CAPITULO 27: DE VUELTA A LA MADRIGUERA

-Bien-dijo Ginny en un rincón debajo de la escalera principal mirando a sus amigos-¿Todo listo?

Luna asintió con la cabeza sonriendo traviesa. Collin refregó las palmas de sus manos, saboreando lo que iban a hacer. Britney estaba más nerviosa y miraba a todos lados con cara de culpable.

-Nose si pueda hacer esto-dijo la rubia de Gryffindor-no después de semejante examen…

Había rendido Pociones el miércoles por la tarde y a ninguno le fue muy bien, Ginny se conformaba con aprobar, aunque tenia en mente que los resultados no serian suficiente para ser Auror, aunque en DCAO le había ido excelente, creía que sus posibilidades había terminado después del examen del día anterior a la tarde.

-No seas cobarde, Brit-le dijo Collin mientras se ponía unos guantes. Luna miro su reloj.

-Snape debe estar desayunando en este momento es ahora o nunca…-dijo la chica mirando a sus amigos, dos de ellos sonrieron contentos, una de ellos dijo algo muy bajito.

-Bien…-dijo Collin mirando a Ginny-¿nos vamos?

-De acuerdo…-dijo la pelirroja comprobando que llevaba todo en su mochila-Cuando pasemos junto a ustedes le daremos la señal así corran a entretener a Snape…

-Sean buenas actrices- les sugirió Collin a las dos rubias. Luna levanto los pulgares y Britney lo miro enojada.

-Bien…vamos-dijeron los chicos al mismo tiempo y salieron divididos en grupos de a dos con diferentes direcciones. Ginny y Collin para las cocinas, mientras que Britney y Luna al Gran Comedor a entretener a cierto profesor.

Collin pasó por un pasillo con rapidez, tratando de no ser visto. Ginny corría detrás de el. Cuando cruzaron el ultimo pasillo Collin lo hizo rodando por el piso, y Ginny lo miro levantando una ceja. Collin se rió y espero que ella cruce también.

-¿Nunca viste Misión Imposible?-le pregunto el chico y Ginny negó con la cabeza. Collin rió aun más, mientras entraban a la cocina.

Ginny se detuvo en la entrada e inmediatamente cinco elfos domésticos hicieron su aparición delante de ellos, pero no encontró al que buscaba.

-¿Y Dobby?-le pregunto a uno de ellos que gruño y negó con la cabeza.

-Dumbledore le dio vacaciones…-dijo enojado y Ginny pensó que así todo se complicaba. Miro a Collin que comía una porción de torta y el chico levanto los hombros.

-Bueno…este…

-Pero yo puedo servirle señorita-dijo el elfo-no necesita a Dobby para que le sirva, puede pedirle ayuda a Tarry.

-¿Y quien es Tarry?-pregunto Collin con la boca llena.

-Yo señor-contesto el elfo con poca paciencia.

-Ahhhhhhhh-dijo Collin mientras se servia una taza de chocolate.

-Veras-dijo Ginny mirando enojada a Collin-Tarry…hoy es el cumpleaños del profesor Snape y nosotros lo queremos tanto-dijo enfatizando el tanto de tal forma que le salio creíble-y queríamos ver si le podíamos llevar una torta…

-¡Si!-dijo Tarry-¡Por supuesto! Ya mismo le hago…

-Bueno…-dijo Ginny sonriendo agradecida-pero quería saber una cosa más… ¿Dónde duerme el profesor?-El elfo la miro dudoso y Ginny volvió a hablar- Para dejarle en la puerta, digo.

-Ah, claro…le haré la torta y le diré la dirección del lugar, con la contraseña, si la deja afuera, seguro que alguien más la comerá-dijo el elfo perdiéndose entre sus compañeros. Ginny sonrió victoriosa y choco las palmas con Collin.

-Si que son tontos-dijo el chico.

-¡Que no te escuche Hermione!-dijo Ginny divertida. Segundos después saldrían de la cocina con una torta y un pergamino donde estaba escrito con letra horrible: "pintura del mono en la hamaca del cuarto piso, la contraseña es Shampoo y Acondicionador"

Ginny conocía perfectamente la ubicación del cuadro. Había visto a Snape varias veces cerca, pero nunca pensó que allí seria su habitación. Corrieron por el pasillo y al pasar por el Gran Comedor, Collin le guiño el ojo a Britney que le tiro un beso. Ginny odiaba esa simbología, pero bueno, era la más creíble que se les había ocurrido.

Cuando llegaron al cuadro Collin dijo la contraseña y una enorme habitación se abrió lugar delante suyo. Los chicos entraron y se quedaron con la boca abierta.

-Por lo menos no puede decir que pasa alguna necesidad-dijo Collin mientras examinaba la mesa de masajes delante de él. Ginny vio unas fotografías de una mujer blanca como la nieve y un hombre con el pelo grasiento que reconoció como sus padres. Un espejo del alto de la pared y más atrás vio la puerta de lo que debía ser el baño.

-Por aquí-le indico a su amigo, mientras Collin dejaba la torta sobre una mesa y la seguía. Abrió la puerta y se encontró con el baño más lindo y grande que había visto en su vida.

-¡Wow!-dijo Collin detrás suyo. Ginny vio una tina gigante y un montón de grifos. En un estante vio tres botellitas de diferentes colores. Se acerco con cuidado y en una esquina descubrió una foto del propio Snape guiñándole el ojo, se asqueo tanto que la dejo en su lugar, pero mirando la pared.

-"Liso y sedoso"-leyó la chica en vos alta-"Con Aloe", y "Mata el Friz"-dijo el voz alta y con el seño fruncido.

-¿Crees que tenga cámaras de seguridad?-pregunto Collin revisando cada rincón del baño.

-¿Qué cosa?-pregunto Ginny sin entender, pero no espero la respuesta y saco la botella de la tintura. La abrió con cuidado y volcó todo el contenido en el frasco más vació que era el de Liso y Sedoso, que supuso que usaría más.

-¿Listo?-pregunto Collin cuando Ginny guardaba el frasco vació en su mochila, la chica asintió y salieron del baño. Collin tomo la torta y salieron por la pintura. Miraron a ambos lados y comenzaron a caminar en dirección al Gran Salón, pero cuando estaban por doblar unas voces los dejaron helados.

-…pero espere le digo-decía la voz de Luna mientras se escuchaban unos pasos cada vez más cerca.

-¿Qué quiere Lovegood?-pregunto la voz del profesor de pociones, mientras Ginny sacaba con cuidado la cabeza para ver que Luna lo había puesto de espaldas a ellos y podían cruzar al siguiente pasillo para correr directamente a las cocinas nuevamente-Desde que salimos del Gran Comedor que esta diciendo incoherencias.

-Esto…ya le dije…hay algo que debo decirle-dijo Luna mientras Britney les hacia señas de pasar. Collin puso un pie en medio del pasillo y luego lo hizo Ginny. Snape se movió impaciente y Ginny pensó que si se llegaba a dar vueltas estaban perdidos.

-¿Qué?-pregunto el Slytherin perdiendo la paciencia. Y en ese preciso momento se movió dispuesto a darse vuelta. Ginny y Collin se quedaron helados, al mismo tiempo que la voz de Luna volvía a sonar llamando, ahora más que nunca, la atención del profesor.

-¡Estoy enamorada de usted!-dijo la rubia haciendo que Snape se quedara mirándola con los ojos abiertos como platos, Britney empezó a toser sonoramente y Collin y Ginny aguantaron la risa para correr y desaparecer por el pasillo.

Cuando se escondieron, escucharon el resto de la conversación tapándose la boca con una mano para no reír.

-Eh…bien…siga así, Lovegood-dijo antes de darse vuelta y caminar hacia su dormitorio. Ginny pudo ver que Snape apenas doblo el pasillo que lo separaba de sus dos alumnas saco un pañuelo y se lo paso por la frente.

-Vamos-dijo Ginny y corrió con Collin de vuelta a la Sala Común, entre risas.

Los exámenes habían terminado esa semana. Había rendido Historia de la Magia esa mañana y Ginny sonrió aliviada de que ya podría decir tranquilamente que era libre. Se había pasado los últimos días encerrada en la biblioteca con Britney que no la dejaba salir y con Collin que sufría tanto como ella. El tiempo libre que tenia, es decir, cuando lograba escapar de su amiga, se la pasaba con Harry, volando, caminando a orillas del lago, o incluso sentados en la Sala Común leyendo. Ahora que al fin era libre, sabia que podría pasar con Harry todo el día, solo que a el le quedaba un examen más por rendir.

Cuando ya había guardado todos sus libros, dispuesta a no abrirlos por mucho tiempo, Collin entro a su habitación cargando una gran torta.

-¿Qué es eso?-pregunto la pelirroja ordenando su baúl.

-Torta-dijo mientras le extendía una porción-Ese Tarry es tan bueno…-dijo mientras rellenaba toda su boca de una porción de chocolate. Ginny agarro su porción y la comió en silencio mientras ordenaba todas sus cosas, solo dejando afuera una botellita rosada.

-No creo que Britney no creo que Britney este muy contentar…-dijo el chico una vez que termino la torta y se limpio la mano en la túnica. Ginny lo miro con asco y el chico se hizo el tonto.

-¿Por qué?-pregunto doblando con cuidado una gran bufanda y colocándola en el fondo de su baúl.

-Lo que le hicimos a Snape…-dijo, pero Ginny seguía sin entender. La broma al profesor de pociones tendría que dar sus muestras de haber funcionado en cualquier momento. Extrañamente el pelo del profesor seguía igual, lo que llevo a todos a pensar que no era muy asiduo al baño diario.

-¿Lo que no funciono?-pregunto sentándose junto a el en la cama de la rubia en cuestión y comenzando a comer una porción de torta más grande.

-No…de eso seguro que esta feliz…-dijo Collin riéndose alegremente dejando ver un par de dientes marrones a causa del chocolate. Ginny frunció el entrecejo al ver que era realmente un cerdo al comer. Mientras pensaba en lo que su pobre amiga tenia que soportar.

-¿Dónde esta ahora?-le pregunto la pelirroja alistando toda su ropa para salir a dar un paseo, el día estaba algo fresco, pero sobreviviría hasta que Harry salga de rendir su ultima materia.

-Nose…

-¿No tenés miedo que este con McMaraman?- le pregunto cubriéndose los oídos con un gorrito.

-No…-dijo el chico dándole un empujón y sacándola de la pieza.

Habían caminado un poco en los terrenos de Hogwarts cuando vieron dos cabelleras rubias caminar alegremente. Britney y Luna venían sujetas del brazo caminando medio tambaleadas, riéndose de Merlín sabe que. Collin y Ginny se miraron de reojo y se acercaron a las chicas. Britney reía histérica sujetándose el estomago.

-¿Se puede saber que es tan gracioso?-pregunto Collin cruzándose de brazos. Britney dejo de reír y miro a su "amigo", Luna sonrió divertida.

-Nada…cosas de chicas-dijo Britney. Collin arrugo el entrecejo y miro a Luna en búsqueda de una respuesta más convincente, pero no la obtuvo de ella, sino que fue Ginny la que hablo.

-Eso quiere decir que estaban hablando de vos-le informo a su amigo que miro a su novia ofendido, cuando esta comenzaba a reír nuevamente.

Pasaron toda esa tarde tomando el te con Hagrid, que no paraba de reírse de las locuras de Luna y Collin. Ginny le contaba en secreto como hacer una taza que se mueva sin usar magia y hacer asustar a sus invitados y Britney se entretenía acariciando al perro del semigigante. Cuando fueron alrededor de las cinco Ginny pensó que seguramente Harry ya había terminado de rendir y se despidió de sus amigos, yéndose con Luna que quería hablar con Neville.

-Se me hace que mi padre se llevaría muy bien con Hagrid-dijo Luna mientras caminaban al castillo. Ginny sonrió. No conocía al padre de Luna, pero seguramente debería ser un muy buen hombre, Luna era la persona más buena e inocente que conocía.

-Seguro que si…-dijo Ginny distinguiendo una cabellera pelirroja salir del castillo-Allá esta Ron-dijo señalando a su hermano entre un montón de alumnos. Luna suspiro largamente.

-Con Hermione…-dijo la rubia tristemente. Ginny le dio unas palmaditas y vio a Neville caminar hacia ellas.

-Y…allá esta Neville-dijo haciendo a la chica levantar la cabeza. Luna lo vio y sonrió. Detrás de Neville, Harry, Ron y Hermione caminaban en su dirección. Ron tenia un brazo sobre los hombros de Hermione y la chica le sujetaba de esa mano. Harry sostenía su mochila con una mano y la venia casi arrastrando.

-¿Cómo les fue?-pregunto Ginny al pelinegro que tenia cara de salir de una tortura.

-Bien-dijeron Ron y Hermione.

-Fue horrible…-dijo Neville.

-¡Terrible!-lo corrigió Harry. Ginny lo miro con ternura y lo abrazo dulcemente.

-¡No hagan eso delante mío!-grito Ron cuando Harry la beso en la mejilla algo cerca de la boca. Ginny fulmino a su hermano con la mirada, mientras que Harry se ponía colorado. La pelirroja tomo al chico de la mano y se lo llevo dentro del castillo.

-No le hagas caso a Ron…-le dijo caminando lentamente en dirección a la torre de Gryffindor.- ¿Tan mal te fue en el examen?

-Si…Snape me odia…-dijo el pelinegro en un suspiro-pero no me importa…que haga lo que quiera…-Ginny sonrió, pensó por un momento en decirle a Harry lo que habían hecho, pero decidió mejor no meter al chico en problemas.

-Bueno…capaz que yo te pueda hacer sentir mejor-le dijo picaramente. Harry sonrió de oreja a oreja y le dio un corto beso. Ginny sonrió ampliamente atrayéndolo hacia si y besándolo como ambos querían.

-No veo las horas de que lleguen las vacaciones…ya me imagino lo bien que la vamos a pasar en La Madriguera-dijo Harry cuando ya estaban sentados y abrazados en la Sala Común.

-Si…-dijo Ginny con nostalgia-pero te voy a extrañar cuando estés en la casa de tus tíos…

-Siempre esta el año que viene…-dijo el chico poniéndole una sonrisa en los labios. Ginny le dio un beso en los labios al tiempo que Ron y Hermione hacían su gran entrada comiéndose la boca.

-¡Por Merlín!...respiren-les grito Ginny haciendo a los otros dos separarse.

Para cuando la noche llego, Ginny estaba agotada. Había pasado todo el día con Harry, pero desde que Ron se entero que entre ellos las cosas eran más que serias no se separo de su lado, por lo que los besos que querían darse tuvieron que guardarlos para momentos en los que el pelirrojo estuviera ocupado.

-Ahora entiendo a Ron porque se la pasaba así con Hermione-le dijo Harry al oído tan bajito que el susurro le puso los pelos de punta a la pelirroja.

-¿Qué dijiste?-pregunto Ron que no dejaba de mirarlos a pesar de que Hermione había hecho los mil y un intentos de llevárselo a otra parte.

-¡Nada!-le contestaron Harry, Ginny y Hermione. El pelirrojo miro a su novia que estaba algo alterada por la poca atención que estaba recibiendo y decidió que era hora de partir.

-Bien…a dormir…-y sin decir más se paro torpemente, paro a Hermione frente a el y le dio uno de esos besos que deja a la gente sin aire. Tomo a Harry de la manga y lo subió escaleras arriba sin darle tiempo siquiera de despedirse de la pelirroja. Ginny gruño, pero poca importancia le dio al gruñido su hermano y metió al pelinegro en la habitación.

La pelirroja subió con una sonrisa las escaleras, sin darse cuenta que Hermione lo hacia a su lado.

-Que duermas bien Gin-se despidió la castaña mientras se metía en su habitación. Cuando Ginny entro el cuarto era un desastre, una música fuerte se escuchaba por toda la habitación y vio a Britney bailando sobre su cama, sonrió divertida y se acostó, sin darse cuenta que a los segundos quedo completamente dormida.

Cuando el pelo le tapo la nariz no dejándole respirar se despertó con deseos de encontrar una tijera y cortárselo, pero después de pensarlo bien, decidió que mejor se lo ataba en una cola. Miro a su alrededor. La habitación estaba en penumbras y se escuchaba un ronquido no identificado venir de algún lugar, sin darle mucha importancia se dio vuelta y se queda mirando la pared, ahora no tenia sueño.

Tres horas y trece minutos después llego la hora de levantarse, claro que el reloj biológico de Ginny estaba algo más adelantado, por lo que la chica se levanto en un terrible mal humor.

-Ginny… ¡Ginny!-gritaba Collin desde afuera de la pieza. Ginny se termino de vestir, pensando si su amigo no tenia una novia a quien molestar y abrió la puerta de mala gana.

-¿Qué?-pregunto indignada. Collin tenia en sus manos una pequeña lechucita negra y blanca de ojos saltones y rojos como su pelo-¿Y esto?-pregunto con un arranque de ternura.

-Te lo manda Harry…-dijo Collin extendiéndole la pequeña lechuza-dijo que tenia que hablar con Dumbledore antes de irnos…-termino Collin empujando a Ginny y entrando a la habitación-¡Arriba bellas durmientes! ¡Es hora de volver a casa!

Las chicas se fueron despertando una por una y se quedaban completamente enternecidas por el animalito que Ginny tenia en brazos, mientras decían bellas palabras sobre el noviecito de Ginny.

-Seguro que quiere algo a cambio…-dijo Parvati Patil desde el marco de la puerta. Todas, sin excepción, fulminaron a la Gryffindor con la mirada.

Cuando bajo a la Sala Común en un claro mejor humor todos la felicitaron por su nueva mascota. Ginny dejo a la pequeña lechuza, abrigada en una bufanda, dormir tranquilamente ante el cuidado de sus compañeras de cuarto que incluso se la quisieron comprar. Había estado tan ocupada hablando con sus amigas que se olvido por completo de que ese seria su último día en el castillo.

Salio por el retrato escapando del bullicio de la Sala Común directamente a las cocinas. Era miércoles, y los miércoles no hacen panqueques de chocolate, pero como ahora contaba con un nuevo "amigo" sabia que en un segundo podía tener su desayuno favorito listo para llevar y convidarle un poco a Harry.

Había caminado un poco cuando noto cierta cabellera azabache caminar en esa dirección. Harry venia con la cabeza gacha y las manos en los bolsillos, tan despeinado como siempre. Ginny corrió un poco hasta el y cuando estuvo lo más cerca posible se le lanzo al cuello.

Harry, con buenos reflejos de buscador, la levanto un poco por lo aires y le sonrió mostrándole todos los dientes. A pesar de que su sonrisa era perfecta, Ginny capto casi al instante que algo no andaba bien. Lo miro a los ojos y el chico comprendió que debía decirle lo que pasa.

-Espero que no me salgas con alguna tontería heroica tuya, ¿no?-le advirtió la pelirroja mientras se sentaban en el marco de una ventana, con vista directa al lago.

-No…no, nada de eso-dijo Harry dándole la mano y comenzando a jugar con la de Ginny-es solo que…el profesor Dumbledore me dijo que las cosas se están poniendo difíciles y que tenía que tener mucho cuidado…

Ginny lo miro de reojo. Sabía que las cosas estaban medio mal, pero también sabia que ahora menos que nunca se alejaría de Harry. El chico se acerco y le dio un tierno beso en los labios. Ginny le sonrió y lo abrazo.

-Vamos a estar bien…todo va a estar bien-le dijo al oído, notando como el chico parecía comprender perfectamente estas palabras y la abrazaba por la cintura.

-Suenas como Ron…

-Será porque soy su hermana-le dijo con una sonrisa. Harry le tomo la mano y caminaron juntos hasta los jardines. Allí ya se encontraban los carruajes listos para llevarlos de nuevo a sus casas. A lo lejos Ginny pudo ver al profesor Snape con un gorro extremadamente grande sobre su cabeza.

-También se que sos hermana de los gemelos…-dijo Harry con una sonrisa cómplice mirando a la chica de reojo. Ginny le devolvió la sonrisa y con eso se dijeron todo.

-¿Listo para una bromita?-le pregunto divertida. Harry la miro medio dudoso, pero Ginny no le dio tiempo para responder. Lo tomo de la mano y corrió colina abajo casi arrastrando al chico de la cicatriz.

Harry freno justo a Ginny antes de que golpee al profesor por la carrera, pero Ginny no se quedo quieta. Puso a Harry de espaldas a Snape y le dio un beso corto. Luego, sin previo aviso, empujo a Harry contra el profesor, haciendo a ambos caer, solo que Harry se levanto rápidamente, mientras Snape se intentaba tapar la cabeza, ahora sin sombrero, con su capa.

-¡Profesor!-dijo Ginny sonando nerviosa-¡Lo siento! Estaba jugando con Harry y lo empuje sin querer-dijo mientras se acercaba a el.

-Esta bien Weasley…-dijo mientras se alejaba, pero Ginny corrió hasta el e intento quitarle la túnica de sobre la cabeza.- ¿Que esta haciendo?

-Déjeme ver si lo lastime-dijo tirando la túnica con todas sus fuerzas. Snape sujetaba como podía el pedazo de tela sobre su cabeza, pero como la posición era poco cómoda, Ginny logro quedarse con la túnica negra entre sus dedos.

Los alumnos de Hogwarts que habían salido ya a los jardines comenzaron a reír histéricos. Ginny abrió la boca divertida sin poder evitar reír. Harry por poco se comía la mano para no reírse enfrente de su tan odiado profesor. Snape miro a todos con furia y se volvió a Ginny.

-Gracias por su preocupación-le dijo sarcástico-dígale a sus hermanos que nose como hicieron esta bromita, pero en cuanto los vea me la van a pagar…

Snape miro a Harry con furia y se giro sobre sus talones para meterse en un carruaje cerrando la puerta con furia. Ginny y Harry se alejaron lo más posible y comenzaron a reír. El pelo de Snape color rosa chicle quedaría grabado en la historia como lo más gracioso que hubiera pasado en Hogwarts.

-Me…me hubiera gustado que... que Sirius estuviera acá…-dijo Harry intentando manejar su respiración. Ginny le sonrió y le dio un beso.

-Perdón por el empujón-le dijo mientras se metían en un carruaje. Harry se sobo el brazo exageradamente y Ginny lo miro ofendida.

-Valió la pena-dijo sonriendo-aunque empujas como un chico…

Ginny le dio un amigable golpe en el brazo y se sentó a su lado. Harry la abrazo por completo y Ginny se sintió completamente feliz. Harry apoyo su nariz en el cuello de Ginny y se quedaron así todo el viaje. Abrazados. Felices. Al fin…o por lo menos, por ahora.

Bien, ultimo capitulo…ya se que me van a decir que recién ahora lo juntas, pero bueno...jejeje…no me manden virus ni cartas explosivas, les prometo que va a tener continuación, solo que todavía nose cuando, es más me gustaría saber su opinión y si leerán mi historia, sino no vale la pena escribirla.

Bueno antes de irme, les cuento que falta el epilogo y ahí capaz que se lleven una sorpresita. Ahora si...muchas, muchas, recontramuchas gracias…y nos vemos en unos días con ya si el final…besos! YOGINNY