Bueno, si acá esta el epilogo, despidiéndome de esta historia que se llevo lo mejor de mi imaginación. Les cuento que de acuerdo a sus reviews veré si existirá segunda parte, aunque el final seguro les dará una pista.
Antes de dejarlos con el capitulo les cuento que mi nueva historia, que suplantara a esta es El amor después del amor, espero la lean y dejen reviews. También les recomiendo una rápida visita a Olor a chocolate y Lo que me quema el cuerpo.
Ahora si antes de dejarlos con el capitulo dedico esta historia a todos mis lectores que me ayudaron tanto. A Dark Lady y a Pibi Weasley por sus constantes mensajes un beso enorme y felicitaciones que escriben genial. BiAnKrAdClIfFe muchas gracias por tus reviews. Amy Black gracias por la constancia. Surpricinglyhmtc gracias por tus amenazas, jejeje. Mondlicht Weasley gracias por estar siempre…y perdón si no nombro a todos, pero aquí va una listilla: simplemente Weasley, cbkpotter25, marce, virginia91, saralpp, fénix, gin-ynia, lizzyd, tanti, veropotter, Dany-Kanuto-link, ashley-malfoy:p, Naty Tonks, Vale, Ginny-ForEver, mune-potter…gracias, gracias y más gracias.
Ahora si, el capitulo….YOGINNY
CAPITULO 28: EIGHT DAYS A WEEK
Lo que parecía ser un remolino de colores, entre lila y azul se alzaba frente a un pequeño pueblo. Las casas unas más pequeñas que las otras parecían nunca terminar. Ginny vio como una niña pequeña de cabellos tan colorados como los suyos jugaba con una varita entre sus dedos. Pero cuando Ginny se acerco y estuvo a la vista la niña esta se asusto y se metió en la casa más cercana.
La pelirroja se acerco a mirar por la ventana. Una casa aun más pequeña de lo que parecía por fuera, estaba repleta de frascos y plantas que no parecían normales.Quizás Ginny hubiera admirado aun más la imagen si no fuera porque el grito desesperado de la pequeña y un llanto incontrolable le llenaron los oídos.
Ginny escudriñó con la mirada la diminuta habitación hasta que la vio. La niña, ahora más grande, de alrededor de su misma edad lloraba arrodillada ante el cuerpo de un hombre de mediana edad. Ginny sintió que su mismo pecho se contraía y desvió la mirada al ver la puerta abrirse delante suyo.
Una mujer alta y con cara de mala estaba apuntando a la chica con la varita, mientras la risa siniestra de un hombre junto a ella le hacia poner la piel de gallina. Ginny saco su varita dispuesta a ayudar a la chica, pero ella había sido más rápida que todos.
-Avada Kedavra…-dijo en una voz fría que le resulto familiar. El cuerpo de la mujer voló metros en el aire y cayo inerte a los pies de la pelirroja que se cubrió la cara con ambas manos y le dio la espalda, intentando no gritar.
Pero para cuando se descubrió el rostro, la escena había cambiado por completo.
El castillo de Hogwarts se alzaba delante suyo, imponente e inquebrantable como siempre. Frente a este un montón de carruajes se amontonaban intentando entrar al castillo. Ginny camino entre todas las personas vestidas de forma demasiado elegante, para tratarse de un día normal.
-¡Cenicienta!-alguien grito detrás suyo y al escuchar ese llamado Ginny se giro. Había escuchado ese nombre en alguna parte antes.- ¡Te estuve buscando por todas partes!
Ginny la miro de arriba abajo con desprecio. Cho Chang en un traje demasiado escotado, dejando nada para la imaginación, se encontraba frente a ella. Detrás suyo apareció la profesora McGonagall y Parvati Patil.
-¿Dónde estabas niña?-pregunto la profesora.
-Ehhh…aquí…-fue lo único que atino a contestar.
-¡Debe ser mentira!-grito Cho histérica. Ginny miro a todos lados sin entender.
-Como sea, ve a las mazmorras y no salgas de ahí hasta que termine el baile-le dijo la vieja profesora.
-¿Baile?-pregunto la pelirroja sin comprender. McGonagall rodó los ojos y entro junto a la muchedumbre al castillo.
-Si te llegamos a ver haremos que te echen del castillo ¿entendiste?-pregunto Parvati con una voz que no sonaba como la suya. Ginny vio como esta se acomodaba el cabello coquetamente al ver entrar a Draco Malfoy al castillo-Mmmmm…el príncipe Malfoy…-dijo soñadoramente y se metió detrás de el.
-No te quiero ver cerca…en especial del príncipe Harry…-dijo Cho sonriendo malévolamente- aunque no se de que me preocupo si nunca le podrías dar lo que yo ya le di…
Y sin decir más se metió al castillo. Ginny creyó haber escuchado eso antes, pero igual poco le importo. Sin hacer caso a las palabras de la profesora se metió al castillo entre la gente. Pero fue entonces cuando se dio cuenta que su ropa era horrible. Se metió a un aula vacía y busco con la vista algo que ponerse. Sabía que algo tenía que pasar, solo que no sabia que era.
De la nada apareció Hermione de entre la penumbra y sosteniendo su varita en alto. Ginny se acerco a su amiga preocupada.
-Hermione ¿que esta pasando?-pregunto creyéndose loca. La castaña sonrió alegremente.
-Necesitas ropa para la ocasión-dijo sin contestar a la pregunta de su amiga y con un movimiento de su varita dejo a Ginny vestida preciosamente-Tienes que volver a esta aula al terminar de sonar las doce campanadas.
Ginny frunció el entrecejo, no entendía nada, pero antes de poder preguntarle a Hermione que estaba hablando la chica desapareció. Ginny examino su ropa, llevaba el mismo vestido blanco y con alas que había soñada anteriormente una vez. Salio del cuarto con algo de timidez. Camino por el pasillo con un semblante poco característico de ella y entro al Gran Comedor levantando levemente su vestido para no ser pisado.
Cuando entro vio como las parejas ya estaban bailando alegremente en el medio del salón. Las mesas contra la pared y el salón adornado completamente de blanco, haciendo a Ginny lucir perfectamente en medio del cándido recinto.
Ginny estaba a punto de avanzar cuando vio a Harry caminar en su dirección usando una capa de gala oscura que le hacia resaltar los ojos verdes de una forma muy particular. Le sonrió coqueta y Harry le tendió la mano en una elegante reverencia.
-Señorita…-dijo besándole la palma de la mano.
-Caballero…-dijo Ginny agachando la cabeza delante del pelinegro. Y sin decir más, quizás por que no era necesario, Harry escolto a Ginny al centro del salón y tomándola perfectamente de la cintura comenzó a bailar al ritmo de la suave música de fondo.
Habrían estado bailando como una hora, mirándose a los ojos, sonriendo felices, cuando Harry acerco su rostro para besarla. Seguramente lo hubiera hecho si las campanas no empezaban a sonar, indicándole a Ginny que era hora de partir.
Se alejo de el corriendo, mientras detrás suyo veía al chico seguirla entre la gente. Cuando bajo las escaleras que la separaban del castillo para darle lugar a las extensiones del jardín, su zapato se atasco haciéndola caer. Ginny se dispuso a volver por el zapato pero al ver a Harry cerca suyo decidió mejor dejarlo allí.
Pero apenas giro sobre si misma para volver a correr Harry ya estaba delante suyo, esta vez vistiendo su abrigado conjunto de Gryffindor y mirándola a los ojos. Ginny se giro y no vio a nadie. Su ropa también había cambiado al uniforme de Gryffindor. Y ahora ya no sentía la necesidad de salir corriendo.
-¿Harry?...
-Ya no hay que correr más Ginny…-le dijo el chico con los ojos brillando de emoción. Ginny sonrió y se fundieron en un largo beso que pretendía durar toda la vida.
La mañana era bastante calurosa. El verano ingles había cambiado mucho, últimamente no llovía casi nada y el sol salía a despertarlos diariamente. En un rincón perdido en medio de los bosques al norte de Londres se encontraba una casa de características poco comunes. De todas las habitaciones, que la casa tenia, una parecía irradiar una luz especial.
Dentro de la habitación y bajo solo una suave manta se encontraba una pelirroja de cabellos largos y completamente desordenados. La chica estaba aun durmiendo. El ruido de unas fuertes pisadas y unas risas contagiosas, la hicieron despertar.
Se levanto con una sonrisa todavía recordando el sueño que acababa de tener. Le gustaba soñar esas cosas. Era feliz cada vez que una mirada esmeralda aparecía en sus sueños. Le dejaba esa sonrisa tonta en el rostro.
Ooh
I need your love babe,
Guess you know it's true.
Hope you
need my love babe,
Just like I need you.
Hold me, love me, hold
me, love me.
Ain't got nothin'but love babe,
Eight days a
week.
Se cambio entonando una canción vieja que conocía y se arreglo para desayunar. Cuando cerro la puerta detrás suyo el lugar dejo de brillar como hasta hacia momentos lo había echo.
Bajo las escaleras de a dos y se detuvo ante la cocina repleta de gente. Su padre sentado a la cabecera de la mesa con El Profeta entre sus manos, su madre regañando a los gemelos que no dejaban de reír. Tonks y el profesor Lupin charlando mientras tomaban un café, Hermione sentada junto a Ron limpiándole los restos de mermelada de las mejillas y por ultimo Harry Potter sonriéndole.
La pelirroja se sintió ruborizar y camino hasta extensa mesa. Los gemelos le sonrieron picaramente, Ginny pensó que había sido un error contarle a los gemelos de su nueva relación con Harry. Hermione le sonreía divertida, mientras Ron aprovechaba para robarle un beso.
-Buen día-dijo la pelirroja sentándose junto a la castaña.
-Buen día-contesto una que otra voz suelta en el aire. Sin embargo lo único que le importaba a Ginny era encontrarse con unos ojos en especial, y cuando lo hizo le sonrió de esa forma que tenia reservada únicamente para el.
El desayuno paso normalmente. Los gemelos haciendo a su madre renegar, haciendo burlas sobre Ron y Hermione, e incluso lanzando palabras indirectas hacia Harry, logrando que el chico se sonroje a más no poder.
Love
you ev'ry day girl,
Always on my mind.
One thing I can say
girl,
Love you all the time.
Hold me, love me, hold me, love
me.
Ain't got nothin'but love babe,
Eight days a week.
Ginny tomo la escoba entre sus manos, lista para salir a volar unas horas con sus hermanos, Hermione y Harry. Los gemelos iban delante del grupo entonando una canción típica de un ejército, mientras que Ron y Hermione iban de la mano delante suyo hablándose al oído de vez en cuando.
Harry y Ginny dejaron que se alejaran un poco y se acercaron al mismo tiempo, con las exactas mismas intenciones. Se miraron a los ojos y se besaron con delicadeza en los labios. Cuando se separaron, Ginny aun con los ojos cerrados se dejo abrazar.
-¿Hasta cuando vamos a seguir escondiéndonos?-pregunto Harry poniendo cara de cansado-Los chistes de los gemelos cada vez son más directos, creo que todo el mundo se dio cuenta ya.
-Puede ser…-le dijo Ginny con un aire de misterio-pero me vas a decir que no te gustan los encuentros a escondidas…son más divertidos…
-Si…-dijo el ojiverde con una sonrisa-pero también me da miedo si alguno de tus hermanos mayores nos llegan a encontrar… ¿Qué hacemos?
-Yo nada, seguro que a vos te matan…
-No es mi culpa solamente-dijo Harry reprochando la ultima respuesta-sos vos la que encontras los lugares más oscuros y chiquitos para nuestros encuentros…
-Si, seguro-dijo Ginny comenzando a caminar tomándolo de la mano-y seguramente que yo también te obligo a poner las manos en lugares inapropiados…
Harry enrojeció levemente pero rió contento. Esa sonrisa era difícil de conseguir en el, pero una vez que lo hacia se reía sin poder parar. Otra de las tantas cosas del pelinegro que le gustaba.
-No-dijo el chico riendo-pero tampoco me decís que la saque…
Fue el turno ahora de Ginny de reír. Le gustaba esos encuentros a escondidas, aunque sabia que no podían durar mucho así, seguramente se lo terminarían diciendo a sus padres, si es que ellos no lo sabían ya.
-Bueno, la próxima vez voy a considerar decírtelo…-le dijo Ginny y al ver la cara de espanto de Harry comenzó a reír. Ginny rió divertida y salio corriendo en dirección al campo improvisado de Quidditch.
-¡No!-escucho gritar a Harry detrás de ella, mientras el chico reía corriendo suyo. Ginny sonrió y se escondió detrás de un árbol y cuando lo vio pasar se le tiro al cuello. Harry la agarro bien y así, hablando de todo y a la vez de nada, llegaron junto al resto para disfrutar de otro día de vacaciones.
Eight
days a week
I love you.
Eight days a week
Is not enough to
show I care.
Ooh I need your love babe, ...
Eight days a week
...
Love you ev'ry ...
Eight days a week. Eight days a week.
Eight days a week.
En un a habitación a oscuras, en una casa sin dirección exacta, se encontraba un hombre pequeño con rasgos similares a los de una rata mirando al fuego con extrema preocupación. A su costado y en un gran diván descansaba otro hombre, cuyos rasgos era poco perceptibles por la poca luz, pero su postura inspiraba miedo.
-Señor… ¿me llamo?-pregunto el primer hombre con una voz demasiado fina para pertenecerle a un hombre.
-Así es Colagusano…necesito tu ayuda…
-Lo que necesite señor lo haré gustoso-dijo temblando de arriba abajo. El otro hombre rió fríamente. Una risa que helaba el cuerpo.
-De acuerdo, Peter…pero no prometas demasiado…-le dijo tomando un sorbo de un liquido azul oscuro-necesito que seas una rata nuevamente y que vuelvas a Hogwarts.
-Pero ellos me conocen, señor…Potter y…y en especial el chico Weasley…me reconocerán…-dijo el hombre con visible miedo.
-Si por algo estas último en la cadena alimenticia, porque eres un estúpido…-le dijo levantándose de su lugar y golpeándolo en la cabeza con una mano-iras como mascota de un nuevo alumno…
-¿De-de quien señor, si se puede saber….
- Malfoy…el hijo de Lucius…según tengo entendido el chico ya se gano la confianza de Ginevra, y así será mucho más fácil que despierte por completo…
-¿Ginevra? ¿Que no fue destruido el dije?-pregunto Colagusano sin comprender.
-Así es, Peter. Pero ¿acaso crees que era tan fácil de derrotar?-le pregunto a su más fiel lacayo y el hombrecito afirmo con la cabeza, ganándose otro golpe-Por supuesto que no, idiota. Ginevra esta en su interior…la chica sigue siendo la reencarnación del Minsgrel, así que de una forma u otra sus poderes aparecerán…el colgante que tenia puesto, sirvió para que Ginevra se instale en su interior y a medida que va aumentando el poder dentro de la niña, Ginevra ira despertando…
-¿Pero y la otra chica? ¿La chica Weasley?
-La pobre Ginny dejara de existir, y nadie se dará cuenta…la magia negra que esconde Ginevra, sumado a los nuevos poderes se complementaran….y la bruja más poderosa resurgirá más fuerte que antes…
-¿Que no es la noviecita de Potter?
-Sabes mucho Peter…a lo mejor no eres tan estúpido…si, es la noviecita y por eso mismo, el nunca dudaría de la chica, es el plan perfecto…ahora, trasfórmate en rata y ve a casa de los Malfoy que Lucius le hará a conocer a su hijo su misión…vete
Y sin preguntar o decir algo más Peter Pettigrew abandono la habitación. Dentro de esta Lord Voldemort sonreía, su plan estaba en marcha y seguramente esta vez no habría nadie que lo detenga, ni siquiera Harry Potter.
FIN.-
