CAPITULO 3: LA VUELTA A HOGWARTS
-¿Ginny?... ¿Ginny-sentía a Hermione sacudirla y gritarle en el oído-¿Te encuentras bien-siguió al ver a la pelirroja abrir los ojos.
-S-Si…es que tuve una pesadilla-contestó al mismo tiempo que se acomodaba en su cama, y se abría la puerta de la habitación dejando entrar a su mama y a Bill.
-¿Te encuentra bien-le pregunto su mama sentándose en la cama de Ginny y mirándola preocupada.
-Si, ya estoy mejor, solo tuve una pesadilla-contestó la chica, pasando su mirada desde Hermione, su madre y su hermano mayor, este ultimo, era el que menos se creía la respuesta.
-Ven, vamos que te voy a servir un vaso de leche-dijo Bill tendiéndole la mano para que la acompañe. La pelirroja se levantó y salio de la habitación bajo la mirada preocupada de su madre y de su amiga.
Bajaron las escaleras, y cuando llegaron a la cocina, Ginny se sentó mientras su hermano le preparaba un vaso de leche.
-¿Me querés contar la pesadilla-le dijo Bill.
-En realidad...no, fue un sueño nada más, creo que me asuste-le dijo esquivando su mirada- solo porque se sentía tan real.
-Mmmm… ¿Por qué será que no te creo-le dijo buscándole la mirada.
-Bueno, ese no es mi problema…prefiero no hablarlo, ¿si-le dijo levantándose y subiendo las escaleras hacia su habitación. Cuando llego, vio que Hermione no estaba, y se acomodo bajo sus sabanas y trató de no pensar, deseaba poder borrar sus pensamientos, pero tenía grabada en su mente la mirada fría de Tom…así lo llamaba ella, quizás solo fue un sueño, aunque no lo parecía. Hermione entró minutos después, pero Ginny cerró los ojos para simular estar dormida, la morena, parecía haberle creído ya que se acostó en su cama y al rato ya pareció estar dormida. Ginny, sin embargo, no pudo hacerlo en toda la noche.
La mañana siguiente comenzó tranquila, aunque Ginny no dejaba de preguntarse porque había tenido aquel sueño, se sentó a desayunar junto a Harry que la miró intrigado cuando entró a la cocina la pelirroja ya que esta no saludo con su buen animo, como la hacia comúnmente.
-¿Estas bien Ginny-le preguntó su madre mientras le daba el desayuno. Ginny que ya estaba harta de que le pregunten eso, solo asintió con la cabeza de la mala forma. Molly Weasley, decidió entonces que era mejor no preguntar.
Ginny se levantó antes de terminar el desayuno y subió a bajar su baúl. Cuando bajaba las escaleras lentamente los pensamientos volvieron a su mente… "quizás halla sido mas que un sueño", se cruzó en el camino con Ron que recién subía de desayunar-Buenos días, Ginny- "talvez deba hablar con alguien" escuchó que unas fuertes pisadas bajaban las escaleras detrás de ella y se dio vuelta bruscamente, era Hermione que parecía bastante enojada "seguramente se peleo con Ron", pero entonces Hermione sin decir palabra alguna pasó junto a la pelirroja y ni siquiera la miró. Esto comúnmente habría molestado a Ginny, pero como prefería estar sola, solo la siguió con la mirada y bajo su baúl. Se sentó encima de este en la puerta de la Madriguera esperando al resto de al familia.
-Hola Ginny-la saludo la voz de Lupin a sus espaldas.
-Hola profesor-le contestó la chica tratando de sonar animada, pero Lupin la miró con cara de desconfianza y cuando estaba por preguntar algo, la chica se adelanto-¿Vamos solo con usted- el licántropo afirmo solo con la cabeza y entra a la Madriguera.
Un rato después la Sra. Weasley, Hermione, Ginny, Ron, Harry, Bill y el profesor Lupin estaban en el anden 93/4 esperando por viajar nuevamente a Hogwarts.
Cuando cruzó la pared la pelirroja se sintió un poco mejor, sabía que estando en Hogwarts Voldemort no se acercaría a ella ni a sus amigos. Entonces se sintió mejor. Ayudada por Bill subió el baúl y bajo para despedirse del resto de su familia. Los gemelos le habían mandado saludos pero tenían "asuntos que atender", su padre había tenido que partir temprano en la mañana por asuntos de la orden, así que solo se despidió de su madre-Pórtate bien y no dejes a Ron meterse en problemas-Ginny le dio un beso a su madre. Luego a su hermano, y subió al tren junto a Harry, Ron y Hermione.
-…seguro que si, porque siempre se la agarra con nosotros-se escuchó decir una voz dentro de un compartimiento, Ginny reconoció la voz como al de Neville. Abrió la puerta del compartimiento y lo encontró a el y a Luna hablando animadamente. Entraron al compartimiento, Ron saludo a todos animadamente y entro seguido por Harry que se sentó junta a Neville y Hermione junto a Ron que estaba junto a Luna, que lo miraba embobada. La ultima en entrar fue Ginny, y fue la que quedo mas cerca de la puerta y se sentó junto a Harry. Levantó los pies y los puso en el otro asiento.
-No te sientes así-le dijo Ron enojado-eres una señorita.
-Yo me siento como quiero-le contestó, y acto seguido le sacó al lengua y miró hacia el pasillo. Pero entonces por la puerta aparecieron tres figuras una más pequeña en contextura que las otras dos.
-Pero que tenemos aquí….dos pobretones, una sangre sucia, una loca, un tonto y por ultimo…el cara-rajada-Potter-dijo la voz fría de Malfoy. El chico miró a todos y se detuvo en Ginny que lo miraba con aborrecimiento.
-¿Te parece forma de sentarse, Weasley-le dijo mirándola despectivamente.
-Mmmm…-dijo Ginny con un dedo sobre su cara-Si-le dijo haciéndose la inocente.
Draco la miró algo sorprendido por la reacción desafiante de la Gryffindor, pero en vez de decirle algo le sonrió.
-Por lo menos tiene personalidad…la verdad que Potter no te merece, Weasley-le dijo antes de irse, dejando a Ginny mirando la puerta sorprendida, se había esperado un insulto por parte de Malfoy, pero el chico no se lo dio. Se dio vuelta para ver al resto de sus acompañantes que la miraban sorprendidos, salvo Luna que reía y Harry que estaba furioso.
-¿Pero quien se cree que es el estupido ese para decir eso-dijo Harry furioso. El resto del vagón comenzó a reír a carcajadas, por lo que Harry se puso colorado.
Luego de un rato Hermione, Ron y Luna se marcharon ya que eran prefectos, Luna había sido elegida ese año.
-¿Y vos-preguntó Neville a Ginny que ahora se despedía de Luna con un saludo muy gracioso que habían inventado.
-Yo ¿qué-le contestó, pero luego se dio cuenta de la pregunta-no sé…pero prefiero no ser prefecta, es mejor cortar la tradición-dijo mirando a Ron graciosamente.
-Aunque mamá no esta muy contenta con tu corte-le dijo Ron al mismo tiempo que Hermione lo empujaba para que salga del compartimiento y para que se callara la boca.
Los tres prefectos se fueron, dejando a Ginny, Harry y Neville en el compartimiento. Al rato de que estos se habían ido paso el carrito con los dulces, Ginny no compro nada, algo que Harry noto entonces le compró una caja de ranas de colores que cambiaban de color cada mordisco que le daban. Ginny se puso muy contenta y le agradeció con un beso en la mejilla. A pesar de que había decidido olvidar a Harry, tuvo que ganar una batalla interna para decidirse a darle aquel beso. El chico le sonrió con un leve sonrojo cosa que a Ginny le gusto mucho, pero de lo que no se había dado cuenta era de que ella también tenia un leve sonrojo, se habían quedado mirando un rato, que para Ginny fue el cielo, mirar esos ojos verdes tan lindos, se acordó entonces porqué se había enamorado de Harry Potter.
Las miradas solo fueron interrumpidas por Neville casi gritando, había comido un chocolate sorpresa, de esos que uno no sabe que le puede pasar, y parecía que tenía algo que quería salir de su boca de cualquier forma. Ginny y Harry solo empezaron a reír y a gritarle a Neville que lo mordiera, que así se quedaba quieto, pero el chico no podía., entonces abrió la boca y salio un pájaro de chocolate que choco contra el vidrio en su deseo de escapar y se transformo en una gran mancha marrón sobre el vidrio.
-Voy a tomar agua…me dejo doliendo la garganta-dijo Neville algo rojo, ante la mirada de Harry y Ginny que esperaron que se fuera para reír aun mas fuerte.
Ginny miro a Harry y se encontró con los ojos del chico, que la miraban, se sonrojo un poco, y miro para la ventana.
-Por lo menos ahora estas de mejor humor…-le dijo divertido a la pelirroja, que se dio vuelta sorprendida, ¿acaso Harry se había dado cuenta de su animo? Pero el chico se adelanto a la pregunta.
-Me di cuenta no te comportabas normalmente.
Ginny le sonrió, se puso feliz al darse cuenta de que no era invisible ante el pelinegro. Le sonrió alegremente, a lo que el chico respondió quedándose mirándola por un rato, para luego sonrojarse un pococ cosa que no hizo más que dejar feliz a Ginny.
