Capítulo cuatro: El orfanato muggle y un relato de Lily.

Por: Lunis Jane Lupin

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Una gran humareda y algunas llamaradas de fuego verde y púrpura se elevaban hacia el cielo, como tratando de alcanzar algo que el ojo enterado podría definir desde la distancia como la marca tenebrosa de Lord Voldemort. Harry, horrorizado contempló por unos segundos que le parecieron eternos la imagen que se apreciaba desde la ventana de su habitación. En cuanto recobró la conciencia de sí mismo, lo primero que se le ocurrió preguntarse mientras se precipitaba escaleras abajo era si sus tíos y primo estaban en casa. De pronto, cayó sobre él como una gran roca. Las llamas provenían desde algún punto entre el centro de la ciudad y la zona residencial de Surrey, donde estaba el orfanato muggle. Orfanato en el cual había un almuerzo anual para recaudar fondos. Almuerzo al que asistían los Dursley cada año para guardar las apariencias cuando en realidad donaban casi nada. Almuerzo al cual, según la nota que había en el refrigerador habían ido sus tíos. El reloj de la cocina marcaba las cinco en punto.

Harry:

Hay queso en el refrigerador. Fuimos al almuerzo a beneficio del orfanato de Stonewall.

Tía Petunia

Harry se quedó paralizado.

¡Ah!... eras tú. –Dijo la voz de tío Vernon detrás de Harry- pensábamos que se había metido alguien.

Harry suspiró aliviado. Los Dursley estaban en casa.

¿Qué pasó con el almuerzo? –preguntó, dirigiéndose a la sala de estar, tratando de regresar el alma al cuerpo.

Tu tía se sintió indispuesta y decidimos no ir. –gruñó tío Vernon, a quien no le había gustado nunca responder a cualquier pregunta que hiciera Harry, desde "¿qué hora es?" Hasta "¿qué les pasó a mis padres?"

Y qué suerte que lo hicimos. –Añadió tía Petunia- Acaba de haber un accidente... parece que uno de los balones de gas de las cocinas explotó...

Harry recuperó en un segundo la preocupación. El almuerzo era dado en el mismo orfanato (A los niños los dejaban en un pabellón encerrados hasta que acabara, para que no hicieran alboroto, para guardar las apariencias). Voló a la televisión donde un reportero muy joven daba la noticia desde el lugar de los hechos.

- Las llamas... las llamas siguen subiendo... los bomberos no se explican el color de las llamas. Están tratando de salvar las vidas de los pobres niños, los niños... estaban atrapados en el pabellón más profundo del orfanato... Miren... –el camarógrafo enfocó a la entrada del recinto, de donde salían los bomberos cargando a dos y hasta tres niños pequeños cada uno, todos con extensas quemaduras... tosiendo, algunos no se movían siquiera...- Los invitados... del almuerzo... ya han sido todos evacuados... era más fácil... estaban cerca de la salida... pero les resulta más difícil con los pequeños que están hasta el fondo... La directora del orfanato todavía... todavía no da explicaciones sobre el porqué... los niños estaban tan adentro... esperan...

De pronto, se oyó una explosión. Harry, que estaba hipnotizado miró hacia la ventana y un espectáculo horrible se elevava en el aire. Como globos siniestros llenos de helio subían cada vez más figuras como la primera que ya se estaba desvaneciendo en el aire. La marca tenebrosa, varias subiendo hacia lo alto. En la televisión se había perdido la señal.

¿Emanuel? –llamaba la presentadora de noticias, en pantalla partida, mientras al otro lado sólo se observaba estática.- ¡Emanuel, responde!... Bueno, al parecer hemos perdido comunicación con nuestro reportero en vivo... seguiremos comunicando en momentos... esperen... –la presentadora se apretaba el apuntador a la oreja y miraba a su compañera y a la cámara- el director me dice que acaban de establecer comunicación nuevamente con nuestro reportero en vivo... ¿Emanuel... estás ahí?

Sí, aquí estoy, Isabel... y Patricia... –respondía el reportero. En la imagen de estudios, las presentadoras soltaban un suspiro y se ponían la mano en el pecho- Lo más extraño ha sucedido... Hubo una explosión en el centro del orfanato... mucho humo y unas figuras espantosa comenzaron a subir... entonces se escucharon muchos gritos... chispas de colores corrieron y lo siguiente que supimos fue que el humo se disipaba y el fuego ya estaba controlado... gracias a la acción de los bomberos, pero justo cuando todo estaba peor... muy bien...

Pero ¿Y los niños? –Preguntó la presentadora que se llamaba Patricia- ¿Están bien...?

Estamos tratando de averiguarlo... en todo caso, en cuanto sepamos algo, nos estaremos comunicando de inmediato...

Bien, Gracias Emanuel, y cuídate... –le dijo la presentadora que se llamaba Isabel.

Si bien, este fue el informe en vivo desde los restos del orfanato de Stonewall, por su reportero en Vivo, Emanuel Domínguez, adelante estudios.

Bien, gracias, ahora tenemos un mensaje del Primer Ministro, Nuestra corresponsal Natalia está allí, adelante –Harry supuso que darían una explicación como...

Este es un hecho lamentable. –se escusó el ministro, todo cuadrado en su terno negro, camisa blanca y corbata negra- Según las informaciones que hemos recibido del jefe de los bomberos, habido una explosión de gas propano que se mezcló con el cloro de la piscina y el helio de los globos... a eso se debe el color de las llamas... –una gota de sudor corría por su frente. Harry lo sabía, la oficina de desinformación del Ministerio de Magia se encargaría de dar una explicación que dejara contentos a todos.- en cuanto tenga más información, se la haré saber a la comunidad. Mientras tanto, el estado se compromete a reconstruir y reparar los daños en la brevedad de lo posible. Muchas gracias y buenas noches.

Esas fueron las declaraciones del primer ministro-dijo la reportera frente a cámaras- al principio de la conferencia de prensa, indicó que no respondería preguntas luego que hiciera su declaración. Un hecho lamentable la verdad, pobres niños.

Bien, gracias, Natalia por la información... –dijo la la presentadora.

Bien, esta fue Natalia, reportando desde el centro de Surrey, para su noticiero El Quet...

Harry no necesitaba oír más. Su cerebro ya había hecho las conexiones por sí solito. Voldemort había atacado el orfanato muggle y dejado la marca tenebrosa. También, antes de desaparecer habría torturado a los invitados y a los niños y dejado alguna especie de encantamiento de acción programable, para que cuando estuvieran tratando de salvar a los que pudieran hubiera una explosión que empeorara las cosas. En ese momento aparecerían los "muy preparados magos de choque del grupo de operaciones mágicas especiales". Desmemorizarían a todos, incluyendo reporteros en vivo y camarógrafos, y apagarían el fuego con magia.

También se formaron otras conclusiones que ya discutiría con alguien de la orden del Fénix en cuanto lo fueran a buscar. Harry había estado esperando por un incidente como este desde hacía ya dos años. Y sabía que Voldemort había estado allí. Lo sabía porque se había quedado con las ganas de arrasar con niños cuando fue a hacerle una visita a Hogwarts. Harry se lo había impedido. Entonces Voldemort venía y atacaba a un orfanato de niños muggles. Así se quitaba las ganas y de paso dejaba a Harry sin algo muy importante. Su tía. Ya sabemos que su tía es importante para que Harry haya permanecido seguro en casa por tantos años. Harry entonces supuso que Voldemort tenía alguna mejor idea que él sobre las cosas que le protegían. "Pero ¿cómo atrapar a Harry Potter? Porque ha estado mejor protegido de lo que él incluso imagina, protegido por medios ingeniados hace tiempo por Dumbledore... Dumbledore invocó magia muy antigua para asegurarse de que el niño no sufría daño mientras se hallaba al cuidado de sus parientes. Ni siquiera yo podía tocarlo allí..." Así que Voldemort estaba tomándose una revanchita... muy mala idea, pensó Harry, porque por eso estaba investigando sus sueños y sus recuerdos. Por eso quería vencer a Lord Voldemort. Porque no podía permitir que más gente muriera por su culpa. Por eso, también trataría de averiguar qué había en el libro que había encontrado en la alacena debajo de las escaleras.

Eso no fue una explosión de gas... –soltó tío Vernon- se parece al incidente que hubo en Blackpool hace años... en el 81... Quemaron toda la aldea excepto una casa al centro... El gobierno no comunica las cosas completas...

Por supuesto que no lo dice... –soltó Harry- El Ministerio de Magia le ha facilitado esa explicación al primer ministro, no pueden decir en televisión nacional que un mago malvado hizo eso... –explicó Harry como si estuviera diciéndole que ayer fue a la tienda y compró tres kilos de papa- lo que me lleva a preguntar-volteó a ver a su tía mientras se trataba de escabullir de la sala de estar, fingiendo que se llevaba la bandeja del té- Tía Petunia ¿Recibiste indicaciones de alguien para no ir a ese almuerzo? Con un sí o un no me bastará.

Tía Petunia asintió como esperando que le caiga un rayo encima y tal como Harry lo había deducido, aparecieron varios miembros de la Orden del Fénix: Ojo loco Moody encabezaba el grupo, detrás estaban Nymphadora Tonks y Remus Lupin, y detrás de ellos el señor Weasley, Sturgis Podmore y una joven bruja a la que no alcanzaba a ver bien. Tío Vernon estaba muy sorprendido, aunque no gratamente, por la súbita aparición y Tía Petunia se terminó de llevar la bandeja mientras que Dudley corría escaleras arriba.

Buenas tardes, no tenemos tiempo para trivialidades, así que hemos venido para dejarlos bien seguros y que nada les pase. Lo de esta tarde ha estado cerca, muy cerca. –Dijo Ojo loco.- Así, que, señor Dursley, si usted estaba pensando en tomarse unas merecidas vacaciones, ESTE es el momento perfecto. Tres boletos están listos esperándolos. Los enviaremos a Sudamérica de paseo... ¿le gusta Brasil, señora? –le dijo a Tía Petunia que entraba a la salita de nuevo, como para ofrecerle resistencia a su marido. Asintió- Qué bueno, porque se irán para allá. Está todo listo, se van ahora mismo. En cuanto a Harry, irá con nosotros y estará bien cuidadito el chico, no se preocupen todo bien, ustedes nunca nos vieron. Feliz navidad, Feliz año nuevo, Hanuka, Yom Kippur y todo lo demás.

Todos estaban perplejos por lo rápido que había hablado. Remus tomó la palabra, tratando de ayudar. Tío Vernon estaba helado.

Señor, debe entender que su seguridad es muy importante para nosotros, por lo cual estamos tomando estas medidas de seguridad. –le explicó lo mejor que pudo- En cuanto esté libre de peligro, usted y su familia serán trasladados de vuelta a su hogar y nos aseguraremos de que nadie se entere de los motivos reales. –Como Remus parecía más amable, casi muggle, Tío Vernon, dentro de su perplejidad asintió- excelente, y en cuanto a Harry, no se preocupen, lo tendremos bien cuidado. –aquí miró a tía Petunia- gracias por cuidarlo este verano. Estará bien...

Si... bien... –respondió tía Petunia- que... que... te vaya bien... –le dijo a Harry. Entonces Tonks y Sturgis se dirigieron al piso superior y les dijo- En la primera habitación. – Tonks guiñó el ojo pues ella ya sabía donde estaba la habitación de Harry.

Entonces tía Petunia ya sabía que iban a tener que salir de emergencia. Genial, más para preguntar. Ojo loco ya había cogido el control remoto del televisor y lo había transformado en un traslador. Tonks y Sturgis los acompañarían. En cuanto a Harry…

¿De por casualidad tus cosas estarán listas, Harry? –le preguntó Remus.

No me tomará mucho –levantó su varita.- ya regreso.

Subió las escaleras y de un hechizo guardó todo como sea en el baúl (incluyendo el libro que había hallado en la mañana) luego lo conjuró para que bajara las escaleras. Sus tíos y primo ya estaban a punto de irse.

Los veré el próximo verano... –musitó Harry mientras unas luces de colores se los llevaban. Harry supuso que lo de los tickets de avión era sólo para convencerlos.

Ahora, Harry, ya que nos podemos aparecer... –Remus le guiñó el ojo mientras le hacía una seña a Arthur Weasley para que dejara en paz la tele- Entonces te voy a pedir que te concentres en el cuartel de la orden. Te están esperando allá.

Sí-dijo el padre de Ron- Ya nos han trasladado esta tarde. Anda, vamos, que Molly está preocupadísima. Y no es la única... –añadió mirándole de reojo.

Sí... ¡JO! –exclamó con sorpresa al ver a la muchacha que no había reconocido- Vaya, la Orden del Fénix...

Sí, larga historia, pero vamos que se nos hace tarde... –le dijo haciéndole hola con la mano- ya habrá tiempo de conversar...

Josephine Windbag postergando una conversación era tan extraño como Matilda Windbag perdiendo una oportunidad de hacer bromas, pensaba Harry mientras se concentraba y se aprecia en el número doce de Grimmauld Place en Londres.

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¡Lily! –chilló Rose- que llegamos tarde...

Lily estaba en el baño de su habitación, la primera en las escaleras de caracol de los dormitorios de las chicas, reflexionando sobre lo que había sido su vida desde que había llegado a Hogwarts.

El primer día había estado pensando que encontraría muchas cosas nuevas y que cambiarían su vida. Estaba en lo correcto. Lo más notorio era la magia. No era que no le gustaba ir a casa, pero Hogwarts tenía un cierto encanto para ella, como algo que sus padres ni nada ni nadie le podía dar. Eso era la magia. Después de la primera clase había quedado patente que Lily Evans, al igual que James Potter, iba a ser una de las primeras de la clase. Luego quedó como la primera, ya que James se andaba metiendo en problemas a cada tres pasos. Lo que nos lleva a nuestro siguiente punto, las personas llamadas magos o brujas.

Lily, habiendo crecido con muggles, tenía la idea de brujas feas, escobas, calderos y aquelarres. No era del todo cierto, pero ahora sabía una cosa vital: Los Magos y las Brujas eran personas normales, con virtudes y defectos como los muggles, que simplemente tenían un talento especial. Era como saber de música, ser escritor o ser un genio en matemáticas. De ahí, había deducido algunas diferencias esenciales, como la concepción de ideales. También había definido similitudes con la comunidad muggle, una de las más importantes era las clases de magos.

Muggles, Squibs, Nacidos de muggle, Sangre mezclada, Sangre Limpia y Sangre pura... eran los términos que Lily aprendió rápidamente. Iba anotando las diferentes definiciones para cada clase de sus diferentes compañeros, de todos los años. Había llegado a una conclusión muy importante para su vida: No importaba de qué clase de sangre eras, ya que al fin y al cabo uno era uno por cómo era, por sus experiencias, por sus actitudes y no por su clase de sangre. Que de influir en algo, no lo podía negar, pero no era determinante. Había magos de sangre limpia que se creían lo máximo, como los de Slytherin, o al menos la mayoría. El premio anual, Lucius Malfoy, era un buen ejemplo. Siempre molestando a los que no eran como él. (De hecho, James la había rescatado un par de veces de las garras de Malfoy) Y también Snape, aquel muchacho que le había hecho reparar en ese tipo de diferencias. Andaba siempre tramando algo en contra de James y sus amigos, y lo que era aún más, por decirlo así, interesante, siempre sabía algo más de artes oscuras. Conocía más maldiciones que los de sexto y séptimo. Luego estaban los magos de sangre limpia a los que no les importaba un pepino serlo. Como Sirius Black, su madre, al parecer, vivía prendida de su hermano menor y tratando de que Sirius se portara como Snape, pero Sirius simplemente hacía todo lo contrario. Era muy popular y no le hacía el feo a nadie, a menos, claro, que fuera de Slytherin. Tenía una prima en esa casa, pero la ignoraba. Su prima era muy arrogante, ni parecerían familia. Remus Lupin, no era enteramente de sangre limpia, pero era muy bueno. Además era su amigo. Remus era un Licántropo, por lo cual le costaba mucho socializar y llevarse con los demás, le daba miedo ser rechazado cuando supieran que era un hombre lobo. Y también estaba James potter.

Al fin, los veo decir, lo que importa. Pues bien, este es James Potter, según Lily Evans, 11 años 11 meses y 11 días con 11 horas y 11 minutos:

James es un chico simpático, bastante amable y siempre tiene un chiste a la mano. Y si no lo tiene, siempre sabe decir algo para hacerle a uno sonreír. Su cabello es negro y nunca se lo peina, aunque a veces lo he visto tratando de acomodarlo un poco para que se vea decente. Sus ojos son de color avellana y si uno le quita las gafas no es capaz de ver más allá de su nariz. Es muy delgaducho y algo bajito. James es muy inteligente, sería el primero de la clase si no fuera que le andan quitando puntos a cada rato. Es que es muy travieso, especialmente cuando anda cerca de su amigo Sirius Black. Esos dos se han vuelto casi siameses, creo que hasta van al baño al mismo tiempo. También es buen amigo. Al principio adoptó a Peter Pettigrew, el muchacho más extraño que he visto en mi vida. Es que nadie lo tomaba en cuenta. Y luego, él y Black descubrieron que Remus era un hombre lobo y lo hicieron amigo suyo, lo cual me alegró. Yo le di una pista para que lo descubriera, que bueno que me escuchó. James también es muy bueno conmigo. Me ha sacado de unas buenas, como cuando Lucius Malfoy (no sé como logró ser premio anual, es un patán)me quiso embrujar por ser nacida de muggle... todo porque no quise "cederle" mi sitio en la fila para entrar a la biblioteca. James vino y le dijo que hiciera su fila, pobre, lo dejaron como camote. Pero él le dijo que era un hijo de tal y cual y etcétera. Luego, ni dijo auch, lo único que hizo fue preguntar si yo estaba bien. Es muy lindo conmigo.

Eso es lo que escribiría Lily Evans si le pidieran hacer un ensayo sobre su opinión de James Potter.

¡Lily! ¡No seas pesada!... –le gritó Beth- vamos a llegar tarde el primer día...

¡Por supuesto! Sus amigas. Faltaba describirlas a ellas. Eran Rose Owens y Elizabeth Lindon. Rose era una muchacha menuda y de ondulado cabello color castaño claro. Era una bruja de Sangre limpia cuyos padres siempre andaban preocupándose por ella lo que ella no se preocupaba por nadie. Era inteligente a su manera, tenía sus momentos de brillantez, aunque generalmente andaba en la luna, filosofando sobre la vida, era feliz así. Se tomaba la vida a la ligera y no la habían visto enojarse hasta ahora por nada. Elizabeth (Beth para los amigos), por su parte, era una chica algo menos delgada y de largo cabello negro y lacio, aunque usualmente muy desordenado (solía decir que si su cabello amanecía hecho un torbellino, estaba destinado así). Elizabeth era un poco más alocada, andaba al tanto de todos y también era, digámoslo así, exasperada. Una de esas personas que quieren todo YA, rápido y sin perder el tiempo en bobadas. Por eso, pociones le costaba excesivo trabajo. Siempre andaba ideando nuevas formas de organizar su tiempo y actividades para que le quedara tiempo libre para las reuniones de la "hermandad secreta de la patata frita". ¿Que qué es la hermandad secreta de la patata frita?

Todo comenzó un día soleado de los últimos de octubre. Uno de esos que uno piensa que se está levantando con el pie derecho y desde que este toca el suelo el mundo se vuelve patas arriba. Un día malo, malísimo, de los peores días de la vida escolar en Hogwarts que Lily pudiera recordar años más tarde. Los de séptimo, liderados por el que era el Premio Anual (Lily no se explicaba como alguien así había llegado a Premio Anual) Lucius Malfoy, estaban dándose uno de sus paseos acostumbrados por los pasillos de Hogwarts en los que solían torturar a los nacidos de muggle. Eran patéticos… no tenían vida, les sobraba espacio en la cavidad craneana ya que no tenían cerebros, eso era lo que decían Rose y Beth cuando ella quería, de alguna forma, hacer algo, lo que sea, por evitar que fastidiaran a alguien. En fin, se estaban paseando, cuando Lily se dio cuenta que ellos venían directamente a ella. Lily tragó saliva e intento parecer segura de si misma... no sabía por qué pero de pronto se sintió sola y con un miedo terrible. Se pararon en medio del pasillo para trabarles el camino.

Vaya, aquí hay una que se nos había escapado… -dijo Malfoy- Y ustedes, nenas… no deberían juntarse con una sangre sucia… se contaminarán…

No-no-nosotras somos su-su-sus amigas y no nos impo-po-porta lo que tú pienses… -dijo Beth en un tartaleo- ¡Nabo Cabezón!

Uhuhuhuhuy! –se burló, mientras sus amigos se reían- y eso… ¿se supone que fue un insulto?... no –chasqueó la lengua e hizo no con el dedo- no se deberían meter con chicos más grandes… les podría ir muy mal… vamos a ver… tú… ¿Snape?

Sí, señor –dijo uno de los chicos del curso de Lily, que iba en Slytherin, adelantándose- dígame.

Lame-suelas –musitó Lily, sujeta ya por dos grandotes que parecían troles. Rose y Beth eran sujetas por unas chicas de años superiores.

Veamos que puedes hacer con esta… sangre sucia… -dijo Malfoy, al perecer no había oído lo que Lily había dicho, lo cual era quizás una suerte.- Me dijeron que eres muy bueno con las maldiciones.

Snape la miraba con malicia y se preparaba a darle con todo lo que tenía para lucirse, cuando un grito que provenía del principio del pasillo se hizo notar.

¡ALTO! –Gritó un muchacho que llegaba corriendo seguido de dos chicos más- ¡DÉJENLA EN PAZ!

Potter –murmuró Snape, Lily se alegró (ella no lo podía ver, estaba detrás de los troles que la sujetaban, lastimándole los brazos por la fuerza que ejercían con sus brazos.) era James.

Déjenla, dije –el chico se paró entre Lily y Snape- tú, déjala.

¿Qué es tu favorita, Potter? –le dijo Malfoy. James pareció palidecer un poco- ¿Por eso no la has embromado aún? –Sirius Black llegaba al costado de James igual que Remus.

¡Eso no es cierto! –Le gritó- ¡no debes atacar a nadie por no ser de sangre limpia!

Ja, ja, si claro… ¿por que no lo dices, niño? S-A-N-G-R-E S-U-C-I-A, no es tan difícil, al fin y al cabo, lo es…

Yo-yo no soy como tú… -exclamó James, tratando de parecer firme- déjala.

Malfoy hizo una seña a sus troles, perdón, amigos y estos soltaron a las chicas, que cayeron al suelo. James les dio una mirada de "escapen mientras puedan, yo me encargo" y se paró de frente a Lucius Malfoy, al que le llegaba a la mitad del pecho.

A ver… veamos que eres capaz de hacer… -Beth se llevó a Lily jalándola por un brazo.

Vamos –le dijo, vamos por aquí… - le dijo y se metieron a un aula vacía.

Esa noche decidieron que no podían estar esperando a que Potter o cualquier otro las rescatara de aquellas situaciones… no eran tampoco unas niñitas para que las anduvieran cuidando ( a pesar de tener 12) así que decidieron formar su sociedad de la patata frita (en honor a las papas que trajo Lily de las cocinas porque se moría de hambre) con la cual se cuidarían ellas solitas de los que se atrevieran a fastidiarlas.

Lily terminó la odiosa tarea de arreglarse (así llamaba ella a hacerse una cola y cepillarse los dientes) y bajó en dirección al comedor. Aún después de todo, ADORABA Hogwarts y no lo cambiaría por nada.

- Lunis abrazada de Tonks, llorando: SOY MUY MALA MALA MALA MALULA MALEFICA, Voldemort es un santo a mi costado ¡MATAR A NIÑOS INOCENTES! SOY MALA, PERVERSA...

- Tonks: '' cálmate ya... son niños imaginarios, además... ya le darás su merecido a Voldemort...

- Lunis: Albus Noel no me entregará mi regalo de navidad, he sido muy mala...

- Tonks '': ya, cálmate y sigue escribiendo...

- Llega Dianis Black porque van a salir a hacer las compras navideñas con la Tonkis y el cuycito (a mi hermanita menor le decimos así porque es chiquita): Hola brujitas, ¿listas?

- Lunis y Tonkis: SHIIIIIIIIIIIIIIIIIIII - Cuycito: CUUUUUUYYYYY!

Nota 2: Vaya! Antes de Navidad… es que de ahí se llevaron mi compu, pero… -Lunis mirra de un lado a otro y luego a la pantalla y chilla- ¡YA TENGO COMPU NUEVA! Así que pronto, pronto nos veremos.

Nota 3: Aun teniendo comp., sigo teniendo clases…. Así que me voy, ya la siguiente les pongo los rr!