Abrí mis grisáceos ojos de nuevo fijándolos en la blanca nieve que apenas contrastaba con mi clara tez, mi rostro que estuvo dulce durante la conversación con Ginny cambió de pronto a uno frío, distante. Me sequé una pequeña lágrima que rodaba por mi ahora helada mejilla y me puse en pie con agilidad. Eché a andar hacia el lago y entrelazándome las congeladas manos tomé aire.
-Has tardado mucho-dije con una voz capaz de congelar el mismísimo infierno.
Una sombra negra apareció detrás de un árbol, justo a mis espaldas.
-No te dejes engañar por las apariencias, he estado aquí todo el tiempo, he visto todo. Lo único que deseo es que seas tan buen actor como pareces y no que tus sentimientos te hayan traicionado.- dirigí una gélida mirada hacia aquella que por la voz parecía ser una mujer.
-Jamás, nunca- la cogí por el cuello y la puse contra aquel árbol del que ella había salido momentos antes, el sentimiento de tristeza junto con el dolor de sentir que alguien desconfiaba de mi poder me hizo reaccionar como una bestia, como la bestia que estuve tratando de domar solo por "el plan"- y escúchame bien, nunca vuelvas a ponerme en duda.
El pánico apareció en los ojos de la mujer en un destello fugaz de la luna llena antes de esconderse tras un ejercito de nubes.
-Suéltame, ¡mal educado! – obedecí y la dejé caer al suelo.- eres igualito que tu padre- me contestó como protesta mientras se ponía en pie y se sacudía la nieve de su capa. En un ágil movimiento sus arrugadas manos apartaron la capucha que la hacía seguir en el anonimato.
-vaya, que...guapa- susurré con sorna al verla la cara. Era una mujer de mediana altura, de pelo negro y corto, algo mayor, pero a lo que yo me refería era a unos cortes en su rostro y a un ojo amoratado a juego con sus finos labios, no era nada inusual, pero se suponía que ella había estado viviendo en el bosque, así que pensándolo bien no era tampoco tan raro dadas las circunstancias. Era inexpresiva, como una estatua de hielo en medio de aquel paisaje blanco.
- No seas estúpido, no tengo tiempo de tus tonterías- me contestó ella con una voz serena, que no consiguió alterarme.
-Bueno, Bella, supongo que tendrás que mandarle un mensaje al Señor Tenebroso...- por unos segundos recordé todo lo que había pasado con Ginny, pero recapacité a tiempo, ladee mi sonrisa y con voz de triunfo y aquel gesto arrogante, continué-dile que el plan ha funcionado, que la niñita Weasley cayó en la trampa. Potter y ella están juntos...-tomó aire para poder continuar.- solo hay que darle tiempo para que su amor sea lo suficientemente fuerte...
Ella me miró con satisfacción.
-el Señor Tenebroso hizo bien en confiar en ti, estará contento de que el plan vaya sobre ruedas.- dijo con voz grave- en seguida tendrás noticias de los siguientes pasos que deberás seguir, no te traiciones a ti mismo..-concluyó Bella misteriosamente. Y con un movimiento de capa se desapareció.
Miré con interés el lugar vacío que había dejado Bella, y pensé si yo acabaría como ella, huída de Azkaban, mortífaga fiel de Voldemort. Pero al cabo de unos minutos la lluvia empezó a calarme los huesos y decidí que era mejor regresar al castillo; y con un tremendo sentimiento de mal estar llegué a la sala común. Estaba vacía igual que mi estómago. Cuando empecé con este absurdo plan al que me obligó mi padre a llevar a cabo creí que sería un lujo joder a Harry Potter, joderle como nadie en el mundo. Pero (pensaba mientras dejaba su mojada cama encima de su cama y se ponía el pijama) cuando empecé creí imposible que ese estúpido me la robase, creía que ahora la guerra era entre ambos, entre nuestros orgullos varoniles, pero...
FLASH BACK
Estaba yo en mi sala común tranquilamente mirando la danza del fuego mientras la estúpida de Pansy no dejaba de mirarme embobada. Babosa! Cuando de pronto lo que pareció una cabeza apareció en el fuego fugazmente. Tan rápido como pude eche a la gente de la sala común, hice gala de mi titulo de prefecto y todos fueron a sus habitaciones.
Al cabo de cinco minutos una cabellera rubia apareció en el fuego.
-DRACO!- gritó mi padre desde el fuego.-ERES UN AUTENTICO IDIOTA!.
Le miré sin comprender.
-no grites padre- le dije con cautela, por si alguien bajaba de nuevo.- que quieres?
El me miro inquisitoriamente.
-he oído cosas- empezó con rencor y enfado-que me hacen creer...que ERES UN IDIOTA, si estuviera ahí...- me sentí algo amenazado, pero la verdad es que no entendía nada.
-que es lo que has oído por ahí?- le pregunté con paciencia, como si no me hubiera insultado.
-además de idiota eres tonto...-dijo con frialdad- sobre tu plan, imbecil!la estúpida niñata Weasley!te estas retrasando y...dicen por ahí que eres un traidor! que realmente el plan se esta volviendo en contra tuya..
Le miré con sorpresa, pero supe reaccionar.
-Nunca vuelvas a cuestionarme...mi plan se toma tiempo, pero lo tendréis...así que deja de darme el coñazo.
Y con un hechizo apagué el fuego. Le odio, lo juro que el día que pueda... se morirá accidentalmente... Empecé a reír cínicamente...
Fin DEL FLASH BACK
Esto fue lo que me hizo reaccionar y darme cuenta de que la línea básica de mis planes había variado peligrosamente hacia MIS sentimientos y se había alejado de SUS ordenes. Esto era peligroso, pero aquí estoy, anulando sentimientos y dedicándome ciegamente a sus ordenes. ¿qué más quería que hiciera por él, Bella le había dicho que esperase instrucciones... a qué se refería?
