Capítulo 2: Operación misión en familia
La mañana transcurría con normalidad en aquel castillo de ponyville, mejor conocido como el gremio oficial del Heavy storm.
Había varios grupos que Danna y Helena siguen acomodando para darles sus labores, algunos llegaban a protestar pero otros simplemente seguían con su deber sintiéndose honrados de tomar en sus manos dichas responsabilidades. Pero no todos estaban concentrados en las misiones.
En un área más alejada del castillo, una de las pocas que no tenía paredes hechas de cristal, frente de la misma pared estaba un joven alicornio blanco de crin azul y ojos celestes, este traía puestos unos audífonos para que el ruido del gremio no interrumpiera su actividad.
El joven alicornio se detiene un momento pero no admira lo que estaba pintando si no que se detiene a observar el resto de las paredes que también tenían murales, la que estaba a la izquierda de la que acababa de pintar, este era un mural donde estaban 2 ponys muy importantes en su vida, 2 alicornios grises, uno de crin roja y otro de crin azul, sobre de ellos estaban 2 fénix, los guardianes legendarios Alpha y Omega.
-"Papá, tío Draco".- piensa el joven alicornio sonriendo con orgullo, no solo de quienes estaban retratados en la pintura si no también del trabajo que había hecho con la misma.
El observa el mural de la derecha, este tenía a Alexis acompañada de Luisset, ambas tenían una pose de guardia, Alexis estaba en guardia a casco limpio, pero Luisset sujetaba un sable con la parte del codo de su brazo izquierdo, en su casco derecho ella sostenía otro sable con total normalidad, mientras que con la rodilla de su pata izquierda trasera sostenía un tercer sable, pese a la diferencia de su guardia, la expresión de ambas era la misma, coraje y determinación, esto les hacía ver temerarias pero sin perder su finura y elegancia femenina.
El joven alicornio se aparta un poco para contemplar mejor sus murales, sin embargo su expresión lejos de ser alegre era pensativa, sentía que algo faltaba.
El va donde una pequeña caja de madera, esta tiene pequeños recipientes con pintura y pinceles de diferentes tamaños y estilos, pero él no parecía tener interés en esos materiales, con su magia los saca y abre un pequeño compartimento hasta el fondo de la caja donde saca unas cuantas fotos las cuales eran su fuente de inspiración de emergencia.
El ve la primera y era una foto de Luisset con otra alicornio un poco más joven, esta tenía pelaje gris y crines castañas además de ojos azul marino, las 2 estaban sonriendo alegremente pero usando frenillos en sus dientes.
-"Je, si pinto eso mi hermana y tía seguro que me matan".- pensó el joven alicornio con una leve sonrisa pero con cierto temor en su cara al imaginarlas enojadas a ambas.
El cambia las fotos sin encontrar nada interesante, inclusive encontró una foto de él de bebe todo embarrado de pastel, cuando vio esa foto solo se preguntó cómo había llegado allí.
Pero su duda se resolvió cuando le dio la vuelta y esta tenía escrito:
Te ves tan adorable hermano
-firma Rud.
-"Si, tenía que ser".- se dijo así mismo riendo divertido.
En eso llegó una foto a la cual él recordaba con alegría, era una foto donde estaba con sus padres, su abuela, sus tíos y su hermana.
Todos estaban juntos en el gran salón del gremio, detrás de ellos había un cartel decorado con dibujos de animales y con grandes letras cubiertas de brillos que decía "Feliz cumpleaños mamá.
el joven mira con gran alegría recordando la mañana en la que él y su hermana llevaron ese cartel.
Flashback.
Ese día fue una mañana como cualquier otra, con la diferencia de que en ese entonces el castillo estaba un tanto más vacío y había menos actividad puesto que tenía menos de 10 años de haber literalmente aparecido de la nada según las anécdotas de sus padres, probablemente el castillo estaba destinado a Twilight, sin embargo ella estaba un tanto ocupada pasando la mayor parte del tiempo en canterlot, por lo que se lo dejo a Nero y Alexis, quienes lo usaron para con ayuda de Shining fundar el actuar gremio.
Aunque pareciera lo contrario, la pareja vivía en paz en aquel castillo, pues no solo era lo bastante grande para extender el legado de su maestro, si no también para establecer a su propia familia.
El sol del amanecer se hizo presente en gran parte de las habitaciones, entre ellas la de aquella pareja los cuales aún estaban cobijados y durmiendo mientras estaban abrazados tranquilamente.
Por su lugar en la cama los rayos del sol iluminan primero la cara de Nero, quien despierta y da un largo bostezo, para luego desviar la mirada y sonreír al toparse con el rostro aún durmiente de su querida Alexis.
Él sonríe e intenta levantarse con extremo cuidado para no despertarla, sin embargo se lleva una sorpresa de que Alexis lo tenía sujeto de un casco trasero y con sus delanteros le abrazaba el torso, pese a que ella seguía dormida no parecía tener intención de soltarle.
-"Demonios, no puedo despertarla..no hoy, pero si no me levanto no podré hacerle su desayuno favorito".- pensó Nero intentando quitarse con cuidado a Alexis, aunque le era un tanto complicado, ya que si bien ella no lo estaba apretando, no le soltaba.
El voltea a su cabeza y ve su cuerno, por un momento se le pasó por la cabeza usar su magia y así terminar el problema, pero la descarta casi de inmediato pues despediría una luz que probablemente la despertaría.
-Había olvidado que cuando hace algo de frío y dormimos así ella no me suelta hasta que despierta.- piensa Nero dando un largo suspiro.
-Supongo que tendré que confiar en que los niños vendrán con una de sus sorpresas, pero hasta entonces me tendré que quedar.- pensó Nero acomodándose nuevamente en los brazos de su amada, acariciándole la crin en el proceso.
De repente.
-¡Mami! ¡mami!.- se escucha.
En eso y antes de que alguno de los 2 pudiera reaccionar por la puerta entran un potro y una potra d años respectivamente, los 2 arremeten contra Nero y Alexis, ellos sin querer lograron tumbar a Nero y caer frente a frente de Alexis quien despierta de golpe.
-¿¡Ay que pasa!? ¿¡Un terremoto!? ¿¡Un ataque alienígena!? .- dice Alexis alterada.
-¡Feliz cumpleaños Mami!.- dicen los 2 potros levitando con su magia un cartel de dibujos de animales y letras en brillo con la misma frase.
-Rud, Andy, les he dicho muchas veces que no salten en la cama.- dice Nero levantándose del suelo.
Alexis ríe levemente entre burlona y feliz, burlona por lo que los niños le hicieron a su padre, pero feliz de verlos trabajar juntos con tal de darle una sorpresa de cumpleaños.
-Aww, déjalos cariño, ellos solo querían darle un regalo a su mami.- dice Alexis tomando entre sus cascos a los potrillos, abrazándolos y despeinándolos en el proceso.
-Está bien, jejeje feliz cumpleaños querida.- dice Nero yendo con ella y dándole un beso en la boca.
Al verlos los niños se separan poniendo expresión de asco.
-¿Mami, cuántos años cumples? .- pregunta Rud con curiosidad.
-Mmm, tenía como 24 cuando nos mudamos al castillo, más 13 años indecisos, casi uno de espera y la edad de Andy.- dice Alexis pensativa.
-Son 46 mamá.- dice Andy.
-Sí, así parece.- dice Alexis.
-No importa cuántos años tengas, siempre serás la yegua más linda del mundo.- dice Andy abrazándola.
-Gracias cariño, estoy segura de que cuando tu hermana crezca será igual o más hermosa que yo.- dice Alexis viendo a Rud.
-Voy a tener muchos príncipes azules haciendo fila.- dice Rud riendo divertida.
En eso un casco grisáceo como su propia tonalidad de piel la toma del hombro, era Nero.
-Haber, ¿cómo está eso jovencita? cualquier tonto que quiera hacerse con mi princesa deberá pasar delante de mi primero.- dice Nero entre dientes con los ojos entrecerrados.
Su familia lo ve y no pueden evitar soltar una leve risa.
-No te preocupes papá, te ayudare a proteger a mi hermanita.- dice Andy haciendo un saludo militar.
-No necesito crecer jiji, ya tengo a 2 príncipes.- dice Rud.
-Y esos príncipes ya tienen a sus princesas para protegerse.- dice Alexis.
Los 4 ríen y se abrazan.
Fin del Flashback.
-¡Andy!, ¡Andy!.- se escucha.
El joven alicornio retira un audífono de su oído, le pareció escuchar algo.
-Andy, ¿andas por aquí?- se vuelve a escuchar.
El se quita el dispositivo de música y lo guarda en la caja, antes de asomarse por el pasillo y ver pasar a Alexis.
-Aca estoy mamá.- dice el.
Al verlo Alexis corre hasta él.
-Andy, que bueno que te encuentro hijo.- dice Alexis.
-¿Pasa algo? .- pregunta Andy extrañado.
-Algo así, tu padre nos necesita para una misión aquí en ponyville.- responde Alexis, sorprendiendo a Andy, de todos los presentes en aquel Gremio él posiblemente tenía menos presencia pese a ser hijo de los fundadores del mismo.
-El…¿específico que yo fuera? .- pregunta Andy confundido.
-Sí, también tu hermana y tu tía Luisset.- responde Alexis.
-¿Pero qué fue lo que pasó? .- pregunta él.
-Te lo explico en el camino, debemos buscar a tu hermana y reunirnos con tu tía en 10 minutos.- dice Alexis tomándolo del brazo.
Al cabo de 15 minutos Andy y Luisset estaban parados en la entrada principal, los 2 estaban esperando a Alexis.
Esta última no tarda en salir por la puerta principal con una expresión de fastidio.
-Déjame adivinar, no la encontraste.- dice Luisset.
-No.- responde Alexis.
-Y buscaste más de 2 veces por el gremio.- dice Luisset.
-Tal vez.
-No te hubieras molestado madre.- dice Andy yendo a un árbol que estaba cerca de la entrada del gremio.
Este lo sacude con su magia y de la copa del mismo cae una yegua alicornio gris de crin castaña, era la misma que la de sus fotos, pero ya grande, siendo solo un par de años menor que él.
Está se levanta aturdida.
-Andy, creí haberte dicho que no interrumpieras mi siesta.- dice la yegua fastidiada.
-Cuando papá vuelva de su labor con la abuela le reclamas.- dice Andy ayudando a su hermana a levantarse.
-Está bien..¿que se supone que quiere? .- pregunta ella bostezando.
- ¿Aún tienes sueño? pero si llevas "desaparecida" desde que tu padre se fue hace un par de días.- dice Alexis un poco extrañada.
-Es un nuevo récord.- dicen Andy y Luisset a la par.
-Ya que estamos todos podemos proceder.- dice Alexis con la carta, está la abre y la lee en voz alta.
"Alexis, como recordarás desde hace unos cuantos años el dúo de ese dragón y la pegaso se han aparecido para fastidiar y nunca les tomamos tanta atención viéndolos como ilusos seguidores de Hera, sin embargo cuando llegó el carruaje de mi madre, sus guardias me dijeron que en el camino, cuando llegaban a ponyville vieron a una de las guardias de la ciudad hablando con el dragón y la pegaso enmascarados.
Sospecho que aún podrían andar rondando por el bosque everfree, necesito que tú y mi hermana vayan a investigar, pero tengan mucho cuidado, lee esto en presencia de Andy, él sabrá qué hacer.
Te lo encargo.
-Nero."
Al término de las palabras de la carta todas estaban serias y un poco preocupadas, sin embargo Andy estaba muy tranquilo, tal vez demasiado, el mira el cielo y luego mira a su familia,antes de cerrar los ojos.
-Sé en lo que pensabas al pedirle a Alexis traer a tu hijo a esta misión.- piensa Luisset estando atenta a lo que Andy fuera a hacer o decir.
-Estar juntos no es una simple casualidad, tu mente y la mía siempre están en sincronía.- piensa Alexis viendo a su hijo.
-Mi hermano suele actuar como un Hippie francés la mayor parte del tiempo, pero él y la tía Luisset tienen algo en común.- piensa Rud.
-El piensa mucho.- se dicen las 3 para sí mismas.
Todo se queda en silencio por 5 minutos, hasta que.
-Tía Luisset, ¿hay algún patrón que respalde las sospechas de los guardias? .- dice Andy finalmente.
-Hace un momento fui al cuartel de guardia de la ciudad, dicen que desde hace una semana a la hora del almuerzo uno de sus miembros siempre está ausente.- explica Luisset revisando un holograma que salía de un brazalete que traía en su casco.
-En todo caso, sea quien sea espera a alguien que según papá, sale del bosque everfree.- dice Andy pensativo.
-¿Y si nos adelantamos al misterioso integrante? .- dice Alexis.
-Creo que ya lo tengo ¿tia, los traes? .- pregunta Andy a Luisset.
la joven alicornio revisa su pequeña mochila y saca 4 pequeños audiculares y collares negros, esta se los entrega a sus acompañantes quienes se los colocan.
-Así podremos mantenernos en contacto pese a nuestras posiciones.- dice Rud mientras se ajustaba el collar.
-Exacto, ahora démosle un saludo especial.
En otro lugar.
Una guardia estaba bajando una de las escaleras que daba a los niveles más bajos del Tártaro donde se encontraban las criaturas y criminales más extraños por no decir peligrosos, de Equestria, conforme ella avanzaba todo se ponía más y más oscuro, pero ella no mostraba miedo, de hecho se veía un tanto indiferente de lo que pudiera toparse una vez llegar a bajo.
Cuando llegó al último piso se topó con una serie de celdas, celdas donde había varias alicornios que aún después de tanto tiempo seguían predicando la palabra de Hera, pues si a duras penas llegaron a aceptar aunque sea un poco a Lauren en el pasado, mucho menos aceptarían a Luna o Twilight.
Al ver a la yegua que bajaba muchas se quedaron sorprendidas, ellas le gritaban insultos como "serpiente traidora", o "chupa pitos del último ex miembro de Reditum que seguía con vida", sin embargo pese a eso esa yegua seguía indiferente a los insultos de aquellas alicornios, ella estaba enfocada en lo que había venido.
Ella va a la última celda la cual estaba hecha de frío metal y solo tenía una pequeña compuerta donde se podrían pasar libros y comida.
Aquella yegua acerca una antorcha a la celda dejando ver su apariencia, era una pony terrestre de pelaje plateada y crin azul nocturna, ella vestía una armadura especial que solo la guardia del tartaro tenía, esta da unos leves golpes en la puerta.
-Despierta bella durmiente.- dijo la yegua, cuando dice eso pega su oído a la misma esperando escuchar algo.
Al no obtener respuesta da un golpe más fuerte.
En eso se escucha un leve grito de terror, cuando lo escucha la yegua deja salir una leve risita.
-Siempre tan predecible querido amigo.- dice la yegua burlonamente.
La pequeña compuerta se abre y se ve que quien estaba dentro tenía pelaje gris, crines rojas y ojos de dragón también rojos.
-No recuerdo haber solicitado servicio de despertador.- dice él burlonamente.
-Pues que ingrato Draco, todavía te traigo el desayuno y vengo dispuesta a compartir una joyita de libro contigo.- dice la yegua con un fingido tono dramático.
-Por favor Mei, si interpretas tus dramas tendré que fingir que suplico piedad y al final terminaremos riéndonos tan fuerte que la señora Magic Wings no te dejara venir acá por un mes, así que mejor ahorrémonos eso, ¿sí.- dice Draco un poco fastidiado.
Por ese comentario la yegua deja salir una leve risita, ella le pasa la comida por la pequeña compuerta antes de sentarse fuera de la celda.
-¿Desde cuándo te importa tanto que la señora Wings me prohíba bajar hasta acá? .- pregunta la yegua terrestre.
-Bueno cuando ella o su hija vienen solo me dan mi comida y ni siquiera me dejan agradecerles por ello, solo vienen y se van.- respondió Draco.
-Entonces, ¿hago tu estadía aquí, un poco menos tediosa? .- pregunta Mei.
-Se podría decir que si, entre tantos aquí que quieren mi cabeza, es bueno tener a alguien con quien hablar de vez en cuando.- dice Draco.
-Tu me juzgaste después de saber mi origen, pero aun así no tengo derecho de juzgarte por lo que hayas hecho.- responde Mei con un tono de voz tranquilo y con una leve sonrisa.
Draco también sonríe, aunque con él no se podía apreciar dado a que él sólo asomaba los ojos por la compuerta.
-Por cierto ¿qué libro traes? .- pregunta Draco curioso.
Mei mira sus cascos en los cuales tenía un grueso libro de texto cuya tapa era algo gruesa.
-Oh esto, jejeje ¿en serio quieres saber? .- pregunta Mei ladeando una sonrisa burlona.
-Siii, ¡dime por favor!, a menos que sea una novela de erotismo gay.- dice Draco eso último con un escalofrío.
-Creo que hasta eso habría sido mejor.- responde Mei enseñándole el libro.
-¡Ay no! noo, Mei no..-dice él con cierto temor.
-Oh sí, es lo que estás viendo, tus reptilianos ojos no te mienten, es.-
-¡Crepúsculo!.- dicen a la par.
