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Nota: advertencia de contenido.
Alexitimia
Capítulo 31.
El otro lado de la moneda.
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Konohagakure
—¡¿Quéééé?! ¡No te creo, Sakura-chan! ¡¿Sasuke es el sujeto de la semillas?! —gritó un exaltado y sorprendido Naruto en medio de la cena.
La médico sólo alcanzó a sonreír tímidamente, mientras que el Uchiha se limitó a mostrarse indiferente mientras bebía con tranquilidad de su té.
Después de las revelaciones hechas en el lago Uchiha y que ambos ninjas regresaron a la casa Uzumaki, se encontraron con un Naruto recién despierto y que sufría de un poco de jaqueca debido a la resaca; con él en ese estado, Sakura se ofreció a hacer la cena la cual incluyó un brebaje medicinal que Naruto tuvo que tomar sí o sí para recuperarse.
Una vez lista la cena y que los tres tomaron sus respectivos lugares en el comedor al cabo de unos minutos de silencio, salió del Uzumaki el retomar el asunto del sujeto de las semillas; sin embargo, en cuanto lo mencionó, Sakura y Sasuke optaron por revelarle la verdad a su amigo.
—Pero… entonces…Sasuke… ¿cómo le hacías para hacerle llegar esas semillas a Sakura-chan? —preguntó interesado.
El aludido no respondió y siguió comiendo como si no lo hubiera escuchado.
—Mandaba a su halcón. —respondió Sakura con una sonrisita. —El cual se encargaba de dejarlas en mi apartado postal.
—Mmm… ya veo, pero también te enviaba cartas. ¿no es así?
—Sí, esas me las hacía llegar directamente, supongo que enviaba las semillas de diferente modo para que no me diera cuenta de que eran de parte de él ¿no es así, Sasuke-kun?
El aludido sólo desvió su apenada y malhumorada mirada hacia otro lado.
—Ohhh, pero entonces lo de hoy… ¿tú lo armaste todo, Sasuke?
—Como hablas Usuratonkachi. —se quejó este entre dientes. —No es del otro mundo, sólo mandé al halcón a dejar las semillas en el apartado postal, supuse que alguien al ver que se habían equivocado las mandaría o las traerían a la dirección correcta, lo del otro tipo fue casualidad.
—Ja… sí, claro. Casualidad que quisiste utilizar para confundirme, vaya que eres un buen actor. —se burló el rubio, cruzándose de brazos.
—¿De qué hablas Dobe? Nadie te dijo que te pusieras a investigar.
—pero yo sí me aproveché de eso. —confesó Sakura sonriente.
—¡¿Eh?! ¡que mala Sakura-chan!
—Es que te veías tan desanimado desde que Hinata se fue de misión, que quise que esto fuera como una misión para que te entretuvieras como en los viejos tiempos.
Naruto se apenó y rascó el cabello.
—¡Si es por eso, entonces te lo agradezco, dattebayo! ¡También te agradezco Sasuke!
—Hmph…—respondió este, restándole importancia.
—Y dime...Sasuke… ¿Sakura-chan te agradeció como dijo que lo haría? —cuestionó, poniendo una cara picarona.
El Uchiha gruñó por lo más bajo, intentando a toda costa de que su amigo no notara nada en él que delatara lo que había sucedido entre su amiga y él.
—Tu silencio te delata. —siguió instigando Naruto con una sonrisita.
—Ah, ya Naruto… deja a Sasuke-kun en paz. —intercedió Sakura, pues lo que había pasado en el lago no era algo que quería que todo el mundo supiera.
—sí, ajá… bueno como sea… ya me imagino lo que hicieron, no tienen porque decirme.
—¡Pero qué tonterías dices! —se quejó Sasuke y un leve sonrojo se marcó en su piel.
—¡Ah, ya te vi! Entonces sí pasó algo… —siguió molestando Naruto, señalándolo.
—Ya basta los dos. —trató de detener una nerviosa Sakura, cuando de repente…
"Deja de tontear… quiero hablar contigo"
El escuchar esa voz hizo que su cuerpo se echara para atrás en su asiento, como si una fuerza desconocida la hubiera empujado. Naruto y Sasuke lo notaron y rápidamente dejaron sus rencillas de lado para ayudar a su amiga, la cual pareció entrar en una especie de trance.
—¡Sakura!
—¡Sakura-chan ¿qué tienes?!
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País de la primavera.
—Tranquilo Sr. Iwamura, sólo queremos que nos dé las respuestas sobre lo que pasó y nadie saldrá lastimado. —amenazó un tranquilo Shikamaru, tomando nuevamente asiento frente al acusado. —Acaba de decir que por su causa fue que aquellos criminales dieron con Yuki Nohana en el país de fuego. ¿Cuéntenos con más detalles sobre ese suceso? También queremos saber qué tanto sabe acerca de lo que ocurrió con Sakura y por qué esa tipa se ensañó con ella, si es que lo sabe.
Para darle más confianza al ex manager, fue desatado de las cuerdas que lo apresaban, pero de cualquier manera Chouji permaneció detrás de él en caso de que a este se le ocurriera escapar.
—Lo de la Srta. Yuki con la doctora Sakura no creo que sea porque se ensañó, al menos no al inicio. —respondió el hombre mientras masajeaba sus adoloridas muñecas.
—Ah… ¿no?... ¿entonces que fue?
El hombre resopló melancólicamente.
—La Srta. Yuki… realmente admiraba a la doctora Sakura, hasta llegó a decir que le hubiera gustado ser como ella...
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Konohagakure.
—¿Estás realmente segura, Sakura-chan? Me asusta que algo te pueda pasar cada vez que lo haces. —dijo un preocupado Naruto.
—Además que es extraño que ella sea la que te esté llamando ahora, no me fío, algo debe estar planeando. —opinó Sasuke.
Ambos shinobis estaban por un costado de la cama que ocupaba en ese momento Sakura, quien completamente acostada y su cabeza reposando sobre una almohada, trataba de concentrarse para entrar en contacto con su interior y con aquel espíritu que residía en ella.
—Sólo eviten que vaya a hacer una tontería o a lastimar a alguien. —pidió a sus amigos, mientras cerraba los ojos e inhalaba profundamente.
Naruto y Sasuke se silenciaron y solamente tomaron las manos de la kunoichi (cada uno por su lado) viendo como después de que ella exhalaba, abrió nuevamente sus ojos pero estos parecían haber caído en una especie de vacío.
—"Te has estado divirtiendo mucho estos días ¿no es así?"
Ambos varones se sobresaltaron al escuchar la voz de su amiga, la cual sonó con un tono más grave y de cierto modo también escalofriante. Era la primera vez que pasaba, nunca la habían escuchado hablar mientras entraba en trance (voluntariamente), y no les quedó duda de que a quien acababan de escuchar era a la mismísima Yuki.
—"Sí, he tenido unos días muy agradables, estoy feliz"
Nuevamente el tono de voz de la médico cambió, pero este sonaba más tranquilo y agradable a los oídos. Sasuke y Naruto rápidamente supieron que se trataba de su amiga y apretaron más sus manos para que de alguna manera ella supiera que no se encontraba sola, en donde fuera que ahora estuviera.
—"¿estás feliz por haber pasado la tarde con tu novio?"
Sasuke inmediatamente se tensó, esa maldita probablemente lo que quería era incomodar a los tres, con algo que se supone sólo debía quedar entre Sakura y él.
—Sasuke-kun no es mi novio, es mi amigo… y sí, fue agradable pasear con él.
—"¿Te gustó besarlo y que te besara?"
Naruto al escuchar aquella pregunta se sonrojó y no pudo evitar dirigir su mirada a su amigo, que sólo se ensombreció con su flequillo mientras rechinaba los dientes del coraje al ver que esa tipa, efectivamente estaba exponiendo cosas íntimas.
—Sí, me gustó… y mucho.
La repentina y espontanea respuesta de Sakura hizo que el Uchiha pasara de la ira a la vergüenza y que Naruto también se enrojeciera a más no poder, pero este lejos de hacer comentarios burlones o picarones al respecto se mantuvo en silencio, sin soltar la mano de su amiga, al igual que Sasuke que estaba que sentía que todo el cuerpo le hervía.
—Tanto como a ti de seguro te gustó besar a tu novio Kaito.
— "El contrataque" — pensó Sasuke, recuperando la cordura, notando que Sakura sería la que tomaría el control de la situación.
—"¡Cállate, perra maldita!"
—"Efecto logrado" —pensó Naruto.
— Yuki, dijiste que querías hablar conmigo… ¿qué es lo que quieres?
Después una pausa silenciosa, Sasuke y Naruto sólo vieron como la boca de Sakura se contraía en una escalofriante sonrisa, que definitivamente no era propio de ella.
—"¿Qué gran error cometí al escogerte a ti como una posible sucesora de mi poder? Que equivocada estuve."
—Dices eso… pero en su momento lo consideraste una buena idea ¿por qué?
—"Por lo que creí que eras…"
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Meses atrás.
—Sr. Iwamura… recuérdeme una vez más ¿qué rayos estoy haciendo aquí? ¿y por qué tengo que estar vestida así? —preguntó una aburrida Yuki, mientras trataba de ajustar el saco formal así como a su apretada falda larga que la hacía ver como una aburrida empresaria, según ella.
—Ya le dije que concreté una cita con unos empresarios extranjeros muy importantes que insistieron en hablar con usted, no me quisieron dar motivos, pero creo que han de querer patrocinar sus próximas giras.
—pero… ¿no se encarga usted de eso? ¿Por qué tiene que ir Yuki a presentarse con ellos? —preguntó un tercero que los acompañaba en el carruaje, que en ese momento se encontraba detenido frente a las escaleras que daban paso a un gran hotel del país de la primavera.
—¡Tú cierra la boca, muchacho entrometido, no es de tu incumbencia!
—¡Oye! ¡No le hables así a Kaito! —riñó Yuki.
—Lo siento Srta. Yuki, pero negocios son negocios, estos empresarios no estarán muchos días en la ciudad, de hecho creo que partirán el día de hoy, así que debemos verlos, si no lo hacemos, puede que perdamos una gran oportunidad para su carrera.
—La verdad ya no estoy segura si continuar con ella. —susurró Yuki, jugando con el listón en forma de moño que rodeaba su cuello y que le daba un toque de colegiala al resto de su vestimenta.
—No me diga eso Srta. Yuki, si en este momento se encuentra en la cumbre de su éxito. —dijo Iwamura haciendo un berrinche.
—¡Ah, ya! No te pongas dramático. —rio la artista. —Vayamos con esos tipos, veamos qué quieren.
—¿Estás segura, Yuki? ¿Puedo acompañarte? —preguntó su novio preocupado.
—No, espera aquí, no pasa nada… no pasa de que les responda que sí o que no a las propuestas que tengan que hacer esos tipos. —respondió ella confiada, y dándole un besito en la mejilla bajó del carruaje junto con su manager.
Tanto artista como manager entraron al edificio y una vez que anunciaron su llegada, la encargada del hotel los hizo pasar a un salón especial para reuniones, en donde ya se encontraban esperando unos sujetos vestidos de traje que, en cuanto la vieron, dejaron lo que estaban haciendo y se acercaron a ella.
—¡Vaya, vaya! Pero si es la mismísima y famosa Yuki Nohana! ¡Eres más bella en persona! ¡Realmente bella! —
exclamó un joven de alrededor de 26 a 28 años que estaba acompañado de otros cuatro hombres que parecían ser de la misma edad o un poco mayores, pero que no pasaban de los 40 años. En apariencia, todos lucían casi igual y más que nada por los trajes y la seriedad de sus rostros, en lo físico eran altos, esbeltos y de cabellos negros, a excepción de su anfitrión que tenía un llamativo cabello rubio y parecía ser el "diferente" del grupito.
—Sí, Yuki Nohana… —saludó esta dando una pequeña reverencia. —¿con quienes tengo el gusto?
El joven rubio rio, y antes de presentarse, tomó la mano de la artista y depositó un beso sobre esta.
—Takeshi Yamada, puede llamarme Takeshi. —dijo galantemente. —El resto de mis socios. —señaló a los que estaban detrás de él. —Kimura, Sasaki, Yoshida y Chiba… sus nombres no importan, o más bien no me los he aprendido, prefiero llamarlos, Ichi, Ni, San y Yon. —volvió a señalar respectivamente.
Yuki sonrió muy apenas, veía que ese tipo intentaba hacerse el gracioso, pero más bien daba pena ajena.
—Mucho gusto. —dijo hipócritamente. —Sr. Takeshi, si no es mucha molestia, me gustaría saber el motivo de su llamado, y espero sea breve porque tengo algunas cosas que hacer. —dijo lo más amable posible.
—Por supuesto, por favor tome asiento.
En cuanto la artista y su manager dieron un paso, una mano detuvo al Sr. Iwamura.
—Mm mm, no, no… usted se queda afuera.
Yuki iba a protestar por su manager, pero antes de que pudiera abrir la boca, la persona que se supone siempre debía acompañarla en cuestiones de negocios se retiró cabizbajo y completamente obediente.
Algo extraño pasaba, intuyó de inmediato.
—Pero no se asuste. —dijo Takeshi, tal cual como si le hubiera leído el pensamiento y sutilmente la jaló del brazo para hacerla ir a la mesa, donde los hombres que fueron denominados con sólo números también tomaron asiento.
Takeshi por su lado, se sentó sobre la mesa, a un lado de Yuki, haciendo que se incomodara con su cercanía.
—¿Qué es lo que quieren? —preguntó, dejando notar la molestia que se acrecentaba dentro de ella. —Si es algo con lo de la música, les advierto de una vez que no puedo tomar decisiones sin mi manager.
—Oh, no… nada de eso, por eso lo hicimos salir. Lo que tenemos que proponerle no tiene nada que ver con su carrera musical, no al menos como la ha estado manejando.
—¿Entonces?
—Mire, nosotros cinco… —señaló a su equipo. —Venimos de, digamos, algunas organizaciones que trabajan en el sector energético, todos nosotros hicimos grandes proyectos para mejorar aquella industria, pero lamentablemente fueron rechazados porque, ¿cómo le explico?… nos dijeron que eran muy contaminantes.
Yuki se sacudió sin entender su punto.
—Nuestra competencia está apostando por las energías renovables y limpias, me refiero usando los recursos naturales y… digo, nosotros también llegamos a pensar algo así, pero me temo que no tenemos los suficientes avances tecnológicos para lograrlo y…
—¿A dónde quiere llegar? —interrumpió Yuki.
—A usted. —respondió el hombre sonriente. —¿No se da cuenta? Usted es como la voz que atrae a una batería inagotable de energía.
—¡¿Qué dice?! —se levantó Yuki espantada.
—No, no… no me malentienda, pero sabemos quién es usted, la reliquia, aquella que posee la flor de la pureza, sabemos que puede hacer contacto con la energía natural de todo el mundo y controlar varios aspectos de la naturaleza. Usted a través de sus cantos, puede hacer funcionar a toda una industria ¿no se da cuenta?
—Claro que no, y es horrible lo que proponen, alterar la naturaleza, ¿sólo por sus negocios?
—No, no… no la alteraríamos, en todo caso si no quiere trabajar directamente con nosotros, al menos nos permitiría saber cómo es que… ¿cómo decirlo? ¿cómo funciona usted? ¿cómo hace para llamar a la naturaleza al grado de alterar el clima con un solo canto?
—Eso es algo que a usted no le importa. —respondió Yuki, comenzando a alejarse. —Lo siento, pero no puedo contribuir con lo que sea que tenían planeado.
—Pero le pagaríamos muy bien.
—Ah, ¿sí?… ¿cuánto?
Takeshi se levantó, y escribiendo en un papel, escribió la cifra que tenían contemplado pagarle y la cual era una cifra con 6 ceros.
Yuki al ver la cifra tan escandalosamente grande, se rio por lo ambicioso que podía llegar a ser el hombre.
—No acepto. — le regresó el papel.
—¿Cuánto es lo que quiere? —trató de negociar el rubio.
—La cantidad que puso en el papel, multiplicado por un millón.
El hombre sólo rio sarcásticamente como si no le hubiera creído.
—imposible ¿verdad? Que triste por ti y por su equipo, pero ya me voy. ¡Adiós!
Con dichas palabras, la cantante pretendió salirse con la cabeza en alto, pero antes de abandonar por completo la sala…
—¡Nos ayudará! ¡Ya lo verá! —gritó Takeshi, quien siguió completamente relajado.
Yuki ya no respondió, sólo cerró la puerta de golpe y se encontró con su manager esperando en el recibidor, el cual alterado sólo alcanzó a notar lo furiosa que estaba su clienta.
—¡Es la última vez que me hace esto Iwamura! —lo regañó, una vez que entraron en el carruaje.
—¿Qué? ¿Qué pasó? —preguntó Kaito, viendo sólo como el manager de su novia estaba cabizbajo ante semejante regaño.
—Pasa, que este…—se ahorró la mala palabra. —Me dejó sola con esos tipos, que no querían hacer otra cosa que comerciar conmigo y mis habilidades.
El muchacho ahogó un grito, como novio de Yuki sabía perfectamente sobre las habilidades "místicas" de su novia y ganas no le faltaron para apalearse al hombre que estaba sentado a su lado, aún cabizbajo.
—En serio, lo siento Srta. Yuki, pensé que le sería de interés su propuesta.
—Entonces ya lo sabías. —concluyó la chica indignada. —Demonios… que me encuentro con cada persona. —resopló. —¿Por qué las personas no pueden ser como Kaito? —miró a su novio con amor. —O en todo caso como Sakura. —sonrió al recordar a su amiga.
—¿Sakura? —repitió Kaito.
—Sí, mi amiga de Konohagakure… ¿no la recuerdas? Te hablé de ella.
—Ah, sí… la ninja médico.
—No sólo es una hermosa ninja médico súper inteligente, ella es estupenda, es una gran amiga, gran patinadora, gran peleadora… ay, como me gustaría ser como ella. De tener toda la fuerza que ella tiene hubiera mandado a volar a todos esos desgraciados… pero no, no… mejor me relajo. —respiró. —pensar negativamente te hará mal, es lo que de seguro me diría ella.
—Vaya que sí la aprecias. —sonrió Kaito. —la primera vez que me contaste de ella, también te emocionaste toda.
—Sí, y tú, tonto, que la olvidas. —riñó infantilmente. —¿Cómo te atreves?
—Ay, es que es difícil para mi acordarme de personas que no conozco. —se justificó este, cubriéndose juguetonamente.
—Sí, en fin… tú y ella son lo mejor de mi vida, por el momento… no como otros. —miró feo a su manager que nuevamente se volvió a cohibir desde su lugar. —Y pensando en todo esto, creo que es hora de hacer unos cambios.
El manager tragó saliva.
—¿Qué… qué tipo de cambios?
—Llama al abogado… quiero hacer unos cambios en mi testamento.
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País de la primavera.
Tiempo actual
—¿Entonces solamente por eso hizo el cambio en su testamento? —preguntó Shikamaru de brazos cruzados. —Eso da a entender que realmente esa chica Yuki creó un vinculo muy especial con Sakura.
—Así es, con respecto a lo del testamento, sólo puedo decir que… la industria de la música aunque parezca inofensiva es también peligrosa, no era la primera vez que la Srta. Yuki recibía propuestas ya fuera de negocios o hasta indecorosas, ni que decir de la gente que odia por odiar y le hacía llegar amenazas de muerte.
—Gente estúpida que no tiene vida propia. —creyó Ino, totalmente indignada. —pero ¿por qué Yuki fue tan detallista en el testamento? ¿Acaso sabía lo que le pasaría?
El hombre negó con la cabeza.
—No, fue por mera precaución, ella siempre tuvo en cuenta que si algo le llegaba a pasar y aún no tenía un descendiente, los del Rayo reclamarían su cuerpo para extraerle de alguna forma la flor, así que agregó que la señorita Sakura hiciera la autopsia para entregarle la flor en el plano de lo espiritual o algo así me dio a entender, la verdad no sé mucho de esas cosas.
—Entiendo, pero vayámonos en orden… ¿qué pasó con esos sujetos? ¿Insistieron? —retomó Shikamaru.
El hombre volvió a negar con la cabeza.
—Al menos no con Yuki, pero… tiempo después, esos hombres contactaron conmigo y… y…
—¿Lo amenazaron? —completó Hinata al verlo inquieto.
El hombre asintió.
—Amenazaron con hacerle algo a mi familia si no convencía a Yuki de cooperar, pero conforme fui insistiendo, Yuki se fue haciendo más y más hostil conmigo, y con el idiota de Kaito defendiéndola a capa y espada, llegó el momento en que Yuki se hartó de mí, y sin el permiso de nadie se escapó con el imbécil ese, dejándome a merced de esos malditos locos que la querían a toda costa.
—¿Y por eso la entregó? —concluyó Shikamaru. —¿cómo?
—Días antes de su muerte, la escuché haciendo planes con Kaito para largarse al país del fuego para casarse, sabía que planeaba echarme y abandonar su carrera musical, y de modo que pronto ya no tendría nada que ver con ella, en un arranque de ira por lo que iba a hacer, avisé a esos hombres que, me seguían contactando, acerca del lugar a donde se iría, pero yo no sabía que le harían tal daño. perdón, no fue mi intención, traten de comprender. —comenzó a llorar.
—Yo sólo sé que tengo a una chica muerta que se quiere vengar de todos, y a otra chica que está pagando por unos platos rotos que ella no quebró. —respondió Shikamaru. —Sigo sin entender… ¿Por qué Yuki se atrevió a hacerle eso a Sakura? ¿y cómo estuvo usted involucrado?
El hombre entre quejidos y lágrimas respondió:
—¡Después de que Yuki murió! ¡SE ME APARECIÓ! —reveló espantado, rememorando en su mente la horripilante imagen de Yuki tal y como había quedado después del asesinato. — Me dijo que sabía lo que había hecho y me hizo ver cosas horribles que, aún en sueños sigo viendo, pero…—gimoteó. —Dijo que si quería ser absuelto debía ayudarla a cumplir con su última voluntad estipulada en el testamento, quería que le trajera a la doctora Sakura, aunque también estuvo dudosa de si a ella le iba a entregar la flor, por eso mandó a llamar a la señorita Ino y Hinata, pues al parecer creyó que ellas dos poseían mejores habilidades que la doctora Sakura, pero finalmente, cuando tuvo a las tres juntas en la morgue, se decidió por la elección que había hecho desde un inicio.
—Maldita, entonces si no era Sakura, iba a ser Ino o Hinata. —masculló el Nara.
—Así es, luego… no sé que pasó, pero algo durante la autopsia hizo cambiar más a Yuki, ya que cuando la autopsia terminó, nuevamente se apareció ante mí y me dijo que la doctora debía "motivarse" más y me pidió que…me pidió que… yo…—se pausó, temeroso de continuar.
—¡¿Qué?! ¡¿Te pidió qué?! — Exclamó Shikamaru, levantándose de su asiento para tomarlo del saco negro que vestía.
—¡ME PIDIÓ QUE ABUSARA DE ELLA! —soltó el hombre ante el estrujamiento.
Shikamaru lo soltó espantado, Ino y Hinata cubrieron su boca igualmente espantada, y Chouji se limitó sólo acomodar de nuevo al hombre en su asiento, mientras procesaba todo lo que estaba escuchando.
—por eso los llevé al hotel, por eso solicité cuartos separados, pero claro, estaba la cuestión de que ustedes estaban ahí, pero Yuki me dijo que se encargaría de ustedes, y no sé cómo le hizo, pero al parecer logró hacer que se durmieran.
—Eso quiere decir que probablemente alteró algo en el ambiente que nos hizo decaer. —comenzó a analizar Shikamaru. —pero en todo caso…. Tú no fuiste quien abusó de Sakura, sino el otro imbécil ese…
—Eso fue porque…
El hombre rememoró, que esa noche entre el miedo, la preocupación y la incertidumbre, dudaba en hacer lo que el fantasma había pedido. Recordó que se encontraba en el bar y que no dejaba de mirar el reloj con insistencia, pensando que había llegado la hora para que se decidiera, y egoístamente, pensando por su bien, se decidió a hacerlo de una vez por todas, cuando de repente al levantarse vio a la persona a la que suponía tenía que ultrajar, yendo hacia la barra para posteriormente observar como Hideki Sato, se le acercaba y comenzaba a hacerle plática.
"Ya no te necesito"
Escuchó un susurro a sus espaldas y alterado se giró, pero tras de él no había nadie. Luego se volvió hacia donde estaba la doctora, que ya estaba siendo jalada por el artista hasta el elevador.
Intuyendo hacia donde iban, siguió al artista y a la médico hasta la habitación de la segunda, y quedándose de pie frente a la puerta, una vez que se encerraron, alcanzó a escuchar una serie de gemidos, que venían más del tipo ese que de ella.
Escucharlo le causó tantas náuseas que se retiró, aguantándose el vómito.
—Yo no pude… pero estuve dispuesto—continuó entre sollozos. —Y tampoco hice nada para evitarlo. Perdón.
—Eso es evidente, y tus disculpas están de más. —opinó Shikamaru. —Y con lo que respecta a esa tipa, es evidente, toda esa admiración que le tuvo a Sakura se tornó en una obsesión al grado de que cuando Sakura rechazó ayudarla fue como si le hubiera roto el corazón, y en consecuencia cree que debe castigarla.
—Eso es tan injusto, pobre Sakura. —dijo Ino, soltando unas lágrimas. —Y también lo siento por Yuki, pero su manera de actuar ha sido horrible que… no sé ni que pensar, incluso saber que pensó en mí y en Hinata como sus alternativas. ¡¿qué le pasa?!
—Aunque creo que es una maldita loca, no le atribuyo del todo la culpa, también es culpa de esos malditos. —creyó Shikamaru. —Esa maldita organización flor de loto, ese Takeshi Yamada y los demás tipos que mencionó figuran en nuestra lista de sospechosos. ¿ve lo que ocasionó? Su cobardía ha alargado esta investigación mucho tiempo.
—¡Es que no podía hablar! ¡Estaba y sigo estando amenazado! ¡Es seguro que ahora si me maten y a mi familia por lo que les he dicho!
—Eso se podría arreglar, Ino, Chouji…—llamó a sus amigos. —Por favor, resguarden a la familia del señor Iwamura, busquen que el país de la primavera les dé protección.
—Seguro…pero ¿qué harás tú? —preguntó Ino al intuir que su amigo tramaba algo.
—Estoy seguro de que el Sr. Iwamura está muy arrepentido que se entregará voluntariamente a la jurisdicción de Konoha, para ser de apoyo en la investigación contra la organización flor de loto. ¿No es así? —estrujo al hombre.
El Sr. Iwamura sólo tembló ante aquella amenaza, pero terminó asintiendo.
—Bien, que bueno que nuevamente esté de cooperativo. —sonrió sarcásticamente el Nara. —Hinata, tú te vienes conmigo… regresaremos a Konohagakure con el señor Iwamura.
—Entendido. —acató esta, pensando en su esposo y sus amigos, que parece que se llevarían más sorpresas por lo recién descubierto.
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Konohagakure.
—"Me rompiste el corazón, o más bien el espíritu. Tal como ese tipo una vez hizo contigo" —dijo la melancólica pero agravada voz de la poseída Sakura. —"Resultaste ser cómo los demás, cuando yo te admiraba tanto que estuve dispuesta a darte mi poder para ayudarte a cumplir con tu estúpido sueño, porque creía que tú podías ser una mejor sacerdotisa de la naturaleza de lo que yo fui"
—Perdón si te hice pensar cosas que no eran, pero la realidad es que soy sólo una humana, cometo errores, muchos errores —respondió Sakura con tranquilidad. —Pero lo importante es que me hago responsable, no culpo a los demás por mis errores.
En la habitación, Naruto y Sasuke seguían tensos, el rubio por unos breves momentos estaba llegando a sentir empatía por Yuki a diferencia de Sasuke, que sólo se preguntaba cuándo esa tipa iba a dejar a Sakura en paz.
—"¡No me vengas con tus psico bobadas!, ya te dije que yo no caigo en esas idioteces sentimentales"
—"Entonces ¿por qué me llamaste? ¿Acaso te causó algo verme feliz con mis amigos?"
—"Bien Sakura." —pensó Sasuke al ver que su amiga había dado en el clavo, más cuando el rostro de Sakura (Yuki) se mostró furioso.
—"tú qué sabes de la felicidad si muy apenas comprendes cómo es, si ni siquiera sabes cómo es el amor, más allá de los inútiles colores que ves en tu interior. No sabes lo qué es que te amen de verdad"
—Quieres hablar de Kaito ¿Verdad?
Naruto y Sasuke tragaron saliva al escuchar esa pregunta, ambos pensando que Sakura estaba pisando un terreno peligroso.
—"Me enerva ese imbécil Uchiha y que se te acerque tanto, él no te merece, aunque tú tampoco a él, porque tú lo que mereces estar sola, sin nadie que te quiera"
—¿Te dolió perderlo? —continuó Sakura sin dejarse llevar por las palabras de Yuki.
—"Tú no sabes cómo fue perderlo" —respondió con dolor en su voz. —ni siquiera sabes cómo es tener el amor de alguien como él, porque nadie te quiere a ti con esa intensidad, no sabes cómo es tener a alguien que te ame por quién eres, que te aprecie, y mucho menos sabes cómo es cuando alguien te toca con tanto amor que te hace ver a las mismas estrellas del cielo.
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Meses atrás.
—¿No te arrepientes? —preguntó un tímido muchacho mientras terminaba de ponerse la ropa.
—Ya te dije que no, me encantó, esto siempre es lo que quise… —se acercó una recién vestida Yuki para abrazarlo por detrás.
—¿Qué? ¿hacerlo en el bosque en medio de la nada? —rio Kaito girándose para abrazarla.
—Algo así. —respondió ella viendo a su alrededor donde no había más que hierba y arboles a excepción de las mantas que habían usado para el "picnic". —¡Claro que no, tarado! Me refiero hacer el amor con el ser amado.
—Que cursi.
—Ja, dime cursi si quieres, pero antes era de las que pensaban en hacerlo con cualquiera, aunque sólo en broma, la verdad es que siempre quise que fuera con alguien que al menos me quisiera.
—¡Oye, pero si yo te quiero y mucho! A pesar de que a veces me sacas de mis casillas y me fastidias porque al parecer no hay nada en el mundo que te pueda callar.
—Que halagador, cariño. Lo mismo digo, tan serio y apático, pero cuando por fin me dejaste conocerte… lo diré aunque suene cursi, eres lo mejor que me ha pasado.
—Lo mismo, antes pensé que eras como todas esas personas de la farándula, pero eres más hermosa y no lo digo por tu físico, si no por tu interior… eso suena ridículo… —gruñó el enrojecido chico.
—Ay… ¡Me encantas! —lo abrazó Yuki, dándole un fuerte apretón en el cuello con sus brazos.
—Tú también me encantas cariño, pero me estás ahogando. —dijo este enrojecido.
—Ah… lo siento. —se separó la burlona Yuki de él. —Bueno… creo que es momento de regresar a la ciudad, el Sr. Iwamura debe estar como loco porque nos salimos sin permiso.
—Espera Yuki…
—Eh… ¿sí? —se giró esta para ver a su novio, notando que estaba haciendo muecas raras mientras se enrojecía. —¡Ah! Ya… ¿qué quieres? —se desesperó.
El muchacho refunfuñó enrojecido.
—Que desesperante, mujer… ¡Sólo te iba a preguntar que si te querías casar conmigo!
Yuki se quedó completamente en silencio.
—¡Ah! No digo que ahora, digo en unos meses más, cuando termines la gira que tienes planeada hacer, puede ser antes de que termine el otoño… si… tú quieres. —comenzó a silenciarse preocupado.
Yuki aún seguía en silencio y boquiabierta, pero después de que su cerebro procesó toda la información, dio saltitos histéricos y radiantes de alegría, gritando a los cuatro vientos que sí, que sí se quería casar con él.
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—Naruto. —regañó Sasuke, al escuchar un gimoteo por parte de su amigo, al parecer se había conmovido con la historia de Yuki. En cambio él, sólo sintió incomodidad, no sabía cómo sentirse al respecto.
—"Fue una linda historia, y en efecto, yo no sé cómo es experimentar lo que tú experimentaste."
Y la respuesta de Sakura tampoco ayudó a comprenderlo, pensó que ella iba a contradecirla diciendo algo sobre lo que ella y él recién habían experimentado. Pues al menos él si sintió muchas cosas cuando la besó por primera vez y ni qué decir de la segunda.
—"pero trato de comprenderlo aún"
Esa respuesta renovó sus esperanzas.
—"Eres una idiota, espero que lo comprendas pronto, para que sepas también la intensidad del dolor de perderlo"
—"Lo perdí una vez, creo saber cómo es"
—"Por supuesto que no, no tienes ni la más remota idea de cómo es".
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Meses atrás, País del fuego.
—Yuki… ¿estás segura de esto? Creo que lo más seguro es ir a pie, no conocemos exactamente este país.
—He estado aquí, no te preocupes, y el lugar al que vamos no está muy lejos.
—Por eso te digo, que vayamos a pie.
—¿Con todo el montón de maletas? —lo observó.
El muchacho resopló viéndose así mismo, maleta en mano izquierda y derecha, así como una mochila cargando a su espalda, que a la vez cargaba otro pequeño bolso por encima.
—Está bien, pero con cuidado, primero hay que ver que no sean sujetos sospechosos.
—Como desconfías de la gente, deberías tener más fe. —se burló Yuki.
—Claro que desconfío, me bastó con leer esas cartas amenazantes o esos medios de comunicación fastidiosos, ni que decir de las propuestas que recibías. —riñó Kaito.
—Entiendo, pero ten fe, nada malo pasará.
Después de caminar por unos kilómetros, por fin encontraron una caravana de personas que iban recorriendo el mismo camino que ellos en diferentes carruajes y carrozas. Estas amables personas los llevaron hasta un pequeño poblado que quedaba a mitad de camino de su destino original, lugar que la pareja aprovechó para descansar y para organizarse también mejor, sobre cómo recorrerían la otra mitad del camino, algo que no se les dificultó, pues un hombre de aquel poblado dijo que tenía una vuelta para el lugar a donde iban al día siguiente y se ofreció a llevarlos.
Yuki y Kaito confiaron en dicha persona, sin saber que esta sería quien los entregaría.
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—"Fue ese sujeto, el que apaleamos en el país del agua" —recordó Yuki a través de la kunoichi. —Ese imbécil nos entregó.
Sakura por supuesto también lo recordó, ya que el mismo hombre lo había confesado después de que le cortara el miembro.
Naruto y Sasuke seguían en silencio, ambos sintiéndose de cierta forma indignados por lo sucedido.
—"Aún lo recuerdo, los sonidos de Kaito… mientras… mientras…. estaba siendo asesinado… por esos sujetos"
De los ojos de Sakura comenzaron a salir lágrimas.
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País del fuego, fábrica abandonada, meses atrás.
Yuki se sentía mareada, no sabía dónde estaba, tampoco se sentía con la capacidad de moverse, lo único que podía recordar es que había subido a un carruaje junto con su novio, y de repente el conductor se desvió hacia otro camino, cuando intentaron reclamar, ambos habían sido rociados con un gas extraño.
—Comienza a despertar… ponle rápido el sedante para que no se mueva. —escuchó la voz de un hombre que no pudo ver bien, mientras que a lo lejos podía percibir los gritos de un hombre, de su hombre. —Kai…Kai-to. —musitó, tratando de levantarse.
Cuando sintió que alguien la apretó contra la mesa, y enseguida sintió un pinchazo en el cuello.
—Tranquila, pasará en unos minutos… es mejor tenerte así hasta sacar conclusiones.
Sin poder moverse, a Yuki le pareció reconocer esa voz pero no lograba recordar de dónde.
—Te dije que nos ibas a ayudar de una forma u otra, y no te preocupes, si no lo hacemos nosotros, de seguro lo habrían hecho tus antiguas cuidadoras, porque según tengo entendido es lo que solían hacer con las demás sacerdotisas de la naturaleza.
Quien le susurraba la hizo girar su cabeza hacia donde se escuchaba los gritos, y ahí, aun sin poder moverse, vio como su novio estaba siendo torturado. Lo tenían amarrado en una especie de máquina de tortura, pero haciendo uso de utensilios médicos parecían estarlo abriendo sin utilizar ningún tipo de anestesia.
—Eso te pasa por entregarle tu flor a alguien más. —escuchó nuevamente un susurro en su oreja, mientras atónita veía como aquellos indignos médicos o lo que fueran, comenzaban a escarbar y sacar las entrañas de su futuro esposo, que ya sin poder soportarlo comenzó a convulsionar y escupir sangre hasta que finalmente sus gritos cesaron y la máquina que parecía monitorear sus signos vitales emitió un largo y tenebroso sonido, en lugar de emitir un constante "bip"
Quería llorar de la impotencia que sentía, pero ni siquiera eso pudo hacer, sólo pudo seguir observando como aquellas personas seguían escarbando en el cuerpo de su novio hasta que una de esas personas concluyó que no había ninguna flor dentro de él.
—"¿Todo por la flor de la pureza?" —pensó traumatizada, cuando de repente sintió un tirón en su cabello.
—él no tenía la flor, y por lo que hemos averiguado sabemos que se debe transferir a través del contacto físico, así que querida Yuki, haré lo que tenga que hacer, así que entrégamela voluntariamente por tu bien.
Enseguida sintió como comenzaba a ser desprendida de sus prendas y ese hombre comenzaba a tocarla morbosamente en donde no debía.
—Lo voy a hacer Yuki, más vale que la entregues.
Y luego sintió lo más horrible y asqueroso que jamás pudo haber sentido, mientras escuchaba una espantosa sinfónica de asquerosos gemidos, una y otra vez quien sabe por cuanto tiempo, hasta que finalmente se detuvo o eso creyó…
—No me siento diferente, se supone que me debo sentir más poderoso o eso creo.
—Tal vez no lo hiciste bien…
Era los murmullos que escuchaba, cuando uno de ellos dijo:
—Deja lo intento…
Y volvió a pasar, no sólo por segunda vez, sino otras cuatro veces, cada vez de una manera más violenta y con tanta agresividad que sentía que la estaban destrozando tanto por fuera como por dentro. Perdió la noción del tiempo y casi el sentido, hasta que nuevamente alguien jaló de su cabello y le susurró al oído.
—Maldita perra egoísta, al parecer ninguno de nosotros somos de tu agrado, así que traeremos a otros que tal vez te agraden, de baja categoría como te gustan.
"¿Más?" —fue lo único que pudo pensar completamente horrorizada.
Los minutos pasaron… de un momento perdió la cuenta de cuántos tipos habían estado en ella, incluso de lo que le hicieron a su cuerpo el cual fue rasguñado, mordido, destrozado.
"¿cuánto más tengo que aguantar?" — pensó sin poder ya siquiera respirar, — "¿Cuándo vendrán a salvarme?" "¿Por qué nadie me salva?" —pensó en sus últimos momentos. —¿Por qué la energía natural no me salva? —se cuestionó totalmente ida mientras su cuerpo seguía siendo embestido una y otra vez. — ¿De que me sirve tener estas habilidades si no puedo salvarme? No pude salvarte, Kaito… tenías razón… este mundo… no vale la pena…ojalá… pudiera… matarlos… a todos… matarlos… los odio a todos.
Y con aquellos últimos pensamientos pasando por su mente, sintió un apretón en su cabeza que hizo que pronto todo dejara de funcionar en ella y se volviera completamente oscuro.
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—"Siente y ve lo que yo vi, maldita traidora…"
—¡No, no, no!
Gritaron tanto Sasuke como Naruto, cuando de un momento a otro, el cuerpo de su amiga se zafó del agarre de sus manos e involuntariamente se movió quedando boca abajo, de tal manera que comenzó a ahogarse con la misma almohada.
—¡Sakura, reacciona! —gritó Sasuke, intentando levantarla, pero el cuerpo de su amiga se sentía como si pesara más de una tonelada, como si tuviera algo muy pesado sobre ella.
Entre lo poco que pudo hacer, Sakura comenzó a gritar desgarradoramente.
—¡Tienes que luchar, Sakura-chan! —gritó Naruto, tratando inútilmente de levantarla también.
Para que no se estuviera ahogando, Sasuke no pudo hacer otra cosa más que remover la almohada, ocasionando con esto que ambos pudieran escuchar la intensidad de los gritos de su amiga.
—¡DEJALOS EN PAZ! ¡DÉJAME! ¡SUÉLTALOS! ¡NO, DÉJAME, NO ME TOQUEN! ¡QUÍTATE, NO ME TOQUES! ¡AHHHHHHH! ¡YAAAAAAAA!
"Ahora no estás sola, Sakura… yo te acompaño, como una buena amiga lo haría"
—¡Sakura no la escuches, lo que te está haciendo ver no es real! —le susurró Sasuke al oído, mientras Naruto seguía intentando levantarla. —¡SAKURA, ESCUCHAME! ¡Recuerda lo que hicimos hoy! ¡Recuerda que jugamos a los genin, que fuimos al karaoke, que le compraste un Taiyaki al Dobe, que fuimos a plantar las semillas en tu nuevo jardín…
Dichas aquellas palabras, hizo que Sakura abriera los ojos y al momento que lo hizo una energía invisible y helada proveniente de abajo hacia arriba la empujó fuera de la cama, junto con Naruto que aun jalaba de ella, y que alcanzó a resguardarla. Mientras que Sasuke cayó por el costado, activando su sharingan y rinnegan, pero sin lograr detectar nada.
—¡Sakura-chan, Sakura-chan!… ¿estás bien?
Al escuchar la voz de su amigo, inmediatamente se puso de pie, viendo que este tenía a una adolorida Sakura entre brazos; sin embargo, Sakura, al reaccionar primero se removió asustada y se alejó de quien la tenía en brazos, pero al ver que era Naruto, rápidamente se acercó otra vez a él y apretó sus mejillas con las manos, haciendo que la boca de este quedase como la de un pez.
—Sakura-chan ¿qué haces? —preguntó Naruto adolorido con el apretón.
—¿Estás bien? ¿Estás bien? —comenzó ella a analizarlo por todos lados: cara cuello y pecho, buscando que no tuviera nada.
—El Dobe está bien… ¿qué te pasa? —respondió Sasuke, viendo aquello un tanto extraño.
Pero Sakura, en lugar de responderle se puso de pie, e hizo lo mismo con él, haciendo que el Uchiha se incomodara con tanto toqueteo.
—Los dos están bien, pero ¿dónde está Hinata e Ino? Kakashi sensei…Shikamaru…
—Todos ellos están bien. ¡Cálmate! ¡Lo que te hizo ver esa tipa no fue real!
—Lo sé, pero…—musitó angustiada.
—No caigas de nuevo en su juego. —aconsejó Sasuke.
Sakura resopló, reconsiderándolo y pronto se auto regañó por el descuido.
—Pues ¿qué te hizo ver Sakura-chan? —preguntó Naruto.
—Dobe ¿qué no es obvio?, le hizo ver lo que le hicieron al prometido. —reprendió Sasuke por tan estúpida pregunta.
—Así es. —suspiró Sakura. —sólo que en mi caso, me hizo ver a todos los que quiero sobre esas malditas mesas de tortura.
—Tranquila, Sakura-chan, pero no te preocupes, eso nunca nos podría pasar a nosotros.
—Pues yo lo dudo, ya que esos tipos de la flor de loto también están en busca de sus habilidades para hacer sus malditas drogas.
Naruto lo reconsideró y le enfureció pensar que esos malditos estaban interesados en capturar a un Hyuga.
—Trataremos de que no pase. —consoló Sasuke a su modo. —pero tú tampoco te expongas tanto…
Sakura sólo le sonrió sutilmente y asintió dando otro suspiro.
Había sido demasiado por ese día y como la preocupación siguió latente, el equipo 7 optó por descansar todos juntos, en los sillones de la sala.
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El tiempo siguió pasando, y ya se podían contar con los dedos los días que faltaban para la llegada de la primavera la cual se veía muy lejana debido al clima.
Hinata había regresado del país de la primavera junto con Shikamaru, ambos dando su respectivo reporte al Hokage e involucrados y entregando al nuevo testigo que fue recluido en la torre Hokage en calidad de prisionero.
Con la ayuda de la información proporcionada por Iwamura, se giraron ordenes de aprehensión contra los empresarios que vivían en diferentes regiones, pero como era de esperarse, estos al parecer habían estado prevenidos de lo que pasaría y escaparon de sus lugares de origen, ahora la nueva misión de los shinobis era dar con tales personas que sospecharon se refugiaron en el complicado terreno de la aldea escondida entre la lluvia. Lugar en el que lamentablemente no tenían jurisdicción.
Sin embargo, con la creencia de que aparecerían en algún momento para intentar robar la reliquia, los kages y shinobis se limitaron solamente al espionaje para deducir cuál sería la siguiente jugada de los implicados.
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País de la primavera.
Tiempo actual
—Ah… por fin, es hora de volver a casa. —se estiró una cansada Ino, mientras caminaba en dirección a la salida de la ciudad junto con Chouji.
Después de haber custodiado a la familia del Sr. Iwamura por días y que se cercioraran de que el país de la primavera los pusiese en el programa de protección especial, ambos shinobis fueron libres de la misión y regresar a su aldea natal.
—extrañaré mucho la comida de este lugar, es realmente deliciosa.
—Tú no cambias Chouji, el mundo se puede estar acabando y tú seguirás pensando en comida.
—Claro que no, bueno o tal vez, depende si la situación amerita que me preocupe.
—Sí, claro… en fin, antes de partir compremos provisiones.
—¡Señorita Ino!
El inesperado grito de una chica llamó la atención de ambos shinobis.
—¿Quién es esa? —preguntó Chouji sin reconocer a la delgada chica que se acercaba a ellos corriendo.
—Ni idea, pero sabe mi nombre…
—¡Señorita Ino! —volvió a gritar la chica, que cansada se sostuvo sobre sus rodillas una vez llegó con ellos.
—Me pareces conocida… —comenzó a analizar la rubia. —¡Ah, eres una de las modelos de la pasarela! Lo siento no recuerdo tu nombre. —rio. —pero ¡¿Cómo estás?!
La modelo derramó lagrimitas invisibles por tanta sinceridad, pero aun así respondió:
—Yo bien, señorita Ino, me sorprendió el verla aquí, en el país de la primavera, ¿también vino por lo mismo?
—¿Por lo mismo? ¿A qué te refieres? —preguntó confundida.
—¿Eh? ¿No vino a ver a Niko?
—¿Niko? No… ni siquiera sabía que él vivía en esta ciudad, pero ¿por qué preguntas?
—Oh, entonces no sabe, pasó algo lamentable, señorita Ino, hace unos días unos intrusos se metieron en su casa a robar y lo dejaron muy golpeado.
—Por Dios, ¿y cómo se encuentra?
—Apenas consciente, pero no sólo eso… le robaron cosas, cosas que al parecer pertenecieron a la señorita Yuki.
—¿Yuki?
Tanto Ino como Chouji se miraron entre sí, ese ataque que había sufrido el diseñador de modas exclusivo de Yuki para nada era una coincidencia.
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Mientras tanto en Konoha…
—¡Sakura-chan! —llamó Hinata
—¿Sí?
— Te trajeron un paquete, parece que nuevamente lo dejaron en tu antiguo apartado postal…
Continuará.
N/A y continuamos, ahora si se terminó el tiempo de descanso. Espero les haya gustado.
Para los que leen en wattpad, les dejó un spoiler imagen, de lo que recibirá Sakura, o si no como quiera esta publicado en mi pagina de FB Dragondreams.
Agradecimientos especiales a:
Sara1407, Margaces, Susana, BlossomMarie, y guest por sus comentarios en FF, así como los que comentan Wattpad y Facebook.
20 de noviembre de 2022
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