xII.- Las diosas contra Israfel.
El final de dos batallas.

"Por aire, nadie puede alcanzar a Israfel." es la oración de lamento soltada por Tsubame.

"Mi familia!" dice Dinigres.

Las diosas reaccionan un poco tarde. En un principio pensaron que el plan era raptar a Naru.

Pero al parecer, es más importante obtener el puesto de control. Fanel escoge muy bien a sus generales. Aún en el momento crítico no pierden de vista el objetivo.

Urd vuelve a transportarse a la puerta del castillo para establecer la barrera mágica. Mientras Verandy y Skuld lo atrapan en el aire.

Rodeado el ángel caído mira con aire de autosuficiencia.

"Verandy, no eres muy lista. Mira, si descuidas a Naru pùedo correr hasta ella. Si descuidas el castillo puedo venir a tomarlo. Eso sería una historia interminable. Y en cuanto al cansancio. Podráimos pasarnos así la eternidad."

Skuld habla. "Nop... Naru ya puede defenderse sola con sus caballeros. Ahora es momento de que te detengas."

Esto lo dice con una actitud seria. Pero es una niña a simple vista, por loq ue causa cierta risa.

"Ahhh... que lata.. mejor definimos con un duelo celestial."

Las tres diosas y el ángel se elevan por encima de las nubes. La luz del sol los ilumina. Desde abajo no sé ve gran cosa hasta que las nubes alrededor de Israfel se oscurecen. Las diosas en cambio están con sus alas desplegadas y en posición de rezo.

En el momento de abrir ambos los ojos .. el espacio entre ellos se ilumina.

Un destello obscuro y otro luminoso es expulsado hacia afuera. Los caballeros quedan momentaneamente ciegos ante tal visión.

Las diosas caen lentamente a la tierra. pero no hay rastro de Israfel.

Sid se acerca a Urd. Ahora sus ropas son negras y sus alas también. Tiene una expresión de serenidad en el rostro.

"Las diosas no mueren. Seguramente están muy cansadas. Llevenlas dentro del castillo. Por ahora es lo que podemos hacer."

En los abismos un demonio se retuerce en su miseria.

"Haggen no dirige más al ejército de la muerte y aparte Israfel ha sido devuelto y sellado a la montaña del Hades.

Pero Dios no va a ganar esta vez. No estando tan cerca de apoderarnos del mundo y sus riquezas.

El maestro de las sombras del infierno no lo permitirá."

En las montañas después del corte de la velocidad de Dios. El ejército de la muerte se hizo polvo. Haggen recupera su forma humana. El pendiente se parte. Y cae.

Kentaro ha realizado mucho esfuerzo. La velocidad de Dios en forma consecutiva desgasta el cuerpo. Y también se desmaya.

Mitsune está preocupada. Muchos han muerto ya... y los que quedan están heridos.

Quizá no valga la pena llegar hasta el castillo del juicio.