Esa noche, a Darcy le costó mucho conciliar el sueño. Estuvo pensando en Elizabeth, y en lo cerca que había estado nuevamente de perderla para siempre. No podía cometer más errores; y tenía que esforzarse en dejarle bien claro que ella era su prioridad, y jamás miraría otra mujer.

Se despertó muy temprano, pero opto por quedarse a descansar toda la mañana ya que tenía el tobillo hinchado por el esfuerzo de los días anteriores, y a la tarde fue a visitar a Elizabeth.

Afortunadamente, al día siguiente regresarían a Londres, y se iba a quedar varios días para terminar de recuperarse..., o, mejor dicho, hasta que Elizabeth aceptara casarse con él. ¡No pensaba volver a Pemberley sin ella!

La Sra. Maxwell lo saludó efusivamente, y los dejo media hora a solas para que pudieran 'charlar' más tranquilos..., si además de charlar se besaron y abrazaron, queda libre a la imaginación del lector.

A la mañana siguiente, salieron temprano a Londres. Elizabeth se sentó al lado de Darcy en el carruaje, y lo insto a que apoyara el tobillo en el asiento de enfrente. Aprovecharon el largo viaje para conversar sobre el futuro...

"... no, Elizabeth. Voy a quedarme en Londres por tiempo indefinido. Ya solucioné los problemas que había en Pemberley, y no quiero estar separado de ti." Le dio un beso en el cabello y la miró con total devoción, "Quiero cortejarte adecuadamente, y quiero que no tengas nunca más ninguna duda de mi amor. ¿Me permites hacerlo?"

Sonrió y asintió, "Tienes mi permiso."

"En estos días me di cuenta que otro de los errores que cometí fue publicar el aviso de nuestro compromiso antes de irme." Suspiró, "te deje expuesta a comentarios mal intencionados, y a todos estos malos entendidos."

"No tenías como saber lo que iba a pasar."

Le beso la mano, y negó con la cabeza, "sé que los Matlock y la mayoría de sus amistades son propensos a tratar con desprecio a las personas que consideran inferiores a ellos." Suspiró, "La única excusa que tengo es que pensaba estar solo dos semanas ausente... Nunca pensé que un inquilino me pudiera atacar de esa manera… Si no fuera por mi administrador capaz que estaría muerto."

Elizabeth lo abrazó, "Espero que ese hombre pague por lo que hizo..."

Darcy la beso suavemente en los labios, "Seguramente sea transportado a Australia... pero mejor hablemos de otra cosa, me encantaría que me ayudes a armar la guardería para Anne y Rose." Sonrió, "Sé que a Rose le gusta el color rosado y amarillo…"

Hablaron de varios temas, entre ellos, Elizabeth le pidió que le hablara de su hija, de su hermana y de sus sobrinos. Elizabeth también le contó detalles de cómo había sido su vida en Ramsgate, y en particular de Jane. El viaje pasó muy rápido, y llegaron a Londres a última hora de la tarde. Darcy acompañó a Elizabeth a su casa y después de saludar brevemente a la Sra. Barton, siguió para la suya.

La tarde siguiente, fue a visitar a los Matlock ya que quería conversar seriamente con ellos. Sus tíos se sorprendieron mucho al verlo, ya que pensaban que estaba en Pemberley. Lamentablemente discutieron fuertemente e incluso por un tiempo cortaron relaciones…

"… Sobrino, sé muy bien que tu matrimonio con Lady Maria no fue feliz. Ella fue muy tonta en tener intimidad con Sir Thomas antes de darte un heredero; pero como bien sabes hay otras damas en la alta sociedad que con mucho gusto se casarían contigo." Dijo Lord Matlock, y afirmó su esposa, "No voy a negar que la Sra. Barton es una mujer muy atractiva, pero no tienes por qué casarte con ella. De hecho, puedes perfectamente ofrecerle otro tipo de arreglo hasta que te canses de ella."

Darcy apretó fuerte los puños y con voz calma pero que delataba su furia respondió, "Les advierto que la Sra. Barton es una dama, y va a ser mi esposa; no permito que nadie hable así de ella. Si no pueden tratarla con el respeto que merece, no tengo más nada que hablar con ustedes." Darcy se dio media vuelta y se marchó… No estaba dispuesto a seguir escuchando a sus tíos faltarle el respeto de esa manera a Elizabeth.