Si este será como el pasado, un resumen, para acabar lo antes posible el fic y comenzar con la segunda parte….
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Katrine se sentía el peor de los dolores en toda su vida, su madre muerta, sin parientes, la humillación publica, el desprecio de sus amigas y el que el castaño de Griffindor supiera su sangre vampirezca.
Pasó aislada en la biblioteca el resto del semestre, a penas compartiendo palabras con Sirius y Lily de vez en cuando. Ellos se habían convertido en sus únicos amigos en todo Howgarts.
Finalizando el semestre no supo a donde ir, su madre muerta, sin amigos donde vivir.
-Puedes quedarte en el castillo- sugirió Dumbledore –y ayudar a Slughorn con las pociones-
La chica lo aceptó pero antes tendría que ir a su casa por todas sus pertenencias y propiedades de su madre.
Su madre y ella vivían en un convento, no eran para nada adineradas, su madre era una bruja monja que resultó embarazada.
Katrine se llevó consigo una fuente de recuerdos que le destrozaban el corazón. Fotos, ropa, juguetes, en fin millones de cosas, muchas las donó para la caridad de las monjas, otras para caridad de orfanatos. El padre, mejor amigo de su madre y el que fue su como su abuelo le pidió que hablaran a solas un momento.
A la sombra de un ángel enorme de piedra le contó el pasado de su madre:
Era una monja que ayudaba a miserables a encontrar el camino de la luz. Una vez amistó con un sujeto solitario el cual nunca salía de su adinerada casa. El sujeto resultó enamorarse de ella, pero ella por razones obvias no le correspondió así que le violó y resultó embarazada de Katrine. Fue acogida en el convento con mucha aceptación de sus amistades. El sujeto fue al convento a reclamar a una mujer y ella misma lo acecinó clavándole un crucifijo en corazón, pues le sujeto era vampiro.
Katrine quedó en shock nunca había sabido de la procedencia de su sangre vampirezca su madre y ni una persona le había dado explicación alguna.
Lo extraño es que aquel hombrea la mujer que reclamaba no elra la madre era Katrine . Al morir sus pertenencias según él había escrito pasarían a la madre, ella donó todo a caridad la mansión, el dinero, sus propiedades, todo y solamente conservó algo con ella, un cuadro envuelto del sujeto que según estaba escrito era solamente para una persona, para Katrine.
El padre le entregó a Katrine el cuadro envuelto de su padre, de su sangre vampiresa.
Ella regresó al castillo donde pasó todas las vacaciones aprendiendo arduamente pociones extra junto a Slughorn. Lo curioso es que no era la única que estaba ahí, ya que varias personas del club de Slughorn estaba ahí, como por ejemplo Lily, Snape entre otros. Pero con quien mejor amistó fue con una extraña chica antisocial llamada Luna Mayer de Ravenclaw, una castaña de ojos grandes como asustados y boca pequeña, era un año menor a ella.
Lily era un gran apoyo para ella tambien, también era una fuente de información de Sirius y James. Le contaba como James y Lily comenzaron a interesarse, James no era mas el chico arrogante e infantil, con la muerte de sus padres maduró considerablemente y Lily le tomó gracia, ambos se apoyaron mutuamente con la muerte de sus padres. Sirius, que había vivido el ultimo año como hermano de James se había independizado y ahora tenía un departamento, una moto y vida propia como la de un adulto.
Katrine le quería preguntar de Lupin, pero la vergüenza no le dejaba preguntar de él, seguía enamorada de un sujeto que no conocía.
Empezó su ultimo año, 7mo año, todo era diferente ahora con el levantamiento de Voldemort. Circulaban noticias por todas partes pero todos confiaban que no sea tan grave. A Katrine no le importaba en lo mas mínimo esta noticia.
Pidió a Dumbledore que cambiara de habitación en Ravenclaw, a la habitación de Mayer su nueva mejor amiga, con quien compaginaba mucho.
Sus 3 enemigas siempre le hacían mala cara, pero Dumbledore le tenia un cariño especial a Katrine por su condición y su vida y les prohibió a las 3 ravenclaws dirigirles pasadas malas a la vampiro.
En una de las fiestas de Slughorn conoció a un Griffindor amigo de Evans, un chico extremadamente raro que era muy bueno en pociones, su nombre, Eduard Lovegood, un chico que le gustaba inventar toda clase de locuras incoherentes.
Katrine le invitó a pasar con ella y su amiga Mayer el tiempo libre en pociones.
Una cualidad de los vampiros es que aprenden rápidamente cualquier cosa que se les enseñe y son extremadamente perceptivos, así que Katrine se convirtió en la mejor alumna de pociones y pasaba todo el tiempo en la mazmorra.
Dejó de ver por cuestión de tiempo a Lily y Sirius, ya no se diga a Lupin. Ahora estaba concentrada en aprender a la perfección pociones de la "a" la "z" todas las pócimas mágicas.
Snape, también pasaba mucho tiempo en la mazmorra, pero aislado de la gente. Katrine un buen día se sentó a platicar con él. El chico simpatizó con ella ambos igual de raros y de antisociales se complementaron bien. Mientras el chico ojeaba como hacer pociones en su libro de pociones ella le daba tips y consejos que él iba anotando en pequeños mensajitos en su libro, le resultaban muy útiles.
Era tan buena en pociones que todo lo que hiciera era espectacular un día Mayer le metió una idea en la cabeza:
-¿Por que no haces una poción que te haga ser maga totalmente?-
-Por que no puedo es imposible-
-Bah! Ni una poción es imposible para ti-
Y era justamente lo que se le metió en la cabeza, una obsesión por descubrir una poción que le haga ver la luz del sol, y por supuesto que Mayer y Eduard le ayudarían a encontrar la formula.
Después de meses de investigación descubrieron que necesitaban la poción para re- genarizarse el cuerpo la cual no existía y ellos inventarían. Así que pasaban obsesivamente todos los días a dedicarse a este invento.
Snape por otra parte también estaba obsesionado con inventar una nueva formula, la cual agudizara la mente en oclumancia y legilimancia. Después de un agotador día de clases Katrine se acercó a Snape para relajarse descubriendo pociones y le ayudó toda la noche y madrugada en hacer posible su invento y finalmente logró sacar unas cuantas gotas muy poderosas del o que llamaron "El agilizador".
Estaban tan emocionados por su invento que olvidaron anotar la formula de la poción, solo se les ocurrió probarla para ver si funcionaban.
Snape fue el primero en acceder como conejillo de indias, con un gotero, colocó una gota sobre su lengua y enseguida algo extraño ocurrió… El chico empezó a retorcerse en el piso y a gritar escandalosamente. Decía sin parar "Me va a estallar, la cabeza, me estallará" Katrine no sabía que hacer, rápidamente fue por alguna poción que le hiciera vomitar o algo por el estilo, pero antes de que se encontrara alguna el chico estaba inconsciente en el piso con sangre escurriendo de su nariz.
