CAPITULO IV

La compañía partiría ya. Naira acarició largamente a Telemnar y después de hablarle y cantarle algunas palabras en élfico, se separó de él dejándolo correr libremente entre los bosques.

Boromir nunca había visto una elfa tan de cerca antes. Estaba maravillado por la belleza y el brillo inusual que tenia. Decidió sacudir la cabeza y mirar a otro lado, sabia que si estaba obligado a viajar con ella debía dejar todos esos pensamientos a un lado y tratarla como un miembro mas de esa misión suicida (según el) a la que se dirigían.

- Dejar ir a un caballo tan hermoso! qué piensa aquella elfa? – dijo.

- Estoy seguro que el dolor es muy grande para ella, pero es lo correcto – dijo Gandalf mirando a Naira – un animal así no soportaría esperar en un establo hasta que su dueña regrese.

Gandalf se acercó a ella.

- Lo mejor pequeña, fue por lo mejor – dijo

La compañía había emprendido ya el viaje a la destrucción del anillo y se encaminaban hacia las Montañas Nubladas. Aragorn caminaba con Naira y Mithrandir, seguidos por Boromir, los cuatro hobbits, Legolas y Gimli. Llegaron a un sitio adecuado para descansar un momento.

Boromir enseñaba a Merry y Pippin a pelear, ante las miradas atentas y divertidas de los demás.

- Vamos mueve las piernas – les decía Aragorn.

Ambos hobbits rodearon a Boromir y con el grito "Por la Comarca" lo tumbaron en el suelo.

- ¿No peleas? – dijo Merry a Naira, entre feliz y agotado - ¡Boromir es un buen maestro! – dijo entre carcajadas.

Boromir dio una mirada a Naira.

- Querido Merry, no creo que …-

- Bueno si nos acompañarás será bueno que sepas como defenderte - dijo Boromir – ese arco no te protegerá en un combate cuerpo a cuerpo.

- Boromir …. – dijo Aragorn, poniéndose de pie.

- Está bien, Aragorn – interrumpió Naira – él tiene razón, debo aprender a defenderme ¿no?

Ella lo miro con una sonrisa y Aragorn se la devolvió.

Naira sabía que Boromir había hablado con Gandalf y Elrond antes de partir pues no estaba de acuerdo con el hecho de que una mujer tenga que acompañarlos (elfa o no, es una mujer! dijo Boromir), él pensaba que tener que proteger a cuatro hobbits era demasiado y encima tener que protegerla a ella! Más por la insistencia de Gandalf y Elrond él no tenía más remedio que aceptar…ahora ella le demostraría quien tenía que proteger a quién…

Se pusieron al medio y Boromir le alcanzó una espada a Naira. Los hobbits y el enano miraban atentos (Sam y Frodo también se unieron al grupo) y Legolas (¡esto vale la pena ver! pensó el elfo). Gandalf y Aragorn observaban sentados muy cerca visiblemente divertidos.

Naira tomó la espada que los hobbits habían dejado y se paró delante de Boromir. El le enseñó algunos pasos básicos de defensa y ataque.

- Bueno creo que podemos comenzar – dijo él

Se pusieron frente a frente en posición de ataque. El se acercó a ella y trató de atacarla pero fue eludido por un rápido salto hacia atrás de Naira. Enseguida ella se inclinó en un ágil movimiento hacia él deteniendo la punta de su espada a escasos centímetros de Boromir quien la miraba asombrado.

- ¿Qué puedo decir? Aprendo rápido! – dijo con una sonrisa

Boromir la miró largamente hasta que finalmente sonrió también. Al instante movió su espada apartando a Naira y tratando de atacarla pero ella respondió con un movimiento más rápido lanzando la espada de Boromir lejos de su alcance.

- Al parecer tuviste un buen maestro – dijo él mirando a Aragorn, ya que por mas que pensara que era un simple montaraz no podía negar su famosa habilidad en batallas.

Aragorn se limitó a asentir con la cabeza. Los hobbits se acercaron a Naira vitoreando y danzando alrededor de ella. Naira los miraba sumamente divertida, aquellos pequeños seres le llamaban mucho la atención. De pronto Legolas que estaba sentado en una roca cerca gritó:

- Crudain! -

Aquellos pajaros espias de Saruman se acercaban

Naira tomó a Frodo y lo lanzó al arbusto cercano a ella y se escondió con él. Una vez pasado el peligro salieron cada uno de sus escondites.

- Sera mejor que apuremos el paso ahora -

Siguieron el paso al sur y fue ahí donde vieron un ejercito de treinta orcos acercandose.

- Debemos ir al paso de Caradhras ya que el sur esta vigilado! – dijo Gandalf

Estaban por regresar hasta que sin darse cuenta se vieron rodeados por los orcos. Legolas y Naira sacaron sus arcos y trataron de impedir que los orcos se acerquen al circulo que habian hecho protegiendo a los hobbits. Finalmente Legolas sacó unas pequeñas dagas y Naira una reluciente espada (Boromir se preguntaba por qué no la había visto antes) y junto a Aragorn, Boromir, Gandalf y Gimli se dispusieron a pelear. Legolas no podía evitar voltear de vez en cuando a mirar a Naira. Ella se manejaba muy bien pero aún así él no podía dejar de preocuparse por ella, en uno de esos descuidos un orco se acercó a Legolas por la espalda y le hubiera hecho daño si no fuera por el certero ataque de Naira.

- Será mejor que te concentres en ti, no puedo vigilar a todos! – dijo ella, visiblemente fastidiada. Legolas la miró seriamente y continuó peleando por otro lado.

Habían acabado con la mayor parte de orcos y Naira sacaba su espada de uno de ellos cuando reparó en Legolas que peleaba contra dos de ellos que se habían querido acercar a Frodo. De pronto una flecha pasó silbando por su oreja izquierda hiriendo a un orco detrás de ella.

Legolas, arco en mano, le dijo:

- Será mejor que te concentres en ti, no puedo vigilar a todos! – y se retiró visiblemente enfadado.

Finalmente Aragorn acabó con el último orco. Todos se encontraban muy cansados y decidieron descansar a pocos metros de allí.

Se sentaron alrededor del fuego y comieron algunos lembas. Todos conversaban amenamente y Naira se divertía mucho con los hobbits. Merry y Pippin molestaban a Sam y ella conversaba con Frodo. Frodo era simplemente la criatura más dulce que ella había conocido y le alegraba que se estuvieran llevando bien, pero había algo que le preocupaba. Legolas estaba muy distante y apartado del grupo, después de comer se había dirigido a los alrededores en busca de flechas. Naira se sentía muy mal por lo ocurrido y decidió hacer algo. Se separó por un momento de Frodo y tomó una flecha de su carcaj.

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Legolas se sentía sumamente irritable, muy raro en él. Había intercambiado apenas unas palabras con Gimli y Aragorn y se retiró con la excusa de ir en busca de sus flechas. El estaba pensando en el incidente de esa tarde.

- ¿Quién se cree que es ella? – pensaba – Yo sólo trataba de ayudarla! Pensé que era diferente pero veo que sólo es una orgullosa, egoísta y…

- ¿Legolas? -

Una voz lo sacó de sus pensamientos. Era Naira.

- Siento mucho lo de esta tarde – dijo ella – es sólo que fue muy difícil para mí lograr que me acepten y pensé que creías que podría ser capaz de pelear y no vi el hecho de que somos una comunidad y todos debemos velar por todos! – ella le dio un cálida sonrisa – Toma – le tendió una hermosa flecha con plumas azules – mi hermano me la regaló hace mucho y apreciaría que la llevaras contigo.

Merry llamó a Naira, al parecer tenía una nueva gracia que mostrarle. Ella miró a Legolas y sonriendo regresó al campamento con los hobbits. Legolas tenia la punta de las orejas ligeramente sonrojadas. Observó aquella flecha y vio que era hermosa. Estaba tallada con ligeras hojas a lo largo y la pluma azul al final era exquisita. Tomo la flecha y la puso en un lugar apartado del resto de flechas de su carcaj. Miraba a Naira jugar con los hobbits y se puso en pie dirigiéndose hacia ellos.

- Ella es diferente, si que lo es – pensó.

NOTA DE LA AUTORA: Bueno y que les parece? Se que estoy mezclando el libro y la película y que estoy cambiando muchas cosas pero de eso tratan los fics no? No se olviden de sus reviews, gracias!