Harry Potter y todos sus personajes son propiedad de J.K.Rowling y de Warner bros.

Harry Potter y el Enigma de Elspeth

Capítulo 6

La reunión

Los cerdos alados que decoraban el hall de entrada chillaron dándole la bienvenida a los estudiantes, que llegaban en grupos a bordo de los extraños carruajes.

Los chicos entraban con paso apurado, sacudiendo sus túnicas para quitarse de encima las gotas de lluvia que los habían alcanzado.

Harry se quedó cerca de la puerta principal esperando a Ron y a Hermione, que llegarían en el carruaje con el resto de los prefectos.

Se sentía algo aturdido aún por lo sucedido en el viaje, pero no quería pensar en ello. Obedecería a la profesora Luminous. No se preocuparía demasiado por ello.

Oyó a dos chicas de Ravenclaw hablar del incidente sin darle importancia.

Seamus Finnigan y Dean Thomas se le acercaron a saludarlo.

- - Harry, ¿pasaste bien las vacaciones?- le dijo Dean estrechándole la mano. Luego se le acercó y le preguntó en voz muy baja si había tenido algún problema durante el verano, a lo que Harry contestó negando con la cabeza.

- - Me pegué un buen susto cuando se apagaron las luces del tren, ¿ustedes no?- les dijo Seamus llevándose una mano al pecho.

- - ¿Qué no se supone que el ministerio haga algo para evitar ese tipo de cosas?- preguntó Dean- Además, me pareció un control muy tonto. El tren ni siquiera se detuvo. No sé por qué hicieron tanto lío...

- - Ese... – empezó a decir Harry, pero inmediatamente cerró la boca, recordando el pedido de la profesora Luminous- Ejem- Concluyó Harry de manera idiota.

- - ¿Y quién era la loca del pelo raro pasaba de vagón en vagón?

- - Es Asellus Luminous... Es muy famosa... - explicó Seamus- ¿Creen que sea la nueva profesora de Defensa contra las Artes Oscuras?

- - Lo es- afirmó Harry.

- - ¡Genial!- exclamó Seamus mientras Dean hacía un gesto de indiferencia.

Parvati Patil y Lavender Brown se detuvieron a saludarles. Oyeron el llamado al banquete de bienvenida justo en el momento en que Ron y Hermione se apeaban del carruaje.

El Gran Salón estaba rebozante de luces y de alumnos que parloteaban entre ellos en voz muy alta.

Harry, Ron y Hermione se sentaron junto a Neville y Ginny, que se habían acomodado cerca del frente.

Nick Casi Decapitado, el Barón Sanguinario y el resto de los fantasmas de Hogwarts estaban flotando junto a la puerta saludando a los que entraban.

Uno a uno, los profesores fueron entrando al Gran Salón y ubicándose en la mesa al frente.

La profesora Luminous y el profesor Dumbledore entraron últimos.

Notaron que ella ya no vestía las mismas ropas muggle que llevaba en el Expreso, sino una túnica negra simple, y, aunque recogido en un rígido rodete, su cabello aún era raro.

El profesor Dumbledore le señaló a la profesora una silla junto a la suya y tomaron asiento.

- - ¿Dónde creen que esté Snape?- le susurró Harry a los demás- Todos miraron a la mesa y vieron que el asiendo que usualmente ocupaba su profesor de Pociones estaba vacío.

- - Ni idea.- contestó Ron.

Poco después, la puerta detrás de la mesa de los profesores se abrió y Hagrid entró sin mucho disimulo haciendo una reverencia y sentándose junto al resto de sus colegas.

En ese momento, el amargado celador, el Sr. Filch, abrió las puertas una vez más, dejando pasar a la profesora McGonagall encabezando, como siempre, la fila de los ingresantes.

La profesora colocó el Sombrero Seleccionador sobre el destartalado taburete y todos guardaron silencio.

El Sombrero entonó una canción que sonaba igual a la del año anterior, esta vez remarcando la importancia de la unidad entre las casas.

Harry no prestaba demasiada atención a la ceremonia, observaba cuidadosamente a los ingresantes, notando que Hermione tenía razón en cuanto a que había bastante menos alumnos nuevos que en años anteriores.

Escuchó aplausos a su alrededor y se sumó a la ovación de Gryffindor dándole la bienvenida a los nuevos integrantes.

Terminada la selección, Dumbledore se puso de pie haciéndoles un gesto para que bajen la voz.

Ron aprestó los cubiertos para comenzar a comer.

Pero Harry pudo ver que este año, el banquete se extendería algo más de lo acostumbrado.

- - Bienvenidos a todos, especialmente a los nuevos integrantes de Hogwarts- dijo el Director con  voz tranquila.- Como ya ha indicado nuestro Sombrero Seleccionador, estos son tiempos difíciles, y para la mayoría de ustedes, una situación desconocida. Pero quiero decirles que mis queridos profesores- señaló con una mano al resto de la mesa- intentarán que lo pasemos lo mejor posible. Eso, por supuesto, lo lograremos entre todos.

Como siempre ha sido mi costumbre y mi8 parecer, creo que todos ustedes son merecedores de la verdad, así es que considero lo correcto decirles, y no puedo más que confesar que es mi más grande deseo, que deben estar más unidos que nunca. Dejar de lado nuestras diferencias es la única forma de mantenernos fuertes y hacerle frente a Voldemort.

Un murmullo opaco llenó el Gran Salón, que rápidamente se calló y fue seguido por un silencio sepulcral.

- - Además, no olvidemos que estamos aquí para aprender y divertirnos, así que, pasaré a un tema no demasiado agradable, pero necesario.

El tono de Dumbledore, que había sido calmo pero firme, pasó a tener la solemnidad de quien lee un discurso en una conferencia.

- - Como ya saben los alumnos mayores y ahora informo a los nuevos estudiantes, está terminantemente prohibido internarse en el bosque dentro de los terrenos del colegio, esto se hace no por nuestra conveniencia sino por su propia seguridad. Como una regla necesaria, todos los alumnos deberán regresar a sus casas todos los días después de la cena. Sólo se harán excepciones con los alumnos de Astronomía, quienes serán acompañados por la profesora Sinistra hasta sus casas.

Las visitas a Hogsmeade, para los alumnos a partir de tercero, serán notificadas mayor anticipación que en años anteriores, ya que serán reguladas. Los alumnos no podrán ni ir ni regresar del pueblo solos. Los entrenamientos del Quidditch serán supervisados y en sus días libres, deberán regresar al castillo al atardecer.

¡Bueno!- dijo cambiando de tono nuevamente.- Esas son todas las reglas nuevas. Para conocer el resto de las normas de seguridad, pueden consultar el reglamento en la oficina de nuestro celador, el Sr. Filch.

Todos parecieron aflojarse. Harry escuchó un ruidito que provenía del estómago de Ron.

- - Me muerooo... - gimió en voz baja.

- - Y por último- prosiguió Dumbledore, haciendo que Ron haga un gesto desesperado- quiero presentarles a nuestra nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras- Hizo un gesto y la profesora se puso de pie. – Asellus Luminous.

Dumbledore no necesitó pedir un aplauso para ella. Casi todos los alumnos se pusieron de pie y aplaudieron. Algunos se habían puesto de pie sólo para mirarla con curiosidad.

Ella parecía muy avergonzada, dio una leve reverencia, una blanca sonrisa y regresó a su asiento.

- - Ahora.- Dijo Dumbledore sonriendo- ¡A comer!

Los platos se llenaron de comida súbitamente y todos dieron un suspiro, algunos de satisfacción, otros de sorpresa, y prácticamente se lanzaron sobre la comida.

Hermione, en cambio, miró su plato no muy convencida.

- - ¿No vas a comer nada?- le preguntó Ron- ¿No tendrá nada que ver con lo del pedo, verdad?

- - No tengo hambre, eso es todo- de dirigió una mirada acusadora- Y no es pedo, es PEDDO.

- - Si, si... - respondió él mordiendo una alita de pollo frito.

Después del banquete, todos se dirigieron a sus casas.

La habitación de los chicos de sexto se veía tan acogedora como siempre, las camas estaban prolijamente tendidas y parecían invitarlos a dormir.

Harry no pudo esperar y se tendió boca arriba sobre la suya.

- - Uff... Estoy muerto- masculló Ron trepándose a su cama.

Harry cerró los ojos.

- - Hey, Harry- dijo Neville- Hedwig está en la ventana.

Volvió a abrir los ojos y de un salto llegó a la ventana dejando entrar a su lechuza.

- - Me tenías preocupado- le dijo Harry, mientras Hedwig se posaba en su hombro- ¿Y esto?

Hedwig le dio un picotazo afectuoso en el dedo y estiró su pata dejándole ver que lo que llevaba atada a ella.

Harry desató el paquetito y se encontró tres cartas.

"Harry Potter. Secreto. Sólo para sus ojos".

Los otros dos sobres eran iguales al primero pero iban dirigidos a Ron y a Neville.

Intercambiaron miradas y cada uno abrió su sobre.

Harry,

Me permití tomar prestada tu lechuza, que por casualidad pasaba por la ventana. Escribo para solicitarte que acudas a una reunión que se realizará mañana, después de su última clase, antes de la cena, en mi despacho. En caso que estés disponible, hazme el favor de enviar a tu lechuza con tu respuesta lo antes posible. Si Ron y Neville pudiesen enviarme también sus respuestas junto con la tuya, sería fantástico.

Gracias

Asellus Luminous

Harry estudió la carta. Algo le daba mala espina.

- - ¿Qué hacemos?- susurró Neville.

- - Tendremos que responder que sí, supongo- dijo Harry sacando un pergamino de su baúl y garabateando rápidamente la respuesta afirmativa de los tres.

Una vez que tuvo el paquetito firmemente atado a su pata, Hedwig salió por la ventana como una flecha.

- - ¿Alguien tiene alguna idea de qué puede ser esto?- les preguntó Harry, mirando de reojo a Seamus y Dean, que ahora discutían acaloradamente sobre fútbol.

- - Habrá que esperar hasta mañana... - dijo Ron sacándose las zapatillas y preparándose para dormir.

Ninguno dijo nada más. Poco tiempo después en la habitación sólo se escuchaban los ronquidos de Ron y Neville.

La primer clase del lunes fue transformaciones.

La profesora McGonagall, ya completamente recuperada del ataque que había sufrido el semestre anterior, parecía más enérgica que nunca y más que dispuesta a recuperar el tiempo perdido durante la "Inquisición" en Hogwarts.

Comenzó la clase con un tedioso discurso acerca de la vital importancia de sus últimos años en el colegio, de sus E.X.T.A.S.I.S. para su elección de carrera y para el resto de su vida como magos.

Luego vino una seguidilla de dictados acerca de los diferentes hechizos útiles para el mundo mágico.

La clase de la tarde fue Pociones, y para todos los de Gryffindor, si es que eso no se extendía a los de Hufflepuff y Ravenclaw, no había nada peor que tener clases con el profesor Snape durante el primer día del semestre.

El profesor, que había estado ausente durante el banquete, llegó tarde a la mazmorra que utilizaban como aula, con su cetrino rostro aún más pálido que de costumbre.

Sin decir palabra, se dirigió al frente de la clase y comenzó a explicar muy escuetamente los temas a desarrollar y a hablar del año venidero y las clases para los E.X.T.A.S.I.S.

Harry miró su horario. Jamás había estado tan cargado en toda su vida.

Para el final de la clase, Neville se debatía entre beberse su poción estimulante para que Snape no la vea, o presentar su preparación grumosa y burbujeante.

Harry y Ron miraron el caldero frunciendo la nariz.

Snape se les acercó antes que pudiera decidir qué hacer con el contenido de su caldero.

- - Longbottom- le dijo con su voz gangosa- se quedará después de clase.

- - Pero... Pero... - tartamudeó Neville.

- - Profesor... Neville tiene que... Tiene que hacer... - comenzó a decir Ron.

- - SILENCIO, WEASLEY. Longbottom puede dejar todo lo que tenga que hacer para más tarde.

Ron y Harry dejaron al pobre Neville tambaleándose por los nervios en su banqueta y salieron de la mazmorra.

- - Vamos a tener que decirle a la profesora... - dijo Harry apurando un poco el paso.

- - ¿No crees que Snape se veía algo desanimado?- le preguntó Ron- digo... Más que de costumbre.

Al llegar al segundo piso, encontraron a Hermione.

- - ¿Qué haces aquí?- le preguntó Ron.

- - Nada. ¿Ustedes?

- - Tenemos una reunión con la profesora Luminous.- respondió Harry como al pasar.

Hermione volteó los ojos y sus pies parecieron clavársele en el suelo.

- - ¡Harry! ¡Se suponía que eso era un secreto!

Harry simplemente la miró.

- - Pero... - Masculló Harry.

- - ¡No hay peros! ¡No tendrías que haber hablado de ello!

- - Tú también estás hablando de ello, Hermione- le dijo Ron con calma.

- - Pero fue porque Harry ya me lo había...

- - No hay peros. No tendrías que haber hablado de ello.- le dijo Ron igual de calmado que antes, siguiendo su camino y dejando a Hermione sin palabras.

Harry tuvo que reprimir una sonrisa, e instó a Hermione a que siguiera a Ron.

Cuando llegaron al despacho, golearon la puerta.

- - En fin- dijo Ron golpeando una vez más- ¿Qué creen que hagamos aquí?

Ambos fruncieron los hombros.

- - ¿Tendrá que ver con lo que sucedió ayer en el tren?- preguntó Harry.

- - No lo creo- contestó Hermione negando con la cabeza- Supongo que ayer nos dio todas las explicaciones que tenía para darnos. Pero tú eres el que se quedó hablando con ella después de lo de los Blaubens.- le dijo a Harry, mientras él golpeaba la puerta con algo de impaciencia.- ¿Qué te dijo?

- - Nada de importancia- mintió Harry- No realmente.

Escucharon pasos apresurados detrás de ellos y la profesora llegó corriendo, llevando en las manos una jaula cubierta por un paño negro.

- - ¡Perdón!- dijo abriendo la puerta del despacho- olvidé que los había citado a esta hora, estaba charlando con los de tercero.

Los hizo entrar. La habitación estaba casi vacía. Le había agregado unos cuantos sillones mullidos, había un escritorio y una biblioteca donde se desparramaban unos pocos libros. En un rincón yacía el equipaje de la profesora, aún intacto.

- - Siéntense, chicos- les dijo dejando la jaula en el suelo- ¿Quieren un té? Yo sí quiero, y no me gusta tomar el té sola...

Con un ademán de la varita, encendió el fuego de la chimenea. Luego hundió la cabeza en su baúl.

- - Aún... - dijo- no he tenido tiempo de desempacar... ¡Aquí estás!

Sacó una tetera enorme y un juego de tacitas.

Haciendo equilibrio, dejó todo sobre el escritorio y con la varita hizo que la tetera se llenara de agua caliente.

Por arte de magia, y no sin un gritito de Hermione, acercó los sillones en los que estaban sentados al escritorio.

- - Uy... - dijo tapándose la boca con sus manos enguantadas- Lo siento... Ya está el té.

Los tres intercambiaron miradas mientras la profesora bebía de su taza con un gesto de alivio en el rostro.

- - Hum... - dijo para sí- Yo iba a decir algo importante... - se rascó la barbilla- Ah, sí, claro...

Se acomodó en la silla.

- - Se preguntarán por qué los he hecho venir, Harry, Neville, Ron, y la razón es que...

- - Eeehh... - dijo Ron mirándola de soslayo.

- - ¿Si?

- - Neville no vino.

La profesora les echó una mirada y sus ojos se posaron en Hermione.

- - ¡Caramba!... Pero qué distraída... Será la emoción de regresar, supongo... ¿Qué le ha pasado a Neville?

- - El profesor Snape ha hecho que se quede después de clase- explicó Ron.

- - Ah... - dijo con un gesto de decepción- Bueno, hablaré con él más tarde.

Suspiró pesadamente haciendo aparecer un pergamino donde anotó algo que no pudieron ver, y luego volvió a mirarles.

- - Bien, Harry, Ron, Her-mio-ne- dijo mientras escribía en su pergamino.

El fuego de la chimenea calentaba tanto la habitación que Harry tuvo que arremangarse la túnica y a Ron le sudaban hasta las orejas. Sin embargo, la profesora Lumionous aún llevaba puestos sus guantes, que ahora Harry podía distinguir fácilmente, eran de piel de dragón.

- - Como se habrán dado cuenta, las reglas del colegio han cambiado bastante. Los programas de enseñanza también han cambiado. Por eso es que ustedes cursarán una materia extra conmigo.

Ron abrió los ojos como platos sin darse cuenta.

- - No te preocupes, Ron. No se les asignarán tareas, no se les tomará lección ni exámenes. Creo que estas clases les resultarán bastante interesantes.

Los tres se miraron confundidos.

- - Según tengo entendido, el año pasado ustedes formaron un grupo para estudiar Defensa contra las Artes Oscuras... Clandestinamente, según me han contado...

Harry se puso muy colorado.

- - Bien... Estas clases serán algo parecido. Quizá un poco más organizadas y con la supervisión de un profesor. Pero a grandes rasgos, será algo similar. Ampliaremos los conocimientos que se imparten en sus clases regulares.

La profesora rodeó el escritorio y se sentó sobre él.

- - Un grupo selecto tomará clases de Artes Oscuras y Defensa contra ellas, además de temas relacionados, por supuesto...

Esta vez fue Harry quién abrió los ojos como platos.

- - ¿Artes Oscuras? ¿Van a enseñarnos Artes Oscuras?

La profesora asintió.

- - Entre otras cosas, sí. Las Artes Oscuras se enseñan muy superficialmente durante el sexto y séptimo año, aquí en Hogwarts, lo cual considero muy apropiado. Pero este año hemos decidido retrasarlas... Digamos que el Consejo ha decidido retrasarlas hasta el séptimo año en el programa general, mutilando el programa original, haciendo de las clases algo... ¿cómo decirlo... ? ¿Inútiles?... En fin... El Consejo ha decidido que tendremos que ser más cuidadosos. Por otro lado, nos han autorizado a seleccionar un grupo de estudiantes a quienes sí se les enseñarán.

- - ¿Qué no sería lo mismo?- preguntó Hermione- Digo... Enseñárnoslas a todos o a un grupo selecto... ¿No se supone que todos tenemos que finalizar el colegio con los mismos conocimientos?

- - Bueno... La verdad es que el Consejo no quiere poner este tipo de conocimiento en las manos de cualquier estudiante, lo considera peligroso. Es por eso que todos los que integrarán el grupo han sido cuidadosamente seleccionados, por orden del Consejo...

- - ¿Y si la elección ha sido equivocada? ¿Y si realmente es peligroso poner el conocimiento en las manos de los estudiantes?- Inquirió Hermione en tono amenazante.

- - Esa posibilidad siempre existe. Pero estas clases son un riesgo que debe tomarse.

Dijo esto último casi en un susurro. El despacho entero se cubrió de un espeso silencio.

- - En fin, las clases serán secretas y solo algunos de los profesores sabrán de ellas. Ahora, necesito saber si quieren tomar estas clases o no... No puedo obligarlos...

Los tres se quedaron callados.

- - Comprendo- dijo la profesora exhalando- quizá quieren esperar hasta la primer clase para saber más o menos de qué se trata y tomar una decisión... Es algo difícil...

- - Pero... ¿Cuál es el objetivo de enseñarnos lo que sea que vayan a enseñarnos en estas clases...? ¿Por qué nos lo van a enseñar...?- preguntó Harry clavándole la mirada.

La profesora murmuró algo en voz baja y los examinó con la mirada.

- - Pensaba dejar esto para después... Pero veo que no puede esperar. Albus me lo advirtió... Ninguno de los demás con los que ya he hablado siguiera dudó en decir que sí...

Volvió a su silla y anotó algo en el pergamino. Luego juntó las yemas de los dedos y apoyó su mentón en las manos.

- - Como ustedes ya sabrán, durante el Reinado de las Tinieblas, muchos Aurors dieron su vida para derrotar a Voldemort- Ron dio un respingo pero guardó silencio- Tras su inesperada caída, nadie parecía querer dedicarse a cazar magos oscuros. Había rumores terribles, la mayoría horripilantemente verdaderos, acerca de la suerte que habían corrido algunos Aurors.

Tiempo después, cuando la comunidad mágica aceptó la idea de que Voldemort había desaparecido, pensaron que los Aurors ya no eran necesarios. La cantidad de aspirantes a esa labor se redujo drásticamente.

La profesora bajó la mirada.

- -Ahora, es... probable... que este nuevo enfrentamiento con Voldemort implique que los pocos Aurors que quedamos en este momento debamos... Bueno... Correr el riesgo de morir... Y debo admitir muy a mi pesar, que las probabilidades de que esto suceda son muchas... - inspiró profundamente. – Esto dejaría al mundo mágico sin defensas en caso que algo malo suceda.

Algunos estudiantes mencionaron en sus charlas de carreras que habían pensado en ser Aurors. Bueno... Creemos que impartiendo los conocimientos básicos de un Auror les daremos un empujoncito a decidirse. Y además los estaríamos entrenando para...

- - Pero... Pero... ¿Eso quiere decir que están usándonos para formar un ejército de reserva? – gimió Hermione- no... no lo puedo creer.

- - Cálmate, Hermione, por favor- dijo la profesora, y Harry notó que usaba un tono muy similar al de Dumbledore- Esto puede sonar así. Es más, si lo retorcemos mucho, es realmente así. Pero si hay algo que no queremos, ni el Consejo ni los profesores, es que ustedes corran riesgo alguno.

No los estamos preparando para que ustedes se enfrenten a Voldemort. De eso nos encargaremos nosotros. Pero, una vez que lo hayamos derrotado, me temo que... no quedaremos muchos de nosotros... Y entonces el trabajo no estará ni cerca de terminado. El mundo mágico quedará indefenso. Les entregaremos este conocimiento no para que se unan a nosotros ahora, sino para que ocupen nuestro lugar en el futuro, porque Voldemort será derrotado. De eso no hay ninguna duda.

- - Pero... - dijo Hermione en tono lúgubre.

- - Ya lo sé... No es una visión muy optimista que digamos. Pero solo deseamos darles un futuro seguro. Un futuro mejor y en paz.

Ambas se quedaron calladas.

Harry sentía un dolor en la boca del estómago. Ron estaba muy pálido y miraba fijamente al piso.

- - Chicos- dijo la profesora como si no supiera muy bien por donde continuar- Sé... Sé que están preocupados. Sé que esto es algo nuevo. Pero estamos mejor preparados ahora que en el momento de la ascensión de Voldemort la última vez.

Sin preguntarles, volvió a llenar las tazas con té caliente.

- - ¿Hay algo que quisieras preguntarme, Ron?- dijo la profesora en tono gentil. Ron hizo un gesto extraño que pareció confirmar las conjeturas de Harry acerca de que la profesora podía leer el pensamiento.

- - Eeeehh... – masculló- Sí... por pura curiosidad. ¿Podría usted explicarnos por qué ningún profesor de Defensa contra las Artes Oscuras no nos ha durado más de un año?

- - No es fácil de responder... Algunos dicen que el puesto está maldito... Que Severus le ha echado una maldición- rió con ganas- Pero digamos que no es fácil encontrar profesores de esta materia, y especialmente para trabajar aquí en Hogwarts, lugar que parece ser un imán para atraer problemas. No es que no haya expertos, el problema es que la mayoría de ellos ha tenido o tiene un comportamiento... digamos... Cuestionable.

Ustedes han tenido una seguidilla de profesores que no han hecho más que empeorar las cosas. Exceptuando a Remus, y, muy curiosamente al falso Moody, que no entiendo muy bien por qué les enseñó algunas cosas bastante útiles... En fin, el resto ha sido una mier... porquería... No me extraña que estén atrasados en la materia, lo que me sorprende es que algunos de ustedes sepa tanto...

Los expertos en las Artes Oscuras existen, si claro, pero la mayoría no trabajaría bajo la dirección de Albus Dumbledore. Para decirlo de alguna manera, sus lealtades miran en otra dirección.

- - Pero, profesora- repuso Hermione, que parecía haber encontrado su voz- ser experto en las Artes Oscuras no implica que uno esté obligado a pasarse al lado oscuro, ¿o me equivoco?

- - No. No te equivocas. Pero piensen. Si les entregaran un millón de Libras... Galleons... Y se les dijera que son suyos para usarlos como juzguen, siempre que sea una emergencia, ¿los gastarían de todos modos?

- - No.- declaró Hermione.

- - No... - dijo Harry, aunque su voz sonó algo menos convencida.

- - ...No- dijo Ron al cabo de un momento.

- - ¡Hmph!- exclamó la profesora- sin ofender, pero yo creo que sí lo harían. ¡Caramba! Yo usaría unos cuantos Sickles y me compraría un par de helados en donde Fortescue... Después de todo... ¿qué son unos míseros heladitos en un millón de Galleons? Luego compraría unas golosinas, un par de libros. Para entonces ya habría puesto los ojos en una escoba nueva, en una lechuza, en un par de túnicas... En fin. Solo la persona con mayor voluntad del mundo no gastaría absolutamente nada del dinero. Lo que no creo es que ustedes ni yo gastaríamos más que unos cuantos Galleons, porque, después de todo, sería nuestro dinero, y ¿de qué serviría que se quede en una bóveda por el resto de nuestras vidas?

Tanto Ron como Harry y Hermione se esforzaban por seguir el hilo de la conversación.

- - Piensen en la magia de la misma manera. Piensen que se les han otorgados todos estos conocimientos increíblemente poderosos pero que no deben ser usados nunca. Gastar unos Galleons no haría daño a nadie. Pero las Artes Oscuras abren un abanico de posibilidades tan satisfactorias como terribles para aquellos de corazón débil o para aquellos que guardan rencor o resentimiento en los más profundo de su ser. Esto puede ser peor aún si sus corazones están llenos de ambición. Pero no de la ambición que todos llevamos dentro, que es la ambición de superarnos continuamente y de ser mejores, sino la ambición que nunca puede superarse, la ambición por tener cada vez más, la que no tiene fin, simplemente porque nunca puede tenerse todo.

Esa es una combinación fatal, un corazón débil, un alma llena de rencor y ambición, y los poderes que aparentemente ocuparían el vacío que esos sentimientos dejan.

Los tres permanecieron atentos, pero la profesora se quedó callada mirando su taza de té.

- - ¿Profesora?- susurró Hermione.

- - ¡Ah! Yo quería llegar a algo, ¿verdad?... ¿qué era?

Harry casi se cae de su sillón.

- - Ah, sí. Ya recuerdo. Para saber luchar contra las Artes Oscuras, uno debe conocerlas en sí mismas. Uno no puede luchar contra lo que no conoce. Y ahí está el problema. Un conflicto tan antiguo como la humanidad misma. Al conocer las Artes Oscuras, muchos magos dejan de distinguir la sutil línea que divide el bien del mal.

Lo que llevó a Voldemort hasta donde llegó fue diferenciarse de otros magos oscuros. Su corazón era fuerte, sostenido, eso sí, por el rencor y el orgullo, pero guiado por amplios conocimientos y poderes insuperables.

Así logró manejar a otros magos oscuros como si fueran marionetas. Sin embargo, creo que fue eso lo que lo llevó a su derrota. Por orgullo fue que ignoró conocimientos tan antiguos como la protección que tu madre dejó sobre ti, Harry- le dedicó una mirada seria y penetrante. Tanto que Harry creyó ver otra persona detrás de sus ojos.- La ambición de Voldemort es infinita. Nunca estará satisfecho. Sinceramente, creo que no sabe lo que realmente quiere. Porque una persona así no tiene metas, porque alcanzar esas metas jamás calmará su sed por más.

La profesora desvió la mirada y pareció perderse en la ventana.

- - A veces me pregunto cómo su corazón y su alma pudieron llenarse de una maldad tan pura y aterradora. Qué fue lo que contaminó a Tom Riddle para transformarlo en Lord Voldemort.

A pesar de que debería parecer obvio, a Harry le sorprendió que la profesora supiera el verdadero nombre de Voldemort. Le resultó extraña la manera en que había hablado, con un tono entre triste y furioso.

- - ¿No sería peligroso que alguien de la casa de Slytherin, que toma en cuenta la ambición de sus integrantes para seleccionarlos, tenga ese tipo de poder en sus manos?- preguntó Hermione sacándola de su ensimismamiento.

- - Nadie de Slytherin quería ser un Auror. Además tampoco pasaron la prueba- dijo la profesora en tono sombrío.

- ¿Prueba?- inquirió Harry.

- - Sí. Además de consultar con los jefes de casas acerca de sus carreras, he charlado con el Sombrero Seleccionador, que por cierto divaga mucho y se va volviendo más y más histérico a medida que se acerca la Ceremonia de Selección y no quiere dejar de ensayar su canción ni un minuto... ¿En qué estaba? Ah, si... Hemos tomado en cuenta no sólo sus aptitudes como magos, sino también sus características como personas, sus capacidades de estudio, su memoria, su tenacidad, perseverancia, confianza, coraje... Ustedes poseen todas esas cualidades, además de un corazón noble.

Nadie de Slytherin reúne esas cualidades. Pero no es culpa de los más jóvenes, sino

de los mayores. La mayoría de los integrantes de Slytherin son hijos de magos con aspiraciones... digamos... no muy nobles. Son quienes han educado a sus hijos bajo preceptos tan elitista como esa mier... basura de la sangre sucia. Sus hijos han sido criados con historias irreales acerca del reinado de Voldemort y lo que los mayores se atreven a llamar "los buenos tiempos". Son generaciones que claman las enseñanzas de Voldemort a los cuatro vientos, cuando la realidad fue y sigue siendo muy diferente. La mayoría ni siquiera se atreve a mencionar el nombre de Voldemort. Son ellos, las marionetas, que llegaron a ser prósperos negando el nombre de su amo, o que se quebraron, traicionándolo. Son las mismas marionetas que hoy regresan a él con falso orgullo y llenos de temor.

Porque Voldemort lo sabe todo, porque mientras ellos lo creían muerto, él estaba escondido, oyéndolo todo, enterándose de los que caían y de los que no se derrumbaban ante la perspectiva de ser encerrados en Azkaban.

El Señor de las Tinieblas jamás los perdonará. Y las marionetas lo saben. No están contentos con su regreso.

Harry tragó saliva. No era una novedad para él, pero había algo en el modo que la profesora hablaba que hacía que se sintiera extraño. Por otro lado, Ron jamás había oído tantas veces seguidas la palabra Voldemort y parecía no poder cerrar la boca.

- - ¿Podríamos saber quienes serán nuestros compañeros?- preguntó Hermione.

- - Sí, claro. – respondió ella hurgando entre un revoltijo de papeles que había en un cajón del escritorio- Por aquí tengo la listita... De Ravenclaw: Mozelle Brightman, Cho Chang, Luna Lovegood, Irvin Reith y Charity Young. De Hufflepuff: Angus Croft, Justin Finch-Fletchley, Hortense Flynn, Ernest McMillan y Michael Rosse. Y de Gryffindor: Hermione Granger, Neville Longbottom, Harry Potter, Ronald Weasley y Virginia Weasley.

- - No quisiera decir nada en contra de Neville, pero es un poco despistado y tiende a... - comenzó a decir Hermione, pero la profesora la interrumpió.

- - Lo sé. Quizá necesite algo de ayuda, pero, tengo muy buenas razones para incluirlo en mis clases... Sobretodo porque su abuela me ha escrito una carta más que persuasiva... Y... francamente, es una mujer a quien no le negaría nada. No me atrevería a contradecirla...

Miró su reloj y sonrió, mostrando sus dientes tan blancos que hasta el mismísimo Lockhart, si estuviera en sus cabales, claro está, envidiaría.

- - Ya es hora de cenar, chicos. Bueno. Las clases comienzan el miércoles. Les pido que por favor sean puntuales y estén a las 8.30 en el aula al fondo del pasillo de las armaduras azules en el cuarto piso. Y recuerden. No pueden decirle nada a nadie, salvo a las personas que he mencionado.

- - Una pregunta más, profesora- dijo Hermione poniéndose de pie.- Si las clases son secretas y nadie más debe enterarse, ¿no cree que el resto de nuestros compañeros note que no estamos presentes durante gran cantidad de horas?

- - Si... por supuesto... Lo había olvidado. Utilizaremos un Giratiempo. Sus días serán algo más largos, pero prometo no agobiarlos demasiado.

Los acompañó hasta la puerta con pasos largos y con ademán hizo que las luces se apagaran.

- - Yo también voy a cenar, ¿les molesta que los acompañe?

Ron y Hermione negaron con la cabeza, pero Harry estaba distraído. Le había parecido oír voces provenientes del despacho vacío y a oscuras de la profesora Luminous.

Se detuvo en seco para prestar más atención, porque le había parecido que no había cuadros en las paredes que pudieran ser los que hablaban, pero su profesora ya cerraba la puerta despreocupadamente.

Harry sacudió la cabeza.

- - Otra vez estoy oyendo cosas- dijo para sí- eso no puede ser bueno.

Los alcanzó en un par de zancadas y caminó en silencio junto a sus amigos y su profesora.

Hubiese dado cualquier cosa por quedarse solo y pensar en detenidamente en las clases y en todo lo que había ocurrido en esos dos días, pero el estómago le hacía ruido por el hambre.

Decidió entonces que habría tiempo para pensar en los Blaubens, o en las Clases de Artes Oscuras, o en las voces del despacho.

N/A: Bueno, he aquí el capítulo 6. Tengo un par de aclaraciones que no hice antes, los exámenes de MHB son los OWL's en inglés, lo digo por si alguno de los lectores son españoles, porque creo que la traducción española es diferente a la de América Latina. Lo mismo lo de los E.X.T.A.S.I.S., que es el equivalente latino a los NEWT's (creo que así se llaman en inglés). Había otras diferencias de traducciones originales que no recuerdo, pero creo que todos se las han ingeniado bastante bien hasta ahora.

El próximo capítulo ya está escrito y lo subiré lo más pronto posible porque al fin, estoy de vacaciones!!!!!

Bueno, espero sus reviews y que me cuenten que piensan de la profesora Luminous, ya que es mi personaje original... :)

Próximo Capítulo: El aula de los dragones dormidos

GRACIAS A TODOS LOS LECTORES!!!!! Y como suele decir Michael Jackson (:()... "Love you all"... Sin comentarios acerca de Michael Jackson...