Disclaimer: Harry Potter definitivamente no es de mi propiedad....

Harry Potter y el Enigma de Elspeth

Capítulo 9

El Encuentro en las Tres Escobas

Dos semanas antes de la excursión programada a Hogsmeade, Hermione había anotado sus nombres en la lista. Ginny apuntó que era más fácil anotar quién no iría al pueblo, que parecían poder ser contados  con los dedos de una mano.

Fred y George habían escrito para decirles que no podrían visitarlos, ya que esperaban, siendo las vísperas de Halloween, que la tienda de Los Sortilegios Weasley estuviera más abarrotada de gente que nunca.

Esa mañana todos los alumnos se reunieron en el gran Salón y la profesora McGonagall se dirigió a ellos en su tono de voz más estricto.

- - En cuanto lleguen al pueblo tendrán libertad de hacer lo que quieran, pero para regresar, deberán buscar a alguno de los profesores indicados en los horarios que les hemos entregado.

Tras todas las indicaciones y recomendaciones, todos se agolparon en la puerta y echaron a andar.

Marcharon hacia Hogsmeade en un gran bloque, escoltados por varios profesores.

Hermione examinaba su pequeño horario que contenía los horarios de regreso:

Profesor Snape, 3 p.m.

Porfesores Hooch y Flitwick, 3,30 p.m.

Profesora Sprout, 4 p.m.

Profesores Luminous y Hagrid, 4,30 p.m., último regreso.

El pueblo estaba lleno de gente, mucho más que de costumbre. Al parecer toda la comunidad mágica pensaba que cuanto más sean en un solo lugar, más seguros estarían. Ginny se dirigió junto con algunos de sus compañeros hacia el correo con intenciones de enviar una carta a Charlie.

Ron, Hermione y Harry decidieron recorrer el pueblo antes de elegir con cuál profesor regresar.

Apenas podían caminar por las calles. Grandes familias de magos los atropellaban distraídos, muchos se detenían a observar las vidrieras sin previo aviso y hacían que una multitud los atropelle.

Era tal el gentío que los estudiantes de Hogwarts, con sus túnicas negras y todo, pasaban prácticamente desapercibidos.

Ron hizo una seña para que notaran cinco magos muy altos vistiendo capas verdes de terciopelo.

- - ... Del Ministerio- dijo con un tono de autosuficiencia que hizo que Hermione volteara los ojos.

Luna Lovegood caminaba sola entre la multitud con la mirada perdida. Los tres la saludaron alegremente.

- - Estoy buscando a mi padre- dijo ella sin dejar de mirar a su alrededor.

Abriéndose paso entre la gente, el Sr. Lovegood llegó hasta ellos y saludó a su hija efusivamente. Junto a él se encontraba una bruja de cabello muy voluminoso. Era Rita Skeeter.

- - Bueno, bueno, Leonard. Has encontrado a tu pequeño monstruo, y yo he encontrado algo inesperado...- dijo en tono cortante, sonriendo hacia Harry, Ron y Hermione.- ¿Cómo están, chicos?

- - Perfectamente bien, ¿cómo está usted, Rita?- preguntó Hermione con un tono demasiado gentil para ser real.

- - Muy bien, Hermione, gracias por preguntar- respondió apretando los dientes- Leonard, yo andaré por aquí y por allá, nunca se sabe dónde puede enterarse uno de algo importante. Nos encontramos más tarde, ¿sí?. Adiós chicos, y que tengan un buen día.

Se despidieron con la mano y dejaron a los Lovegood para recorrer un poco la calle principal.

- - Al menos no hemos malgastado dinero- se quejó Ron al cabo de tres horas.

- - Porque ni siquiera podemos entrar a las tiendas- concluyó Harry observando la multitud que esperaba entrar a Zoko's.

- - Y HoneyDuke's está peor- dijo Ron metiendo las manos en los bolsillos.

Tenían varias razones para no regresar temprano al castillo, entre ellas estaba el hecho que pasaban la mayor parte de la semana encerrados. Al mismo tiempo les agradaba la idea de regresar con Hagrid, así que, tras un breve debate, decidieron pasar el resto de la fría tarde dentro de las Tres Escobas, bebiendo cerveza de manteca y comiendo pastel.

Tras acompañar a Hermione a la más que populosa librería Archaelos para comprar un par de libros cuyos nombres ni Ron ni Harry podían pronunciar, se encaminaron a las Tres Escobas.

Al atravesar la puerta de cristal, casi se quedan sin aliento. No había una sola mesa vacía, a pesar de que el local parecía haber sido ampliado por arte de magia. Debido a esto, la gente se había acomodado en los sitios más insólitos.

Ron observó boquiabierto cómo tres brujitas tomaban el té y parloteaban sentadas cómodamente sobre los brazos de la araña que colgaba del techo, seguramente muy contentas de tener una vista panorámica del lugar.

- - ¿Esperamos por una mesa?- dijo Hermione con tono dubitativo.

- - Creo que será lo mejor- suspiró Harry- Tenemos que avisarle a Hagrid que volveremos con él y es seguro que pasará por aquí en algún momento.

No le agradaba la idea de esperar por una mesa, pero tenía la garganta seca y los pies helados, y no podía pensar en nada que le haga mejor que una cerveza de manteca caliente.

Una muchacha muy bella los saludaba desde una mesa.

- - ¿La conocen?- preguntó Hermione, y luego bufó enfadada al notar que Ron y Harry respondían al saludo de la chica con la boca abierta en una estúpida sonrisa.

- - No tengo idea de quien es...- dijo Ron, cuya mano ya se estaba acalambrando por los movimientos bruscos que realizaba para no dejar de saludar.

- - Yo tampoco- dijo Harry sin dejar de agitar la mano.

- - Pero... Yo creo... – Hermione entrecerró los ojos antes de dar un gritito de sorpresa- ¡Caramba!¡Es la profesora Luminous!

- - ¡¿C"MO VA A SER LA...?!- Casi le grita Harry cuando notó algo en la chica.- ¡Ron! ¡Es cierto! ¡Mira... Los guantes!

- - ¡¿SE HAN VUELTO LOCOS?! Además ya les expliqué que los guantes están de moda...

- - ¿Y qué me dices del pelo, Ron?... ¡¡ES ELLA!!- se exasperó Hermione.

Ron no volvió a decir nada, se había quedado con la boca abierta.

Con timidez se acercaron a la mesa que ocupaba su profesora.

Estaba sentada, leyendo un libro muggle. El cabello le caía sobre los hombros como una cascada, y con una mano enguantada los saludaba.

- - Veo que no hay lugar, - les dijo, dejando entrever sus jamás tan blancos dientes- y yo ocupo toda esta mesa para mí sola... Quizá no les moleste sentarse conmigo...

Harry comenzó a preguntarse por qué su amigo no dejaba de mirar a la profesora Luminous, cuando se dio cuenta que él mismo estaba contando cuantos cabellos cruzaban el rostro de la mujer.

- -¿Eh? ¿Qué dicen?

Ron pareció salir del trance y posó sus ojos sobre la jarra humeante de cerveza que descansaba junto al libro muggle.

- - Eeeehhh... Buenoooo...- Dijo al fin en tono infantil y sentándose en la silla que tenía delante.

La profesora dio media vuelta e hizo un gesto a Madame Rosmerta, quien a su vez asintió con la cabeza.

- - Ya me estaba aburriendo... Ningún profesor quiere sentarse conmigo- dijo ella, soplando hacia el costado para quitarse un mechón de pelo que le caía encantadoramente cubriéndole un ojo.

- - No se ofenda... – le dijo Ron poniéndose muy colorado- pero parece una estudiante...

- - Ah... – dijo ella sin prestar demasiada atención, y desvió la mirada hacia la puerta.

Harry inconscientemente aprovechó la ocasión para observarla con detenimiento. No entendía muy bien por qué, pero se sentía feliz y nervioso a la vez al mirarla. Parecía como si la rodease un halo de luz dorada, que Harry atribuyó a los fuertes rayos de sol que se colaban por la ventana tras ella.

- - ¿Piensan regresar con Hagrid y conmigo?

Hermione asintió.

- - Bien... ¿Podrían esperarme aquí? Iré a avisarle a Rubeus. Habíamos quedado en encontrarnos aquí de todas formas.

Se puso de pie y, como flotando, se dirigió hacia la puerta.

- - ¿¡Se puede saber qué les pasa?!- dijo Hermione tratando de susurrar- ¡Se le han quedado mirando como media hora...!

Levantando las cejas, Harry bebió un sorbo de su jarra de cerveza, que, como notó de repente, no sabía cómo había llegado a sus manos. Razonando rápidamente, llegó a la conclusión que en algún momento, Madame Rosmerta debió dejar las jarras sobre la mesa, y él ni siquiera se había dado cuenta. Y lo mismo le pasaba a Ron, por cómo miraba su propia jarra.

- - ¡... CON LA BOCA ABIERTA!- concluyó Hermione.

- - ¡... ES UNA VEELA!- dijo Ron riéndose.

- - ¡Pues... Eso ya no es una excusa válida!- chilló ella.

Harry volvió la mirada hacia la puerta y se perdió en sus pensamientos, bostezando sin disimulo y sin molestarse en escuchar la posterior discusión entre sus dos amigos, porque, de alguna manera, sabía que la reprimenda de Hermione era sólo para Ron.

Alguien le apoyó una mano en el hombro.

- - Hola, Harry, tanto tiempo.

Oliver Wood le dio una palmada en la cabeza que casi lo desnuca.

- - Ho... Hola Oliver- le dijo Harry palpándose el ahora dolorido cuello- Si, ha pasado bastante tiempo...

- - Si, ¿verdad? ¿Están paseando? Me alegro- Miró a Hermione con una sonrisa- Ah... ¡Qué atestado está esto...!

- - ... Tú... ¡¡Tú JUEGAS CON LOS CANNONS!!- Ron escupió el trago de cerveza que acababa de beberse.

Oliver se le quedó mirando como en blanco.

- - ¡RON!... No te hubiera reconocido si no fuera por el cabello... – dijo Wood estrechándole la mano- Sí... Juego con los Cannons ahora...

Se alisó la túnica como para que se viera mejor la insignia, lo cual era realmente innecesario, ya que la prenda completa era color naranja.

- - Sí... Pero estoy en las reservas... Me he tomado un año fuera... A menos que me necesiten con urgencia...

- - Pe... Pe... ¿PERO POR QUÉ?- chilló Ron casi entre lágrimas.

- - Es que... ¿No lo saben?... Seré el consejero del equipo de Gryffindor.

Harry dio un suspiro de alivio al pensar inmediatamente que Wood se ocuparía de las estrategias.

- - En fin- dijo Wood estirando los hombros- Nos veremos seguido este año... Creo que haremos un fantástico tra...

Se detuvo.

- - Bien. Hagrid se encontrará con nosotros en un rato.-

La profesora Luminous había regresado y se encontraba de pie junto a Oliver.

- - Ah, sí. Oliver, ella es nuestra nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras, la profesora Luminous. Además ella es quien...

Harry no pudo terminar la frase porque recibió un codazo en las costillas que lo dejó momentáneamente sin aliento. Le dedicó una mirada iracunda a Hermione, que era quien le había propinado semejante golpe, pero ella le ignoró lisa y llanamente. Sólo miraba a la profesora y a Wood.

- - Él es Oliver Wood- prosiguió Harry tras respirar hondo.- Fue capitán del equipo de Gryffindor.

La profesora inclinó la cabeza levemente, sin dejar de mirarle a los ojos, pero Wood no realizó movimiento alguno, como si hubiese olvidado cómo hacerlo.

- - Bueno.- dijo él tras un largo silencio-. Nos vemos.

Y tan rápido como había llegado, se marchó de las Tres Escobas, haciendo que la campanilla que colgaba de la puerta suene estruendosamente.

Los tres se miraron algo incómodos. La profesora se dejó caer sin mucha ceremonia en la silla más cercana dando un largo suspiro de cansancio.

- - Era de esperarse- dijo más para sí que esperando una respuesta.

Ron hundió la nariz dentro de su jarra dedicándoles a los demás un gesto con las cejas.

La campanilla volvió a sonar estrepitosamente y luego cayó al suelo cuando Hagrid atravesó la puerta.

Los saludó con la mano y hizo un gesto para que salgan.

Ron, Harry y Hermione metieron las manos en los bolsillos para pagar sus cervezas, pero la profesora hizo un gesto con la cabeza.

- - No se preocupen. Invito yo. Me han hecho compañía.

Sin saber muy bien qué decir, los tres se pusieron de pie.

- - Gracias... – esbozó tímidamente Hermione, y se dirigió a la salida seguida por sus amigos.

Alcanzaron a Hagrid en la calle.

- - ¿Cuántos faltan, Rubeus?- preguntó la profesora ajustándose la bufanda y acomodándose la larga y multicolor cabellera.

- - Sólo faltan cinco que están en el correo.

- - Yo voy por ellos. Ya es hora, ¿verdad?

Hagrid asintió con la cabeza y la profesora enfiló calle arriba.

- - ¿La esperamos, profesora?- le preguntó Hagrid.

Ella negó con una mano y siguió su camino.

Anduvieron el sendero hacia Hogwarts sin prisa.

- - Hagrid- dijo Harry- ¿Tú sabes si Wood conoce a la profesora Luminous?

- - Eeeh... ¿por qué preguntas?

- - Nos encontramos en las Tres Escobas, y no parecía demasiado feliz de verla- dijo Ron.

- - Supongo que sí se conocen... La comunidad mágica es un pañuelo. Todos conocen a todos. ¿Qué no parecía muy feliz de verla? Bueno... Hay personas que les temen a los expertos en las Artes Oscuras...

Harry no dijo nada, pero no le había parecido que la mirada que le había dado Wood a la profesora fuera de temor. Estaba casi seguro que era el mismo tipo de mirada que entrecruzaban Sirius y Snape. Era odio.

Sin saber muy bien por qué, estos pensamientos persiguieron a Harry durante el resto del día.

Era verdad que la gente sentía gran respeto por los expertos en las Artes Oscuras, pero aquello había sido algo más.

Oliver no solía tenerle rencor a ninguna persona, a no ser que esa persona juegue en un equipo contrario.

Aún seguía pensando en ello cuando se quedó dormido.

Se acercaba el primer partido de la temporada y Harry podía escuchar cómo se le revolvían las tripas por los nervios.

De pie en el campo de Quidditch, escoba en mano, se rascó la cabeza y dedicó a su equipo una extraña mirada.

No sabía muy bien qué hacer. Aún no había logrado pensar en una sola estrategia de juego.

En las gradas, la profesora Lumious parecía tomar sol, sentada perezosamente con los ojos cerrados.

- - ¿Harry?- preguntó Ron.

- - Eh... Sí...- dijo él muy incómodo- ¿Alguien ha pensado en alguna táctica para el partido contra Hufflepuff?

Todos sacudieron la cabeza.

- - Bueno... En ese caso- dijo Harry haciendo fuerza para pensar- Lo mejor será que...

Para su alivio, Wood atravesó la entrada al campo y se les unió.

- - Buenos días- dijo con voz grave.- A aquellos que no me conocen, soy Oliver Wood. Seré su consejero.

Había algo raro en el tono de Wood, que parecía haber perdido el matiz agobiante de siempre.

- - Estábamos pensando en alguna táctica para el próximo partido, ¿alguna idea...?- preguntó Ginny- ... ¿Oliver?

Wood no respondió. Se limitó a observar fijamente a la profesora Luminous.

- - Disculpen- dijo el hombre de repente, y se alejó en dirección a la profesora, seguido por las miradas de todo el equipo.

- - Bueno... ¿Qué les parece...?- propuso Harry dispuesto a no perder más tiempo- ¿...Si montamos y en el aire vemos qué es lo que mejor funciona?

Todos aceptaron de buena gana y dieron comienzo al entrenamiento.

Estaban en medio de una jugada bastante interesante cuando un grito les hizo detener las escobas en el aire.

Wood estaba de pie frente a la profesora Luminous gritándole cosas sin cesar que nadie podía escuchar por estar demasiado alejados.

Cuando aterrizaron, nadie se atrevió a acercarse, pero tenían un mejor panorama de lo que estaba sucediendo.

El ex capitán del Gryffindor señalaba hacia la profesora con un dedo acusador y la imprecaba a todo volumen.

Ella por su parte, se mantenía callada y con la cabeza gacha, como si estuviese recibiendo una reprimenda.

Lo único que llegó a escucharse, fuerte y claro fueron las palabras "...PROFESORA MCGONAGALL!", Y Wood se retiró, pateando el césped con tanta fuerza que iba dejando manchones de tierra a su paso.

Con pasos inseguros, Harry se acercó a la profesora.

- - Harry, Wood se ha retirado. Parecía no sentirse muy bien, pero sigan el entrenamiento... No se preocupen por él- le dijo la profesora Luminous en tono casual.

Y a pesar de lo que había dicho, pareció ausente durante el resto de la mañana.

Ron y Ginny caminaban delante de Harry. Todos parecían apesadumbrados.

Harry tenía un terrible dolor de cabeza, en parte por el fuerte sol otoñal, en parte porque Harold, el nuevo bateador, le había echado varias Bludgers encima sin querer.

Después de la cena, Ron puso al tanto a Hermione acerca del entrenamiento y sobre la pelea entre Wood y la profesora.

- - Y para colmo, Hagrid no ha querido decirnos nada el otro día- se quejó el muchacho.

- - Yo creo...- dijo Harry bajando la voz.- Que si Oliver le temiera a la profesora, no le habría gritado de esa manera... Estaba como loco...

- - Los de Hufflepuff estuvieron practicando toda la tarde y no tuvieron problemas. Los observé desde la biblioteca...

- - Me pregunto quién es su consejero...- dijo Harry con un suspiro de decepción.

- - Le he preguntado a Justin- susurró Hermione mirando hacia los lados- y me ha dicho que la profesora Luminous también vigila al resto de los equipos. El consejero de Hufflepuff es Madame Hooch... Pero me ha dicho que no muchos están contentos con la profesora...

- - ¿Por qué?- preguntó Ron subiendo las cejas.

- - Justin ha escuchado que ella era un mortífago...- ignoró el gesto de sorpresa de sus amigos- Pero yo no lo creo... Hay muchas cosas raras con ella... El hecho que ella haya sido mortífago no explicaría por qué se veía tan saludable el domingo.

- - Yo creo que es una poción rejuvenecedora- dijo Ron con un tono pedante- Les digo que es una coqueta...

- - Dios, Ron- Hermione volteó los ojos.- Nadie usa esas pociones para algo tan trivial como la coquetería, son peligrosas...

- - Pero ella es una experta, ¿qué no le sería fácil?

- - No he visto a Malfoy cerca de ella- dijo Harry, ausente.

- - ¿Qué tiene que ver Malfoy con cualquier cosa?- preguntó Ron.

- - Digo que... Malfoy generalmente se pega como un parásito a quienes eran compañeros de su padre... Pero no lo he visto con ella ni una sola vez... A decir verdad, casi no le he visto...

- - No me digas que le extrañas...

- - No es eso, Ron. Pero... ¿No les parece extraño? Ha estado muy callado últimamente...

- - Si mi padre estuviese en Azkaban por ser mortífago, yo también cerraría el pico...- dijo Ron perdiendo el interés.

- - Está planeando algo...- les dijo Ginny desde un sillón algo más alejado. No se habían percatado que ella estuviese allí.- Hay algo raro en ese idiota. Me han dicho que no abre la boca en ninguna clase y que no anda alardeando por ahí como solía hacerlo...

- - Te digo, es por su padre... Tiene vergüenza.

- - Ron... Si vieras las miradas que me ha echado...

- - ¿Qué miradas?- preguntó Harry.

- - Miradas que dicen: "Yo sé algo que tú no sabes". De esas.

- - ¿Pero qué puede llegar a saber él que nosotros no sepamos?... Oh, no me contesten- Ron sacudió la mano después de recibir una mirada intolerante por parte de su hermana y de Harry.

- - Me voy a dormir- declaró Hermione.- Hasta mañana.

Subió las escaleras tan rápido que Crookshanks apenas tuvo tiempo de seguirla.

- - ¿Qué será lo que le pasa?- preguntó Ron mirando el sillón que había ocupado su amiga.

- - Aún no dice nada... Parvati me ha dicho que casi no duerme y que sale de la habitación muy entrada la noche... – suspiró Ginny.

- - ¿Será que tienen insomnio?- Dijo Harry rascándose la barbilla.

- - ¿¿SERÁ QUE SE ESTÁ VIENDO CON ALGUIEN A ESCONDIDAS??- exclamó Ron dando un puñetazo en el apoyabrazos.

- - No seas estúpido- le regañó Ginny- No está viendo a nadie. Creo que se queda por ahí, leyendo... Me tiene preocupada.

- - ¿Crees que deberíamos preguntarle?

- - Ya se lo he preguntado un montón de veces, Harry, y no me ha dicho absolutamente nada, es más, me dice que no sabe de qué estoy hablando. ¿Se dan cuenta que ya no habla de la PEDDO?

- - Gracias a Merlín- dijo Ron poniendo los ojos en blanco.

- - ¿Podrías dejar de ser tan idiota, Ron?- casi le grita Ginny.

- - Veamos si nos dice algo. Si no lo hace, intentaremos hablar con ella. ¿De acuerdo?- propuso Harry.

Los tres se quedaron en silencio, mirando cómo las llamas en la chimenea iban consumiéndose poco a poco.

Harry pasó toda la clase de Artes Oscuras haciendo conjeturas acerca de Oliver y la profesora Luminous, y acerca de Hermione. Su cabeza ya no daba para más, y si hubiese encontrado el espejo de Eosed en ese momento, seguramente se hubiera visto a sí mismo siendo dueño de un Pensadero.

No prestó la más mínima atención a la charla acerca de los detectores de Oscurismo, cosa de la que se arrepintió más tarde porque seguramente habría sido una clase interesantísima.

Bastante más tarde, cuando regresaba del despacho de la profesora McGonagall para solicitar el campo para el último entrenamiento antes del partido del Sábado, Harry se cruzó con la profesora Luminous.

- - Ah, Harry. Justo te andaba buscando. ¿Podríamos hablar un momento?

Asintió con la cabeza y la siguió hasta su despacho.

- - Te noté algo ausente durante la clase de hoy. ¿Está todo bien?

- - Eh... – intentó responder, pero no sabía como explicarlo- Es sólo que tengo muchas cosas en la cabeza últimamente, eso es todo, profesora.

- - Ah.... dijo ella sonando extrañamente aliviada- El partido del sábado... Me gustaría ser de más ayuda, ¿sabes?, pero me han prohibido interferir.

- - No es sólo eso- se incomodó Harry- Quiero decir... Son muchas cosas...

No supo muy bien por qué, pero en ese momento sintió un enorme deseo de contarle todo lo que lo atormentaba. Y estaba a punto de hacerlo cuando una voz en su cabeza le recordó las manos enguantadas de la mujer. ¿Y si realmente ella era un mortífago?

Entonces decidió guardar silencio, para lo que tuvo que poner especial empeño.

- - Comprendo. Son cosas personales. Siento haberte preguntado, Harry. Es sólo que pensé que estarías preocupado por Voldemort. Ya sabes... que la cicatriz te había molestado...

¡VOLDEMORT! Harry casi se cae de su silla. Tenía tantas cosas en la cabeza que casi se había olvidado del Señor de las Tinieblas.

- - No... – dijo algo avergonzado.

- - Ah... Perfecto... Yo te dije que no te preocuparas demasiado y veo que así lo has hecho. Bien... No te retendré más. Perdóname por molestarte.

Harry estaba a punto de abrir la puerta del despacho para irse, cuando algo le oprimió el corazón. Sentía tantas ganas de quedarse allí que se movía muy lentamente.

- - Gracias por preguntar, profesora...

- - No es nada- dijo ella con una sonrisa- Estoy aquí para lo que necesites.

Salió de la sala poniéndose muy colorado y se dirigió hacia la torre. Una idea había surgido en lo más recóndito de su cabeza, como si de repente recordara dónde había dejado algo olvidado hace muchísimo tiempo.

- - Podría preguntarle... acerca del espejo... – se dijo casi sin darse cuenta.

Definitivamente, se sentía extrañamente a gusto con ella, ahora que la conocía mejor. Pero los rumores acerca de su pasado mortífago disparaban todos los sentimientos de temor que Harry había sentido aquel primer día que la había visto, de pie en la puerta de los Dursley.

Hermione no bajó a cenar esa noche, y tampoco estaba en la sala común cuando Ron y Harry regresaron.

Era tarde en la noche cuando Ron sacudió a Harry para despertarlo.

- - Harry, vamos. Ella está abajo.

¿Quién?¿Dónde?¿Por qué?... Harry se puso de pie más por inercia que por estar despierto. Bajaron la escalera en puntas de pie.

En la sala común, Hermione estaba sentada frente a la chimenea. Crookshanks ronroneaba en su regazo.

Y aunque la oscuridad de la sala les impedía ver su rostro, no era difícil saber qué era lo que estaba haciendo.

- - Está llorando. – susurró Ron.

N/A:

AAAJAJAJAJAJA!!!!! AAAAJAJJAJAJAJAAA!!!!

El regreso de Oliver Wood!!! Ejem...

Bien... Tenemos todos ya La orden del Fénix???? Ahora algunas aclaraciones... AJA! Acerca del Capítulo 1, las notas de Harry están en números porque no sabía como iban a traducirlas, así como también el Espejo de Ida y Vuelta ("espejo doble"... digamos que los traductores no se han matado... Como tampoco se han matado con los Thestrals...)

En fin, contenta con el libro, no muy contenta con la ilustración de la tapa (no me gusta demasiado que digamos...) tampoco muy contenta con el precio del libro, pero qué se le va a hacer, en mi país, leer es caro. Contentísima con que las librerías hayan abierto el 21 de Febrero a las 00.00 hs. Y super contenta con la librería en la que estábamos con mi amiga Barby, donde nos atendieron muy bien. No me digan que no ha sido emocionante?? Es como vivir el 26 de junio del año pasado pero en diferido..!! A ver si las editoriales ya piensan en cómo publicar Harry Potter algo más rápido... (me refiero a las versiones traducidas, se entiende, no?)

Bueno... Aclaraciones del capi... Este capítulo está prácticamente completo escrito desde hace poco menos de un año, así que tuve que hacer muchas modificaciones. Realmente no sé si les ha gustado el capi anterior, espero que sí.

HermiD: Creo que me he demorado bastante poco con este capítulo, considerando que estoy con la cabeza metida en los Australopithecus Afarensis... Snif...

Espero que todas tus preguntas sean contestadas a medida que pasan los capítulos J

GaRrY: Pues sí... he tardado mucho en actualizar porque actualmente estoy en plena época de estudio... Qué más quisiera yo que tener más tiempo libre para escribir... Gracias miles por el apoyo... J

Bloomy: HOLAA!!! COMO ESTAS? La verdad es que ha sido mucho tiempo. Y sí... la cosa se va poniendo interesante! Ah... ME ENCANTA CUANDO ME CUENTAN LAS PARTES QUE LES HAN GUSTADO!  Y GRACIAS POR EL SALUDO DE CUMPLEAÑOS! La fiesta ha sido ir a comprar La Orden del Fénix... J

Barby: COMO SIEMPRE, TONTONA! TE QUIERO!!!! Y no te enojes cuando no te pongo comentarios en los capítulos... Sabes que esto todo entero está dedicado a vos!!!

BUENO! ME despido!

Subiré el próximo capi apenas lo edite y pase a la computadora!

Puedo adelantarles algo...

Capítulo 10: Miedo

- ¿Qué le pasa a Hermione?

- Un par de fuertes discusiones

- Hay algo raro en Harry (Bueno... además de todo, no?)