Un destello de luz de luna iluminaba el cuarto, hace tiempo que dejo de llover...
El aire frío entraba por la ventana abierta, la brisa fresca que se sentía después de la tormenta le caló en los huesos...
Sus manos temblaban ante el frío y sentía como se entumecían...
Sentada en el suelo enfrente del balcón, con las cortinas abiertas y observaba la inmensa luna.
Su cuerpo ya se había secado un poco aunque las lágrimas seguían rodando sobre sus mejillas...
¿Qué debo hacer?...
Su cuerpo temblaba y no precisamente era por el frío...
Tenía miedo...
Miedo al no saber lo que sucedía...
Sus labios temblaban, mientras escondía su rostro entre sus rodillas... Se dejó caer hecha un ovillo y lloro en silencio...
¿Su condena sería puesta mañana?
- por favor hijo- su madre tomó entre sus manos la suya.
Suspiro en derrota que más podría hacer si no cumplir ese estúpido capricho de su madre.
- está bien madre iré - su madre chillo emocionada y beso su mejilla.
- te aseguro que quedaras fascinado al conocerla-el arqueo una ceja y suspiro.
- madre - su madre sonrió y él volvió a suspirar - creí que dijiste que solo debía conocerla.
- ya sé lo que dije, simplemente te estoy diciendo los rumores, la mayoría dice que es una belleza y a decir verdad que si se parece a su madre estoy segura de que la muchacha es una mujer hermosa.
Su madre siguió divagando y él se sentó frente a la mesa,listo para desayunar.
- aja lo que diga señora - su madre paro su parloteo y le sonrió acercándose a la mesa con él.
- ¿ya lo convenciste? -la voz profunda de su padre se escuchó justo en el momento que él se volteó a verlo.
- si cariño ya ha dicho que si-él gruñó molesto pensando que todo esto es uno de los planes de su padre.
- debí imaginar que era un plan tuyo - su padre arqueo una ceja y lo vio contener una sonrisa-son unos malditos manipuladores.
- inuyasha lenguaje o te castigaré-su madre lo señaló con una expresión bastante oscura que le causó escalofríos.
- no puedes castigarlo izayoi ya es un adulto tiene 26 años - su padre volteo a verlo sonriendo - una edad perfecta para casarse.
- madre dijo solo conocerla no casate con ella- se levantó molesto y completamente en negación.
- si ya sé lo que tu madre dijo-su padre coloco una de sus manos en su hombro sonriéndole - nada más conócela, quien quita que tal vez conecten y pues pueden comenzar a salir y tal vez- el iso la ilusión de comillas con los dedos- tal vez en un futuro espero no muy lejano casarse y darnos por lo menos 10 nietos no es nada malo soñar hijo.
Quería darle un golpe a su padre para quitarle la brillante sonrisa de su rostro, su madre se colocó a un lado sonriéndole.
- no crees que sería fabuloso unir a la familia Taisho con los Higurashi-su madre le sonrió tiernamente- sabes que los higurashi son una de las familias más antiguas y con mezcla de sangre francesa y japonesa, sería maravilloso combinar nuestro linaje con ellos, además no dudo de que la señorita higurashi sea una mujer increíble.
Increíblemente chillona, que se siente la dueña del mundo y demás.
Él conocía a ese tipo de mujeres, más bien niñas ricas que sentían que tenían el mundo a sus pies, las malas experiencias de conocer a las hijas de los socios de su padre nunca le dejaron un buen sabor de boca.
- No importa, ¿cuándo es la supuesta cena? -su madre le sonrió y él supo que diría algo que no le gustaba.
- hoy en la tarde- el enojo volvió a él de inmediato- hijo ya sé que es jueves y que todos los jueves vas al conservatorio pero solo haznos este pequeño favor.
Suspiro relajándose, no sabía que le pasaba, pero hoy amaneció con un humor de perros.
- bien no hay problema, me voy - su madre se acercó a él para besar su mejilla-ten cuidado hijo - él asintió y comenzó a caminar en dirección a su padre.
- eres un traidor-su padre se rio y le sonrió- lo sé lo mismo me dijo sesshomaru y ahora está felizmente casado con nuestra linda, Rin, en fin tú también me lo agradecerás en un futuro.
No quiso decir nada y mejor camino hacia la puerta.
- te esperaremos a las 4 para irnos juntos a la mansión Higurashi - escucho el grito de su madre soltando un nuevo suspiro- si madre nos vemos hasta entonces.
Salió de la casa de sus padres subiendo a su automóvil para ir a la oficina y después si tenía tiempo pasearse por el conservatorio.
Eran cerca de las 3 cuando llegó a su departamento aún con un ánimo de perros decidió darse una ducha y alistarse.
Eran 3:30 cuando salió en camino a la casa de sus padres.
Una vez llegó ahí los tres subieron al auto y comenzaron el viaje a la casa de los higurashi.
Llegaron a uno de los vecindarios más lujosos y modernos en todo Tokio, las casas eran egocéntrica y enormes según cada millonario. Tan diferente a la casa acogedora y con estilo antiguo de su familia.
Llegaron al final del vecindario donde se extendían una imponente cercas de no más de 6 metros de altura.
Una vez dentro su boca se abrió ante el asombro de la imponente casa con estilo visto ruano, algunos ventanales enormes y un bastó jardín parecido a un mini bosque de alrededor de 30 hectáreas.
Cuando llegaron al frente de la casa un mayordomo le abrió las puertas - muchas gracias - el sujeto pareció sorprendido ante las palabras de sus padres y de él.
Acaso creen que somos de esostipos que se sienten dueños del mundo y tratan a los demás como si fueran insignificantes a un lado de ellos.
Ya se imaginaba por donde iban las cosas, el solo cumpliria con su palabra de conocer a la niña higurashi y después de hoy no volvería a verla.
- bienvenidos me da mucho gusto que nos honren con su visita - la sonrisa del señor que supuso era la cabeza de la familia higurashi le parecí tan falsa.
Él sonrió intentando no ser grosero ante todo su madre le inculcó valores y respeto a los demás.
- El gusto es nuestro Señor Higurashi y gracias por su invitación- su madre saludo entusiasmada al hombre mientras él dejaba un beso en su mano.
- pienso lo mismo, señora Taisho - el voltio observando a su padre extendiendo una mano y estrechándola con la de él-un gusto también Señor Taisho hace mucho que quería conocer al hombre más exitoso de Tokio.
Ket el típico bocotá que buscaba ganarse a las personas alabándolas.
Que mierdas me pasa realmente amanecí de mal humor.
Muy pocas veces pensaba cosas así, pero era mejor dejarlo de lado nunca más volvería a poner un pie en esa casa.
- Un gusto joven Taisho-el hombre extendio una mano hacia el para saludarlo
- Inuyasha prefiero que me llamen por mi nombre- él sonrió para dejar de lado su mal carácter.
- muy bien joven inuyasha un gusto conocer al presidente de la compañía Shikon- sonrió mientras intentaba no rodar los ojos.
- el gusto es mío- el trato de no mostrar una sonrisa torcida ante su sarcástica respuesta.
Unos pasos se escucharon en el magnífico suelo de marfil...
Malditos egocéntricos...
- ya has llegado pequeña - su vista se dirijo al sonido de los pasos - les presento a mi hija.
Sus ojos se abrieron al verla.
