CAPITULO 6: GINEVRA
La primera semana de clases paso con tranquilidad, salvo una que otra pelea con Snape, lo que significaba la baja de varios puntos para Gryffindor, aunque a esta altura ya estaban bastante acostumbrados. Otro regalo de la primera semana de clases fueron los interminables pergaminos que deberían entregar la semana próxima, especialmente de Pociones y de Historia de la Magia, las dos clases que mas odiaba la menor de los Weasley, por eso mismo, ese viernes por la tarde Ginny y Britney, decidieron pasarla en la biblioteca, terminando uno de los tres pergaminos que les había encargado Snape como castigo. Pero como se habían cansado de ver interminables reacciones por Pociones mal hechas que borraban la memoria, se dispusieron a buscar sobre la batalla de lo centauros en el siglo XV que tenían que presentar el lunes siguiente.
-Creo…creo que lo encontré-dijo Britney entre una pila de libros, bastante viejos.
-Haber-le dijo la pelirroja extendiendo su mano y recibiendo un pesado libro. Ginny que no había preparado su mano para semejante peso, torció la muñeca, cayendo sobre otros libros y finalmente colapsando toda la montaña de libros que habían sacado en el piso.
-Shhhhhhhhhhh-se escucho de todas partes de la biblioteca. Ginny enrojeció a más no poder, y se agacho a levantar los libros.
-¿Me ayudas-le dijo a su amiga que la miraba divertida.
-Podes solita, además vos los tiraste-le contesto Britney antes de levantarse en dirección a los estantes de libros.
-Yo puedo ayudarte-le dijo una voz desde atrás. Ginny levanto la vista de debajo de la mesa y se encontró con los ojos verdes de Harry Potter, le sonrió y asintió con la cabeza. El chico levanto unos libros y una vez que los recogieron todos Ginny se sentó en uno de los banquitos y Harry se sentó junto a ella.
-Te estaba buscando-le dijo mientas se sacaba los anteojos y los limpiaba con su túnica. Ginny entonces se quedo colgada, esos ojos verdes ahora en su plenitud la miraba expectantes.
-Ah, ¿si-fue lo único que atino a decir.
-Si, es que quería decirte que este sábado son las elecciones de cazadores, para que te presentaras.
-¿Cómo sabes, ¿Qué sos el capitán-preguntó Ginny con una sonrisa de oreja a oreja que dejo al pelinegro cautivado.
-Eh…si, la profesora McGonagall me lo dijo ayer por la tarde-dijo Harry tímidamente y bastante sonrojado. Ginny sonrió ante el nerviosismo de Harry, moviendo la cabeza graciosamente, lo que origino que un mechón de su cabello rojo como fuego se deslizara sobre su rostro. Harry se lo corrió con delicadeza y se lo coloco detrás de la oreja. Ginny lo quedo mirando, el chico nunca había tenido esos gestos con ella, sin embargo no se sonrojo, solo le sonrió en agradecimiento y bajo la mirada.
-Ginny…-comenzó a decir Harry, pero no continuó, solo se quedó allí, mirándola, cosa que incomodo a Ginny.
-¿Qué-le dijo volviéndolo a mirar, esta vez con mas seguridad. Pero se quedaron mirando una vez mas a los ojos, no entendía muy bien porque, pero no podía mover la cabeza, ni desviar la mirada. Pero no quería eso, no quería volver a enamorarse de Harry Potter. Eso significaría, no poder estar junto a el sin sonrojarse, sin ponerse nerviosa. Lo quería todavía, si, pero esta vez era como un amigo, y no quería que eso cambiase. Pero era más fuerte que ella. Sintió entonces como el fuego comenzaba a subir hasta su rostro…
-¡Mirá lo qué encontré, Ginny-dijo la voz de Britney desde atrás.- ¡Upps, perdón no sabía que estabas acompañada.
-No, esta bien…-dijo la pelirroja agradeciendo a su amiga-Harry me vino a decir que el sábado son las pruebas para entrar al equipo.
-Ah, ¡que bien, hay que decirle a Collin que también quería entrar-le contesto Britney mientras se acercaba a la mesa, y apoyaba un pesado libro.
-¿Collin-dijo Harry medio decepcionado.
-Si-contestaron las dos chicas con una sonrisa. Harry cambio repentinamente la expresión. Y se acomodo en su lugar, esta vez mirando a otro lado. -¿Qué le pasa-dijo Britney sin pronunciar sonido, solo moviendo los labios, lo suficiente claro para que su amiga la comprenda. Ginny solo levanto los hombros, demostrando que no sabía. Britney, entonces bajo la vista y la poso en el libro.
-Como sea-dijo, provocando que Harry se voltease a verlas-escucha lo que encontré-levantó la vista del libro y miró a Ginny a Harry-es sobre Ginevra.
-¿Quién-preguntó Harry mirando a Ginny.
-Una bruja de las que nos hablo McGonagall. Dicen que…-pero no pudo terminar ya que Britney la interrumpió comenzando a leer de libro.
-"Ginevra fue el nombre de una bruja que practico magia negra entre los años 1455 y 1598, ella fue lo que en esos momentos se conocía como la Reencarnación del Minsgrel, según brujos antiguos, esta era una muy poderosa bruja que utilizaba magia negra para cumplir deseos, y cobrar grandes fortunas por ellos. Ginevra, conocedora de las magias negras mas antiguas, las utilizó para sus propios beneficios, en la búsqueda de la vida eterna.
Su verdadero nombre era Ginevra Branderwer, provenía de una familia de magos de sangre pura, y fue la primera mujer luego de trescientos años, de solo traer al mundo hombres. Al cumplir los quince años, grandes poderes despertaron dentro suyo, así también como lo hizo la ambición, que venían con aquellos conocimientos.
Finalmente, luego de la batalla de Mooreland, el mago más poderoso de esa época, Merlín, la encerró en un dije de oro, que fue guardado en el ministerio, pero ante de su traslado a Azkabán desapareció, y no se conoce su paradero actualmente"-termino de decir Britney, casi sin aliento.-Aquí hay una foto del dije.
Ginny y Harry se acercaron a verlo y se encontraron con una cadena de eslabones bastante chicos, con un marco en forma de corazón y dentro de esto se podía ver sangre, ya que el corazón era transparente.
Ginny volvió a su lugar pensativa, demasiadas coincidencias para su gusto. Sintió entonces la mirada de Harry, y comprendió que el chico pensaba lo mismo. Britney, por otro lado, parecía no entender.
-Yo quisiera un dije como ese…-dijo soñadoramente. Luego se levanto y fue hasta los estantes de Herbología, que eran los que mas lejos estaban.
Un silencio incomodo invadió entonces el lugar. Ginny se giro a ver a su amigo, y se encontró con los ojos de Harry que la miraban preocupada.
-¿Cuándo cumplís años, Ginny-le pregunto Harry. La chica lo miro enojada, como era posible que no supiera cuando era su cumpleaños.
-Dentro de un mes-le contestó enojada, después se paro y fue al banco de enfrente de Harry, y casi como un susurro le dijo-¿Me prestarías la capa de invisibilidad y el mapa del merodeador esta noche?
Harry la miro extrañada. Ginny comprendió entonces que el nunca le había dicho de la capa ni del mapa, entonces como sabía ella de todas esas cosas.
-Sirius-dijo despacito.
-Ah…-contesto Harry, ¿divertido?
Ginny lo miro como tratando de volver a la pregunta inicial, y el chico asintió con la cabeza. Pero cuando se estaba llendo se volvió rápidamente hacia la pelirroja que abrió los ojos bien grandes, y le dijo también como un susurro:
-Solo si yo vengo también-y se dispuso a salir.
-¿Harry-le dijo Ginny antes de que salga.
-Quédate tranquila, que no le digo nada a Hermione ni Ron-dijo Harry con una sonrisa, y luego salio por la puerta principal.
Esa noche, cerca de la medianoche, Ginny bajo a la Sala Común de Gryffindor y se encontró a Harry leyendo una revista. Se acercó al chico y le sonrió.
-Hola.
-Hola, Gin-contesto Harry, se paró y caminaron hacia el retrato.
-¿Adonde van-dijo una voz desde atrás. Los dos se quedaron quietos, paralizados, sin mirar atrás.
