Fan Ficiton: El principio y el final

Capítulo diez: Por: Lunis Jane Lupin

No soy J. K. Rowling y los personajes le pertenecen a ella (a excepción de las Windbag, Rose y Beth)

Hhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

Luego de aquel ataque, la escuela había estado más aún expectante. Los alumnos del colegio estaban pendientes, y lo que es más, andaban con sus formaciones del ED constantemente.

El ED estaba organizado de la siguiente forma: Juntaban a dos alumnos de cada año al azar, lo cual daba un número de catorce. A cada uno de esos grupos se le asignaban dos guías que usualmente eran miembros del ED original o algunos que se hubieran destacado en la batalla de Hogwarts el año anterior. Y teníamos 16 alumnos por grupo. Había 17 grupos en todo el ED. Pero a su vez cada grupo se podía dividir en dos si se daba la situación, por eso habían dos guías, eso y que podía hacerse un equipo A y un equipo B para ver como trabajaban, siempre alternando a los alumnos para que todos aprendieran a trabajar con distintas personas. Aparte quedaba un grupo de ocho que era la élite del ED conformada por Harry Potter, Ronald Weasley, Hermione Granger, Ginny Weasley, Neville Longbottom, Luna Lovegood y Ernie Macmillan. Ellos dirigían a los demás quías y ellos guiaban a los demás. Eventualmente apoyaban a los guías de algunos grupos también… Harry, Ron y Hermione mantenían estrecha vigilancia en el grupo donde estaba Malfoy y toda su sarta de amiguitos que estaban todos en un mismo grupo. Todos los demás asumían que era para que no molestaran a los demás grupos. Lo que no sabían era que ese grupo era al que menos se entrenaba. En realidad, cada grupo recibía instrucciones diferentes cada vez, algunas veces debían ser parte de la defensa, otras de la resistencia, de captura de rehenes y liberación de ellos, de avance y de protección. Pero el grupo de Malfoy siempre hacía una misma cosa, el asunto era que no supieran todo como los demás. No necesitaban espías.

Harry al fin había conseguido organizar la élite, luego de haberlo hecho bien con los demás grupos, la élite seguía siendo un caos hasta que a Hermione se le ocurrió una genial idea.

Al principio, era todo lluvia de ideas y las que menos le desagradaban al conjunto se realizaban. Hubo varias "bajas" así que Hermione dijo "Nuestro problema es que no estamos organizando bien al conjunto, deberíamos desarrollar una estrategia" Entonces se dividieron las labores de la siguiente forma. Harry, como es obvio, era el líder y cabeza de las operaciones. Hermione era asesora de inteligencia, es decir, ella tomaba la información y la interpretaba. Ron era el encargado de la estrategia de ataque, había resultado muy bueno en ello luego de tantos años ganándole a Harry y a Hermione en ajedrez, realmente era bueno. Ginny siempre dirigía la ofensiva y Neville la defensiva, Luna siempre salía con alguna táctica nueva en el momento justo y Ernie Macmillan se encargaba de las "negociaciones forzadas". Con todo, Harry programaba para una vez al mes hacer un simulacro de batalla, se elegía el grupo A y el grupo B, se distinguía la estrategia de cada parte, se les comunicaba a los guías lo que debía hacer su grupo y entonces se determinaba un tiempo máximo de enfrentamiento, luego contaban las "bajas" de cada equipo. El equipo con menos bajas era el vencedor y cada alumno ganaba veinte puntos para su casa. Como todos los equipos estaban mezclados, la diferencia no era mucha una vez que se repartieran.

Aquella tarde había sido todo un éxito. Habían tenido que dar dos tiempos extra pues ambos equipos iban muy parejos y no se podía definir un ganador. Al final, la profesora McGonagall, quién era la encargada de supervisar los entrenamientos aquella noche, decidió premiarlos a todos con una salida extra a Hogsmeade a la que podían ir todos los alumnos del colegio. Una hora después, cuando ya todos estaban en la sala común bien bañados y despejados, Harry se sentó en su sillón favorito, meditando sobre lo bien que estaba resultando su nuevo plan, si todo seguía así, pediría permiso a Dumbledore para hacer un simulacro de mayor magnitud y realismo en el cual incluiría criaturas, como los boggarts, lo haría en toda la extensión de los terrenos del castillo y esta vez si habría un equipo de "enemigos" contra los que debían pelear, que en este caso serían un grupo de profesores. Estaba sumido en estos pensamientos cuando una figura pequeña se le acercó lentamente y le llamó.

¿Señor capitán? –Preguntó Matilda- ¿está ocupado?

No realmente, pero me puedes interrumpir –dijo Harry sonriendo un poco- ¿qué sucede?

Pues… eh…. Esto debería hacerlo Jo, no yo… a ver, mamá estuvo en el ministerio cuando el jefe de los nabos cabezones… -Harry la miró no entendiendo a quién se refería- ¿Lord Voldemort? –Harry asintió- fue al ministerio. Y al parecer tú la salvaste de un par de nabotes. Ella ya salió de San Mungo, pero quiere invitarte a comer uno de los días de vacaciones de Navidad… dice que conoció a tu mamá…

¿Qué… qué? –inquirió Harry, sorprendido. Él nunca había oído hablar de alguna amiga de su madre, y por supuesto, la idea lo tomaba por sorpresa- ¿Cómo dijiste que se llama tu mamá?

No lo dije –contestó Matilda, dándole vueltas a su trenza- pero te lo puedo decir –sonrió- se llama Elizabeth Windbag. Bueno, que le digo¿vas o no vas?

Tengo que pedir permiso, pero creo que sí iré… -contestó Harry pensando que sería buena idea, y desempolvando una cosa que se había escondido en algún rincón remoto de la cabeza…

Está bien, entonces le diré ahora mismo que aceptaste. –sacó un pergamino cuidadosamente doblado del bolsillo de la túnica y lo rellenó rápidamente con una letra redonda aunque inclinada a la derecha. Verdaderamente la madre de Matilda lograba que su hija obedeciera, pues parecía que la niña había seguido pasos estrictos, como si estuviera haciendo una poción para Snape.

Le sonrió y salió corriendo, Harry suponía que a la lechucería. Matilda se cruzó con Ginny en el hueco del retrato y le levantó un pulgar. Ginny se acercó a Harry y se sentó junto a él tomando al gato de Matilda y sentándose ahí.

¿También te invitó a su casa? –preguntó la muchacha, acomodándose y enroscando su cabello para ponerlo hacia atrás.

Si… -contestó Harry- ¿a quién más invitó?

Al parecer la madre de Matilda quiere conocer a los amigos de sus hijas de los que tanto oye en casa… -dijo la muchacha, su novio la miró intrigado y la pelirroja se encogió de hombros- Eso fue algo que Jo me dijo mientras estábamos en Grimmauld Place ¿Qué raro, no? Recuerdas cuando Jo nos contó que su madre se había vuelto muggle y no quería que Jo venga a Hogwarts y ahora hasta trabaja en el ministerio…

Sí… es raro… -Harry se preguntaba si lo que estaba pensando era posible- ¿me esperas un segundo? Quiero enseñarte algo…

Esta… -alcanzó a oír de su novia porque ya estaba subiendo los escalones de dos en dos del dormitorio de los chicos. Sacó de su baúl un libro. El libro que había encontrado en la alacena bajo las escaleras de Privet Drive y el cual había olvidado. Bajó las escaleras y se sentó de nuevo junto a Ginny que lo miraba con mucha curiosidad.

Mira, lo encontré bajo unas tablas del piso de la alacena bajo las escaleras en casa de los Dursley –le dijo- era de mi madre…

Ginny tomó con cuidado aquel libro y lo abrió. En la primera página estaba la dedicatoria que harry había leído antes. Runas escritas con tinta verde y las iniciales "E.L.". Abajo había otra que decía: Sé que te gusta leer sobre cosas inusuales. Este no lo tienen en la biblioteca, esperamos que te guste. "R.O." Ginny examinó algunas de las páginas siguientes.

Vaya… estas son runas antiguas… no entiendo mucho, pero tal vez Hermione lo descifre. –Le dijo Ginny- el título dice "de cómo los magos antiguos se protegían sin varitas" ¿Seguro que era de tu madre?

Aquí lo dice -contestó Harry, mostrándole la pequeña etiqueta que decía Lily Evans- Al parecer se lo regalaron sus amigas…

Harry… -Ginny tenía cara de estar preocupada por lo que Harry estaba pensando.

Lo sé… ¿Sabes? Matilda me dijo que su madre había conocido a la mía –Señaló las iniciales E. L.- Quizás le pueda preguntar algo…

Ojala que sí, Harry- su novia lo miraba con una expresión tierna que no quería llegar a pena. Ginny sabía que a Harry no le gustaba que sintieran pena por él, y en cierta forma apreciaba que su novia lo entendiera.

Las vacaciones Navideñas llegaron mucho más rápido de lo que esperaban, acercando así un poco más la fecha de los EXTASIS y provocando la histeria de Hermione, y por consecuencia, que ella y Ron lleguen al punto de "Terminamos" unas veinte veces en una sola semana, lo cual era un récord. Por supuesto, luego no duraban ni tres horas peleados que ya estaban de nuevo pegados el uno al otro como si sus túnicas fueran de velcro.

Harry, quién además estaba ocupadísimo planeando el siguiente partido contra Hufflepuff (Porque Slytherin se las había arreglado para no jugar con ellos de alguna forma) Tenían todas las demás cosas que tenía que hacer incluyendo sus deberes como Premio Anual, la asesoría compartida con Ron, Hermione y Neville, Y su constante preocupación por el nuevo silencio aparente de Voldemort. Es por eso que aquel viernes estaba tumbado en su sillón favorito de la sala común abrazando casi sin fuerzas a Ginny mientras ella conversaba tranquilamente con Ron y Hermione que se habían reconciliado por la vigésima primera vez aquella semana.

¿Señor Capitán? -lo llamó Matilda.

Dime –contestó Harry poniéndose alerta y despertando de sus ensoñaciones con la cena.

Matilda había logrado opacar a Peeves de tal forma que ahora el Poltergeist le había ofrecido una tregua amistosa, lo cual significaba que ahora todo el mundo andaba con la varita lista pues nunca sabían que era lo que podía pasar si salían al pasillo. Claro, nadie decía nada cuando buscaban a un culpable así les brotaran ensaladas de la nariz, temían que Peeves les hiciera una visita nocturna con el "Marcador de Tinta Indisoluble Weasley" que le había proporcionado Matilda y andar por los pasillos con la palabra "perdedor" escrita en la frente por la siguiente semana. Harry ya había perdido la cuenta de las veces que la había castigado, tomando en cuenta que en general Harry prefería hacerse de la vista gorda cuando no había ningún profesor o Hermione cerca. Ya había encontrado picante en su jugo de calabaza dos veces y Tres mini bomba fétida en su mochila (las cuales hacían que la persona que las tocaran apestaran a rayos por doce horas).

Mamá dice que estaría bien si vienen el día 26 a almorzar- dijo la niña sonriendo- Habrá Roast Beef y pudín de Yorkshire…

Genial -respondió Harry mirando a Ron, Hermione y Ginny, quienes asintieron- dile que iremos.

Ya había hablado con Dumbledore sobre el asunto, y aunque el director le había recomendado que se quedaran en Grimmauld Place, el hecho de que Jo fuera ahora miembro de la Orden del Fénix ayudó a Harry de sobremanera. Eso y que harry le recordó amablemente al profesor que él ya era mayor de edad y tenía el carné de aparición, así que se podía aparecer y desaparecer en donde le apeteciera y que iría de todos modos.

¡Yupi! Ahora, eh… Ginny –la niña se dirigió a la pelirroja- no lleves a Rufino Pepino –señaló a su gato que estaba jugando en la alfombra con Crookshanks- o el perro de Jo lo hará –hizo un sonido de guillotina mientras se pasaba el dedo índice horizontalmente por el cuello. Todos la miraron sorprendidos, la niña sonrió inocentemente- es un buen perrito, pero no le gustan los gatos…

La niña se marchó apresurada, pero se giró y regresó a susurrarle a Harry al oído "Si yo fuera tú no pruebo el postre esta noche" y se fue con su andar saltarín que hacía que las trenzas se balancearan a los costados. Tomo a Mark Evans de la mano y lo arrastró hacia fuera.

Como habían ido a pasar las vacaciones navideñas a Grimmauld Place, no hubo problema de concertar un encuentro. Jo iba a recogerlos allí y los iba a llevar en traslador a su casa (Ginny aún no podía aparecerse). Una vez ají, ella estaría pegada a ellos en todo momento y de suceder cualquier eventualidad llevaría a todos a Grimmauld place de inmediato y daría la alarma. Una vez vistas todas estas precauciones, dada por Dumbledore, no habría problema.

Durante aquella semana, Harry le había pedido a Hermione que le tradujera algunas partes del libro. Como es lógico, Hermione sólo había traducido las partes más importantes y los conceptos de cada hechizo y le había dicho que si necesitaba la descripción completa de alguno se la pidiera luego. Había algunos hechizos que jamás habría imaginado posibles sin una varita. Definitivamente practicaría algunos de ellos, por ejemplo, las maldiciones de defensa alcanzaban un nivel muy avanzado, aunque se requería mucha práctica para lograrlos sin la varita. Pero Harry estaba particularmente interesado en los hechizos de protección permanente. Harry había pensado en llevar aquel libro a la casa de la madre de matilda y Jo a ver si le daba alguna pista de por qué su madre habría querido semejante libro. Por eso lo encogió con la varita y se lo guardó en el bolsillo.

¿Listos muchachos? –preguntó Jo con su habitual prisa ni bien se apareció, todos asintieron- genial, nos vamos. Se despidieron de la señora Weasley y de Remus que estaban de guardia en la casa y se acercaron a una servilleta que Jo había tendido sobre la mesa– A la cuenta de tres… dos… uno… -un torbellino de luces y colores los arrastró y los hizo aparecer de pie en la sala de estar de la casa de los Windbag.


Los padres de Lily la dejaron en el Caldero Chorreante con muchos besos y más dinero del que necesitaba y con la promesa de regresar por ella a las cuatro y media en punto. Luego Petunia los arrastró hacia la calle muggle diciendo que llegarían tarde al almuerzo con sus amigas "normales" –remarcando la palabra NORMALES- y que ya luego vendrían a recoger a "la muchachita". Sus padres la reprendieron por llamar de esa forma a Lily y Petunia respondió que era en broma y se los terminó e llevar. Lily suspiró y se dirigió a la puerta que llevaba al callejón Diagon. Allí olvidó un poco los pensamientos psicópatas que le inspiraba su hermana y comenzó a revisar su lista para el alumno de cuarto año del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Sólo habían dos libros nuevos en ese año: Libro reglamentario de Hechizos (cuarto curso) de Miranda Goshawk y la Guía de Transformación Intermedia de Emeric Switch. Decidió ir primero a Flourish y Blotts. El lugar no estaba muy lleno, pero los encargados estaban bastante atareados atendiendo a otras personas. Lily se dedicó a mirar por ahí algunos libros en la sección de magia antigua. Le fascinaba como algunos magos habían logrado manejar su magia sin varitas, aunque se necesitaba ser muy poderoso para hacerlo, fue por eso que se inventaron las varitas con corteza de madera e interior de fibras mágicas en el siglo X. Al rato, varios encargados se habían desocupado, pero nadie parecía hacerle caso, de hecho, un par de ellos pasó por su lado murmurando algo que a Lily le sonó a "nacida de muggles". Lily intentó llamar la atención de alguno de ellos pero se pasaron de largo. La muchacha empezaba a irritarse, eran dos libros fáciles de encontrar y nada más.

¿Algún problema, jovencita? –le preguntó un sonriente señor de cabello oscuro, tez blanca pero con las mejillas ligeramente sonrosadas y ojos color caramelo que se le hacía extrañamente familiar.

Em… no me atienden, Señor… -contestó lily lo más educadamente que pudo y devolviéndole la sonrisa.

Llámame Will, -añadió el señor, extendiendo la mano- y ¿Cuál es tu nombre?

Lily Evans, encantada, Señor Will… -dijo Lily estrechando la mano de aquel agradable personaje.

Entonces dices que no te atienden… -dijo Will levantando ligeramente la voz. Automáticamente el encargado que estaba delante del mostrador principal se le acercó a paso de ansioso con una sonrisita temerosa.

¿Algún problema, Señor…? –comenzó el empleado con una voz algo melosa, pero Will le interrumpió.

La señorita dice que no la están atendiendo, y puedo dar fe de ello ya que desde hace mucho rato que la he visto entrar y hasta ahora no la atienden… -dijo el Señor Will con un tono autoritario, Lily se sonrojó un poco. Una mujer que aparentaba la misma edad del señor Will se acercó. Era pelirroja como Lily, pero llevaba el cabello más corto y una túnica casual, pero que denotaba elegancia.

Will, cariño¿quién es esta jovencita? –le preguntó, sonriéndole a Lily muy amablemente.

Su nombre es Lily Evans –contestó el marido, era evidente que eran un matrimonio de compras un sábado por la tarde. La señora le hizo un gesto amable y Lily asintió- Lily, esta es mi esposa, Mary Jane, y resulta que los empleados de este establecimiento aún no la han atendido, a pesar de que entró aquí hace ya más de veinte minutos.

Pero en este momento estamos por atenderle, señor¿que libro necesita? –dijo el tendero, aunque más dirigiéndose a Will y su esposa Mary Jane que a Lily. Will miró expresivamente al tendero y luego a Lily.

Er… aquí tengo la lista… -dijo tímidamente, pero sin retroceder un paso. El encargado tomó la lista y se la llevó diciendo que le traería los libros al instante.

Te vi en la sección de magia antigua¿te gusta leer, cierto? –le preguntó Will mientras tomaba las bolsas de libros que su mujer había estado cargando.

Si, me encanta leer, y la magia antigua es muy interesante. –contestó Lily. Le agradaba aquella pareja, probablemente tendrían hijos en Hogwarts. Lily se preguntó si no conocería ya a sus hijos.

Es toda una sorpresa que a una edad tan joven te interesen estos temas –continuó la señora Mary Jane- la mayoría de magos no le toman importancia y se conforman con lo que pueden hacer con una varita.

Totalmente de acuerdo, cielo –dijo el señor Will. Luego miró a Lily a los ojos- Y sobretodo cuando piensan que por ser sangre pura –bajó la voz a un susurro- son mejores que los demás… -Will miró de reojo al tendero que estaba yendo hacia el mostrador con los libros de Lily para registrar la compra.

Lily asintió fervientemente, ya que ese era un tema que le afectaba.

Es muy cierto, particularmente encuentro que no se hace alguna diferencia, es más bien la habilidad de cada uno. –comentó la muchacha.

Pero también cuenta el "para qué" usas esa habilidad… ¿no lo crees, Lily? –preguntó el señor Will.

Lily lo meditó mientras el tendero le alcanzaba el recibo a lily y extendía la mano para recibir el dinero que Lily estaba sacando distraídamente de su monedero. Sin embargo, el Señor Will lo detuvo diciendo que lo anotaran a su cuenta. Lily enrojeció sintiendo que toda la sangre de su cuerpo estaba concentrándosele en la cara. Will le sonrió.

Eres una muchachita muy inteligente, déjame obsequiarte esos libros, y, si me lo permites, este libro también… -le hizo una seña al tendero que fue casi corriendo al estante que había acaparado la atención de Lily cuando entró a la tienda. Al segundo siguiente Lily tenía en las manos un ejemplar de Guía práctica de Magia antigua: comience con lo básico. Lily sólo pudo articular ruiditos de agradecimiento, aunque ellos entendieron.

No te preocupes, querida, es que nos gusta que una muchachita de tu edad se interese por estas cosas. Se ve que eres una bruja muy inteligente, despierta y muy hábil –dijo la Señora Mary Jane- ¿en qué año de Hogwarts estás? –preguntó mientras salían hacia la calle adoquinada.

Empezaré el cuarto año, señora. – contestó Lily, irguiéndose de orgullo, no podía esperar para decirles que era la mejor de la clase.

¿Y en qué casa estás? –preguntó Will.

En Gryffindor, señor. –dijo Lily aún más orgullosa.

¡Vaya! –Exclamó llevándose la mano a la frente- Entonces tú eres la primera de la clase. Nuestro hijo nos había comentado algo de ti, él también está en cuarto en la casa Gryffindor, debes conocerlo…

A Lily se le vino el alma al suelo. Creía que ya sabía de donde le resultaba familiar el señor Will.

¿Cuándo dice su hijo se refiere a…? –pero la respuesta llegó andando con un paso nada parecido al ritmo arrogante con el que andaba en los pasillos de Hogwarts.

Hola mamá, papá, -dijo James aun sin darse cuenta de que Lily los acompañaba¿o estaba fingiendo?- Sirius, Remus, Peter y yo ya estamos listos para ir a la farmacia por los ingredientes de pociones.

Está bien cariño, -contestó la madre- mira a quien encontramos, una amiguita tuya, Lily Evans. James la miró fijamente y Lily enrojeció de sobre manera.

Hola Evans¿qué tal tu verano? –saludó con un tono de simpatía ligeramente forzada que sin embargo a Lily le sonó como a un témpano de hielo.

Hola Potter, muy bueno, gracias¿y cómo estuvo el tuyo? –contestó Lily en el mismo tono. Ahora a James se le colorearon un poco las mejillas.

Genial, un gusto verte… -se apresuró a decir James- ¿Estamos listos? –preguntó a sus padres.

Bueno… está bien –contestó la madre con una ceja levantada.- Nos veremos en el andén 9 ¾ Lily, querida.

Por supuesto, señora Mary jane –dijo Lily tratando de sonreírles un poco, en consideración a lo amables que habían sido con ella.

Adiós, Lily, que pases bien el resto del verano –dijo el señor Will estrechando nuevamente la mano de la muchachita.

Gracias, señor, igualmente. –contestó y se dio la vuelta para irse.

Lily, espera. James¿no te vas a despedir de tu amiguita? –Lily se congeló. Como pudo se dio la vuelta. James la miraba con una expresión bastante rara, como de pena mezclada con fastidio.

Adiós Lily, nos veremos en Hogwarts. –dijo James, tendiendo la mano. Lily la estrechó.

Nos vemos, James. –entonces Lily se marchó. James bajó la cabeza un poco. ¡Cómo le gustaba esa chica! Y al parecer le había agradado a sus padres… ¿Qué más podría pedir? Que ella no lo tratara como lo hacía. Ahora ya no estaba de ánimos de llevar a su padre a ver las escobas.

No te llevas muy bien con ella¿verdad, James? –preguntó su madre en una voz algo comprensiva, como el tono que ponen todas las madres cuando se hacen las que saben exactamente lo que te pasa.

James suspiró. Sabía que si respondía con un simple no, sus padres no pararían hasta sonsacarle una confesión, y como no quería confesar que aquella muchacha lo traía de cabeza, dijo lo siguiente.

"Si he de ser sincero, no, no nos llevamos nada bien. De hecho ella me odia y tiene razones. Y yo sólo soy lo suficiente amable con ella como para evitar cruzarnos para que no empecemos a pelearnos. Ahora, como les decía cuando veníamos, mi escoba ya empezó a fallar y me gustaría saber si podría pedirles una nueva por mi cumpleaños."

Sus padres lo miraron, ahora se les veía algo tristes. Pero James prefirió alejar a la pelirroja de su mente. Le dolía pensar en ella.

¡Lily! –Exclamó Beth- ¿Dónde estabas?

Me entretuve por ahí… -contestó sin ganas. Habían acordado de encontrarse en la tienda de mascotas aquel día.

¿Y esa cara de funeral? –Preguntó Rose al verla.

A… esa es la cara de "Me encontré con Potter y no hizo nada para provocar que le lanzara una maldición inhabilitante funcional" –dijo Beth mirándola bien. Lily la miró con cara de "si no te callas, te lanzo la maldición inhabilitante funcional a ti".

Bien, dejemos de hablar de cosas desagradables… -dijo Rose con todo el ánimo encima, lo cual Lily agradeció.- ¿Cómo estuvo tu verano, Beth?

De maravilla –contestó la muchacha de cabello oscuro con los ojos brillantes- la pasé muy bien…

¿Y por eso no te dignaste a enviarnos una nota diciendo que estabas viva en todo el verano? –contestó Lily de mal humor y provocando que Beth se sonrojara un poco.

Es que tenía la lechuza ocupada… -contestó con una ligera sonrisa.

¿Ocupada? –chilló Rose- Ni que te hubieras estado carteando con Windbag… -Beth se sonrojó de sobremanera. Las tres amigas se miraron unas a otras y luego de un silencio considerablemente largo…

¡AAAAAAAAHHHHHHHHH! –chillaron las tres, causando que la gente alrededor las mirara raro, lo cual no les importó.

¿Te estuviste carteando con Windbag? –preguntó Lily, emocionada.

Bueno, sí… -contestó Beth que estaba más colorada que el cabello de Lily- me envió una lechuza preguntando si podíamos mantener contacto por correo… y pues… yo…

La señorita sinceridad no iba a decir que nooooo –chilló Rose- Ahora entiendo… por eso ni una palabra, picarona… -rose le apachurró las mejillas a la ya sonrojadísima Beth…

Claro, -dijo Lily, medio en broma, medio en serio- los hombres son así, te alejan de tus verdaderas amigas…

¡AY, LILY! No seas aguafiestas –exclamó Rose con su risueña voz. Lily se encogió de hombros.

Si Jack me escribe o no es asunto mío, -soltó Beth, algo molesta- que a ti te guste hacer sufrir al pobre de Potter cuando claramente tu te…

¿QUÉ COSA? –gritó Lily causando que las lechuzas de la tienda por donde pasaban saltaran a chillar causando un gran alboroto, que a la pelirroja no le importó y siguió de largo mirando furiosa a Beth. Ella miró a otro lado y musitó "Nada, no dije nada…"

Ejem, ejem… -Rose se aclaró la garganta, tratando de recuperar el buen ánimo del paseo- ¿Y que tal tu verano, Lilita?

MAL. –Dijo la muchacha cruzando los brazos- Petunia anduvo presumiendo a su nuevo novio por todo el barrio y hablando todo el tiempo de lo diferente que es de ese enorme saco-de-papas-que-molesta-a-los-niños-pequeños Dursley.

¿Qué no es ese el que la ignora y la trata como basura y la llama anormal? –preguntó Beth, algo interesada. Pero a Lily ya se le había pasado la furia con ella, ahora su furia había vuelto a los pensamientos psicópatas hacia su hermana.

Esa misma –contestó Lily.

¿Sabes, Lily? –dijo Beth mientras Rose se encargaba de comprar los helados del señor Florean Fortescue (Él le había simpatizado a Lily siempre y cada vez que iba por un helado, el señor le regalaba uno extra de crema y caramelo, que eran los favoritos de Lily)- A mi me da la impresión de que a tu hermana le gusta el saco de papas…

Ahora que lo dices… tiene sentido… -dijo Lily, pensativa- mi hermana debe estar loca –meneó la cabeza.

Pobre Petunia… -comentó Rose entre los lengüetazos que le daba a su helado de fresa con chocolate- tiene un pésimo gusto…

Yo no diría pobre, que mal gusto tiene, yo diría, "¡Pobre Petunia! Ahora Lily la va a tener podrida"

Se lo merece… ¿Sabes que le dijo al imbécil de su novio? Que yo era su prima y que estaba en la casa por pura caridad… porque estaba loca…-Beth se atragantó un poco con su helado de menta y hierba buena y a Rose se le cayó lo poco que le quedaba de la bola de fresa- Así como lo oyen… ahora me las pagará… -Lily puso una mirada que las chicas sólo le habían visto poner cuando planeaba fastidiar a Potter. Esa mirada significaba PELIGRO.

El resto de la tarde transcurrió tranquilamente y a las cuatro en punto los padres de Rose y los de Beth llegaron a recogerlas. Le ofrecieron llevarla a casa, pero Lily insistió en que sus padres la recogerían a las cuatro y media y que si no la encontraban se iban a preocupar. Así que la dejaron en el caldero chorreante. Felizmente ya habían almorzado porque llegaron las cuatro y media y pasaron y los padres de Lily no llegaban. Lo raro era que sus padres eran las personas más puntuales que Lily había conocido en su vida… no tenía sentido. Eran las cinco y media y ni rastro de sus padres. Lily ya se estaba desesperando y una lágrima rebelde resbaló por su mejilla exclamando "¡Auxilio!"cuando una voz conocida la llamó por detrás.

¿Lily? –James se acercó a ella- ¿estás bien?

No –respondió ella- mis padres tenían que haber venido por mi hace una hora y no llegan… -no tenía ánimos de discutir en aquel momento.

¿No se les habrá hecho tarde? –aventuró el muchacho.

No, seguro que es culpa de Petunia, ella siempre me hace esto. –Lily se sentía un poco avergonzada de estar en aquella situación, así que decidió cambiar el tema- ¿y dónde están Black, Pettigrew y Lupin? –preguntó, mirando a su alrededor.

Sus padres los recogieron ya para llevarlos el lunes al andén. –Respondió el muchacho.- Mis padres están conversando de negocios con unos amigos y me mandaron a dar una vuelta.

Tus padres son muy agradables –le dijo Lily.

Al parecer piensan lo mismo de ti… -dijo el muchacho, con una voz extraña- Mamá no ha dejado de preguntarle a Jane de ti en toda la tarde.

Lily sonrió tímidamente. James también. Luego de un silencio incómodo Lily volvió a mirar su reloj.

Un cuarto para las seis –musitó- maldita sea…

Hagamos una cosa –le propuso James al ver que sus padres se acercaban- ¿Tienes donde ubicar a tus padres?

Sí, están en casa de una amiga de Petunia –contestó Lily sin entender- los puedo llamar por teléfono, pero…

Llámalos y pregúntales si van a demorar mucho en recogerte, -dijo James en tono casual tratando de no hacerla enojar, lo cual resultaba fácil en el estado de preocupación que estaba- o si no mis padres te pueden llevar a tu casa tranquilamente.

¿Pero… tus padres no…? –trató de decir Lily, pero James ya estaba llamando a sus padres.

Papá, los padres de Lily no han llegado a recogerla todavía¿crees que podríamos llevarla? –dijo rápidamente el muchacho, mirando a su padre.

Por supuesto, pero ¿no se preocuparán sus padres al no encontrarla aquí? –preguntó el señor Potter.

Ella se comunicará con ellos –contestó James, mirando a su madre también- y si se van a demorar, podríamos llevarla, si no, quizás la podemos acompañar hasta que lleguen.

Que buena idea, hijo… -le dijo su papá- claro que la llevaremos.

Lily salió a la calle muggle a buscar un teléfono público acompañada de la Señora Potter. Sus padres estaban aún en casa de su amiga y se les haría muy tarde llegar hasta Londres para llevarla a casa. La señora Potter y la señora Evans se pusieron de acuerdo y la señora Evans le agradeció infinitamente a la señora Potter por la atención que estaba tomando con su hija, pero que su otra hija los había hecho retrasarse en exceso. Lily sonrió para sus adentros mientras volvían al caldero chorreante. Sus padres sabrían que Petunia los estaba demorando a propósito y eso le haría meritoria a un gran castigo. Lo mejor de todo es que era libre para molestarla sin que Petunia diga una palabra porque no le creerían. Los Potter se dirigieron entonces con las cosas de Lily y James hacia la calle muggle y Lily se sorprendió de ver que el señor Potter se dirigía a un automóvil. Mientras viajaban le comentó a Lily que era legal en el ministerio poseer un auto de esos y que les servía para viajes en los que llevaban tanto paquete.

Pero ¿sabías que los quieren prohibir, cariño? –Le dijo a su esposa- Quieren hacer desaparecer a los autos mágicos, y lo más curioso es que no es el departamento de uso incorrecto de objetos muggles, de hecho fue el joven Arthur Weasley quien me dio las instrucciones para encantar el auto. Es ese Malfoy que acaba de entrar… Le tiene manía a los muggles, querida…

James le susurró a Lily- Ahora se pondrá a hablar del ministerio por horas y mamá sólo dirá…

Mmmmhmmm –dijo la señora Potter mientras escuchaba a su marido.

Lily sonrió y James rió bajito. Se miraron y al instante volvieron a mirar a otro lado.

El viaje fue mucho meno incómodo de lo que Lily se habría imaginado. A decir verdad, los Potter eran muy amables con ella y no preguntaron cosas incómodas, a pesar de que James le dijo en señas que ellos sabían que ambos no se llevaban nada bien en el colegio. Llegaron a su casa y Lily se despidió de ellos. La verdad era que no sabía si las cosas iban a cambiar entre ella y James en el colegio, pero aquella noche, a pesar que luego no lo recordaba, tuvo los sueños más felices que había tenido en mucho, mucho tiempo.


¿EXTRAÑARON A MATILDA? pues... para los que sí... ¡VOLVIó! y para los que no... esperen una mini bomba fétida MUAJUAJUAJUAJUA... ejem... ejem... Bien, para los que me pidieron un capítulo más largo, ahi va, hacía tiempo que no ponía un capítulo de 14 hojas word de largo, no? jejejeje, bueno, espero que les guste y ya saben... si llegamos a los 63 reviews pongo tres capis seguidos! así que pásense la voz, re-lean, pongan los reviews que no habían puesto antes... jejeje... hablando de reviews...

Mary-Tonks: pues... lo que Remus dice es lo que sale en Todos los lobos van al cielo parte I y ya ves que no se queja mucho. en cuanto al capítulo anterior... pues que bueno que te haya gustado, la verdad no se me dan muy bien ese tipo de fics y sinceramente prefiero la accion/aventura... así que bueno, este fic requiere un poquit´+in más de romance pero solo en un par más de capítulos, vamos¿no quieren saber si harry derrota a Voldemort?

Dany-kanuto: Bueno, ahora puedes, porfis... a ver si llegamos a los 63 reviews... jejeje... creo que no les caería mal tres capítulos seguidos, o sí? gracias por dejarme tu review

CoNnY-B: Gracias por ponerme los puies en la tierra. SI ALGUIEN QUIERE LEER ROMANCE, LEA A CONNY! jajajaja, bueno, bueno, espero que leas esta igual de pronto y dejes review en los capis que no has dejado, y a ver si yo puedo escribir tres capítulos seguidos...:S

airam: Gracias bueno, si, otra profesía más, pero esta vez es sobre cuando y ddonde será la batalla final y cuando lo vean... bueno, espero que les guste. Y bueno, se supone que antes de ser enemigo fue amigo¿no? para algo tenía que servir... y sí James y Remus conocen a Sirius muy bien, no en vano son amigos, no? jejeje, que bueno que estés leyendo los one shots PORQUE LOS ONE SHOTS ESTAN RELACIONADOS CON ESTE FIC... es que a veces no los leen... espero que te haya gustado "TOdos los lobos van al cielo parte I" es una historia un poco triste, pero tiene un final feliz... gracias por tu review y sigue leyendo!

Ying-Fa-Aome: Capítulo más largo a la orden! Había caido en un bloqueo de escritor tremendo y luego descubrí que era a causa de la computadora, así que volví a escribir primero a mano y TAN-TAN fue MAGIA! jajajaja espero que te guste este capítulo

BeHoNeY: Bueno, en este no se pelean mucho... pero no les durará la tregua... MUAJUAJUAJUAJUA bueno, que te pereció este capitulo? ...