carcajadas de sus compañeros Slytherin tampoco ayudaban.

-¡Que tragedia! Parece que incluso la fama no basta para que el sr Potter consiga novia...o tal vez la señorita Granger prefiere salir con hombres y no con niños- y ante esos comentarios por primera vez en mucho tiempo el salón de pociones se lleno de risas y aplausos -¡El espectáculo terminó! Quiero que empiecen a preparar pociones ¡Ya! Y pobre del que no logre conseguirla a la perfección. Potter, usted traiga sus cosas aquí, así me aseguraré de que no pierda el tiempo hablando de su vida amorosa- y lo hizo cortar los ingredientes delante de sus compañeros, lo bueno es que el temor a que Snape les quite más puntos los mantenía concentrados en sus trabajos.

El hombre se le acercó, se colocó casi de espaldas ante la clase y le empezó a murmurar para que nadie más lo oyera -Tal vez crea que las reglas y normas no se aplican a usted Potter pero déjeme decirle que se equivoca. Robarle a un profesor es un crimen grave, así que si vuelve a meterse en mi despacho y tomar mis cosas...-

-Yo no he entrado a su despacho- le dijo intentando mantener la compostura, era una verdad a medias ya que había mandado a Dobby pero no tenía alternativas y lo bueno es que él no tenía pruebas tampoco.

-No me mienta, las branquialgas son inofensivas y una buena opción para ya que dudo que sepa utilizar el encantamiento casco-burbuja correctamente, pero...piel de serpiente arbórea africana. Supongo que sabe para qué sirve-

-Poción multijugos-

-Exacto, una poción complicada pero muy útil, en especial para los pequeños y grandes criminales. Si vuelve a tomar algo de mi despacho no crea que saldrá impune, será castigado y aunque Dumbledore y Moody lo defiendan probaré que fue usted, aunque deba obligarlo a beber la poción de la verdad si es necesario-

Harry sintió un escalofrío al imaginarse en esa situación pero su mente le recordó algo -¿Qué su uso no está regulado por orden del Ministerio, además de que usarlo en un estudiante sin autorización es un delito?- le respondió sonriendo.

-Parece que sabe mucho sobre esta poción. Tal vez por eso se ofreció beberla delante de los jueces, durante la selección de campeones. Sabía que no la utilizarían, no con el "niño que vivió", qué fácil es hacerse el noble cuando sabe que no hay peligro ni riesgos. Eso de quedarse a salvar a la rehén de la señorita Delacour...dudo de que incluso usted fuera tan tonto como para creer que dejaríamos ahogar a los estudiantes- Harry no pudo disimular el enojo de su rostro y Snape lo estaba disfrutando. Todos sabían que el hombre mostraba favoritismo con los de su casa, pero parecía dispuesto a hacer una excepción con él, pero no dejaría dominarse por sus emociones como lo hizo en el lago "si fuera un estudiante lo retaría a un duelo pero es un profesor y jefe de mi casa. Mejor me concentro en lo que si puedo hacer que es esta poción" se dijo a sí mismo mientras echaba el polvo de escarabajo al caldera y empezaba a cortar raíces de jengibre.

Afortunadamente tocaron la puerta y cuando el profesor dio permiso de que entrara ambos se sorprendieron de que fuera el director Karkaroff -Severus tenemos que hablar. Me has estado evitando, sé que lo has sentido también, está más fuerte de lo que nunca ha sido desde...- le dijo haciendo un ademán de arremangarse el brazo.

-¡Tapa eso! ¡Y baja la voz! Después de clases Igor, ahora no- le dijo en tono frío y el hombre se fue pero es obvio que iba a esperar del otro lado a que la clase termine. Harry se preguntaba que era tan urgente de lo que quería decirle y lo más importante era averiguar cómo es que se conocen ellos dos y si estaban tramando algo.


Llegó el día en que podría volver a encontrarse con Sirius, Ron les dijo que no podría ir ya que era el único que no había hecho la tarea de la profesora Mc Gonagall, todos resoplaron, en especial Hermione que le recriminaba que debía ser más responsable y a no depender siempre de sus apuntes. Harry, Draco y Hermione fueron hasta Hogsmeade y al final de calle los estaba esperando un perro grande y negro, quien al verlos y olfatear la comida movió la cola con entusiasmo. Lo siguieron durante un largo trayecto hacia las afueras hasta llegar casi a una montaña, todos estaban sudados pero el que parecía más cansado era el rubio, Harry no pudo evitar sonreír.

-Deberíamos haber venido traido las escobas, pero Hermione no sabe volar. Casi empiezo a envidiar a Weasley por haberse quedado, hace rato que venimos siguiéndolo. -

-Creo que deberíamos hacer más ejercicio, no siempre podrás usar tu varita o disfrutar las comodidades de la alta sociedad- le respondió encogiéndose de hombros. Luego llegaron a una pequeña cueva fría y húmeda, lo cual fue un alivio para los tres que estaban cansados y sudados. Vieron al hipogrifo que había escapado el año anterior, luego de una reverencia el animal les correspondió el gesto y los invitó a sentarse.

Mientras el perro adoptaba su forma humana ellos le pasaron la comida que habían llevado -¡Comida! Gracias a Merlín, me alimento casi siempre de ratas, trato de no robar mucha comida o llamaré mucho la atención- les dijo mientras le daba una gran mordida a la pata de pollo, estaba muy delgado y andrajoso, casi como cuando se habían visto la primera vez.

-Es muy peligroso que estés aquí. Deberías pedirle al profesor Dumbledore que consiga algún refugio o lugar donde quedarte-

-Prefiero estar por aquí, es difícil poner todo en una carta y las chimeneas no siempre son seguras. Cosas raras están pasando, he estado leyendo los periódicos que la gente deshecha, Algo está por ocurrir- y Harry notó los diarios que estaban en el suelo, los cuales mencionaban la notoria ausencia de Barty Crouch tanto en el trabajo como en su casa, y la desaparición de la bruja llamada Bertha Jorkins, a quien el propio Ministro asegura que participará en su búsqueda.

-Es raro que Crouch se ausente tanto, siempre fue muy dedicado a su trabajo. Estuvo muy enfocado en organizar el Torneo de los Tres Magos y luego deja de ir. Tal vez estuvo excediéndose, pero aún así no es propio de él-

-Se lo merece por despedir a su elfina. Harry nos contó que ahora está trabajando en las cocinas del colegio, sin su ayuda quizás ahora la valore más y se dé cuenta del grave error que cometió- dijo Hermione.

-Ella solía hacer todo por él, mi padre me dijo que siempre enviaba a su elfina a guardarle un asiento para los partidos pero nunca iba, ella se quedaba guardándole el asiento, a pesar de que ella se siente incómoda por las alturas nunca se iba-

-Pobre, ojalá pueda ser más feliz con su nuevo trabajo en vez de seguir lamentándose por anterior amo-

-Hermione está en el activismo por los derechos de los elfos domésticos- le comentó Harry -Ahora ella tiene trabajo en el colegio, con Dobby- le dijo a su amiga.

-Pero no los aceptan, deberían todos seguir el ejemplo de Dobby cobrar un salario digno, como cualquier empleo-

-¿Conoces a Crouch?- preguntó intentando cambiar de tema.

-Si, fue el que me condenó a Azkaban, sin juicio- y todos quedaron sorprendidos -Siempre fue un gran mago con ambiciones políticas y sediento de poder...Pero nunca un aliado de Voldemort, de hecho, era un fiel enemigo de las artes oscuras. Fue él quien autorizó a los aurores el uso de las maldiciones imperdonables contra los Mortífagos, algunas veces empleaban el uso excesivo de fuerza, pero nunca fueron reprendidos o castigados, ya que en ese tiempo el mundo mágico y muggle era un caos absoluto, el terror y la muerte acechando por todos lados, no se podía confiar en nadie. etcétera. La gente quería que todo se solucionara cuanto antes, sin importar los métodos, y Barty Crouch parecía ser la solución. Luego de la caída de Voldemort, era cuestión de tiempo para que ascendiera a Ministro de Magia-

- ¿Y qué sucedió?-

-Su hijo fue enviado a Azkaban, unos aurores habían atrapado a unos antiguos seguidores del señor de las Tinieblas, y Barty Crouch Jr estaba con ellos- dijo Draco, y Harry y Hermione lo miraron sorprendido -Entre ellos estaban los Lestrange- y Sirius hizo una mueca de disgusto al oír ese nombre. Harry quiso preguntarle por ellos pero Hermione lo interrumpió.

-¿Su propio hijo fue un Mortífago?-

-Eso nunca se supo, tal vez estaba en el lugar y momento equivocado, o sólo era un niño tonto que se unió a unos criminales sin saber de lo que eran capaz. Lo único es que fue el fin de la carrera de Barty-

-Claro ¿Fue porque intentó ayudar a su hijo?- preguntó la chica y ante esa pregunta Draco hizo una mueca burlona y Sirius pegó una fuerte carcajada.

-¿Bromeas? Un político de sangre pura como él no dejaría que nada ni nadie manche su apellido y la carrera por la que tanto trabajó. Lo mas paternal que hizo por su el muchacho fue darle un juicio, pero fue un espectáculo para que la gente vea que él no se parecía en nada a él y le aplicó todo el peso de la ley, enviándolo a Azkaban de por vida. Pude oír sus gritos llamando a su madre, al cabo de un tiempo se calmó. Todos se calman...El muchacho murió unos años después-

-¡Pobre!-

-En fin, ya hemos hablado y está empezando a oscurecer, será mejor que vuelvan. Enfócate en la última prueba y mantén los ojos abiertos, lo mismo para ustedes dos- le dijo a Hermione y draco. Harry le dio un fuerte abrazo, el hombre olía muy mal pero a Harry no le importó, era la única familia que le quedaba y su conexión con sus padres, además de Lupin.

-Nos veremos pronto- le dijo el hombre. Harry le preguntó si podía volver a transformarse en perro, el hombre asintió extrañado y cuando volvió a su forma animal de perro negro Harry le apuntó con su varita -Perdóname pero es por tu bien- y de su varita salió un fuerte chorro de agua y luego espumas y burbujas. Mientras le pedía a su amiga que le alcance una pequeña toalla que había traído en su mochila, el perro ladraba y gruñía quejándose por el baño involuntario.

-Cálmate Sirius, estás alterando a Buckbeak- le dijo la chica.

-Ya casi termino...¡Listo! Ahora para terminar ¡Engorgio!- y agrandó la pequeña toalla para que fuera lo suficientemente grande para secar y calentar al animal y luego -Mucho mejor ¿No?- y el animal gruñó.

-Apuesto a que mi padre le habría resultado gracioso- le dijo y ante ese comentario el humor del perro cambió y movió la cola en señal de aprobación.

-Mejor nos vamos Harry-

-Si, nos veremos pronto Sirius- y los tres se fueron de allí.


Las últimas semanas pasaron rápido. Harry había intentado practicar su magia sin varita pero lo máximo que había conseguido era mover objetos hacia su mano, lo cual podría hacer fácilmente utilizando el encantamiento invocador con su varita, era frustante pero no iba a desistir y si podía también practicaba otors hechizos con sus amigos. La tercer prueba se acercaba y Ludo Bagman había mandado a llamar a los cuatro campeones para que fueran adonde normalmente se jugaban los partidos de Quidditch, pero en ese momento se veía un laberinto a medio construir en los alrededores. Al parecer deberían recorrerlo y llegar hasta la copa, pero deberán enfrentar varios obstáculos y sortear encantamientos.

-Les deseo mucha suerte señorita y caballeros- les dijo. Y cuando parecía que volvería a acercársele para ofrecerle ayuda, tuvo suerte que Viktor Krum le pidiera hablar a solas mientras caminaban, al parecer había leído lo que Rita Skeeter había escrito sobre ellos.

-Nunca fuimos novios, somos muy buenos amigos y también nos gusta competir en clases para ver cual casa obtiene más puntos-

-¿Entonces ustedes nunca...?-

-Es como la hermana que siempre quise tener- le respondió y la cara de alivio de Krum fue bastante notoria.

-Ya veo. En fin...te deseo suerte en la última "prrrueba", te vi "volarrr, eres muy bueno-

Harry no podía creerlo, un jugador de categoría mundial estaba elogiando sus habilidades con la escoba -Gracias, escuché que también diste un gran espectáculo en el mundial, ese famoso movimiento "El amago de Wron..." ¿Eh? ¿Oíste algo?- y escucharon un ruido en unos arbustos que había allí -¡Lumos!- dijo apuntando al lugar y vieron a un hombre arrastrándose.

-¿No es uno de los jueces? ¿Barrrty Crrrouch?- preguntó Krum.

-¡Sr Crouch! ¿Qué le ocurrió? ¿Se encuentra bien?- el hombre no respondía parecía estar en trance y hablaba solo, como si lo hubieran maldecido -Debemos buscar ayuda, a la señora Pomfrey o Dumbledore-

-¡Dumbledore! Debo hablarle, he cometido un gran error...soy un idiota...fue todo mi culpa...mi hijo...Bertha Jorkins...- dijo recuperando la compostura luego volvió a hablar al aire, dándole instrucciones a su asistente, el hermano de Ron, pidiéndole una taza de té y que programe una reunión con Bagman.

Cuando Harry volvió del castillo con Dumbledore encontraron a Krum inconsciente y Crouch había desaparecido. El director apuntó con su varita al estudiante -Ennervate!-

-¿Estás bien? ¿Qué sucedió?-

-¡Me atacó! Estaba "esperrrando" a que vuelva Potter y me atacó-

-¿Estás seguro? En su estado parecía incapaz de dañar a alguien, apenas mantenía la cordura- Y luego llegaron Moody, junto con Karkaroff y Snape.

-Maldita pierna! Hubiera llegado antes- dijo Ojoloco -Iré a investigar, iré solo, prefiero trabajar así. Si veo algo les enviaré una señal- les dijo mientras iba a inspecionar los alrededores.

-¡Traición! Primero dejas que Potter participe a pesar de no tener la edad requerida, además de darle un participante extra a tu colegio, y ahora uno de los jueces ataca a mi estudiante ¡Todas esas mentiras acerca de mejorar la relación entre magos y dejar atrás viejas rencillas! ¡Esto pienso de tí!- y escupió a los pies del director. Harry estuvo a punto de decirle algo pero Hagrid fue más rapido y lo estampó frente al árbol.

-¡Pida disculpas!-

-Hagrid ¡Suéltalo! Harry vuelve al colegio, hablaremos de esto en otro momento ¿Puedes acompañarlo?- le dijo al guardabosques y él asintió. Quería quedarse y ayudar pero se vio forzado a retirarse acompañado.


Al día siguiente sus amigos lo llenaron de preguntas acerca de todo lo que había sucedido, pero lo peor fue la carta de Sirius recriminándole por andar paseando con Viktor Krum, recordándole que su vida estaba en peligro desde que su nombre había salido en el cáliz y que era mejor que se concentre en practicar sus hechizos ofensivos y defensivos.

-¿Quién es él para sermonearme? ¡Con todos los problemas que causaba en la escuela e incluso ahora sigue arriesgándose al andar paseando por Hogsmeade!-

-Está preocupado por ti Harry, igual que todos. Estás en una situación muy peligrosa-

-Siempre estoy en ese tipo de situaciones, no es algo que lo busque pero sucede y siempre salgo bien librado- le dijo y la chica le lanzó esas miradas de madre -Con ayuda de ustedes obviamente- respondió intentando calmarla.

-Aún así...¿Qué planes para hoy?-

-Iré a terminar unos deberes a la biblioteca- dijo Malfoy -¿Ustedes?-

-Creo que iré a estudiar un poco a la Sala común, tengo ganas de estar solo un rato, los veo después- le dijo Harry a sus amigos. Luego de leer un buen rato acerca de encantamientos y maldiciones empezó a ver un libro de criaturas mágicas peligrosas. Si primero los hicieron evadir a un dragón, un animal que vuela y escupe fuego y luego se enfrentaron a diversas criaturas acuáticas, asumió que en ese laberinto deberán luchar contra alguna bestia que uno esperaría encontrar en algún bosque o cueva. Ya tenía experiencia contra arañas, salamandras de fuego, Boggarts, así que empezó a leer sobre grandes bestias mágicas, especial las que suelen proteger lugares. Al cabo de un rato el cansancio empezaba a ganarle, el sofá parecía sentirse más cómodo y luego de cerrar los ojos un segundos cayó en un profundo sueño. Pudo ver una figura estaba de espaldas en una gran butaca, hablando con Colagusano el hombre que había traicionado a sus padres y dejó que Sirius cargara con la culpa durante 13 años. La enorme serpiente rodeaba a la figura y silbaba, al parecer su amo estaba de buen humor porque había recibido excelentes noticias pero aún así le lanzó la maldición Cruciatus al vasallo que estaba encogido de miedo, los gritos de dolor que el hombre padeció Harry lo sentía como si estuviera allí también, la cicatriz empezó a arderle tanto que sentía que tenía un carbón encendido en su frente.

-¡Harry!- y cuando abrió los ojos vio a Ginny mirándolo asustada, estaba en el suelo y sudaba.

-¿Qué sucedió?-

-Te encontré temblando en el piso mientras te apretabas la cicatriz! Deberías hablar ir con la señora Pomfrey, y luego hablar con el profesor Snape o Dumbledore sin duda ellos...-

-No estoy enfermo y ni loco iría a pedirle ayuda a Snape...pero lo de hablar con Dumbledore es buena idea, hay algo que debo decirle y también tengo muchas preguntas-

-¿Seguro que te encuentras bien?-

-Sí, sí. No te preocupes Ginny, gracias- le dijo forzando una sonrisa y fue directo al despacho del director. Luego de intentar con varias contraseñas ridículas tuvo suerte y la gárgola lo dejó pasar. Cuando llegó pudo oír del otro laod de la puerta al ministro Fudge enojado por la desaparición de Barty Crouch además de restarle importancia al caso de la bruja llamada Bertha Jorkins, e incluso insinuaba que la directora de Beauxbatons estuviese implicada dado que Harry y Krum habían cruzado a Crouch cerca de su carruaje y también por su condición de semigigante -No todos son como Hagrid Albus. Siempre has tenido una cierta preferencia por él-

-Y no todos son salvajes como los que Mc Nair ejecuta, con demasiado gusto, debo agregar-

-Caballeros creo que deberíamos posponer esta charla ya que ha dejado de ser privada- agregó Moody y la puerta se abrió. Harry imaginó que lo vio gracias a su ojo.

-¡Harry! Muchacho, me alegra verte. Justo hablábamos de lo que sucedió contigo y Barty Crouch. Me temo que no hemos tenido suerte encontrándolo-

-Que pena, por lo que recuerdo parecía estar hechizado, por un momento estaba lúcido pidiendo hablar con el profesor Dumbledore y por otro se ponía a hablarle al aire como si estuviera con su asistente-

-Ya veo ¿Y no recuerdas haber visto a alguien mas?-

-Temo que no- y luego agregó -Tampoco creo que la señora Maxime haya estado involucrada, además el profesor Moody la hubiera hallada, no es que le sea difícil pasar desapercibida- y Dumbledore esbozó una sonrisa. Le dijo que lo esperara un momento que debía ir a revisar los hechizos del laberinto y protecciones de los terrenos. Harry se quedó un rato viendo los retratos de antiguos directores, se cruzó con el Fénix que lo había ayudado hace dos años contra el basilisco, luego de acariciarle el suave plumaje notó al sombrero y la espada de Godric Griffindor en un estante y le vinieron los recuerdos de aquella aventura. Su atención se desvió a una especie de vasija similar a un caldero, pero era de piedra y tenía tallada en su superficie unas runas que no comprendía, su contenido brillaba, no le gustaba tocar objetos ajenos y menos de su director pero la curiosidad fue más fuerte y se acercó. Probó tocarlo con su varita y en el líquido empezaron a aparecer las imágenes de personas, era como ver una película muggle pero las imágenes eran muy pequeñas cuando acercó su rostro el pequeño roce con su nariz fue suficiente para transportarlo allí.

-¿Qué diablos es esto?- se dijo a sí mismo luego de ver que se había metido dentro del contenido del caldero y estaba rodeado de varias personas pero era como un fantasma, nadie podía verlo, oírlo ni tocarlo. Intentó razonar lo más rápido que pudo y al rato entendió que estaba en un lugar similar al diario de Riddle como sucedió hace dos años. Evidentemente se encontraba dentro de un recuerdo, más precisamente en los recuerdos de su director. Fue testigo del juicio a Karkaroff quien había hecho un trato de dar nombres de Mortífagos al ministerio a cambio de una reducción de su condena. Harry quedó estupefacto al oír el nombre de Snape entre ellos, vio como el Dumbledore del recuerdo defendía al hombre argumentando que si bien fue un servidor de Voldemort en el pasado, había abandonado sus filas antes de su caída y habría arriesgado su vida incontables veces ayudando al otro bando.
Luego los dementores trajeron al mismísimo Ludo Bagman pero se veía más joven, con diez o quince años menos, aparentemente había sido acusado de trabajar con Mortífagos pero fue absuelto ya que se defendió diciendo que la persona a le que le había pasado información resultó ser un miembro de alto rango del Ministerio de quien todos se sorprendieron al enterarse y por último vio el juicio del propio hijo de Barty Crouch.

-¡Vaya! No parece mucho más grande que los hermanos de Ron- pensó.

Estaba acompañado por otros tres, uno temblaba igual que él, el tercero mantenía la frialdad pero la mujer parecía estar contenta de estar allí, orgullosa de sí misma. El muchacho suplicaba a su padre quien hacía oídos sordos mientras recitaba en voz alta los crímenes cometidos por los acusados, entre ellos torturar hasta llevar a la locura a los padres de Neville Longbottom, Frank y Alice. La única persona que parecía compadecerse era una mujer que sollozaba, obviamente era la madre del muchacho.

-¡Por favor padre! ¡No me envíes con los dementores de nuevo! ¡Soy tu hijo!-

-¡Tú no eres mi hijo!- dijo esquivando la mirada.

-Llévanos a Azkaban, no nos importa ¡El señor tenebroso volverá y no olvidará quienes le fueron leales!- dijo la mujer llamada Bellatrix Lestrange. Harry no podía creer el grado de locura y fanatismo de esa pareja. En ese momento una mano se posó en su hombro -Harry, creo que es hora de irnos- y se dio vuelta y el Dumbledore al que había ido a buscar se había metido dentro de la vasija y lo sacó de allí.

-Profesor yo...lamento haberme metido dentro de sus memorias-

-Vaya, que intuitivo, sí. Entraste dentro de viejos recuerdos míos y eso que ves ahí se llama pensadero. Cuando tienes tantos años como yo este objeto resulta muy útil cuando quieras recordar un momento, en especial si crees que pasaste algo por alto- le respondió colocando su varita en la sien y sacando una especie de líquido y lo colocaba dentro de la vasija la cual mostraba otra memoria del hombre. Luego de un rato hablaron sobre el sueño que Harry había tenido, su conexión con Voldemort, la desaparición de Crouch, la bruja llamada Bertha Jorkins y también acerca de los padres de Neville Longbottom.

-Te pediría que no comentases a nadie sobre eso. Es asunto de Neville-

-No lo sabrán por mí, Neville es una buena persona y merece que respeten su privacidad- le respondió y el hombre asintió sonriendo. Harry quiso saber qué pensaba acerca de si el hijo de Barty Crouch era inocente o culpable -Me temo que no sabría decirte Harry. Personalmente me temo a inclinar que sí, pero que su único crimen comprobable era haberse asociado con criminales como los Lestrange, pero Barty Sr. no podía demostrar clemencia, debía demostrar que aplicaba la ley a todos sin excepciones-

-¿Y el sr Bagman?-

-Nunca volvió a ser juzgado por ningún delito, a menos que se considere un crimen su pésimo desempeño en sus últimos días de jugador- dijo bromeando.

-¿Y...?-

-Tampoco el profesor Snape- agregó borrando el tono afable. Harry se preguntaba que habría dicho o hecho Snape para que el director le tuviera tanta confianza. Y pareciendo que leyó su mente volvió a hablar -La naturaleza de la relación que tengo con el jefe de tu casa no es un asunto relacionado contigo, asi como yo no tengo injerencia en tu relación con tus amigos, además de la enorme serpiente que ahora vive en nuestro bosque- le dijo casi en tono acusante, dando por señal que ya habían concluido.

-Si señor, disculpe la intrusión, sólo tenía curiosidad-

-No es malo siempre y cuando esté acompañada con la prudencia. Buenas tardes Harry, te deseo suerte en la tercera prueba. Y se despidió del hombre, saliendo con algunas respuestas pero muchas preguntas que aún quería hacerle.


Sólo faltaban dos días para la última prueba, Harry ya había estudiado y practicado tantos hechizos y encantamientos que dudó que su cerebro tuviera lugar para otras cosas, además de que también debía estar al día con sus clases habituales, pero siempre realizaba un buen trabajo, incluso en pociones aunque su profesor nunca se lo reconociera. En ese momento un grupo de Slytherins liderados por Flint y otros gamberros que Harry detestaba le tiraron un periódico, donde en el titular Rita Skeeter había escrito un artículo acerca de sus dolores de cabeza y desmayos, además de su habilidad de hablar Pársel, tildándolo como "inestable", "peligroso".

-¡Esa arpia!- vociferaba Hermione.

-No le prestes atención- le dijo Harry -Yo ya ni me inmuto- dijo apuntando con su varita al periódico y transformándolo en una serpiente de papel la cual se deslizó hacia la chimenea y se prendió fuego a sí misma.

-A mi sí me importa ¿Cómo sabe que te desmayas a veces? ¿O qué sabes hablar con las serpientes?-

-Alguno de mis compañeros lo saben por lo que ocurrió en segundo año, tal vez le mandan cartas con información-

-Aún así, veo difícil que...-y la chica se calló un momento.

-¿Qué sucede?-

-Creo...que ya sé como hace para conseguir información sin que nadie la vea. Iré a la biblioteca, los veo después- y salió corriendo de allí, como una detective en busca de pistas e información.

-¿Siempre es así?- preguntó Daphne sonriendo -Me sorprende que no esté en Ravenclaw, es muy lista y adora los libros. Ahora veo porque a Krum le gusta tanto- y ante ese comentario Harry notó como Ron y Draco hacían una mueca. Luego fue llamado por la vice directora avisándole que los campeones debían presentarse con sus familias antes de la última prueba, pensó que debía ser un error ya que desde que dejó al casa de los Dursley hace años, nunca volvió a tener contacto con ellos, su sorpresa fue tal cuando vio a la señora Weasley, acompañada por su marido y el hermano mayor de Ron, Bill.

-¡Harry!- le dijo la mujer y le dio un fuerte abrazo, el cual siempre lo dejaba sin aire, pero era bien recibido.

-¿Cómo te va Harry? Charlie me dijo que le diste una gran batalla al dragón- le dijo Bill, quien tenía todo el aspecto de un rebelde, con su chaqueta de cuero, su pendiente en la oreja y el cabello largo atado con coleta. Notó a Fleur mirándolo desde lejos, parecía que no le molestara su apariencia sino lo contrario.

-¡No puedo creer que Dumbledore te dejara participar! Siendo tan joven...-

-Molly, Harry ya ha enfrentado cosas peores y ha salido adelante. Ahora sólo le queda una prueba más y listo. Pronto llegaron Draco y Ginny, acompañados por Ron.

-¡Mamá, Papá, Bill! ¿Qué hacen aquí?-

-Apoyar a Harry por supuesto, le dijo saludando a sus hijos y luego se le acercó a Draco y le sostuvo la mano en tono casi maternal -¿Cómo estás querido? ¿Sigues cuidando de nuestra hija?- le dijo sonriendo, cosa que dejó sorprendidos a los Weasleys presentes.

-Ella sabe cuidarse perfectamente bien sola... pero no hace daño tener un ojo y oídos cerca, para asegurarse que no toque objetos malditos-

-¡Mamá! Sé valerme por mí misma, no soy la misma niña inexperta de primer año - protestó la chica avergonzada -He sacado excelentes notas en todas las materias, a diferencia de Ron-

-Uhh, eso tuvo que doler- comentó Draco y chocó nudillos con Ginny.

-Ya hablaremos luego de tus notas Ronald Weasley. Ahora iremos a apoyar a Harry, y hablando de eso, creo que es tiempo de que vayas- le dijo la mujer al ver que los demás campeones se despedían de sus familiares.

-¡Exitos Harry!-

-Prometo darlo todo- les respondió. Se marchó de allí hacia el campo de Quidditch el cual ahora estaba completamente transformado por un enorme laberinto de varios metros de altura, se les recordó a los campeones que no podían utilizar escobas o hechizos que permitan desafiar la gravedad, debían recorrerlo al estilo muggle y sólo usar magia para vencer los obstáculos que se les interpongan. Primero entraron Cedric y él ya que eran los que tenían mayor puntaje, empezaron a correr casi a la par, al cabo de un rato escucharon el sonido que dio la señal que Viktor y Fleur ya habían empezado. Estuvieron corriendo sólo unos minutos mientras iluminaban el camino con sus varitas, cuando llegaron a una bifurcación que mostraba dos opciones, él fue por el lado izquierdo y Cedric por el derecho.

Empezó a recorrer su lado dando varias vueltas y buscando señales de alguna salida que llevara al final -¡Oriéntame!-

-La varita giró y señaló hacia la derecha, eso era el norte, y sabía que tenía que ir hacia el noroeste para llegar al centro del laberinto. La mejor opción era tomar la calle de la izquierda, y girar a la derecha en cuanto pudiera. Empezaba a sospechar que era demasiado fácil, o había tomado mal el camino o el laberinto quería que se confiase para luego sorprenderlo. Se cruzó con Cedric que le dijo que no fuera en esa dirección porque lo esperarían los escorbutos de cola explosiva que Hagrid les había mostrado en clase pero ésos eran enormes. Luego de enfrentar a un Boggart que se hizo pasar por Dementor terminó en un callejón sin salida, cuando volvió le pareció que el camino era diferente como si el mismo laberinto hubiera cambiado de forma, más adelante había una espesa niebla dorada que obstruía el paso. Creyó que si respiraba eso lo dejaría inconsciente y así no podría continuar, contuvo el aliento y corrió con fuerza, y en lugar de desmayarse por el contacto terminó patas arriba, con el suelo arriba de su cabeza y el cielo en sus pies, se sentía sólido.

Supuso que debía ser un hechizo para confundir su sentido de orientación -"¿Qué sucedería si intento caminar? ¿Seguiré con mis sentidos alterados o algo peor sucedería?- pensó y luego maldijo diciéndose que no podía titubear y que luego de su prueba anterior aprendió que los riesgos y peligros no eran tan mortales como los que les hacen creer asi que dio unos pasos adelante y se sintió como si se cayera al piso sobre sus rodillas, cuando se levantó vio que todo estaba normal de nuevo. Continuó su camino, durante el cual tuvo que vérselas con uno de los escogrutos gigantesque mencionó Cedric pero no tuvo problemas con ello, se detuvo al oír unas voces.

-¿Qué estás haciendo? ¿Estás loco?- dijo la voz de Cedric.

Crucio!- Y Harry fue corriendo hacia donde se oía más fuerte los gritos, cuando llegó Krum lo apuntó con su varita pero se detuvo, era como si estuviera luchando consigo mismo, como Crouch -¡Desmaius!- gritó Harry y el muchacho quedó inconsciente.

-Gracias Harry...no puedo creerlo. Creí que Krum era honesto-

-No es él mismo, alguien lo hechizó para que te atacara-

-¿Estás seguro?-

-Si- dijo sin saber cómo, pero había un presentimiento. Luego de dejarlo a un costado y lanzar chispas al aire para que vengan a recogerlo cada uno continuó con su camino. Dio varias vueltas hasta adentrarse en la oscuridad, pensó que se había perdido hasta que se encontró con una criatura sobre la que había leído en su libro de bestias del mundo mágico. Una esfinge, con cuerpo de león y cabeza de mujer se le acercó -Estás cerca del final, éste sin duda es el camino más rápido, puedes pasar si resuelves el acertijo, si te equivocas te atacaré y si no dices nada podrás marcharte-

-Adelante- le respondió algo nervioso ya que Hermione era buena para este tipo de cosas.

"Soy frágil a pesar de no que tengo límites
Un poco de mi no hace daño, pero en cantidad te envenena
Hago que los hombres se eleven pero también provoco que caigan

¿Qué soy?"

Harry sintió que todo el entrenamiento de antes había sido para nada, tuvo que preguntarle un par de veces más a la criatura, no sabía si retirarse y buscar otro camino, o luchar contra la bestia. Estuvo a punto de ir por lo segundo hasta que vio el símbolo de la serpiente en su ropa y entonces una chispa se encendió en su mente -¿El orgullo?-

La criatura esbozó una sonrisa y lo dejó pasar -¡Gracias!- le gritó mientras iba corriendo. Vislumbró la copa al final del camino, posando en estante de piedra, justo en ese momento en otros de los caminos apareció Cedric de nuevo, tuvo que apurarse para alcanzarlo. En ese momento una enorme araña salió de los arbustos y por la sorpresa su rival dejó caer la varita, la enorme araña empezó a tomar sus piernas y a arrastrarlo, Harry no sabía si continuar o ayudarlo, pero al ver como la criatura parecía deleitarse con su presa prevaleció su lado Griffindor -¡Araña exhumai!- pero el hechizo apenas había golpeado a la enorme araña apenas recibió un malestar, como si sólo le hubiera lanzado una roca. Harry entendió que debía de ir a por todo -¡Bombarda Máxima!- y la mitad de adelante de la bestia explotó, dejando rastros de su cuerpo y viscéras por todos lados.

-Gracias, pensé que irías tras la copa-

-También yo- respondió con sinceridad mientras hacía con un gesto de dolor.

-¿Qué te sucede Harry?- le preguntó preocupado y Harry le mostró su pierna, cuando el animal explotó una de sus pinzas había impactado en él, su sangre empezaba a notarse en sus ropas y el dolor aumentaba. Cedric estaba más cerca de la copa que él pero no avanzaba.

-¿Qué estás haciendo? Tómala de una vez asi puedo ir con Madame Pomfrey- le dijo pero el joven estaba titubeando y Harry entendió -No hagas algo heroicamente tonto Cedric, yo lo hice en la segunda prueba y tuve suerte de que no me pusieran un cero-

-Me ayudaste con la pista del dragón, con Krum y ahora lo hiciste nuevamente-

-Y tú me ayudaste con lo del huevo, además de que le robé las branquialgas al profesor Snape lo cual fue lo más loco que alguien haya hecho en especial para un Slytherin. Estás renunciando a una oportunidad única en tu vida, piensa en la alegría de tus compañeros de casa y tus padres-

-No me le habría ganado del todo- dijo mirándolo sin seguir avanzando.

-¿Y si la tomamos ambos?- propuso él.

-¿Estás seguro?-

-Sería un empate, Hogwarts ganaría y ambas casas estarían igualadas, tal como lo hice con Griffindor en mi primer año.

-Tal vez el próximo año lo hagas con Ravenclaw- bromeó Cedric mientras lo ayudaba a caminar ya que su pierna herida no se lo hacía fácil.

-No es mala idea- dijo intentando mantener el equilibrio. Una vez que se acercaron al pedestal tomaron el objeto al mismo tiempo.

Ambos desaparecieron de allí.


Buenas, aqui tienen otro capitulo, perdon si me demoro en actualizar pero aún asi pienso concluir este fic algun dia.

El proximo capitulo sera un fin del cuarto libro y parte del quinto

¡SALUDOS!