Capítulo X

"El diario"

Muchas personas comenzaron a llorar, otras se llevaron las manos a la boca y, definitivamente todos, empezaron a hablar.

Harry sacó el medallón y se puso a observarlo.

¿Todo esto por un pedazo de metal? ¿Un medallón por una vida? No me parece un trato muy justo... – pensaba para sí

¡Abran paso! ¡abran paso!

Una voz muy familiar...

Harry se paró y volteó rápidamente, no quería que lo culparan a él, como siempre...esta vez quería defenderse...no quería parecer el culpable de una muerte inocente...pero para su sorpresa se encontró con Dumbledore y muchos otros profesores que lo seguían.

El director primero miró a Harry a la cara y luego a Theomy. Cuando vio a éste enseguida su mirada se concentró en la persona que estaba más cerca...Harry. Lo recorrió con la vista y se detuvo en el medallón en sus manos.

¡El medallón de Rowena! – dijo murmurando

Y vi que era Theomy, y...bueno, allí fue cuando usted llegó.

Estaban en el despacho de Dumbledore. Le tuvieron que contar toda la larga historia del medallón.

Ese medallón es muy poderoso. Tienen que tener cuidado, mucho cuidado. Sinceramente, no se como supieron donde estaba escondido. Pero como yo hice de todo para averiguarlo y no pude, no me preocupé y no dije nada en el colegio. Y procuro que sea siendo así, ¿no? – miró desafiante a los amigos

Claro, si.

Si, si.

No diremos nada.

¡No! Claro que no...

Bueno, ahora tengo que encargarme de Theomy. – dijo el director levantándose de su silla.

¿Qué va a pasar con él? – preguntó Ginny

Pues, primero averiguaremos cual fue la causa de su muerte (aunque ya se, creo) Y luego, supongo que darle las malas noticias a sus padres. Con respecto a ustedes, les sugiero que se cambien esas ropas mojadas y que disfruten del hermoso sábado que tenemos hoy.

Una vez fuera del despacho del director, tenían hambre y decidieron ir a almorzar.

¿Me pasas el jugo de calabaza?

Toma.

Y bueno, ¿qué piensas hacer ahora, Harry?

No lo se, Vicky. ¿qué sugieres tú?

Que averigüemos el otro escondite. – miró a Harry, quien le devolvió la mirada.

Así me gusta.- contestó éste y sonrió.

Victoria y Harry se levantaron de sus asientos y se dirigieron a la biblioteca. Una vez allí se les ocurrió buscar en los libros de la historia de Hogwarts, tal vez diría algo.

Ya llevamos aquí una hora y media sin encontrar nada. – dijo Vicky cerrando un libro y apoyando su cabeza en una mano.

Espera, mira esto.

Harry estaba en un estante con cuatro libros en una mano y buscando algo al final del estante con la otra. Vicky se le acercó. Harry sacó un libro lleno de polvo, con telarañas y con las orillas de las tapas levantadas y las hojas amarillentas. Harry lo despobló y encontró una etiqueta que decía: "PRIVADO. No leer. Atentamente, R.R."

¿Quién será R.R.? – preguntó Vicky

Vamos a averiguarlo – respondió Harry.

Abrió el libro más o menos por la mitad y leyó un poco:

"Querido diario:

Hoy no hice nada fuera de lo común. Enseñé a mis alumnos un hechizo para hacer levitar las cosas mucho más rápido que con Wingardium Leviosa. Es algo extraño, pero más eficaz. En otro tema, ¿recuerdas a Katza? Pues hoy volvió. Le dije que no quería nada con él, pero en cambio me dejó un paquete, se disculpó y se marchó. Cuando abrí el paquete encontré una especie de medallón de color ocre con una nota que decía que era un medallón de la inmortalidad, que tardó años en hacerlo y que estaba hecho de un material que se llamaba Orlance. ¿Extraño, no? Y más cuando quien firmaba era el mismo Katza. Primero no sabía que hacer, pues no puedo hacer trampa en el trato que hice con Salazar, Helga y Godric. Y luego se me ocurrió destruirlo, pero cuando intenté un hechizo para que se disolviera, lo único que logré fue separarlo en tres partes, una de oro, otra de bronce y una última de plata. ¿Qué hago yo con eso? Pues las escondí por todo Hogwarts, pero bien escondidos. Te digo a ti los escondites porque no creo que nadie te lea por mucho tiempo aparte de mi, y tal vez para ese entonces ya pueden destruirlo y habrá alguien que se haga responsable y no deje que con esto se haga un desastre. El primer escondite es en la sala común de Ravenclaw (el de plata). El segundo es en el vestíbulo (el de bronce) y el tercero en la sala doce de la torre norte (el de oro).

No tengo más que contarte, solo espero que guardes bien este secreto.

Rowena "

Harry y Vicky se miraron mutuamente.

R.R...¡Rowena Ravenclaw! – dijo Vicky

Este es su diaro...- dijo Harry cerrándolo y mirándolo por fuera. – no puedo creer que esté aquí, como si nada, detrás de todos estos libros...cualquiera pudo encontrarlo como yo y mirarlo...así nada más...

Tenemos todo el día, podemos buscarlo. ¡Vamos!

Harry y Vicky salieron corriendo de la biblioteca.