Fan Ficiton: El principio y el final

Capítulo dieciséis: Resumiendo, el fin está cerca.

Por: Lunis Jane Lupin

No soy J. K. Rowling y los personajes le pertenecen a ella (a excepción de las Windbag, Rose y Beth)

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Una vez más, tomó la pluma y la mojó en tinta. La puso sobre el que tenía que ser el millonésimo pergamino, rodeado de todos los anteriores, arrugados, rotos o reducidos a cenizas. Tomó una respiración profunda y comenzó a escribir.

Ginny:

¿Cómo has estado? Debo ser extremadamente fresco para preguntarte eso… pero como quedamos la última vez, te escribo…

En cuanto salimos de Hogwarts, como sabes, Hermione y yo pasamos por nuestras respectivas casas a recoger nuestras cosas y explicar a qué nos íbamos y que nos pasaría… en el caso de Hermione, sé que sus padres comprendieron luego de negarse rotundamente. En mi caso tío Vernon casi se pone a bailar de alegría, Dudley dijo que al fin se libraban de mi y tía Petunia… "Eres igual que ella, ni bien terminó se largó con ese…" claro que les dejé un pequeño regalito antes de irme… tardarán en borrar el nombre de mi madre y el de mi padre de las paredes de la sala de estar.

Luego, llegamos a la Madriguera. No sabes lo que fue estar allí… sé que estuviste incómoda, sé que no hablamos mucho, sé que me querías decir algo, pero no te dejé. En el fondo lo sabía. Lo veía en tus ojos, y no necesitaba que me lo dijeras. Todos nos miraban raro. Tu padre y tu madre son realmente asombrosos, aún después de todo me dejaron regresar. Pensé que tu padre me mataría, o no me dejaría entrar, o al menos me miraría mal, pero fue siempre amable. ¿Sabes qué era lo que hacía en las tardes, cuando me encerraba en la habitación de Percy? Me escondía tras las cortinas y te miraba allá abajo, en el jardín. Nunca me cansaría de verte. Te extraño tanto. Hermione seguía insistiendo en que te buscara, pero sabes que no puedo. Sabes que no debe. Sabes por qué hago esto.

Dales saludos de mi parte a tus padres y tus hermanos y diles que han sido, los Weasley han sido lo más parecido a una familia que he tenido, han sido mi familia. En cuanto nos fuimos de tu casa, sentí que gran parte de mí se quedaba ahí, en tu casa, con tu familia, pero sobre todo, contigo.

Cuando llegamos al sitio que Remus nos había conseguido cerca de la academia de la Orden, apenas tuvimos tiempo para acomodarnos y empezamos a estudiar. Mejor dicho, nos empezaron a machacar como si fuéramos bichos en un mortero. Esto es de locos. Tenemos clases en las mañanas, en las tardes y en las noches, de lunes a sábados, apenas si tenemos un espacio para almorzar a las cinco de la tarde y seis horas para estudiar, creo que no he dormido en dos semanas. Ya llevamos tres meses aquí encerrados sin hacer más que estudiar… y cuando no lo estamos haciendo… estamos en lo que importa. Realmente hemos aprendido mucho a deducir, sacar conclusiones y todo tipo de cosas… y es un alivio tener a Hermione y a Ron cerca, porque tener que pensar todo esto solo… sería para terminar suicidándome (creo que he pasado demasiado tiempo con Ron diciendo que lo haría).

En cuanto a Voldemort, poco a poco hemos ido descubriendo sus formas y sus trucos. En estos momentos estamos en medio de la tormenta. ¿Por qué escribo semejantes cosas en una carta? Porque Ron y Hermione te la darán.

Te escribo porque el final se acerca y no quería dejar de decirte lo mucho que te quiero

Harry dejó la pluma y releyó la carta que estaba escribiendo. ¿Cuándo se había convertido en un patético cursilón? Esto no era él, definitivamente. Era como rellenar una jarra con diez partes de agua y una parte de vino. Le dio una segunda leída y le gustó aún menos. Arrugó el papel. Era realmente estúpido.

Harry había estado soñando todo el mes de octubre, el mismo sueño, una y otra vez, y cada vez tomaba más sentido. El final estaba cerca. Por eso en aquellos días había estado intentando escribirle a Ginny, y por primera vez había pasado a algo más que un simple "Te escribo porque" se quedaba siempre allí.

¿Era Harry un sinvergüenza para enviarle una carta luego de tanto sufrimiento que le había hecho pasar? No, Ginny se merecía algo mejor. Definitivamente aquella carta estaba llenada mediocremente y no servía. Tomó su varita y le prendió fuego al trozo de pergamino, observando como este se hacía cenizas. No tenía idea de qué era lo que quería decirle a Ginny. O más bien no sabía como decirle que era probable que muriera pronto y que no olvidara que la quería mucho. ¿Y si simplemente lo decía?

Fue a su armario ropero en medio de la oscuridad de las primeras horas de la mañana y miró dentro. Allí estaba la túnica que Ginny le regaló para su cumpleaños. Era completamente negra como la noche y además contenía fibras de pelo de Demiguise, los cuales le daban la capacidad, no de hacerse invisible, como su fiel capa invisible, pero de pasar desapercibido, en especial en la noche. En el borde interior de la manga derecha, grabadas con hilos verdes y rojos estaban las siguientes palabras:

Nunca olvides lo que tuvimos.

H. J. P. & G. M. W.

"Nunca olvides lo que tuvimos" Tendrían que arrancarle el cerebro, el corazón y el alma para que Harry olvidara lo feliz que fue con Ginny… Hizo a un lado la túnica y cogió una de sus túnicas regulares para vestirse, eran las cinco de la mañana. Su primera clase comenzaba en hora y media. Miró al calendario… 30 de Octubre. Tendría evaluación general de sigilo y rastreo. Al rato se miró al espejo de pasada y se tapó la cicatriz con el flequillo y se dirigió a la cocina a ver qué habría de desayuno. Esta vez le tocaba a Ron… no habría problema, era Hermione la que no sabía cocinar…

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Lily, su padre, su madre y su hermana en frente de su casa. Aquella fue la que Lily seleccionó como la siguiente fotografía a pegar en el libro de recortes que había decidido llenar a causa del aburrimiento. Tomó su pluma y escribió.

Papá y mamá no se tomaron muy bien la noticia de mi compromiso con James. "¿Te das cuenta de que tienes apenas 18 años?" por supuesto que sabía que tenía dieciocho años, y que bueno que lo hice. Y Petunia que me decía que había metido la pata… cuando fue ella la que se adelantó el postre con el saco de carne que tenía por novio y luego se tuvo que casar al corto tiempo… ni siquiera nos invitó. El caso fue que mamá no quería oír de bodas de su hijita menor. Menos aún cuando le expliqué en cierta forma que me había metido a la Orden del Fénix "¿Una banda de narcotraficantes, o de terroristas?" comento la dulce Petunia. Finalmente papá habló, apoyó lo que quería hacer, pero quería que me esperara diez años…

Lily tomó otra foto, una mágica, esta vez James, sus adorables padres y su hermana Jane con su pequeño hijo Will la saludaban alegremente. Esperó a que el pegamento se secara, mientras observaba los rostros en ambas fotografías. Una lágrima estuvo a punto de escapársele. En cambio, tomó de nuevo la pluma, la mojó en tinta y volvió a escribir.

Por lo que Jane me contó luego, primero se lo habían tomado todo a broma. Cuando vieran que James no reía entonces se preocuparon. El hecho de que fuera yo, la linda y encantadora niña que habían conocido una tarde en Flourish y Blotts mientras esperaban por algunos libros ayudó en algo, pero no en mucho cuando a Jane se le escapó lo de que lo había estado rechazando por tanto tiempo. Luego… cuando vieron lo que estábamos decididos a hacer, aceptaron y fueron a buscar a mis padres.

Lily pasó la página y se detuvo entonces a escuchar. Sólo el rumor lejano de agua que corre. Negó con la cabeza y volvió a su labor. Las siguientes fotografías, mágicas también, era de ella, en una lucía un delantal del caldero chorreante, delante de una mesa que acababa de dejar impecable. La otra mostraba a la misma muchacha, ahora con casi diecinueve años, con una túnica de diario, acompañada por Sirius y por otra muchacha, de cabello largo y ojos oscuros.

Por supuesto, aquella noche comprendí que era hora de que la pequeña Lily hiciera algo por si misma, así que empaqué mi baúl y me fui de casa. Nunca más regresé a menos que no fuera de visita. Primero conseguí un empleo como camarera en el caldero chorreante, luego, las referencias de la profesora McGonagall me abrieron las puertas del departamento de uso incorrecto de la magia. Para mi sorpresa, Sirius también estaba trabajando allí, y fue cuando nos hicimos amigos. La muchacha de la foto era la otra trabajadora, una chica muy simpática, Isabel. Siempre me pareció que entre ella y Sirius pasaría algo… Mientras tanto, James iba a la academia de aurores del ministerio. A decir verdad, siempre pensé que le demandaría mucho tiempo. No es que le sobrara, pero nos podíamos dar el lujo de pasar el tiempo juntos… y planear la boda.

La siguiente foto hizo que dos lágrimas cayeran de sus verdes ojos. Una tristeza enorme la seguía embargando cada vez que pensaba en las dos personas que la acompañaban en aquella fotografía.

Rose y yo habíamos aceptado el trabajo que Dumbledore nos ofreció, al igual que James, Remus, Sirius y Peter y tantos otros más. Sin embargo Beth no quiso aceptar. Se mostraba muy reacia a hacerlo, y al contrario, se fue con su novio, Jack Windbag a vivir la vida muggle. Rose intentó convencerla, pero terminaron peleadas. A los pocos meses de aceptar, Rose obtuvo una misión, debía reportar todo lo que viera de una reunión en el cabeza de puerco de mortífagos, que es como se hacen llamar los partidarios de Lord Voldemort… uno de los que tenía que vigilar fue su ex novio, Darcy Avery.

Una lágrima cayó, mojando la tinta apenas seca en el pergamino. Lily continuó escribiendo, secándose la cara con el dorso de la mano libre.

Rose fue a recriminarle por estar dentro de los mortífagos, luego de enviar su reporte. Al parecer los mortífagos no admiten testigos. Avery la asesinó. Yo estaba tratando de convencer a Beth de que hiciera las paces con Rose cuando me llegó la noticia. Por un momento ambas lloramos. Lloramos por nuestra hermana. Luego, Beth me dijo que todo era por meternos donde no nos llaman, que eso teníamos por meternos a donde el guante nos quedaba grande. Yo le dije que si creía que esto me haría dejar la Orden, estaba muy equivocada, que con aún mayor razón estaría allí y que si podía, me encargaría de darle a Avery su merecido. Beth dijo que entonces ella no quería involucrarse en absoluto. Que viviría como una muggle con Jack y que nunca más la buscara, a menos que decidiera unirme en su vida muggle. No he vuelto a verla ni he sabido nada de ella desde entonces.

Se detuvo de nuevo. Le dolía que su amiga no le hablara, pero era comprensible. De haber sabido lo que le estaba pasando en aquel momento, ella habría convencido a James de hacer lo mismo. Aunque pensándolo de nuevo, siempre supo que estaría en peligro, sólo que nunca hasta que punto. Le había tocado una de las peores partes, pero lo bueno que había vivido no se lo quitaba nadie. Secó su rostro con la sábana de su cama, que era donde estaba sentada, haciendo su libro de recortes. Tomó la siguiente foto y sonrió. Era una donde ella estaba vestida de novia en los brazos de James. Ese era un ejemplo perfecto de lo que había obtenido.

James y yo nos casamos el primero de Octubre del 79. Y realmente fue uno de los mejores días de mi vida. ¡Me estaba casando con el hombre de mi vida! Nos divertimos mucho. Todos estuvieron ahí, y hasta Sirius trajo a Isabel como pareja, aquello fue inesperado por todos los asistentes, ya que sabían que Sirius no traería a cualquier chica a la boda de su mejor amigo, traería a LA CHICA. Remus también fue acompañado, aunque me dio la impresión de que no estaba tan feliz. La muchacha era muy parecida físicamente a Jane, la hermana de James, pero nadie pareció notarlo. Es que casi nadie sabe que Remus estuvo enamorado por mucho tiempo de Jane. Lastima por él que ella estaba felizmente casada y tenía un precioso hijo. Pero lo mejor vino después. James es el mejor esposo que una mujer pudiera pedir. Es muy cariñoso, me respeta, me quiere, me hace reír, me mima, es responsable, lo que nadie me cree, y lo más importante de todo, me ama. Me ama y yo lo amo a él. Es perfecto para mí.

Lily volvió a hacer una pausa. El sonido de agua corriendo seguía no muy lejos de ahí. Lily se asomó por la ventana y vio a James en el patio, lavando la ropa. Lily sonrió al verlo dirigir con su varita el agua y la espuma mientras la ropa se lavaba. James siempre la ayudaba con las cosas de la casa. Eran un buen equipo.

- ¿Cómo te va con la ropa, cariño? –preguntó Lily desde la ventana de su habitación.

- Ya casi está lista, mi reina. –respondió él con un tono encantador- ¿Y cómo vas con las fotos?

- Pues ahí, bien… hay fotos y fotos… -dijo Lily.

- No te preocupes por nada, hoy lo hago todo yo. –le dijo James, Lily sonrió.

- ¿Sabías que eres el hombre de mi vida? –le dijo.

- Te demoró aceptarlo… -le dijo en tono serio, mas luego sonrió- pero valió la pena esperar…

- ¡Te amo! –le dijo Lily y se metió de nuevo para continuar con su labor.

Esta vez le tocó a un recorte de periódico que borró toda sonrisa de su rostro. Todo el brillo de sus ojos los abandonó y sus ojos se nublaron mientras aplicaba el pegamento.

Una semana después de que nos casáramos, los padres de James invitaron a los míos a un almuerzo familiar en la casa Potter, allí estaban ellos y Jane con su esposo y su hijo. James y yo estábamos fuera, de luna de miel, en la cual teníamos un par de misiones que cumplir para la Orden. Fue entonces cuando descubrimos que había un espía en la orden y que era alguien cercano a nosotros. Sólo personas muy cercanas sabían de esta reunión.

Lily tuvo que detenerse de nuevo. Aún le dolía mucho, aunque ya fuera hacía un año y algo más. La muerte de tus padres no es algo que se olvide tan fácil.

Un grupo de muy bien informados mortífagos entró en la casa. Arrasaron con todo, mataron a todos, destruyeron la casa, no dejaron nada… en cuanto el fénix de Dumbledore llegó a donde James y yo estábamos comiendo, mi corazón dio un vuelco. James no me quería dar a leer el pergamino, pero las lágrimas en sus ojos me dijeron lo que necesitaba saber. Cuando leí aquel pergamino y este se hizo cenizas yo aún no reaccionaba.

Lily se encogió un momento, abrazando sus rodillas y balanceándose ligeramente en la cama. Su padre y madre, suegros, cuñada, concuñado y sobrino estaban muertos, asesinados por los mortífagos, por Lord Voldemort. Lágrimas de rabia mojaron sus rodillas. Recordó a su hermana y eso no mejoró su ánimo. La mujer había venido a reclamarle la muerte de sus padres y le había dicho que no se acercara a ella ni a su familia nunca más, que en adelante petunia Dursley no tenía más familia que su marido y el hijo que estaba esperando.

Estuvo a punto de dejar de una vez por todas su libro de recortes y continuar luego, pero las siguientes dos fotos la animaron. Eran de lo mejor que le había pasado en la vida. Una Lily muy embarazada la saludaba abrazada de James y al costado de Sirius y Peter (Remus andaba de misión en el extranjero).

Para las navidades de ese año, papá Noel no nos pudo traer mejor regalo. Me enteré de que estaba embarazada. James se puso a saltar de alegría como un niño al que le han dicho que irá a Disneylandia. Sirius se ofreció de inmediato para ser el padrino. Remus nos envió una lechuza en cuanto se enteró. Remus ha estado muy raro, evitándonos… desde la muerte de Jane. En fin. En adelante James se hizo insoportable, es decir, no me dejaba tranquila, andaba pendiente de mí, cuidándome, mimándome más que nunca, James es un amor, pero a veces me desesperaba, creo que una o dos veces hice que le brotaran espárragos de la nariz, pobre, pero las mujeres embarazadas no son muy pacientes… en especial cuando las engríen mucho.

Lily pegó con cuidado la siguiente foto, como si fuera de oro. Ella estaba recostada con un bultito de mantas sobre el pecho, de las mantas salía una cabecita con abundante cabello negro. Esta vez, las dos lágrimas que se le escaparon fueron de alegría.

Harry James Potter nació el treinta y uno de julio de 1980 a las tres de la mañana en nuestra casa. Pesó dos kilos novecientos y midió cuarenta y ocho centímetros. Desde el primer día fue la viva imagen de su padre, pero me enorgullece que haya sacado mis ojos. Es un niño dulce y muy tranquilo. Aunque asumo que para cuando crezca, con la influencia de James y Sirius será todo un diablillo…

Esta vez Lily dejó de lado el libro para no cogerlo en mucho rato. Eso había sido demasiado optimista. Por otro lado aún tenía las esperanzas de que todo terminara y pudieran ser libres de nuevo. El domingo en la noche, Sirius había sido testigo del encantamiento fidelio que se llevó a cabo entre Peter y James. Peter protegería el secreto de la ubicación de la familia Potter mientras los mortífagos buscaran a Sirius o incluso a Remus para sacarles la información. Lily no estaba muy de acuerdo, pero Sirius parecía tan convencido que sería la mejor forma de protegerlos, que lo hicieron.

Lord Voldemort los estaba buscando. Y por lo que habían entendido de Dumbledore, pues este no había sido muy claro, buscaba a Harry. ¿Qué daño podía hacer un niño de un año¿SU niño de un año? Lily se dirigió a la habitación del costado. En la cuna, un niño de poco más de un año jugaba con unos muñecos de peluche. Lily lo miró enternecida. Harry había crecido mucho en tan poco tiempo. Era muy triste pensar que todo podría acabar pronto. Un sentimiento de desesperación invadió su pecho. Un gran vacío. Se dirigió a la cuna y tomó a su hijo en brazos, y lo abrazó fuertemente.

- Mami, mami. –dijo el pequeño mientras Lily lo mecía un poco.

- Mami te quiere mucho, Harry, -le dio un beso en la frente- no lo olvides. ¿Me prometes que no lo olvidarás?

- I –dijo por toda respuesta, dándole un torpe beso a su madre.

Lily lo llevó abajo, a donde estaba James. Segundo día de encierro. ¿Cuánto les duraría el encierro al que Dumbledore llamaba protección? Lo que Peter se demorara en resistir… ¿Resistiría Peter en caso de ser encontrado? No era que desconfiara de él pero nunca lo había visto muy valiente. Sin embargo, su vida, la de su esposo y la de su hijo dependían de él ahora…

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Listo, este ya está, el siguiente será el penúltimo capítulo del fik, y por supuesto, el más importante. Esto, no sé que más decir… sólo que me da mucha, mucha, muchísima pena acabarlo, creo que por eso no me esforcé en acabarlo rápido¡NO QUIERO QUE SE ACABE!... pero todo tiene su final… en fin. Ya saben que el capítulo anterior, este, y el siguiente serán puestos simultáneamente. Si quieren saber como termina, ya saben que tienen que hacer… ¡REVIEWS! Me gustaría que llegáramos a los cien. Si llego a los cien antes del fin de Agosto, prometo que no mataré a nadie… ¡Nah! El final ya casi está listo… y no soy Joanne "mato a mis personajes" Rowling… esperen, acabo de matar a varios en este capítulo…:S

Nos vemos pronto… los reviews los responderé por correo.