Disclaimers: Harry Potter, los personajes, los nombres y los signos relacionados son marcas comerciales de Warner Bros. Entertainment Inc., los derechos de autor de la historia "Harry Potter", pertenecen a J.K. Rowling; por lo tanto, son usados sin intención de lucro alguno, la historia paralela, al igual que los personajes originales, me pertenece en su totalidad, y no pueden usarse sin mi autorización, cualquier tipo de adaptación de esta historia está prohibida.
Hola, ojalá les guste, gracias por todo el apoyo.
Este aporte está participando en el Drinny-Con 2022, organizado este año por la página de Facebook "Drinny All The Way".
Palabra/Tema del día:
XIII. Fama.
Ginny sujetó su libreta y comenzó a escribir su nuevo artículo mientras estaba sentada en una banca de un parque tranquilo, estaba relajada, después de un mes de planificación con Draco sobre su venganza pudo tranquilizarse un poco de su brote psicópata de querer embalsamar a Harry y donarlo a algún museo británico, diciendo que lo habían robado de Egipto, por fin pudo quedar en el pasado.
Suspiró aliviada y pudo lograr que las palabras fluyeran de manera rápida, era como si realmente hubiese una personalidad extra en su interior, pero no, era simplemente ella, siendo libre de escribir lo que quería por el simple hecho de tener un seudónimo de hombre, le había costado toda la universidad descubrir que era la única manera de que no la censurarían, a su jefe editorial le encantaba todo lo que escribía y él no tenía ningún problema con colocar su nombre, pero habían acordado que para el resto del mundo, quien escribiría todo aquello, era Julian McCarter.
Además las libertades que eso daba, el nombre era el que tenía toda la fama, ella podía tener días tranquilos como ese sin que la estuvieran asediando a cada rato, día tras día, esperando a que hiciera algo tonto para sacar noticias amarillistas respecto a su vida.
La fama era buena, pero las personas parecían no aceptar que las personas famosas, no dejan de ser famosas, que tienen las mismas libertades de equivocarse y tener opiniones diferentes, y no tener que dar opiniones "políticamente correctas", por temor a ser atacados por los detractores.
Una vez que obscureció, tomó sus cosas y fue hasta el apartamento que aún compartía con Harry, no quería seguir ahí, pero era parte del plan, y realmente quería vengarse de su novio por lo que había hecho, así que le sonrío lo más encantadora que pudo en cuanto lo vio.
—Tardaste mucho, iba a ir a buscarte –comentó.
—Oh, mira, no sabía que realmente te importaba –soltó sarcástica.
—Creo que te has estado juntando mucho con Malfoy –resopló –te está pegando su humor.
— ¿Cuál de los dos Malfoy, con Pansy o con Draco? –Elevó una ceja.
—Con Draco –respondió aclarándose la garganta.
—Oh, es que te recuerdo que son esposos, ambos son Malfoy.
—Sí, créeme, no pierdo el foco, sé que están casados.
—Eso y el hecho de que comenzaras una amistad con Pansy, fue lo que me frenó de intentar acostarme con él –se encogió de hombros, quitándose el abrigo, haciendo que Harry se comportara extraño.
Al día siguiente, Ginny observó a la persona que entró a su oficina y cerró la puerta con una ligera sonrisa, era extraño relacionar aquel gesto en el rostro de Draco Malfoy, aunque realmente con ella lo hacía bastante seguido, el sonreír.
—Te traje café –mostró un vaso.
—Gracias, pero ¿a qué se debe? –Elevó una ceja.
—No lo sé, simplemente se me ocurrió, ¿no te gusta el café?
Ginny levantó su taza, con el líquido café humeante, él se encogió de hombros y colocó el vaso sobre su escritorio, y tomó asiento en la silla frente a ella.
—En serio, ¿qué haces aquí?
—No te he visto desde hace algunos días, eso hago aquí.
—Tengo que trabajar, yo lo hago por necesidad, no por gusto, no sé si lo sepas –informó.
—Dime ¿qué es lo que te pasa? –Frunció el cejo –creí que...
—Draco, que nuestras parejas nos pongan el cuerno, no nos hace amigos realmente, ni nada en realidad.
—Pero...
—No voy a seguir acostándome contigo, ni por venganza, ni por nada, en realidad...
— ¿Vas a terminar conmigo? –Cuestionó serio.
— ¿Terminar? ¿Qué y cuándo iniciamos en realidad? –Se burló.
—Sino te conociera, diría que se te subió la fama a la cabeza.
—La fama, ¿qué fama?
—El hecho de que te dijera que soy tu más grande fan –señaló la placa con su nombre falso.
—Draco, no me interesas de la manera en la que piensas, y la verdad...
—No tenemos que acostarnos, simplemente podemos ser amigos –sugirió –buenos amigos, nada más, quiero ser amigo de mi escritor favorito.
—Seguro –se burló y posó su vista en sus papeles.
—Lo digo en serio, dame una oportunidad para demostrarte que realmente me interesa tu amistad.
—Bien, pero esto de venir a mi oficina sin preguntar se terminó.
—Ni siquiera tengo tu número, ¿cómo puedo preguntar si puedo venir o si podemos vernos?
—Cierto –tomó una de sus tarjetas y se la dio –mensajes, nada de llamadas y contesto en cuanto tengo tiempo, no lo desperdicio en redes sociales ni nada por el estilo.
—Quiere decir que los tweets ingeniosos en tu cuenta ¿no los escribes tú? –Preguntó ofendido.
—No, mi secretaria escribe mi comentario más ingenioso del día –le informó tranquila.
—Bueno, al menos no los escribes, pero sí salen de ti.
—Vete –le pidió sin ánimos.
