Bien, un mensajito para todos los que me mandaron mensajes de muerte y amenazas…TRANQUILOS…debo decirles que algunos me asustaron y uno en particular me hizo llorar (no en serio, ¿no?), así que les digo que se queden tranquilos que todo va a mejorar y que al final Ginny se queda con Harry, como lo prometí desde un comienzo, así que lo siento por las fans de Draco, pero sigan leyendo que Draquin tiene gran importancia en este fic. YOGINNY
CAPITULO 21: LA NUEVA YO
Birmingham era una ciudad con bastantes habitantes por ese entonces, sin embargo ninguno de ellos se llevaba bien con el otro. Dentro de esta ciudad, se encontraba el pueblo más tenebroso de toda Gran Bretaña, el pueblo de Strasrterb. Una gran cantidad de magos y brujas, con grandes conocimientos en magia negra, se agolpaban en esa pequeña ciudad, viviendo en pequeñas casitas amontonadas, sin distinguir donde empezaba una y terminaba la otra. En una de las casitas de precarias condiciones sobre la calle principal, vivía una familia de brujos de sangre pura todos caracterizados por el flamante color rojo de su cabellera.
La menor de la familia era una niña de peculiar sonrisa y ojos saltones. Tenia el cabello largo y ondulado que ondeaba al viento con un gracioso movimiento, entre infantil y coqueto. Ginevra Branderwer era sin lugar a dudas, una chica diferente. Desde pequeña sus grandes dotes en temas referidos a la magia la habían hecho resaltar como una de las mejores alumnas del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, lo que la llevo a ser prefecta en su quinto año. Pero ese mismo año las cosas cambiaron.
Su padre era un hombre de baja estatura y poca personalidad, a diferencia de su madre, una mujer bastante más grande que el y muy interesada. Su único objetivo en la vida había sido conseguir dinero, por eso se pasaba día y noche trabajando en un bar dentro de las cavernas del pueblo de Strasrterb, el problema era entonces, que el señor Branderwer representaba un problema, por eso fue, que durante la primera mitad del quinto curso de Ginevra, su madre llevo a cabo el malvado plan que tenia pensado desde que Ginevra nació.
Una tarde del mes de octubre, Mellissa Branderwer asesino a su esposo de la manera más fría y macabra que podía existir, todo esto con la ayuda de quien más tarde se transformaría en el padrastro de la familia. La gente comenzó a hablar y no tardo mucho la noticia en llegar a los oídos de la prefecta de Hogwarts.
Cuando por fin pudo escapar del colegio y volver a su casa, todo ya era diferente. Ahora su madre se la pasaba de un lado a otro junto con su nuevo "esposo" y sus hermanos ya ni siquiera estaban en casa. La verdad era que Ginevra, no sabía que su madre era la culpable de que su padre haya muerto. El error de su madre fue creer, que ella nunca se enteraría.
oOooOooOo
Ron y Hermione corrieron a toda velocidad por la calle principal de Hogsmade en búsqueda de su amigo. El pelirrojo tenía el hombro lastimado y apenas parecía poder mantenerse en pie del dolor que le había causado. Hermione por su parte solo tenia unos cuantos raspones en la pierna izquierda y la muñeca doblada, pero olvido por completo sus dolores cuando descubrió a su amigo el chico de ojos verdes, sentado con la espalda contra la pared y sujetándose la cabeza entre las manos.
-¡Harry!-grito corriendo hasta el-¿estas bien?-le pregunto arrodillándose junto a este y obligándolo a levantar la vista.
-S-si, Hermione-respondió el ojiverde limpiándose la cara de la mezcla de sangre, barro y lagrimas que tenia sobre la mejilla-Estoy bien…pero todo esto es mi culpa…
-No seas idiota, Harry-le reprocho Ron sentándose junto a el y cerrando los ojos con fuerzas debido al dolor.
-Ron tiene razón, Harry-intervino Hermione-ayudaste a mucha gente hoy…-Harry solo esquivo la mirada de sus amigos y perdió su vista en un grupo de chicos de terceros que contaban a gritos una historia.
-….entonces el señor de la tienda nos abrió una puerta…
-Esto es muy raro-dijo el pelinegro minutos después volviéndose a sus dos mejores amigos-no entiendo porque atacar de esa manera…muchos mortífagos fueron atrapados, ¿creen que lo hayan hecho para ocultar algo?
-No lo se, Harry-dijo Hermione levantando los hombros-lo raro es que eran muy pocos e incluso eran los más jóvenes.
-Eso es verdad-la voz de Ron algo entrecortada intervino en la conversación-¿vieron al Slytherin ese que termino el colegio hace dos años pelearse con Malfoy?
-Eso, si, que fue raro-declaro Harry incorporándose-Tengo que hablar con Dumbledore, personalmente no creo que esto haya sido solo un ataque para asustarnos…
-Es lo mejor que podemos hacer-dijo Hermione ayudando a Ron a levantarse.
-¿Dónde esta Ginny?-dijo Harry recordando a la pelirroja que no había visto desde que la vio caminar con ese Slytherin arrogante que creyó que se llamaba Law.
-¡Ginny!-grito Ron sin dejar de sostenerse el brazo lastimado y miro por sobre las cabezas de la gente que estaba allí en busca de su hermana.
Harry rápidamente lo imito y comenzó a buscarla con la vista también, empezando a desesperarse lo que no la veía. La batalla había sido dura y una gran cantidad de heridos eran atendidos con primeros auxilios por la enfermera del colegio, Madame Pomfrey y la profesora Sprout.
-¡Allá viene!-grito Ron de repente señalando el centro de la calle, y era cierto. Ginny Weasley caminaba tranquilamente cargando una bolsa en su mano derecha y sonriendo alegremente. A pesar de que esa era Ginny, había algo raro en ella. La chica camino tranquilamente y se detuvo junto al trío.
-¡Ginny por Merlín! ¿Dónde estabas?-pregunto Hermione sobresaltada por la tranquilidad de la pelirroja que no le sacaba los ojos de encima a Michael Corner que era atendido sin remera por la enfermera.
Ginny se volvió y examino a la castaña de arriba abajo con una ceja levantada y la boca algo entreabierta para un costado. Hermione se sintió algo cohibida y desvió la mirada.
-Por ahí-dijo ella indiferente con una sonrisa traviesa, pero sin dejar de ser extremadamente seductora. Tomo con cuidado un mechón de su cabello colorado y lo enrosco en su dedo.- Igual no tengo porque darte explicaciones…
-Claro que si, Ginny-le advirtió Ron tornándose levemente rojo-soy tu hermano y me preocupo.
-No hablaba contigo-le dijo Ginny por fin advirtiendo la presencia de Ron-hablaba con la sangre…
-¡GINNY!-gritaron Ron y Harry al mismo tiempo. La pelirroja levanto los hombros y comenzó a reír, mientras se alejaba de ellos y se detenía junto a Malfoy. Le paso demasiado cerca del cuerpo sonriéndole coquetamente y se giro sobre si misma con extrema gracia.
Harry, Ron y Hermione la siguieron lentamente. Ginny subió a un carruaje alejado del resto y se cruzo de piernas mirando por la ventanilla. Un rato después entrarían Harry, algo preocupado, Ron colorado de la rabia y Hermione cabizbaja.
-¿Cuál es tu problema Ginny?-le dijo Ron en pleno trayecto. La pelirroja se volvió a su hermano, pero en su lugar se detuvo en Harry. El chico abrió los ojos todo lo que pudo y se puso tan colorado que era fácilmente confundible con un Weasley.
-…Harry Potter…-dijo Ginny mirándolo con una sonrisa y mordiéndose el labio inferior. Harry no le pudo retener la mirada y se entretuvo mirando por la ventana.
-¡Ginny!-la llamo Ron de vuelta.
-No seas pesado, Weasley-le dijo sin darle importancia-no tengo ganas de discutir…y menos contigo…
Se hizo entonces un silencio sepulcral. Hermione seguía muy entretenida mirando sus uñas, Harry mirando el paisaje y Ron fulminando a su hermana con la mirada. Cuando por fin el carruaje se detuvo Ginny se paro alegremente y bajo del carruaje, justo en ese momento pasaba Dean Thomas delante suyo y le sonreía, Ginny levanto una ceja y le devolvió la sonrisa, entonces su pelirrojo hermano no aguanto más, la tomo del brazo y la aparto junto a un árbol.
-¿Qué estas haciendo? ¿Te portas como…como…
-¿Cómo que?-le dijo furiosa con los brazos como jarra y mirándolo enojada.
-No se Ginny-dijo Ron acalorándose-no te estas comportando normal, estas rara…es como si fueras otra persona…-la pelirroja palideció de repente, pero inmediatamente adquirió el color rojo de su rostro característico.
-Mira, Ronald-empezó- no me vengas con cuentos a mi…no me interesa que pienses que estoy diferente…porque no mejor te vas con la noviecita esa insoportable tuya y con el chico ese que no se peina, con complejo de héroe que me tenés harta…-le dijo y esta vez se dio vuelta entrando al castillo casi saltando.
Ron se quedo mirando la puerta y las orejas le comenzaron a arder. Ginny lo iba a escuchar y esta vez él seria el ultimo en hablar.
La mañana del día después de la batalla fue bastante agitada. Como era domingo tenían permitido dormir hasta tarde y por supuesto en la torre Gryffindor este permiso se lo tomaban muy en serio. Ron y Harry despertaron casi al mismo tiempo cerca de las 10 de la mañana. Se cambiaron lentamente y en silencio porque Neville y Seamus seguían durmiendo, Dean, por otro lado, había desaparecido desde temprano.
El día parecía que iba a ser normal. Todos comentaban que estaban haciendo en el momento del ataque, o cuantos mortífagos pudieron desmayar. Pero la mañana iba a estar bastante movidita. Ya cuando venían bajando las escaleras del cuarto de los chicos, el chico de la cicatriz se entretuvo en plena escalera atándose los cordones, por lo que Ron, que venia bostezando con la boca abierta lo máximo que podía y los ojos cerrados, no lo vio y se llevo el menudo cuerpo de su amigo por delante cayendo los dos rodando por la escalera.
-¡Harry quitate de encima!-le grito Ron haciendo exagerados movimientos para salir de abajo del cuerpo de su amigo, pero Harry estaba muy entretenido mirando las escaleras que bajaban de las habitaciones de las chicas. Ron empujo a Harry con todas sus fuerzas y pudo ver que tenía a su amigo tan entretenido, pero lo que vio no le gusto nada.
Ginny Weasley, su hermana pequeña, estaba bajando las escaleras vestida demasiado provocativa para su gusto, toda de negro y con ropa muggle que le daba un aspecto raro. Ron abrió los ojos cuanto pudo y se giro sobre sus talones para matar a todo aquel compañero suyo que haya encontrado interesante a su hermana esa mañana. Al primero que vio fue a Harry que, aunque lo intento, no podía cerrar la boca. Detrás suyo Collin Creveey miraba a Ginny sin entender. Dean y unos chicos de séptimo se habían parado en sus lugares y miraban a Ginny con una sonrisa.
Ron hizo un paso para comenzar a cortar cabezas, cuando sintió que una mano lo sujetaba de la túnica, se giro y vio a Hermione mirándolo con ojos suplicantes, por lo que el opto por ir directamente a matar a Ginny por vestirse así.
-¿Se puede saber en que estabas pensando cuando te vestiste así?-le pregunto ala pelirroja tratando de sonar tranquilo.
-En que quería dejar sin respiración a muchos…-dijo con una sonrisa y bajo las escaleras hasta llegar junto a su hermano.
-Ginny…sube ya mismo y cambiate-le ordeno Ron.
-¿A si? ¿Vos me estas ordenando?-le pregunto la chica.
-Exacto…
-Pues, no-le dijo levantando los hombros-no sos nadie para decirme que es lo que tengo que hacer…
-Soy tu hermano-le recordó el chico-y puedo ordenarte todo lo que quiera, o ¿acaso quieres que mama se entere de esto?
-Oh-dijo Ginny en falso arrepentimiento-¡que miedo!-y sin decir más comenzó a reír con ganas y salio por el retrato.
Harry Potter, recién entonces reacciono y se aproximo a su amigo que tenia las manos cerradas y las orejas coloradas.
-Ehhh…Ron-lo llamo y vio como el chico se giraba lentamente, por un momento Harry creyó que Ron le arrancaría la cabeza.-Mejor voy a buscar a Ginny…-dijo y sin decir más salio casi corriendo.
Salio por el retrato e inmediatamente se dio cuenta que no tenia idea a donde iría Ginny, así que sin pensarlo dos veces bajo a desayunar, aun pensando que en su vida había visto una chica que le quedara bien estar tan desarreglada. Decididamente, Ginny Weasley, había logrado cambiar algo en el.
Los días antes de la salida por San Valentín parecieron pasar demasiado lentos. Harry, Ron y Hermione se la pasaban estudiando para los benditos exámenes que parecían estar más cerca que nunca. Una de las tantas tardes que Hermione había arrastrado a Ron a la biblioteca, y este a su vez, había arrastrado a Harry para no aburrirse, el trío dio a conocer que era lo que pensaban de la nueva actitud de la pelirroja hermana de Ron.
Hermione estaba muy entretenida en su lectura sobre Aritmancia y Ron hacia garabatos en el borde de su pergamino imaginando jugadas para el próximo partido que seria una semana después, cuando Harry levanto la vista de su pergamino y miro a sus amigos.
-¿No creen que Ginny esta rara?-pregunto. Ron levanto la vista y miro a Harry inquisidoramente, Hermione por su parte no levanto su vista de su libro.
-Si…-dijo la castaña-pero debe ser la edad…
-Yo tuve su edad el año pasado y no se me daba por vestirme así, ni andar por ahí empujando enanos molestos, aunque a veces quiero, ni escaparme de clases, ni empujar a Flinch por la escalera, ni decirle a Snape que un shampoo le vendría bien, ni com…
-Esta bien, Ron-le dijo Hermione callándolo-entendimos el punto. Pero Ginny es diferente, piensa en otras cosas además de Quidditch, ajedrez, ranas de chocolate y como saltearse clases.
-¿Si?-preguntaron Ron y Harry a la vez.
-¿Cómo en que?-esta vez fue Harry el que pregunto.
-Como en lo complicado que es ser una adolescente, en especial una adolescente mujer…-les explico a sus amigos que miraban si entender, Hermione bufo y negó con la cabeza-igual nunca entendería…
-Lo que yo no entiendo, Mione, es porque te empezó a tratar mal a vos…-dijo Ron rascándose la nuca-yo ya no se que hacer, le escribí a mama, pero nunca respondió…hay algo raro…
-Tampoco anda con Collin ni Britney-recordó Harry en ese momento.
-Debe estar en una etapa de transición…-dijo Hermione por fin volviendo a su libro.
-¿Por qué la defiendes tanto?-pregunto Ron enojándose-Te dijo...te dijo sangre…bueno…ya sabes…
-Si, ya se Ron-dijo la castaña tristemente, Ron la miro triste y le paso un brazo por sobre los hombros. Harry en ese momento vio salir a Ginny de la biblioteca y sin excusa se alejo de sus amigos detrás de la pelirroja.
La siguió con cautela por un pasillo bastante oscuro que Harry no sabia adonde iba. En un momento Ginny se detuvo y sin mirar atrás se acomodo el pelo detrás del oído.
-Se que estas ahí, Harry Potter-le dijo divertida. Harry se sorprendió y salio de detrás de la estatua donde se había escondido.
-¿Cómo?...
-Fácil…pero secreto-le dijo mientras se giraba frente a el y lo miraba con una sonrisa que pudo acelerar la respiración del ojiverde fácilmente-¿necesitas algo?-dijo acercándose peligrosamente hasta el.
-Eh…esto…eh….-empezó Harry alejándose de la pelirroja-no, nada-dijo pero Ginny levanto una ceja sin creerle-en realidad, quería saber como andabas…
-Bien, gracias-le dijo ella dulcemente, Harry sonrió nervioso. Últimamente la presencia de Ginny lo hacia poner colorado e incluso sofocarse un poco. Harry se desajusto la corbata y sonrió tímidamente.
-Te...te queda lindo el pelo así-dijo viendo por fin el detalle del pelo de Ginny que le daba un aspecto de constantemente estar mojado y ondulado.
-¿En serio?-le pregunto coqueta-¿también te gusta esta camisa?-le pregunto mirándolo mientras se mordía el labio inferior. Harry abrió los ojos como platos y sonrió agitado.
-Eh…si…linda…linda ser la camisa…-dijo nerviosamente. Ginny sonrió y se alejo de el mientras sujetaba con fuerza un libro de tapa negra.
-Bien Harry Potter-le dijo ella-me alegro que te haya gustado…pero me voy a poner mi ropa muggle para salir el día de San Valentín…-dijo pero Harry la interrumpió.
-No creo que sea buena idea, Gin-le dijo.
-¿Qué no te gusto?-le pregunto poniendo cara de tristeza.
-Eh…-empezó Harry rascándose la nuca, pero en ese momento apareció Draco Malfoy detrás de un mural.
-Valla, valla…así que Potter y su noviecita buscaban algo de privacidad-dijo el Slytherin acercándose a ellos con las manos en los bolsillos.
-Cállate Malfoy-le ordeno Harry mientras se paraba entre el rubio y Ginny.
-Creo que no-le contesto Malfoy.
-¿Malfoy?-escucho Harry la voz de Ginny sonar a sus espaldas y la pelirroja lo corrió con poca suavides para pararse junto al Slytherin que la miro de arriba abajo e hizo una mueca que Harry no supo interpretar si fue de gusto o de asco-¿te gusto el traje negro que me puse el domingo pasado?-le pregunto coquetamente acercándose peligrosamente al chico.
Malfoy solo asintió con la cabeza y se perdió mirando los labios de Ginny que mostraban una gran sonrisa, lentamente Malfoy empezó a acercarse y Harry creyó que un iceberg le había caído encima cuando vio que Ginny tomaba de la nuca al rubio y lo besaba con rapidez, para luego alejarse dejándolo casi sin aire.
-Gi-Ginny…-dijo Harry sin voz, sin poder evitar que su quijada cayera unos centímetros. Ginny se volvió a verlo y le sonrió ladeando la cabeza.
-No te pongas celoso-le dijo mientras se acercaba a el y también lo besaba. Harry abrió los ojos lo más que pudo y vio a Malfoy ponerse algo colorado y desaparecer. Antes había besado a Ginny, pero esto era diferente, parecía no ser ella. Poco después poco le importo y la sujeto de la cintura para besarla mejor.
Poco tiempo después el chico de la cicatriz volvía a la biblioteca con una sonrisa que se podía distinguir desde varios metros. Se sentó sin medir la altura junto a Ron y apoyo la cara en una mano pensando en lo que acababa de pasar.
-¿Harry estas bien?-le pregunto Hermione intercalando las miradas entre Ron y el pelinegro.
-Perfectamente-le contesto el chico.
-Y… ¿se puede saber donde estabas?-le pregunto Ron. Harry se volvió a sus amigos y les sonrió como hacia tiempo no lo hacia.
-Arreglando con mi cita para San Valentín-les dijo mientras Ron y Hermione sonreían alegres.
oOooOooOo
Cuando por fin el invierno había llegado, Ginevra pudo escapar del colegio para volver a su casa en búsqueda de respuestas. Respuestas que sus profesores no le daban, por lo que opto por el medio más ligero para aclarar sus dudas: su madre. Pero aun fue más doloroso. Escondida detrás de la puerta de entrada a su casa escucho lo que prefería no haber escuchado. Su madre había matado al hombre más tierno y dulce que la tierra haya conocido.
Fue ahí cuando se dio cuenta que en su interior su corazón dejaba de latir al ritmo normal, ahora era uno nuevo, uno fácilmente distinguible del anterior. Sin pensarlo dos veces, abrió a puerta de una patada y con la misma crueldad que su madre lo había hecho con su padre mato a la mujer presente y a su "padrastro". Y así llego la confusión. Sin siquiera requerir mucha energía había utilizado magia negra de la más antigua y había podido cumplir sus fines. Allí se dio cuenta que su magia era mucho más fuerte de lo que ella pensaba.
Ginevra pasó entonces a vivir en la oscuridad. El mundo mágico se entero rápidamente del uso de magia en menores de forma indebida y desde entonces prohibieron la magia en menores fuera del colegio. Pero eso a Ginevra poco le importó, quería usar esos poderes. Quería conocer más de esa magia que le brotaba casi sin esfuerzo. Aun en sus momentos de mayor debilidad hubo una energía interna que la motivaba: la venganza.
Nadie se había entrometido por parte del Ministerio a intentar encontrar al culpable de la muerte de su padre y entonces ella perdió la fe en la justicia, creyó que a nadie le importaba, y en realidad era así. Al Ministerio poco le importaba si un mago que hacia magia por encargo moría, en realidad era uno menos que perseguir, por eso Ginevra decidió que si su padre era uno menos, ella seria cinco más. Desde entonces comenzó a hacer trabajos de magia negra a escondidas, nunca nadie se atrevió a decir donde se escondía a pesar de todos saberlo, fue juntando así el suficiente dinero como para alejarse de todo y todos.
Así su magia fue creciendo dentro suyo, hasta que sin quererlo una mañana descubrió que era la heredera del Minsgrel, un gran poder de magia negra que le permitiría poseer todo el conocimiento del mundo mágico y del muggle también, así que oculta en un pueblito llamado Mooreland estudio todo lo que pudo, hasta que encontró cual era la clave para despertar sus poderes ocultos, un pequeño dije en forma de corazón que representaba la unión de ambos mundos.
La mañana del día elegido para hacerse conocer por todo el mundo y mostrarle a todos que el mundo mágico existía, había llegado y después de transformar a todo un pueblo de muggles en árboles se enfrento con Merlín, el mago más poderoso de todos los tiempos, y allí perdió.
Un día diferente, pero a la vez igual a los demás, Ginevra y Merlín se enfrentaron. La bruja había dicho que ella le enseñaría al mundo sobre sus poderes destruyendo al mago más poderoso, pero Merlín descubrió que la única forma de vencer a la reencarnación del Minsgrel era encerrándola en el dije en forma de corazón que llevaba en su cuello. Después de una fuertísimo batalla en un coliseo de las afueras de Hogsmade Merlín llevo a Ginevra al eterno sueño dentro del propio dije que despertó su poder, una mañana del día de San Valentín.
Bien… ¿Qué les pareció?¬¬ personalmente no me gusto mucho, pero espero sus reviews, buenos o malos…es que para escribir este capitulo tuvo lo que se conoces como crisis inspiracional…en otras palabras me trabé, se me atoro el cerebro y no salía nada de el a tal punto que me desespere, pero por suerte leí un fic que me inspiro mucho y aquí estamos…un gran saludo para la inspiradora Muggle Writter…bue…les prometo contestar sus reviews (los que no tengan amenazas, jejejeje) en el próximo capitulo, esta vez en serio, un bexo YOGINNY
