Disclaimers: Harry Potter, los personajes, los nombres y los signos relacionados son marcas comerciales de Warner Bros. Entertainment Inc., los derechos de autor de la historia "Harry Potter", pertenecen a J.K. Rowling; por lo tanto, son usados sin intención de lucro alguno, la historia paralela, al igual que los personajes originales, me pertenece en su totalidad, y no pueden usarse sin mi autorización, cualquier tipo de adaptación de esta historia está prohibida.
Hola, ojalá les guste, gracias por todo el apoyo.
Este aporte está participando en el Drinny-Con 2022, organizado este año por la página de Facebook "Drinny All The Way".
Palabra/Tema del día:
XVI. Leer Mentes.
Tal y como si pudiese leer mentes, y sobre todo la de ella, Draco siempre adivinaba su estado de humor, había llegado por ella después del trabajo demasiadas veces como para hacerla sonreír y que esperara verlo esperar por ella, de hecho, su corazón se detenía un segundo antes de que comenzara a latir como si quisiera salirse de su pecho y caer entre las manos del rubio.
Cada día y gracias a Draco, el dolor del engaño de Harry había dejado de doler, y era extraño, pero incluso la venganza había dejado de importar.
—Me alegro que estés bien –sonrió él.
—De hecho estaba teniendo un mal día –aceptó.
—La cafetera dejó de funcionar otra vez.
—Sí, y me dijeron que van a censurar otro de mis artículos, incluso para Julian McCarter es demasiado –bufó indignada.
—Malditos idiotas, pero ¿podré leerlo sin censura?
—Desde luego, la mayoría de las ideas censuradas me las diste tú, mientras discutíamos el desempeño del Real Madrid la vez pasada.
—Oh, genial –sonrió fascinado –nunca creí que fuera a darle grandiosas ideas a Julian McCarter –aceptó.
—Felicidades, lo haces –sonrió.
—Bueno, solo por eso, ¿te parece si vamos a festejar?
—Me parece, pero nada demasiado elegante, quiero comida grasosa.
—Fenomenal.
A Draco le gustaba ver a Ginny de buen humor, quizás por eso se había estado esforzando demasiado en que eso pasara, ni siquiera necesitaba mucho esfuerzo lograr que ella fuera feliz, una hamburguesa con exceso de grasa la hacía sonreír de forma maravillosa.
Le gustaba, más que gustarle, llevó su mano al rostro de la pelirroja que no se alejó ante el gesto, hacía unos meses que le permitía actos así, quitó un mechón pelirrojo de la boca de la joven que soltó una carcajada divertida, que ocasionó que se atragantara con la comida.
—Lo lamento, tenía muchísima hambre –se disculpó.
—Algo me lo dijo –observó los platos desocupados a lado de la chica.
—No sé cómo lo haces –le informó –pero siempre parece que me lees la mente, dime ¿eres un brujo o algo así?
—No –comentó serio.
—Eres un mago, ¿cierto? Un mago negaría que es un mago –sonrió.
—Si fuese uno, realmente no sería uno muy bueno, sería un mago oscuro.
—Te veo, y no veo algo así –musitó, tomó una servilleta y limpió su desastre tranquila –todos hacemos cosas malas, pero realmente eso no nos hace malas personas.
—Entonces dices que Pansy y Harry no son malas personas por hacerte lo que hacen –murmuró.
—Hacernos –le recordó Ginny –y bueno, realmente no sé qué pensar al respecto.
—Vamos, lo sabes, pero quieres olvidarlo mejor.
—Ves como sí lees mi mente –se encogió de hombros –es una decisión que ellos tomaron, Draco, así como nosotros decidimos vengarnos.
—Aunque cada día te veo más insegura al respecto, lo que indica que somos personas diferentes, tú eres una buena persona que decide dejar pasar una traición así.
—No es que sea una buena persona, es simplemente que al final del día, el karma, si quieres llamarlo de alguna manera, les cobrará lo que hicieron.
—Dime algo, que por más que lo he pensado, no puedo contestarme la pregunta, si fuera yo ¿me perdonarías una traición?
—Ahm –la chica se quedó callada y mordió una papa –una traición, Draco, creo que ya te lo dije, eres el amigo más leal y honesto que tengo, te importa muy poco herir susceptibilidades, dices las cosas tal y como son, Julian McCarter te adora por eso –le guiñó un ojo.
—Quiero que me respondas mi pregunta.
—Dime, ¿qué tipo de traición primeramente? –lo observó seria.
Draco se removió incómodo, la observó atentamente antes de contestarle, intentando realmente leer su mente de lo que le diría a continuación, pero no podía, quería ser honesto, pero perderla, era algo que no quería ni siquiera pensarlo, ¿en qué momento se enamoró de Ginevra Weasley?
—Si te lo digo, vas a tener que escucharme hasta el final.
—Te doy mi palabra –le sonrió.
La mano levantada de Ginny y la sonrisa enorme en su rostro lo hicieron perderse en sus pensamientos de nueva cuenta, si él fuese Harry Potter, jamás en la vida hubiese sucumbido a las insinuaciones de Pansy, jamás, hubiese hecho lo que el novio de Ginny.
—Draco –lo nombró con una sonrisa.
Los ojos grises del rubio se posaron de nueva cuenta en su mejor amiga, no sabía si el dolor en el pecho era un síntoma de que estaba a punto de sufrir un infarto o algo parecido, no era médico, desconocía muchas cosas, excepto de que sin duda se moriría si comenzaba a hablar y lo que tenía que decir, hicieran que ella rompiera su promesa de escuchar todas y cada una de las cosas que tenía para decir.
